Cátedra de Estrategia

Servicios de inteligencia y seguridad. La lucha contra el terrorismo. El orden público. Doctrinas y políticas de defensa, presupuestos militares.
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Desertores afganos "de doble vuelta"

Mensaje por AFOCES »

Es conocida la estrategia de la OTAN, para tratar de finalizar la guerra en Afganistán, que incluye el reclutamiento de afganos para constituir y adiestrar unidades militares y de policía que se vayan haciendo cargo de la seguridad del país y “releven” a las fuerzas aliadas. El reclutamiento pretende, también, la captación de talibanes animándoles a desertar e integrarse en esas unidades. No es nueva esta norma que se utilizó en Vietnan dándose casos que una vez los "reclutas" finalizaban el adiestramiento se pasaban con armas y equipos al enemigo.

Las noticias que llegan de Afganistán, sobre este tema, son escasas pero parece que la estrategia de la ISAF para que los talibanes acepten la deserción, a cambio de una suma de dinero y un puesto de trabajo en las fuerzas afganas, no tiene mucho éxito. Esta técnica fue empleada por el general Petraeus en Irak con buenos resultados al contrario que en Afganistán donde los talibanes, con frecuencia, después de recoger su premio se reintegran en el campo enemigo.

El enlace que sigue trata de la rendición de talibanes a fuerzas españolas.
http://www.elconfidencialdigital.com/Ar ... jeto=26553
Saludos


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Conocer al enemigo.

Mensaje por AFOCES »

Conocer al enemigo

En la guerra es preciso que los contendientes dispongan de una información lo mas exacta posible sobre el enemigo y su situación para desarrollar las operaciones con éxito. Cuenta Croker - en su obra “Correspondencia y Diario” - que durante un viaje que hizo en compañía de Wellington, el duque y él se entretenían en adivinar que país había detrás de las distintas colinas que iban encontrando y como manifestó su sorpresa al ver que el duque siempre acertaba éste le dijo: “no le extrañe; me he pasado la vida intentando averiguar lo que había al otro lado de la colina”).

Esta observación de Wellington fue generalizada, posteriormente, para definir las facultades imaginativas que debe tener todo general a fin de adivinar lo que ocurre “al otro lado de la colina”, es decir, detrás del frente de los ejércitos enemigos y en el cerebro de sus jefes e, igualmente, para resumir las funciones del Servicio de Información. (B.H. LiddellHart. ”El otro lado de la colina”

Pues a pesar de que esto es así desde que las guerras existen - es decir desde el inicio de los tiempos - es sorprendente observar el desconocimiento existente en la guerra de Irak entre los adversarios. Me ha llamado poderosamente la atención que esto sucediese en un ejército tan serio como el americano. La revista Time (enero 2010) publica un artículo que cuenta algunas curiosas anécdotas sobre el tema. El artículo : “Missed Steps” de Bobbi Ghosh y “My belief is we will, in fact, be greeted as liberators” de Dick Cheney cuenta varias de las que paso a traducir un resumen de algunas como las escriben los autores ( por eso aparecen en primera persona).

Un resumen del artículo mencionado :

El mutuo desconocimiento entre americanos e iraquíes al inicio de la guerra causó muchos problemas… La tarde del 10 de abril de 2003, el día siguiente en el que la estatua de Saddam fue derribada en la plaza del Paraíso en Bagdad me dirigí al principal palacio de Saddam en la otra orilla del río Tigris. Había rumores que los “marines” estaban preparando cargas para explosionarlo y convertirlo en escombros. En su lugar encontré un grupo de “marines” peinando el complejo en busca de documentos. Una aclamación de aprobación estalló de la gente que estaba fuera del palacio cuando un “marine” salió del edificio.

En el interior del despacho de Saddam encontré un “marine” que estaba bajando una de las banderas iraquíes, que colgaban cerca de la mesa del dictador, y pidió a su intérprete kurdo que le tradujese la inscripción que estaba sobre ella. Nunca supe por qué el kurdo manifestó : “Dice, Saddam Hussein “. (Lo que realmente decía era :“Allahu Akbar”, es decir : “Alá es grande”). Encantado el “marine” cogió la bandera y la blandió ante la multitud iraquí. Entonces encendió su mechero Zippo para plantarle fuego y con mirada triunfante gritó: “Esto es lo que haremos a Saddam”.

Al oírle, los iraquíes se mostraron horrorizados. Ninguno sabía inglés y todo lo que podían ver era a un larguirucho, rubio americano a punto de quemar su bandera nacional. Algunos gritaron al “marine” pero él confundió su enfado con entusiasmo. “Si, vamos a quemar su cul*” gritó con una exagerada voz nasal sureña. Mi intérprete y yo pudimos, en último instante, evitar que el “marine” plantase fuego a la enseña iraquí. Cuando le explicamos lo que la frase realmente decía se puso pálido.

“Oh… no sabía …” dijo, el “marine” mirando nerviosamente a la multitud que con resentimiento se mostraba furiosa. “¿Puede explicarles esto?”. Puso la bandera en mis manos y volvió al interior del edificio.

Así me encontré manteniendo la bandera de Saddam enfrente de una muchedumbre de iraquíes enfurecidos. Afortunadamente, mi intérprete tenía una voz muy potente y se pudo hacer oír a pesar del alboroto. Explicó que el “marine” no tenía intención de insultarles sino que había sido engañado por su intérprete. Los iraquíes se fueron apaciguando. Algunos hicieron bromas sobre los kurdos – el intérprete del “marine” era kurdo -. Entregué la bandera a un anciano que estaba entre el gentío - estaba vestido como un jeque de una tribu y tenía una faz amable y curtida – pero para mi sorpresa, me la devolvió : “Usted salvó la bandera así que es usted quién debe tenerla”.

