¿Nacionales o Republicanos?
- Luis M. García
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Vamos Gaspacher, la Sanjurjada fue una chapuza, un intento de pronunciamiento absolutamente infiltrado. Lo de Jaca creo que fue aún más chapucero, aunque ahora me pilla un poco lejos , en el sentido de que como tantos golpes de la izquierda contaba con la adhesión espontánea de las miriadas de oprimidos, que no debían ser tantos. Algo parecido ocurrió en el 34.
En cuanto a las difilcultades de Mola, a mi parecer, nacían más del temor a las consecuencias de una acción semejante en aquel momento y también del hecho de que Mola no era más que un General de Brigada y por tanto ni tan siquiera podía garantizar que toda la 6ª Div. le siguiese.
El hecho es que había un montón de suboficiales, oficiales, jefes y oficiales generales comprometidos con alguna opción partidista en mayor o menor grado.
Saludos.
En cuanto a las difilcultades de Mola, a mi parecer, nacían más del temor a las consecuencias de una acción semejante en aquel momento y también del hecho de que Mola no era más que un General de Brigada y por tanto ni tan siquiera podía garantizar que toda la 6ª Div. le siguiese.
El hecho es que había un montón de suboficiales, oficiales, jefes y oficiales generales comprometidos con alguna opción partidista en mayor o menor grado.
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Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
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Sin embargo, miles de militares permanecieron leales al gobierno incluso en el 36, muchos de ellos como Vicente Rojo, no por ideales, sino por lealtad.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
- Luis M. García
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Exacto, así fue; entre los generales fueron mayoría los que permanecieron leales a la República.
Pero entre los que no se sublevaron hubo de todo: Hubo leales entusiastas, los hubo indiferentes y también hubo los que no se atrevieron. En la 4ª Div. se dio un caso de indecisión que supongo conocerás.
Saludos.
Pero entre los que no se sublevaron hubo de todo: Hubo leales entusiastas, los hubo indiferentes y también hubo los que no se atrevieron. En la 4ª Div. se dio un caso de indecisión que supongo conocerás.
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Si con la que estaba cayendo en verano del 36, asesinatos de uno y otro bando, falta de control público, asesinos protegidos por militares y o gobierno, sindicatos en pie de guerra, tradicionalistas preparándose abiertamente para el combate, etc., etc., etc., no se alzaron, muy politizados no estarían.
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- Luis M. García
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Bueno, se sublevó la mitad del ejército peninsular más o menos.
Pero es que es difícil decir ahora cuantos de los que se sublevaron o quedaron leales lo hicieron por convicciones políticas.
En general creo que se puede considerar que en la época la politización era abundante, sin concretar cifras. El ejército no era un compartimento estanco de la sociedad, y la sociedad del momento estaba altamente politizada, entendiendo por esto no que tuviera unas ideas, sino que estaba involucrada en la acción política de alguna forma. Y no digo tan siquiera que la mayoría se hallara en esta tesitura, pero desde luego la proporción de los que si estaban era desusadamente alta. En el ejército pasaba lo mismo.
Saludos.
Pero es que es difícil decir ahora cuantos de los que se sublevaron o quedaron leales lo hicieron por convicciones políticas.
En general creo que se puede considerar que en la época la politización era abundante, sin concretar cifras. El ejército no era un compartimento estanco de la sociedad, y la sociedad del momento estaba altamente politizada, entendiendo por esto no que tuviera unas ideas, sino que estaba involucrada en la acción política de alguna forma. Y no digo tan siquiera que la mayoría se hallara en esta tesitura, pero desde luego la proporción de los que si estaban era desusadamente alta. En el ejército pasaba lo mismo.
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- Recluta
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Ambos bandos se mancharon las manos de sangre, las guerras entre hermanos nunca traen nada bueno.
Última edición por Aiminghigh el 18 May 2014, 12:44, editado 2 veces en total.
