EL DESEMBARCO DE MALTA
Desde la llegada del X fliegerkorps la isla de Malta había sido asolada por los bombardeos, empeorando la situación hasta el punto en el que la población llego a negarse a auxiliar a las fuerzas británicas en las labores de desescombro.
Ahora, tras los duros bombardeos, las fuerzas del EJE por fin estaban listas para el ataque. Las defensas británicas habían sido duramente castigadas, las recientemente fabricadas en Alemania barcazas de desembarco por fin habían llegado , y 1 división alemana, 2 brigadas españolas que sustituían a la división germana enviada a Tobruk, y 2 batallones paracaidistas, esperaban a disponer de una ventana de 5 días de buen tiempo para lanzar la ofensiva.
Malta es una isla rocosa con predominio de acantilados y muy pocos lugares aptos para el desembarco, así que la primera dificultad había sido encontrar uno en el que poder realizar la invasión. La elección fue la costa norte de la isla entre las bahías de St Julian y St Paul que totalizaban un frente de 13km. Una zona en la que pese a que las playas son pequeñas como en el resto de la isla, la costa es suave con predominio de rocas a nivel del mar que permiten el desembarco.
El único país que había realizado un desembarco en una posición defendida por el enemigo en los últimos años era España, por lo tanto se confió en su experiencia y se estudio extensamente su actuación en el desembarco de Alhucemas. Pronto se llego a la conclusión de que toda opción de éxito descansaba en la capacidad de los atacantes de combinar sus armas en las primeras horas del ataque. Por ello, previamente al desembarco se practico extensamente la actuación interarmas en la propia costa de Sicilia.
La siguiente dificultad vino dada por la ofensiva británica que entre diciembre y enero destrozo a las fuerzas italianas en Libia, y que motivo el envío de la división 36 a Tobruk, así como varias unidades del ejército italiano como la Ariete a Tripoli. Finalmente esa división sería sustituida por 2 brigadas y varias compañías de infantería de marina españolas, y tendrían como objetivo St Paul.
Esta ventana por fin apareció el 21 de marzo, el mar se hallaría en calma durante los próximos 6 días, y las barcazas podrían deslizarse sobre él sin trabas. Todo estaba dispuesto para la invasión.
Las fuerzas participantes eran
Flota:
Acorazados; Vitorio Venetto, Littorio, Conte di Cavour, Giulo Cesare.
Cruceros; Zara, Pola, Fiume, Colleoni, Luigi Cardona.
Destructores; 30
Dragaminas; 12
Barcazas de desembarco; 70 tipo Marinefährprahm, y Marine Artillerie Leichter
Aviación: X Fliegerkorps, y 2ª Escuadra aérea italiana, 1 regimiento de paracaidistas
Ejército: División 26ªalemana, y Brigadas 12, y 13 del ejército español.
El 20 de marzo la Reggia Aeronautica lanzo una gran operación de reconocimiento sobre el mar Mediterráneo, los puertos griegos y la base naval de Alejandría, era preciso localizar a la flota británica por más que su intervención supusiese poco peligro.
Una vez localizada a la MF en Alejandría se dio luz verde a la flota de invasión, que se hizo a la mar durante la tarde de ese día, tras un trayecto lleno de sobresaltos por los numerosos contactos fantasma la flota se reunió con las fuerzas de desembarco en situó frente a Malta durante la noche.
Finalmente la madrugada del 21 de marzo la flota se aproximo a la isla precedida por los dragaminas que abrieron un amplio paso para facilitar el desembarco, al mismo tiempo, paracaidistas alemanes saltaban en las cercanías de Mgarr, en la costa occidental de la isla.
Al amanecer los cañones de los acorazados Giulo Cesare y Conte di Cavour abrieron fuego sobre las posiciones inglesas en la costa, mientras las barcazas de desembarco alemanas navegaban en dirección a sus objetivos. El fuego de la artillería ceso 10 minutos antes de que las barcazas llegasen a tierra, gracias a lo cual, los escasos defensores británicos pudieron observar las barcazas de la primera oleada que se dirigían hacia ellos. Mientras, la propia ciudad y el puerto de La Valleta eran sometidas a un duro bombardeo por parte de la aviación italiana.
Al llegar las barcazas a las zonas de desembarco, las ametralladores y cañones instalados en estas empezaron a disparar para cubrir a los soldados que desembarcaban, mientras sobre sus cabezas aviones J-87 picaban sobre cualquier punto de resistencia que pudiesen observar protegidos por los Me-109 E, que al carecer de enemigo iniciaron una serie de ataques a tierra en cadenas.
Desde la orilla la resistencia fue dispersa y sobre todo escasa, pues la isla no contaba con fortificaciones o artillería de costa dignas de tal nombre, y únicamente algunas compañías de infantería trataron de resistir en puntos concretos de la costa como St Paul, Pembroke o la propia bahía de St Julian. Sin embargo las fuerzas de desembarco empleando una combinación de fuego y movimiento superaron a los defensores del 2º de Devon tras unos momentos de duda, ayudados principalmente por los cañones de los cruceros que actuaron como apoyo de artillería inmediato.
Localizado el desembarco las fuerzas británicas trataron de reaccionar, pero los Me-110 y Ju-88 sobrevolaban la isla en misiones de cazabombarderos y causaron graves daños a las fuerzas enemigas que se movían a la luz del día.
Las tropas españolas una vez asegurado St Paul siguieron adentrándose en la isla, conectando a las 11:00 con las fuerzas paracaidistas, tras recorrer los 4km que los separaban de estas. Una vez asegurada la zona, los paracaidistas siguieron hacia el aeródromo de Luqa, dejando a las tropas españolas la labor de someter el lado occidental de la isla donde el 1er batallón de Dorset había quedado encerrado.
A media tarde las fuerzas del eje controlaban una cabeza de playa que iba de St Paul a Mgarr, y desde allí se extendía a Naxar y St Julian. Además su avance amenazaba el aeródromo de Luqa y la propia Valleta desde el sur. Durante la noche la situación mejoro ya que la oscuridad impidió a la aviación alemana atacar a las fuerzas británicas en movimiento, pero el día 22, con el desembarco de la segunda brigada española y de la artillería y apoyos que restaban de la26ª división, las fuerzas del EJE reanudaron sus ataques con el apoyo de la artillería naval y de la aviación, superando fácilmente a las fuerzas británicas, y tomando Luqa a mediodía.
Con la caída de Luqa y sus fuerzas reducidas a 2 batallones, el gobernador de Malta, general Sir William Dobbie, que llevaba sin recibir suministros y sometido a constantes ataques de aviación desde octubre, solicito parlamentar, rindiéndose la guarnición de la isla el día 25 de marzo.
El Mediterráneo occidental estaba completamente controlado por el EJE.
http://www.hoeckmann.de/karten/europa/m ... dex-en.htm
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.