Durante años recordé esta historia como un símbolo de la ignorancia. Las tropas americanas, a pesar de los meses que duró el planeamiento de la guerra contra Irak, tenían un asombroso desconocimiento del enemigo y los políticos no estaban mejor informados. Cuando L. Paul Bremer llegó a Bagdad, como el “gobernador ” de la Administración Bush, muchos de los componentes de su séquito – y sus jefes en Washington - tenían un escasísimo conocimiento del país. Durante el primer año de la ocupación, la mayor parte de las relaciones con funcionarios en la Zona Verde - desde donde Bremer “gobernaba” Irak y que estaba muy fortificada e incluía el palacio de Saddam, - tenían un sentido de desorden: “pues tenían más preguntas para mi que yo para ellos”. Algunas eran preguntas como ¿Cuál es la diferencia entre sunitas y chiitas? Otras eran de matiz ¿El pueblo podía odiar a Saddam y al mismo tiempo a los americanos que les habían librado de él?

El desconocimiento se mostró especialmente en los puntos de control donde los soldados americanos trataban de parar los coches manteniendo la mano alzada, la mano abierta y bajándola y subiéndola sucesivamente. Los conductores iraquís interpretaban que era acérquese, no pare. Cuando los coches seguían avanzando los soldados efectuaban disparos de aviso, propiciando una innecesaria hostilidad. A veces disparaban directamente al vehículo, matando a conductores y pasajeros. Pasaron meses hasta que las tropas cambiaron la señal, con el puño cerrado, y se evitaron muertes debidas a un desconocimiento cultural elemental.

Pero la ignorancia del adversario era igual en ambos bandos. Meses antes de la guerra los iraquíes mostraron un gran desconocimiento de EEUU - especialmente de los militares – que les habían infligido una humillante derrota en 1991. Los oficiales de Saddam Hussein predijeron que el presidente Bush nunca daría la orden de ataque y si lo hacía sería solo una acción de castigo seguida de una pronta retirada. Después de la caída del dictador jefes de la insurgencia me dijeron que los americanos no tenían “estómago” para librar una guerra duradera …

Se hacían comparaciones poco rigurosas con la guerra del Vietnam y Somalia por personas cuyos conocimientos de esos conflictos procedían, irónicamente, de películas y programas de televisiones americanas. Un líder de la insurgencia, antiguo coronel del ejército de Saddam me dijo que el conflicto de Irak terminaría con ”el derribo de tres Black Hawks” : “si pudiésemos derribar tres helicópteros americanos y arrastrar los cuerpos de sus soldados por las calles de Bagdad la opinión pública americana obligaría a Bush a retirar las fuerzas”. Otro insurgente se tranquilizó al ver, en un programa de televisión, un video de manifestaciones contra la guerra hasta que le dije que era un documental de 1970.

También tenían una opinión estereotipada : los occidentales eran blandos e indolentes, no tolerarían el calor del desierto, no tenían el valor de luchar cuerpo a cuerpo, confiaban demasiado en armas de control remoto, no tolerarían unas pocas bajas civiles… También sobrestimaron la potencia de sus aliados y los suicidas de al-Qaeda manifestando que: ”esos suicidas eran nuestros misiles de crucero”.

Los americanos e iraquíes han aprendido mucho en los años que han transcurrido desde que se inició la guerra pero las lecciones fueron costosas… los americanos lucharon tan bien en las calles como desde el aire…Insurgentes que los habían definido como gordos y blandos estaban ahora admirados de la “brutal” eficacia de los “marines”. Aquel invierno un jefe de una tribu me describió a sus adversarios como : ”bestias del infierno que bebían la sangre de los niños y no pueden ser abatidos por proyectiles o bombas” (Lo decía como un cumplido).

Los estadounidenses aprendieron que los iraquíes, también, sabían luchar. La victoria sobre las fuerzas de Saddam fue fácil pero cuando algunas de esas fuerzas se integraron en la insurgencia demostraron que eran astutos y adversarios formidables… Los americanos ahora sabían que el enemigo, no era un cuerpo monolítico sino un mosaico. Había sunitas y chiitas, árabes y kurdos, yihadistas locales y extranjeros…. Y que aunque odiaban al invasor también se odiaban entre ellos…

Cuando regresé a Irak hace unas pocas semanas los frutos de este conocimiento eran fáciles de observar… El desconocimiento que se apreciaba 7 años antes era ahora mucho menor… En los puntos de control antes establecidos por los americanos son ahora controlados por iraquíes. Fui a dar una vuelta por la ciudad con un comandante del US Army y parábamos en cada punto de control para mostrar nuestro documento de identidad. No había un tratamiento especial para los militares americanos…

Le conté al comandante la historia de por qué tenía la bandera de Saddam. Sonrió y movió su cabeza al conocer la ignorancia del joven “marine” dispuesto a quemarla : “Hemos aprendido mucho desde entonces ¿verdad?”
Saludos.


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Mensaje por Autentic »

Una verdad, como un puño, desconocimiento, esterotipos, etc, asi, no se va muy lejos.

Me recuerda mucho el final de una novela de Joe Haldemman, "La Guerra Interminable", en ella, de Ciencia Ficcion, cuando humanos y extraterrestres, consiguen por fin comunicarse, despues de siglos de guerra brutal, la primera pregunta humana es: "¿porque nos declararon la guerra?", y la respuesta inmediata es: "¿pero, si fueron Vds. los que nos la declararon a nosotros"?.

Un saludo.


El vientre de mi enemigo, sera la unica vaina para mi espada. Salut.
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Guerra en Libia.

Mensaje por AFOCES »

