DIARIO DE OPERACIONES
24 de octubre de 1989
El 24 de octubre fue un día donde las consecuencias de la ofensiva soviética del día anterior se dejaron sentir.
En primer lugar, y siguiendo instrucciones de CINCPAC, se reunieron cazas para volver a poner la defensa aérea de Alaska a pleno rendimiento. Los 28 F-15, destruidos o dañados, habían producido la perdida del equivalente a un escuadrón y medio de cazas, y para volver a tener un número adecuado de aviones, y dado el gran número que estaban en Europa o de camino al viejo continente, y los que debían quedarse para vigilar el espacio aéreo continental de los EEUU, quedaban pocas opciones. La búsqueda y el despliegue de esos aviones era una de las prioridades de la USAF. Pero no era la única. Con la perdida de varios radares, incluido el de Clear, la actividad de los E-3 Sentry se multiplicaba, y necesitaban refuerzos para cubrir huecos, adelantar su cobertura radar para prevenir otros ataques y mantener una disponibilidad eleva de aparatos. Y aún, para reforzar más las defensas, se buscaron baterías antiaéreas de donde las hubiese.
Entre el final del día 24 y la mañana del 25, llegaron los siguientes aviones a Alaska:
-20 F-14 y 4 E-2 provenientes del grupo aéreo del Independence, que había sido dañado el primer día de guerra en el Pacífico y que ahora iniciaba sus reparaciones en su base de San Diego. Los Tomcat se desplegaron con un escuadrón de 10 aparatos en King Salmon y otro de igual número en el aeropurto y antigua base aérea de Cold Bay, mientras que los Hawkeye fueron a King Salmon y Eielson. Los aparatos de ataque del portaaviones habían sido enviados a Corea para ayudar a frenar la ofensiva terrestre sovietico-norcoreana.
-10 F-15 de la 325º TTW con sus instructores como pilotos, se unieron al los escuadrones de Eagles, que quedaron con 12 aparatos cada uno. Los F-4E del 110º TFS, se dividieron, 10 se dirigieron a Galena, mientras que 8 se desplegaban en Eialson.
En algo más de 24 horas después del ataque soviético, había de nuevo en Alaska un contingente importante de cazas que sumaban 74 aviones, más 9 AWACS (un E-3 adicional se había sumado al caer la noche del día 24), y estaban en camino dos baterías de misiles SAM I-Hawk del 4º Batallón de misiles antiaéreos ligeros de Marines, que se desplegarían en Galena, y otra de Patriots de la 11º Brigada de defensa aérea de Fort Bliss, que defendería Prudhoe Bay.
Más discretamente, en la madrugada del 24 al 25 de octubre, llegaron a Elmendorf y Cold Bay, un contingente de aviones de ataque formado por 4 F-117, y 8 B-52G en la primera base y de 18 A-7 de la Guardia Aérea Nacional de Ohio en la segunda.
Mientras, los esfuerzos por localizar a la flota soviética que había salido al Pacífico Norte, continuaban. Desde el último informe del Buffer, no hubo ningún nuevo contacto hasta que una pasada de un satélite Elint SSU-A1 de la Us Navy detectó un radar de búsqueda aérea de un crucero clase Kirov durante la tarde. Un segundo contacto a primeras horas de la noche en las cercanías de la isla de Attu, obtenido de un SSN norteamericano que había recibido ordenes de dejar la caza de Boomers soviéticos y unirse a la búsqueda de la flota enemiga, indicaba sin lugar a dudas que el grupo naval soviético se dirigía a las Aleutianas, seguramente a reforzar las recién conquistadas islas de Shmeya y Adak. El submarino norteamericano recibió órdenes de mantener el contacto e informar de su posición, pero no de atacar al grupo…por el momento.
De todas formas estaba muy lejos como para intentarlo, ya que el contacto se había producido en la tercera zona de convergencia, lo que situaba a los barcos enemigos, a casi 100 millas de distancia.
Así mismo, un P-3 fue lanzado desde Kodiak para intentar localizar y seguir al grupo naval soviético y determinar su composición exacta. Tuvo suerte y finalmente localizó a los barcos enemigos casi llegando a Shemya, ya de madrugada. En su radar aparecieron 6 objetivos de gran tamaño, 9 de tamaño medio y uno pequeño, así como el consabido radar del “Frunze”, ya que no podía ser otro el crucero clase “Kirov” que había en la flota del Pacífico Soviética, detectado por su equipo ESM. Con esa información ya transmitida al mando, se dio la vuelta, al creer que podía haber sido localizado. Descendió a baja cota y viró en rumbo noreste. Al principio todo fue bien, y parecía que había dejado atrás a los posibles cazas Yak-38 o a los que hubiese en Shmeya, si es que había alguno, pero en algún momento entre aquel punto y la península de Alaska, se perdió su rastro. La suerte que había corrido, aunque se sospechó, no pudo saberse a ciencia cierta hasta el final de la guerra.
Mientras, y desde la tarde-noche del 23, los grupos de batalla del “Nimitz” y del “Enterprise” habían recibido órdenes de cancelar su rumbo y dirigirse a la Aleutianas centrales, para converger en algún punto al sur de Adak. También el “Ranger”, con una parte de los buques anfibios y la escolta del convoy que navegaba rumbo a Corea, se desviaron para intervenir en la batalla, apoyando a los otros dos portaaviones si era necesario y preparándose para un desembarco que retomara las islas ahora perdidas.
Al estar más al sur y navegar algunos buque a una velocidad más lenta que los que la de un CVBG, su llegada a la zona de operaciones se demoraría alrededor de 24 horas.
Mientras que el grupo aéreo del “Nimitz” estaba intacto, el del “Enterprise” hubo de ser “rellenado” por causa de las perdidas en “Sea Lightning” con aparatos procedentes del “Carl Vinson”, que navegaba rumbo a Bremerton para realizar reparaciones.
Tampoco los soviéticos se habían quedado quietos, y habían resituado sus cazas y bombarderos para intentar enfrentar y derrotar el inevitable contraataque americano.
Más al sur, el “Constellation” patrullaba las aguas del Mar de China Oriental, protegiendo a los últimos barcos que todavía llevaban pertrechos y suministros a Corea, así como a los buques mercantes y petroleros que intentaban alcanzar Japón y Corea desde el sur.
En Corea, las tropas soviéticas del 5º Ejercito de Armas Combinadas seguían avanzando por la costa este de la península, encontrando una oposición moderada, pero desorganizada, y al anochecer del día 24 se encontraba a más de 10 kilómetros al sur de Samcheok. En el oeste, la 29º División Motorizada soviética, junto a elementos del 820º Cuerpo norcoreano, estaban a punto de rodear Seúl por el sur, y combatían ahora en Suwon, como paso previo a la toma de Ansan para completar el cerco de las tropas surcoreanas y norteamericanas que combatían allí.
Mientras, en el frente central, incluido donde combatía la 25º División de Infantería norteamericana, hubo de replegarse al sur de la nacional 50 para poder mantener la integridad del frente y poder seguir plantando cara al enemigo.
En general, la situación para los norteamericanos y sus aliados, era muy delicada. Con Seúl a punto de ser cercada (aunque todavía controlaban los accesos por mar) y una punta de lanza soviética dirigida hacia los importantes puertos del sur como Ulsan o Pusan, y con una resistencia poco coherente, la única opción que tenía el general Sharp para intentar frenar al enemigo era utilizar el poder aéreo. Con la llegada de numerosos aparatos procedentes de todos los rincones, como los A-10 de Alaska, los aviones navales de ataque del “Carl Vinson” y del “Independence”, los aparatos de los Marines de la 1º y la 3º Marine Air Wing y algunos escuadrones de F-16 y Phantom desde el territorio continental, e incluso algunos B-52 de Guam en misión de bombardeo convencional, se había conseguido algo parecido a una ligera superioridad aérea general en todo el Teatro de Operaciones, pero todavía, en puntos seleccionados por el enemigo, la superioridad dejaba de ser tal y se convertía a duras penas en una paridad aérea.
En cuanto a refuerzos terrestres, estaba previsto que al día siguiente llegaran a Taegu las primeras tropas de la 3ª Brigada de la 82º División Aerotransportada, mientras que el mismo día 24, comenzaron a llegar las tropas de la Brigada ANZAC a esa misma base.
Pero Sharp, general agresivo y ofensivo por naturaleza, ya tenía en mente ordenar ataques aéreo ofensivos sobre territorio soviético que limitaran, tanto el abastecimiento de suministros a las tropas rusas y a los norcoreanos, como para obligar a los rusos a sacar aviones de Corea para defender su espacio aéreo.
Los japoneses, deseosos de vengar los ataques contra sus buques y su territorio, también tenían sus propios planes.
En el mar del Japón y en el archipiélago nipón, la cosa se había calmado un tanto, por que si bien no había dejado de haber escaramuzas aéreas y navales entre submarinos y buques de ambos bandos, no se habían producido ataques ni bajas de consideración. Parecía que los soviéticos estaban centrando su atención en otros lugares.
