jandres escribió:Autentic, he indagado un poquito más , y malas noticias.
Al parcer lo que te conté sobre el SMO y su computo en la S.S, era correcto, con una pequeña matización, SOLO SI ERES FUNCIONARIO.
Saludos
uno-de-coca escribió:Dijo el escritor Samuel Johnson que todo hombre se avergüenza de no haber sido soldado o marinero.
Es cierto que la misión del ejército es la defensa. También lo era antes del ejército profesional. Lo único que ha cambiado es la forma de reclutamiento y los periodos de preparación de la tropa.
También es un objetivo intermedio fomentar la conciencia de defensa de los ciudadanos, y las relaciones de éstos con los ejércitos.
Yo soy partidario de mantener un ejército con tropa profesional, pero además creo que sería bueno un SMO, aunque menos gravoso para la población que antes. Como mucho seis u ocho meses pero no de una vez, sino distribuidos en uno, dos o tres meses al año dentro de un periodo de dos a seis años, con flexibilidad. En centros de instrucción,sin necesidad de encuadrarse en unidades, o como mucho solo para unas prácticas al final. Una especie de instrucción premilitar.
El objetivo no sería tener un combatiente instruido, sino una mínima instrucción. No la desconexión absoluta que existe ahora.
Alfa-Zeus escribió:Si, y que sea muy muy muy muy dura, mas que nada, por la contaminación social que esta aumentando en ESPAÑA, a pasos agigantados.
Alfa-Zeus escribió:El caustro de hoy en dia español, no esta preparado ni para dar una clase, de hecho en su formación no reciben ninguna instrución, de como se debe dar una clase, asique no creo que la escuela, ni la Educación secundaria sea una buena manera de ejercer esa acción, mientras que el ejercito siempre se le ha asociado disciplina, o si no golpe de remo..
samurayito escribió:Alfa-Zeus escribió:El caustro de hoy en dia español, no esta preparado ni para dar una clase, de hecho en su formación no reciben ninguna instrución, de como se debe dar una clase, asique no creo que la escuela, ni la Educación secundaria sea una buena manera de ejercer esa acción, mientras que el ejercito siempre se le ha asociado disciplina, o si no golpe de remo..
El cLaustro... supongo.
No se donde tu vives, pero donde yo vivo para dar clase primero se han de pasar unas oposiciones, hablo de la publica, y como parte de ellas dar clases en regimen de practicas, y antes sacase el CAP, el certificado de actitud pedagogica, que ademas es distinto para cada area.
La contaminacion social... supongo que se elimiara consumiendo menos, reciclando mas y usando energias "limpias".
Saludos
dos posturas: La más clásica o derechista defiende que todo el mundo debe pasar por el Ejército para aprender disciplina, patriotismo, etc. Y la más moderna o progresista que concibe al Ejército como una enorme ONG destinada a realizar misiones de paz, ayuda humanitaria, etc. Yo creo que ni la una ni la otra son correctas.
la contaminación social que esta aumentando en ESPAÑA, a pasos agigantados.
Alfa-Zeus escribió:samurayito escribió:Alfa-Zeus escribió:El caustro de hoy en dia español, no esta preparado ni para dar una clase, de hecho en su formación no reciben ninguna instrución, de como se debe dar una clase, asique no creo que la escuela, ni la Educación secundaria sea una buena manera de ejercer esa acción, mientras que el ejercito siempre se le ha asociado disciplina, o si no golpe de remo..
El cLaustro... supongo.
No se donde tu vives, pero donde yo vivo para dar clase primero se han de pasar unas oposiciones, hablo de la publica, y como parte de ellas dar clases en regimen de practicas, y antes sacase el CAP, el certificado de actitud pedagogica, que ademas es distinto para cada area.
La contaminacion social... supongo que se eliminara consumiendo menos, reciclando mas y usando energias "limpias".
Saludos
Por genter como tu asi va ESPAÑA.
ARTÍCULO DE ALFONSO USSIA.
“De recluta, en el Campamento de Campo Soto, limpié muchas letrinas. De pollo de barra a limpiador de letrinas. Me vino muy bien. De bailar con inigualable armonía y agilidad el vals en las puestas de largo, a barrer el suelo de mi Compañía. Me vino muy bien. De perder el sueño por tonterías a no dormir por hacer guardia en la caseta de entrada al campamento. Me vino muy bien. De vivir en mi casa con todas las comodidades a dormir con doscientos tíos que olían a rayos, más o menos como yo. Me vino muy bien. De ser alguien en el reducido círculo familiar y amistoso a pertenecer a lo más bajo de la clase social de aquellos tiempos. No se podía ser menos que un recluta. Y me vino muy bien. De valorar el tiempo con el capricho y el margen que de mi antojo salían a conocer la importancia y la buena educación de la puntualidad. Y me vino muy bien. De hacer más o menos lo que me salía de las industrias de los entreperniles, a ponerme en manos de una disciplina férrea y, casi siempre, justa. Y me vino muy bien. Esa disciplina aprendida en el Servicio Militar es la que me ayuda a escribir todos los días, y a las mismas horas. Y supe, sobre todo, lo que significa agradecer el buen trato cuando el que lo recibe está por debajo de quien lo otorga. De ahí mi rechazo, fronterizo con el asco personal, a todo aquel que abusa de su posición social o su dinero para maltratar a sus subordinados. La familia de cada uno es la base de la educación. Pero ésta no se completa sin la formación que se recibe en los colegios y sin la disciplina y el establecimiento de los valores y principios que se instalaban en cada uno en el paso obligatorio por el Servicio Militar.
Fue el Partido Popular, con Aznar en la Presidencia del Gobierno, el que terminó con la «mili» obligatoria. Se comprende, por cuanto él no la hizo. Supuso un error. Como escribe José Antonio Vera, España no es una nación tan rica y poderosa como para permitirse unas Fuerzas Armadas estrictamente profesionales. Una fórmula mixta, reduciendo el tiempo del Servicio obligatorio, se hubiese acercado más al éxito. No es de carroza lo que escribo. Pero una buena parte de la falta de educación que hoy exhibe un amplio sector de nuestra juventud viene de la descomposición familiar, la nula disciplina escolar y la ausencia de contacto y experiencia de nuestros jóvenes con el estamento militar. Para lo bueno, como es conocer y compartir la vida con personas de toda clase y condición, y para lo malo, limpiar letrinas, que al cabo del tiempo, también es bueno.
Parece ser que de nuevo serán los soldados los que se encarguen de limpiar los cuarteles y regimientos. El presupuesto no da para contratas de limpieza. Y que serán también los que hagan guardia en las puertas principales, porque el presupuesto tampoco da para empresas de seguridad. Me entristeció, años atrás, ver la entrada principal de la Academia General Militar de Zaragoza vigilada por profesionales de una empresa. En esa misma entrada, entre otros, se dejó la suela de sus botas, haciendo guardia, el mismo Rey.
No se calculó bien y ahora vienen las penurias. Pero a ver quién es el guapo que le ordena a soldados profesionales que limpien las letrinas, y que hagan más guardias sin cobrar las horas extraordinarias. De aquellos polvos, estos lodos. Consecuencias del frívolo populismo”
Zeuxis escribió:Tal y cómo están las cosas,lo mejor es tener una sociedad con un entrenamiento militar...
Y además que a unos cuantos no le viene mal un poco de disciplina...
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