Al fin se ha producido la resolución de las NNUU que aprueba la actuación de la Fuerza para detener la masacre que se produce en Libia. De este hecho, en principio, se puede destacar:
:arrow: La lentitud de la ONU para tomar una determinación. La Organización - constituida por una mayoría de países no democráticos y una minoría con capacidad de veto - tiene poco prestigio para constituir la legalidad internacional y su lentitud no beneficia su "operatividad". Una vez que decide delega y se queda observando sin poder de influencia porque carece de medios para ello.
:arrow: El protagonismo de Francia. No solo defensora a de una actuación rápida sino la primera que empleó con determinación los medios militares al poco tiempo de aprobarse la resolución de la ONU.
:arrow: La decisión de Alemania - teóricamente líder de la UE - de no asignar medios militares a la coalición.
:arrow: La decisión de EEUU de no tomar el protagonismo y dirección de las operaciones tal vez cansado de la debilidad europea que al final los deja solos. A Estados Unidos le viene bien el impulso francés.
:arrow: La carencia de cohesión de la UE con países que se ponen de perfil y, sobretodo, con una representante de Asuntos Exteriores - y una presidencia de la UE - que no han aparecido en ningún momento. El caso de Alemania es el más llamativo pero otros países como Italia o los del este se han quedado en un segundo plano.
:arrow: La carencia de cohesión de la OTAN que le augura un incierto futuro. En este conflicto la OTAN proporciona apoyo logístico pero no interviene como tal organización. Para cualquier operación la OTAN necesita la unanimidad de sus miembros que no se ha alcanzado.
:arrow: La operación parece que cuenta con el gran apoyo de la opinión pública y, curiosamente, esta vez no se ha hablado de petróleo sino, exclusivamente, de causas humanitarias.
:arrow: Por último, la decisión del presidente Zapatero - impensable hace unos años - de intervenir en el conflicto ignoro si será fruto de una decisión meditada o de un medio para parar el proceso de su sucesión - un comandante en jefe no puede dejar sus fuerzas en pleno conflicto - . Acepto que esta observación sea tachada como una "maldad".

Cada una de estas observaciones exigiría un análisis pormenorizado pero carezco de los conocimientos e información necesarios para hacerlo. Sin embargo creo que merece ser resaltado positivamente que España haya decidido integrar fuerzas en la coalición militar. Libia es un país mediterráneo y lo que allí suceda es de importancia estratégica para España.

El presidente Sarkozy ha entendido perfectamente el movimiento de los países árabes iniciado en Túnez, para modificar la situación que ahora soportan, y la incongruencia de una dictadura como la de Gadafi en ella. Por cierto, esta crisis ha puesto de manifiesto, como ya se ha indicado, de la inexistencia de una política exterior europea a pesar de que la UE ha nombrado, ya hace tiempo, una Alta Representante, Catherine Ashton, para la Política Exterior de la UE.

Y finalmente, los países de la coalición se pueden implicar, como en todos los casos de este tipo, en un conflicto de más alcance que el imaginado. La coalición tiene suficiente fuerza para establecer una «zona de exclusión aérea», o para derrotar las fuerzas de Gadafi. Pero el conflicto tiene dos partes totalmente diferenciadas: la militar y la política. No hay duda que los militares ganarán su guerra pero ¿y los políticos? ¿Serán capaces de organizar un Estado más justo, más democrático...?
http://www.abc.es/20110319/internaciona ... 91813.html
Saludos


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Re: Guerra en Libia.

Mensaje por AFOCES »

Solo hace un par de días se trataba en este tema sobre problema libio y se mostraba con no mucho entusiasmo - más bien preocupación - los papeles jugados por la ONU, la UE y la OTAN. La ONU aprueba una resolución para la actuación en Libia, solo han pasado tres días desde la primera intervención de fuerzas de la Coalición y ya han surgido desavenencias que son muy preocupantes para Europa y para la OTAN :
- No están claros cuales son los objetivos de la Coalición.
- EEUU que ha participado inicialmente en la operación pretende, ahora, pasar el mando a otros aliados. El Secretario de Estado de Defensa americano asegura que EEUU dejará de coordinar el conflicto y el presidente Obama aseguró que el mando se pasará en "cuestión de días".
- Francia y Turquía se oponen a mezclar a la OTAN en el conflicto mientras que los italianos amenazan con prohibir el uso de sus bases si el mando de la operación no pasa a la Alianza.
- El Gobierno español ha recibido el permiso del Congreso para participar en una misión que, en estos momentos, es poco clara y que nadie sabe cómo va a acabar.
- Alemania no participa en la operación militar. Ahora la Liga Árabe no es tan decidida defensora de la intervención porque se producen bajas civiles.
- Etc
Es decir nos encontramos en una guerra sin un mando y unos objetivos claros. Pero lo más importante que se ha puesto en evidencia, de nuevo, es la falta de cohesión de Europa y de los miembros de la OTAN. Porque si el coronel Gadafi "desapareciese" en pocos días y los rebeldes se hacen con el control del país, o se divide en dos como dicen algunos analistas, desaparecería el problema, pero si la guerra se complica - supongamos que la" zona de exclusión aérea" no consigue resolver la situación - ¿cuál sería la línea de acción a seguir? ¿Una acción terrestre? En ese caso, la Coalición se encontraría ante un buen dilema porque EEUU ya ha mostrado que no quiere tomar el liderazgo y Europa, aunque quisiera, no puede . En cualquier caso la cohesión europea y la de la OTAN, ya deterioradas, no parece que vayan a salir reforzadas.

En definitiva ha saltado al primer plano, de nuevo, una idea de Unión Europea muy débil y poco cohesionada. Ni siquiera un conflicto como el libio - librado en la frontera sur de la UE y que, por tanto, afecta directamente a sus intereses estratégicos - ha sido capaz de mostrar su cohesión y solidaridad. Un ejemplo clarísimo de esta falta de cohesión es la carencia de una voz que de manera unitaria se pronuncie en nombre de la UE a pesar de tener una "ministra de Asuntos Exteriores". Cada país diseña su política exterior de acuerdo con sus exclusivos intereses nacionales. Esta situación, que se puede extender a la OTAN, es muy preocupante.
Saludos


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La realidad internacional.

Mensaje por AFOCES »

A propósito de Libia: ¡bienvenido a la realidad internacional, señor Zapatero!
José Varela Ortega. El Imparcial.(05-04-2011)

Hace más de dos siglos que Adam Smith nos advirtió que la única ley de la Historia es la de la Geografía. Por lo que toca a España, una parada en el mirador que domina el Estrecho, a mitad de camino entre Algeciras y Tarifa, ahorra muchas explicaciones: en días claros, la vista de la costa africana es perfecta, además de impresionante. Con frecuencia, uno entiende mucho mejor ciertas cosas cuando le entran por los sentidos más primarios. Recuerdo la exclamación de un gran historiador argentino, Ezequiel Gallo, amigo y maestro, ante el referido espectáculo: “pero cómo —exclamó- ¿están tan cerca?”. A mi me ocurrió algo parecido cuando visité los altos del Golán: que pude comprender mucho mejor los condicionantes de la política israelí.