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- Teniente Coronel
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Un marino decente
Arturo Pérez-Reverte
Hace tiempo que no tecleo en plan abuelito Cebolleta, contando alguna peripecia histórica. Así que refrescaré una que, en realidad, es epílogo de otra que ya referí hace tres años -Un gudari de Cartagena- sobre el combate del pesquero armado republicano Nabarra con el crucero nacional Canarias durante la Guerra Civil. La acción tuvo lugar cerca del cabo Machichaco; y como señalé en su momento, es mi episodio favorito de la historia naval española del siglo XX. Lo que voy a contarles quizá contribuya a aclarar por qué.
El 5 de marzo de 1937, durante una acción contra un pequeño convoy republicano, las 13.000 toneladas y las cuatro torres dobles del Canarias, capaces de disparar proyectiles de 113 kilos, se enfrentaron a un humilde bacaladero de la Euzkadiko Gudontzidia -ikurriña en la proa y bandera española con franja morada a popa- armado con sólo dos cañones de 101.6 milímetros. El combate fue brutal y sangriento: durante una hora, maniobrando con tenacidad suicida entre una fuerte marejada, el comandante del Nabarra, Enrique Moreno Plaza, un murciano al que la Enciclopedia Auñamendi llama «marino vasco nacido en la Unión» -confirmando, como dice mi amigo el marino y escritor Luis Jar, que los vascos nacen donde les da la gana-, y los cuarenta y ocho hombres de la dotación, lograron arrimarse lo bastante al crucero enemigo para sostener un combate que sus propios adversarios, en el parte oficial, calificarían de «eficaz y admirable». Y al fin, en llamas, sin arriar bandera, el pequeño Nabarra se hundió con treinta hombres a bordo -imposible compararlos con los miserables que hoy se llaman a sí mismos gudaris-, incluido el comandante. Con ellos murió también el cocinero, Pedro Elguezábal, que mientras se iban a pique, animado por una botella de coñac, enseñaba al Canarias un cuchillo desde la borda gritando: «Venid si tenéis huevos, cabrones».
Ésa es la historia que conté hace tres años, aunque en folio y medio no me cabía el epílogo. Uno de esos adversarios que calificaron de eficaz y admirable la hazaña del humilde Nabarra fue el tercer comandante del Canarias, Manuel Calderón. Y ese marino de la escuadra nacional demostró, con su comportamiento tras el combate, una admiración por la valentía del enemigo derrotado, una compasión y una calidad humana que situaron en el mismo plano de grandeza moral, quizá por única vez en la sucia historia de nuestra Guerra Civil, a vencedores y vencidos; sobre todo en lo que se refiere al aspecto naval del conflicto, donde la saña de unos y otros desbordó la infamia, con asesinatos masivos de oficiales en la zona republicana y con una despiadada aplicación de la pena de muerte por parte de los tribunales franquistas a los marinos, mercantes o de guerra, capturados al bando enemigo. Ése fue el caso de los diecinueve supervivientes del Nabarra, que fueron condenados a muerte tras su desembarco y prisión. Y si no se cumplió la sentencia fue gracias a los esfuerzos del comandante del Canarias, capitán de navío Moreno, y sobre todo al tesón de su tercero, el capitán de corbeta Calderón, que removió cielo y tierra para salvar la vida de los vencidos. Calderón llegó al extremo de pedir una entrevista con el general Franco, en la que argumentó: «Esos hombres son unos héroes, y los héroes merecen vivir». Tanto insistió una y otra vez en alabar el valor de aquellos diecinueve marinos, que para quitárselo de encima Franco acabó concediendo el indulto y la liberación inmediata de todos ellos. «Sáquelos de la cárcel -fueron sus palabras exactas-. Y luego invítelos a comer chipirones. Pero pague usted de su bolsillo».
