What if? La Victoria del Eje
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En realidad Stalin pidió la paz en agosto del 41 por medio del cuerpo diplomático búlgaro, que sin embargo nunca dio aviso a AH.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Precisamente que yo recuerde esas planchas de acero perforado fueron empleadas por primera vez en la construcción y puesta a punto de los aeródromos de las Azores...
Yo juraria haber leido que fue en el pacifico, pero el pdf sobre ese tema no lo encuetro y ademas estaba en ingles.
Segun la wikipedia estarian disponibles en el 41.
http://en.wikipedia.org/wiki/Pierced_Steel_Planking
http://en.wikipedia.org/wiki/Advanced_Landing_Ground#Y-44_to_Y-64
Que crees necesario para asegurar madeira?
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ISLANDIA I
Ya en marzo de 1942 el alto mando aliado había decidido conquistar Islandia como paso previo a su contraataque, pues sin su conquista, esta pendería como una daga sobre cualquier movimiento realizado sobre Europa y significaba la cesión del control efectivo del Atlántico Norte a manos de Alemania. Era pues necesario negar ese control a las fuerzas alemanas, sin embargo con un Japón en expansión, el poder naval aliado era necesario en el pacifico hasta que lograsen parar a la flota imperial, por lo que durante meses la responsabilidad de negar el control alemán recayó en los submarinos británicos y norteamericanos, que recibieron una misión muy similar a la que los U-boot germanos estaban llevando a cabo en aguas norteamericanas.
A diferencia de los U-boot, que vieron facilitada su tarea por la gran extensión de las costas norteamericanas, la escasa preparación de la US-Navy, y el crecimiento desmesurado de esta, la labor de los submarinos aliados no fue precisamente fácil. Ello se debió a que los alemanes habían situado una flotilla de 16 destructores de escolta, pesqueros y pequeñas embarcaciones transformadas con el aditamento de cañones de 88 y 20mm, cargas de profundidad, y velocidades que generalmente superaban en poco los 20nts en Islandia. Estos destructores de escolta o portuarios, actuando en flotillas de 3 ó 4 apoyadas en todo momento por aviones Me-110C, e hidroaviones de distintos modelos, y por flotillas antisubmarinas basadas en Noruega, mantuvieron una dura lucha contra los submarinos aliados que trataban de impedir la llegada de convoyes de suministros a la isla. Esas duras batallas en las que lograron no pocos éxitos, significaron la pérdida de 28 submarinos entre febrero del 42 y marzo del 43, resultando dañados de diversa consideración muchos más.
Al mismo tiempo y tras construir diversas bases en Groenlandia, las fuerzas aéreas norteamericanas habían iniciado vuelos de reconocimiento primero, y posteriormente de ataque sobre la isla. En estos vuelos pronto se constato la presencia de radares alemanes que alertaban a sus fuerzas sobre la aproximación, pues la respuesta de sus cazas fue extremadamente efectiva logrando abatir a un gran número de aviones de reconocimiento. Misiones posteriores en las que los B-17 trataron de minar los puertos de la isla no fueron mejor, pues se constato la presencia de una poderosa defensa antiaérea que en conjunción con los cazas se cobraron un alto precio entre los bombarderos.
En primavera del 43, las misiones de reconocimiento mostraban el avanzado estado de las fortificaciones alemanas, que incluía poderosas baterías de artillería de costa fuertemente blindadas. Era perentorio acabar de una vez con la isla antes de que esta fuese inexpugnable, por lo que una vez frenada la armada Imperial japonesa en Guadalcanal, la flota aliada podía dedicar su atención al Atlántico y a Islandia.
Islandia, una isla volcánica de 103.000km² encuadrada en el límite del círculo polar ártico está rodeada por las cálidas corrientes marinas que impiden la congelación de sus puertos, motivo por el que revestía una gran importancia. Tanto para los alemanes que cerraban el acceso al ártico de las flotas aliadas desde dicha posición, como para los aliados que veían amenazado su dominio naval en el Atlántico Norte desde la isla. Situada a más de 1.300 km de la costa noruega, según informes de inteligencia precisaría de una invasión anfibia sin precedentes para su conquista, pues en ella existía una guarnición de al menos 4 divisiones alemanas*, que había dispuesto de más de 2 años para fortificar sus posiciones. Esta poderosa guarnición completada por importantes destacamentos aéreos en al menos 3 aeródromos, y una importante flotilla les obligaría a destacar una fuerza de invasión muy numerosa.
Con el fin de ganar el dominio aeronaval, se enviarían 6 portaaviones, 3 británicos y 3 de los nuevos portaaviones norteamericanos clase Essex, si bien estos adolecían de una escasa preparación producto de su reciente puesta en servicio. 12 serían los acorazados encargados de realizar los apoyos de fuego a tierra, facilitando así el desembarco y posteriores operaciones de las 6 divisiones destinadas a la primera oleada, que serían seguidas de ser necesario por otras 4 divisiones. Mientras, 2 Task Force más, formadas alrededor de 2 portaaviones ligeros cada una, formarían una fuerza de cobertura destinada a impedir la intromisión de la Kriegsmarine al sureste de Islandia. Por último y paralelamente a la invasión de Islandia, una fuerza anfibia se apoderaría de las portuguesas islas Azores, mientras otra desembarcaba en Cabo Verde.
Todas estas fuerzas contarían con la colaboración de hasta 8 portaaviones de escolta clase Bogue, utilizados principalmente para transportar aviones de reemplazo hasta las zonas de operaciones.
* Impresiones del alto mando aliado, que suma las fuerzas de tierra de la LW y la KM a las del Heer como si se tratase de dos divisiones más.
Ya en marzo de 1942 el alto mando aliado había decidido conquistar Islandia como paso previo a su contraataque, pues sin su conquista, esta pendería como una daga sobre cualquier movimiento realizado sobre Europa y significaba la cesión del control efectivo del Atlántico Norte a manos de Alemania. Era pues necesario negar ese control a las fuerzas alemanas, sin embargo con un Japón en expansión, el poder naval aliado era necesario en el pacifico hasta que lograsen parar a la flota imperial, por lo que durante meses la responsabilidad de negar el control alemán recayó en los submarinos británicos y norteamericanos, que recibieron una misión muy similar a la que los U-boot germanos estaban llevando a cabo en aguas norteamericanas.
A diferencia de los U-boot, que vieron facilitada su tarea por la gran extensión de las costas norteamericanas, la escasa preparación de la US-Navy, y el crecimiento desmesurado de esta, la labor de los submarinos aliados no fue precisamente fácil. Ello se debió a que los alemanes habían situado una flotilla de 16 destructores de escolta, pesqueros y pequeñas embarcaciones transformadas con el aditamento de cañones de 88 y 20mm, cargas de profundidad, y velocidades que generalmente superaban en poco los 20nts en Islandia. Estos destructores de escolta o portuarios, actuando en flotillas de 3 ó 4 apoyadas en todo momento por aviones Me-110C, e hidroaviones de distintos modelos, y por flotillas antisubmarinas basadas en Noruega, mantuvieron una dura lucha contra los submarinos aliados que trataban de impedir la llegada de convoyes de suministros a la isla. Esas duras batallas en las que lograron no pocos éxitos, significaron la pérdida de 28 submarinos entre febrero del 42 y marzo del 43, resultando dañados de diversa consideración muchos más.
Al mismo tiempo y tras construir diversas bases en Groenlandia, las fuerzas aéreas norteamericanas habían iniciado vuelos de reconocimiento primero, y posteriormente de ataque sobre la isla. En estos vuelos pronto se constato la presencia de radares alemanes que alertaban a sus fuerzas sobre la aproximación, pues la respuesta de sus cazas fue extremadamente efectiva logrando abatir a un gran número de aviones de reconocimiento. Misiones posteriores en las que los B-17 trataron de minar los puertos de la isla no fueron mejor, pues se constato la presencia de una poderosa defensa antiaérea que en conjunción con los cazas se cobraron un alto precio entre los bombarderos.
En primavera del 43, las misiones de reconocimiento mostraban el avanzado estado de las fortificaciones alemanas, que incluía poderosas baterías de artillería de costa fuertemente blindadas. Era perentorio acabar de una vez con la isla antes de que esta fuese inexpugnable, por lo que una vez frenada la armada Imperial japonesa en Guadalcanal, la flota aliada podía dedicar su atención al Atlántico y a Islandia.
Islandia, una isla volcánica de 103.000km² encuadrada en el límite del círculo polar ártico está rodeada por las cálidas corrientes marinas que impiden la congelación de sus puertos, motivo por el que revestía una gran importancia. Tanto para los alemanes que cerraban el acceso al ártico de las flotas aliadas desde dicha posición, como para los aliados que veían amenazado su dominio naval en el Atlántico Norte desde la isla. Situada a más de 1.300 km de la costa noruega, según informes de inteligencia precisaría de una invasión anfibia sin precedentes para su conquista, pues en ella existía una guarnición de al menos 4 divisiones alemanas*, que había dispuesto de más de 2 años para fortificar sus posiciones. Esta poderosa guarnición completada por importantes destacamentos aéreos en al menos 3 aeródromos, y una importante flotilla les obligaría a destacar una fuerza de invasión muy numerosa.
Con el fin de ganar el dominio aeronaval, se enviarían 6 portaaviones, 3 británicos y 3 de los nuevos portaaviones norteamericanos clase Essex, si bien estos adolecían de una escasa preparación producto de su reciente puesta en servicio. 12 serían los acorazados encargados de realizar los apoyos de fuego a tierra, facilitando así el desembarco y posteriores operaciones de las 6 divisiones destinadas a la primera oleada, que serían seguidas de ser necesario por otras 4 divisiones. Mientras, 2 Task Force más, formadas alrededor de 2 portaaviones ligeros cada una, formarían una fuerza de cobertura destinada a impedir la intromisión de la Kriegsmarine al sureste de Islandia. Por último y paralelamente a la invasión de Islandia, una fuerza anfibia se apoderaría de las portuguesas islas Azores, mientras otra desembarcaba en Cabo Verde.
Todas estas fuerzas contarían con la colaboración de hasta 8 portaaviones de escolta clase Bogue, utilizados principalmente para transportar aviones de reemplazo hasta las zonas de operaciones.
* Impresiones del alto mando aliado, que suma las fuerzas de tierra de la LW y la KM a las del Heer como si se tratase de dos divisiones más.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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ISLANDIA II
Durante los dos años que Islandia había permanecido en poder del III Reich, los alemanes convencidos de que esta isla sería el primer objetivo aliado en caso de un contraataque, se habían preparado para la defensa realizando grandes de construcciones y fortificaciones defensivas para apoyar a sus tropas. Estas, formadas por dos divisiones de montaña, y un batallón de carros de combate equipados al principio con panzer 38T, que más adelante fueron sustituidos por panzer III al constatarse su obsolescencia, estaban apoyadas por importantes contingentes de la Luftwaffe y la Kriegsmarine. La primera de ellas había construido 4 radares de largo alcance y 8 de corto, y desplegaba dos regimientos antiaéreos, cada uno de ellos con 3 batallones Flak. Así como una división de tierra de la Luftwaffe con la que protegía los 4 aeródromos de la isla (el de Keflavik construido por los aliados, el de Reykiavik, anterior a la guerra, y los construidos por la LW al sur de Akureyri, y en Vopnafjordur). Mientras la Kriegsmarine dividía sus esfuerzos entre las unidades navales de la isla, principalmente dragaminas, minadores, S-Boat, y destructores de escolta R-boat, y la artillería de costa, cuya responsabilidad mantenía la armada.
En este último aspecto se estaban construyendo baterías costeras en los principales objetivos del país, utilizando para ello principalmente las piezas desmontadas del canal, y artillería capturada en GB, concentrándose las defensas alrededor de la capital del país y en las cercanías de los aeródromos. Poderosas piezas de artillería naval de gran calibre para rechazar a los poderosos acorazados enemigos, siendo el primer paso la construcción de cimientos de hormigón sobre los que se instalarían las torres artilleras, tras lo cual se procedería a construir casamatas de hormigón a su alrededor. Estas piezas eran apoyadas por baterías secundarías de artillería de campaña, también en casamatas de hormigón armado, desde las que atacar a las ligeras barcazas de desembarco. Tras ellos, enterradas en trincheras reforzadas, baterías de artillería antiaérea protegían cada uno de estos regimientos defensivos. La labor de construcción de estas fortificaciones era laboriosa y empleaba muchos recursos y personal, incluyendo a varios miles de miembros de la organización Todt.