Entre Lepanto y el levantamiento del último sitio de Viena (1682) y, sobre todo, a partir de la liberación de Grecia en 1821, hemos vivido más de dos siglos de inusual preponderancia occidental, fundamentada en un profundo desequilibrio técnico. La revolución en comunicaciones y transporte, con el telégrafo y la navegación de vapor, y algunos avances contundentes en el utillaje militar son la certificación de ese abismo tecnológico. “Nosotros tenemos la ametralladora y ellos no la tienen”, era el cínico y demoledor resumen de los colonialistas occidentales. Su expresión geopolítica fue lo que se ha dado en llamar “nuevo imperialismo” y su manifestación diplomática tuvo lugar en la Conferencia de Berlín de 1884-1885 en que las potencias europeas se “repartieron” África con tiralíneas en una especie de merienda de blancos, que terminó en un genocidio espantoso en algunos casos —como nos relatado magistralmente Vargas Llosa.

Ese “reparto” colocaba el Estrecho en el punto de mira de las potencias occidentales, sobre todo desde que la apertura del Canal de Suez convierte a la Península y sus Islas en un paso estratégico entre el Atlántico y el Índico, entre el Hemisferio Occidental y Asia. La crisis ocasionada por la presencia (1911) en Tánger del crucero alemán “Panther”, poco antes de la Gran Guerra, es una buena ilustración de ello. En este sentido, fue un milagro que toda la región —y España con ella- no se viera envuelta en las dos conflagraciones mundiales. Un milagro, explicable, en parte, por la presencia de España al otro lado del Estrecho como potencia secundaria y neutral. El penoso Protectorado del norte de Marruecos fue una tragedia para los que cayeron en el Barranco del Lobo o Annual. Pero no fue un capricho de políticos seniles, nostálgicos de tambor y trompeta. Tuvo su racionalidad estratégica, independientemente de los errores de ejecución y de los costos, a la postre inabordables, para el sistema político de la Restauración.

Ni la toma de Orán, en el siglo XVI, ni la constante preocupación por los piratas berberiscos fueron manías de Austrias y Borbones. Tampoco el proyecto “Pilgrim” de la Royal Navy (1940), ni la operación “Félix” (1940) e “Isabella” (1941) de la contraparte alemana, fueron producto de la casualidad o generados por la frivolidad. Capricho, suicida y sangriento, por cierto, más bien fue el de Hitler, confundiendo sus objetivos políticos con sus condicionamientos estratégicos, e invadiendo Rusia, en lugar de cerrar el Mediterráneo, como le pedían sus almirantes, temía la Royal Navy y calculaba la Armada española. Aún como teatro militar secundario, todavía hoy nos resuenan los nombres de los legendarios enfrentamientos de la II Guerra Mundial en Tripolitana, la Cirenaica y Túnez: El-Alamein, Tobruk, Bengasi… En todos estos casos, estaba en juego la misma razón que llevo a la Royal Navy a establecerse en Gibraltar, Malta, Chipre o Alejandría: la protección de la ruta mediterránea hacia la India y la defensa de lo que Churchill llamó “el bajo vientre de Europa”. La insistencia de la Fuerza Aérea americana, en el contexto aún de la batalla de las Ardenas, de que el acuerdo Carlton Hayes-Lequerica (1944) incluyera cláusulas secretas que le aseguraran facilidades en el Protectorado para su tránsito entre el Atlántico y el Mediterráneo Oriental, constituye un prólogo de lo que sería el Tratado de 1953 y la construcción de Rota. Base de donde partieron los aviones hacia Medio Oriente en la primera guerra de Irak. Y también en la segunda.

En historia, la tozuda repetición de situaciones similares con actores diferentes, pero en un mismo escenario, debe prevenirnos frente al capricho y alertarnos sobre la existencia de condicionamientos estratégicos estructurales. Por lo tanto, aspavientos sobre la reunión de las Azores, los justos. Y algo más contenidas también las ironías en relación a la impecable y aséptica intervención que, en el islote de Perejil, quiso dejar claro que ningún gobierno español, con la anuencia y apoyo americano, iba a tolerar amenazas en el Estrecho. Y claro estaba hasta que…llegó el señor Zapatero, sustituyendo una política de Estado basada en intereses, por otra política exterior fundada en encuestas.

En nuestros días, del desembarco de Alhucemas y el Protectorado, del Sahara español y de la conquista de Ifni durante la República, no queda ya ni el recuerdo. Poblaciones otrora sometidas, o fácilmente neutralizables hasta ayer, son hoy pueblos independientes y en marcha que, desde hace ya más de una década, tienen cierta relación con el riesgo islamista violento y totalitario que nos atacó en Lockerbie, en Nueva York, en Atocha y en Londres. Pero pueblos que hoy parecen haber entrado en una dinámica apasionante de libertad y democracia, en la que debemos poner tantas esperanzas —y apoyos- como cautelas y precauciones. Una prudencia que en absoluto debe interpretarse como producto de prejuicios estereotipados. Más bien se trata de graves reservas inducidas por una mirada comparativa respecto a procesos similares en el seno de nuestro propio contexto occidental. Porque la entrada en la modernidad de estas religiones monoteístas no ha sido precisamente fácil y suave. Empezando por nuestra propia cultura judeo-cristiana. Admitamos que el seiscientos inglés fue un siglo cruento de revoluciones y guerras civiles y la Revolución Francesa, que comenzó por una declaración entusiasta en favor de Les Droits de l’Homme, se ensangrentó con la guillotina, para terminar en una autocracia belicista y expansiva. En España, al igual que en demasiados países europeos —como recientemente nos ha recordado el profesor Payne- nuestro primer ensayo democrático, en el primer tercio del siglo XX, se hundió, en un conflicto civil sangriento, explicación, que no justificación, de una prolongada dictadura retributiva y sórdida.