Hubo algo más que chipirones. Porque Manuel Calderón siguió velando el resto de su vida por los supervivientes del Nabarra. Buscó trabajo a unos, recomendó a otros y protegió a todos para que no sufrieran represalias. Al marinero Lahoz le avaló un crédito bancario, al segundo oficial Olaveaga lo ayudó a obtener el título de capitán de la marina mercante, y cuando supo que al telegrafista Cahué le negaban trabajo en Baracaldo por sus antecedentes políticos, se presentó allí de uniforme, convocó al alcalde y al comandante de la Guardia Civil, y dijo que al día siguiente quería ver a Cahué trabajando. Fue Manuel Calderón, en suma, un marino decente y un hombre de honor. Con más gente como él, la suerte de la infeliz España habría sido entonces, y aún ahora, más afortunada de lo que fue y de lo que es. La prueba de que los hombres del Nabarra le profesaron idéntica lealtad y aprecio es que cuando Calderón, soltero y sin hijos, murió en 1979 en una residencia de ancianos, sus antiguos enemigos en el combate de cabo Machichaco lo habían hecho padrino de treinta y dos hijos y nietos.
http://www.perezreverte.com/articulo/pa ... o-decente/
Arturo Pérez-Reverte
Hace tiempo que no tecleo en plan abuelito Cebolleta, contando alguna peripecia histórica. Así que refrescaré una que, en realidad, es epílogo de otra que ya referí hace tres años -Un gudari de Cartagena- sobre el combate del pesquero armado republicano Nabarra con el crucero nacional Canarias durante la Guerra Civil. La acción tuvo lugar cerca del cabo Machichaco; y como señalé en su momento, es mi episodio favorito de la historia naval española del siglo XX. Lo que voy a contarles quizá contribuya a aclarar por qué.
El 5 de marzo de 1937, durante una acción contra un pequeño convoy republicano, las 13.000 toneladas y las cuatro torres dobles del Canarias, capaces de disparar proyectiles de 113 kilos, se enfrentaron a un humilde bacaladero de la Euzkadiko Gudontzidia -ikurriña en la proa y bandera española con franja morada a popa- armado con sólo dos cañones de 101.6 milímetros. El combate fue brutal y sangriento: durante una hora, maniobrando con tenacidad suicida entre una fuerte marejada, el comandante del Nabarra, Enrique Moreno Plaza, un murciano al que la Enciclopedia Auñamendi llama «marino vasco nacido en la Unión» -confirmando, como dice mi amigo el marino y escritor Luis Jar, que los vascos nacen donde les da la gana-, y los cuarenta y ocho hombres de la dotación, lograron arrimarse lo bastante al crucero enemigo para sostener un combate que sus propios adversarios, en el parte oficial, calificarían de «eficaz y admirable». Y al fin, en llamas, sin arriar bandera, el pequeño Nabarra se hundió con treinta hombres a bordo -imposible compararlos con los miserables que hoy se llaman a sí mismos gudaris-, incluido el comandante. Con ellos murió también el cocinero, Pedro Elguezábal, que mientras se iban a pique, animado por una botella de coñac, enseñaba al Canarias un cuchillo desde la borda gritando: «Venid si tenéis huevos, cabrones».
Ésa es la historia que conté hace tres años, aunque en folio y medio no me cabía el epílogo. Uno de esos adversarios que calificaron de eficaz y admirable la hazaña del humilde Nabarra fue el tercer comandante del Canarias, Manuel Calderón. Y ese marino de la escuadra nacional demostró, con su comportamiento tras el combate, una admiración por la valentía del enemigo derrotado, una compasión y una calidad humana que situaron en el mismo plano de grandeza moral, quizá por única vez en la sucia historia de nuestra Guerra Civil, a vencedores y vencidos; sobre todo en lo que se refiere al aspecto naval del conflicto, donde la saña de unos y otros desbordó la infamia, con asesinatos masivos de oficiales en la zona republicana y con una despiadada aplicación de la pena de muerte por parte de los tribunales franquistas a los marinos, mercantes o de guerra, capturados al bando enemigo. Ése fue el caso de los diecinueve supervivientes del Nabarra, que fueron condenados a muerte tras su desembarco y prisión. Y si no se cumplió la sentencia fue gracias a los esfuerzos del comandante del Canarias, capitán de navío Moreno, y sobre todo al tesón de su tercero, el capitán de corbeta Calderón, que removió cielo y tierra para salvar la vida de los vencidos. Calderón llegó al extremo de pedir una entrevista con el general Franco, en la que argumentó: «Esos hombres son unos héroes, y los héroes merecen vivir». Tanto insistió una y otra vez en alabar el valor de aquellos diecinueve marinos, que para quitárselo de encima Franco acabó concediendo el indulto y la liberación inmediata de todos ellos. «Sáquelos de la cárcel -fueron sus palabras exactas-. Y luego invítelos a comer chipirones. Pero pague usted de su bolsillo».