Las dos divisiones desplegadas en Islandia se habían dividido en 3 grupos de combate totalmente motorizados cada una para acudir a donde fuese necesario. Mientras campos de minas y alambradas cubrían las playas, diversas compañías de defensa guarnecían las playas susceptibles de ser utilizadas para desembarcar. Estas fuerzas protegidas en sistemas ringstande, en ocasiones reforzadas con panzerstellung equipados con torres de carros, principalmente las de los 40 panzer 38T originales, que habían sido reconvertidos en cazarros de 50 y 75mm, al ser equipado el batallón de carros con panzer III/J el otoño anterior, y con algunas torres de origen británico como las de los covenanter y soviético como T-26, debían frenar el primer golpe y dar tiempo a que se movilizasen las fuerzas motorizadas. Con todo, solo las mayores playas estaban defendidas de forma permanente, pues la extrema orografía de la isla imposibilitaba grandes desembarcos en la mayoría de las zonas, quedando estas vigiladas por patrullas tanto terrestres como navales.
Posición aproximada de las principales fuerzas germanas en Islandia y de los campos de minas que la rodeaban.
Reikiavik:
52 Marineartillerieregiment
Batería Oldenburg en las cercanías de Akranes; 2 x240mm.
Baterías 1, y 2; 4x87mm QF Pounder MhII L/28, y 2x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x114mm, 12x20mm.
Batería S Holstein en las cercanías de Akranes; 3x405mm.
Baterías 3, y 4; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x114mm, 12x20mm.
54 Marineartillerieregiment
Batería Grober Furkuste en Esjan; 4x280mm.
Baterías 5, y 6; 4x183mm 7.2 inch MkIII L/22.4 c.u.
AA; 4x94mm, 12x20mm.
Batería Schlesein, Alftanes; 3x280mm recuperados del buque de dicho nombre.
Baterías 7 y 8; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x114mm, 12x20mm.
Batería S Holstein, 20km al sur de Reikiavik; 4x280mm, recuperados del buque del mismo nombre.
Baterías 9 y 10; 4x183mm 7.2 inch MkIII L/22.4 c.u.
AA; 4x114mm, 4x40mm, 8x20mm.
Akureyri
Costa occidental del fiordo de Eyja.
51 marineartillerieregiment
Batería Bismarck; 3x380mm.
Baterías D, y E; 4x105mm c.u.
AA; 12 4x94mm.
Costa oriental del fiordo de Eyja
Batería Todt; 3x305.
Baterías F, y G; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x94mm, 4x40mm, 8x20mm.
Hrísey, isla en el centro del fiordo.
Baterías A, y B; 4x183mm 7.2 inch MkIII L/22.4 c.u.
AA; 4x40mm.
Keflavik:
53 marineartillerieregiment
Batería F. August; 3x305mm.
Baterías 11, y 12; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x94mm, 12x20mm.
Batería Lindemann; 3x405mm.
Baterías 13, y 14; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
Baterías AA; 4x114mm, 8x40mm, 4x20mm.
Batería Plouharnel, al oeste de Grindavik; 3x340mm.
Baterías 15, y 16; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x94mm, 4x40mm, 8x20mm.
Vopnafjördur:
54 Marineartillerieregiment.
Costa Norte, batería Wilhem; 2x381mm
Baterías H, I; 4x114 BL mkII L/41.
AA; 4x114, 12x40mm
Costa Sur, batería Freya; 2x381
Baterías J, K; 4x114 BL mkII L/41, 4x127 BL mkII L/41.
AA; 4x114mm, 12x40mm.
Todas las baterías contarían con fortificaciones de hormigón, depósitos de municiones blindados, puestos antiaéreos, en este caso con piezas de 20mm, Bofors de 40mm, y MkII y MK VI L/50 de 94mm, y 4.5 L/45 de 114mm.
Durante los dos años que Islandia había permanecido en poder del III Reich, los alemanes convencidos de que esta isla sería el primer objetivo aliado en caso de un contraataque, se habían preparado para la defensa realizando grandes de construcciones y fortificaciones defensivas para apoyar a sus tropas. Estas, formadas por dos divisiones de montaña, y un batallón de carros de combate equipados al principio con panzer 38T, que más adelante fueron sustituidos por panzer III al constatarse su obsolescencia, estaban apoyadas por importantes contingentes de la Luftwaffe y la Kriegsmarine. La primera de ellas había construido 4 radares de largo alcance y 8 de corto, y desplegaba dos regimientos antiaéreos, cada uno de ellos con 3 batallones Flak. Así como una división de tierra de la Luftwaffe con la que protegía los 4 aeródromos de la isla (el de Keflavik construido por los aliados, el de Reykiavik, anterior a la guerra, y los construidos por la LW al sur de Akureyri, y en Vopnafjordur). Mientras la Kriegsmarine dividía sus esfuerzos entre las unidades navales de la isla, principalmente dragaminas, minadores, S-Boat, y destructores de escolta R-boat, y la artillería de costa, cuya responsabilidad mantenía la armada.
En este último aspecto se estaban construyendo baterías costeras en los principales objetivos del país, utilizando para ello principalmente las piezas desmontadas del canal, y artillería capturada en GB, concentrándose las defensas alrededor de la capital del país y en las cercanías de los aeródromos. Poderosas piezas de artillería naval de gran calibre para rechazar a los poderosos acorazados enemigos, siendo el primer paso la construcción de cimientos de hormigón sobre los que se instalarían las torres artilleras, tras lo cual se procedería a construir casamatas de hormigón a su alrededor. Estas piezas eran apoyadas por baterías secundarías de artillería de campaña, también en casamatas de hormigón armado, desde las que atacar a las ligeras barcazas de desembarco. Tras ellos, enterradas en trincheras reforzadas, baterías de artillería antiaérea protegían cada uno de estos regimientos defensivos. La labor de construcción de estas fortificaciones era laboriosa y empleaba muchos recursos y personal, incluyendo a varios miles de miembros de la organización Todt.
Las dos divisiones desplegadas en Islandia se habían dividido en 3 grupos de combate totalmente motorizados cada una para acudir a donde fuese necesario. Mientras campos de minas y alambradas cubrían las playas, diversas compañías de defensa guarnecían las playas susceptibles de ser utilizadas para desembarcar. Estas fuerzas protegidas en sistemas ringstande, en ocasiones reforzadas con panzerstellung equipados con torres de carros, principalmente las de los 40 panzer 38T originales, que habían sido reconvertidos en cazarros de 50 y 75mm, al ser equipado el batallón de carros con panzer III/J el otoño anterior, y con algunas torres de origen británico como las de los covenanter y soviético como T-26, debían frenar el primer golpe y dar tiempo a que se movilizasen las fuerzas motorizadas. Con todo, solo las mayores playas estaban defendidas de forma permanente, pues la extrema orografía de la isla imposibilitaba grandes desembarcos en la mayoría de las zonas, quedando estas vigiladas por patrullas tanto terrestres como navales.
Posición aproximada de las principales fuerzas germanas en Islandia y de los campos de minas que la rodeaban.
Reikiavik:
52 Marineartillerieregiment
Batería Oldenburg en las cercanías de Akranes; 2 x240mm.
Baterías 1, y 2; 4x87mm QF Pounder MhII L/28, y 2x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x114mm, 12x20mm.
Batería S Holstein en las cercanías de Akranes; 3x405mm.
Baterías 3, y 4; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x114mm, 12x20mm.
54 Marineartillerieregiment
Batería Grober Furkuste en Esjan; 4x280mm.
Baterías 5, y 6; 4x183mm 7.2 inch MkIII L/22.4 c.u.
AA; 4x94mm, 12x20mm.
Batería Schlesein, Alftanes; 3x280mm recuperados del buque de dicho nombre.
Baterías 7 y 8; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x114mm, 12x20mm.
Batería S Holstein, 20km al sur de Reikiavik; 4x280mm, recuperados del buque del mismo nombre.
Baterías 9 y 10; 4x183mm 7.2 inch MkIII L/22.4 c.u.
AA; 4x114mm, 4x40mm, 8x20mm.
Akureyri
Costa occidental del fiordo de Eyja.
51 marineartillerieregiment
Batería Bismarck; 3x380mm.
Baterías D, y E; 4x105mm c.u.
AA; 12 4x94mm.
Costa oriental del fiordo de Eyja
Batería Todt; 3x305.
Baterías F, y G; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x94mm, 4x40mm, 8x20mm.
Hrísey, isla en el centro del fiordo.
Baterías A, y B; 4x183mm 7.2 inch MkIII L/22.4 c.u.
AA; 4x40mm.
Keflavik:
53 marineartillerieregiment
Batería F. August; 3x305mm.
Baterías 11, y 12; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x94mm, 12x20mm.
Batería Lindemann; 3x405mm.
Baterías 13, y 14; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
Baterías AA; 4x114mm, 8x40mm, 4x20mm.
Batería Plouharnel, al oeste de Grindavik; 3x340mm.
Baterías 15, y 16; 4x127mm MkII L/27 pounder 60 c.u.
AA; 4x94mm, 4x40mm, 8x20mm.
Vopnafjördur:
54 Marineartillerieregiment.
Costa Norte, batería Wilhem; 2x381mm
Baterías H, I; 4x114 BL mkII L/41.
AA; 4x114, 12x40mm
Costa Sur, batería Freya; 2x381
Baterías J, K; 4x114 BL mkII L/41, 4x127 BL mkII L/41.
AA; 4x114mm, 12x40mm.
Todas las baterías contarían con fortificaciones de hormigón, depósitos de municiones blindados, puestos antiaéreos, en este caso con piezas de 20mm, Bofors de 40mm, y MkII y MK VI L/50 de 94mm, y 4.5 L/45 de 114mm.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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ventura escribió:Que crees necesario para asegurar madeira?
Madeira es un objetivo muy difícil, no por su exigua guarnición, sino por su situación.
En primer lugar hay que contemplar que ya escribí que los U-boot se habían desplazado al atlántico sur ante la creciente dificultad de operar en las costas norteamericanas, lo que obliga a cualquier flota de invasión a cruzar las rutas de los U-boot. Esto puede suponer desde perder algunas unidades mayores a perder el factor sorpresa, y desde luego obliga a desplegar una gran capacidad ASW para proteger el despliegue tanto de invasión, como posteriores envíos de suministros.
En segundo lugar la isla está al alcance de aviones con base en al menos 4 aeródromos de las islas Canarias, y varios aeródromos en el Sahara y el Marruecos español. Al menos en el caso de las Canarias no sería descabellado tratar de anularlos al menos temporalmente atacándolos, así que al menos hay que añadir 4 portaaviones para atacarlos. Aun así son de esperar contraataques sobre las fuerzas norteamericanas, que pueden incluir desde ataques a los puertos, minados de sus aguas, bombardeos de la pista de aterrizaje, etc., esto supone que hay que contar con dragaminas, y muchos equipos pesados de construcciones, lo que en un puerto de escasa capacidad sería muy costoso. El puerto se puede mejorar, pero son necesarios más obreros y más equipos. Por supuesto son necesarios medios AAA para defender esas fuerzas.
En tercer lugar el EJE puede reunir una flota que incluya un portaaviones (GZ), 2 acorazados (Tirpitz, y Roma), y al menos 6 cruceros pesados. Una flota muy importante que de atacar cuando las fuerzas navales aliadas estuviesen ausentes podría ocasionar daños muy graves, sobre todo si se coordinaban con los aviones canarios.
¿Necesario? Al menos 4 portaaviones, 4 acorazados, 8 cruceros y 30 destructores para la invasión. Una división de infantería o marines, reforzada con AAA, ingenieros X3.
Además 3 o 4 portaaviones de escolta para transportar aviones de reemplazo, cada uno de ellos con su propia escolta ASW, y mantener el flujo de refuerzos tanto como fuese menester.
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bien, ahora pensemos lo que seria necesario para tomar madeira si cayese en masno del eje.......
El ataque podir hacerse con menos medios siempre y cuando se pudiese tenr un par de aerodromos de emergencia funcionando en la primera semana del desembarco. Muchos medios y tropas deberian ser desembarcadas los dos primeros dias ( creo que es de esperar que la reaccion del eje se demorase unas 48 horas). Y luego aguantar. Haciendo llegar, aviones en ferri como refuerzo desde azores ya a partir de la segunda semana.
La primera semana seria desembarcar , aguantar e ir fortificandose en lo que se pueda, coincido que harian falta ingentes cantidades de AA. podria desplegarse subs y pt boats , y no acercar grandes unidades a la isla , ( esceptuando el dia del desembarco y el sigueinte).
por cierto porque cambiastes de opinion sobre cabo verde?
