Y digo yo los brit porque no desembarcan en los puertos persas y en basora?.
Sobre lo que decias de distraer medios del pacifico creo que un buen receptor de esos medios seria el teatro de persia.
Quizas sea donde mas pupa se les pueda hacer y si los rechazas y amenazas el caucaso ( ojo no digo toamrlo solo amenazar)....
Por otro lado va a ser una verdadera pesadilla logistica para los rusos , y si pierden pronto la superioridad aerea ( si es que la lelgan a tener....)
con cuerdo con gaspacher los bombardeos estan tardadno biend desde creta bien desde iraq. ( o ambas)
Operación Impensable
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flanker33
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Estimado Gaspacher,
A ver, a lo mejor no quedó claro con el mensaje que puse al principio y que luego se fue al garete con el borrado de mensajes que hubo hace una o dos semanas. Este es un relato inacabado e incompleto. Quiero decir que cuando escribí esto, hace dos o tres años, escribí lo que me apetecía pensando en que más adelante seguiría con ello (cosa que no descarto en principio), y lo que hice debe ser como el 20% o menos de lo que tenía previsto, y entre lo cual incluiría algún episodio y referencias al bombardeo estratégico, pero en los relatos que escribí y que voy posteando, no hay ninguno, o sea que ni aparecen, ni aparecerán (aunque creo que alguna referencia corta si hice en algún capitulo).
Esto ya lo hemos comentado ¿no?
Si, ¿cual es el problema?
Un desembarco anfibio el primer día de la guerra, desde posiciones cercanas al lugar del desembarco (un viaje de una noche) con la sorpresa táctica de su parte, obviamente no es Overlord como creo que se puede ver…no veo la pasada.
Un lanzamiento de dos regimientos dos días después del inicio de la ofensiva, cuando el control del aire esta como mínimo disputado, sino a favor de los soviéticos, por la tarde-noche y luego unas horas después el refuerzo de algunas tropas y suministros más, tampoco veo el problema.
Hola Ventura,
Por una cuestión de tiempo. Digamos que embarcando en Venecia, y con una velocidad de 16 nudos, hasta Umm Qasar (cerca de Basora) se tardan unos 12 días, y a Badar Abbas, en Persia (Irán) casi 11, mientras que hasta Beirut se tarda menos de 4. Creo que en menos de siete u ocho días, una división motorizada puede desplegarse por la zona donde quiera y ya está sobre el terreno y al menos dificultando el avance enemigo si se dirige hacia el mediterráneo.
http://www.searates.com/reference/portdistance/
Si, esa es una idea, tanto tropas británicas del 14º Ejército como norteamericanas.
Bueno, los soviéticos llevaban años en el norte de Persia por lo que algo de logística tendrían, también disponen de un mes antes de iniciar las operaciones, por lo que se harían los preparativos pertinentes y si también sumamos la menor falta de logística que necesitaba el Ejército Rojo, al menos durante las primeras etapas no creo que tuviese muchos problemas. Luego dependiendo del ritmo de avance, la resistencia y las bajas, pues obviamente necesitaría más suministros.
Creo que desde Italia se podría bombardear Ploiesti, está mas cerca que Creta, para el Caucaso con algún punto de oriente medio como Siria o Palestina, Iraq también pero como estaría más expuesta al avance soviético, creo que sería mejor algo más a retaguardia.
En cuanto a la industria en los Urales, y tomando Sverdlovsk como referencia, creo que lo más cercano sería Afganistán, pero parece bastante complicado.
¿15 días y los bombarderos estratégicos aliados sin aparecer?
A ver, a lo mejor no quedó claro con el mensaje que puse al principio y que luego se fue al garete con el borrado de mensajes que hubo hace una o dos semanas. Este es un relato inacabado e incompleto. Quiero decir que cuando escribí esto, hace dos o tres años, escribí lo que me apetecía pensando en que más adelante seguiría con ello (cosa que no descarto en principio), y lo que hice debe ser como el 20% o menos de lo que tenía previsto, y entre lo cual incluiría algún episodio y referencias al bombardeo estratégico, pero en los relatos que escribí y que voy posteando, no hay ninguno, o sea que ni aparecen, ni aparecerán (aunque creo que alguna referencia corta si hice en algún capitulo).
¿Los rusos atacando a una flota de decenas de naves?
Esto ya lo hemos comentado ¿no?
¿Los rusos realizando desembarcos y operaciones aerotransportadas?
Si, ¿cual es el problema?
Un desembarco anfibio el primer día de la guerra, desde posiciones cercanas al lugar del desembarco (un viaje de una noche) con la sorpresa táctica de su parte, obviamente no es Overlord como creo que se puede ver…no veo la pasada.
Un lanzamiento de dos regimientos dos días después del inicio de la ofensiva, cuando el control del aire esta como mínimo disputado, sino a favor de los soviéticos, por la tarde-noche y luego unas horas después el refuerzo de algunas tropas y suministros más, tampoco veo el problema.
Hola Ventura,
Y digo yo los brit porque no desembarcan en los puertos persas y en basora?.
Por una cuestión de tiempo. Digamos que embarcando en Venecia, y con una velocidad de 16 nudos, hasta Umm Qasar (cerca de Basora) se tardan unos 12 días, y a Badar Abbas, en Persia (Irán) casi 11, mientras que hasta Beirut se tarda menos de 4. Creo que en menos de siete u ocho días, una división motorizada puede desplegarse por la zona donde quiera y ya está sobre el terreno y al menos dificultando el avance enemigo si se dirige hacia el mediterráneo.
http://www.searates.com/reference/portdistance/
Sobre lo que decias de distraer medios del pacifico creo que un buen receptor de esos medios seria el teatro de persia.
Si, esa es una idea, tanto tropas británicas del 14º Ejército como norteamericanas.
Por otro lado va a ser una verdadera pesadilla logistica para los rusos
Bueno, los soviéticos llevaban años en el norte de Persia por lo que algo de logística tendrían, también disponen de un mes antes de iniciar las operaciones, por lo que se harían los preparativos pertinentes y si también sumamos la menor falta de logística que necesitaba el Ejército Rojo, al menos durante las primeras etapas no creo que tuviese muchos problemas. Luego dependiendo del ritmo de avance, la resistencia y las bajas, pues obviamente necesitaría más suministros.
con cuerdo con gaspacher los bombardeos estan tardadno biend desde creta bien desde iraq. ( o ambas)
Creo que desde Italia se podría bombardear Ploiesti, está mas cerca que Creta, para el Caucaso con algún punto de oriente medio como Siria o Palestina, Iraq también pero como estaría más expuesta al avance soviético, creo que sería mejor algo más a retaguardia.
En cuanto a la industria en los Urales, y tomando Sverdlovsk como referencia, creo que lo más cercano sería Afganistán, pero parece bastante complicado.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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flanker33
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13 de julio
18:49 Hora local
Surgiendo a una velocidad increíble, picando de entre las nubes, los ocho aviones recorrieron a casi novecientos kilómetros por hora la distancia que los separaban de un grupo de bombarderos Tu-2 mil metros más abajo. Los sorprendidos cazas soviéticos de escolta poco pudieron hacer. Cuando intentaron posicionarse para atacar a los agresores, estos ya los estaban sobrepasando, y pocos segundos después, aparecían un escuadrón de Mustang P-51 que se dirigía directamente hacia ellos, lo que les obligó a olvidar a los agresores más rápidos y concentrarse en luchar por sus vidas.
Los ocho veloces aviones que habían iniciado el ataque realizaron una pasada sobre los bombarderos enemigos, disparando la batería de seis ametralladoras que llevaban en el morro, lograron abatieron a cinco de ellos. Aprovechando la inercia del picado y su tremenda velocidad, realizaron una fuerte trepada para ganar altura y colocarse a nivel superior al de los cazas enemigos, que ahora estaban enzarzados en un combate a vida o muerte con sus compañeros del 374º escuadrón de caza norteamericano.
Aquellos bombarderos fueron las primeras victimas de los recién llegados Lockheed P-80. Hacía tan solo dos días que seis aparatos provenientes de los E.E.U.U. se habían unido a los dos aparatos que habían llegado a Italia en vísperas del final de la guerra contra los alemanes. Los aviones eran todavía prototipos YP-80A, pero desde hacía ya un tiempo que estaban en pruebas operacionales con pilotos veteranos llegados de diversas unidades de cazas de la USAAF. Con mucha urgencia se había formado una pequeña formación denominada “Unidad Hap”, en referencia al apodo del comandante de la USAAF, que había impulsado de forma decisiva la participación de aquellos aparatos en los combates contra la URSS. La unidad
fue agregada al 361º Grupo de Caza, y se instalaron en un aeródromo cercano a Frankfurt.
Esa tarde, y pocas horas después de haber sido declarados “aptos para el combate”, habían despegado como consecuencia de una alarma, en la que se localizaron unos cuarenta aviones enemigos en dirección a Mannheim.