Prestemos, pues, nuestro apoyo y alimentemos esperanzas de que otros lo harán mejor que lo hicimos nosotros. Pero no nos dejemos arrastrar por un exceso irreflexivo e imprudente de confianza. Porque, en efecto, el cambio demográfico y social, económico y político de la cuenca sur del Mediterráneo está siendo intenso y trepidante. Sin embargo, nuestro imperativo estratégico ahí está, inamovible por su propia condición geográfica. En este sentido, la revolución libertaria de los países árabes ha vuelto a centrar nuestra posición en el extremo Occidente, como un inmenso portaviones entre dos continentes, entre dos océanos y en la ruta a Oriente de Marco Polo, perforada y acortada por Lesseps hace cosa de siglo y medio. Otra vez somos centrales. En efecto, en toda esa inmensa región, desde el Atlántico al Índico, seremos relevantes como paso y comunicación, si nuestras esperanzas para el norte de África, de libertad y democracia en un estado de derecho, llegan a buen puerto. Pero lo seremos en todo caso como frontera, si esa transición se torna difícil y bronca. Seamos, pues, conscientes de que en Afganistán, todavía; en Libia, hoy; en Irak, ayer: en todos esos escenarios defendemos nuestras libertades, nuestros valores, nuestros intereses y quien sabe si nuestro territorio.

El señor Zapatero ha hecho fama como mago de la política virtual, para terminar siempre dándose de bruces con la realidad factual, cuya mueca es cada vez más agria cuanto más se la desprecia. Una política virtual que le ha pasado factura con la ordenación territorial, al ignorar la naturaleza insaciable del nacionalismo. Le ha ocurrido otro tanto con la realidad económica, negando una crisis, cuyo tratamiento a destiempo no hace sino que el inevitable ajuste resulte aún más traumático. Ahora le ha llegado el turno a la realidad internacional. Dentro de esa política de sondeo y encuesta, orientada por la realidad virtual, hay que enmarcar el desplante a la bandera americana, la brusquedad en la retirada de Irak, las declaraciones públicas de que otros hicieran lo propio y, en general, una política declaradamente pro-demócrata y anti-republicana que rompía con el principio “bi-partisan” en la relación a los EE.UU. Todos ellos, gestos tan populares en la galería de opinión como onerosos para los intereses del Estado. Bien es verdad —y debemos congratularnos por ello- que el Presidente aportó también desde aquellos erráticos comienzos tres características relevantes e interesantes, de las cuales el Partido Popular debería extraer algunas lecciones y tomar buena nota; a saber: que no se puede hacer política exterior -que por algo antes se llamaba de Estado- contra la opinión, ni tampoco sin el concurso de la oposición, y que para movilizar tropas se requiere la autorización parlamentaria, un requisito que está en el ADN del régimen liberal en Inglaterra desde el siglo XVII y del democrático en los EE.UU, desde sus orígenes.

Confiemos que la guerra de Libia le ayude a comprender ahora a nuestro Presidente lo más elemental de nuestro predicamento natural: que nuestra posición geoestratégica, siendo central para los EE.UU. y nuestros aliados occidentales, para nosotros resulta vital, que no es lo mismo. Una relación, pues, de intereses complementarios. Pero desiguales. Conviene no olvidarlo para no perder en el error algo más que el sentido común. En el control y la estabilidad del Estrecho —y, por ende, de toda la inmensa región que le afecta- la confianza, el concurso y el apoyo de los EE. UU., con independencia del inquilino de la Casa Blanca, nos es vital. Por eso, con esta guerra de Libia, parece posible que, por fin, el Presidente haya terminado por comprender que, en una región tan crítica para nosotros, es menos malo equivocarse con los americanos que acertar contra ellos. Si así fuera, aprobaremos a nuestro jovial estudiante, aunque sea en la repesca del 2011, y… ¡bienvenido a la realidad internacional, señor Zapatero!
http://www.elimparcial.es/mundo/a-propo ... 81806.html

Saludos


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Libia y la OTAN

Mensaje por AFOCES »

A finales de Marzo comenzaron las operaciones en Libia. Inicialmente el protagonismo fue franco- británico y posteriormente la OTAN se hizo cargo del mando de las operaciones. Pero, desde el primer momento, los norteamericanos rehusaron tomar el protagonismo. Se han desarrollado miles de operaciones aéreas - para proteger a los civiles de su propio líder, según el mandato de NNUU -, pero después del tiempo transcurrido no solo no se ha logrado el objetivo sino que, según noticias de los medios, los países de la Alianza se están quedando hasta sin munición.

El problema de la munición parece una broma y, de ser cierta tal como publica el 'The Washington Post', demuestra al menos tres cosas. La primera un fallo en la determinación del objetivo y del tiempo estimado para alcanzarlo. La segunda la constatación de la escasa capacidad europea - Francia, Reino Unido y otros - para llevar a cabo operaciones militares incluso tan limitadas como las actuales. La escasez de aviones capaces de realizar operaciones de precisión es otro problema adicional que se quiso subsanar en la cumbre de Berlín sin resultado positivo. Y es que hay que reconocer, un vez más, que desde 1949 sin liderazgo americano la Alianza no existe.

La OTAN, desde su fundación en 1949, ha motrado interés en determinar cual debía ser la aportación de cada país para el mantenimiento de la defensa común. Pero Europa nunca estuvo por la labor pues los gastos de seguridad - el esfuerzo de defensa - estuvieron soportados, en su mayor parte por los americanos - ver enlace - pues sobre ellos recayó el esfuerzo y a su amparo se produjo el desarrollo europeo. De manera que los países europeos de la OTAN siempre confiaron y descansaron en el aliado americano que protegieron a Europa de la amenaza soviética e, incluso, después de la Guerra Fría del conflicto de los Balcanes.

En la aportación de cada país a la defensa colectiva tiene una gran influencia la percepción que su ciudadanía tiene respecto a los riesgos o amenazas, que puedan afectar a su seguridad y, en consecuencia, el grado de responsabilidad como miembros de la Alianza. En Europa los gobiernos de Francia y de Gran Bretaña sienten, en cierta forma, que sus ciudadanos aceptan un cierto sacrificio económico para mantener a sus países como potencias importantes en el campo internacional. Pero, por ejemplo, en Alemania la desaparición de la amenaza soviética significó la desaparición de la percepción de la amenaza. En España la falta de una cultura de defensa ha creado un sentimiento de que la paz es una situación natural que no precisa de un esfuerzo económico especial.