El ataque podir hacerse con menos medios siempre y cuando se pudiese tenr un par de aerodromos de emergencia funcionando en la primera semana del desembarco. Muchos medios y tropas deberian ser desembarcadas los dos primeros dias ( creo que es de esperar que la reaccion del eje se demorase unas 48 horas). Y luego aguantar. Haciendo llegar, aviones en ferri como refuerzo desde azores ya a partir de la segunda semana.
La primera semana seria desembarcar , aguantar e ir fortificandose en lo que se pueda, coincido que harian falta ingentes cantidades de AA. podria desplegarse subs y pt boats , y no acercar grandes unidades a la isla , ( esceptuando el dia del desembarco y el sigueinte).
por cierto porque cambiastes de opinion sobre cabo verde?
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Aeródromos la primera semana en ese terreno es virtualmente imposible, solo deforestar el terreno, y allanarlo supondría días sino semanas de trabajo, y eso asumiendo que pudiesen desembarcarse los equipos pesados de ingenieros con suficiente rapidez. Además ya he dicho que dudo que los puertos de Madeira tuviesen una capacidad de descarga apreciable, e incluso instalaciones como grúas, lo que obligaría a los transportes a emplear sus propios equipos de menos capacidad y rapidez. Otro problema es que posiblemente estos puertos colapsarían si cualquier buque fuese hundido en su interior.
El EJE no se demoraría ni 20 minutos, al menos España no lo haría como quedo demostrado en la guerra incivil, cuando cada ataque republicano fue respondido en cuestión de horas trasladando tropas desde cientos de kilómetros de distancia. En el propio Ebro la aviación sostuvo el frente casi sin ayuda hasta la recomposición del frente con la llegada de refuerzos en gran cantidad, y lo hizo porque reacciono de forma inmediata bajo las órdenes de Kindelán. Aun peor, existiría la posibilidad de que algún submarino los localizase durante el traslado, alertando al alto mando del EJE, y muy probablemente que algunos submarinos estuviesen repostando en las Canarias antes de proseguir su viaje al Atlántico Sur.
¿Que cambio de opinión?
El EJE no se demoraría ni 20 minutos, al menos España no lo haría como quedo demostrado en la guerra incivil, cuando cada ataque republicano fue respondido en cuestión de horas trasladando tropas desde cientos de kilómetros de distancia. En el propio Ebro la aviación sostuvo el frente casi sin ayuda hasta la recomposición del frente con la llegada de refuerzos en gran cantidad, y lo hizo porque reacciono de forma inmediata bajo las órdenes de Kindelán. Aun peor, existiría la posibilidad de que algún submarino los localizase durante el traslado, alertando al alto mando del EJE, y muy probablemente que algunos submarinos estuviesen repostando en las Canarias antes de proseguir su viaje al Atlántico Sur.
¿Que cambio de opinión?
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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- Registrado: 28 Oct 2007, 21:59
- Ubicación: Hoy en mañolandia, mañana ya veremos
ISLANDIA III
Operación Jubilee
Durante los últimos meses las exigencias de Stalin para la obertura de un segundo frente que detrajese fuerzas alemanas del frente del este habían ido en aumento conforme sus bajas crecían. Solo en lo que llevaba de año, la URSS había perdido más de 2.000.000 de hombres entre muertos, heridos y prisioneros, además de 10.000 carros de combate, siendo muy dañada su capacidad industrial. Era pues preciso, tanto abrir nuevas y mejores rutas de suministros que conectasen con la URSS para enviarles armas, materiales y suministros, como amenazar de forma directa las posiciones alemanas en Europa Occidental. Pronto, una impresionante flota compuesta por 9 portaaviones, 12 acorazados, 18 cruceros, 48 destructores, 12 fragatas y 23 dragaminas partió rumbo a Islandia, mientras tras ellos varios portaaviones de escolta y ligeros trasladarían aviones de repuesto a la zona de batalla.
Task Force 11:
Portaaviones; Illustrious. 21 F6 Hellcat, 24 TBF Avenger.
Cruceros; Birmingham, Penelope, Curacoa.
Destructores; Radford, Fletcher, Jenkins, La Vallete, y Nicholas.
Task Force 13:
Portaaviones; Victorious. 21 F6 Hellcat, 24 TBF Avenger.
Cruceros; Cleopatra, Leander, Dunedin.
Destructores; West, Bennet, Fullem, Hudson, Stevens, y Hudford.
Task Force 18:
Portaaviones; Yorktown. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger.
Cruceros; Phoebe, Sothampton, Galatea.
Destructores; Herbert, Lea, Tarvell, Overton, y Trixton.
Task Force 21:
Portaaviones; Essex. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger.
Cruceros; Sirius, Charybdis, Perth.
Destructores; Badger, Babbitt, Leary, Roper, y Jacob Joones
Task Force 31:
Portaaviones; Lexington. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger.
Cruceros; Cairo, Ceres, Argonaut
Destructores; Dupont, Bernadou, Ellis, Broome, y Simpson.
Task Force 80:
Portaaviones; Intrepid. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger. St. George, Prince William, Croatan;[/u] 16 F6 Hellcat, 12 TBF Avenger.
Acorazados; Leopard, Revenge, Warspite, KGV, y Resolution. North Carolina, Washington, South Dakota, Indiana, Massachusetts, Alabama, y Iowa.
Cruceros; Dauntles, Curlew, Hobart.
Destructores; Cole, Arunta, Batan, Haida, Inconstant, Afridi, Maori, Esperus, Hurricane, Fame, Esk, Electra, y Onslow.
Dragaminas; Cadmus, Circe, Clinton, Fancy, Fierce, Fly, Felicity, Jewel, Lennox, Liberty, Loyalty, Mandate, Moon, Onyx, Cynthia, Fairy, Gazelle, Jasper, Tatoo, Bangor, Blith, Bude, y Seaham.
Fuerzas de invasión;
Divisiones norteamericanas 3, 7, 32, 34, 37, 38, 40, 41, 3ª canadiense, 5ª británica, a los que se sumarían 2 regimientos acorazados con 200 carros de combate .
Destructores; Phillip, Conway, Cony, Converse, Eaton, Abbot, Brain, Boid, y Miller.
Fragatas; Dark, Derk, Exe, Fal, Inver, Hed, Lochy, Nadder, Ness, Tay, Test, y Trent.
Azores;
Task Force 101:
Portaaviones; Independence, Princetown.
Cruceros; Mobile, Atlanta, Boise.
Destructores; McCormick, Bainbridge, Upshur, Delight, Diana, Fraser, Otawa.
Cabo Verde
Task Force 98:
Portaaviones; Bellau Wood, Boghe. 2X22 F6 Hellcat, 8 TBF Avenger.
Cruceros; Cleveland, Montpelier, Denver.
Destructores; O´Bannon, Chevalier, Waller, Strong, Taylor, De Haven.
En rojo las dos divisiones encargadas del desembarco inicial, el resto de fuerzas son reservas.
¿Que zona de Islandia sería el punto del desembarco inicial ?
Operación Jubilee
Durante los últimos meses las exigencias de Stalin para la obertura de un segundo frente que detrajese fuerzas alemanas del frente del este habían ido en aumento conforme sus bajas crecían. Solo en lo que llevaba de año, la URSS había perdido más de 2.000.000 de hombres entre muertos, heridos y prisioneros, además de 10.000 carros de combate, siendo muy dañada su capacidad industrial. Era pues preciso, tanto abrir nuevas y mejores rutas de suministros que conectasen con la URSS para enviarles armas, materiales y suministros, como amenazar de forma directa las posiciones alemanas en Europa Occidental. Pronto, una impresionante flota compuesta por 9 portaaviones, 12 acorazados, 18 cruceros, 48 destructores, 12 fragatas y 23 dragaminas partió rumbo a Islandia, mientras tras ellos varios portaaviones de escolta y ligeros trasladarían aviones de repuesto a la zona de batalla.
Task Force 11:
Portaaviones; Illustrious. 21 F6 Hellcat, 24 TBF Avenger.
Cruceros; Birmingham, Penelope, Curacoa.
Destructores; Radford, Fletcher, Jenkins, La Vallete, y Nicholas.
Task Force 13:
Portaaviones; Victorious. 21 F6 Hellcat, 24 TBF Avenger.
Cruceros; Cleopatra, Leander, Dunedin.
Destructores; West, Bennet, Fullem, Hudson, Stevens, y Hudford.
Task Force 18:
Portaaviones; Yorktown. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger.
Cruceros; Phoebe, Sothampton, Galatea.
Destructores; Herbert, Lea, Tarvell, Overton, y Trixton.
Task Force 21:
Portaaviones; Essex. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger.
Cruceros; Sirius, Charybdis, Perth.
Destructores; Badger, Babbitt, Leary, Roper, y Jacob Joones
Task Force 31:
Portaaviones; Lexington. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger.
Cruceros; Cairo, Ceres, Argonaut
Destructores; Dupont, Bernadou, Ellis, Broome, y Simpson.
Task Force 80:
Portaaviones; Intrepid. 36 F6 Hellcat, 36 SBD Dauntless, 18 TBF Avenger. St. George, Prince William, Croatan;[/u] 16 F6 Hellcat, 12 TBF Avenger.
Acorazados; Leopard, Revenge, Warspite, KGV, y Resolution. North Carolina, Washington, South Dakota, Indiana, Massachusetts, Alabama, y Iowa.
Cruceros; Dauntles, Curlew, Hobart.
Destructores; Cole, Arunta, Batan, Haida, Inconstant, Afridi, Maori, Esperus, Hurricane, Fame, Esk, Electra, y Onslow.
Dragaminas; Cadmus, Circe, Clinton, Fancy, Fierce, Fly, Felicity, Jewel, Lennox, Liberty, Loyalty, Mandate, Moon, Onyx, Cynthia, Fairy, Gazelle, Jasper, Tatoo, Bangor, Blith, Bude, y Seaham.
Fuerzas de invasión;
Divisiones norteamericanas 3, 7, 32, 34, 37, 38, 40, 41, 3ª canadiense, 5ª británica, a los que se sumarían 2 regimientos acorazados con 200 carros de combate .
Destructores; Phillip, Conway, Cony, Converse, Eaton, Abbot, Brain, Boid, y Miller.
Fragatas; Dark, Derk, Exe, Fal, Inver, Hed, Lochy, Nadder, Ness, Tay, Test, y Trent.
Azores;
Task Force 101:
Portaaviones; Independence, Princetown.
Cruceros; Mobile, Atlanta, Boise.
Destructores; McCormick, Bainbridge, Upshur, Delight, Diana, Fraser, Otawa.
Cabo Verde
Task Force 98:
Portaaviones; Bellau Wood, Boghe. 2X22 F6 Hellcat, 8 TBF Avenger.
Cruceros; Cleveland, Montpelier, Denver.
Destructores; O´Bannon, Chevalier, Waller, Strong, Taylor, De Haven.
En rojo las dos divisiones encargadas del desembarco inicial, el resto de fuerzas son reservas.
¿Que zona de Islandia sería el punto del desembarco inicial ?
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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yo creo que aerodromos serian posibles tanto en porto santo como en la promia madeira, austeros eso si. O incluso en las desertas. Despues del dia D los aliados levantaron un aerodromo al dia de media hasta el final de la guerra. O una pista no recuerdo bien. Porque yo creo que una pista para cazas no es lo mismo que una para bombarderos ( esa vendria despues y solo se podria hacer en portosanto eso si)
cuanto encesita un P51 para operar?
sobre el cambio de idea antes dijistes que cabo verde no tenia valor y ahroa te planteas atacar no?
lugar para desembarcar?
que tal la gran bahia que hay al norte de la capital? para el posterior abastecimeitno via muelles o pontones seria lo mas adecuado, y apra la lelgada de refuerzos, y una vez controlado el itsmo de mas al norte, dodne hay posicinada una undidad motorizada? se tendria una porcion de tierra considerable, para asentarse ( teniendo en cuenta que sera una abtallad e desgaste) y esta a unos 700 km de groenlandia con lo que contar con P 51 y demas es posible.
cuanto encesita un P51 para operar?
sobre el cambio de idea antes dijistes que cabo verde no tenia valor y ahroa te planteas atacar no?
lugar para desembarcar?
que tal la gran bahia que hay al norte de la capital? para el posterior abastecimeitno via muelles o pontones seria lo mas adecuado, y apra la lelgada de refuerzos, y una vez controlado el itsmo de mas al norte, dodne hay posicinada una undidad motorizada? se tendria una porcion de tierra considerable, para asentarse ( teniendo en cuenta que sera una abtallad e desgaste) y esta a unos 700 km de groenlandia con lo que contar con P 51 y demas es posible.