Ahora, el mayor Albert Holland acababa de derribar su primer aparato enemigo con su nueva montura, y su cuenta particular de derribos, ascendía a doce. La formación de P-80,s se estaba preparando para dar otra pasada sobre los bombarderos cuando llegaron voces por la radio provenientes de los P-51, algunos de los cuales pedían ayuda para sacarse de encima a los cazas rusos.
-Atención chicos – dijo el Teniente Coronel Burcham, jefe de la unidad y tejano de pies a cabeza – vamos a ayudar a los Mustangs y luego seguiremos con los bombarderos.
-Recibido – contestó Holland y los restantes seis pilotos.
Aunque su objetivo principal eran los bombarderos, el Teniente Coronel Burchan era un piloto de caza, y no podía dejar pasar la oportunidad de enfrentarse en sus nuevos aparatos a los cazas rojos, y más si sus compañeros estaban en peligro y ellos tenían la oportunidad de ayudarles. Además, la formación enemiga todavía se encontraba lejos de su más que posible objetivo, que por su rumbo debían ser unos depósitos de suministros que se encontraba entre Manneim y Heidelberg.
Holland divisó al P-51 del novato teniente Layer, y vió que llevaba pegado a su cola un caza ruso, un La-7 según creyó reconocer.
-Layer, rompe a la izquierda – advirtió Holland.
-Lo tengo encima, quitádmelo antes de que me alcance – respondió Layer.
-Maldita sea, gira a la izquierda de una vez, y que sea un giro fuerte.
Finalmente el teniente Layer obedeció, y entre balas del caza ruso, logó virar. El La-7 lo siguió en el giro, lo que lo colocó justo en la trayectoria del aparato de Holland. Este abrió fuego, y su morro se encendió como un árbol de navidad, interceptando sus proyectiles la trayectoria de vuelo del caza ruso. Un momento después, el aparato enemigo tenía cerca de cincuenta nuevos boquetes repartidos por todo el fuselaje, en las alas y el motor. Comenzó a describir una parábola descendente, a la vez que escupía humo negro y se desprendían piezas del avión. Tras un par de segundos, el piloto saltó y un paracaídas más se abría en el cielo alemán aquella tarde.
El mayor Holland echó un vistazo a su alrededor y vio como los aparatos norteamericanos estaban dominando la situación, y por la radio le llegaban noticias sobre derribos de enemigos. El transmitió el suyo, a la vez que se elevaba para tener mejor campo de visión.
-Unidad Hap, aquí hemos terminado. Del resto se pueden encargar los Mustangs. Volvamos a por los bombarderos. – Ordenó Burchan por la radio.
La formación de ocho aviones se lanzó en pos de los Tu-2 soviéticos, y gracias a su velocidad y altura pronto se colocaron en posición de ataque, por encima y a la espalda de los bombarderos.
-Démosles otra pasadita chicos – dijo Burchan
-Tally-ho¡¡¡ - respondieron sus pilotos.
Uno tras otro se precipitaron sobre los aparatos rusos, acertando en la mayoría de ocasiones los pilotos norteamericanos. Los rusos devolvían el fuego con sus ametralladoras traseras, y una de ellas logró algunos impactos sobre el aparato del capitán Stanley. El P-80 se mantenía en vuelo, pero se notaban algunos daños estructurales, sobre todo alrededor de la toma de aire izquierda. Stanley lo comunicó al Teniente Coronel Burchan y este le contestó:
-¡Carajos Stanley, que mala suerte! Vuelve a la base antes que sufras más daños, de estos patitos ya nos ocupamos nosotros.
-Recibido líder. Buena caza chicos.- dijo despidiéndose de sus compañeros.
Ahora la unidad se reagrupaba para dar otra pasada sobre los once aparatos enemigos restantes, esta vez, atacándolos desde el costado, para evitar en lo posible el fuego de sus ametralladoras defensivas. Pero de pronto el capitán Stanley gritó por la radio. – Ayudadme, tengo a un rojo en la co……
Luego, se hizo el silencio. Holland miró en la dirección hacia donde se había marchado el capitán, y vio una bola de fuego precipitarse en dirección al suelo. No había ningún paracaídas.
-Cabrón – escupió Burchan, y llamando a Holland le dijo – Muchacho, quiero la cabeza del bastardo que ha hecho eso sobre mi mesa.
-La tendrá – respondió el mayor con rabia.
Así los seis reactores restantes se lanzaron a terminar su tarea con los bombarderos soviéticos, antes de que llegaran a su objetivo, para el que ya faltaba poco.
Holland realizó un brusco giro en busca de la cola del La-7 enemigo que se había escabullido de los Mustangs, y derribado a su compañero. Pero desde el principio del enganche, estuvo claro que aquel piloto no era ningún aficionado. Una y otra vez intentó el mayor Holland buscarle la cola, pero por alguna razón, siempre se lo encontraba de morro, haciendo centellear los cañones de veinte milímetros que llevaba encima del motor.
Holland se dio cuenta que aquel aparato lo superaba en maniobrabilidad, así que decidió que antes que aquel tipo tuviera suerte y le alcanzase, llevaría la lucha a su terreno.
El P-80 ganó altura, mientras el La-7 le perseguía, pero estaba claro que el ruso no tenía la potencia del reactor norteamericano, y pronto quedó atrás. El mayor se revolvió y se lanzó en picado sobre el caza enemigo que ahora volaba nivelado, tratando de recuperar parte de la energía perdida durante el ascenso. El piloto ruso al ver el ataque, comenzó a picar a la vez que realizaba fuertes virajes a izquierda y derecha. Holland trató de centrarlo en su visor de puntería una y otra vez, pero aquel ruso conocía el oficio.
El suelo se acercaba rápidamente, y entonces el norteamericano comprendió la táctica del ruso. Su aparato llevaba más velocidad y era menos maniobrable que el enemigo, y seguramente este se recuperaría del picado en el último momento, haciendo que el reactor, fijo en tratar de centrarlo en su visor, no se diese cuenta y no tuviese tiempo de salir del picado y chocara contra el suelo.
La idea del piloto soviético estuvo a punto de dar resultado, pero como Holland advirtió su intención, se recuperó justo a tiempo para salir del picado y colocarse a la cola del caza enemigo. Este, volvió a encabritar su aparato, realizando un brusco giro, pero esta vez, el piloto americano estaba mejor colocado, y aunque apenas tuvo tiempo de centrarlo en el visor, ya que su velocidad ahora era muy superior a la del ruso, pudo disparar una corta ráfaga.
Holland tiró de la palanca hacia él nada más sobrepasar al ruso, e inició una fuerte trepada para escapar de la posible replica.
Una vez se creyó a salvo, niveló el avión y buscó al ruso en las cercanías, pero no lo encontró. Siguió buscando, y al poco, creyó ver humo en el suelo, seguramente cerca de donde había disparado sus ametralladoras. Bajo a echar un vistazo, siempre atento a su alrededor para evitar posibles sorpresas. Realizó una pasada sobre el humo y vio con claridad la cola de una caza con una estrella roja pintada en el suelo, y los restos llameantes del avión, unos metros más adelante.
Se elevó un poco y volvió a mirar a su alrededor. Ahora no distinguía a ningún otro aparato, amigo o enemigo, en aquella porción de cielo que lo rodeaba, por lo tanto aquel aparato que se había estrellado en el campo, debía ser sin duda alguna su adversario.
Se relajo un poco y mientras ganaba altura, se intentó comunicar con su unidad.
-Líder Hap, líder Hap, aquí seis. He acabado con ese cabrón. ¿Donde estáis?
Al cabo de unos momentos la voz de Burchan salía por la radio.
-Buen trabajo seis. Ahora regresa a la base, nosotros ya nos hemos encargado de los bombarderos.
-Recibido.
Holland aterrizaba en el aeródromo pocos minutos después, ya anocheciendo, con los depósitos casi vacíos, pero intacto.
Allí se enteró sobre como había acabado el resto de la misión.
Los Mustangs habían sufrido la pérdida de siete cazas y tres pilotos, mientras que los rusos perdieron trece cazas, de los más de veinte que habían iniciado la reyerta, incluyendo los derribados por los P-80. A los pilotos rusos que no habían muerto, les esperaba el cautiverio al descender sobre posiciones norteamericanas.
Y de los veinticuatro bombarderos enemigos, tres lograron llegar a su objetivo, que como se había supuesto eran los depósitos de suministros, pero uno fue derribado por la artillería antiaérea que los protegía. Los dos restantes, lograron soltar su carga antes de ser abatidos.
Sus bombas cayeron sobre parte de uno de los cinco depósitos, que había, y causaron algunos daños. Pero por suerte, no había munición ni combustible allí, sino piezas de repuesto y utillaje para el mantenimiento y reparación de vehículos. Así que es posible que la logística de los tanques y demás vehículos del Primer Ejército norteamericano se resintiese un poco, pero no era tan grave como si hubiesen alcanzado otros depósitos más vitales y de mayor tamaño que había por la zona.
