Cero07, creo que das por veraz y cierto cosas que tendrá que dilucidar una investigación judicial. Para empezar la RAE define difamar como:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsult ... MA=difamardifamar.(Del lat. diffamāre).
1. tr. Desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama.
2. tr. Poner algo en bajo concepto y estima.
3. tr. ant. divulgar.
Como vemos, lo que hace El País entra perfectamente en esta definición. Otra cuestión es que lo que se dice tenga más o menos base. Sigamos.
El editorial de El Mundo no acusa de difamadoras a las víctimas sino al periódico. Las testigos han presentado una demanda. No se han dedicado a desacreditar por palabra o por escrito. Ellas no hacen información ni opinión. Son los periodistas de El País los que escriben una noticia contra la "buena fama u opinión" del diario El Mundo. La "buena fama" no se desacredita por una denuncia que ven los pocos funcionarios del Juzgado por los que pasa por sus manos, sino por la repercusión que esta tiene al ser pregonada por el periódico El País. Pero queda claro de la definición de la RAE que el empleo de esta palabra no implica adjudicar un delito ni tener base cierta o veraz, sino atacar al buen nombre de alguien.
Sobre la queja de El Mundo de que El País no contrasta las fuentes, aunque no es mi fuente preferida, acudimos a wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Fuente_period%C3%ADstica"El periodista puede mantener un número ilimitado de fuentes de uno u otro tipo y éstas pueden ir cambiando según los intereses o las preferencias del profesional. Sin embargo, todo periodista deberá seleccionar y jerarquizar todas aquellas fuentes cuya fiabilidad sea máxima. De esta manera se asegurará la obtención de unos datos correctos y
contrastados y por ende una información veraz."
"Según el origen de la información
Un factor importante es la diferenciación entre la fuente de procedencia de la noticia y las diferentes fuentes que se consultan para la confección de la misma. Así se puede observar fuentes de origen de la información, que son fuentes de las que nace directamente la noticia. Por otro lado están las fuentes complementarias, que son aquellas que sirven para completar y
contrastar la noticia"
"
Verificación de las fuentesCuando hablamos de periodismo es imprescindible referirse y recurrir a fuentes periodísticas fiables y verificables. Obtener la información a través del acceso a las fuentes y comprobar su confiabilidad, son las tareas centrales del periodismo para iniciar la construcción de la noticia.
Es necesario, antes de publicar una información, comprobar todos y cada uno de los datos que aportemos, por sencillos que parezcan. Hay que
contrastar la información que aporta nuestra fuente, que corresponde con la realidad de los hechos, para lo cual, habrá que consultar con más de una fuente.
Existen varios
principios que guían la labor del periodista, pero cabe destacar como principal el
respeto a la verdad, el rigor en la búsqueda de la información fidedigna y verificable. En general, se considera buen periodista al que consigue información relevante, breve y exacta en el menor tiempo posible. Sin embargo, en muchas ocasiones estos objetivos chocan entre sí y el ejercicio de uno puede perjudicar al ejercicio de otro. Por ejemplo, cuando en un medio se busca la exclusividad y ser el primero en dar la noticia, el tiempo juega un papel esencial. Ser el primero significa llegar antes que otros a una información que será publicada lo antes posible y así ser el medio de referencia. Pero esta falta de tiempo puede perjudicar con toda seguridad a otro objetivo indispensable del periodismo y es la
verificación de los datos y las fuentes que nos proporcionan esos datos exclusivos. Si actuamos de esta manera estaremos dando una información anticipada y en muchos casos incorrecta o incompleta, llegando a la desinformación."
"Y es aquí cuando suele olvidarse o dejarse en segundo plano la
verificación de las fuentes, pues el trabajo organizado y rutinario, la agenda establecida, además del escaso tiempo del que se dispone, hace que no se contrasten las informaciones adecuadamente y se caiga en una “rutina” de información basada argumentos pobres y, en ocasiones, interesados. Por ello es beneficioso tener una serie de contactos o fuentes habituales de las que servirnos, en ocasiones, para
contrastar o consultar posibles informaciones, pero sí es contraproducente una abundante confianza o una estrechez entre un periodista y la fuente."
"Los problemas en la falta de verificación
Ofrecer una información falsa o incompleta puede traer consecuencias no sólo para el medio que publica esas informaciones, que puede ver dañada su credibilidad, sino para terceras personas que se vean afectadas por los contenidos que se deriven. Las consecuencias pueden variar y diferir mucho entre sí:
Publicando datos erróneos estamos desinformando a la audiencia, incumpliendo con uno de los valores clave del ejercicio periodístico.
Podemos perjudicar a terceras personas, llegando a vulnerar su derecho al honor, derecho a su intimidad personal y familiar y/o su derecho de imagen, recogidos en el art.20 de la Constitución Española.
También es posible caer en injurias cuando la información no está bien contrastada y falta a la verdad de los hechos.
Alterar el orden público y la paz social."
"A veces las fuentes no son completamente fiables. En algunos casos, sus motivos y prejuicios resultan demasiado evidentes, la versión de los hechos es demasiado vaga, parece que está mintiendo o la historia que cuenta no tiene relación con lo que dicen otras fuentes."
Como se aprecia de la lectura de las citas y del artículo completo, no parece que El País haya recurrido al contraste de fuentes, aunque luego le diese el enfoque que quisiera o creyese a tal o cual parte. Al contrario, ninguna de las testigos puede decir que no fueron entrevistadas o preguntadas por el diario El Mundo a cuento de los hechos que en su día publicó. Independientemente de que defiendan su versión de los mismos.
Lo que resulta curioso es la capacidad de El Mundo de adivinar los problemas económicos de sus entrevistados. Porque a mi, si me pregunta un periodista por tal o cual hecho en que yo he sido testigo, no le cuento que tengo un problema con el banco. Y si me tratan de "comprar" preguntándome que pueden hacer por mi, si no tengo intención de "venderme", no le cuento que el banco tal me va a ejecutar una hipoteca.
La frase en cuestión que destaca El Mundo del propio escrito de la testigo "Me van a ayudar por ser víctima, da igual si yo no les ayudo." denota la manera de pensar de quien la ha escrito.
Pero insisto en la idea que he defendido aquí desde hace mucho tiempo: No hay que tener miedo a seguir averiguando cosas. Máxime cuando todos reconocemos que la investigación dejó lagunas importantes sobre como se ejecutó el plan criminal. Si las testigos pudieron incurrir en falso testimonio, será necesario investigarlo. Y si ello deriva en un cambio de la situación de Zougam, habrá que verlo en su momento. Sin miedo a investigar. Máxime si piensas que una posible exculpación de Zougam no cambia nada.
Y sobre si El País se limita a informar de la denuncia, o también a valorar, creo que cuando califica de "enjuague" lo que se deduce de la denuncia, cuando destaca que la asociación de Ángeles Domínguez es "la que apoya Esperanza Aguirre", pues hombre ¿alguna intención se le ve, no?
Un saludo