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Pero es que no es lo mismo improvisar una pista en un prado de hierba en los llanos del norte de Francia o en las arenas del desierto, que tener que improvisarla entre los bancales de vides de una isla volcánica.
Pues la verdad lo desconozco, pero serían algunos cientos de metros sin duda.
No recuerdo haber dicho eso, ¿Dónde fue? Igual me confundí, no lo sé.
Supongo que te refieres a la bahía de Breidafjördur, es una opción, a mí no me gusta porque la costa es muy quebrada, y por lo tanto las playas son escasas. Hay muchas montañas detrás, de hecho está rodeada de alturas superiores a los 400mts, y la propia bahía está llena de islotes y bajíos que pueden ocasionar muchas pérdidas durante el desembarco y posteriores operaciones de refuerzo. Además en este caso las aguas serían demasiado frías (11°) para vadear como se hizo en Tarawa, y no me refiero a que fuese a congelar a los hombres en cuestión de minutos, sino a todos los problemas que una exposición prolongada a aguas a dicha temperatura supondría…
Una segunda opción es la costa sur de la isla, donde existen más playas que permitirían un fácil desembarco, pero los glaciares del sur, sobre todo el enorme glaciar de Vatnajökull, que ocupa gran parte de la zona sur, son un gran problema. De hecho en esta época (antes de la construcción de la carretera de la costa), incluso los islandeses evitaban si podían esta parte de la isla.
Una tercera es la costa nororiental, las penínsulas de Langanes y Melrakkasletta poseen abundantes playas, dejan bien resguardada la bahía Pistilfjördur, y las elevaciones se encuentran a bastante distancia.
Eso sí, el P-51D de largo alcance no empezó a ser desarrollado hasta verano del 43, y entro en servicio a primeros del 44, así que volar en misiones Groenlandia-Islandia queda excluido. Que no es por na , pero ya me hubiese gustado a mí el ahorrarme tener que preparar semejante flota de invasión...
Pues la verdad lo desconozco, pero serían algunos cientos de metros sin duda.
No recuerdo haber dicho eso, ¿Dónde fue? Igual me confundí, no lo sé.
Supongo que te refieres a la bahía de Breidafjördur, es una opción, a mí no me gusta porque la costa es muy quebrada, y por lo tanto las playas son escasas. Hay muchas montañas detrás, de hecho está rodeada de alturas superiores a los 400mts, y la propia bahía está llena de islotes y bajíos que pueden ocasionar muchas pérdidas durante el desembarco y posteriores operaciones de refuerzo. Además en este caso las aguas serían demasiado frías (11°) para vadear como se hizo en Tarawa, y no me refiero a que fuese a congelar a los hombres en cuestión de minutos, sino a todos los problemas que una exposición prolongada a aguas a dicha temperatura supondría…
Una segunda opción es la costa sur de la isla, donde existen más playas que permitirían un fácil desembarco, pero los glaciares del sur, sobre todo el enorme glaciar de Vatnajökull, que ocupa gran parte de la zona sur, son un gran problema. De hecho en esta época (antes de la construcción de la carretera de la costa), incluso los islandeses evitaban si podían esta parte de la isla.
Una tercera es la costa nororiental, las penínsulas de Langanes y Melrakkasletta poseen abundantes playas, dejan bien resguardada la bahía Pistilfjördur, y las elevaciones se encuentran a bastante distancia.
Eso sí, el P-51D de largo alcance no empezó a ser desarrollado hasta verano del 43, y entro en servicio a primeros del 44, así que volar en misiones Groenlandia-Islandia queda excluido. Que no es por na , pero ya me hubiese gustado a mí el ahorrarme tener que preparar semejante flota de invasión...
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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ISLANDIA III
La impresionante flota de invasión se había reunido en el golfo de San Lorenzo, desde donde partió rumbo a la costa groenlandesa en medio de grandes medidas antisubmarinas que incluían más de 500 aviones de patrulla que operaban desde Canadá y Groenlandia. Afortunadamente, la actividad submarina alemana había disminuido mucho en los últimos meses, cuando a causa de las bajas empezaron a trasladar su zona de operaciones mucho más al sur. No eran estos el único peligro, pues aunque generalmente actuaban desde las Canarias en apoyo de los U-boot, los aviones Fw200 Cóndor realizaban ocasionalmente vuelos de reconocimiento sobre las aguas del atlántico norte desde Islandia. Sin embargo la fortuna les sonrió, y durante 3 días navegaron envueltos en una borrasca que dificultaba las operaciones aéreas y lograron bordear Groenlandia dirigiéndose a su objetivo sin contratiempos.
Mientras la flota de invasión enfilaba sus dos últimos días de recorrido, 200 bombarderos norteamericanos despegaban desde sus bases en Groenlandia para bombardear Islandia. La formación de bombarderos sería localizada por los radares alemanes a 100km de la costa, partiendo inmediatamente a su encuentro los cazas alemanes que despegaron en gran numero. No tardaron en darse los primeros combates entre los Me-110 y los bombarderos, que faltos de una escolta de cazas sufrirían 9 bajas al precio de derribar 2 aviones alemanes y dañar otro que lograría regresar gracias a su segundo motor.
Ahora sin embargo se estaban adentrando en tierra para descargar sus bombas sobre la capital islandesa, siendo recibidos por el fuego antiaéreo de 2 grupos Flak situados en la zona y de las defensas antiaéreas de las baterías costeras que la defendían. En total 6 cañones de 128mm, 23 cañones de 105mm, y 35 de 88mm alemanes, así como 20 cañones de 114mm, y 32 cañones de 94mm ex británicos, que cubrieron el cielo con metralla que destrozo 17 aviones. Pese a todo, los bombarderos lograrían lanzar sus cargas causando serios daños en la ciudad, cuyas casas de madera quedaron arrasadas. Afortunadamente la mayor parte de la población sobreviviría al refugiarse en refugios y sótanos, el aeródromo de la capital sin embargo quedo completamente destruido, al igual que 3 Fw-200 y varios otros aviones que se encontraban en él. Los propios Me-bf110 que poco antes habían combatido con los bombarderos se vieron obligados a aterrizar en Keflavik al haber perdido su base. Las tribulaciones de los bombarderos aun no habían acabado sin embargo, pues poco después se encontraron tratando de virar sobre las montañas islandesas, en las que los alemanes habían apostado varias baterías de 37mm, que dispararon sobre la formación dañando muchos aviones y derribando otros 5 de ellos. Poco después serían los cazas alemanes que estaban acudiendo desde su base en el interior de la isla los que atacarían y lograrían derribar 7 de los aviones rezagados sin sufrir bajas.
Un segundo ataque tendría lugar al día siguiente, en esta ocasión sobre el aeródromo de Keflavik, sin embargo en esta ocasión errarían el objetivo a causa de la niebla y solo unas pocas de las bombas caerían en la base alemana. Ese día 23 de los bombarderos no regresarían a sus bases y otros 14 serían desguazados a causa de los daños, sin embargo los alemanes también habían sufrido 4 bajas, 2 Me-109F, 1 Me-bf110, y un Do-17 destruido en tierra víctima de una de esos escasos aciertos. Ahora sin embargo el comandante alemán, el general Dietl, estaba convencido que algo se avecinaba y puso a todas sus fuerzas en alerta preparando nuevas defensas, pues ese mismo día sus minadores tendieron otras 400 minas marinas, y los destructores de escolta, de escasa capacidad para la lucha naval, se concentraron en los puertos de Reikiavik y Akureyri. Además llegarían desde Escocia 12 cazabombarderos Fw-190F3, y 20 cazas Fw-190A4, además de 600 soldados de refuerzo, y 20tn de equipos transportados en 9 Me 323 Giant. El día 3 de agosto, tercer día de la ofensiva aérea norteamericana, la flota aliada ya estaba llegando a las costas islandesas para lanzar la invasión.
Los alemanes dependerían de un puente aéreo para reforzar a sus fuerzas en Islandia.
Ese día los cazas alemanes partieron al encuentro de los bombarderos aliados como los días anteriores, sin embargo y mientras aun se estaban colocando en posición para atacar a los bombarderos se encontraron con 40 cazas F-6 Hellcat con los que se enfrentaron en un duelo a muerte poco después. Mientras los bombarderos siguieron su camino logrando bombardear Keflavik, que esta vez sí resultaría destruida, aunque al precio de perder 17 bombarderos, que se sumaron a los 16 cazas perdidos frente a los Fw-190A3 y Me-109F alemanes, que por su parte perderían 5 cazas. La presencia de cazas confirmaría las sospechas de Dietl, que inmediatamente ordeno desarmar los destructores de escolta y utilizar su artillería manejada por sus propios artilleros para reforzar los puertos en los que se encontraban. El resto de las tripulaciones formarían mientras tanto varias compañías de infantería naval que serían utilizadas de reserva, mientras sus buques eran preparados para su hundimiento dentro de los puertos con el fin de bloquearlos de ser necesario.
3 horas después los radares alemanes captaron como los buques aliados se acercaban a la costa sur, que fue martilleada duramente por los acorazados. Se trataba de la TF 80, que ahora se estaba encargando de ablandar las defensas alemanas antes del desembarco. Para entonces los combates aéreos se habían generalizado con la continua llegada de bombarderos en picado y cazas aliados procedentes de los portaaviones. Los cazas alemanes libraron duros combates contra los incursores, que atacaban una y otra vez las posiciones de la costa y los puertos de Reikiavik y varias otras ciudades, donde habían hundido ya 9 embarcaciones menores, y dañado un transporte alemán. De igual manera los aeródromos de Reikiavik y Keflavik fueron destruidos por los bombarderos en picado, si bien la Luftwaffe había evacuado la mayor parte de sus aparatos el día anterior. 18 Dauntless serían derribados por los antiaéreos en estas misiones de ataque, mientras los cazas alemanes lograrían derribar otros 7 Dauntless, 8 Avenger, y 19 F-6 Hellcat aun al precio de perder 5 Me-109F y 2 Fw-190 A3.
Los combates aéreos proseguirían durante todo el día sobre los cielos del sur y el oeste de la isla, conforme diferentes oleadas de aviones procedentes de cada una de las TF navales aliadas llegaban a la isla para bombardear sus objetivos o tratar de destruir el tráfico rodado alemán en la isla. Misiones en las que obtuvieron varios éxitos destruyendo casi 30 vehículos y averiando otros muchos aun al coste de perder 16 aviones frente a los antiaéreos alemanes repartidos por la isla. Por el contrario los pilotos de los cazas alemanes se vieron obligados a realizar hasta 5 salidas en ese primer día combatiendo hasta la extenuación, perdiendo 14 cazas y 9 pilotos, de ellos 6 muertos, aunque lograrían derribar 14 bombarderos en picado y 27 cazas.
La llegada de la noche supuso un gran alivio para los agotados pilotos y mecánicos de la Luftwaffe, pues las exigencias de combatir durante casi 20 horas de luz eran demasiado elevadas. Así las escasas 4 horas de oscuridad fueron recibidas con alegría, aun conocedores de cuan corto seria el descanso. Los únicos pilotos descansados eran los de los bombarderos, que aun no habían intervenido en los combates, pues estaban reservándose mientras trataban de localizar los portaaviones aliados. En estos portaaviones la situación era mucho mejor que la de los alemanes, pues habían repuesto rápidamente sus pérdidas gracias al envió de nuevas unidades desde los portaaviones Sangamon y Santee. Mientras los alemanes procedieron al envió desde Escocia de 8 cazas Fw-190 A3, 2 Ar-232, y 6 Ju-52 que transportaban 160 soldados de refuerzo al aeródromo de Vopnafjördur.
Al amanecer del día 4 de agosto las flotas aliadas ya estaban en posición y dispuestas a entablar batalla abriendo fuego poco después, sin embargo la TF 80 se había trasladado hacia la costa norte durante la noche, dejando tras de sí 2 acorazados y varios cruceros y destructores en el sur para bombardear la costa y hacer creer que la invasión tendría lugar en dicha zona. Los acorazados pronto empezaron a machacar sin oposición las playas de la península de Langanes, mientras los bombarderos en picado y cazas cubrían los cielos.
La invasión había comenzado.