Todavía más al sur, en el mar de China Meridional, la situación había variado sustancialmente. Una vez eliminada casi por completo la amenaza submarina, las fuerzas soviéticas en Vietnam se habían mantenido a la expectativa. Ahora la mayoría de los buques mercantes y petroleros habían variado su rumbo y cruzaban el estrecho de Sonda entre Sumatra y Java, y se dirigían al norte, dejando Borneo al oeste, adentrándose en el mar de las Celebes y luego al Mar de las Filipinas. Este rodeo alargaba el viaje, pero también lo hacía mucho más seguro.
Así que ante la falta de objetivos conseguidos, el alto mando soviético de la Flota del Pacífico, le hizo ver al comandante de las fuerzas soviéticas en Cam Rahm que el éxito conseguido por sus camaradas el día anterior en el Pacífico Norte, todavía destacaba más su inoperancia en aquella región, y que el mando esperaba resultados y no excusas. El hecho que aquel comandante tuviera órdenes de no comprometer la neutralidad de Vietnam utilizando su territorio abiertamente para lanzar ataques al enemigo, no pareció siquiera importar al mando de la Flota. Exigían resultados en forma de buques enemigos o petroleros hundidos, y si no era capaz de lograrlo, buscarían a otro que si lo hiciera.
Así pues, se ordenó la salida de la pequeña escuadra naval que estaba amarrada a pueto, compuesta por un crucero Kresta II, un destructor Sovremenny y dos fragatas clase Krivak, con el objetivo de atacar el tráfico naval aliado. El viejo submarino clase “Foxtrot” B-427 se mantuvo amarrado a puerto, como última baza de los soviéticos en aquella zona. Pero la primera acción ofensiva desde suelo vietnamita fue el ataque de un escuadrón de Badgers, apoyados por aviones de reconocimiento y de guerra electrónica, contra un pequeño convoy que navegaba rumbo norte, cercano a las costas de la isla filipina de Palawan, formado por 3 petroleros, dos mercantes y tres fragatas de escolta, dos americanas y una australiana. En la refriega en la que se vieron envueltos también los F-4E americanos de Clark e incluso algún F-5 filipino, el convoy perdió un petrolero y una fragata de la US Navy quedó seriamente dañada por la explosión cercana de un misil. Las bajas atacantes fueron cinco de los diez bombarderos, un Badger de guerra electrónica y un Tu-95 de reconocimiento. Ningún aparato aliado sufrió daños al no participar cazas enemigos en el combate.
Pero el resultado más significativo del ataque fue el hundimiento de dos petroleros con banderas de Kiribati y Samoa, pero tripulados por chinos y con destino a Hainan y Shangai respectivamente. Esos buques habían recibido instrucciones de las autoridades chinas de no integrarse en el convoy, pero debían permanecer cerca de él para que les proporcionasen cierta protección, ya que el navegar solo, con bandera neutral se había revelado como ineficaz a la hora de no verse atacado por los submarinos soviéticos.
Los dos buques fueron hundidos por misiles rusos, y después de que varios petroleros con destino a China fueran hundidos desde que comenzara el conflicto, el gobierno de Pekín, emitió un duro comunicado a última hora de la tarde del 24 de octubre donde abogaban por la libertad de los mares para los países neutrales, y mostraba su enfado y repulsa por el ataque indiscriminado al trafico comercial marítimo en el Mar de China Meridional. En el último punto de ese comunicado, advertía que su flota de guerra se desplegaría en la zona para proteger a los barcos que tuviesen bandera neutral, y que utilizarían las armas contra cualquiera que atacase a dichos barcos. YA fuera del comunicado público, el politburó chino ordenó un mayor grado de movilización en sus tropas en la frontera con la URSS, así como el desplazamiento de algunas unidades más a la zona de Pekín y el noreste del país.
Por último, la campaña anti-SSBN emprendida unos días atrás por la marina norteamericana seguía su ritmo, si bien, algunos submarinos habían sido relevados de esa misión para apoyar la lucha en el Pacifico Norte contra la flota y las bases soviéticas en la zona. En total ese día, tan solo un SSBN clase “Delta I” fue alcanzado al este de Kamchatka, aunque su doble casco le salvó de hundirse. Arribó a Petropavlosk casi un día después donde podría ser reparado, pero ya no volvería a tomar parte en la guerra.
Aquel fue lo único positivo en aquella campaña de la US Navy, ese día, ya que con la perdida de la linea SOSUS del Pacífico Norte con la caida de Adak y la perdida tambien del destacamento de P-3 allí estacionado y la ausencia de algunos SSN norteamericanos en dicha tarea, hizo que fuera un día más tranquilo que la mayoría para los SSBN y demás submarinos soviéticos.
Los miembros del Poltburo soviético, entendieron aquella bajada en la intensidad de los ataques a sus submarinos balísticos, como que los americanos habían entendido el mensaje que habían mandado al destruir parte de su red de alerta temprana de misiles.
Nada más lejos de la realidad. La Junta de Jefes de Estado Mayor, había recomendado sin fisuras al presidente, continuar y acelerar en la medida de lo posible dicha campaña, para hacer ver al enemigo que no iban a conseguir nada, y que no se iban a replegar ante la amenaza de una escalada nuclear del conflicto…
En la madrugada del día 24 al 25 de octubre de 1989 tuvo lugar el último episodio de aquel día. Tras tener conocimiento las grandes cadenas de televisión norteamericanas de lo que había sucedido en Alaska y en las Aleutianas, (la información de Thule no llegó a sus oídos hasta varios días después), todos los informativos de la tarde y la noche no dejaron de hablar de aquel ataque contra suelo norteamericano y de la invasión de territorio de los Estados Unidos, en términos más bien alarmistas. Poco menos que se exigía la cabeza de algún responsable, así que Washington y las fuerzas armadas, poco dadas a consentir fracasos entre sus altos oficiales desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial, llamaron a consultas a la capital al almirante Hardisty, para que diera explicaciones. Durante su ausencia, el contralmirante Fuman, su segundo al mando, asumiría el mando. Sería una ausencia larga…
La 2ª Batalla del Pacífico
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
así que al final tuve que agarrar a alguna... 
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
“FIRE WIND”
1º Parte
Pacífico Norte
25 de octubre de 1989
16:02
-El “paquete” está formado y ya vuela hacia el punto de reunión, capitán.
-Gracias Lester – respondió el capitán Mallory a su Oficial Ejecutivo (o XO), al entrar en el Centro de Información y Combate del venerable portaviones USS Enterprise.
Mallory había estado observando desde el puente el lanzamiento de los aviones que iban a realizar el ataque, y tras cambiar un par de impresiones con su comandante del grupo aéreo (o CAG), ambos se habían dirigido al centro de mando para seguir desde allí las operaciones.
-Oficial de defensa aérea, ¿están nuestros cazas en posición?
-Si capitán. Tenemos tres CAP,s, una al norte, otra al noroeste y otra al suroeste, a 200 millas del portaaviones.
-¿Algún indicio de actividad aérea enemiga reciente?
-Nada desde el aviso de la salida de los bombarderos de Anadyr hace una hora – un submarino clase Permit en labores de vigilancia electrónica había sido desplazado desde Kamchatka a Anadyr para anticiparse a posibles nuevos ataques contra Alaska.
-Bien, que los restantes aparatos estén listos para salir a mi orden.
-Si señor.
Mallory tenía sus razones para no enviar los cazas contra esos bombarderos que se dirigían hacia ellos desde el norte. Según inteligencia naval, en Anadyr había un regimiento de bombarderos Badgers, y otro más en Yelizovo, que debía haber sido reparada a toda prisa para poder albergar aviones de nuevo, después del ataque del día 18. Pero también en dicha base, y siempre según inteligencia, los supervivientes de los bombarderos Backfire de la incursión contra Alaska de 48 horas antes y los que lo hicieron al ataque contra la TF.70, se encontraban ahora allí, a menos de 800 millas de su Grupo de Combate. Y de momento no habían tenido noticia que esos dos regimientos hubiesen despegado…o quizás el submarino que se suponía que debía avisarles, yacía en el fondo del mar.
El Grupo de Batalla del Enterprise, ahora denominado TG.70.4, se había dirigido a buena velocidad hacia el noreste desde que recibió las ordenes de atacar a la Flota Roja que había salido de su “santuario” y según parecía, se dirigía a reforzar a las tropas enemigas que habían capturado las islas de Shemya y Adak.
Tanto su grupo como el del Nimitz, que también se dirigía a la zona, no habían llegado a tiempo de evitar que la flota enemiga arribase a Shemya, pero estaban decididos a que no llegara a Adak, con lo que evitarían un buen número de bajas entre los Marines que deberían recuperar la isla y facilitarían su victoria. Además, cada marino en la TG daría su brazo derecho por hundir algún portaaviones o crucero de batalla de los que el enemigo había sacado a pasear. El capitán Mallory daría los dos, y ahora estaba en disposición de hacerlo. Su Grupo de Batalla, junto con el del Nimitz como TG.30.2, acababan de enviar un Alpha Strike contra la flota soviética. Los aviones de ambos portaaviones se encontrarían a unas 180 millas de distancia, y luego pondrían rumbo norte durante otras 300 millas para llevar a cabo el ataque naval más importante en el Pacífico desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En total, el Enterprise había enviado 10 A-6 Intruder, 12 A-7 Corsair II, 2 EA-6B Prowler, 2 S-3 Viking y 2 F-14 Tomcat, mientras que el Nimitz lanzó 18 F-14, 12 F-18, 10 A-6, 2 EA-6 y dos S-3.