La guerra de Afganistán - quizá ya antes - ha puesto de manifiesto las desavenencias de los aliados pero ha sido la cumbre de la OTAN en Berlín - con motivo de la guerra de Libia - la que ha revelado divisiones internas importantes así como una falta de solidaridad y de unidad. La falta de cohesión entre los aliados está actualmente en un punto inquietante y todo ello se traduce en una falta de eficacia sobre el terreno. Después del tiempo transcurrido Gadafi continúa en su puesto y los "rebeldes" piden una mayor implicación de Estados Unidos, que no está por la labor pues bastante tienen con salir airosos de Irak y Afganistán.

En la cumbre de Berlín sólo hubo un acuerdo : que el coronel Gadafi no puede sobrevivir en el poder a esta guerra. Pero con el actual nivel de intervención, Gadafi puede permanecer mucho tiempo y va ganando prestigio mientras lo pierde la OTAN. Los resultados de la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza en Berlín no han sido exitosos. Se intenta evitar el fracaso de la intervención pero, a la vez, también la implicación de tropas sobre el terreno y , por ello, se reclamó en la capital alemana aviones capaces de bombardeos de precisión. Estados Unidos mantuvo su reticencia a una implicación mayor y la OTAN, en su conjunto, también. El Secretario general de la Alianza manifestó que no había solución militar sino que vendría mediante negociaciones. Todos estos mensajes de falta de decisión, de eficacia y de unidad producen un daño a la Alianza que puede ser irreversible.

http://www.revistatenea.es/RevistaAtene ... 65_ESP.asp
Saludos


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Ahora Siria.

Mensaje por AFOCES »

La ministra de Defensa ya consiguió el permiso del Congreso para prorrogar dos meses la participación española en la guerra de Libia. Y en el teatro de operaciones parece que Gadafi domina la situación después de unos días en que la aviación aliada destruía a placer: carros, radares, artillería... pero parece que ya no quedan blancos que batir desde el aire y la campaña permanece en un "impasse" que, a estas alturas, nadie puede predecir cuándo ni cómo se resolverá.

Mientras tanto, en Siria el presidente Asad ha decidido terminar con la revuelta por todos los medios. Ya hay centenares de muertos e incontables heridos porque el ejército sirio tira a matar. La masacre Siria es mucho mayor que la que justificó la intervención en Libia pero, en este caso y por ahora, los países occidentales que se apresuraron a intervenir en Libia no se atreven - ni la ONU - siquiera a una nota de protesta o amago de sanción. Y Siria tutela al Líbano, donde manda Hizbulá al que apoya Irán...

La ONU permanece en silencio y los países occidentales parece que desean finalizar cuanto antes la guerra de Libia y..¿Siria? Pues ... mirada para otro lado y rezar para que Asad arregle "su" problema cuanto antes y lo mismo desearán sus vecinos Turquía e Israel. Desde luego la situación es totalmente impredecible.
Saludos.


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La guerra libia y la Alianza.

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Hoy salta a los medios este conflicto con motivo de la expulsión del embajador libio de España que, sin embargo, se niega a implicar sus medios militares en operaciones de combate tal como ha pedido el secretario de Defensa norteamericano y otras autoridades de la Alianza. La ministra de Asuntos Exteriores señora Jiménez - antes del comienzo de la reunión del Grupo de Contacto para Libia en Abú Dabi - manifestó que "España ha formado parte desde el principio en la misión internacional y, desde el principio, definió cuál iba a ser su participación". Y, en este sentido, aclaró que España seguirá trabajando para que en Libia se mantenga el embargo de armas, el cierre del espacio aéreo y la llegada de ayuda humanitaria. Para estos cometidos dispone en la zona de 4 aviones F18, dos aviones de abastecimiento, uno de vigilancia marítima, una fragata y un submarino con unos efectivos de unos 500 militares.

Parece que corren malos vientos para la OTAN. En EEUU se ha desatado un enfrentamiento entre la Casa Blanca y el Congreso. La resolución sobre Poderes de Guerra, prohíbe que el presidente empeñe unidades de militares en acciones bélicas durante más de 60 días - con la posibilidad de una prórroga de 30 días más - sin la autorización parlamentaria. Este plazo está próximo a cumplir y parece que el Congreso no está dispuesto a aceptar la situación actual sino decidido a recortar fondos y a exigir que el presidente solicite la aprobación parlamentaria para la participación americana en el conflicto .

Por otra parte la minoración de recursos , en Europa, dedicados a la Defensa ha hecho salir a flote una serie de problemas, y manifestaciones, sorprendentes. Un alto cargo del Gobierno británico reconoce al diario «The Guardian» que «Ya nadie vislumbra una victoria militar» mientras que el jefe del Pentágono, Robert Gates, declaró el pasado viernes en Bruselas que : «Muchos aliados se están quedando sin munición en Libia». Al mismo tiempo voces autorizadas, sobre todo en Francia y Reino Unido, opinan sobre la incapacidad europea de derrotar a Gadafi sin la ayuda decidida de Washington.

Desde que se iniciaron las operaciones de combate - que preveían una rápida derrota del coronel Gadafi - el cansancio ha hecho mella en los aliados. Solo ocho - de 28 miembros que tiene la OTAN - participan en los bombardeos: EE.UU. Canadá, Reino Unido, Francia, Bélgica, Dinamarca, Italia y Noruega. Otros, como España, Holanda, Alemania y Turquía, se niegan a participar en misiones de ataque. Noruega ya ha anunciado la retirada de sus medios aéreos para el mes de agosto. E, incluso, como dice el señor Robert Gates parece que no hay recursos ni para bombas ni para gasolina.

Y así las cosas el líder libio Muamar el Gadafi continúa resistiendo la menguada ofensiva aliada. ¿Soportará la Alianza una derrota en este conflicto?
Saludos.


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Futuro de la OTAN.