Para el mayor Holland aquella fue una misión agridulce, ya que a pesar de haber derribado cuatro aparatos enemigos y haber logrado detener en gran parte la amenaza de los bombarderos, había vuelto a perder a un compañero y amigo, y que aunque no era el primero que perdía, cada vez le afectaba casi como si lo fuera.
Después de cenar algo, casi sin apetito, se retiró a su camastro a descansar. Al poco ya estaba durmiendo.
18:49 Hora local
Surgiendo a una velocidad increíble, picando de entre las nubes, los ocho aviones recorrieron a casi novecientos kilómetros por hora la distancia que los separaban de un grupo de bombarderos Tu-2 mil metros más abajo. Los sorprendidos cazas soviéticos de escolta poco pudieron hacer. Cuando intentaron posicionarse para atacar a los agresores, estos ya los estaban sobrepasando, y pocos segundos después, aparecían un escuadrón de Mustang P-51 que se dirigía directamente hacia ellos, lo que les obligó a olvidar a los agresores más rápidos y concentrarse en luchar por sus vidas.
Los ocho veloces aviones que habían iniciado el ataque realizaron una pasada sobre los bombarderos enemigos, disparando la batería de seis ametralladoras que llevaban en el morro, lograron abatieron a cinco de ellos. Aprovechando la inercia del picado y su tremenda velocidad, realizaron una fuerte trepada para ganar altura y colocarse a nivel superior al de los cazas enemigos, que ahora estaban enzarzados en un combate a vida o muerte con sus compañeros del 374º escuadrón de caza norteamericano.
Aquellos bombarderos fueron las primeras victimas de los recién llegados Lockheed P-80. Hacía tan solo dos días que seis aparatos provenientes de los E.E.U.U. se habían unido a los dos aparatos que habían llegado a Italia en vísperas del final de la guerra contra los alemanes. Los aviones eran todavía prototipos YP-80A, pero desde hacía ya un tiempo que estaban en pruebas operacionales con pilotos veteranos llegados de diversas unidades de cazas de la USAAF. Con mucha urgencia se había formado una pequeña formación denominada “Unidad Hap”, en referencia al apodo del comandante de la USAAF, que había impulsado de forma decisiva la participación de aquellos aparatos en los combates contra la URSS. La unidad
fue agregada al 361º Grupo de Caza, y se instalaron en un aeródromo cercano a Frankfurt.
Esa tarde, y pocas horas después de haber sido declarados “aptos para el combate”, habían despegado como consecuencia de una alarma, en la que se localizaron unos cuarenta aviones enemigos en dirección a Mannheim.
Ahora, el mayor Albert Holland acababa de derribar su primer aparato enemigo con su nueva montura, y su cuenta particular de derribos, ascendía a doce. La formación de P-80,s se estaba preparando para dar otra pasada sobre los bombarderos cuando llegaron voces por la radio provenientes de los P-51, algunos de los cuales pedían ayuda para sacarse de encima a los cazas rusos.
-Atención chicos – dijo el Teniente Coronel Burcham, jefe de la unidad y tejano de pies a cabeza – vamos a ayudar a los Mustangs y luego seguiremos con los bombarderos.
-Recibido – contestó Holland y los restantes seis pilotos.
Aunque su objetivo principal eran los bombarderos, el Teniente Coronel Burchan era un piloto de caza, y no podía dejar pasar la oportunidad de enfrentarse en sus nuevos aparatos a los cazas rojos, y más si sus compañeros estaban en peligro y ellos tenían la oportunidad de ayudarles. Además, la formación enemiga todavía se encontraba lejos de su más que posible objetivo, que por su rumbo debían ser unos depósitos de suministros que se encontraba entre Manneim y Heidelberg.
Holland divisó al P-51 del novato teniente Layer, y vió que llevaba pegado a su cola un caza ruso, un La-7 según creyó reconocer.
-Layer, rompe a la izquierda – advirtió Holland.
-Lo tengo encima, quitádmelo antes de que me alcance – respondió Layer.
-Maldita sea, gira a la izquierda de una vez, y que sea un giro fuerte.
Finalmente el teniente Layer obedeció, y entre balas del caza ruso, logó virar. El La-7 lo siguió en el giro, lo que lo colocó justo en la trayectoria del aparato de Holland. Este abrió fuego, y su morro se encendió como un árbol de navidad, interceptando sus proyectiles la trayectoria de vuelo del caza ruso. Un momento después, el aparato enemigo tenía cerca de cincuenta nuevos boquetes repartidos por todo el fuselaje, en las alas y el motor. Comenzó a describir una parábola descendente, a la vez que escupía humo negro y se desprendían piezas del avión. Tras un par de segundos, el piloto saltó y un paracaídas más se abría en el cielo alemán aquella tarde.
El mayor Holland echó un vistazo a su alrededor y vio como los aparatos norteamericanos estaban dominando la situación, y por la radio le llegaban noticias sobre derribos de enemigos. El transmitió el suyo, a la vez que se elevaba para tener mejor campo de visión.
-Unidad Hap, aquí hemos terminado. Del resto se pueden encargar los Mustangs. Volvamos a por los bombarderos. – Ordenó Burchan por la radio.
La formación de ocho aviones se lanzó en pos de los Tu-2 soviéticos, y gracias a su velocidad y altura pronto se colocaron en posición de ataque, por encima y a la espalda de los bombarderos.
-Démosles otra pasadita chicos – dijo Burchan
-Tally-ho¡¡¡ - respondieron sus pilotos.
Uno tras otro se precipitaron sobre los aparatos rusos, acertando en la mayoría de ocasiones los pilotos norteamericanos. Los rusos devolvían el fuego con sus ametralladoras traseras, y una de ellas logró algunos impactos sobre el aparato del capitán Stanley. El P-80 se mantenía en vuelo, pero se notaban algunos daños estructurales, sobre todo alrededor de la toma de aire izquierda. Stanley lo comunicó al Teniente Coronel Burchan y este le contestó:
-¡Carajos Stanley, que mala suerte! Vuelve a la base antes que sufras más daños, de estos patitos ya nos ocupamos nosotros.
-Recibido líder. Buena caza chicos.- dijo despidiéndose de sus compañeros.
Ahora la unidad se reagrupaba para dar otra pasada sobre los once aparatos enemigos restantes, esta vez, atacándolos desde el costado, para evitar en lo posible el fuego de sus ametralladoras defensivas. Pero de pronto el capitán Stanley gritó por la radio. – Ayudadme, tengo a un rojo en la co……
Luego, se hizo el silencio. Holland miró en la dirección hacia donde se había marchado el capitán, y vio una bola de fuego precipitarse en dirección al suelo. No había ningún paracaídas.
-Cabrón – escupió Burchan, y llamando a Holland le dijo – Muchacho, quiero la cabeza del bastardo que ha hecho eso sobre mi mesa.
-La tendrá – respondió el mayor con rabia.
Así los seis reactores restantes se lanzaron a terminar su tarea con los bombarderos soviéticos, antes de que llegaran a su objetivo, para el que ya faltaba poco.
Holland realizó un brusco giro en busca de la cola del La-7 enemigo que se había escabullido de los Mustangs, y derribado a su compañero. Pero desde el principio del enganche, estuvo claro que aquel piloto no era ningún aficionado. Una y otra vez intentó el mayor Holland buscarle la cola, pero por alguna razón, siempre se lo encontraba de morro, haciendo centellear los cañones de veinte milímetros que llevaba encima del motor.
Holland se dio cuenta que aquel aparato lo superaba en maniobrabilidad, así que decidió que antes que aquel tipo tuviera suerte y le alcanzase, llevaría la lucha a su terreno.
El P-80 ganó altura, mientras el La-7 le perseguía, pero estaba claro que el ruso no tenía la potencia del reactor norteamericano, y pronto quedó atrás. El mayor se revolvió y se lanzó en picado sobre el caza enemigo que ahora volaba nivelado, tratando de recuperar parte de la energía perdida durante el ascenso. El piloto ruso al ver el ataque, comenzó a picar a la vez que realizaba fuertes virajes a izquierda y derecha. Holland trató de centrarlo en su visor de puntería una y otra vez, pero aquel ruso conocía el oficio.
El suelo se acercaba rápidamente, y entonces el norteamericano comprendió la táctica del ruso. Su aparato llevaba más velocidad y era menos maniobrable que el enemigo, y seguramente este se recuperaría del picado en el último momento, haciendo que el reactor, fijo en tratar de centrarlo en su visor, no se diese cuenta y no tuviese tiempo de salir del picado y chocara contra el suelo.
La idea del piloto soviético estuvo a punto de dar resultado, pero como Holland advirtió su intención, se recuperó justo a tiempo para salir del picado y colocarse a la cola del caza enemigo. Este, volvió a encabritar su aparato, realizando un brusco giro, pero esta vez, el piloto americano estaba mejor colocado, y aunque apenas tuvo tiempo de centrarlo en el visor, ya que su velocidad ahora era muy superior a la del ruso, pudo disparar una corta ráfaga.