La posición de la flota enemiga había sido determinada intermitentemente con ayuda de satélites ELINT y un submarino que la seguía a distancia, y en aquél momento, se creía conocer con bastante aproximación, su posición, al norte de las Aleutianas, rumbo a Adak. Aquel ataque sería la parte aeronaval de una operación más amplia denominada “FIRE WIND”.
El Enterprise, más expuesto, tanto por su distancia a las bases enemigas, como por conocer estos, aproximadamente, su ubicación, se reservó para su defensa la mayoría de los F-14. A la vez también sería escudo contra ataques desde Kamchatka contra el Nimitz, aunque seguramente Ivan desconocía la presencia del Nimitz y su grupo, ya que se habían mantenido estrictas restricciones EMCON para no alertar de su presencia.
Las estimaciones sobre la flota enemiga era de al menos un portaviones clase Kiev, seguramente el Minsk, un crucero clase Kirov, concretamente el Frunze, y uno o dos cruceros menores, así como entre 5 o 6 escoltas más. También se sabía de la presencia de buques de transporte anfibio y de cargueros. Como amenaza aérea, a parte de los Yak-38 que portaba el portaviones enemigo y que no preocupaba demasiado a Mallory, en las bases ahora en manos de los soviéticos de Shemya y Adak, una pasada de un satélite Key Hole, había revelado la presencia de aviones tipo Mig-23 en la primera y Su-27 en la segunda. Su número, aunque desconocido, seguramente sería de al menos un escuadrón o escuadrón reforzado. La amenaza submarina se estimaba en algún SSGN y SSN, pero en número y ubicación desconocida, y es que la perdida de la estación SOSUS de Adak, había entorpecido gravemente el seguimiento de los submarinos enemigos en la zona. Por lo menos, y desde hacía poco menos de 15 minutos, ya se tenía constancia de un submarino enemigo, descubierto a poco más de 60 millas al NO del TG.70.4.
-Oficial de guerra antisubmarina, ¿Cómo van las cosas con ese submarino?
-Es escurridizo capitán, como todos los de su clase, pero esta vez lo tenemos asegurado.
El oficial hacía referencia a los 7 contactos submarinos que habían tenido en su rápido viaje hasta allí, y de los que finalmente 6 se catalogaron como falsos contactos, quedando el restante en duda.
-Tenemos cuatro “pájaros” dando vueltas sobre él, y el “Olympia” se acerca para ayudar – intervino el XO.
Mallory no tenía muy claro que en aquella situación, su SSN de escolta pudiese ser más una ayuda que un estorbo, pero para eso tenía un oficial ASW que se suponía que sabía lo que hacía.
-De acuerdo, pero no quiero que ese tipejo se acerque a mis barcos ¿entendido?
El oficial asintió y volvió a concentrarse en su trabajo.
-Capitán – dijo el CAG – aquí llegan nuestros “amigos” de la Fuerza Aérea…
Sobre el Pacífico Norte
“Colt 5-3”
El comandante Frank Richmond oteaba todo el horizonte, hasta donde llegaba la vista, que no era poco. Desde la cabina de su A-6, con indicativo “Colt 5-3”, tenía una buena vista de sus alrededores, excepto hacia abajo, donde las nubes impedían ver poco más que agujeros entre ellas. Por lo demás, a aquella altitud, el sol brillaba y podía apreciar con claridad el gran número de aviones que se habían reunido de dos portaviones para atacar la flota enemiga. En total, 76 aviones, pero ninguno le impresionó más, aunque sabía que luego no podría reconocerlo, que los 4 bombarderos B-52 que provenientes de Guam, acababan de unirse a la fiesta. Eran enormes y dejaban una gran estela de humo negro tras de sí, y aunque a efectos prácticos, su aportación se “limitaba” a tan solo 8 misiles Harpoon por aparato, su mera presencia era una amenaza para cualquier enemigo.
-Hemos llegado al punto Delta, Frank.
Richmond miró a su copiloto y asintió. Desconectó el piloto automático y dirigió su mirada hacia el líder de la formación. Este, en otro A-6 a un par de millas delante de ellos, balanceó las alas de su avión y comenzó a descender. Como si aquel enorme grupo de aviones fuera un ente coordinado a la perfección, todos los aviones menos los cazas (excepto dos F-14 que se quedaron con el grupo de ataque) comenzaron el descenso que los llevaría por debajo del horizonte radar de los sistemas de detección basados en las islas o en los barcos enemigos, hasta que fueran detectados.
Mientras, un E-2 situado a retaguardia que coordinaba a los cazas, comenzaba a distribuir blancos que iban apareciendo en sus pantallas tácticas, provenientes de las islas invadidas. Se avecinaban momentos intensos…
CIC del Enterprise
-Ya está capitán, el submarino enemigo es historia. El “Olympia” informa de su destrucción total. Parece ser que era un lanzamisiles clase “Charlie I”.
-Buen trabajo oficial, felicite al “Olympia” y a los “pájaros” involucrados en la caza.
El capitán se abstuvo de decirle en aquél momento, que consideraba que aquella caza había durado demasiado, si lo hubiesen detectado más cerca o fuese uno de los nuevos SSGN clase “Oscar”, ahora estarían luchando contra los misiles que les habrían lanzado.
Mallory se puso a repasar los informes que le iban llegando del progreso del Alpha Strike, que se iba acercando a su objetivo, mientras que los cazas barrían el cielo de enemigos. Aunque barrer no era la palabra exacta. Sabía que aquellos informes tan “en caliente”, no podían ser 100% precisos, así que los tomaba con precaución, y aún así, todo parecía indicar que los Tomcats estaban logrando imponerse a los rusos.
“9 aviones enemigos derribados - / - 3 aviones propios abatidos” rezaba el último informe recibido del Hawkeye que dirigía la batalla aérea. Todavía no había terminado, pero eran buenos números, y además, el “paquete” de ataque estaba atravesando las defensas enemigas, sin ser molestado.
-¡Capitán! Contactos aéreos al oeste. Recibimos emisiones radar del enemigo. Clasificadas como radares de búsqueda de aviones Bear y Badgers. Son seis y acaban de aparecer a más de 200 millas de los E-2, desplegados en un gran abanico entre marcación 350º y 270º.
Los Awacs, situados a unas 100 millas al norte y al oeste del TG.70.4, ofrecían una buena cobertura radar de los ejes de ataques más probables del enemigo.
-¿Nos han localizado? – Mallory creía con casi total seguridad que no, pero no quería sorpresas.
-Negativo capitán. Sus emisiones son demasiado débiles, pero no tardarán demasiado en hacerlo.
-De acuerdo. Envíen a los cazas tras de ellos antes de que nos localicen y radien nuestra posición a los bombarderos.
El oficial de defensa aérea repartió la tarea entre los F-14 de las CAP,s.
-Capitán, ¿no sería el momento de lanzar más cazas? – preguntó en voz baja el CAG
Mallory, tras pensarlo unos segundos, asintió. El grupo de bombarderos de Anadyr, debía de estar ya próximo, y si aquellos seis aparatos habían salido de Yelizovo y no habían tenido noticia de ello, posiblemente tampoco la tendrían del despegue de unos o dos regimientos de bombarderos.
-Comiencen a lanzar los cazas restantes – ordeno el capitán – y después pongan en el aire a los cisternas.
Diez cazas F-14 adicionales comenzaron a salir de las catapultas del Enterprise, cuatro KA-6 más despegarían en apoyo de los cazas que necesitaran combustible, por si la espera se hacía más larga de lo previsto.
-Capitán, los aviones enemigos dan la vuelta y se alejan rápidamente. Si los perseguimos podemos abandonar la vigilancia de algún sector hasta que los cazas que se han lanzado lleguen a la posición.
Mallory meditaba si hacer caso a su instinto y lanzar tras los aparatos enemigos a sus Tomcat,s o ser más precavido, cuando de nuevo el oficial de defensa aérea llamó su atención.
-¡Capitán! ¡Tenemos múltiples contactos llenando la pantalla del radar!
Mallory se aproximó a verlo por si mismo. Efectivamente, los límites de la pantalla del radar del E-2 estaba saturada de blancos, desde el noreste hasta el oeste. La gran mayoría de aquellos puntitos serían falsos, pero algunos serían bombarderos armados con uno o dos misiles, esperando encontrar un hueco en las defensas para poder lanzar sus misiles contra su portaviones. Y el no iba a dejar que aquello sucediera.
-Ordene al E-2 que se acerque más, necesitamos sobrepasar esa barrera de interferencias lo antes posible, y dirija a los F-14 de las CAP para que se acerquen también a ver que pueden averiguar.
-A la orden capitán.
1º Parte
Pacífico Norte
25 de octubre de 1989
16:02
-El “paquete” está formado y ya vuela hacia el punto de reunión, capitán.
-Gracias Lester – respondió el capitán Mallory a su Oficial Ejecutivo (o XO), al entrar en el Centro de Información y Combate del venerable portaviones USS Enterprise.