La impresionante flota de invasión se había reunido en el golfo de San Lorenzo, desde donde partió rumbo a la costa groenlandesa en medio de grandes medidas antisubmarinas que incluían más de 500 aviones de patrulla que operaban desde Canadá y Groenlandia. Afortunadamente, la actividad submarina alemana había disminuido mucho en los últimos meses, cuando a causa de las bajas empezaron a trasladar su zona de operaciones mucho más al sur. No eran estos el único peligro, pues aunque generalmente actuaban desde las Canarias en apoyo de los U-boot, los aviones Fw200 Cóndor realizaban ocasionalmente vuelos de reconocimiento sobre las aguas del atlántico norte desde Islandia. Sin embargo la fortuna les sonrió, y durante 3 días navegaron envueltos en una borrasca que dificultaba las operaciones aéreas y lograron bordear Groenlandia dirigiéndose a su objetivo sin contratiempos.
Mientras la flota de invasión enfilaba sus dos últimos días de recorrido, 200 bombarderos norteamericanos despegaban desde sus bases en Groenlandia para bombardear Islandia. La formación de bombarderos sería localizada por los radares alemanes a 100km de la costa, partiendo inmediatamente a su encuentro los cazas alemanes que despegaron en gran numero. No tardaron en darse los primeros combates entre los Me-110 y los bombarderos, que faltos de una escolta de cazas sufrirían 9 bajas al precio de derribar 2 aviones alemanes y dañar otro que lograría regresar gracias a su segundo motor.
Ahora sin embargo se estaban adentrando en tierra para descargar sus bombas sobre la capital islandesa, siendo recibidos por el fuego antiaéreo de 2 grupos Flak situados en la zona y de las defensas antiaéreas de las baterías costeras que la defendían. En total 6 cañones de 128mm, 23 cañones de 105mm, y 35 de 88mm alemanes, así como 20 cañones de 114mm, y 32 cañones de 94mm ex británicos, que cubrieron el cielo con metralla que destrozo 17 aviones. Pese a todo, los bombarderos lograrían lanzar sus cargas causando serios daños en la ciudad, cuyas casas de madera quedaron arrasadas. Afortunadamente la mayor parte de la población sobreviviría al refugiarse en refugios y sótanos, el aeródromo de la capital sin embargo quedo completamente destruido, al igual que 3 Fw-200 y varios otros aviones que se encontraban en él. Los propios Me-bf110 que poco antes habían combatido con los bombarderos se vieron obligados a aterrizar en Keflavik al haber perdido su base. Las tribulaciones de los bombarderos aun no habían acabado sin embargo, pues poco después se encontraron tratando de virar sobre las montañas islandesas, en las que los alemanes habían apostado varias baterías de 37mm, que dispararon sobre la formación dañando muchos aviones y derribando otros 5 de ellos. Poco después serían los cazas alemanes que estaban acudiendo desde su base en el interior de la isla los que atacarían y lograrían derribar 7 de los aviones rezagados sin sufrir bajas.
Un segundo ataque tendría lugar al día siguiente, en esta ocasión sobre el aeródromo de Keflavik, sin embargo en esta ocasión errarían el objetivo a causa de la niebla y solo unas pocas de las bombas caerían en la base alemana. Ese día 23 de los bombarderos no regresarían a sus bases y otros 14 serían desguazados a causa de los daños, sin embargo los alemanes también habían sufrido 4 bajas, 2 Me-109F, 1 Me-bf110, y un Do-17 destruido en tierra víctima de una de esos escasos aciertos. Ahora sin embargo el comandante alemán, el general Dietl, estaba convencido que algo se avecinaba y puso a todas sus fuerzas en alerta preparando nuevas defensas, pues ese mismo día sus minadores tendieron otras 400 minas marinas, y los destructores de escolta, de escasa capacidad para la lucha naval, se concentraron en los puertos de Reikiavik y Akureyri. Además llegarían desde Escocia 12 cazabombarderos Fw-190F3, y 20 cazas Fw-190A4, además de 600 soldados de refuerzo, y 20tn de equipos transportados en 9 Me 323 Giant. El día 3 de agosto, tercer día de la ofensiva aérea norteamericana, la flota aliada ya estaba llegando a las costas islandesas para lanzar la invasión.
Los alemanes dependerían de un puente aéreo para reforzar a sus fuerzas en Islandia.
Ese día los cazas alemanes partieron al encuentro de los bombarderos aliados como los días anteriores, sin embargo y mientras aun se estaban colocando en posición para atacar a los bombarderos se encontraron con 40 cazas F-6 Hellcat con los que se enfrentaron en un duelo a muerte poco después. Mientras los bombarderos siguieron su camino logrando bombardear Keflavik, que esta vez sí resultaría destruida, aunque al precio de perder 17 bombarderos, que se sumaron a los 16 cazas perdidos frente a los Fw-190A3 y Me-109F alemanes, que por su parte perderían 5 cazas. La presencia de cazas confirmaría las sospechas de Dietl, que inmediatamente ordeno desarmar los destructores de escolta y utilizar su artillería manejada por sus propios artilleros para reforzar los puertos en los que se encontraban. El resto de las tripulaciones formarían mientras tanto varias compañías de infantería naval que serían utilizadas de reserva, mientras sus buques eran preparados para su hundimiento dentro de los puertos con el fin de bloquearlos de ser necesario.
3 horas después los radares alemanes captaron como los buques aliados se acercaban a la costa sur, que fue martilleada duramente por los acorazados. Se trataba de la TF 80, que ahora se estaba encargando de ablandar las defensas alemanas antes del desembarco. Para entonces los combates aéreos se habían generalizado con la continua llegada de bombarderos en picado y cazas aliados procedentes de los portaaviones. Los cazas alemanes libraron duros combates contra los incursores, que atacaban una y otra vez las posiciones de la costa y los puertos de Reikiavik y varias otras ciudades, donde habían hundido ya 9 embarcaciones menores, y dañado un transporte alemán. De igual manera los aeródromos de Reikiavik y Keflavik fueron destruidos por los bombarderos en picado, si bien la Luftwaffe había evacuado la mayor parte de sus aparatos el día anterior. 18 Dauntless serían derribados por los antiaéreos en estas misiones de ataque, mientras los cazas alemanes lograrían derribar otros 7 Dauntless, 8 Avenger, y 19 F-6 Hellcat aun al precio de perder 5 Me-109F y 2 Fw-190 A3.
Los combates aéreos proseguirían durante todo el día sobre los cielos del sur y el oeste de la isla, conforme diferentes oleadas de aviones procedentes de cada una de las TF navales aliadas llegaban a la isla para bombardear sus objetivos o tratar de destruir el tráfico rodado alemán en la isla. Misiones en las que obtuvieron varios éxitos destruyendo casi 30 vehículos y averiando otros muchos aun al coste de perder 16 aviones frente a los antiaéreos alemanes repartidos por la isla. Por el contrario los pilotos de los cazas alemanes se vieron obligados a realizar hasta 5 salidas en ese primer día combatiendo hasta la extenuación, perdiendo 14 cazas y 9 pilotos, de ellos 6 muertos, aunque lograrían derribar 14 bombarderos en picado y 27 cazas.
La llegada de la noche supuso un gran alivio para los agotados pilotos y mecánicos de la Luftwaffe, pues las exigencias de combatir durante casi 20 horas de luz eran demasiado elevadas. Así las escasas 4 horas de oscuridad fueron recibidas con alegría, aun conocedores de cuan corto seria el descanso. Los únicos pilotos descansados eran los de los bombarderos, que aun no habían intervenido en los combates, pues estaban reservándose mientras trataban de localizar los portaaviones aliados. En estos portaaviones la situación era mucho mejor que la de los alemanes, pues habían repuesto rápidamente sus pérdidas gracias al envió de nuevas unidades desde los portaaviones Sangamon y Santee. Mientras los alemanes procedieron al envió desde Escocia de 8 cazas Fw-190 A3, 2 Ar-232, y 6 Ju-52 que transportaban 160 soldados de refuerzo al aeródromo de Vopnafjördur.
Al amanecer del día 4 de agosto las flotas aliadas ya estaban en posición y dispuestas a entablar batalla abriendo fuego poco después, sin embargo la TF 80 se había trasladado hacia la costa norte durante la noche, dejando tras de sí 2 acorazados y varios cruceros y destructores en el sur para bombardear la costa y hacer creer que la invasión tendría lugar en dicha zona. Los acorazados pronto empezaron a machacar sin oposición las playas de la península de Langanes, mientras los bombarderos en picado y cazas cubrían los cielos.
La invasión había comenzado.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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ISLANDIA IV
El día 4 estaba empezando con un nuevo ataque de los bombarderos norteamericanos basados en Groenlandia, que en esta ocasión bombardearon la capital por tercera vez, mientras un segundo grupo bombardeaba las montañas de Breidafjördur. En estos combates que atrajeron a la mayor parte de los cazas alemanes, 21 bombarderos serían derribados perdiendo los alemanes 3 cazas. Mientras el resto de unidades de la Luftwaffe había partido hacia la costa sur de la isla atraída por lo que creían sería el punto de desembarco de los aliados.
Pronto los cazas Fw-190A4 se enfrentaban a los F6 Hellcat en un infructuoso intento de abrir paso a los He-111H6 torpederos del KG40, que perderían 6 de sus aviones y 3 cazas, ante los cazas y la defensa antiaérea de la escuadra sin lograr ningún blanco. La defensa aliada estaba funcionando bien, sin embargo no estaban preparados para la nueva arma en poder de los alemanes. Junto a los torpederos alemanes habían viajado 12 Do-217 del KG26, volando a 6.000mts, estos aviones que serían identificados por los buques aliados como bombarderos no serían interceptados por los cazas, que habían identificado a los torpederos como la mayor amenaza. Gracias a esto los Do-217 lograrían acercarse a 5.000mts de la escuadra antes de lanzar sus cargas, las bombas radioguiadas Ruhrstahl SD 1400 X, que pronto serían conocidas por los aliados como Fritz X. Estas bombas antiblindaje dirigidas desde sus propios aviones tras el lanzamiento, buscaron a los grandes acorazados logrando impactar en el Indiana para asombro de los marineros, que vieron como unas bombas arrojadas a varios miles de metros de la vertical de su nave se abalanzaban sobre ellos. Este acorazado sufrió graves daños, sin embargo continuo navegando sin mayores problemas, no ocurriría así con el North Carolina.
A bordo del North Carolina contemplaron con asombro como 3 de las bombas arrojadas por los alemanes impactaban en las cercanías de su compañero, cuando se vieron forzados a ejecutar violentas maniobras para tratar de evadir las que les acosaban a ellos. Lograrían esquivar las dos primeras, sin embargo la suerte las abandonaría con la tercera que tras atravesar la nave por el centro exploto en su quilla, abriendo una brecha por la que entraron 2.000tn de agua y averiando 4 calderas. Con su velocidad reducida a solo 6 nudos el acorazado estaba ahora inerme sobre el agua, por lo que la siguiente bomba lo alcanzo con facilidad cerca de la santabárbara, provocando una explosión por simpatía que acabaría con el acorazado en el que perecieron 1.234 marineros.
En su cuartel general en Laugarvatn el general Dietl por fin se estaba haciendo una composición de las intenciones del enemigo. Sin duda los ataques aéreos sobre las bases de la costa occidental y el bombardeo naval de la costa meridional de la isla habían sido maniobras para desviar la atención del verdadero objetivo aliado, la península de Langanes. Allí la artillería de los acorazados y cruceros había pulverizado las alambradas y minas tendidas en los años anteriores por los alemanes, aunque gracias a las trincheras reforzadas por hormigón sus defensores habían sufrido pocas bajas. Sin embargo era dudoso que pudiesen aguantar ante el poder de las fuerzas enemigas, más aun por cuanto el contraataque de la Luftwaffe había tenido lugar en el punto equivocado pese a lo cual había cosechado un gran éxito hundiendo un acorazado y dañando otro.
En Langanes cuando los dragaminas finalizaron su labor, aun sufriendo la pérdida del Cadmus y el Onix, hundidos en choques con sendas minas. Las barcazas y los anfibios ligeros norteamericanos se acercaron casi sin contratiempos a las playas, solo importunados por el fuego de 3 baterías de artillería alemanas y numerosos morteros que lograron destruir varias de ellas antes de su llegada a las playas. Sin embargo poco después los infantes norteamericanos ponían sus pies en tierra y se lanzaban hacia delante en un intento de salir de las playas de arena volcánica, pequeñas piedras de cortante piroclasto que saltaban en el aire con cada explosión causando multitud de heridas. Pronto los combates se generalizaron en toda la península mientras los infantes norteamericanos trataban de romper las líneas alemanas desde las que partía un feroz fuego de morteros y ametralladoras, logrando ocupar Saudanes poco después de las 15:30 horas. Sobre ellos mientras tanto se desataron nuevos combates aéreos mientras los 13 cazabombarderos Me bf-110C, y 12 Fw-190F3 alemanes atacaban las cabezas de playa cubiertos por cazas Fw-190A3 y 4.
