Y para cambiar un poco de aires, pero no demasiado; retomemos el asunto de la música electrónica. Ya sabéis que este hilo está para ir poniendo lo que nos va saliendo recíprocamente de los mismísimos, que os voy a contar. Lo último que traje fue la banda sonora de la "Siberiada" de Konchalovsky, compuesta por Eduard Artemyev en el 79. En ese mismo año, en Alemania, otro tipo por el que su seguro servidor siente debilidad, Werner Herzog, se atrevía a perpetrar un remake del Nosferatu murnauesco utilizando para el papel estelar del vampiro, como no, a su íntimo amigo/archienemigo el ya fenecido Klaus Kinsky. Werner utiliza una paleta interesantísima para poner música a las imágenes. Como os daréis cuenta, uno no da puntada sin hilo: Herzog ha trabajado en Mordor/Bayreuth como director escénico para Lohengrin; y es él mismo un melómano, un amante de la ópera, y wagneriano confeso. A mis ojos, eso le coloca a una altura cercana a la de Luís Buñuel, quien además de a Richard , cuenta también como faro intelectual proclamado al Marqués de Sade; en un alarde de buen gusto difícil de batir.
Ya
los títulos de crédito del principio de este peliculón son absolutamente delirantes, y un anuncio de las agradables sensaciones que el espectador experimentará durante su visionado: una cripta de monasterio repleta de encantadores cadáveres de bebés y niños de corta edad momificados. Auténticos, naturalmente. Lo de Werner, como él mismo dice, es el documental ¿Y quién mejor que los germánicos
Popol Vuh para hipnotizar al oyente a base de mantra sintetizado?
Cuando Jonathan Harker llega al castillo, el mantra se repite, hasta que el carruaje que lo recoje lo introduce en un mundo aparentemente irreal, imposible e infernal. Pero va a llevarse un disgusto. Es, claro, el momento del Preludio de
Das Rheingold...
http://www.youtube.com/watch?v=dkAI9kALWss
Popol Vuh se marcó todo un LP temático a cuenta de este Nosferatu, consiguiendo
una BSO excelente en mi opinión; pero de la que sólo unos fragmentos sueltos caen en el metraje. Herzog, para terminar la película, recurre a un
fantástico gag de humor negro en el que Bruno Ganz _ muchos le conoceréis por interpretar recientemente a Adolf en "El Hundimiento"_ ocupa el lugar de Klaus entre las huestes infernales y sale del rincón cercado de hostias, con perdón, donde le han confinado con poco éxito. Huye a caballo por una de esas enormes playas bálticas mientras suena, maravilloso, el "Sanctus" de la Misa Solemne de
Gounod, nada menos; en un plano de una belleza impresionante.
El triunfo de...
¿la cruz?
A ver por dónde me da en la siguiente entrega...
PD- Y de propina, por si hubiérais logrado eludir todo lo anterior, dejo un enlace a otra fabulosa contribución de los
elestrónicos Popol Vuh
a las aventuras de nuestros héroes Klaus y Werner:
Aguirre, la Cólera de Dios.
Saludos!