Mensaje por AFOCES »

Un futuro oscuro casi negro
El País, 19 de junio de 2011. por RICARDO MARTÍNEZ DE RITUERTO

La OTAN tiene un problema. Y es que los grandes principios retóricos no aguantan el choque con la realidad, en particular en tiempos de gran austeridad y sin enemigo visible en el horizonte. Añádese que es una coalición entre dos partes muy desiguales. (Estados Unidos y los demás), con distinta evolución de intereses en ese tándem dispar que el grupo de los demás tiene categorías, capacidades y sensibilidades diferentes. De ahí recelos, desajustes y hasta amenazas. Robert Gates, el jefe saliente del Pentágono, acaba de despedirse del amigo europeo con un aviso: el futuro de la OTAN es “oscuro casi negro” porque Washington se está cansando de aguantar el peso de una Alianza cuyos socios europeos no están dispuestos a defenderse a sí mismos.

El diagnóstico no es nuevo. Barack Obama, por boca de Gates, es sólo el último de la lista. Ya Dwight Eisenhower, presidente de EEUU después de haber sido jefe supremo en la II Guerra Mundial, dio en su día que “los europeos no están dispuesto a hacer los sacrificios que supone poner soldados para su propia defensa”.

Medio año después de la cumbre de Lisboa que adoptó el nuevo Concepto Estratégico para adaptar una Alianza con 61 años de vida a los retos del siglo XXI –desde el ciberespacio al terrorismo, pasando por los misiles de largo alcance o la seguridad energética- aquella imagen brillante vira a sepia. El catalizador ha sido la campaña contra la Libia de Muammar el Gadafi. Lo describió patéticamente Gates en su conferencia del otro día en Bruselas. “La más poderosa alianza militar de la historia se empieza a encontrar sin munición a las 11 semanas de una operación contra un régimen pobremente armado en un país escasamente poblado”. Un panorama de incuria que parece haber sido la gota de agua que colma el vaso de la paciencia de un Washington obligado, una vez más, a cubrir las deficiencias de sus aliados.

Porque en esta campaña las reglas de juego estaban claras: Libia es un asunto en la vecindad de Europa (y sin interés crucial para Washington) del que deben hacerse cargo los europeos, con Estados Unidos apostado más allá del horizonte. Exactamente el reverso de la relación histórica en el seno de la Alianza. En tiempos de la guerra fría, Washington asumía con naturalidad su liderazgo en la defensa de Europa.

Pero la Unión Europea fue derrotada sin disparar un tiro, los europeos dejaron de sentirse amenazados y no quieren sufragar costes militares que ven innecesarios, Estados Unidos tiene acuciantes intereses estratégicos en el Pacífico, a la cima del poder en Washington están llegando generaciones sin sensibilidad por la defensa de Europa y el dinero escasea cada vez más. De ahí el “futuro oscuro casi negro” de la OTAN.

“La situación no es dramática, pero es cierto que la Alianza se está desvaneciendo porque las dos partes han dejado de ser el bloque que fueron y están siguiendo su propio camino en virtud de sus intereses diferentes”, dice Nick Witney, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. “Europa no se siente amenazada y no tiene interés en seguir a Estados Unidos en otras partes del mundo. En un proceso que llevará muchos años, la Alianza se está reduciendo en tamaño, en cuarteles generales y en efectivos”.

“Los europeos creen que ya están pagando demasiado para defenderse de amenazas que no existen”, nota Witney, que etiqueta de “error” tal enfoque: “hay que tener unas fuerzas armadas de cierto nivel y capacidad si se quiere tener influencia en el mundo”.

Alex Nicoll, director editorial del londinense Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, da por hecho que “Europa no va a gastar más en defensa” y que por ello deberá hacer un gasto más inteligente (compartido, economía de escala) de los escasos recursos disponibles. “La sociedad europea solo cambiará si se enfrenta a una crisis en la que sienta que deba participar”, pronostica. “Ahora no ve nada que vaya a afectar a su seguridad. No hay guerras impuestas, sino guerras de elección”.
Saludos


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Retirada anunciada.

Mensaje por AFOCES »

El presidente Obama - según los planes que ya había anunciado hace tiempo (2009) - retirará de Afganistán 10.000 soldados hasta finales de año, 33.000 durante el 2012... y la decisión de la OTAN es que en 2014 el Gobierno afgano sea el único responsable de su seguridad.

Por su parte, el presidente Zapatero detalló el calendario de la retirada de las tropas españolas : un 10% entre enero/junio 2012; un 40% en el primer semestre de 2013 y el resto en 2014. Con ello España dará por finalizada una misión que comenzó en el año 2002 y en el que fallecieron 94 militares y un intérprete y que vienen en estos momentos a la memoria.

Hay que recordar que en esta guerra se trataba de combatir el terrorismo islámico en su principal santuario y construir una nación - una democracia - ... pero los gobiernos occidentales salen de allí antes de cumplir los objetivos porque da la impresión, desde la distancia, que dejan un Gobierno afgano débil y a los talibanes esperando su momento. Es verdad que ha desaparecido Bin Laden - lo que se puede utilizar un poco como disculpa para salir "airosos" - pero la realidad es que la exigencia de una retirada ha sido propiciada por unas bajas y gastos materiales insostenibles, el poco éxito alcanzado para constituir un Gobierno afgano estable que se hiciese cargo de la situación y, por tanto, de la excesiva duración de la guerra... Todo ello ha llevado al cansancio de las opiniones públicas de las naciones implicadas que, además, soportan crisis económicas muy importantes Parece que los norteamericanos han establecido contactos con los talibanes "moderados" para alcanzar un final más "optimista" pero, probablemente, los moderados sean del mismo tenor que los que condujeron a esta guerra. Esto se verá porque, ahora, su estrategia es esperar.

Y al llegar a este punto es legítimo preguntarse ¿para qué han servido todos los esfuerzos realizados, en estos diez años, con tantas bajas y tantos recursos empeñados si, aparentemente, todo va a quedar más o menos como estaba al principio? Parece estéril pensar si el inicio de esta intervención fue correcta, lo importante ahora, al final, es constatar que no se han alcanzado los objetivos; es decir la victoria pues los que se retiran lo hacen derrotados. Si Afganistán adquiere la situación anterior -¿un santuario de Al-Qaeda de nuevo? -, si la inestabilidad sigue en un " Pakistán nuclear" y no olvidamos a Irán habrá que convenir que la situación regional será explosiva.
Saludos


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Retirada "responsable": Derrota.

