Trivial - Historia de la Humanidad hasta 1945

[de guiner]

Estimado Isocrates, supongo que al primero que retome el turno, dado el lapso de tiempo que va a estar fuera el estimado GMSA; si ha nadie le molesta, claro.
Por mi parte te dejaría esa opción por preguntar a quien le toca preguntar.

PD. Si nadie tiene inconveniente.

Un saludo.

[Roy]

Estimado Isocrates, supongo que al primero que retome el turno, dado el lapso de tiempo que va a estar fuera el estimado GMSA; si ha nadie le molesta, claro.

Valerio, entre eso y los monosílabos acentuados innecesariamente, me estás creando un serio trauma ortográfico.

Isocrates, por favor, ¡libéranos de esta mustia espera!

[de guiner]

Valerio, entre eso y los monosílabos acentuados innecesariamente, me estás creando un serio trauma ortográfico.

¿Conque esas tenemos, eh?.

[Isocrates]

Entonces una sencilla



Mi hijo fue rey.
Mi padre triunfó donde nadie más lo hizo,
pero su destino fue cruel. Nadie tuvo tan gran enemigo.

Desde la ciudad que lleva mi nombre, te pregunto
¿Sabes quién soy?

[de guiner]

¿Pérgamos?.

[Isocrates]

No.



Escuchad a mi hijo.

Yo soy Rey, al igual que lo fue mi padre.
Ninguno de los dos encontró la muerte en el lecho,
la traición y la guerra arrebataron su presa a la vejez o la enfermedad

Y ahora a mi padre

Fui el último en mantenerme erguido,
pero la guerra y la traición también reclamaron su presa.
Ten por seguro que me conoces,
de una época en la que se forjaron las leyendas

[de guiner]

De momento voy a decir el último porque luego me sale el caballero neride cantándome mambos:

¿Tarquino?.

[Isocrates]

No

Si escuchas en mi ciudad, ahora en silencio,
podrás oír los sonidos de la agonía de un imperio,
y de la muerte de un César.

[Isocrates]

Sabéis como murió mi padre;
sabéis como halló la muerte mi hijo.

Pero nadie sabe como la encontré yo.

[Roy]

¿Constantino I? Por decir algo...

[Isocrates]

No.

En mis tiempos vi
los más grandes esponsales,
los mayores juegos funerarios.

[de guiner]

Bueno, diremos otro: ¿Antíoco III?.

[Isocrates]

Tampoco.





Vi, y sufrí, las mayores campañas,
los más grandes guerreros. Allí lucho mi padre,
resistiendo más que ningún otro. Tras su caída,
la generosidad y la fortuna labraron mi destino
hasta el trono.

[Roy]

¿Atropates?

[Isocrates]

Pues no, pero coincidió con su hija.


Dije que había una ciudad con mi nombre.
Pero no fue una sola,
hubo muchas.

De esa manera se me honró y recordó.