Historia
El 17 de agosto de 1914 el Teniente de Ejército Don Víctor Contreras Guzmán, fue el primer chileno en obtener el título de ingeniero aeronáutico.
Este oficial, fue enviado en 1912 a la Escuela Superior de Aeronáutica y Construcción Mecánica de Francia, junto con todos los pioneros de la aeronáutica militar de Chile, a estudiar ingeniería aeronáutica, donde luego de dos años logra obtener el título de la especialidad.
Posteriormente el 20 de enero de 1944, cuando el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile era el General del Aire Don Manuel TOVARÍAS Arroyo, se dicta la ley 7.761 que dispone la creación del escalafón de oficiales de línea, de armas e ingenieros, con una planta compuesta por 1 Comodoro, actual General de Brigada Aérea, 3 Comandantes de Grupo, actual Coronel de Aviación, 5 Comandantes de Escuadrilla, 14 Capitanes de Bandada y 37 Tenientes.
ingenieros
Otro hito importante en este contexto fue la creación de la Escuela de Ingenieros de Aviación, en el año 1946, que luego en 1963 se transformó en la Academia Politécnica Aeronáutica, pasando a ser la cuna de los ingenieros aeronáuticos de Chile y que a la fecha ha titulado a más de 300 oficiales.
Una especial mención merece quien fuera el primer Director de la Academia Politécnica Aeronáutica, el General de Brigada Aérea ( I ) Sr. Hugo Fuentes Fuentes, primer Oficial doctorado en ciencias aeronáuticas en España, junto con diseñar y fabricar el primer avión de construcción enteramente nacional.
En el ámbito de fabricación de aeronaves, en 1953, se produce el CHINCOL y el FANAERO como una muestra de aquella fuerza y conocimiento tecnológico de esta rama. 25 años más tarde nacen el PILLAN y el ÑANCÚ, y posteriormente, en vísperas del siglo 21, aparecen los satélites FASAT ALFA y BRAVO.
La trayectoria y el quehacer de los ingenieros aeronáuticos en la Fuerza Aérea está ligada por la historia a la Maestranza Central de Aviación, al Grupo de Mantenimiento y al Ala de Mantenimiento, base de lo que actualmente es la Empresa Nacional de Aeronáutica, ENAER.
Sin embargo, es preciso recordar que la actividad de los ingenieros aeronáuticos también se ha proyectado al quehacer de la aviación comercial, civil y deportiva, así como a otras importantes actividades económicas, productivas y académicas del país, donde han sido reconocidos por su contribución al desarrollo nacional.