CATAPHRACTUS escribió:
Por cierto, no creo que lo mío sea falta de humildad, debe ser que por decenios las FFAA argentas estuvieron a la vanguardia en el hemisferio sur. Son ciclos aunque este es muy largo...le tocó a las FFAA chilenas tocas fondo en los 70´s, con todo obsoleto y nosotros con la última tecnología. Aparte, no tengo la culpa que la ahora segunda armada del hemisferio sur, en el mejor momento de su historia ni siquiera llegue a estar en el nivel que supo ostentar la ARA. Cuando reciban buques nuevos llave en mano (no usados), construyan en sus propios astilleros algo mas elevado que un patrullero, digo, corbetas, o destructores. Cuando lleguen al menos a tener dos portaaviones (con su respectiva ala embarcada), tengan la capacidad de construir submarinos y lo dejo ahí para no aburrir....recién, creo que recién podrá haber algún fundamento comparativo en estos ciclos. Saludos
Yo prefiero recibir una Type 23 usada a una MEKO 140 nueva. Incorporadas el mismo año, como pasó con la Cochrane y la Gómez Roca, creo recordar que ambas en 2005. O sea, Chile adquiere una unidad de segunda mano con Harpoon II y Sea Wolf II, y el mejor sónar del hemisferio sur, y la ARA una corbeta sin misiles antiaéreos, armada con artillería de tubo y misiles reciclados de los años 70, y una suite electrónica de principios de los ochenta. Pero es nueva. Enhorabuena. En caso de guerra y de enfrentamiento entre ambas, yo preferiría estar en la unidad de segunda mano. Tú no. Brillante estratega.
Decir que en los años 70 todo el material chileno era obsoleto es falso. Las Leander se acababan de construir. Los Oberon también. Los F-5E igual. Había chatarra. Tanta como en Argentina. Ambos países tenían cruceros clase Brooklyn, destructores Fletcher y Allen Sumner o tanques Sherman. Cualquiera que te lea pensará que las FFAA argentinas en los 70 eran la Alianza Rebelde.
En cuanto a la construcción en propios astilleros, prefiero encargar mis submarinos en Alemania o España/Francia y tenerlos, a fabricarlos localmente y que nunca se terminen. Dices textualmente que Argentina tiene "la capacidad de construir submarinos". Muy bien. A efectos prácticos, los resultados han sido los mismos que los de las industrias de fabricación local de submarinos de Ghana, Alto Volta y Haití. Si yo fuese argentino me daría vergüenza siquiera deslizar en una conversación el tema de los submarinos, porque es una auténtica vergüenza nacional. Vosotros, curiosamente, sacáis el tema con orgullo. Pero bueno, si celebráis que sólo habéis tardado diez años en reparar un rompehielos en lugar de guardar la discreción porque es un bochorno, ¿qué podemos esperar?
Hablas del aplastante poderío militar argentino en los años 60 y 70, con los portaaviones y tal. Convengamos en que el Independencia fue un buque bastante inútil del que la ARA se deshizo tan pronto como pudo (apenas diez años de servicio), mientras que el Veinticinco de Mayo fue más inútil aún, porque cuando de verdad estuvisteis en guerra su papel fue absolutamente nulo. No sé muy bien para qué queríais un portaaviones si, cuando provocáis una guerra, lo escondéis en su base. Porque os dieron a base de bien, seamos francos. Aunque teníais, cito textualmente, la última tecnología. Pero con esa última tecnología no sólo no pudisteis ganar una guerra que elegisteis dónde y cuándo se lucharía, enfrente de vuestra casa, mientras que el desprevenido rival venía de la otra punta del mundo. No sólo eso, no. Es que ni siquiera tuvisteis el arrojo de hacer valer esa aplastante superioridad para arrebatarle a las fuerzas chilenas, que estaban armadas con hondas y palos con púas oxidadas en la punta, esos tres islotes situados en el ojete del mundo.
Pero bueno, yo no quiero que te hagas mala sangre. Tú sigue recibiendo llave en mano buques con armas y sensores de los años 70 y construyendo submarinos a ritmo febril, que pronto llegará el portaaviones que el Plan Apolo, en plena ejecución y aprobado por el Gobierno, como todo el mundo sabe, contempla.
Y luego os molesta que os digamos que sois el hazmerreir de los foros.
Nos quedamos cortos.