Más al sur las cosas no estaban resultando tan sencillas, las fuertes corrientes desviaron las barcazas del primer regimiento de la7ª división norteamericana que desembarco a 2km de su objetivo en las playas de Thorshofn. Allí las defensas alemanas habían sido reforzadas por 4 panzerstellung con torres de los panzer 38T desactivados el año anterior, que lograrían detener en las playas causando graves bajas a los infantes norteamericanos, hasta la caída de la noche, cuando con la ayuda de 3 Sherman llegados con la tercera oleada lograrían destruir las posiciones alemanas adentrándose en la península. Esa noche, 9 S-boat alemanas que habían partido de Akureyri lanzaron un fulminante ataque sobre las barcazas norteamericanas en las cercanías de la bahía de Thistilfjördur, donde lograrían torpedear un buque de desembarco y hundir 11 barcazas sin sufrir daños propios, aunque descubiertos con el amanecer serían atacados por aviones que hundieron 3 de ellas y dañaron otras 2, lamentando la pérdida de 2 aviones y daños en otros 7. Los ataques de las S-boat se repetirían en días sucesivos hundiendo otras 23 lanchas y 3 buques de desembarco y 5 transportes de material. Estos ataques obligarían a los americanos a lanzar una serie de ataques sobre la base de Akureyri para neutralizarlas, cosa que lograrían finalmente el 16 de agosto al hundir la última de las lanchas. Sin embargo el coste fue muy elevado al perder 23 F6 Hellcat, 45 Dauntless y 31 Avenger ante la poderosa defensa antiaérea de la zona que, alertada por los radares recibía cada uno de los ataques con una lluvia de fuego.
Los misiles guiados alemanes supusieron un grave problema para los buques aliados que sufrieron fuertes bajas.
Las bajas aliadas ascendían a 2.456 muertos y heridos en el primer día de combates, a los que se sumaban las bajas del South Carolina, y 1.400 hombres en las barcazas, y las pérdidas de 47 F6 Hellcat, 31 Dauntless, y 26 Avenger, muchos de ellos ante la AA. Mientras los alemanes habían perdido 23 de sus cazas y 14 bombarderos solo ese primer día, a los que se sumaban 600 hombres en la península de Langanes. El desembarco sin embargo se había consolidado, mientras el segundo kampfgruppe de la 169 se trasladaba desde Akureyri al Delttifoss, donde se reunirían con el primer kampfgruppe de su división y un regimiento de campaña de la Luftwaffe que lentamente cederían terreno en días posteriores hasta ocupar una línea estable en las montañas Grimssthadir y el río Fjöllum. Por su parte los aliados trataban de desembarcar nuevas unidades y materiales pesados en Langanes, donde aun se registraban nuevos combates con fuerzas alemanas que habían quedado rezagadas.
El día 5 un nuevo ataque de los bombarderos norteamericanos sobre Reikiavik se tradujo en la pérdida de 14 bombarderos ante la Flak y en daños a otros 23 aviones, aunque por primera vez los cazas alemanes no acudieron a la batalla por estar requeridos por los combates en torno a Langanes. Nuevos ataques de los bombarderos en días sucesivos se saldaron con la perdida de una media de30 aparatos al día, situación que no cambiaría hasta el día 14 de agosto, cuando un equipo de comandos británicos desembarcados la noche anterior desde un submarino en Hornbjarg, lograrían inutilizar el radar alemán situado a más de 800mts en Gláma. Gracias a la perdida de este radar las bajas de los bombarderos estratégicos se redujeron durante varios días bombardeando eficazmente las bases alemanas en la zona occidental de la isla. Sin embargo a finales de mes el radar volvía a estar operativo y las bajas aumentaron de nuevo.
Mientras la aviación naval se enfrasco en una serie de ataques sobre los aeródromos alemanes de Akureyri y Vopnafjödur, que sin embargo fracasaron con grandes pérdidas. En el primer ataque efectuado por bombarderos en picado sobre el aeródromo de Akureyri, los atacantes fueron detectados a 80km de la costa siendo recibidos por la antiaérea, por lo que fracaso lamentándose la pérdida de 21 de los 25 aviones empleados al ser víctimas de los antiaéreos situados en las alturas que se elevaban cientos de metros sobre el nivel del aeródromo. Otro ataque sobre el aeródromo de Vopnafjördur tendría igual suerte lamentándose la pérdida de 14 de los 25 aviones empleados. La artillería antiaérea situada en las alturas que dominaban la isla se estaba convirtiendo en un adversario formidable, sobre todo ante los ataques de los bombarderos en picado que trataban de atacar objetivos en los valles.
Los aviones alemanes por su parte se concentraron en la cabeza de playa aliada, que sería atacada numerosas veces a lo largo del día, tanto por parte de los bombarderos He-111, como de los cazabombarderos Me bf 110 y Fw-190F3, que lograron varios éxitos en sus ataques a baja altura ante la falta de antiaéreos en las playas. Sobre ellos los combates entre los cazas continuaban con diferente fortuna, mientras los Do-217 aparecían repetidas veces para atacar a las naves aliadas, en esta ocasión mediante el lanzamiento de misiles Henshel 293, que lanzados sobre la vertical de las líneas alemanas en tierra, atacaron los buques aliados en la zona de desembarco. Allí en los días siguientes serían hundidos los destructores Cole, Batan y Maori, las fragatas Exe y Tay, además de varios transportes y naves de desembarco y dañado el destructor Converse y otras naves. Sin embargo el mayor éxito lo conseguirían por medio de las Fritz X, logrando 4 impactos sobre el acorazado británico Warspite el día 9 de agosto, mientras este apoyaba a las fuerzas de tierra, y hundiendo los cruceros Dauntless, Cairo y Hobart entre el 6 y el 21 de agosto.
Afortunadamente para finales de agosto los norteamericanos empezaban a disponer de contramedidas efectivas que reducían la precisión de los ataques germanos.
El día 4 estaba empezando con un nuevo ataque de los bombarderos norteamericanos basados en Groenlandia, que en esta ocasión bombardearon la capital por tercera vez, mientras un segundo grupo bombardeaba las montañas de Breidafjördur. En estos combates que atrajeron a la mayor parte de los cazas alemanes, 21 bombarderos serían derribados perdiendo los alemanes 3 cazas. Mientras el resto de unidades de la Luftwaffe había partido hacia la costa sur de la isla atraída por lo que creían sería el punto de desembarco de los aliados.
Pronto los cazas Fw-190A4 se enfrentaban a los F6 Hellcat en un infructuoso intento de abrir paso a los He-111H6 torpederos del KG40, que perderían 6 de sus aviones y 3 cazas, ante los cazas y la defensa antiaérea de la escuadra sin lograr ningún blanco. La defensa aliada estaba funcionando bien, sin embargo no estaban preparados para la nueva arma en poder de los alemanes. Junto a los torpederos alemanes habían viajado 12 Do-217 del KG26, volando a 6.000mts, estos aviones que serían identificados por los buques aliados como bombarderos no serían interceptados por los cazas, que habían identificado a los torpederos como la mayor amenaza. Gracias a esto los Do-217 lograrían acercarse a 5.000mts de la escuadra antes de lanzar sus cargas, las bombas radioguiadas Ruhrstahl SD 1400 X, que pronto serían conocidas por los aliados como Fritz X. Estas bombas antiblindaje dirigidas desde sus propios aviones tras el lanzamiento, buscaron a los grandes acorazados logrando impactar en el Indiana para asombro de los marineros, que vieron como unas bombas arrojadas a varios miles de metros de la vertical de su nave se abalanzaban sobre ellos. Este acorazado sufrió graves daños, sin embargo continuo navegando sin mayores problemas, no ocurriría así con el North Carolina.
A bordo del North Carolina contemplaron con asombro como 3 de las bombas arrojadas por los alemanes impactaban en las cercanías de su compañero, cuando se vieron forzados a ejecutar violentas maniobras para tratar de evadir las que les acosaban a ellos. Lograrían esquivar las dos primeras, sin embargo la suerte las abandonaría con la tercera que tras atravesar la nave por el centro exploto en su quilla, abriendo una brecha por la que entraron 2.000tn de agua y averiando 4 calderas. Con su velocidad reducida a solo 6 nudos el acorazado estaba ahora inerme sobre el agua, por lo que la siguiente bomba lo alcanzo con facilidad cerca de la santabárbara, provocando una explosión por simpatía que acabaría con el acorazado en el que perecieron 1.234 marineros.
En su cuartel general en Laugarvatn el general Dietl por fin se estaba haciendo una composición de las intenciones del enemigo. Sin duda los ataques aéreos sobre las bases de la costa occidental y el bombardeo naval de la costa meridional de la isla habían sido maniobras para desviar la atención del verdadero objetivo aliado, la península de Langanes. Allí la artillería de los acorazados y cruceros había pulverizado las alambradas y minas tendidas en los años anteriores por los alemanes, aunque gracias a las trincheras reforzadas por hormigón sus defensores habían sufrido pocas bajas. Sin embargo era dudoso que pudiesen aguantar ante el poder de las fuerzas enemigas, más aun por cuanto el contraataque de la Luftwaffe había tenido lugar en el punto equivocado pese a lo cual había cosechado un gran éxito hundiendo un acorazado y dañando otro.
En Langanes cuando los dragaminas finalizaron su labor, aun sufriendo la pérdida del Cadmus y el Onix, hundidos en choques con sendas minas. Las barcazas y los anfibios ligeros norteamericanos se acercaron casi sin contratiempos a las playas, solo importunados por el fuego de 3 baterías de artillería alemanas y numerosos morteros que lograron destruir varias de ellas antes de su llegada a las playas. Sin embargo poco después los infantes norteamericanos ponían sus pies en tierra y se lanzaban hacia delante en un intento de salir de las playas de arena volcánica, pequeñas piedras de cortante piroclasto que saltaban en el aire con cada explosión causando multitud de heridas. Pronto los combates se generalizaron en toda la península mientras los infantes norteamericanos trataban de romper las líneas alemanas desde las que partía un feroz fuego de morteros y ametralladoras, logrando ocupar Saudanes poco después de las 15:30 horas. Sobre ellos mientras tanto se desataron nuevos combates aéreos mientras los 13 cazabombarderos Me bf-110C, y 12 Fw-190F3 alemanes atacaban las cabezas de playa cubiertos por cazas Fw-190A3 y 4.
Más al sur las cosas no estaban resultando tan sencillas, las fuertes corrientes desviaron las barcazas del primer regimiento de la7ª división norteamericana que desembarco a 2km de su objetivo en las playas de Thorshofn. Allí las defensas alemanas habían sido reforzadas por 4 panzerstellung con torres de los panzer 38T desactivados el año anterior, que lograrían detener en las playas causando graves bajas a los infantes norteamericanos, hasta la caída de la noche, cuando con la ayuda de 3 Sherman llegados con la tercera oleada lograrían destruir las posiciones alemanas adentrándose en la península. Esa noche, 9 S-boat alemanas que habían partido de Akureyri lanzaron un fulminante ataque sobre las barcazas norteamericanas en las cercanías de la bahía de Thistilfjördur, donde lograrían torpedear un buque de desembarco y hundir 11 barcazas sin sufrir daños propios, aunque descubiertos con el amanecer serían atacados por aviones que hundieron 3 de ellas y dañaron otras 2, lamentando la pérdida de 2 aviones y daños en otros 7. Los ataques de las S-boat se repetirían en días sucesivos hundiendo otras 23 lanchas y 3 buques de desembarco y 5 transportes de material. Estos ataques obligarían a los americanos a lanzar una serie de ataques sobre la base de Akureyri para neutralizarlas, cosa que lograrían finalmente el 16 de agosto al hundir la última de las lanchas. Sin embargo el coste fue muy elevado al perder 23 F6 Hellcat, 45 Dauntless y 31 Avenger ante la poderosa defensa antiaérea de la zona que, alertada por los radares recibía cada uno de los ataques con una lluvia de fuego.
Los misiles guiados alemanes supusieron un grave problema para los buques aliados que sufrieron fuertes bajas.
Las bajas aliadas ascendían a 2.456 muertos y heridos en el primer día de combates, a los que se sumaban las bajas del South Carolina, y 1.400 hombres en las barcazas, y las pérdidas de 47 F6 Hellcat, 31 Dauntless, y 26 Avenger, muchos de ellos ante la AA. Mientras los alemanes habían perdido 23 de sus cazas y 14 bombarderos solo ese primer día, a los que se sumaban 600 hombres en la península de Langanes. El desembarco sin embargo se había consolidado, mientras el segundo kampfgruppe de la 169 se trasladaba desde Akureyri al Delttifoss, donde se reunirían con el primer kampfgruppe de su división y un regimiento de campaña de la Luftwaffe que lentamente cederían terreno en días posteriores hasta ocupar una línea estable en las montañas Grimssthadir y el río Fjöllum. Por su parte los aliados trataban de desembarcar nuevas unidades y materiales pesados en Langanes, donde aun se registraban nuevos combates con fuerzas alemanas que habían quedado rezagadas.