Holland tiró de la palanca hacia él nada más sobrepasar al ruso, e inició una fuerte trepada para escapar de la posible replica.
Una vez se creyó a salvo, niveló el avión y buscó al ruso en las cercanías, pero no lo encontró. Siguió buscando, y al poco, creyó ver humo en el suelo, seguramente cerca de donde había disparado sus ametralladoras. Bajo a echar un vistazo, siempre atento a su alrededor para evitar posibles sorpresas. Realizó una pasada sobre el humo y vio con claridad la cola de una caza con una estrella roja pintada en el suelo, y los restos llameantes del avión, unos metros más adelante.
Se elevó un poco y volvió a mirar a su alrededor. Ahora no distinguía a ningún otro aparato, amigo o enemigo, en aquella porción de cielo que lo rodeaba, por lo tanto aquel aparato que se había estrellado en el campo, debía ser sin duda alguna su adversario.
Se relajo un poco y mientras ganaba altura, se intentó comunicar con su unidad.
-Líder Hap, líder Hap, aquí seis. He acabado con ese cabrón. ¿Donde estáis?
Al cabo de unos momentos la voz de Burchan salía por la radio.
-Buen trabajo seis. Ahora regresa a la base, nosotros ya nos hemos encargado de los bombarderos.
-Recibido.
Holland aterrizaba en el aeródromo pocos minutos después, ya anocheciendo, con los depósitos casi vacíos, pero intacto.
Allí se enteró sobre como había acabado el resto de la misión.
Los Mustangs habían sufrido la pérdida de siete cazas y tres pilotos, mientras que los rusos perdieron trece cazas, de los más de veinte que habían iniciado la reyerta, incluyendo los derribados por los P-80. A los pilotos rusos que no habían muerto, les esperaba el cautiverio al descender sobre posiciones norteamericanas.
Y de los veinticuatro bombarderos enemigos, tres lograron llegar a su objetivo, que como se había supuesto eran los depósitos de suministros, pero uno fue derribado por la artillería antiaérea que los protegía. Los dos restantes, lograron soltar su carga antes de ser abatidos.
Sus bombas cayeron sobre parte de uno de los cinco depósitos, que había, y causaron algunos daños. Pero por suerte, no había munición ni combustible allí, sino piezas de repuesto y utillaje para el mantenimiento y reparación de vehículos. Así que es posible que la logística de los tanques y demás vehículos del Primer Ejército norteamericano se resintiese un poco, pero no era tan grave como si hubiesen alcanzado otros depósitos más vitales y de mayor tamaño que había por la zona.
Para el mayor Holland aquella fue una misión agridulce, ya que a pesar de haber derribado cuatro aparatos enemigos y haber logrado detener en gran parte la amenaza de los bombarderos, había vuelto a perder a un compañero y amigo, y que aunque no era el primero que perdía, cada vez le afectaba casi como si lo fuera.
Después de cenar algo, casi sin apetito, se retiró a su camastro a descansar. Al poco ya estaba durmiendo.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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Gaspacher
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- Registrado: 28 Oct 2007, 21:59
- Ubicación: Hoy en mañolandia, mañana ya veremos
Si, ¿cual es el problema?
Que en la realidad, de desembarcos y asaltos paracaidistas...
...mas bien poco.
PD ¿Y Franco? Si quiere congraciarse con los aliados mejor momento no va a tener, seguro que ya hay unas cuantas divisiones de infantería como poco en los pirineos...
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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The Inv¡ncible
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- Ubicación: En mi gran y antiguo pais
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The Inv¡ncible
- Recluta
- Mensajes: 17
- Registrado: 12 Jul 2011, 22:15
- Ubicación: En mi gran y antiguo pais
Lo cierto es que el relato esta muy bien, aunque en mi opinion sobre los aliados fallen algunas cosas, pero es mi opinion y no tengo muchos datos a mano ahora mismo. Espero la continuacion con mucha ansia.
Y de luchar contra su gran enemigo, el comunismo.
PD ¿Y Franco? Si quiere congraciarse con los aliados mejor momento no va a tener, seguro que ya hay unas cuantas divisiones de infantería como poco en los pirineos...`
Y de luchar contra su gran enemigo, el comunismo.
-
flanker33
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2238
- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
Que en la realidad, de desembarcos y asaltos paracaidistas...
...mas bien poco.
Operaciones al nivel que describo (o incluso mayores) no muchas, no (bastantes más a pequeñas escala, desde secciones a batallones) pero alguna hubo, y de haberla en este conflicto, pensé que debían de ser al inicio, cuando la sorpresa permitía un desembarco naval y también la sorpresa y una cierta superioridad numérica permitiría una operación aerotransportada. Luego, con el control de los mares que tendrían las marinas aliadas y el cielo cada vez más en disputa, sería más difícil.
PD ¿Y Franco? Si quiere congraciarse con los aliados mejor momento no va a tener, seguro que ya hay unas cuantas divisiones de infantería como poco en los pirineos...
Pues coincido contigo, supongo que Franco se postularía como aliado contra el comunismo que representaba la URSS, lo que estaba por ver era si los aliados les interesaba. Creo que muy desesperados se tenían que ver para recurrir a España, y no desde luego por sus fuerzas armadas, si no seguramente por su posición geográfica si es que la cosa iba rematadamente mal.
Supongo que el ejército español se volcaría en intentar avanzar lo máximo posible en la construcción de la línea P, y como dices colocar unas cuantas divisiones de infantería en la zona.
Lo cierto es que el relato esta muy bien, aunque en mi opinion sobre los aliados fallen algunas cosas
Hola The Invencible, gracias y comenta los fallos que veas, sin problemas.
Saludos.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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The Inv¡ncible
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- Ubicación: En mi gran y antiguo pais
Cita:
Lo cierto es que el relato esta muy bien, aunque en mi opinion sobre los aliados fallen algunas cosas
Hola The Invencible, gracias y comenta los fallos que veas, sin problemas.
No me malinterpretes, jaja, me parece un relato de lo mejor, sinceramente, como el de la Batalla del Pacifico. Espero tu proxima ampliacion como agua de abril, jaja.
-
ventura
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Bueno, los soviéticos llevaban años en el norte de Persia por lo que algo de logística tendrían, también disponen de un mes antes de iniciar las operaciones, por lo que se harían los preparativos pertinentes y si también sumamos la menor falta de logística que necesitaba el Ejército Rojo, al menos durante las primeras etapas no creo que tuviese muchos problemas. Luego dependiendo del ritmo de avance, la resistencia y las bajas, pues obviamente necesitaría más suministros.
ya pero ahroa es mas y bueno lo de la menor carga logistica vale, pero digo yo que por ejemplo un soldado ruso en el desierto necesitara la misma cantidad de agua que uno ingles ( o quien sabe incluso mas). y ojo que este tetro les va a dar zonos de lucha a las que no estan acostumbrados . el componente logistico para los ruskis es cuanto menos dificil, y si pierden el aire ya ni te cuento.
Por una cuestión de tiempo. Digamos que embarcando en Venecia, y con una velocidad de 16 nudos, hasta Umm Qasar (cerca de Basora) se tardan unos 12 días, y a Badar Abbas, en Persia (Irán) casi 11, mientras que hasta Beirut se tarda menos de 4. Creo que en menos de siete u ocho días, una división motorizada puede desplegarse por la zona donde quiera y ya está sobre el terreno y al menos dificultando el avance enemigo si se dirige hacia el mediterráneo.
puede ser pero aun asi hay que mover la division hasta iraq o persia por carretera nos e que compensa mas la verdad.
por otro lado con 200000 hombres los russo lo tendran un poco dificil para lelgar al mediterraneo no crees?, no ya por los oponentes ( que un poco tambien) si no por las distancias, porque si se meten hacia el mediterraneo y los brit contraatacan en persia les puede hacer una bolsa de las buenas.
Creo que desde Italia se podría bombardear Ploiesti, está mas cerca que Creta, para el Caucaso con algún punto de oriente medio como Siria o Palestina, Iraq también pero como estaría más expuesta al avance soviético, creo que sería mejor algo más a retaguardia.
En cuanto a la industria en los Urales, y tomando Sverdlovsk como referencia, creo que lo más cercano sería Afganistán, pero parece bastante complicado.
bueno no solo ploesti, depositos de armas nudos de comunicacion puentes, tuneles presas, hostigar a los ruskis en sus propioas aerodromos. etc
por otro lado desde islamabad a ekaterinburgo hay 2740 km parce una distancia aceptable para un grupo de B29. establecer aerodromos en algun punto de lo que es actualmente el norte de pakistan no parce una tarea imposible.
