El conserje del escuadrón
Era fácil pasar por alto a Bill Crawford en cualquiera de esos días en la década de los setenta que los cadetes pasaban tan ocupados en la Academia de la US Air Force en Colorado Springs, Colorado. Bill, o Mr Crawford, que era como le llamaban los cadetes, era el conserje de un escuadrón de alumnos.
Mientras los cadetes iban a clase, estudiaban, hacían deporte e instrucción, o se preparaban para las revistas, Bill se encargaba de fregar los suelos, vaciar los cubos de basura, limpiar los retretes, o, simplemente, intentar mantener limpio y ordenado el dormitorio en el que vivían cien jóvenes cadetes.
Durante muchos años los cadetes no le prestaron casi atención, a veces poco más que un guiño al pasar a su lado, o un breve “buenas” según se apresuraban a otro de sus quehaceres diarios. ¿Por qué? Probablemente por su manera de trabajar, siempre manteniendo las instalaciones limpias, incluso los retretes y las duchas los dejaba siempre resplandecientes. Hacia su trabajo tan bien que ninguno de los cadetes le tenía que decir nada. El limpiar los retretes era su trabajo, no el de los cadetes.
A lo mejor era su aspecto físico el que le hacía casi invisible. Bill se movía despacio, e incluso renqueaba un poco, como su sufriera algún tipo de lesión. Su pelo gris y su cara arrugada hacían que los cadetes lo consideraran un anciano. Y su sonrisa torcida era graciosa. Bill era un viejo que trabajaba rodeado de jóvenes. ¿Qué es lo que podía aportar a los cadetes?
O a lo mejor era su personalidad lo que le hacía casi invisible a los jóvenes que le rodeaban. Bill era muy tímido y casi nunca hablaba con los cadetes al menos que ellos le hablaran primero, y eso no pasaba mucho. El conserje se consagraba a su trabajo, moviéndose con los hombros encogidos, a un paso callado, y evitando cruzar miradas. Por lo que fuera, Bill parecía más otro mueble en el dormitorio del escuadrón. La Academia mantenía a los cadetes ocupados desde el amanecer hasta la puesta de sol. Y Mr. Crawford era simplemente el conserje.
Eso cambio una tarde de otoño en 1976, cuando uno de los cadetes, que estaba leyendo un libro sobre la Segunda Guerra Mundial y la dura campaña de Italia, tropezó con una historia increíble. El 13 de septiembre de 1943, un soldado de Colorado llamado William Crawford, destinado en la División de Infantería 36, había participado en un cruento combate en la Colina 424 cerca de Altavilla, Italia.
Las palabras de la página decían “
frente a un intenso y abrumador fuego enemigo… y sin tener en cuenta su propia seguridad… de iniciativa propia, el soldado Crawford atacó él sólo posiciones enemigas fortificadas”. Seguía: “
por su valentía e intrepidez a riesgo de su propia vida, yendo más allá de lo que le exigía el deber, el Presidente de los Estados Unidos…”.
“¡Hostias!”, dijo el cadete a su compañero de habitación, “no te lo vas a creer, pero me parece que nuestro conserje recibió la Medalla de Honor”. Los cadetes sabían que Mr. Crawford era un veterano de la Segunda Guerra Mundial, pero eso no podía disminuir su sorpresa. Le tenían que preguntar Bill si él era el soldado Crawford del libro.
Tempranito el lunes por la mañana, cuando Mr. Crawford llego a su trabajo en el escuadrón, los cadetes le enseñaron la página del libro y esperaron su contestación. Él la miró por un momento y después dijo algo así como “Sí, ese soy yo”. Con las bocas abiertas, los cadetes se miraron el uno al otro, luego al libro y luego al conserje. Casi al mismo tiempo, los dos tartamudearon “¿Por qué no nos lo había contado nunca?” El contestó, después de pensárselo un poco, “Ese fue un día de mi vida, y paso hace mucho.” No se habló más, los cadetes tenían que ir a clase, y Bill a sus labores.
Después de esa conversación, las cosas cambiaron en el escuadrón. Corrió como un reguero de pólvora la noticia de que había un héroe en el escuadrón, y que el héroe era el humilde conserje, Mr. Crawford. Desde entonces los cadetes siempre le saludaron con una sonrisa y un respetuoso, “Buenos días, Mr. Crawford”.
Los que antes ensuciaban sin preocuparse, empezaron a ser cuidadosos y limpios, Los cadetes empezaron a conversar frecuentemente con Mr. Crawford, e incluso le invitaron a sus actividades. Bill pasó de ser un mueble a ser un miembro del grupo.
El soldado William John Crawford fue un explorador en la tercera sección, compañía I, Regimiento 142, División de Infantería, y luchó durante la invasión de Italia. La acción en la que se ganó la Medalla de Honor tuvo lugar cuatro días después del desembarco de Salerno. Cuando su compañía atacó una posición enemiga en la Colina 424, su sección fue al frente. Al llegar a la cima de la colina fueron parados por un intenso fuego de ametralladora. Después de localizar una de los nidos de ametralladoras, el soldado Crawford, por su propia iniciativa, se acercó a unos pocos metros del nido y lanzó una granada que mató a los tres operarios de la ametralladora, lo que permitió que su sección continuara el avance. Una vez más el avance fue interrumpido por fuego de ametralladora, y una vez más Crawford se acerco a las ametralladoras, lanzó una granada contras uno de los nidos, matando a los soldados enemigos, y con otra granada y su fusil atacó el otro nido, matando a un enemigo y haciendo huir al resto. Entonces se apoderó de la ametralladora y la usó contra los alemanes que huían, permitiendo una vez más el avance de su compañía. Después de la batalla sus compañeros no pudieron encontrarlo y se le dio por perdido en combate. Le fue concedida la Medalla de Honor, se suponía que póstumamente, y su padre la recibió en su nombre.
Más tarde se supo que Crawford había sido capturado por el enemigo y hecho prisionero de guerra. Pudo regresar a los Estados Unidos después de dieciocho meses de cautividad. Siguió sirviendo en el US Army, la mayor parte del tiempo como reclutador, y se retiró como sargento mayor después de veintitrés años de servicio. Tras eso se buscó un trabajo de conserje en la Academia de la US Air Force, para seguir sirviendo a su país, y para mantenerse cerca del mundo militar. Murió en el 2000 y está enterrado en los terrenos de la Academia en Colorado Springs.
Adaptado de:
http://usoonpatrol.org/archives/2010/09 ... he-janitor
Saludos