LA GUERRA SUBMARINA DA UN GIRO INESPERADO
A finales de verano se estaba constatando que la guerra se había estancado en Persia, donde Kesselring había logrado contraatacar de forma brillante durante el verano, recuperando la mitad del terreno perdido el año anterior en unos días, rechazando a continuación todos los contraataques norteamericanos. Mientras en Etiopia, Rommel que estaba en una situación mucho más expuesta, al contar con solo una minoría de fuerzas alemanas para reforzar a los italianos, y enfrentaba grandes dificultades logísticas, llevaba a cabo una eficaz defensa en la que había causado grandes bajas a sus atacantes, sobre todo entre las fuerzas blindadas, pagando un escaso precio por ello. Mejor estaba resultando la campaña aérea, pues la llegada de los nuevos aviones Fw-190D9 y Do-335 a estos escenarios, había otorgado a los alemanes un avión capaz de enfrentar a los cazas norteamericanos a grandes alturas, donde se habían encontrado en inferioridad durante meses. En esta faceta seria en la defensa de los campos petrolíferos persas donde la Luftwaffe demostraría más eficacia, pese a lo cual las bajas al enfrentarse a los escoltas norteamericanos no cejaban de aumentar. Con una guerra estancada en el aire y los principales frentes terrestres, sería en el mar donde empezaría a decantarse la balanza.
Durante el último año el mayor numero de escoltas antisubmarinos, apoyados desde las nuevas bases construidas por los norteamericanos en Brasil, las Azores y Cabo Verde, habían dificultado enormemente las operaciones a los U-boat, que se habían visto a trasladarse a zonas de caza más y más al sur para alejarse del control aéreo aliado. Sin embargo los ingenieros alemanes llevaban trabajando desde hacía 2 años en un nuevo submarino revolucionario, que prometía grandes cualidades de velocidad, y sigilo en el agua. Dotado de baterías que le permitirían permanecer en inmersión casi tres días, podía recargar sus baterías en solo unas horas de Snorkel y realizar carreras a velocidades de 17nts en inmersión. Además su sistema de recarga hidráulico de torpedos le permitía disparar 18 torpedos en menos de 20 minutos.
Los primeros submarinos saldrían de los astilleros en marzo del 44, tras poco más de un año desde su aprobación, entrando en servicio inmediatamente. Sin embargo el periodo de alistamiento y entrenamiento de sus tripulaciones se extendió durante todo el verano, partiendo a sus primeras misiones en septiembre de dicho año. Pronto harían sentir su presencia en los mares. A finales de verano, y coincidiendo con la puesta en servicio de los nuevos submarinos, los modelos más antiguos serían retirados de las operaciones en el frente a excepción de los destinados en Noruega, donde con la ayuda de los cazas basados en tierra y de las unidades de superficie aun podían resultar decisivos y no sufrían las pérdidas de otros frentes. Mientras, los nuevos submarinos recibirían una misión diferente a la acostumbrada, pues en lugar de tratar de cortar las arterias logísticas de los aliados, serían enviados contra sus unidades de superficie, desplazándose para ello a las cercanías de sus principales bases.
Los nuevos submarinos laemanes superaban todo lo disponible por los aliados, y suponían un salto tecnologico generacional, siendo el primer sumergible moderno.
El 2 de octubre el U-2511 bajo el mando de Schnee, que había partido en una misión de patrulla en el Atlántico norte varios días antes, localizo gracias a su sistema de sonar una escuadra enemiga cuando estaba a una profundidad de 80mts. Inmediatamente ascendió a cota de periscopio en completo silencio, divisando al crucero Mobile y a 5 destructores en misión antisubmarina. Tras realizar una carrera a 16nts para colocarse en posición de ataque, disparo una salva completa sobre el crucero evadiendo inmediatamente a 11nts sin ser detectado. 4 de los 6 torpedos disparados harían blanco en el crucero que se hundiría rápidamente, ante el asombro de los destructores que no localizaron a su atacante. Solo 10 minutos después, y mientras uno de los destructores trataba de auxiliar a los náufragos, el U-2511 disparo una segunda salva sobre el destructor Simpson, que alcanzado por dos de los ingenios se hundiría a su vez.
El siguiente ataque tendría lugar contra el convoy HX-213, que escoltado por 12 destructores y escoltas antisubmarinos, sería atacado por 2 Elektroboote durante la noche del 11 de octubre, en la que hundirían 9 motonaves y 1 corbeta sin que los escoltas lograsen contraatacar. Pese a todo, la mayor victoria la lograría el U-2501, cuando sorprendió al portaaviones St George a 200mn de la costa norteamericana, frente a Roanoke, hundiéndolo con 3 torpedos. Dos días después uno de los aviones de reconocimiento de la RAF, que había despegado desde Belfast, fotografió un extraño submarino navegando en superficie cerca de Stavenger, los aliados obtuvieron así la confirmación de que los alemanes disponían de una nueva arma con la que estaban causando estragos en las líneas de aprovisionamiento del atlántico norte.