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flanker33
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el componente logistico para los ruskis es cuanto menos difícil
Puede ser, no es el “habitat natural” del soldado ruso, y seguro que tendrían dificultades logísticas y de aclimatación, pero por ejemplo, tampoco a los alemanes les tenía que ir muy bien en el desierto a priori y mira la guerra que dieron, y muchas veces con una logística bastante degradada.
puede ser pero aun asi hay que mover la division hasta iraq o persia por carretera nos e que compensa mas la verdad.
Pues quizás tengas razón, el desgaste que puede suponer para la mecánica de los vehículos y la logística a lo mejor no compensa, pero mi idea era tener “botas en el terreno” cuanto antes y bloquear un posible avance contra el Canal de Suez, dando casi por perdido Irak y buena parte de Persia.
por otro lado con 200000 hombres los russo lo tendran un poco dificil para lelgar al mediterraneo no crees?, no ya por los oponentes ( que un poco tambien) si no por las distancias, porque si se meten hacia el mediterraneo y los brit contraatacan en persia les puede hacer una bolsa de las buenas.
Yo creo que no sería su objetivo primario. Primero deberían llegar al Golfo, dividiendo a las fuerzas británicas (y su imperio) conseguir las incipientes reservas petrolíferas de la zona, para que después, y en función de las fuerzas y las posibilidades que se les presenten, y tras haber dejado fuerzas de bloqueo en Persia para defenderse de los británicos que lleguen vía India, intentar amenazar el Canal de Suez. Ciertamente es ambicioso con tan pocos hombres, pero los ingleses, al menos al principio tampoco tendrían demasiada presencia, y luego pues creo que sería una carrera, primero a ver quien puede distraer más recursos de otros frentes y luego hacerlos llegar a la zona para tener superioridad y prevalecer en el terreno.
bueno no solo ploesti, depositos de armas nudos de comunicacion puentes, tuneles presas, hostigar a los ruskis en sus propioas aerodromos. Etc
La campaña contra sus vías de avituallamiento y de comunicación creo que debería darse principalmente contra blancos en la parte alemana que controlaban los rusos, Polonia, Checoslovaquia, o incluso la parte occidental de la URSS, se podría hacer desde Inglaterra o el norte de Francia, y la opción de Creta sería más bien contra blancos del flanco sur, lo que pasa es que asumo que Grecia sería indefendible por los aliados y se dejaría con una resistencia simbólica o se retiraría, y por lo tanto, una campaña así para atacar Bulgaria o Rumania no tendría mucho sentido. Y para atacar Ploiesti, desde el sur de Italia hay menos distancia.
Lo de las presas si sería interesante en algunos lugares. Los “Dambusters” de nuevo a la carga…:horse:
Objetivos como campos de aviación lo comenté como una opción más táctica que estratégica en la que los bombarderos pesados podrían ayudar bastante, pero en general, esos aeródromos estarían al alcance desde Europa occidental.
Para bombardear los campos del Caucaso, desplegando bombarderos en Siria, Palestina o Egipto daría bastante bien.
por otro lado desde islamabad a ekaterinburgo hay 2740 km parce una distancia aceptable para un grupo de B29. establecer aerodromos en algun punto de lo que es actualmente el norte de pakistan no parce una tarea imposible.
Y sobre los Urales, pues tienes razón, no sería tarea imposible, pero si complicada al menos en cuanto a que costaría un cierto tiempo, presumiendo que ya hubiese aeródromos allí (que no lo se, pero si los hubiera, hacerlos compatibles con el mayor bombardero de la época, supongo que también llevaría su tiempo), el desplegar los bombarderos desde EEUU, asumiendo que los que hay en el Pacífico siguieran con su campaña sobre Japón, aunque también podrían desplazarse estos y ser sustituidos en el Pacifico por otros provenientes del continente, pero en cualquier caso consumiría bastante tiempo. El despliegue inicial de los B-29 desde USA a Calcuta, llevó unos tres meses para que pudieran actuar en su primera misión sobre Bangkok. Suponiendo que vengan del Pacífico y con todo lo que se habría aprendido sobre el despliegue y la operatividad de dichos aparatos, no creo que antes de un mes estuvieran en condiciones de operar, y solo a partir de entonces podrían comenzar a sentir la industria soviética el peso de las bombas. Y esa me parece otra razón más para que los soviets se dieran prisa si querían una victoria, ya que a medio y sobre todo a largo plazo, creo que las cosas se les torcerían.
Saludos.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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flanker33
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14 de julio
04:25 Hora local
Los guardias de la entrada al bunker le franquearon la entrada una vez reconocieron su rango. Había llegado temprano, todavía con la oscuridad de la noche, pero en el puesto de mando del octavo ejército de guardias, la actividad era notable. Se paseó entre los oficiales que enfrascados en su trabajo, apenas atisbaron a ver el paso del mariscal, que embutido en su gabardina negra y con su gorra de plato en la mano, trataba de molestar lo menos posible. Finalmente llegó a la estancia donde el general Chuikov, comandante en jefe del Octavo Ejército de Guardias, estaba reunido con su estado mayor, resolviendo los últimos detalles de la operación que comenzaría en pocos minutos.
Fue un teniente coronel el que lo vio primero.
- Atención. Ha llegado el camarada mariscal.
Todos se pusieron en posición de firmes hasta que el mariscal ordenó continuar con lo que estaban haciendo y transmitió un amistoso saludo a los presentes.
- Camarada Rokossovski, - habló Chuikov – si quiere acercarse a la mesa, le mostraremos el dispositivo final de las tropas para el ataque.
El mariscal se acomodó entre los presentes como uno más para recibir las explicaciones.
- ¿Está todo listo camarada general?
- Si camarada. Como puede ver en el mapa – explicaba el comandante del ejército – hemos introducido algunos cambios respecto al plan inicial. Basándonos en la información recibida en las últimas horas, pensamos que era lo acertado.
Rokossovski se detuvo unos instantes contemplando el mapa, y se dio cuenta de lo que hablaba el general. Las zonas operativas del cuarto y del vigésimo octavo cuerpos de fusileros de la guardia, habían sido reforzados más de lo inicialmente previsto, trasladando la totalidad de los elementos acorazados del ejército y al menos dos tercios de la artillería a su zona de despliegue, mientras que el área donde debía atacar el vigésimo noveno cuerpo de fusileros de la guardia, prácticamente no tenía refuerzos del ejército.
- Explíquese general – ordeno Rokkosovski
- Bien camarada, tanto en los reconocimientos aéreos llevados a cabo en las últimas horas, como en el interrogatorio de prisioneros, hemos apreciado que las posiciones defensivas americanas han mejorado bastante, además de haber recibido un considerable refuerzo de soldados y armamento. Por lo tanto, he creído oportuno variar el despliegue de las tropas, y en vez de lanzar una ofensiva a lo largo de todo el frente del ejército, en el que podríamos avanzar más lentamente y con más bajas, he preferido concentrarme en el sector norte de la zona de operaciones, conseguir una mayor superioridad en hombres y armamento, y tratar así de conseguir una brecha en el dispositivo enemigo lo antes posible, para que nuestros camaradas tanquista, puedan iniciar su acometida en poco tiempo. En el sector sur también se atacará, pero para retener al mayor número posible de fuerzas enemigas.
El mariscal volvió a observar de nuevo el mapa lleno de indicadores de unidades propias y de las enemigas que se conocía su posición.
Chuikov esperaba expectante la respuesta del mariscal, por que modificar el plan aprobado días atrás por el mando del Frente, no era cosa baladí, y si su jefe no estaba de acuerdo con sus apreciaciones, podía tener problemas.
Tras unos tensos instantes, por fin el mariscal habló.
- Acepto sus explicaciones camarada. Espero que esté en lo correcto y esta modificación del plan sea para mejor. Dentro de poco lo veremos.
El jefe del Octavo Ejército de Guardias respiro aliviado, aún sabiendo que la aceptación del mariscal estaba condicionada al éxito de la operación.
El objetivo de las tropas de Chuikov, era el de abrir una brecha en el dispositivo defensivo americano mediante un ataque frontal, para que una vez conseguido esto, los carros del Primer Ejército de Tanques de la Guardia penetrasen en profundidad en la retaguardia enemiga.
Pero el ejército de Chuikov no era el único que tenía esa misión. Al norte de su área de despliegue, se encontraba el Tercer Ejército de Choque, que tenía idéntica misión. Lo ideal sería lograr una gran brecha entre los dos ejércitos para que los tanques dispusieran del mayor espacio para maniobrar, y verse atacados lo menos posible mientras avanzaban a toda velocidad.
En total, el frente que cubrían entre el Tercero de Choque y el Octavo Ejército de la Guardia, iba desde el las cercanías del nacimiento del río Lipp, hasta la del río Lohn, para seguir luego con sus flancos cubiertos por los ríos Ruhr, al norte, y Sieg, al sur.
El primer objetivo era la ciudad de Colonia, sobre el Rhin, después Maastrich, Bruselas y el noroeste de Francia.
El objetivo final de la misión era llegar al paso de Calais, atravesando el Rhin y Bélgica en el camino.