Mallory había estado observando desde el puente el lanzamiento de los aviones que iban a realizar el ataque, y tras cambiar un par de impresiones con su comandante del grupo aéreo (o CAG), ambos se habían dirigido al centro de mando para seguir desde allí las operaciones.
-Oficial de defensa aérea, ¿están nuestros cazas en posición?
-Si capitán. Tenemos tres CAP,s, una al norte, otra al noroeste y otra al suroeste, a 200 millas del portaaviones.
-¿Algún indicio de actividad aérea enemiga reciente?
-Nada desde el aviso de la salida de los bombarderos de Anadyr hace una hora – un submarino clase Permit en labores de vigilancia electrónica había sido desplazado desde Kamchatka a Anadyr para anticiparse a posibles nuevos ataques contra Alaska.
-Bien, que los restantes aparatos estén listos para salir a mi orden.
-Si señor.
Mallory tenía sus razones para no enviar los cazas contra esos bombarderos que se dirigían hacia ellos desde el norte. Según inteligencia naval, en Anadyr había un regimiento de bombarderos Badgers, y otro más en Yelizovo, que debía haber sido reparada a toda prisa para poder albergar aviones de nuevo, después del ataque del día 18. Pero también en dicha base, y siempre según inteligencia, los supervivientes de los bombarderos Backfire de la incursión contra Alaska de 48 horas antes y los que lo hicieron al ataque contra la TF.70, se encontraban ahora allí, a menos de 800 millas de su Grupo de Combate. Y de momento no habían tenido noticia que esos dos regimientos hubiesen despegado…o quizás el submarino que se suponía que debía avisarles, yacía en el fondo del mar.
El Grupo de Batalla del Enterprise, ahora denominado TG.70.4, se había dirigido a buena velocidad hacia el noreste desde que recibió las ordenes de atacar a la Flota Roja que había salido de su “santuario” y según parecía, se dirigía a reforzar a las tropas enemigas que habían capturado las islas de Shemya y Adak.
Tanto su grupo como el del Nimitz, que también se dirigía a la zona, no habían llegado a tiempo de evitar que la flota enemiga arribase a Shemya, pero estaban decididos a que no llegara a Adak, con lo que evitarían un buen número de bajas entre los Marines que deberían recuperar la isla y facilitarían su victoria. Además, cada marino en la TG daría su brazo derecho por hundir algún portaaviones o crucero de batalla de los que el enemigo había sacado a pasear. El capitán Mallory daría los dos, y ahora estaba en disposición de hacerlo. Su Grupo de Batalla, junto con el del Nimitz como TG.30.2, acababan de enviar un Alpha Strike contra la flota soviética. Los aviones de ambos portaaviones se encontrarían a unas 180 millas de distancia, y luego pondrían rumbo norte durante otras 300 millas para llevar a cabo el ataque naval más importante en el Pacífico desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En total, el Enterprise había enviado 10 A-6 Intruder, 12 A-7 Corsair II, 2 EA-6B Prowler, 2 S-3 Viking y 2 F-14 Tomcat, mientras que el Nimitz lanzó 18 F-14, 12 F-18, 10 A-6, 2 EA-6 y dos S-3.
La posición de la flota enemiga había sido determinada intermitentemente con ayuda de satélites ELINT y un submarino que la seguía a distancia, y en aquél momento, se creía conocer con bastante aproximación, su posición, al norte de las Aleutianas, rumbo a Adak. Aquel ataque sería la parte aeronaval de una operación más amplia denominada “FIRE WIND”.
El Enterprise, más expuesto, tanto por su distancia a las bases enemigas, como por conocer estos, aproximadamente, su ubicación, se reservó para su defensa la mayoría de los F-14. A la vez también sería escudo contra ataques desde Kamchatka contra el Nimitz, aunque seguramente Ivan desconocía la presencia del Nimitz y su grupo, ya que se habían mantenido estrictas restricciones EMCON para no alertar de su presencia.
Las estimaciones sobre la flota enemiga era de al menos un portaviones clase Kiev, seguramente el Minsk, un crucero clase Kirov, concretamente el Frunze, y uno o dos cruceros menores, así como entre 5 o 6 escoltas más. También se sabía de la presencia de buques de transporte anfibio y de cargueros. Como amenaza aérea, a parte de los Yak-38 que portaba el portaviones enemigo y que no preocupaba demasiado a Mallory, en las bases ahora en manos de los soviéticos de Shemya y Adak, una pasada de un satélite Key Hole, había revelado la presencia de aviones tipo Mig-23 en la primera y Su-27 en la segunda. Su número, aunque desconocido, seguramente sería de al menos un escuadrón o escuadrón reforzado. La amenaza submarina se estimaba en algún SSGN y SSN, pero en número y ubicación desconocida, y es que la perdida de la estación SOSUS de Adak, había entorpecido gravemente el seguimiento de los submarinos enemigos en la zona. Por lo menos, y desde hacía poco menos de 15 minutos, ya se tenía constancia de un submarino enemigo, descubierto a poco más de 60 millas al NO del TG.70.4.
-Oficial de guerra antisubmarina, ¿Cómo van las cosas con ese submarino?
-Es escurridizo capitán, como todos los de su clase, pero esta vez lo tenemos asegurado.
El oficial hacía referencia a los 7 contactos submarinos que habían tenido en su rápido viaje hasta allí, y de los que finalmente 6 se catalogaron como falsos contactos, quedando el restante en duda.
-Tenemos cuatro “pájaros” dando vueltas sobre él, y el “Olympia” se acerca para ayudar – intervino el XO.
Mallory no tenía muy claro que en aquella situación, su SSN de escolta pudiese ser más una ayuda que un estorbo, pero para eso tenía un oficial ASW que se suponía que sabía lo que hacía.
-De acuerdo, pero no quiero que ese tipejo se acerque a mis barcos ¿entendido?
El oficial asintió y volvió a concentrarse en su trabajo.
-Capitán – dijo el CAG – aquí llegan nuestros “amigos” de la Fuerza Aérea…
Sobre el Pacífico Norte
“Colt 5-3”
El comandante Frank Richmond oteaba todo el horizonte, hasta donde llegaba la vista, que no era poco. Desde la cabina de su A-6, con indicativo “Colt 5-3”, tenía una buena vista de sus alrededores, excepto hacia abajo, donde las nubes impedían ver poco más que agujeros entre ellas. Por lo demás, a aquella altitud, el sol brillaba y podía apreciar con claridad el gran número de aviones que se habían reunido de dos portaviones para atacar la flota enemiga. En total, 76 aviones, pero ninguno le impresionó más, aunque sabía que luego no podría reconocerlo, que los 4 bombarderos B-52 que provenientes de Guam, acababan de unirse a la fiesta. Eran enormes y dejaban una gran estela de humo negro tras de sí, y aunque a efectos prácticos, su aportación se “limitaba” a tan solo 8 misiles Harpoon por aparato, su mera presencia era una amenaza para cualquier enemigo.
-Hemos llegado al punto Delta, Frank.
Richmond miró a su copiloto y asintió. Desconectó el piloto automático y dirigió su mirada hacia el líder de la formación. Este, en otro A-6 a un par de millas delante de ellos, balanceó las alas de su avión y comenzó a descender. Como si aquel enorme grupo de aviones fuera un ente coordinado a la perfección, todos los aviones menos los cazas (excepto dos F-14 que se quedaron con el grupo de ataque) comenzaron el descenso que los llevaría por debajo del horizonte radar de los sistemas de detección basados en las islas o en los barcos enemigos, hasta que fueran detectados.
Mientras, un E-2 situado a retaguardia que coordinaba a los cazas, comenzaba a distribuir blancos que iban apareciendo en sus pantallas tácticas, provenientes de las islas invadidas. Se avecinaban momentos intensos…
CIC del Enterprise
-Ya está capitán, el submarino enemigo es historia. El “Olympia” informa de su destrucción total. Parece ser que era un lanzamisiles clase “Charlie I”.
-Buen trabajo oficial, felicite al “Olympia” y a los “pájaros” involucrados en la caza.
El capitán se abstuvo de decirle en aquél momento, que consideraba que aquella caza había durado demasiado, si lo hubiesen detectado más cerca o fuese uno de los nuevos SSGN clase “Oscar”, ahora estarían luchando contra los misiles que les habrían lanzado.
Mallory se puso a repasar los informes que le iban llegando del progreso del Alpha Strike, que se iba acercando a su objetivo, mientras que los cazas barrían el cielo de enemigos. Aunque barrer no era la palabra exacta. Sabía que aquellos informes tan “en caliente”, no podían ser 100% precisos, así que los tomaba con precaución, y aún así, todo parecía indicar que los Tomcats estaban logrando imponerse a los rusos.
“9 aviones enemigos derribados - / - 3 aviones propios abatidos” rezaba el último informe recibido del Hawkeye que dirigía la batalla aérea. Todavía no había terminado, pero eran buenos números, y además, el “paquete” de ataque estaba atravesando las defensas enemigas, sin ser molestado.
-¡Capitán! Contactos aéreos al oeste. Recibimos emisiones radar del enemigo. Clasificadas como radares de búsqueda de aviones Bear y Badgers. Son seis y acaban de aparecer a más de 200 millas de los E-2, desplegados en un gran abanico entre marcación 350º y 270º.