Mensaje por AFOCES »

Quizás me repita. Parece que lo único que ha conseguido, la determinación de la retirada programada de tropas, ha sido envalentonar a los talibanes que, probablemente, incrementarán sus acciones a medida que disminuye la capacidad de combate aliada. La decisión impuesta por el presidente Obama, en contra de la opinión de algunos de sus más prestigiosos generales, ha sido un error para alcanzar la victoria o para un final de la contienda digno. Los anuncios de repliegues no siempre son positivos y el enemigo empleará esa actitud en su beneficio : "No se marchan , los hemos expulsado"

No parece que Afganistán disfrute de un Gobierno estable y fuerte ni de unas fuerzas de seguridad capaces de garantizar la seguridad del país. Tampoco es previsible que las tenga en 2014 cuando se complete la retirada de las tropas de la OTAN. La muerte de Bin Laden no ha producido una paralización, ni siquiera temporal, de los ataques talibanes; por el contrario da la impresión que los ha agudizado y raro es el día que no ocupan las cabeceras de los medios ataques cada vez más osados que producen más víctimas civiles y militares.

En esa situación los militares españoles han pagado su parte. Su heroico sacrificio y el de miles de compañeros aliados merecería el premio de una paz y un futuro prometedor para los afganos alejando del terror que padecían hace una década. Pero es poco probable que eso suceda. No ha sido buena la decisión del presidente Obama de presentar un calendario de retirada de fuerzas - contra la opinión de sus asesores militares - que es el anuncio de una derrota a plazo fijo aunque, jugando con el lenguaje, el presidente lo venda como una "retirada responsable". El Gobierno español podía haber optado por una retirada de una vez - el contingente es de pequeña entidad - pero ha preferido seguir el ejemplo estadounidense y realizar una retirada progresiva - quizá porque todavía pesa mucho la retirada de Irak -. La retirada escalonada, puede poner a nuestras unidades en una situación complicada y peligrosa, que obligará a emplear todas las energías en una mera defensa propia.

Como base para defender su decisión, el presidente americano afirma que durante este último año se ha acelerado la formación del Ejército afgano constituido por más de 100.000 efectivos y de las fuerzas de seguridad. Sin embargo instructores internacionales dudan de su eficacia, y sobre todo de su moral, para proteger eficazmente a sus ciudadanos. No es un problema menor la infiltración en sus filas de talibanes o insurgentes y la creencia, generalizada, de que éstos tomarán el poder es motivo suficiente para que las fuerzas militares y de seguridad afganas y la población civil vayan tomando "posiciones". La población afgana sabe que los occidentales se van y vuelven los talibanes, tienen memoria y saben como "se las gastan". En consecuencia solo les quedan dos caminos: hacer méritos con los triunfadores o emigrar del país. Ya sucedió en Vietnam.

En suma, la entrega de Afganistán a los talibanes dejará una zona desestabilizada y peligrosa - con actores nucleares e interrogantes en los países árabes - y, por otra parte, producirá una pérdida de credibilidad de la OTAN que, incluso, disminuye aun más con el conflicto libio donde se ha puesto en evidencia una importante falta de solidaridad entre aliados e, incluso, diferencias estratégicas. Estos dos conflictos - aunque caiga Gadafi - influyen negativamente en el prestigio de la OTAN y quizás en la cohesión trasatlántica.

Por nuestra parte sólo cabe desear que el sargento Manuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marín (los dos fallecidos en el último ataque) sean las últimas bajas mortales que se produzcan en territorio afgano.
Saludos


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¿El fin de la guerra en Libia?

Mensaje por AFOCES »

Parece que el fin de la guerra de Libia está a la vuelta de la esquina y solo falta que se encuentre el paradero del coronel Gadafi. Podemos aceptar que sin la participación de la OTAN difícilmente los "rebeldes" habrían ganado pero, también, que la participación de la Alianza ha sido poco decidida y la guerra ha durado más de lo previsto y las bajas - que era lo que se trataba de evitar - muy importantes. Quedan algunas incógnitas por descifrar; la que más espacio ocupa en los medios es el paradero de Gadafi pero, quizás, la que más preocupa es el cambio de régimen en Libia y quién detentará el poder.

Creo que nadie discute - más que el presidente Hugo Chávez - que Gadafi ha sido un dictador y un explotador de su pueblo y, en consecuencia, todos agradecemos que esa dictadura y el sufrimiento del pueblo libio termine. Pero siempre queda una duda : ¿realmente ha sido ese el motivo de la intervención de Occidente en Libia? Porque si es así, hay dictaduras tan repugnantes como la del coronel Gadafi - Siria, Arabia Saudita, Yemen... Cuba, Corea del Norte... - y no se actúa del mismo modo. "Hasta hace unos años, a Gadafi, que ya era igual que ahora, se le rendían honores, se le cedía un trozo de soberanía para montar su jaima, se le reían sus ocurrencias y las de su guardia pretoriana femenina, se le vendían armas, se le aseguraban sus bienes...". Y, evidentemente, todo se hacía así porque Gadafi era el dueño absoluto de los combustibles libios.

Ignoro la influencia que pudieron tener los acontecimientos de Egipto y Túnez - la primavera árabe - que era lógico pasase a Libia, como se ha repetido país muy importante en la producción de petróleo y abastecedor de Occidente. Quizás Occidente temió que los pozos pasasen a otras manos y, en consecuencia, se podía poner en peligro el abastecimiento de crudo. Es decir, como siempre, la lucha por los intereses y al fondo ... una intervención humanitaria.
Saludos


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Mensaje por Autentic »

Amigo AFOCES, siempre que he preguntado lo mismo que ahora te preguntas tu, la respuesta ha sido invariable, Real Politik.

Poderoso caballero es Don Dinero.

Un saludo.


El vientre de mi enemigo, sera la unica vaina para mi espada. Salut.
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Zeuxis
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Mensaje por Zeuxis »

¿España posee un plan de Seguridad propio o se emplea uno de la OTAN,como he leído por otros Foros?


"No existe la guerra inevitable. Si llega, es por fallo del hombre." --Andrew Bonar Law--

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