Para maximizar las posibilidades de éxito, el Primer Frente Bielorruso, había organizado un ataque paralelo en el tiempo, y con una implicación similar de fuerzas, algo más al sur, – aquí los encargados de abrir brecha eran los ejércitos Tercero y Quinto de Choque, mientras el encargado de explotar la ruptura, era el Segundo Ejército de Tanques de la Guardia – con su primer objetivo en Frankfurt am Mainz sobre el Rhin, para luego avanzar sobre Luxemburgo, Sedan, y finalmente, llegar a unirse con la fuerza que atacaba por el norte, en Calais.
El resto de Ejércitos del frente, realizarían ataques limitados para retener al mayor número posible de soldados enemigos.
Se esperaba, o al menos así lo hacía el alto mando en Moscú, que se destruyesen un gran número de tropas enemigas en el avance, y una vez alcanzado el paso de Calais, destruir la gran bolsa de soldados americanos que se habría formado, si no habían procedido a una retirada general.
En las etapas finales de la ofensiva, el Segundo Frente Bielorruso, debía iniciar su propia ofensiva, para evitar que los británicos pudiesen ayudar a sus aliados, y a su vez avanzar lo máximo posible. Después, las tropas de Rokossovski se unirían al combate en dirección norte, hacía Holanda y el noroeste de Alemania, para asegurar la victoria sobre los ingleses.
Con los americanos batidos en gran parte, y los ingleses enfrentándose a otro Dunquerke, se esperaba que los británicos pidiesen la paz, o un armisticio, que reconociese el nuevo equilibrio de poder en Europa y en el mundo.
Mientras, el Primer Frente Ucraniano de Konev, debía atacar a lo largo de todo su frente, para mantener la presión sobre las tropas enemigas, conquistar el resto de sur de Alemania, y avanzar hacia la frontera con Francia.
Entonces sería el momento para volverse contra los franceses, que con el norte de su país en manos soviéticas, Paris al alcance del ejército rojo, con los americanos medio vencidos y con Inglaterra fuera de la contienda, se enfrentaban a una situación muy poco favorable, y se estimaba en las altas esferas del mando militar soviético, que la rendición de Francia era algo muy probable.
Este paso, sin duda sería el final de la guerra, ya que se esperaba que los americanos no siguieran luchando tras haber perdido a sus principales aliados y a un importantísimo número de soldados.
Esa era al menos, la teoría tras la operación “Ruslan”.
- Camarada Mariscal, ¿nos quiere acompañar al puesto de observación avanzado? – inquirió Chuikov.
- Por supuesto, para eso he venido.
El mariscal, algunos de sus acompañantes, y el general Chuikov, con algunos miembros de su estado mayor, montaron en dos semiorugas, - de los que el ejército rojo había recibido años atrás de los propios americanos, en base a la ley de préstamo y arriendo, y de los que irónicamente, ahora había miles utilizándose contra sus propios fabricantes - y escoltados por media docena de vehículos blindados, dejaron el bunker de mando del Octavo Ejército de Guardias y se dirigieron hacia el oeste.
Durante el trayecto, el horizonte se iluminó a sus espaldas cuando una autentica sinfonía de cañonazos rompió la oscura noche, justo cuando el reloj marcaba las cinco de la mañana. Una doble barrera artillera, proporcionada por varias divisiones y cuerpos de artillería, incidiría en la primera línea enemiga durante treinta minutos, para luego ir adentrándose en las posiciones enemigas hasta alcanzar una profundidad de siete kilómetros. En total, estaba previsto que durase cerca de dos horas.
El convoy llegó sin novedad a su destino. Subieron a una pequeña elevación del terreno, y allí, perfectamente camuflado y fortificado, se encontraba el puesto de observación avanzado del Octavo Ejército, a una distancia prudencial de la primera línea del frente, pero lo suficientemente cerca como para seguir el ataque inicial contra las trincheras americanas. Durante un buen rato, los altos mandos se quedaron observando el bombardeo.
Rokossovski pensó que los soldados enemigos en las posiciones alrededor de Allendorf, debían estar pasándolo muy mal, pues además de aquel terrible bombardeo, había sufrido otro durante toda la noche, proveniente de los bombarderos de la aviación de largo alcance, y que no les habría dejado dormir. Esperaba que aquella potencia de fuego combinada, además de producir importantes bajas, tuviese un fuerte impacto en la moral de los defensores, de tal manera que al avanzar las tropas rusas, los americanos no luchasen con la suficiente determinación.
-General, - informó un capitán al cargo de la radio en el puesto de observación – se informa de fuego de contrabatería.
-Ordene a las piezas de largo alcance que respondan al fuego,– dijo Chuikov a su oficial de artillería con voz calmada.
El general casi podía sentir como se movía la tierra bajo de sus pies, como si aquel tremendo poder de fuego estuviese provocando un mini terremoto. Pronto dejaron de verse las trincheras enemigas, cubiertas de humo, polvo y fuego. El ruido, pese a no ser la primera vez que estaba en una situación similar, y llevar tapones en los oídos, le parecía terrible, por lo que a los pobres que tuviesen que soportar directamente aquel infierno, debían estar volviéndose locos.
Cuando el sol despuntaba, el bombardeo cesó al fin. Chuikov se dirigió al oficial de comunicaciones.
-Que se pongan en marcha. Es hora de avanzar.
A los pocos minutos, se comenzó a ver salir de las posiciones rusas a numerosos soldados, que en grupos tácticos de cien o doscientos y acompañados de algunos blindados, avanzaban a toda velocidad hacía las posiciones americanas. A su espalda, toda suerte de morteros, cañones y ametralladoras pesadas les proporcionaban fuego de apoyo. Cuando estos grupos llegaron a las trincheras enemigas, todavía cubiertas por el humo, comenzaron a salir de las trincheras soviéticas, miles de hombres, que apoyados por docenas de tanques y cañones de asalto, cubrían todo el horizonte de norte a sur, que se alcanzaba a ver desde el puesto de observación.
-Parece que el ataque evoluciona bien, camarada. – comento el mariscal a Chuikov.
El general apartó la vista del campo de batalla que escrutaba con sus prismáticos.
-Tengo confianza en estos hombres camarada mariscal, pero no voy a ocultarle que tengo ciertos temores.
-¿Temores? ¿A que?
-Camarada, como usted ya sabrá, me han informado, y yo mismo lo estoy viendo estos días, que nuestro dominio del cielo, es más bien…. precario. Hemos sufrido muchos ataques aéreos y tenido cuantiosas bajas por ese motivo.
-Lo se, - interrumpió Rokossovski – pero se han tomado todas las medidas necesarias para que la superioridad aérea sea conseguida lo antes posible. De todos modos, ellos también sufren los envites de nuestros alados camaradas, ¿no cree?
-Desde luego camarada mariscal – se apresuro a coincidir el general –.
-¿Hay algo más que le preocupe Chuikov?
El general lo pensó un momento, pero finalmente se decidió.
-La verdad es que si. Como ya comenté en la reunión preparativa de “Ruslan”, nuestra situación respecto a los suministros no es la mejor, y los refuerzos recibidos, no compensan en absoluto las bajas habidas hasta el momento. Creo que hubiese sido mejor esperar otra semana antes de iniciar el combate.
Rokossovski estaba de acuerdo con la opinión del general, pero las presiones recibidas del jefe supremo en persona, y del mariscal Zhukov, el representante de Stavka para la guerra en aquel sector de Alemania, le dejaron bien claro que la velocidad era algo primordial en todo aquello. Se podían admitir fuertes bajas, pero le hicieron comprender que mantener un elevado ritmo de avance era esencial para la victoria final en aquel conflicto.
-Amigo mío, - dijo el mariscal mirando con comprensión, y directamente a los pequeños ojos del general – otras veces hemos estado en peores situaciones y hemos salido victoriosos. No creo que esta vez sea diferente. Si todos los hombres se comportan como se espera de ellos, la victoria en esta batalla y en la guerra llegara pronto, y podremos volver a casa a celebrarlo.
Chuikov había oído aquello antes, pero la felicidad por la victoria había durado poco más de un mes. Pero al menos sabía que en este punto, el mariscal estaba de acuerdo con él.
-Camarada mariscal, el Octavo Ejército de la Guardia cumplirá con su deber.
-Estoy seguro de ello.
04:25 Hora local
Los guardias de la entrada al bunker le franquearon la entrada una vez reconocieron su rango. Había llegado temprano, todavía con la oscuridad de la noche, pero en el puesto de mando del octavo ejército de guardias, la actividad era notable. Se paseó entre los oficiales que enfrascados en su trabajo, apenas atisbaron a ver el paso del mariscal, que embutido en su gabardina negra y con su gorra de plato en la mano, trataba de molestar lo menos posible. Finalmente llegó a la estancia donde el general Chuikov, comandante en jefe del Octavo Ejército de Guardias, estaba reunido con su estado mayor, resolviendo los últimos detalles de la operación que comenzaría en pocos minutos.