Un nuevo contacto tendría lugar el 13 de octubre, cuando varios avisos antisubmarinos localizaron un U-boat al que trataron de atacar, sin embargo pese a estar sumergido este lograría evadirlos limpiamente corriendo a velocidades superiores a las que ellos desarrollaban en superficie. Fue la confirmación de que los alemanes disponían de una nueva arma que aventajaba a todo cuanto disponían. La mayor derrota sería sin embargo el 16 de octubre, cuando el U-2521 localizo una escuadra antisubmarina compuesta por el portaaviones Boghe y varios destructores, que serían atacados resultando hundidos el portaaviones victima de 3 de los 6 torpedos disparados en la primera salva, y el destructor Overton con la segunda salva 9 minutos después. No serían las últimas víctimas de ese mes, pues los 20 U-XXI en servicio se anotarían otras 43 motonaves y 9 destructores más, casi exclusivamente en el mar del norte entre Irlanda e Islandia.
En noviembre continuarían los problemas para las flotas aliadas, que perderían los cruceros Cleopatra y Denver, además de 4 destructores y 39 motonaves, sin embargo su mayor pérdida ocurriría en el Índico. Allí Rommel llevaba meses luchando en una agobiante inferioridad numérica que tan solo su pericia y la calidad de sus nuevas armas habían logrado igualar, aunque la constante reposición de las pérdidas sufridas por parte de los aliados le estaba llevando a una situación angustiosa ante la dificultad de mantener sus suministros en lugares tan lejanos y con líneas logísticas tan frágiles. Por ello Doenitz enviaría una Unterseebootsflotte equipada con 5 de los nuevos elektroboote a principios de octubre, quedando lista para operar el mes siguiente. Uno de estos u-boot, el U-2504, lograría romper el bloqueo al que la US Navy sometía la entrada del mar rojo el día 9 de noviembre, internándose en el Indico. 6 días después se encontraría con una Task Force norteamericana formada por el portaaviones Essex y varios cruceros y destructores cerca de Socotora. Tras una corta carrera submarina, en la que siguió en todo momento la posición de los buques enemigos gracias a sus sistemas de sonar, el U-boot se colocaría en posición, logrando acabar con el portaaviones con su primera salva. Pronto los destructores se lanzarían a por él tras detectar el lanzamiento, pero tras sumergirse a 250mts el submarino lograría evadir limpiamente a sus atacantes.
El paroxismo llegaría en diciembre, cuando el día 7 el portaaviones Lexington sería torpedeado y hundido al sur de las Azores por el U-2513. Unos días después, el 16 de diciembre, uno de los nuevos U-boot, el U-2509, que se había apostado frente a la entrada de Norfolk días antes, torpedeo a los acorazados Alabama e Iowa, hundiendo al primero y enviando al segundo a una reparación de 6 meses. Mientras el día 21 un segundo portaaviones sería hundido a 500km al norte de allí. Se trataba del Croatan, que participaba en las misiones de defensa de la costa este ante los ataques de los Ju-290. La perdida de estos 4 grandes buques, todos ellos a escasa distancia de las bases, demostraba que la seguridad de los santuarios había sido quebrada. Ese mes también tendría lugar el primer hundimiento de uno de los submarinos, cuando 3 Short Sunderland del 201 escuadrón de la RAF sorprendieron en superficie al U-2506 cerca de terranova, dañándolo de forma que le fue imposible sumergirse de nuevo. Poco después y para evitar la captura del submarino su propio comandante daría la orden de abrir las válvulas y abandonar la nave.
En solo 3 meses los lobos de Doenitz habían dado un giro total a la guerra naval, hundiendo 4 portaaviones, 1 acorazado, 3 cruceros, 16 destructores, y decenas de mercantes, además de dañar algunas unidades más que incluían un acorazado. En muchos casos, atacando a estas unidades cerca de la bocana de los puertos más importantes aliados. Mientras los aliados tan solo lograron hundir uno de los U-XXI, que sorprendido por navegando en superficie y dañado antes de lograr sumergirse, sería hundido por su tripulación antes que permitir su captura. Para este momento, Doenitz disponía ya de 77 de los nuevos U-XXI, y nuevas unidades iban siendo puestas en servicio día a día. En el Indico operaban 10 de ellos, de los que 5 se encontraban navegando en todo momento, en el Atlántico mientras tanto los U-XXI restantes actuaban principalmente en los alrededores de Irlanda del Norte, y en la costa este de los EEUU, donde las oportunidades eran muy abundantes. Incluso algunos de ellos habían sido enviados a Japón como burladores del bloqueo, hundiendo algunas naves en aguas muy lejanas, aunque sus víctimas serían otorgadas a submarinos nipones.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.