El día 5 un nuevo ataque de los bombarderos norteamericanos sobre Reikiavik se tradujo en la pérdida de 14 bombarderos ante la Flak y en daños a otros 23 aviones, aunque por primera vez los cazas alemanes no acudieron a la batalla por estar requeridos por los combates en torno a Langanes. Nuevos ataques de los bombarderos en días sucesivos se saldaron con la perdida de una media de30 aparatos al día, situación que no cambiaría hasta el día 14 de agosto, cuando un equipo de comandos británicos desembarcados la noche anterior desde un submarino en Hornbjarg, lograrían inutilizar el radar alemán situado a más de 800mts en Gláma. Gracias a la perdida de este radar las bajas de los bombarderos estratégicos se redujeron durante varios días bombardeando eficazmente las bases alemanas en la zona occidental de la isla. Sin embargo a finales de mes el radar volvía a estar operativo y las bajas aumentaron de nuevo.
Mientras la aviación naval se enfrasco en una serie de ataques sobre los aeródromos alemanes de Akureyri y Vopnafjödur, que sin embargo fracasaron con grandes pérdidas. En el primer ataque efectuado por bombarderos en picado sobre el aeródromo de Akureyri, los atacantes fueron detectados a 80km de la costa siendo recibidos por la antiaérea, por lo que fracaso lamentándose la pérdida de 21 de los 25 aviones empleados al ser víctimas de los antiaéreos situados en las alturas que se elevaban cientos de metros sobre el nivel del aeródromo. Otro ataque sobre el aeródromo de Vopnafjördur tendría igual suerte lamentándose la pérdida de 14 de los 25 aviones empleados. La artillería antiaérea situada en las alturas que dominaban la isla se estaba convirtiendo en un adversario formidable, sobre todo ante los ataques de los bombarderos en picado que trataban de atacar objetivos en los valles.
Los aviones alemanes por su parte se concentraron en la cabeza de playa aliada, que sería atacada numerosas veces a lo largo del día, tanto por parte de los bombarderos He-111, como de los cazabombarderos Me bf 110 y Fw-190F3, que lograron varios éxitos en sus ataques a baja altura ante la falta de antiaéreos en las playas. Sobre ellos los combates entre los cazas continuaban con diferente fortuna, mientras los Do-217 aparecían repetidas veces para atacar a las naves aliadas, en esta ocasión mediante el lanzamiento de misiles Henshel 293, que lanzados sobre la vertical de las líneas alemanas en tierra, atacaron los buques aliados en la zona de desembarco. Allí en los días siguientes serían hundidos los destructores Cole, Batan y Maori, las fragatas Exe y Tay, además de varios transportes y naves de desembarco y dañado el destructor Converse y otras naves. Sin embargo el mayor éxito lo conseguirían por medio de las Fritz X, logrando 4 impactos sobre el acorazado británico Warspite el día 9 de agosto, mientras este apoyaba a las fuerzas de tierra, y hundiendo los cruceros Dauntless, Cairo y Hobart entre el 6 y el 21 de agosto.
Afortunadamente para finales de agosto los norteamericanos empezaban a disponer de contramedidas efectivas que reducían la precisión de los ataques germanos.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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ISLANDIA V
Desde la llegada de las fuerzas de invasión los marinos aliados habían vivido al borde de la paranoia viendo submarinos alemanes en todas partes, y durante semanas los contactos fantasma se habían sucedido sin tregua. No sería sin embargo hasta el 26 de agosto cuando dos destructores localizaron al U-535, atacándolo y hundiéndolo a 56km al noroeste de Vopnafjördur. Este era el primer U-boot que trataba de llegar a la zona de operaciones, que hasta ese momento había sido rehuida porque las excesivas horas de luz dificultaban enormemente las operaciones. A partir de ese momento sin embargo la llegada de nuevos U-boot a la zona sería constante, desatándose feroces luchas entre estos, que contaban con la ayuda de la Luftwaffe y los escoltas aliados. Prueba de la ferocidad de estos combates sería la pérdida de 7 U-boot alemanes, y 1 crucero, 2 destructores y 9 motonaves aliadas durante las dos primeras semanas de septiembre. En tierra los combates prosiguieron si tregua logrando la infantería norteamericana avanzar lentamente hacia el interior, sin embargo el día 16 de agosto sus fuerzas alcanzaron las montañas Grimsstathir, quedando atrapadas en las zonas bajas imposibilitadas de avanzar. Para entonces ya habían desembarcado 25.000 hombres que se enfrentaban a 15.000 alemanes de los grupos de combate I y II de la 169 división situados al oeste y al sur de Langanes, y a un regimiento de campaña de la Luftwaffe situado al sureste. Mientras un batallón de refuerzo transportado el día 4 de agosto por vía aérea, y el batallón panzer protegían el llano que conectaba estas montañas con las baterías de artillería que guarnecían el acceso a la bahía de Vopnafjördur. Allí las fuerzas norteamericanas se detuvieron tras fracasar varios intentos de romper las líneas alemanas situadas en posiciones ventajosas en las colinas.
En Langanes los ingenieros norteamericanos aceleraron los trabajos para construir diques artificiales que facilitasen la descarga de materiales y tropas. Para ello solo durante los primeros 6 días hundirían 8 transportes de tropas, y 11 mercantes dañados por los ataques de la Luftwaffe para crear rompeolas artificiales, posteriormente y a medida que los ataques de la Luftwaffe dañaba nuevas unidades con sus misiles y torpedos, nuevas unidades se unirían a las primeras creando grandes escolleras en la zona. Mientras en tierra construyeron un aeródromo provisional en Thorshöfn, donde pronto aterrizarían los primeros aviones de la USAAF, aunque durante los primeros días varios ataques alemanes lograrían destruir en tierra 37 P-51, y 21 P-47. Finalmente cuando el aeródromo empezó a operar con cierta normalidad, gracias a la llegada de varías baterías antiaéreas que lo protegían, las flotas aliadas empezaron a retirarse de unas aguas que ya empezaban a ser peligrosas por la llegada de los U-boot alemanes. También sería importante la llegada de las divisiones 32 y 34 norteamericanas, sin embargo la calidad de las tropas destinadas a la infantería norteamericana y el escaso número de fuerzas destinadas a labores de combate suponían un hándicap que permitía a los alemanes defender sus posiciones con menor número de fuerzas. Sin embargo los mayores problemas aliados eran los ataques aéreos sobre las playas y el aeródromo, que aparecían desde detrás de las montañas sin dar oportunidad a las defensas aliadas a reaccionar, inutilizando así los radares de sus buques, y la posición de la artillería alemana que desde las montañas islandesas batía con su fuego a las fuerzas aliadas, que tan solo en las penínsulas de Langanes y Melrakkasletta permanecían a salvo.
Las fuerzas germanas por su parte habían continuado reforzándose por medio de un frágil puente aéreo muy expuesto a los ataques de las fuerzas aéreas aliadas, que lograrían una gran victoria el 14 de agosto al derribar 5 Ar-232 y 4 Ju-52 sobre el Atlántico. No sería hasta el 23 de agosto cuando llegaron a Akureiry, que se estaba convirtiendo en el principal aeródromo alemán en la isla, 46 Fw-190A5, que tras despegar desde el portaaviones Graff Zeppelin que escoltado por varias naves de escolta se destaco desde la costa Noruega hasta 600km de la costa islandesa. Junto a ellos en la última parte del viaje llegarían 14 He-111 y 9 Do-217 enviados desde Noruega. Gracias a ello y a los 1.400 hombres llegados por medio del puente aéreo las fuerzas alemanas no solo no habían disminuido su poder, sino que lo habían acrecentado. Así las fuerzas de la Luftwaffe ascendían a 21 Me-109F/H, 15 Me-109G6, 23 Fw-190A3, 14 Fw-190A4, 46 Fw-190A5, con un total de 119 cazas. Mientras las fuerzas de ataque ascendían a 25 Fw-190F3, 9 Me bf-110C/D, 14 Do-217, y 31 He-111H6.
Los ataques aliados para ampliar su cabeza de playa tendrían distintos resultados.
El 20 de agosto los ataques norteamericanos se reanudaron en un intento de romper las líneas alemanas en la costa oriental y tomar así el puerto y aeródromo de Vopnafjödur. Los combates se alargaron durante todo el día por medio de sucesivos asaltos norteamericanos, que se estrellaron una y otra vez en la decidida defensa alemana, que conto en varias ocasiones con el apoyo de los panzer III y IV. Estos carros fueron decisivos ocasionando fuertes bajas entre la infantería y destruyendo 15 Sherman, sobre todo gracias a la acción conjunta con artillería, antitanques e infantería. En los cielos mientras tanto los Dauntless y Avenger bombardearon repetidas veces las posiciones alemanas, desde las que se defendieron con dureza agracias a una batería de 88mm, y a varias piezas de 37 y 20mm, siendo especialmente efectiva una batería de Flak vierling 30/38 de 20mm, que con su sistema cuadrule de cañones lograría derribar 7 aviones y dañar otros 4. Los cazas alemanes sin embargo solo aparecieron esporádicamente enfrentándose a los F6 Hellcat en inferioridad numerica. Por primera vez desde que había tenido lugar el desembarco las fuerzas alemanas lograrían mantener el envite, fundamentalmente gracias a que la flota aliada no lograría apoyar los avances con la artillería naval por la presencia de las baterías costeras alemanas. Estas baterías habían mantenido un duro duelo contra los acorazados Iowa, y Alabama, y aunque habían recibido numerosos impactos se impusieron en el duelo gracias a la resistencia de su blindaje de hormigón, dañando levemente a ambos acorazados.
Los combates continuarían otros dos días sin lograr nuevos avances, finalmente las fuerzas norteamericanas se detuvieron para reorganizarse mientras se desataban nuevos combates en el extremo norte de la defensa alemana. Esa misma tarde lograrían sobrepasar el río en las cercanías de Asyrgi, avanzando varios kilómetros pese a las bajas que les causaría una batería de nebelwerfer que cubrió la retirada de la infantería. Los avances finalizarían al día siguiente, cuando se verían frenados por las fuerzas alemanas al pie de las colinas situadas al este de Husavik, población que no sería tomada hasta el 29. Ahora sin embargo las defensas alemanas descansaban en amplias zonas montañosas que discurrían desde las estribaciones orientales del fiordo de Eyjaf hasta Vopnafjödur, y poseían además una importante posición avanzada en Gaesafjöll. En estas montañas la calidad de las fuerzas alemanas, especialmente adaptadas a la lucha en montaña, se rebelarían decisivas, rechazando uno tras otro todos los ataques aliados.
La batalla en los cielos proseguiría sin una clara ventaja, pues aunque los aliados contaban con una gran superioridad numérica, los alemanes poseían una nada desdeñable ventaja cualitativa frente a los aviones navales, y la ventaja añadida que les proporcionaban sus radares y los antiaéreos que rodeaban la cabeza de playa enemiga. Mientras los aliados se estaban viendo obligados a mantener sus buques dotados de radar lejos de las costas para evitar los ataques de torpederos y misiles alemanes, y sus ataques a los radares se habían saldado en fracasos pese a que ocasionalmente lograrían dejarlos temporalmente fuera de servicio. Las bajas entre los aviones aliados, principalmente entre los bombarderos en picado y aviones de ataque como los P-47 crecerían de forma alarmante perdiendo numerosos aviones en sus ataques a las colinas, desde las que en muchas ocasiones divisaban a los aviones en el propio momento del despegue. Las bajas aliadas en el primer mes de combates ascendían a 30.000 soldados, incluyendo a 20.000 hombres afectados por fatiga de combate directamente relacionada con las extremas condiciones lumínicas de la zona. Los alemanes por el contrario habían sufrido 5.000 bajas entre muertos y heridos, viéndose mucho menos afectados por el estrés gracias a los refugios en los que descansaban.
