Mmm, de los rangers... sí, le veo más lógica, la verdad. Mil gracias, señores.
En lo segundo, la noticia de la presencia de Eurogendfor en Grecia proviene del Aegean Times, un medio bastante serio, turco-griego:

Esta parece ser la única imagen en la que se nota con claridad que están allí. Nótese la diferencia con los antidisturbios griegos, de uniforme verde y mucho más cutres:

Aunque es la única fuente, hasta el momento. Rumores hay muchos, imágenes pocas. Me reservo la duda, porque si yo fuera Papademos habría pedido su intervención, por miedo. El mes pasado ya ardieron edificios y será peor. El malestar civil es muy grande y creciendo; hay fantasmas de la guerra civil griega (y de la dictadura) que están volviendo a la vida. El hecho de que a Papademos no le votara nadie no ayuda. Hay quien le llama dictador, creo que con razón, lo mismo que a Monti. Me pregunto, ¿hasta qué punto puede la policía griega controlar los disturbios? En lo relativo a la Eurogendfor, si bien su marco legal está determinado a misiones autorizadas de pacificación, lo de
policía militarizada antidisturbios no me parece exagerado:


No son guardias de la porra que persiguen carteristas. No se entrena gente así para vigilar parquímetros, precisamente. Muy acorde con los tiempos.
Los italianos son los que parecen mostrarse más alarmados con ellos. De momento son pocos, pero para terminar el off-topic y volver a la legión: no es legítimo reprimir a gente que tiene razón y menos con grupos así. Es antidemocrático. Si finalmente esto se oficializa, será un error gravísimo: lo que ahora son manifestantes pacíficos se convertirán en grupos clandestinos armados. No les dejan otra opción. Señores, en el siglo XXI, la modernísima Europa está al borde de la rebelión civil.
Rezo para que tega usted razón, ouroboros, rezo para que la policía se ciña a las leyes y para que Eurogendfor no esté en Atenas y Tesalónica. Rezo para que la democracia no muera ni tampoco lo haga la sociedad de derecho.
Rezo para equivocarme. Si los gobernantes no escuchan la voz de la población y le dan más garrote, habrá una revolución. Una de verdad, no como la del 68. Y a los mercaderes de dinero ya no se lo explicarán con pancartas, sino con balas de plomo.
Sólo hay una cosa más funesta que vivir en guerra: llevar la guerra dentro.