Fue un teniente coronel el que lo vio primero.
- Atención. Ha llegado el camarada mariscal.
Todos se pusieron en posición de firmes hasta que el mariscal ordenó continuar con lo que estaban haciendo y transmitió un amistoso saludo a los presentes.
- Camarada Rokossovski, - habló Chuikov – si quiere acercarse a la mesa, le mostraremos el dispositivo final de las tropas para el ataque.
El mariscal se acomodó entre los presentes como uno más para recibir las explicaciones.
- ¿Está todo listo camarada general?
- Si camarada. Como puede ver en el mapa – explicaba el comandante del ejército – hemos introducido algunos cambios respecto al plan inicial. Basándonos en la información recibida en las últimas horas, pensamos que era lo acertado.
Rokossovski se detuvo unos instantes contemplando el mapa, y se dio cuenta de lo que hablaba el general. Las zonas operativas del cuarto y del vigésimo octavo cuerpos de fusileros de la guardia, habían sido reforzados más de lo inicialmente previsto, trasladando la totalidad de los elementos acorazados del ejército y al menos dos tercios de la artillería a su zona de despliegue, mientras que el área donde debía atacar el vigésimo noveno cuerpo de fusileros de la guardia, prácticamente no tenía refuerzos del ejército.
- Explíquese general – ordeno Rokkosovski
- Bien camarada, tanto en los reconocimientos aéreos llevados a cabo en las últimas horas, como en el interrogatorio de prisioneros, hemos apreciado que las posiciones defensivas americanas han mejorado bastante, además de haber recibido un considerable refuerzo de soldados y armamento. Por lo tanto, he creído oportuno variar el despliegue de las tropas, y en vez de lanzar una ofensiva a lo largo de todo el frente del ejército, en el que podríamos avanzar más lentamente y con más bajas, he preferido concentrarme en el sector norte de la zona de operaciones, conseguir una mayor superioridad en hombres y armamento, y tratar así de conseguir una brecha en el dispositivo enemigo lo antes posible, para que nuestros camaradas tanquista, puedan iniciar su acometida en poco tiempo. En el sector sur también se atacará, pero para retener al mayor número posible de fuerzas enemigas.
El mariscal volvió a observar de nuevo el mapa lleno de indicadores de unidades propias y de las enemigas que se conocía su posición.
Chuikov esperaba expectante la respuesta del mariscal, por que modificar el plan aprobado días atrás por el mando del Frente, no era cosa baladí, y si su jefe no estaba de acuerdo con sus apreciaciones, podía tener problemas.
Tras unos tensos instantes, por fin el mariscal habló.
- Acepto sus explicaciones camarada. Espero que esté en lo correcto y esta modificación del plan sea para mejor. Dentro de poco lo veremos.
El jefe del Octavo Ejército de Guardias respiro aliviado, aún sabiendo que la aceptación del mariscal estaba condicionada al éxito de la operación.
El objetivo de las tropas de Chuikov, era el de abrir una brecha en el dispositivo defensivo americano mediante un ataque frontal, para que una vez conseguido esto, los carros del Primer Ejército de Tanques de la Guardia penetrasen en profundidad en la retaguardia enemiga.
Pero el ejército de Chuikov no era el único que tenía esa misión. Al norte de su área de despliegue, se encontraba el Tercer Ejército de Choque, que tenía idéntica misión. Lo ideal sería lograr una gran brecha entre los dos ejércitos para que los tanques dispusieran del mayor espacio para maniobrar, y verse atacados lo menos posible mientras avanzaban a toda velocidad.
En total, el frente que cubrían entre el Tercero de Choque y el Octavo Ejército de la Guardia, iba desde el las cercanías del nacimiento del río Lipp, hasta la del río Lohn, para seguir luego con sus flancos cubiertos por los ríos Ruhr, al norte, y Sieg, al sur.
El primer objetivo era la ciudad de Colonia, sobre el Rhin, después Maastrich, Bruselas y el noroeste de Francia.
El objetivo final de la misión era llegar al paso de Calais, atravesando el Rhin y Bélgica en el camino.
Para maximizar las posibilidades de éxito, el Primer Frente Bielorruso, había organizado un ataque paralelo en el tiempo, y con una implicación similar de fuerzas, algo más al sur, – aquí los encargados de abrir brecha eran los ejércitos Tercero y Quinto de Choque, mientras el encargado de explotar la ruptura, era el Segundo Ejército de Tanques de la Guardia – con su primer objetivo en Frankfurt am Mainz sobre el Rhin, para luego avanzar sobre Luxemburgo, Sedan, y finalmente, llegar a unirse con la fuerza que atacaba por el norte, en Calais.
El resto de Ejércitos del frente, realizarían ataques limitados para retener al mayor número posible de soldados enemigos.
Se esperaba, o al menos así lo hacía el alto mando en Moscú, que se destruyesen un gran número de tropas enemigas en el avance, y una vez alcanzado el paso de Calais, destruir la gran bolsa de soldados americanos que se habría formado, si no habían procedido a una retirada general.
En las etapas finales de la ofensiva, el Segundo Frente Bielorruso, debía iniciar su propia ofensiva, para evitar que los británicos pudiesen ayudar a sus aliados, y a su vez avanzar lo máximo posible. Después, las tropas de Rokossovski se unirían al combate en dirección norte, hacía Holanda y el noroeste de Alemania, para asegurar la victoria sobre los ingleses.
Con los americanos batidos en gran parte, y los ingleses enfrentándose a otro Dunquerke, se esperaba que los británicos pidiesen la paz, o un armisticio, que reconociese el nuevo equilibrio de poder en Europa y en el mundo.
Mientras, el Primer Frente Ucraniano de Konev, debía atacar a lo largo de todo su frente, para mantener la presión sobre las tropas enemigas, conquistar el resto de sur de Alemania, y avanzar hacia la frontera con Francia.
Entonces sería el momento para volverse contra los franceses, que con el norte de su país en manos soviéticas, Paris al alcance del ejército rojo, con los americanos medio vencidos y con Inglaterra fuera de la contienda, se enfrentaban a una situación muy poco favorable, y se estimaba en las altas esferas del mando militar soviético, que la rendición de Francia era algo muy probable.
Este paso, sin duda sería el final de la guerra, ya que se esperaba que los americanos no siguieran luchando tras haber perdido a sus principales aliados y a un importantísimo número de soldados.
Esa era al menos, la teoría tras la operación “Ruslan”.
- Camarada Mariscal, ¿nos quiere acompañar al puesto de observación avanzado? – inquirió Chuikov.
- Por supuesto, para eso he venido.
El mariscal, algunos de sus acompañantes, y el general Chuikov, con algunos miembros de su estado mayor, montaron en dos semiorugas, - de los que el ejército rojo había recibido años atrás de los propios americanos, en base a la ley de préstamo y arriendo, y de los que irónicamente, ahora había miles utilizándose contra sus propios fabricantes - y escoltados por media docena de vehículos blindados, dejaron el bunker de mando del Octavo Ejército de Guardias y se dirigieron hacia el oeste.
Durante el trayecto, el horizonte se iluminó a sus espaldas cuando una autentica sinfonía de cañonazos rompió la oscura noche, justo cuando el reloj marcaba las cinco de la mañana. Una doble barrera artillera, proporcionada por varias divisiones y cuerpos de artillería, incidiría en la primera línea enemiga durante treinta minutos, para luego ir adentrándose en las posiciones enemigas hasta alcanzar una profundidad de siete kilómetros. En total, estaba previsto que durase cerca de dos horas.
El convoy llegó sin novedad a su destino. Subieron a una pequeña elevación del terreno, y allí, perfectamente camuflado y fortificado, se encontraba el puesto de observación avanzado del Octavo Ejército, a una distancia prudencial de la primera línea del frente, pero lo suficientemente cerca como para seguir el ataque inicial contra las trincheras americanas. Durante un buen rato, los altos mandos se quedaron observando el bombardeo.
Rokossovski pensó que los soldados enemigos en las posiciones alrededor de Allendorf, debían estar pasándolo muy mal, pues además de aquel terrible bombardeo, había sufrido otro durante toda la noche, proveniente de los bombarderos de la aviación de largo alcance, y que no les habría dejado dormir. Esperaba que aquella potencia de fuego combinada, además de producir importantes bajas, tuviese un fuerte impacto en la moral de los defensores, de tal manera que al avanzar las tropas rusas, los americanos no luchasen con la suficiente determinación.
-General, - informó un capitán al cargo de la radio en el puesto de observación – se informa de fuego de contrabatería.
-Ordene a las piezas de largo alcance que respondan al fuego,– dijo Chuikov a su oficial de artillería con voz calmada.
El general casi podía sentir como se movía la tierra bajo de sus pies, como si aquel tremendo poder de fuego estuviese provocando un mini terremoto. Pronto dejaron de verse las trincheras enemigas, cubiertas de humo, polvo y fuego. El ruido, pese a no ser la primera vez que estaba en una situación similar, y llevar tapones en los oídos, le parecía terrible, por lo que a los pobres que tuviesen que soportar directamente aquel infierno, debían estar volviéndose locos.
