mma escribió:Experten escribió:No es algo que ingenieros de combate no puedan resolver en un par de horas con algunos bulldozers,
Ingenieros de combate que hay que llevar, desplegar, dotar de maquinaria pesada, proteger (en algunos casos), dar de comer, etc, etc.
Los aficionados hablan de tácticas, los profesionales de logística. Viejo dicho que aquí viene que ni pintado, cuanta menor sea la huella logística de una operación mejor para todos, mas sencillo y mas facil de llevar a cabo.
Tan sencillo, ¿No?
Me encanta como tienen una respuesta para todo...

El C-17 es demasiado, que si necesita pista preparada, que si es "menos flexible", caro de operar. En cambio el C-130 es demasiado pequeño, no tiene aplicación estratégica. Es que los únicos que tienen la respuesta correcta son Uds. y se deshacen en mutuos elogios por la genialidad.
Mientras tanto se obvia que ya en 1990 el C-130 fue uno de los mejores y más flexibles elementos en el tren logístico para deplegar material hasta Iraq, que los C-17 operan a cada rato desde pistas de fortuna en Afghanistán, que tienen década y pico siendo el mejor activo para despliegue de material en las bases en la Antártica, que han resultado menos intensivos de mantenimiento y menos caros de operar de lo especificado y que 28 toneladas a 1700 millas es "estratégico" en los delirios de algún ejecutivo de EADS solamente.

Con 30 toneladas (que vamos a franquearnos, es su capacidad máxima) ni siquiera es verdaderamente transatlántico. Y para "volar directo a Afghanistán" hay que bajar a lo que de cualquier modo cargaría un Hercules.
Lo de siempre, ¿No? A lo que hay que llegar es que son tan listos que a nadie más se le pudo ocurrir una obviedad como el A400. Mientras tanto... cada uno sigue costando más que un C-17 y para la vasta mayoría de las misiones reales que van a volar (como demuestra que sean misiones hechas a día de hoy por modestos Transalls) un C-130 vaya sobrado y a una fracción del costo.
La verdad es que EADS quería un carguero táctico con el que competir, que identificaron el único segmento del mercado donde les era posible competir y que les hicieron pagar a sus gobiernos por el desarrollo porque sin una órden de lanzamiento subvencionada que cubriera el costo de desarrollo, la cafetera nunca iba a ser económicamente viable. Más curioso es que Uds., los agraviados, sean los que defienden a capa y espada las bondades de un programa que premia cada una de las taras que caracteriza a los programas de adquisiones militares en Europa - prometer cosas técnicamente imposibles a plazos irrealizables y luego, con el anzuelo enganchado, desangrar al contribuyente con el cuento de los empleos perdidos.