'Santos se preparó para un buen gobierno': Tony Blair
Según el ex Premier británico, es pragmático y capaz de unir lo mejor de lo público y lo privado.
Mi amistad con el presidente Santos se remonta muchos años; en 1999 colaboramos en su libro La Tercera Vía: una alternativa para Colombia. Ha pasado una década y el presidente Santos continúa su camino de logros. Desde haber liderado los diálogos de paz a fines de los 90, hasta su verdaderamente notable victoria electoral este año, el presidente Santos sirve a su país y a su causa admirablemente.
Desde su posesión en agosto ya está haciendo una diferencia. Ha manejado efectivamente los desafíos que enfrenta cualquier líder, como las recientes y trágicas inundaciones a lo largo del país. Tendió la mano a la cooperación con los vecinos de Colombia. Dio continuidad al énfasis en seguridad y paz para sus ciudadanos. Mantuvo en orden, con pulso firme, las finanzas de la nación en medio del escenario económico global en el que nos hallamos inmersos. En suma, el presidente Santos ha dado un comienzo muy exitoso a su gestión.
La agenda de prosperidad nacional de Santos es crítica. Es cierto, y debe ser reconocido, que el Gobierno anterior logró avances reales en materia de seguridad ciudadana. El ex presidente Uribe merece justo crédito por su periodo de liderazgo. Ahora, la agenda nacional liderada por el presidente Santos debe mirar hacia adelante, para cosechar los dividendos de esta seguridad y proveer bases sostenibles para el desarrollo. Como Santos ha dicho muchas veces, esta agenda de prosperidad nacional significará crear nuevos empleos, mejorar los estándares de educación y de salud, ayudar a los pobres y necesitados y atraer inversión extranjera hacia el país.
Sé, por mi trabajo alrededor del mundo, que estos son los componentes acertados de una agenda progresista de gobierno. El país debería unirse detrás de estos propósitos.
También sé que lograrlos no será una tarea fácil. Algunas reformas serán desafiadas y controvertidas. Ciertos grupos de interés pueden dar la pelea contra la reforma y el desarrollo. La discusión política deberá ser dada y ganada. Y los resultados deberán mostrarse.
Pero el presidente Santos está inmensamente bien preparado. Su carrera cruza a través de la academia, los negocios, el periodismo y la política. Estudió en Harvard y lideró a comunidades y organizaciones empresariales, incluyendo su Fundación para el Buen Gobierno. Es esta clase de experiencia la que provee el sustento vital para los desafíos modernos del liderazgo político. Desde mi época como Primer Ministro del Reino Unido y por mi trabajo, hoy, con gobiernos y líderes de todo el mundo, conozco la importancia de la administración pública en el mundo moderno.
Se trata de eficiencia y resultados por encima del proceso y la burocracia; de logros e impacto por encima de ideologías y medios; de un Estado empoderador y facilitador por encima del control centralizado y de la mentalidad de que 'el Gobierno sabe más'. Sobre todo, se trata de entregarles a los ciudadanos resultados que mejoren su prosperidad y su cotidianidad. Hacer esto significa innovar constantemente para hallar nuevas y mejores formas de servicio, adaptándose al cambio y al aprendizaje en otras partes del mundo.
El Presidente entiende estos desafíos y comparte la tradición de liderazgo progresista, de 'tercera vía', que dieron resultados al presidente Clinton en Estados Unidos, al Reino Unido en mi periodo y ahora a Colombia y a otras partes del mundo.
Como su amigo cercano, sé que su estilo personal de pragmatismo compasivo le permitirá al presidente Santos liderar y adaptarse a los retos que enfrenta, manteniendo firme el curso de su agenda de desarrollo nacional.
Santos reconoce la importancia de combinar lo mejor de lo público y lo privado, involucrando a los ciudadanos en ese camino. Él dirigirá y proveerá su visión, tomará las decisiones técnicas adecuadas y unirá a los diferentes grupos en torno de ellas. En sus próximos años en el poder, el presidente Santos necesitará coraje, resolución y empuje para lograr sus reformas. Pero puede tener confianza en que alcanzará resultados reales; resultados que mejorarán la prosperidad y la vida diaria de todos los colombianos.
En esta tarea, sus principios de buen gobierno, su amplia experiencia y los rasgos de su carácter van a servirle bien.
Por mi parte, estaré observando de cerca su gestión y apoyaré a mi amigo y a la gente de Colombia en los excitantes años que vendrán.
TONY BLAIR
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
http://www.eltiempo.com/politica/santos ... _8576863-4