De no haber existido esta batalla y la del lago Khasan, tal vez los japoneses habrían tenido la misma idea de los alemanes, británicos y franceses que consideraban al ejército rojo como uno de segunda en 1940. En cambio si alguien respetaba al ejército rojo en 1940 a pesar del fiasco de Finlandia, eran los japoneses.
Correctísimo, Chepicoro. Eso es lo que debían haber aprendido de Khalkin Gol, que si ellos no habían podido con un nivel bélico como el de la URRS cuando unos pocos finlandeses les habían dado un repaso histórico (y que más tarde repetirían), es que ellos no estaban preparados (ni de lejos) para llevar a cabo unos planes de batalla tan ambiciosos, y mucho menos si ello conllevaba declararle la guerra a la primera potencia bélica mundial y a un Imperio Británico que aún no estaba derrotado. Eso es de perogrullo.
La estupidez de Tojo y sus ilusas pretensiones les impidieron aprender algo de Khalkin Gol. No aprendieron una mierda.
@ Alejandro.
Pero es que los EEUU ya se estaban movilizando. El acta "Two-Ocean Navy" constituía toda una declaración de intenciones, tratandose de la mayor inversión en defensa hasta la época. Los planes para la expansión de la USAAF eran también gigantescos, y la industria se estaba comenzando a movilizar gracias a los pedidos anglofranceses.
¡Ya te digo! ¡Y sin despeinarse siquiera!
Un pequeño vistazo a las gráficas de producción militar durante el año 41.
Japón: 3.180 aviones.
EEUU: 26.277 aviones.
Japón: 812 tanques
EEUU: 4.052 tanques
Japón: 16 barcos de guerra.
EEUU: 544 barcos de guerra.
Ahora sumemos la producción del otro gran enemigo, unos tipos pelirrojos que estaban "casi derrotados", el Imperio Británico.
-20.094 aviones.
- 4.481 tanques.
- 236 barcos de guerra.
Y mejor no avanzamos en las producciones de los años siguientes y las diferencias existentes, porque entonces se nos puede ir la cabeza. Y que conste que de estos números de británicos y norteamericanos lo importante no es su poderío bélico, ya que, a fin de cuentas, tenían que repartirlos entre muchos frentes, sino su gigantismo industrial, su capacidad de sustituir bajas, de incrementar su potencia...
Lo dicho: un disparate. La Gran Asia de Tojo y el Nuevo Imperio Romano de Mussolini, tres cuartos de los mismo. Una ilusión, un cuento absurdo y ridículo.
Claro, que para Tojo todo eso del Bushido, los comerciantes, el honor y otras parafernalias debía ser para los demás. Se quitó de enmedio en el 44. Tal vez, con la pretensión de que fuesen otros los que, tras un largo trayecto de rodillas, suplicaran la paz a los soviéticos, y a ver si podían hacer algo en favor suyo contra los norteamericanos y aquellos pelirrojos, los "casi derrotados" de antaño. Y como era de esperar, Stalin les pagó como les pagó: ocultando en la Conferencia de Yalta que los nipones llevaban mucho tiempo tanteando acuerdos para alcanzar cuanto antes la paz. ¿La razón? La declaración del líder soviético de que su país también quería participar en la ocupación del Japón.
Ahí queda eso.
Un saludo.