Asedio a las alas del Sol naciente (JASDF)
Hace unos años, la posición de la Fuerza Aérea de Autodefensa del Japón (JASDF) se consideraba envidiable por muchos paises. Un presupuesto más que respetable (cerca del Top 5) sumado a una política limitada al papel defensivo tras la Segunda Guerra Mundial, permitian que pudieran concentrar el gasto en unidades aéreas de primera linea como los cazas F-15 Eagle o los Boeing E-767 AWACS.
Sin embargo, la realidad en esta nueva década es bien distinta. Crisis económica, retrasos en los programas de adquisición, problemas técnicos, envejecimiento de la flota aerea, incluso desastres naturales se suman al mismo tiempo al estrés al que están sometidos sus pilotos por la nueva situación geopolitica de la región, sobretodo respecto a China y Rusia.
Así que vamos paso a paso a analizar esta complicada situación de las “alas” que deben defender al pais del Sol naciente…
Actualmente el problema más grave al que se enfrentan las JASDF, es que la flota de su principal caza de combate, el F-15 Eagle, se encuentra en tierra por problemas técnicos pendientes de resolver tras dos accidentes seguidos de índole similar en apenas tres meses. En el primero de ellos el piloto no pudo salvar la vida. Estamos hablando de casi 20o unidades, más de la mitad de su flota de cazas de combate.
Ello deja la defensa aérea del espacio aéreo del Japón en manos de los pilotos de unos 50 Mitsubishi F2 (versión mejorada y bajo licencia F-16) y casi un centener de todo un veterano como el F-4EJ Phantom II. Cierto que es una versión actualizada y han recibido constantes mejoras… pero no dejan de ser los mismos cazas cuyas carlingas llevan más de 30 años patrullando los cielos nipones. Podría darse la curiosa imagen de ver como un Phantom II tiene que salir a interceptar un Tupolev Tu-95 ruso y darse una fotografia digna de los años ’70 en plena Guerra Fría…. 40 años después.
Para colmo de fatalidades, la flota del Mitshubishi F2 sufrió las desastrosas consecuencias del tsunami que asoló la costa este del Japón el pasado 11 de marzo. La Base Aérea de Matsushima en Miyagi fue de las más afectadas y 18 unidades se vieron gravemente afectadas debiendo ser dados de baja para el servicio. El equivalente a un escuadrón completo.
Las JASF, antes de los problemas en su flota del F-15 Eagle y la baja de los 18 Mitsubishi F-2, ya iniciaron el programa de adquisición F-X que se ha ido retrasando en el tiempo, para sustituir a los fatigados Phantom II. El problema es que a pesar de que ha pasado a ser un tema de máxima prioridad y se espera una decisión antes de final de año, las primeras unidades no llegarán hasta finales de 2016. Eso si no se suma ningún retraso más. Los candidatos son el F-18 Super Hornet, el F-35A Lightning II y el Eurofighter Typhoon. El montante sería de unas 40/50 unidades.
La inclusión del Eurofighter Typhoon lo veo más como un toque de atención al gobierno de los Estados Unidos que una opción real de compra. Para Japón fue un duro golpe la negativa del Congreso de los EEUU sobre la exportación del F-22 Raptor, el verdadero objeto del deseo del Ministerio de Defensa japonés. Sobre la elección para el programa F-X japonés ya escribiré una entrada próximamente.
La cuestión es que al mismo tiempo que está por decidir el ganador del programa F-X, Japón ha dado luz verde al desarrollo del Mitsubishi ATD-X Shinshin, su propio caza de 5ª generación. Un modelo que nació tras la imposisbilidad de adquirir el F-22. Se hicieron estudios de viabilidad, algún modelo a escala y al poco se paralizó todo ante los costes que representaría su producción. Ahora se ha vuelto ha dar luz verde, al menos para la construcción del prototipo demostrador. ¿Porqué? Primero mantener los puestos de trabajo y las capacidades de más de un centenar de ingenieros, ya que por primera vez en 40 años Japón no está produciendo ningún caza de combate tras la entrega del último Mitsubishi F-2 este mismo año. Al menos hasta que entre en producción el modelo ganador del programa F-X. Además es una manera de preparar a la industria japonesa para la producción conjunta de un caza de nueva generación.
Como veis hago mucha incidencia sobre el tema del caza de nueva generación o 5ª generación. El motivo es que Japón ha pasado de ser la mayor potencia aérea de la región a verse amenaza, no sólo en numero sino en capacidad tecnológica, sobretodo por sus dos grandes rivales en la región. China y Rusia. Ambos paises cuentan con modelos de última generación y aunque hay dudas sobre las capacidades del J-20 Chengdu, si los motores están a la altura del diseño, pocos cazas podrán ser rival para el nuevo caza chino. Rusia y la India desarrollan conjuntamente el PAK FA Sukhoi T-50. Con este modelo no hay lugar a interrogantes. Estamos ante el equivalente ruso del F-22 Raptor y con dos prototipos en vuelo desde hace meses, es toda una realidad.
Además ambos paises están “forzando” el trabajo de las JASDF justamente cuando su flota está en su peor momento. Según cifras del Ministerio de Defensa japonés, en 2010 las intercepciones de aviones militares extranjeros aumentaron un 29% respecto al año anterior. De hecho, ha sido el segundo año en nº de salidas en dos décadas, tras las 488 del año 1991. Los cazas japoneses interceptaron 96 veces aviones chinos, un aumento 2’5 veces respecto al 2009. Con los rusos la cifra se eleva a 264 intercepciones, un aumento del 30 por ciento. No olvidemos que con Rusia se mantiene el litigio por la soberanía de algunas islas del sur de las Kuriles.
Conclusiones
Aunque temporalmente la situación de las JASF es muy delicada, a medio plazo puede cambiar drásticamente de forma favorable en cuanto a su inventario. Lo que no va a cambiar es el trabajo acumulado ante la carrera armamentística que se está produciendo en Asia occidental, sobretodo a raiz de las nuevas capacidades mostradas por las Fuerzas Armadas de la república Popular China.
Las JASDF debido a su papel de Fuerzas de autodefensa pueden concentrarse en la renovación y modernización de unos modelos muy especificos. En este caso, sustituir a los F-4 Phantom II y modernizar los F-15 Eagle, pues algunos están en vuelo desde de principios de los ’80.
En mi opinión dicha modernización debería superar el actual programa de mejoras (MTDP), convirtiendo los F-15J en unidades equivalentes o superiores a los F-15 Silent Eagle (los más modernos existentes a día de hoy), aunque sea a cambia de reducir dicha modernización a la mitad más moderna de la flota. El resto se mantendrían hasta ser sustituidos por el programa F-XX que obligatoriamente deberia ser un caza de 5º generación. Quien sabe si para entonces las nueva situación geopolitica hace que los Estados Unidos tenga que replantearse la puesta en producción de nuevo del F-22, del que cuenta con menos de 200 cazas e incluso su posible exportación a sus más próximos aliados, como Japón o Israel.
Corea del Norte se mantiene como la eterna “oveja negra” de la región con su continua amenaza nuclear y sus escarceos bélicos con su vecino del sur, manteniendo en vilo a la comunidad internacional, pero sobretodo a Japón debido a su proximidad y a la presencia de más de 50.000 soldados americanos en suelo nipón. Pero aún así, a los pilotos de las JASDF les espera un próximo lustro complicado con mucho trabajo entre el borde suroeste y el noreste de su espacio aéreo ya que China y Rusia no van a dar tregua por aire.
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saludos cordiales