Buceadores de la Armada, preparados para el combate y el rescate en el medio marino
El
patrullero de la Armada "Tarifa" -de dotación en la Fuerza de Acción Marítima- ha asistido al arrastrero "Playa Xanxian", que, en términos marineros, se encontraba al garete con el copo de la red de arrastre enredado en el eje y hélice. Gracias a la ayuda de los buceadores de la Armada, el pesquero pudo continuar su trabajo, ya que se encontraba pescando en aguas internacionales en el Atlántico al Noroeste de Galicia.
El rescate del pesquero se ha producido el 15 de agosto
gracias al trabajo de los buzos militares, que, como parte de la tripulación del "Tarifa", participan en la campaña del bonito ofreciendo apoyo a la flota pesquera nacional en aguas internacionales. Dicha campaña comenzó el 8 de agosto y concluirá el día 16.
Para poder llevar a cabo este tipo de misiones,
la Armada además de contar con material y barcos específicos, cuenta con personal con una instrucción y adiestramiento apropiados a la operación. Este es el caso de los buceadores de la Armada.
Si nos remontamos a la Historia,
habría que ir hasta 1782, cuando el primer equipo de Buceadores de Combate Españoles minaron a nado el Estrecho de Gibraltar, en una acción al mando del general Grillón; pero no fue hasta 1787 cuando se crearon oficialmente las primeras Escuelas de Buceo -en la actualidad pueden presumir de ser las más antiguas del mundo-, donde se instruían buceadores para cada Departamento Naval.
Dos siglos antes,
en el siglo XV, se dotó a los navíos de buzos, pero se ocupaban de reparar múltiples averías sin las técnicas que ahora se utilizan, ya que lo hacían a pulmón. Dificultad que se solucionó en el
año 1.846 cuando llegaron a España los primeros equipos de escafandra de procedencia inglesa de la firma Siebe Gorman, y en 1869 se importa de Francia la máquina de buzo de la casa Rouquayrol-Deynaurouze. Con todos estos modernos equipos de buceo es necesaria una nueva legislación, aprobándose el 20 de julio de 1904 el Reglamento de Buzos.
Al crearse la Escuela de Submarinos de Cartagena, y a propuesta de su director, capitán de corbeta Mateo García de los Reyes, se crea la escuela de Buzos, aprobada por el rey Don Alfonso XIII en la ley de 24 de Julio de 1922.
Durante la guerra civil, los buzos participan en el salvamento de buques hundidos por la aviación en puertos y aguas poco profundas, destacándose el salvamento y puesta a flote del destructor Císcar en el puerto de El Musel (Gijón). A finalizar la contienda se crea la "Comisión de la Armada para el Salvamento de Buques" que en una gran campaña consiguió salvar y poner a flote 177 buques, totalizaron 160.000 Tons.
Por decreto de 12 de marzo de 1942 se reorganiza el Cuerpo de Buzos y en 1946 se construye una nueva Escuela, en la base de submarinos. En 1.959, la Escuela de Buzos cambia esta denominación por la de Centro de Instrucción de Buceo (CIB) y los buzos de la Armada adoptan como nuevo sistema de buceo, los equipos autónomos de inmersión.
Con el auge del buceo al final de la década de los 60, las instalaciones del CIB se quedan insuficientes, trasladándose el 3 de marzo de 1970 a la Estación Naval de La Algameca (Cartagena), lo que se denomina Centro de Buceo de la Armada (CBA).
Finalmente, por Orden Ministerial núm. 37/70 (D.O. núm. 11), se crea el CBA, bajo la dependencia orgánica de la Agrupación de Adiestramiento a Flote. En el año 1977 se disolvió esta agrupación pasando a depender del Almirante Jefe de Acción Marítima, excepto en lo relativo a instrucción, que depende de la Dirección de Enseñanza Naval.
Cursos de para todos
Ahora en 2010, cuando la profesionalización de las FAS es cada vez más especializada y técnica, la escuela de Buceo de la Armada se ha adaptado a los cursos de buceo homologados internacionalmente, por eso se ofrecen los cursos de
Buceador Elemental, de Combate, Tecnología del Buceo, Aptitud de Buzo, Accidentes de Buceo y Medicina Subacuática.
Desde el CBA se afirma que ofrecen especialidades
a las que tienen acceso soldados, marineros, suboficiales y oficiales de las FAS, así como miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y miembros de Marinas extranjeras.
Asimismo, además de instrucción y técnicas de investigación, desde el Centro de Buceo de la Armada se apoya con asesoramiento a la Armada y a la Secretaría General de Pesca Marítima del Ministerio de Fomento, así como "a aquellos organismos civiles y militares que lo soliciten, en cumplimiento del Artículo 4º de la Ley 30/1992", se afirma desde el centro de Cartagena.
Importancia de los buceadores de la Armada
La capacidad de intervención subacuática de la Armada no sólo se centra en el rescate y reparación de embarcaciones. Sus posibilidades se pueden agrupar en:
buceo con aire para apoyo a buques e instalaciones; acciones a gran profundidad -realizadas por el Buque de Salvamento "Neptuno"-; técnicas de combate de la Unidad Especial de buceadores de Combate; Medidas Contra Minas; desactivación de explosivos IED y EOD en el fondo marino; actividades de investigación junto a Universidades españolas; y enseñanza.
Sobre la Unidad de Desactivación de Explosivos, su creación surge en 1982 cuando la Armada sufrió el azote de la banda terrorista ETA, con una bomba contra el Destructor "Marqués de la Ensenada". Para evitar ese tipo de acciones nació la actual Unidad Especial de Desactivación de Explosivos (UEDE), ubicada en Cartagena y con dependencia orgánica del Jefe del CBA, formando al personal que la integra en las escuelas TEDAX del Ejército de Tierra, la Guardia Civil y en los EE.UU. Con sus programas de formación y actuación adaptados a las normativas de la OTAN, cabe destacar que, durante la intervención de los miembros de esta unidad en la operación en el Líbano, llegaron a desactivar más de 400 artefactos.
Patrullero de la Armada (tipo Tarifa).
.- Saludos.