Nuevos combates tendrían lugar entre el 18 y el 26 de septiembre, cuando las divisiones 3ª; 7ª, 32ª, 37ª norteamericanas, y las recién llegadas 3ª canadiense y 5ª británica lanzasen una serie de ataques destinados a agrandar la cabeza de playa y alejar las posiciones alemanas de la zona central dominada por los aliado en las montañas Grimstathir, donde pese a las derrotas iniciales el peso numérico aliado iría decantando lentamente la balanza obligando a los alemanes a retroceder, estableciendo una segunda línea más al sur. Pronto acudirían en su ayuda el último de los kampfgruppe de la 169 y el tercer kampfgruppe de la SS Nord, aumentando así las fuerzas establecidas alrededor de la cabeza de playa a 30.000 hombres. El resto de la isla sería protegido mientras tanto por 2 kampfgruppe de la SS Nord, 2 regimientos de campaña de la Luftwaffe, y 2 regimientos de fusileros navales, algunos de los cuales actuaban también como reserva en las cercanías de Akueyri y Vopnafjördur.
Con ambas fuerzas agotadas por los combates habia llegado el el momento de descansar y prepararse para nuevos combates.
Desde la llegada de las fuerzas de invasión los marinos aliados habían vivido al borde de la paranoia viendo submarinos alemanes en todas partes, y durante semanas los contactos fantasma se habían sucedido sin tregua. No sería sin embargo hasta el 26 de agosto cuando dos destructores localizaron al U-535, atacándolo y hundiéndolo a 56km al noroeste de Vopnafjördur. Este era el primer U-boot que trataba de llegar a la zona de operaciones, que hasta ese momento había sido rehuida porque las excesivas horas de luz dificultaban enormemente las operaciones. A partir de ese momento sin embargo la llegada de nuevos U-boot a la zona sería constante, desatándose feroces luchas entre estos, que contaban con la ayuda de la Luftwaffe y los escoltas aliados. Prueba de la ferocidad de estos combates sería la pérdida de 7 U-boot alemanes, y 1 crucero, 2 destructores y 9 motonaves aliadas durante las dos primeras semanas de septiembre. En tierra los combates prosiguieron si tregua logrando la infantería norteamericana avanzar lentamente hacia el interior, sin embargo el día 16 de agosto sus fuerzas alcanzaron las montañas Grimsstathir, quedando atrapadas en las zonas bajas imposibilitadas de avanzar. Para entonces ya habían desembarcado 25.000 hombres que se enfrentaban a 15.000 alemanes de los grupos de combate I y II de la 169 división situados al oeste y al sur de Langanes, y a un regimiento de campaña de la Luftwaffe situado al sureste. Mientras un batallón de refuerzo transportado el día 4 de agosto por vía aérea, y el batallón panzer protegían el llano que conectaba estas montañas con las baterías de artillería que guarnecían el acceso a la bahía de Vopnafjördur. Allí las fuerzas norteamericanas se detuvieron tras fracasar varios intentos de romper las líneas alemanas situadas en posiciones ventajosas en las colinas.
En Langanes los ingenieros norteamericanos aceleraron los trabajos para construir diques artificiales que facilitasen la descarga de materiales y tropas. Para ello solo durante los primeros 6 días hundirían 8 transportes de tropas, y 11 mercantes dañados por los ataques de la Luftwaffe para crear rompeolas artificiales, posteriormente y a medida que los ataques de la Luftwaffe dañaba nuevas unidades con sus misiles y torpedos, nuevas unidades se unirían a las primeras creando grandes escolleras en la zona. Mientras en tierra construyeron un aeródromo provisional en Thorshöfn, donde pronto aterrizarían los primeros aviones de la USAAF, aunque durante los primeros días varios ataques alemanes lograrían destruir en tierra 37 P-51, y 21 P-47. Finalmente cuando el aeródromo empezó a operar con cierta normalidad, gracias a la llegada de varías baterías antiaéreas que lo protegían, las flotas aliadas empezaron a retirarse de unas aguas que ya empezaban a ser peligrosas por la llegada de los U-boot alemanes. También sería importante la llegada de las divisiones 32 y 34 norteamericanas, sin embargo la calidad de las tropas destinadas a la infantería norteamericana y el escaso número de fuerzas destinadas a labores de combate suponían un hándicap que permitía a los alemanes defender sus posiciones con menor número de fuerzas. Sin embargo los mayores problemas aliados eran los ataques aéreos sobre las playas y el aeródromo, que aparecían desde detrás de las montañas sin dar oportunidad a las defensas aliadas a reaccionar, inutilizando así los radares de sus buques, y la posición de la artillería alemana que desde las montañas islandesas batía con su fuego a las fuerzas aliadas, que tan solo en las penínsulas de Langanes y Melrakkasletta permanecían a salvo.
Las fuerzas germanas por su parte habían continuado reforzándose por medio de un frágil puente aéreo muy expuesto a los ataques de las fuerzas aéreas aliadas, que lograrían una gran victoria el 14 de agosto al derribar 5 Ar-232 y 4 Ju-52 sobre el Atlántico. No sería hasta el 23 de agosto cuando llegaron a Akureiry, que se estaba convirtiendo en el principal aeródromo alemán en la isla, 46 Fw-190A5, que tras despegar desde el portaaviones Graff Zeppelin que escoltado por varias naves de escolta se destaco desde la costa Noruega hasta 600km de la costa islandesa. Junto a ellos en la última parte del viaje llegarían 14 He-111 y 9 Do-217 enviados desde Noruega. Gracias a ello y a los 1.400 hombres llegados por medio del puente aéreo las fuerzas alemanas no solo no habían disminuido su poder, sino que lo habían acrecentado. Así las fuerzas de la Luftwaffe ascendían a 21 Me-109F/H, 15 Me-109G6, 23 Fw-190A3, 14 Fw-190A4, 46 Fw-190A5, con un total de 119 cazas. Mientras las fuerzas de ataque ascendían a 25 Fw-190F3, 9 Me bf-110C/D, 14 Do-217, y 31 He-111H6.
Los ataques aliados para ampliar su cabeza de playa tendrían distintos resultados.
El 20 de agosto los ataques norteamericanos se reanudaron en un intento de romper las líneas alemanas en la costa oriental y tomar así el puerto y aeródromo de Vopnafjödur. Los combates se alargaron durante todo el día por medio de sucesivos asaltos norteamericanos, que se estrellaron una y otra vez en la decidida defensa alemana, que conto en varias ocasiones con el apoyo de los panzer III y IV. Estos carros fueron decisivos ocasionando fuertes bajas entre la infantería y destruyendo 15 Sherman, sobre todo gracias a la acción conjunta con artillería, antitanques e infantería. En los cielos mientras tanto los Dauntless y Avenger bombardearon repetidas veces las posiciones alemanas, desde las que se defendieron con dureza agracias a una batería de 88mm, y a varias piezas de 37 y 20mm, siendo especialmente efectiva una batería de Flak vierling 30/38 de 20mm, que con su sistema cuadrule de cañones lograría derribar 7 aviones y dañar otros 4. Los cazas alemanes sin embargo solo aparecieron esporádicamente enfrentándose a los F6 Hellcat en inferioridad numerica. Por primera vez desde que había tenido lugar el desembarco las fuerzas alemanas lograrían mantener el envite, fundamentalmente gracias a que la flota aliada no lograría apoyar los avances con la artillería naval por la presencia de las baterías costeras alemanas. Estas baterías habían mantenido un duro duelo contra los acorazados Iowa, y Alabama, y aunque habían recibido numerosos impactos se impusieron en el duelo gracias a la resistencia de su blindaje de hormigón, dañando levemente a ambos acorazados.
Los combates continuarían otros dos días sin lograr nuevos avances, finalmente las fuerzas norteamericanas se detuvieron para reorganizarse mientras se desataban nuevos combates en el extremo norte de la defensa alemana. Esa misma tarde lograrían sobrepasar el río en las cercanías de Asyrgi, avanzando varios kilómetros pese a las bajas que les causaría una batería de nebelwerfer que cubrió la retirada de la infantería. Los avances finalizarían al día siguiente, cuando se verían frenados por las fuerzas alemanas al pie de las colinas situadas al este de Husavik, población que no sería tomada hasta el 29. Ahora sin embargo las defensas alemanas descansaban en amplias zonas montañosas que discurrían desde las estribaciones orientales del fiordo de Eyjaf hasta Vopnafjödur, y poseían además una importante posición avanzada en Gaesafjöll. En estas montañas la calidad de las fuerzas alemanas, especialmente adaptadas a la lucha en montaña, se rebelarían decisivas, rechazando uno tras otro todos los ataques aliados.
La batalla en los cielos proseguiría sin una clara ventaja, pues aunque los aliados contaban con una gran superioridad numérica, los alemanes poseían una nada desdeñable ventaja cualitativa frente a los aviones navales, y la ventaja añadida que les proporcionaban sus radares y los antiaéreos que rodeaban la cabeza de playa enemiga. Mientras los aliados se estaban viendo obligados a mantener sus buques dotados de radar lejos de las costas para evitar los ataques de torpederos y misiles alemanes, y sus ataques a los radares se habían saldado en fracasos pese a que ocasionalmente lograrían dejarlos temporalmente fuera de servicio. Las bajas entre los aviones aliados, principalmente entre los bombarderos en picado y aviones de ataque como los P-47 crecerían de forma alarmante perdiendo numerosos aviones en sus ataques a las colinas, desde las que en muchas ocasiones divisaban a los aviones en el propio momento del despegue. Las bajas aliadas en el primer mes de combates ascendían a 30.000 soldados, incluyendo a 20.000 hombres afectados por fatiga de combate directamente relacionada con las extremas condiciones lumínicas de la zona. Los alemanes por el contrario habían sufrido 5.000 bajas entre muertos y heridos, viéndose mucho menos afectados por el estrés gracias a los refugios en los que descansaban.
Nuevos combates tendrían lugar entre el 18 y el 26 de septiembre, cuando las divisiones 3ª; 7ª, 32ª, 37ª norteamericanas, y las recién llegadas 3ª canadiense y 5ª británica lanzasen una serie de ataques destinados a agrandar la cabeza de playa y alejar las posiciones alemanas de la zona central dominada por los aliado en las montañas Grimstathir, donde pese a las derrotas iniciales el peso numérico aliado iría decantando lentamente la balanza obligando a los alemanes a retroceder, estableciendo una segunda línea más al sur. Pronto acudirían en su ayuda el último de los kampfgruppe de la 169 y el tercer kampfgruppe de la SS Nord, aumentando así las fuerzas establecidas alrededor de la cabeza de playa a 30.000 hombres. El resto de la isla sería protegido mientras tanto por 2 kampfgruppe de la SS Nord, 2 regimientos de campaña de la Luftwaffe, y 2 regimientos de fusileros navales, algunos de los cuales actuaban también como reserva en las cercanías de Akueyri y Vopnafjördur.
Con ambas fuerzas agotadas por los combates habia llegado el el momento de descansar y prepararse para nuevos combates.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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que tras despegar desde el portaaviones Graff Zeppelin que escoltado por varias naves de escolta se destaco desde la costa Noruega hasta 600km de la costa islandesa
Y los craut no han montado ninguna base en las feroe? y en las shetland?.
un puente aereo minimamente protegidod esde las feroe podria darse. creo yo.
Eso si como llegue el invierno y los Ji no tenga afiando los refuegios......... las van a pasar aun mas putas.
muchas perdidas para un desembarco de entrenamiento y para abrir una supuesta ruta de abastecimiento que lo mismo ni funciona....
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ventura escribió:que tras despegar desde el portaaviones Graff Zeppelin que escoltado por varias naves de escolta se destaco desde la costa Noruega hasta 600km de la costa islandesa
Y los craut no han montado ninguna base en las feroe? y en las shetland?.
un puente aereo minimamente protegidod esde las feroe podria darse. creo yo.
Eso si como llegue el invierno y los Ji no tenga afiando los refuegios......... las van a pasar aun mas putas.
muchas perdidas para un desembarco de entrenamiento y para abrir una supuesta ruta de abastecimiento que lo mismo ni funciona....
Bases sí, aeródromos no, como mucho bases para hidroaviones.
Para evitar eso estan los ingenieros del ejército, que pueden construir refugios y viviendas con cierta facilidad, e incluso se puede utilizar algun ponton flotante como vivienda
En realidad las bajas no han sido tantas, ya que la mayoría corresponden a estrés de combate que puede recuperarse con cierta facilidad, sobre todo por tratarse más de un caso de agotamiento a causa de la luminosidad extrema y no de un caso de pánico o crisis nerviosa. Si por el contrario te refieres a las bajas navales…, un acorazado y algunos cruceros y destructores hundidos, y daños, generalmente leves en algunas otras naves, principalmente porque las mayores bajas se las han llevado los transportes. Bajas similares por cierto a las sufridas durante los desembarcos en Italia.
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