GUARIPETE escribió: Yo había leído Barbaridades en este foro pero tu clasificas a la mas grande del año, convalidando el masivo asesinato de los lideres de la UP se siente el olor de la gasolina de las motosierras, y apoyando a lo peorcito, cuando este tipo de acciones es de las cosas que mas conviene a Colombia y a la Reconciliacion Nacional, pero con actitudes Paracas como la suya entiendo por que su conflicto se extiende en el tiempo.
aun hoy familiares y miembros de la UP viven en el exilio sin poder regresar a su patria por tener precio sus cabezas.
enhorabuena te has ganado el dudoso honor de tener el Post del año( en el mal sentido de la palabra)
A ver mijo...Ud. y su suprema ignorancia siempre por delante...Y eso como quien "esta convalidando el masivo asesinato de los lideres de la UP "?.
Su ignorancia es tan bárbara que deja entrever la mediocridad que Ud. tiene en sus posteos sobre todo en temas que no tiene ni la más remota idea y seguro se guía por lo que dicen sus amos y adoctrinadores de "aporrea”, "ANNCOL", Y más aún con la deficiente compresión de lectura suya tergiversa mis posteos o seguro lo hace maliciosamente.
En primer lugar le EXIJO QUE NO ME COMPARE O IGUALE mi "actitud" con grupos asesinos terroristas como las AUC pues no estoy defendiendo en ningún momento el proceder de estos y siguiendo sus calificativos yo podría decir de Ud. de igual forma tiene "actitudes" narcoterroristas y delincuenciales de izquierda...Entonces mejor mida lo que quiere decir y no se equivoque mijo que ningún colombiano está pidiendo STATUS político a algún grupo armado particularmente las AUC, a diferencia de su amor platónico que públicamente lo pidió para sus amigos de las "farc" y "eln".
En segundo lugar y ya lo había dicho en mi intervención anterior, con respecto al caso puntual del señor Manuel Cepeda, lo ocurrido en el Capitolio el 8 de agosto pasado es una claudicación del gobierno de Juan Manuel Santos ante una de las operaciones de deslegitimación del Estado colombiano más vastas que el país haya conocido. Es cierto que ese tribunal extranjero (CIDH) falló de esa manera. Ello no quiere decir que esa sentencia sea irreprochable, justa e imparcial. Es, por el contrario, una sentencia que debe ser cuestionada. Por una razón fundamental: la CIDH fue incapaz de reconocer los hechos del asunto, sobre todo el punto principal: que ese asesinato no fue urdido, ni ordenado, ni dirigido, ni auspiciado, ni ocultado por el Estado ni por el gobierno colombiano ( SI TIENE PRUEBAS DE LO CONTRARIO SERIA BUENO QUE LAS MOSTRARA). Esa sentencia pretende, además, rehacer la historia de la subversión en Colombia. Ella escamotea la terrible agresión que sufría Colombia por parte de las "FARC" y de los carteles de la droga en ese momento y la guerra entre las "FARC" y los paramilitares. Esa sentencia pretende convertir a Manuel Cepeda Vargas, un agente subversivo violento, en un paladín “de la democracia”. Ese texto contradice incluso la historia de las "FARC" y del PCC al negar que entre la UP y las "farc" haya lazos, al negar que los haya habido entre el PCC y las "FARC". Esa sentencia es un acto de negacionismo histórico inadmisible.
En el caso particular de Manuel Cepeda Vargas, este fue asesinado por paramilitares autónomos pagados por Héctor Castaño Gil, hermano de Carlos Castaño Gil, el jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Dos sargentos del Ejército hicieron parte del comando que asesinó a Cepeda, eso es cierto, pero tales individuos estaban bajo órdenes de los paramilitares que organizaron y pagaron la emboscada.
Por su parte, el diario El Tiempo de 12 de junio de 2001 reveló que de una cuenta bancaria de Héctor Castaño Gil “salió el dinero para pagarle a Fabio Usme”. El artículo agrega: “Esta cuenta, cuatro meses más tarde, sirvió para pagar los gastos funerarios de “Candelillo”, asesinado en Mutatá (Antioquia). El sicario fue sepultado el 16 de diciembre de 1994 en el cementerio Jardines de la Fe de Bello, con otro nombre”. En marzo de 2009, la Fiscalía dictó auto de detención preventiva a Edilson Jiménez Ramírez, por el atentado contra Cepeda Vargas.