Cuando el sol despuntaba, el bombardeo cesó al fin. Chuikov se dirigió al oficial de comunicaciones.
-Que se pongan en marcha. Es hora de avanzar.
A los pocos minutos, se comenzó a ver salir de las posiciones rusas a numerosos soldados, que en grupos tácticos de cien o doscientos y acompañados de algunos blindados, avanzaban a toda velocidad hacía las posiciones americanas. A su espalda, toda suerte de morteros, cañones y ametralladoras pesadas les proporcionaban fuego de apoyo. Cuando estos grupos llegaron a las trincheras enemigas, todavía cubiertas por el humo, comenzaron a salir de las trincheras soviéticas, miles de hombres, que apoyados por docenas de tanques y cañones de asalto, cubrían todo el horizonte de norte a sur, que se alcanzaba a ver desde el puesto de observación.
-Parece que el ataque evoluciona bien, camarada. – comento el mariscal a Chuikov.
El general apartó la vista del campo de batalla que escrutaba con sus prismáticos.
-Tengo confianza en estos hombres camarada mariscal, pero no voy a ocultarle que tengo ciertos temores.
-¿Temores? ¿A que?
-Camarada, como usted ya sabrá, me han informado, y yo mismo lo estoy viendo estos días, que nuestro dominio del cielo, es más bien…. precario. Hemos sufrido muchos ataques aéreos y tenido cuantiosas bajas por ese motivo.
-Lo se, - interrumpió Rokossovski – pero se han tomado todas las medidas necesarias para que la superioridad aérea sea conseguida lo antes posible. De todos modos, ellos también sufren los envites de nuestros alados camaradas, ¿no cree?
-Desde luego camarada mariscal – se apresuro a coincidir el general –.
-¿Hay algo más que le preocupe Chuikov?
El general lo pensó un momento, pero finalmente se decidió.
-La verdad es que si. Como ya comenté en la reunión preparativa de “Ruslan”, nuestra situación respecto a los suministros no es la mejor, y los refuerzos recibidos, no compensan en absoluto las bajas habidas hasta el momento. Creo que hubiese sido mejor esperar otra semana antes de iniciar el combate.
Rokossovski estaba de acuerdo con la opinión del general, pero las presiones recibidas del jefe supremo en persona, y del mariscal Zhukov, el representante de Stavka para la guerra en aquel sector de Alemania, le dejaron bien claro que la velocidad era algo primordial en todo aquello. Se podían admitir fuertes bajas, pero le hicieron comprender que mantener un elevado ritmo de avance era esencial para la victoria final en aquel conflicto.
-Amigo mío, - dijo el mariscal mirando con comprensión, y directamente a los pequeños ojos del general – otras veces hemos estado en peores situaciones y hemos salido victoriosos. No creo que esta vez sea diferente. Si todos los hombres se comportan como se espera de ellos, la victoria en esta batalla y en la guerra llegara pronto, y podremos volver a casa a celebrarlo.
Chuikov había oído aquello antes, pero la felicidad por la victoria había durado poco más de un mes. Pero al menos sabía que en este punto, el mariscal estaba de acuerdo con él.
-Camarada mariscal, el Octavo Ejército de la Guardia cumplirá con su deber.
-Estoy seguro de ello.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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flanker33
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- Registrado: 18 Jun 2005, 12:02
Altos mandos militares soviéticso en la reunión previa a la operación ofensiva "Ruslan"
La aviación aliada ataca las vías de suministro soviéticas
Los americanos se aprestan a defensa de sus posiciones una vez más.
La aviación aliada ataca las vías de suministro soviéticas
Los americanos se aprestan a defensa de sus posiciones una vez más.
"Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor" - José Luís Sampedro
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Gaspacher
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- Registrado: 28 Oct 2007, 21:59
- Ubicación: Hoy en mañolandia, mañana ya veremos
¿Interesar a los aliados una plataforma logística fuera del alcance de la aviación enemiga, fácilmente defendible por su geografía, con importantes yacimientos de metales estratégicos, y con un ejército que aunque obsoleto, era muy numeroso y estaba relativamente bien preparado y era fanáticamente anticomunista?
Un par de apreciaciones más;
Concedes mucha importancia a los campos petrolíferos rumanos y de Oriente Medio, cuando no lo eran ni para los rusos, que contaban con su propio petróleo, ni para los aliados que contaban con el norteamericano y de las Indias Orientales.
Dniéper, Vístula, Oder y Elba, grandes ríos a través de los cuales deberían fluir los suministros rusos y cuyos puentes serían objetivos de primera magnitud para los bombarderos estratégicos. También podemos hablar de los ferrocarriles polacos y alemanes, como sin duda sabrás.
Otro objetivo sumamente goloso para los bombarderos norteamericanos operando desde Italia sería la propia ciudad de Moscú, así como otras ciudades rusas y polacas por las que deberían discurrir sus abastecimientos.
No veo la razón para dar por perdido Irak, y mucho menos Persia. La zona por la que los rusos tienen que atacar es una de las más montañosas posibles, las carreteras son escasísimas, y simplemente volando los puentes de la zona sus operaciones se retardarían horas sino días. Para empeorar las cosas, la logística pende literalmente de un hilo, pues tan solo existe una ruta que atraviese las montañas de Georgia. Literalmente se trata de condiciones ideales para la defensa.
Una de las mayores dificultades a las que las tropas rusas se enfrentarían, es que las fuerzas norteamericanas estaban completamente equipadas con fusiles semiautomáticos, lo que unido a su capacidad logística confería al infante norteamericano una potencia de fuego superior a todo cuanto tuviesen los rusos.
Esos bombardeos nocturnos que mencionas se enfrentarían a 3 adversas realidades;
1º Eran poco numerosos.
2º Los aliados disponían de radares para interceptarlos.
3º Los aliados disponían de una caza nocturna magnifica.
En resumidas cuentas, presa fácil para los Mosquito.
Un par de apreciaciones más;
Concedes mucha importancia a los campos petrolíferos rumanos y de Oriente Medio, cuando no lo eran ni para los rusos, que contaban con su propio petróleo, ni para los aliados que contaban con el norteamericano y de las Indias Orientales.
Dniéper, Vístula, Oder y Elba, grandes ríos a través de los cuales deberían fluir los suministros rusos y cuyos puentes serían objetivos de primera magnitud para los bombarderos estratégicos. También podemos hablar de los ferrocarriles polacos y alemanes, como sin duda sabrás.
Otro objetivo sumamente goloso para los bombarderos norteamericanos operando desde Italia sería la propia ciudad de Moscú, así como otras ciudades rusas y polacas por las que deberían discurrir sus abastecimientos.
No veo la razón para dar por perdido Irak, y mucho menos Persia. La zona por la que los rusos tienen que atacar es una de las más montañosas posibles, las carreteras son escasísimas, y simplemente volando los puentes de la zona sus operaciones se retardarían horas sino días. Para empeorar las cosas, la logística pende literalmente de un hilo, pues tan solo existe una ruta que atraviese las montañas de Georgia. Literalmente se trata de condiciones ideales para la defensa.
Una de las mayores dificultades a las que las tropas rusas se enfrentarían, es que las fuerzas norteamericanas estaban completamente equipadas con fusiles semiautomáticos, lo que unido a su capacidad logística confería al infante norteamericano una potencia de fuego superior a todo cuanto tuviesen los rusos.
Esos bombardeos nocturnos que mencionas se enfrentarían a 3 adversas realidades;
1º Eran poco numerosos.
2º Los aliados disponían de radares para interceptarlos.
3º Los aliados disponían de una caza nocturna magnifica.
En resumidas cuentas, presa fácil para los Mosquito.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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ventura
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- Registrado: 15 Feb 2004, 23:09
Puede ser, no es el “habitat natural” del soldado ruso, y seguro que tendrían dificultades logísticas y de aclimatación, pero por ejemplo, tampoco a los alemanes les tenía que ir muy bien en el desierto a priori y mira la guerra que dieron, y muchas veces con una logística bastante degradada
a lo que me refiereo es que lo de que los rusos necesitarian menos logistica en principio , habria que ponerlo en cuarentena
Pues quizás tengas razón, el desgaste que puede suponer para la mecánica de los vehículos y la logística a lo mejor no compensa, pero mi idea era tener “botas en el terreno” cuanto antes y bloquear un posible avance contra el Canal de Suez, dando casi por perdido Irak y buena parte de Persia.
quizas lo mejor sea una mezcla de ambos, y desembarcar en lakatia para ir por via ferrea a mosul. nos e si ese ferrocarril no discurre tb x turquia ( hace frontera en si, pero aun asi seria un opcion.
Yo no daria por perdida persia e irak tan alegremente , teniendo un monton de montañas y dos barreras formidables como son el tigris y el eufrates
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