Los Awacs, situados a unas 100 millas al norte y al oeste del TG.70.4, ofrecían una buena cobertura radar de los ejes de ataques más probables del enemigo.
-¿Nos han localizado? – Mallory creía con casi total seguridad que no, pero no quería sorpresas.
-Negativo capitán. Sus emisiones son demasiado débiles, pero no tardarán demasiado en hacerlo.
-De acuerdo. Envíen a los cazas tras de ellos antes de que nos localicen y radien nuestra posición a los bombarderos.
El oficial de defensa aérea repartió la tarea entre los F-14 de las CAP,s.
-Capitán, ¿no sería el momento de lanzar más cazas? – preguntó en voz baja el CAG
Mallory, tras pensarlo unos segundos, asintió. El grupo de bombarderos de Anadyr, debía de estar ya próximo, y si aquellos seis aparatos habían salido de Yelizovo y no habían tenido noticia de ello, posiblemente tampoco la tendrían del despegue de unos o dos regimientos de bombarderos.
-Comiencen a lanzar los cazas restantes – ordeno el capitán – y después pongan en el aire a los cisternas.
Diez cazas F-14 adicionales comenzaron a salir de las catapultas del Enterprise, cuatro KA-6 más despegarían en apoyo de los cazas que necesitaran combustible, por si la espera se hacía más larga de lo previsto.
-Capitán, los aviones enemigos dan la vuelta y se alejan rápidamente. Si los perseguimos podemos abandonar la vigilancia de algún sector hasta que los cazas que se han lanzado lleguen a la posición.
Mallory meditaba si hacer caso a su instinto y lanzar tras los aparatos enemigos a sus Tomcat,s o ser más precavido, cuando de nuevo el oficial de defensa aérea llamó su atención.
-¡Capitán! ¡Tenemos múltiples contactos llenando la pantalla del radar!
Mallory se aproximó a verlo por si mismo. Efectivamente, los límites de la pantalla del radar del E-2 estaba saturada de blancos, desde el noreste hasta el oeste. La gran mayoría de aquellos puntitos serían falsos, pero algunos serían bombarderos armados con uno o dos misiles, esperando encontrar un hueco en las defensas para poder lanzar sus misiles contra su portaviones. Y el no iba a dejar que aquello sucediera.
-Ordene al E-2 que se acerque más, necesitamos sobrepasar esa barrera de interferencias lo antes posible, y dirija a los F-14 de las CAP para que se acerquen también a ver que pueden averiguar.
-A la orden capitán.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
Hola Galaico,
Los relatos (si te refieres a esto) comienzan:
-En la página nº 6 del hilo con uno titulado “Abriendo el Telón” sobre combate naval.
-En la 7 hay otro llamado Dragón 8 sobre duelo aéreo sobre Corea.
-De la 9 a la 11 se desarrolla el relato “Sea Lightning” del ataque a un TF norteamericana y el contraataque de esta contra una importante base soviética
-Entre la 11 y la 12 “Strong Determination” sobre un ataque americano sobre otra base soviética.
-En la 14 un relato sobre el informe de situación y planes futuros del Teatro de Operaciones
-En la 14 también, otro titulado “Refugiados” sobre los mismos en la guerra en la península de Corea.
-En la 15, los diarios de las operaciones en el Teatro de los días 21 y 22 de octubre de 1989.
-Comenzando en la página 15 y terminando en la 19, “Furia Ártica” una gran operación aérea y alguna escaramuza submarina de las fuerzas soviéticas contra Alaska, las Aleutianas y Groenlandia.
-En la 20, el diario de operaciones del día 24 de octubre del 89.
-Y también en la página 20, y recién comenzado ayer “Fire Wind”, el combate en el Pacífico Norte entre las flotas americana y rusa, apoyadas por la aviación…de momento.
Bueno, creo que está todo.
Aquí también dejo un pequeño mapa de situación:
Saludos.
Los relatos (si te refieres a esto) comienzan:
-En la página nº 6 del hilo con uno titulado “Abriendo el Telón” sobre combate naval.
-En la 7 hay otro llamado Dragón 8 sobre duelo aéreo sobre Corea.
-De la 9 a la 11 se desarrolla el relato “Sea Lightning” del ataque a un TF norteamericana y el contraataque de esta contra una importante base soviética
-Entre la 11 y la 12 “Strong Determination” sobre un ataque americano sobre otra base soviética.
-En la 14 un relato sobre el informe de situación y planes futuros del Teatro de Operaciones
-En la 14 también, otro titulado “Refugiados” sobre los mismos en la guerra en la península de Corea.
-En la 15, los diarios de las operaciones en el Teatro de los días 21 y 22 de octubre de 1989.
-Comenzando en la página 15 y terminando en la 19, “Furia Ártica” una gran operación aérea y alguna escaramuza submarina de las fuerzas soviéticas contra Alaska, las Aleutianas y Groenlandia.
-En la 20, el diario de operaciones del día 24 de octubre del 89.
-Y también en la página 20, y recién comenzado ayer “Fire Wind”, el combate en el Pacífico Norte entre las flotas americana y rusa, apoyadas por la aviación…de momento.
Bueno, creo que está todo.
Aquí también dejo un pequeño mapa de situación:
Saludos.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
-
Galaico
- Recluta
- Mensajes: 17
- Registrado: 31 Mar 2007, 00:58
flanker33 escribió:Hola Galaico,
Los relatos (si te refieres a esto) comienzan:
-En la página nº 6 del hilo con uno titulado “Abriendo el Telón” sobre combate naval.
-En la 7 hay otro llamado Dragón 8 sobre duelo aéreo sobre Corea.
-De la 9 a la 11 se desarrolla el relato “Sea Lightning” del ataque a un TF norteamericana y el contraataque de esta contra una importante base soviética
-Entre la 11 y la 12 “Strong Determination” sobre un ataque americano sobre otra base soviética.
-En la 14 un relato sobre el informe de situación y planes futuros del Teatro de Operaciones
-En la 14 también, otro titulado “Refugiados” sobre los mismos en la guerra en la península de Corea.
-En la 15, los diarios de las operaciones en el Teatro de los días 21 y 22 de octubre de 1989.
-Comenzando en la página 15 y terminando en la 19, “Furia Ártica” una gran operación aérea y alguna escaramuza submarina de las fuerzas soviéticas contra Alaska, las Aleutianas y Groenlandia.
-En la 20, el diario de operaciones del día 24 de octubre del 89.
-Y también en la página 20, y recién comenzado ayer “Fire Wind”, el combate en el Pacífico Norte entre las flotas americana y rusa, apoyadas por la aviación…de momento.
Bueno, creo que está todo.
Aquí también dejo un pequeño mapa de situación:
Saludos.
Muchas gracias y aquí tienes un lector más
...preparaos para la gloria...
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
Sobre el Pacífico Norte
“Colt 5-3”
Frank Richmond era un hombre sobrio, capaz y profesional, pero en los últimos minutos, sus nervios y sus reflejos estaban siendo puestos a prueba. Por encima de ellos, se libraba una batalla aérea importante, con docenas de cazas envueltos en ella, y él lo iban escuchando todo a través de la radio; “…salta del avión ahora!”, “Lo cacé, a la mierda con ese hijo de puta”, “…estoy winchester”… y también lo veía. Varias explosiones y columnas de humo se reflejaban en el cielo y en dirección al mar.
Pero desde hacía tres minutos aquello había cambiado. Tenía otras prioridades, como cumplir con su misión y seguir con vida.
El grupo de ataque se había desplegado en formación muy abierta para atacar a la flota enemiga. Habían dejado la isla de Amchitka a la izquierda y querían escudarse en la isla de Semisopochnoi antes de iniciar el ascenso y atacar a la flota enemiga. Pero para ello, antes debían de haberla localizado exactamente, para lo cual, los cuatro S-3 que apoyaban la misión se habían adelantado, elevado y desplegado, para iniciar la búsqueda, acompañados de los dos F-14 que seguían con el grupo de ataque.
Casi al instante, los Viking habían detectado la posición de la flota enemiga a poco más de 100 millas, donde más o menos se suponía que debía estar, quizás algo más al norte, pero de todas formas, dentro del radio de acción de todos los aviones de ataque.
Pero también de inmediato, comenzaron a aparecer cazas enemigos atacando a los S-3 y a los F-14. Eran los Yak-38 Forger del Minsk y del Novorossiysk, que en número de 8 se abalanzaron sobre los aviones norteamericanos.
Los Tomcats lanzaron sus misiles Sparrow, derribando a 4 de los atacantes, antes de verse envueltos en un pequeño dogfight con los supervivientes. Un F-14 despachó rápidamente a uno de los rusos, pero uno de los Forgers restantes tuvo suerte al colocar un misil R-60 (AA-8 Aphid) en la tobera del americano y enviarlo a las gélidas aguas de las Aleutianas. La lucha siguió en un enconado dos contra uno, porque el Yak-38 que había derribado al F-14, detectó visualmente al gran grupo de ataque que volaba por debajo de él, y tras comunicarlo a la flota roja, picó y se dirigió a continuar con su cacería.