Hubo algo más que chipirones. Porque Manuel Calderón siguió velando el resto de su vida por los supervivientes del Nabarra. Buscó trabajo a unos, recomendó a otros y protegió a todos para que no sufrieran represalias. Al marinero Lahoz le avaló un crédito bancario, al segundo oficial Olaveaga lo ayudó a obtener el título de capitán de la marina mercante, y cuando supo que al telegrafista Cahué le negaban trabajo en Baracaldo por sus antecedentes políticos, se presentó allí de uniforme, convocó al alcalde y al comandante de la Guardia Civil, y dijo que al día siguiente quería ver a Cahué trabajando. Fue Manuel Calderón, en suma, un marino decente y un hombre de honor. Con más gente como él, la suerte de la infeliz España habría sido entonces, y aún ahora, más afortunada de lo que fue y de lo que es. La prueba de que los hombres del Nabarra le profesaron idéntica lealtad y aprecio es que cuando Calderón, soltero y sin hijos, murió en 1979 en una residencia de ancianos, sus antiguos enemigos en el combate de cabo Machichaco lo habían hecho padrino de treinta y dos hijos y nietos.
http://www.perezreverte.com/articulo/pa ... o-decente/
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- Recluta
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Una persona justa y buena la del mensaje de arriba.
Última edición por Aiminghigh el 18 May 2014, 12:44, editado 2 veces en total.
- ZULU 031
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Es verdad que España necesitaba órden y el bando nacional lo trajo, a costa de fusilar miles de personas por su ideología política y aplicar una represión masiva al pueblo y sobre todo a la mujer
No sería mejor, que fusilaban (entre otas cositas) previamente los supuestos defensores de la democracia, la libertad, el progreso...
Y lo otro surge pra dar respuesta previo juicio (sumarisimo) en la mayoría de los casos.
EX NOTITIA VICTORIA
EX PLURIBUS UNUM
EX PLURIBUS UNUM
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Vayamos por parte
El bando republicano no trajo el orden, a pesar de fusilar a miles de personas por su ideología política y/o religiosa o por su aspecto (lo de sombrero o corbata... por un "poné"...)
¿"pueblo"? ¿Qué "pueblo"? ¿El Volk? ¿Volkgeist? ¿"pueblo" era el que militaba en el bando rojo? ¿Los miembros de la Cheka de la Dirección General de Seguridad? ¿Los rojos que derribaron al avión de la Sociedad de Naciones, la ONU de entonces, que llevaba los informes de los crímenes que los rojos estaban cometiendo en su zona? "pueblo" no eran los campesinos navarros y castellanos que masivamente se unieron al alzamiento (en ningún sitio como en Navarra, todo hay que decirlo)... "pueblo" no eran los carlistas, alfonsinos, católicos, liberales, conservadores, fascistas, falangistas, apolíticos varios que se alzaron...
¿Y lo del CUENTO CHINO de la represión de la "mujer"? ¿Las monjas VIOLADAS, TORTURADAS Y ASESINADAS por los rojos no eran "mujeres" o no eran "reprimidas"?
Saludos
Como ves en este foro somos legión los que la propanda del Partido nos entra por una oreja y nos sale por otra.
el bando nacional lo trajo, a costa de fusilar miles de personas por su ideología política
El bando republicano no trajo el orden, a pesar de fusilar a miles de personas por su ideología política y/o religiosa o por su aspecto (lo de sombrero o corbata... por un "poné"...)
aplicar una represión masiva al pueblo y sobre todo a la mujer
¿"pueblo"? ¿Qué "pueblo"? ¿El Volk? ¿Volkgeist? ¿"pueblo" era el que militaba en el bando rojo? ¿Los miembros de la Cheka de la Dirección General de Seguridad? ¿Los rojos que derribaron al avión de la Sociedad de Naciones, la ONU de entonces, que llevaba los informes de los crímenes que los rojos estaban cometiendo en su zona? "pueblo" no eran los campesinos navarros y castellanos que masivamente se unieron al alzamiento (en ningún sitio como en Navarra, todo hay que decirlo)... "pueblo" no eran los carlistas, alfonsinos, católicos, liberales, conservadores, fascistas, falangistas, apolíticos varios que se alzaron...
