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La ONU recibió a Timerman pero no intercederá por la Fragata Libertad El canciller se reunió con el presidente del Consejo de Seguridad del organismo, Gert Rosenthal, quien explicó que "no afecta la paz mundial". Si bien los tripulantes de la Fragata Libertad ya tienen fecha de regreso, el canciller argentino Héctor Timerman llegó este lunes a la sede de la ONU en Nueva York para reclamar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a su secretario general Ban Ki-moon la liberación de la nave militar, retenida en Ghana por un embargo judicial.
Timerman se reunió a primera hora con el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador guatemalteco Gert Rosenthal, para informar a ese órgano del incidente, antes de sostener encuentros con Ban Ki-moon y el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Vuk Jeremic.
"Hemos solicitado al embajador Rosenthal que, como presidente del Consejo de Seguridad, haga circular entre sus miembros una documentación que trajo la República Argentina para que los demás miembros del Consejo de Seguridad conozcan la situación en la que se encuentra una acción que desde el punto de vista del derecho internacional es completamente ilegal", dijo Timerman.
"El embargo de un buque de guerra que está amparado por las inmunidades del tratado del derecho del mar implica un grave riesgo para todas las naves militares que están navegando hoy en día por los océanos del mundo (...). Ghana estaría destrozando un derecho que garantiza el normal funcionamiento de la navegación militar", advirtió.
El buque escuela argentino "Libertad" fue retenido el pasado 2 de octubre en el puerto de Tema, en Ghana, tras la demanda del fondo especulativo NML, con sede en las Islas Caimán, que reclama más de 370 millones de dólares a Buenos Aires por el "default" de su deuda en 2001. Para Argentina, la decisión del juez de retener el navío constituye un acto violatorio de los tratados internacionales y por ello Timerman fue enviado por la presidenta Cristina Kirchner a la ONU.
El gobierno argentino reclama la aplicación de un principio que data de 1926 y según el cual "los buques de guerra tiene un carácter de inmunidad frente a todo tipo de demandas entre particulares, o un particular y un Estado o entre Estados", recordó Timerman.
De su lado, Gert Rosenthal explicó que el Consejo de Seguridad de la ONU no puede ocuparse de la cuestión, aunque afirmó que el problema afecta el "derecho internacional". "Tuvimos una conversación sobre este incidente. Yo le explicaba al canciller y él también lo sabe que el Consejo de Seguridad se ocupa del mantenimiento de la paz y la seguridad mundiales y que este caso no precisamente amenaza la paz mundial",
sostuvo el representante guatemalteco. "Dicho eso, sí hay de por medio el respeto del derecho internacional y eso es un tema que nos preocupa mucho, no tanto como consejo de Seguridad solo sino como país miembro de Naciones Unidas. Claramente aquí hay un problema de derecho internacional que afecta no solo a la República Argentina sino a todos los países del planeta", agregó.
Rosenthal indicó que "Naciones Unidas está del lado del cumplimiento del derecho internacional" y que "el derecho de mar claramente libera las naves del Ministerio de Defensa o naval de los gobiernos miembros, les da estatus diplomático".
Guatemala ocupa hasta el 31 de diciembre de 2013 una de las dos bancas rotativas de América Latina en el Consejo de Seguridad de la ONU. Colombia tiene la otra, que pasará justamente a manos de Argentina el próximo 1 de enero.
El fondo NML Capital, que logró la resolución judicial en Ghana, se negó a entrar en el canje con importantes quitas que Argentina realizó entre 2005 y 2010 para unos 100.000 millones de dólares de deuda en "default", y al que se plegó el 93% de los acreedores.
Mientras tanto, y en medio de todo este despliegue diplomático, la tripulación del "Libertad" esperaba su evacuación, anunciada el sábado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La tripulación está compuesta por 326 personas, en su mayoría argentinos, pero también cuenta con ocho marinos de Uruguay, 15 de Chile, y otros procedentes de Brasil, Paraguay, Ecuador, Sudáfrica y Venezuela