El grupo de ataque, ya conociendo la localización del enemigo, se aprestaba a elevarse e iniciar el ataque desde varios ángulos, pero la presencia de aquel solitario caza enemigo, y algún informe exagerado por parte de algún piloto sobre más cazas en la zona (inexactos, como se comprobaría después) hicieron cundir la alarma entre los aviones americanos que sin escolta de cazas podían ser un blanco fácil. Los EA-6 conectaron sus potentes equipos ECM, pero para el Yak no era ningún inconveniente ya que su falta de radar de tiro y misiles SARH, hacía aquella maniobra inútil. Finalmente la situación la restauraron un par de los F-18 que configurados para el ataque con misiles HARM, también cargaban misiles aire-aire, y plantaron cara al Yak-38. Debido a la corta distancia que separaba a los aviones, ambos bandos hicieron un lanzamiento frontal de misiles IRH. Un Sidewinder acabó con el ruso, mientras que el R-60 soviéticos, dañó el ala y la toma de aire izquierda de un Hornet, que averiado, hubo de poner rumbo al Nimitz. A medio camino el piloto tuvo que saltar al desprenderse el ala y comenzar una barrena el aparato. Sería rescatado por un SH-3 del portaviones.
“Esto va bien, tranquilo, no ha sido más que un susto” pensó Richmond para si. “Ahora vamos a proceder como estaba previsto”
-¿Tienes el blanco? Le preguntó a su operador de sistemas.
-Si, un montón de ellos. Estoy discerniendo cual es el más interesante.
-Pues acaba pronto, que esto no puede durar mucho así.
Efectivamente el piloto tenía razón. Un aviso del E-2 llegó al grupo a través de la radio.
“8 bandidos aproximándose a su posición. Marcación 010. Rumbo 185. Distancia 35 millas. Altitud 6.000 pies. Velocidad Mach 0.85.”
Richmond maldijo por lo bajo. ¿A que esperaba el líder del grupo para dar la orden de inicio del ataque? Después se tranquilizó un tanto. Primero debían los A-7 y los F-18 armados con misiles HARM llegar a su posición de disparo, ya que al tener estos misiles menor alcance que los Harpoon que colgaban bajo sus alas, debían acercarse más para lanzarlos. De todas formas, el líder del grupo no esperó hasta que estos estuvieran en posición, ya que la mayor velocidad de los misiles antirradar, compensaría esa aparente falta de sincronización en el lanzamiento de los misiles, y llegarían al blanco cuando los barcos enemigos estuvieran apuntando a los Harpoon,
Richmond oyó la orden igual que los demás y preguntó a su compañero de cabina:
-¿Tienes algo ya?
-Si, hay varios apetecibles, pero en el centro de esa formación hay uno “gordo” que me ha llamado la atención especialmente. Le vamos a mandar un par de regalitos.
Apretó el pulsador de la palanca de mandos, y dos misiles Harpoon se desprendieron de sus alas iniciando el camino que los separaban del “gordo”.
En pocos segundos, 84 misiles AGM-84 se dirigían a la flota soviética. Los 12 A-7 y los 4 F-18 armados con HARM restantes lanzaron sus 60 misiles poco después, pero inmediatamente tuvieron que hacer frente a los Forgers que llegaban exprimiendo al máximo sus motores. Mientras los Corsairs salían a toda velocidad de la zona, los Hornets se quedaron para cubrirlos, en un combate que acabó con la perdida de dos F-18 por seis Yak,s.
Ahora, un total de 144 misiles se dirigían a la formación naval soviética que ya había comenzado a lanzar misiles para interceptarlos. Primero los S-300 (SA-N-6) que disparaba el Frunze, luego los Gadfly de los Sovremenny y finalmente todos los misiles SAM de corto alcance y defensas de punto de que disponían los barcos que integraban la flota. Los S-300 fueron particularmente efectivos, y consiguieron el mayor número de derribos, aunque al costo de prácticamente agotar las reservas de los 96 misiles que portaba el Frunze. Varios HARM perdieron el objetivo o lo erraron, mientras que algunos Harpoons se dejaban engañar por las contramedidas electrónicas y pasaban de largo de sus verdaderos objetivos.
Al final, once HARM encontraron blanco en las antenas de radar de los buques soviéticos, 5 se cebaron con el radar de búsqueda aérea del portaviones Novorossiysk, 2 más en el Minsk, 3 en el Frunze y uno en el Stoyky, un destructor de la clase Sovremenny. Pero fueron los Harpoon los que hicieron más daño, un total de 21 misiles acertaron en su objetivo, produciendo la perdida de un destructor clase Sovremenny, el Boyevoy, la única fragata Krivak que acompañaba la formación y el Terney un buque carguero con suministros y armamento para la guarnición de Adak.
El buque anfibio Ivan Rogov también recibió un único impacto directo que lo dejo dañado, pero todavía gobernable. De los buques principales, el peor parado fue sin duda el portaviones Novorossiysk al navegar más al sur del cuerpo principal de la formación, y que aparte de los 5 HARM que había recibido, otros 7 Harpoon impactaron en su estructura y provocaron grandes incendios a lo largo de todo el barco y una reducción de la velocidad importante, con lo que ahora constituía un lastre para la formación, pero no era el único. El Frunze también recibió el impacto de otros cinco misiles y a parte de los incendios, dos vías de agua se abrieron en su casco por efecto de explosiones secundarias en su interior. Así, ardiendo y llenándose de agua, el poderoso crucero hubo de reducir su velocidad a menos de 14 nudos, a la vez que sus sistemas de armas, unos por agotamiento de la munición, otros por haber sido destruidos y otros por falta de radares que dirigieran su lanzamiento, se encontraban inutilizados, y hacían que el navío estuviera en una posición muy vulnerable.
El Minsk fue el mejor parado de los tres principales buques, ya que con tan solo dos misiles impactando en sus cuadernas, pronto pudo controlar los incendios y tuvo bajo control los daños, aunque sus operaciones aéreas se vieron gravemente perjudicadas durante bastante tiempo.
Pero el ataque todavía no había concluido, y si bien la mayoría de aparatos ya estaban de regreso a sus bases, los Intruder y los Prowlers siguieron acercándose a la flota enemiga a alta cota. Esto implicaba riesgos, pero el trabajo debía hacerse.
El comandante Frank Richmond no dejaba de mirar su indicador de amenazas en el que se veía como algunos radares enemigos lo tenían perfectamente localizado, si bien todavía no había sido blocado por ningún director de tiro para misiles. Levantó la vista y miro a su izquierda, y a una milla de distancia por delante suyo vio a un EA-6B a la vez que oía por la radio la orden de encender los equipos ECM de nuevo. De pronto, los radares enemigos desaparecieron de su pantalla.
Adelantó la palanca de gases para seguir al líder de su escuadrón, ya que debían acercarse lo antes posible al enemigo, por si acaso se les ocurría mandar a más aviones a cazarlos. Cuando apenas distaban 15 millas, algunos radares enemigos comenzaron a sobrepasar la barrera de contramedidas, y uno “iluminó” al A-6 de Richmond. Este y su operador se pusieron tensos, listos para soltar “chaffs” y bengalas al más mínimo indicio de ataque. De repente vieron una fina columna de humo blanco levantarse enérgicamente de alguno de los barcos y dirigirse hacia la formación americana. A este primer proyectil, pronto le siguieron otros cuantos, aunque no demasiados, y es que el primer combate contra los misiles, había casi agotado las reservas de los SAM,s soviéticos. Una luz de alarma se encendió en su panel de avisos y Richmond comenzó a soltar contramedidas a la vez que encabritaba a su pájaro y le hacía girar cuanto podía en una u otra dirección.
-Ya está, los hemos despistados – dijo su operador – ya no nos sigue el misil.
-Vale, vale. Busca algo para lanzar los Skippers y larguémonos de aquí antes de que tengan suerte.
De pronto ambos oyeron por la radio como uno de sus compañeros había agotado su saldo de suerte para ese día, y los oyeron gritar justo antes de desaparecer en medio de una gran explosión.
-De acuerdo – dijo el operador de Richmond, y tras cuatro segundos eternos informó a su piloto – ese destructor de allí, parece que tiene algo de humo y las antenas dobladas. Vamos a acabar con él.
Al piloto le pareció bien, sobre todo por que estaba en el borde sur de la formación y evitaban adentrarse más para lanzar sus misiles. “Colt 5-3” lanzó dos misiles Skipper II a 11 millas del objetivo, y tras girar 180º puso rumbo al Enterprise, mientras que su operador de sistemas mantenía fijo el designador láser de su torreta TRAM en el objetivo. Este pudo ver como cuatro Skipper,s llegaron antes que los suyos, pero todos fueron derribados por los AK-630 del destructor, aunque aquello posibilitó que sus misiles llegasen sin ser molestados e impactaran de pleno, uno sobre su cañón de proa y otro sobre los lanzadores de misiles “Sunburn” de estribor.
Cuando ya estaba claro que no iban a llegar más misiles contra el destructor, y parecía que los daños no eran suficientes para hundir al buque soviético, de repente una tremenda explosión se vio en la pantalla que mostraba la cámara LLTV de la torreta TRAM. El buque entero pareció levantarse del océano, y partirse a la altura del puente de mando. Aunque ya no pudieron verlo, el Stoyky se fue al fondo del mar con celeridad.