¿Y lo del CUENTO CHINO de la represión de la "mujer"? ¿Las monjas VIOLADAS, TORTURADAS Y ASESINADAS por los rojos no eran "mujeres" o no eran "reprimidas"?
Saludos
Como ves en este foro somos legión los que la propanda del Partido nos entra por una oreja y nos sale por otra.
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- Recluta
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En realidad esta defendiendo que, el fusilar miles de personas, no tiene nada que ver con que el bando nacional trajese el orden, pues de ser así el republicano que también fusilo a miles no hubiese vivido en la anarquia.
Tan campesino y pueblo llano era el temporero andaluz, atemorizado por el regimen, como el minifundista gallego que vivía sin cerrar la puerta de su hogar por la noche porque se sentía seguro. Reducir y minimizar la enorme amalgama de corrientes sociales de la España guerracivilista a una absurda y topica lucha de clases que nunca se dio, es una falacia.
Vista la oposición al regimen de los ciudadanos de a pie españoles... SI
Porque fue el que gano, de haber ganado los otros hubiesen sido ellos los que hubiesen masacrado al regimen y a simpatizantes, y probablemente también a los de su bando que no encajaban en su ortodoxia ideologica, marxistas, anarquistas, troskistas, republicanos, democratas...........
Tan campesino y pueblo llano era el temporero andaluz, atemorizado por el regimen, como el minifundista gallego que vivía sin cerrar la puerta de su hogar por la noche porque se sentía seguro. Reducir y minimizar la enorme amalgama de corrientes sociales de la España guerracivilista a una absurda y topica lucha de clases que nunca se dio, es una falacia.
Vista la oposición al regimen de los ciudadanos de a pie españoles... SI
Porque fue el que gano, de haber ganado los otros hubiesen sido ellos los que hubiesen masacrado al regimen y a simpatizantes, y probablemente también a los de su bando que no encajaban en su ortodoxia ideologica, marxistas, anarquistas, troskistas, republicanos, democratas...........
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Gaspacher escribió:de haber ganado los otros hubiesen sido ellos los que hubiesen masacrado....probablemente también a los de su bando que no encajaban en su ortodoxia ideologica, marxistas, anarquistas, troskistas, republicanos, democratas.
Estimado Gaspacher creo que eso ya se hizo. Los anarquistas no encajaban, un tanto sospechosa la muerte de Durruti; el POUM no encajaba, el cuento que se trajeron durante años con la muerte de Andrés Nin; la guerra interna de Mayo del 37 en Barcelona y así un largo etc.
Un saludo.
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Valerio escribió:Gaspacher escribió:de haber ganado los otros hubiesen sido ellos los que hubiesen masacrado....probablemente también a los de su bando que no encajaban en su ortodoxia ideologica, marxistas, anarquistas, troskistas, republicanos, democratas.
Estimado Gaspacher creo que eso ya se hizo. Los anarquistas no encajaban, un tanto sospechosa la muerte de Durruti; el POUM no encajaba, el cuento que se trajeron durante años con la muerte de Andrés Nin; la guerra interna de Mayo del 37 en Barcelona y así un largo etc.
Un saludo.
Efectivamente, amigo Valerio, el Partido Comunista, ya habia hecho limpieza, durante la GC, no espero al final, aunque la situacion era distinta al bando nacional.
Una era simplemente una eliminacion de organizaciones molestas, y la otra fue menos selectiva, simplemente una eliminacion de individuos molestos. Las dos igualmente abominables, pero con ese matiz.
Un saludo.
El vientre de mi enemigo, sera la unica vaina para mi espada. Salut.
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