En el libro Mi Confesión, de Mauricio Aranguren Molina, publicado en febrero 2001, donde el autor recoge las declaraciones de Carlos Castaño Gil, éste dice que él dirigió “el comando que ejecutó al senador Manuel Cepeda Vargas” y que él ordenó “su muerte como respuesta a un asesinato que perpetró (sic) las "FARC", fuera de combate”. La Procuraduría siempre afirmó que Carlos Castaño Gil había ordenado a “Candelillo” y al “Ñato” intervenir en el ataque mortal contra Cepeda.
Iván Cepeda, y el colectivo de abogados que lo apoya, nunca hicieron la distinción entre un sargento que por compromiso con delincuentes comete un crimen y un sargento que bajo órdenes de su jerarquía comete un crimen. Esa distinción es esencial para conocer la verdadera naturaleza del atentado contra Cepeda Vargas. La responsabilidad o no del Estado colombiano depende de esa distinción.
Iván Cepeda no la hace. La CIDH no la hace. El Partido Comunista, del cual Manuel Cepeda era dirigente, no la hace. A ninguno de ellos les interesa que la ciudadanía sepa qué ocurrió el 9 de agosto de 1994. Les interesa, por el contrario, hacer creer que el Estado y el gobierno ordenaron ese atentado. Ello es falso. Ningún tribunal colombiano ha comprobado tal cosa. La misma CIDH fue incapaz de probar eso. En cambio, la Fiscalía y la Procuraduría de Colombia comprobaron que grupos paramilitares urdieron y realizaron ese asesinato. Iván Cepeda se aprovechó del hecho de que dos sargentos estuvieron en el atentado: los suboficiales del Ejército Hernando Medina Camacho y Justo Gil Zúñiga Labrador. Medina pertenecía al batallón Tenerife de Neiva y Zúñiga al Batallón Los Panches, también de la capital del Huila. Nadie ha establecido que sus jefes jerárquicos les hayan dado la orden de asesinar a Manuel Cepeda Vargas.
En lugar de distinguir, Iván Cepeda confunde. Iván Cepeda logró hacerle creer al CIDH que la muerte de su padre se produjo en un “operativo mixto, de militares y paramilitares”. No obstante, cuando los citados sargentos obraron en ese comando lo hicieron como pistoleros al servicio de paramilitares, no como soldados de Colombia. La teoría del “operativo mixto” no tiene sentido si no se prueba antes que las fuerzas militares ordenaron a los dos sargentos cometer ese asesinato. ¿Eso ha sido probado? ¿Por quién?
la Unión Patriótica jamás condenó la combinación de los fusiles y la política, como medio para llegar al poder, y que de esa omisión fundamental, aseguran algunos politólogos, partieron muchas de sus desgracias. Por supuesto, que el senador Cepeda haya sido un recalcitrante camarada, y que la Unión Patriótica, jamás hubiera censurado la lucha armada, tras la cual están delitos tan terribles como el secuestro, el terrorismo y el narcotráfico, por ejemplo, no justifican la muerte violenta de Cepeda ni lo que llaman “el exterminio de la UP”. NO nos digamos mentiras, sobre todo ahora que tanto se habla de verdad y de reparación a las víctimas. La Unión Patriótica abrazó nunca, de manera inequívoca, esos preciados valores.
Recordemos también que en su momento cumbre, este partido político logró elegir 16 alcaldes y 256 concejales, y eligió 16 representantes al Congreso de Colombia. Pero estos fueron más producto de las amenazas y extorsión del grupo narcoterrorista de las "farc" a los electores que una verdadera convicción política de los votantes.
¿Para qué engañarnos entonces?.
Seria bueno que el HIJO BOBO DE LAS "FARC" IVANCIN CEPEDA pidiera perdón y reparara a las victimas que dejaron la apología al delito, secuestro y asesinato que su padre promulgo en el partido comunista colombiano y la desaparecida UP BRAZO POLITICO Y COMPLICE DE LA BANDA NARCOTERRORISTA DE LAS "FARC".
En tercer y último lugar...Mijo, "el dudoso honor de tener el Post del año" ya tiene dueño de por vida y ese dueño es Ud. que cada vez que postea se supera así mismo.... Nadie lo supera a Ud. en esos menesteres.