Cuando los A-6/KA-6 recompusieron la formación, contaron la baja de dos de los Intruder, pero el ataque había valido la pena. A parte del destructor hundido por “Colt 5-3”, el Frunze pudo evitar algunos misiles debido a su fuerte defensa de punto, pero no evito por completo que fuera alcanzado de nuevo y que esos nuevos impactos le produjeran un fuerte escoramiento a babor, a la vez que empeoraban sus incendios. Tras más de una hora de desesperada lucha, el comandante de la nave dio ordenes de abandonarla, y treinta minutos después desaparecía bajo el frío océano. Por su parte, el Novorossiysk también fue alcanzado, aunque por menos proyectiles que el Frunze, y debido a su mayor porte y dimensiones, logró salvar la situación, aunque con incendios en la mayor parte del buque, casi todos los sensores, aviones, helicópteros y armas inutilizados o destruidos y una velocidad reducida a apenas 5 o 6 nudos, básicamente se había convertido en una diana flotante para cualquiera que quisiera rematar la faena.
“Colt 5-3”
Frank Richmond era un hombre sobrio, capaz y profesional, pero en los últimos minutos, sus nervios y sus reflejos estaban siendo puestos a prueba. Por encima de ellos, se libraba una batalla aérea importante, con docenas de cazas envueltos en ella, y él lo iban escuchando todo a través de la radio; “…salta del avión ahora!”, “Lo cacé, a la mierda con ese hijo de puta”, “…estoy winchester”… y también lo veía. Varias explosiones y columnas de humo se reflejaban en el cielo y en dirección al mar.
Pero desde hacía tres minutos aquello había cambiado. Tenía otras prioridades, como cumplir con su misión y seguir con vida.
El grupo de ataque se había desplegado en formación muy abierta para atacar a la flota enemiga. Habían dejado la isla de Amchitka a la izquierda y querían escudarse en la isla de Semisopochnoi antes de iniciar el ascenso y atacar a la flota enemiga. Pero para ello, antes debían de haberla localizado exactamente, para lo cual, los cuatro S-3 que apoyaban la misión se habían adelantado, elevado y desplegado, para iniciar la búsqueda, acompañados de los dos F-14 que seguían con el grupo de ataque.
Casi al instante, los Viking habían detectado la posición de la flota enemiga a poco más de 100 millas, donde más o menos se suponía que debía estar, quizás algo más al norte, pero de todas formas, dentro del radio de acción de todos los aviones de ataque.
Pero también de inmediato, comenzaron a aparecer cazas enemigos atacando a los S-3 y a los F-14. Eran los Yak-38 Forger del Minsk y del Novorossiysk, que en número de 8 se abalanzaron sobre los aviones norteamericanos.
Los Tomcats lanzaron sus misiles Sparrow, derribando a 4 de los atacantes, antes de verse envueltos en un pequeño dogfight con los supervivientes. Un F-14 despachó rápidamente a uno de los rusos, pero uno de los Forgers restantes tuvo suerte al colocar un misil R-60 (AA-8 Aphid) en la tobera del americano y enviarlo a las gélidas aguas de las Aleutianas. La lucha siguió en un enconado dos contra uno, porque el Yak-38 que había derribado al F-14, detectó visualmente al gran grupo de ataque que volaba por debajo de él, y tras comunicarlo a la flota roja, picó y se dirigió a continuar con su cacería.
El grupo de ataque, ya conociendo la localización del enemigo, se aprestaba a elevarse e iniciar el ataque desde varios ángulos, pero la presencia de aquel solitario caza enemigo, y algún informe exagerado por parte de algún piloto sobre más cazas en la zona (inexactos, como se comprobaría después) hicieron cundir la alarma entre los aviones americanos que sin escolta de cazas podían ser un blanco fácil. Los EA-6 conectaron sus potentes equipos ECM, pero para el Yak no era ningún inconveniente ya que su falta de radar de tiro y misiles SARH, hacía aquella maniobra inútil. Finalmente la situación la restauraron un par de los F-18 que configurados para el ataque con misiles HARM, también cargaban misiles aire-aire, y plantaron cara al Yak-38. Debido a la corta distancia que separaba a los aviones, ambos bandos hicieron un lanzamiento frontal de misiles IRH. Un Sidewinder acabó con el ruso, mientras que el R-60 soviéticos, dañó el ala y la toma de aire izquierda de un Hornet, que averiado, hubo de poner rumbo al Nimitz. A medio camino el piloto tuvo que saltar al desprenderse el ala y comenzar una barrena el aparato. Sería rescatado por un SH-3 del portaviones.
“Esto va bien, tranquilo, no ha sido más que un susto” pensó Richmond para si. “Ahora vamos a proceder como estaba previsto”
-¿Tienes el blanco? Le preguntó a su operador de sistemas.
-Si, un montón de ellos. Estoy discerniendo cual es el más interesante.
-Pues acaba pronto, que esto no puede durar mucho así.
Efectivamente el piloto tenía razón. Un aviso del E-2 llegó al grupo a través de la radio.
“8 bandidos aproximándose a su posición. Marcación 010. Rumbo 185. Distancia 35 millas. Altitud 6.000 pies. Velocidad Mach 0.85.”
Richmond maldijo por lo bajo. ¿A que esperaba el líder del grupo para dar la orden de inicio del ataque? Después se tranquilizó un tanto. Primero debían los A-7 y los F-18 armados con misiles HARM llegar a su posición de disparo, ya que al tener estos misiles menor alcance que los Harpoon que colgaban bajo sus alas, debían acercarse más para lanzarlos. De todas formas, el líder del grupo no esperó hasta que estos estuvieran en posición, ya que la mayor velocidad de los misiles antirradar, compensaría esa aparente falta de sincronización en el lanzamiento de los misiles, y llegarían al blanco cuando los barcos enemigos estuvieran apuntando a los Harpoon,
Richmond oyó la orden igual que los demás y preguntó a su compañero de cabina:
-¿Tienes algo ya?
-Si, hay varios apetecibles, pero en el centro de esa formación hay uno “gordo” que me ha llamado la atención especialmente. Le vamos a mandar un par de regalitos.
Apretó el pulsador de la palanca de mandos, y dos misiles Harpoon se desprendieron de sus alas iniciando el camino que los separaban del “gordo”.
En pocos segundos, 84 misiles AGM-84 se dirigían a la flota soviética. Los 12 A-7 y los 4 F-18 armados con HARM restantes lanzaron sus 60 misiles poco después, pero inmediatamente tuvieron que hacer frente a los Forgers que llegaban exprimiendo al máximo sus motores. Mientras los Corsairs salían a toda velocidad de la zona, los Hornets se quedaron para cubrirlos, en un combate que acabó con la perdida de dos F-18 por seis Yak,s.
Ahora, un total de 144 misiles se dirigían a la formación naval soviética que ya había comenzado a lanzar misiles para interceptarlos. Primero los S-300 (SA-N-6) que disparaba el Frunze, luego los Gadfly de los Sovremenny y finalmente todos los misiles SAM de corto alcance y defensas de punto de que disponían los barcos que integraban la flota. Los S-300 fueron particularmente efectivos, y consiguieron el mayor número de derribos, aunque al costo de prácticamente agotar las reservas de los 96 misiles que portaba el Frunze. Varios HARM perdieron el objetivo o lo erraron, mientras que algunos Harpoons se dejaban engañar por las contramedidas electrónicas y pasaban de largo de sus verdaderos objetivos.
Al final, once HARM encontraron blanco en las antenas de radar de los buques soviéticos, 5 se cebaron con el radar de búsqueda aérea del portaviones Novorossiysk, 2 más en el Minsk, 3 en el Frunze y uno en el Stoyky, un destructor de la clase Sovremenny. Pero fueron los Harpoon los que hicieron más daño, un total de 21 misiles acertaron en su objetivo, produciendo la perdida de un destructor clase Sovremenny, el Boyevoy, la única fragata Krivak que acompañaba la formación y el Terney un buque carguero con suministros y armamento para la guarnición de Adak.
El buque anfibio Ivan Rogov también recibió un único impacto directo que lo dejo dañado, pero todavía gobernable. De los buques principales, el peor parado fue sin duda el portaviones Novorossiysk al navegar más al sur del cuerpo principal de la formación, y que aparte de los 5 HARM que había recibido, otros 7 Harpoon impactaron en su estructura y provocaron grandes incendios a lo largo de todo el barco y una reducción de la velocidad importante, con lo que ahora constituía un lastre para la formación, pero no era el único. El Frunze también recibió el impacto de otros cinco misiles y a parte de los incendios, dos vías de agua se abrieron en su casco por efecto de explosiones secundarias en su interior. Así, ardiendo y llenándose de agua, el poderoso crucero hubo de reducir su velocidad a menos de 14 nudos, a la vez que sus sistemas de armas, unos por agotamiento de la munición, otros por haber sido destruidos y otros por falta de radares que dirigieran su lanzamiento, se encontraban inutilizados, y hacían que el navío estuviera en una posición muy vulnerable.
El Minsk fue el mejor parado de los tres principales buques, ya que con tan solo dos misiles impactando en sus cuadernas, pronto pudo controlar los incendios y tuvo bajo control los daños, aunque sus operaciones aéreas se vieron gravemente perjudicadas durante bastante tiempo.
Pero el ataque todavía no había concluido, y si bien la mayoría de aparatos ya estaban de regreso a sus bases, los Intruder y los Prowlers siguieron acercándose a la flota enemiga a alta cota. Esto implicaba riesgos, pero el trabajo debía hacerse.
El comandante Frank Richmond no dejaba de mirar su indicador de amenazas en el que se veía como algunos radares enemigos lo tenían perfectamente localizado, si bien todavía no había sido blocado por ningún director de tiro para misiles. Levantó la vista y miro a su izquierda, y a una milla de distancia por delante suyo vio a un EA-6B a la vez que oía por la radio la orden de encender los equipos ECM de nuevo. De pronto, los radares enemigos desaparecieron de su pantalla.
Adelantó la palanca de gases para seguir al líder de su escuadrón, ya que debían acercarse lo antes posible al enemigo, por si acaso se les ocurría mandar a más aviones a cazarlos. Cuando apenas distaban 15 millas, algunos radares enemigos comenzaron a sobrepasar la barrera de contramedidas, y uno “iluminó” al A-6 de Richmond. Este y su operador se pusieron tensos, listos para soltar “chaffs” y bengalas al más mínimo indicio de ataque. De repente vieron una fina columna de humo blanco levantarse enérgicamente de alguno de los barcos y dirigirse hacia la formación americana. A este primer proyectil, pronto le siguieron otros cuantos, aunque no demasiados, y es que el primer combate contra los misiles, había casi agotado las reservas de los SAM,s soviéticos. Una luz de alarma se encendió en su panel de avisos y Richmond comenzó a soltar contramedidas a la vez que encabritaba a su pájaro y le hacía girar cuanto podía en una u otra dirección.
-Ya está, los hemos despistados – dijo su operador – ya no nos sigue el misil.
-Vale, vale. Busca algo para lanzar los Skippers y larguémonos de aquí antes de que tengan suerte.
De pronto ambos oyeron por la radio como uno de sus compañeros había agotado su saldo de suerte para ese día, y los oyeron gritar justo antes de desaparecer en medio de una gran explosión.
-De acuerdo – dijo el operador de Richmond, y tras cuatro segundos eternos informó a su piloto – ese destructor de allí, parece que tiene algo de humo y las antenas dobladas. Vamos a acabar con él.
Al piloto le pareció bien, sobre todo por que estaba en el borde sur de la formación y evitaban adentrarse más para lanzar sus misiles. “Colt 5-3” lanzó dos misiles Skipper II a 11 millas del objetivo, y tras girar 180º puso rumbo al Enterprise, mientras que su operador de sistemas mantenía fijo el designador láser de su torreta TRAM en el objetivo. Este pudo ver como cuatro Skipper,s llegaron antes que los suyos, pero todos fueron derribados por los AK-630 del destructor, aunque aquello posibilitó que sus misiles llegasen sin ser molestados e impactaran de pleno, uno sobre su cañón de proa y otro sobre los lanzadores de misiles “Sunburn” de estribor.
Cuando ya estaba claro que no iban a llegar más misiles contra el destructor, y parecía que los daños no eran suficientes para hundir al buque soviético, de repente una tremenda explosión se vio en la pantalla que mostraba la cámara LLTV de la torreta TRAM. El buque entero pareció levantarse del océano, y partirse a la altura del puente de mando. Aunque ya no pudieron verlo, el Stoyky se fue al fondo del mar con celeridad.
Cuando los A-6/KA-6 recompusieron la formación, contaron la baja de dos de los Intruder, pero el ataque había valido la pena. A parte del destructor hundido por “Colt 5-3”, el Frunze pudo evitar algunos misiles debido a su fuerte defensa de punto, pero no evito por completo que fuera alcanzado de nuevo y que esos nuevos impactos le produjeran un fuerte escoramiento a babor, a la vez que empeoraban sus incendios. Tras más de una hora de desesperada lucha, el comandante de la nave dio ordenes de abandonarla, y treinta minutos después desaparecía bajo el frío océano. Por su parte, el Novorossiysk también fue alcanzado, aunque por menos proyectiles que el Frunze, y debido a su mayor porte y dimensiones, logró salvar la situación, aunque con incendios en la mayor parte del buque, casi todos los sensores, aviones, helicópteros y armas inutilizados o destruidos y una velocidad reducida a apenas 5 o 6 nudos, básicamente se había convertido en una diana flotante para cualquiera que quisiera rematar la faena.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
Dos Yak-38 acelerando para defender la Flota Roja:
El Frunze disparando a los misiles atacantes:
El "Colt 5-3" lanzando sus Skipper,s:
Los Yak-38 supervivientes haciendo un aterrizaje de emergencia en uno de los cargueros del grupo naval soviético, hasta que el Minsk pudiera realizar operaciones aéreas:
Saludos.
El Frunze disparando a los misiles atacantes:
El "Colt 5-3" lanzando sus Skipper,s:
Los Yak-38 supervivientes haciendo un aterrizaje de emergencia en uno de los cargueros del grupo naval soviético, hasta que el Minsk pudiera realizar operaciones aéreas:
Saludos.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
-
cervantes
- Suboficial
- Mensajes: 501
- Registrado: 24 Feb 2005, 21:35
- Ubicación: Complutum
El que quiera rematarlo... uf, aún con la escabechina montada por el ataque, hay que tener un par para arrimarse, sobre todo porque las santabarbaras pueden rellenarse... Pero es el momento de acabar con la armada roja como fuerza militar en el Pacífico. Y una vez hecho esto, con el dominio del mar surge el dominio estratégico.
Y por cierto, que no me había fijado en el parecido del yak con el f-104, más lento, pero con la misma (nula) capacidad...
Y por cierto, que no me había fijado en el parecido del yak con el f-104, más lento, pero con la misma (nula) capacidad...
La cantidad total de inteligencia del planeta permanece constante. La población, sin embargo, sigue aumentando.
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
Y por cierto, que no me había fijado en el parecido del yak con el f-104, más lento, pero con la misma (nula) capacidad...
Que maldad esa...
Bueno, cada uno tenía sus capacidades para lo que podían hacer. Lo que pasa es que no se le pueden pedir peras al olmo, y el Yak-38 no pasaba de ser un avión de apoyo táctico ligero, con capacidad secundaria de defensa aerea puntual, pero enfrentado a un Alpha Strike de dos portaviones de verdad, pues le quedaba bastante grande la cosa (creo que he sido bastante generoso otrogandoles 4 derribos). De todas maneras, el Forger, era solo un paso para el más avanzado Yak-141 y 141M, lo que sucede es que los tiempos fueron más lentos que los del Harrier (el AV-8A creo recordar que tenía una capacidad relativamente parecida al Yak-38, subsonico, corto alcance, poco armamento), aunque se hubiesen saltado el equivalente al Harrier II, para pasar directamente a algo más parecido al II+, o mejor incluso. Pero antes se cayó la URSS y el resto es historia...
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
-
TOPOTAMALDER
- Capitán
- Mensajes: 1298
- Registrado: 04 Abr 2005, 16:45
-
cervantes
- Suboficial
- Mensajes: 501
- Registrado: 24 Feb 2005, 21:35
- Ubicación: Complutum
Podemos decir que el yak era un buen primer paso, y de hecho el f-35 está basado en su diseño, y no en la del harrier. Pero sí, ante aviones "de verdad" poco tiene que hacer. Pero mira, cuatro derribos...
La cantidad total de inteligencia del planeta permanece constante. La población, sin embargo, sigue aumentando.
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
TOPOTAMALDER escribió:pero al final que sucede con los b-52?
son derribados? los skimmer son penguins renombrados por la USN
No, los B-52 se integran en el paquete de ataque y tras lanzar sus Harpoon (practicamente el 40% de los misiles con solo cuatro aparatos), se dan la vuelta de regreso a Andersen AFB en Guam. Los necesito, que más tarde deben de volver a aparecer...
Las únicas bajas en entre los aviones de ataque son 3 Hornets y 2 A-6.
Los Skippers (supongo que te refiers a estos cuando dices Skimmers) son misiles guiados por laser "low cost", a partir de componetes ya en uso y probados, y son los que aparecen en la foto que he puesto del Intruder lanzandolos. Actualmente ya no están en servicio, pero en la fecha del relato si lo estaban, y llegaron a ser usados por la US Navy en el Golfo a finales de los 80. Aquí dejo un enlace con algo de información al respecto:
Skipper,s
Podemos decir que el yak era un buen primer paso, y de hecho el f-35 está basado en su diseño, y no en la del harrier. Pero sí, ante aviones "de verdad" poco tiene que hacer. Pero mira, cuatro derribos...
Si, era un buen primer paso para su tiempo y para la marina soviética, que necesitaba ir cubriendo etapas para el desarrollo de una marina de guerra oceánica, y que sin aviación embarcada era inviable. El problema, en mi opinión, es que el desarrollo de los aviones S/VTOL soviéticos, fue algo lento, aunque de haberse introducido en servicio el Yak-141, desde luego, como avión de caza embarcado hubiese igualado o superado al Harrier II+ que entró en servicio en el 94 si no recuerdo mal.
Saludos.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 0 invitados