Munich: El punto sin retorno
- Von Kleist
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Munich: El punto sin retorno
Buenas
Me parece interesante abrir un hilo dedicado a discutir el tema de la Crisis de los Sudetes que desembocó en los Acuerdos de Munich, ya que aunque hemos tratado marginalmente el tema en otros hilos, creo que hasta la fecha no hemos analizado en profundidad todos los factores políticos, militares y diplomáticos que entraron en juego a la hora de dar forma a ese auténtico "punto sin retorno" hacia la guerra que supusieron los pactos de Munich. Espero que el tema sea de interés y la aportaciones de nuestro ilustre equipo de foristas.
Me parece interesante abrir un hilo dedicado a discutir el tema de la Crisis de los Sudetes que desembocó en los Acuerdos de Munich, ya que aunque hemos tratado marginalmente el tema en otros hilos, creo que hasta la fecha no hemos analizado en profundidad todos los factores políticos, militares y diplomáticos que entraron en juego a la hora de dar forma a ese auténtico "punto sin retorno" hacia la guerra que supusieron los pactos de Munich. Espero que el tema sea de interés y la aportaciones de nuestro ilustre equipo de foristas.
- Von Kleist
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Munich: El punto sin retorno
Origenes de la crisis
Desde que apareciera publicado Mein Kampf, puede decirse que Hitler no ocultaba sus intenciones a largo plazo en lo que a política exterior se refiere. Alemania debía ser una superpotencia centroeuropea que aglutinara a todos los pueblos y territorios considerados como histórica y racialmente “germánicos” del continente. Por ello, no es de extrañar que, después de la anexión de Austria, el próximo objetivo fuera Checoslovaquia, un país asentado en un territorio que Hitler consideraba históricamente alemán, y con una importante población étnica de habla alemana. Sin embargo, Hitler no sospechaba que la crisis de Checoslovaquia que desembocó en los acuerdos de Munich, iba a provocar una de las más graves crisis internas de su gobierno, una crisis que si bien no llegó a exteriorizarse, creó una tensión en el seno de la cúpula dirigente del ejército que a punto estuvo de provocar un golpe de estado que habría tenido como objetivo derrocar el gobierno nazi.
Cuando, a comienzos de 1938, Hitler informó a sus generales acerca de sus intenciones agresivas respecto a Checoslovaquia, y lo cierto es que se topó con una muy fria recepción por parte de sus mandos militares respecto a sus planes ofensivos. De hecho, los generales pusieron el grito en el cielo, arguyendo que la Werhmacht no estaba ni mucho menos lista para un guerra. Faltaba artilleria pesada, municiones y las fortificaciones fronterizas checas se consideraban un obstáculo demasiado poderoso como para ser fácilmente vencidas. Además, muchos altos mandos, con Beck (jefe del OKH) a la cabeza, ya habían sus dudas ante lo que parecía un disparatado desafio a las potencias occidentales. Y ciertamente, en apariencia, lo era, ya que cualquier observador podía pensar que la invasión de Checoslovaquia significaria la guerra Europea. Sin embargo, lo que desconocían los jefes del Ejército es que Hitler estaba jugando una partida de cartas diplomáticas en las que tenía todas las cartas marcadas. El denominado Forschungsamt de Göring, un eficiente sistema de escuchas telefónicas, tenía intervenidos todos los teléfonos de las embajadas y sedes diplomáticas de Berlin. Las comunicaciones de los representantes diplomáticos con sus gobiernos eran diariamente grabadas, traducidas y extractadas en una serie de informes que eran enviados puntualmente a la chancillería del Reich. Gracias a los informes del Forschungsamt Hitler era conocedor de que ni Francia ni Inglaterra estaban dispuestas a provocar una guerra por causa de la cuestión checa. De este modo, Hitler no solo conocía de antemano todos los movimientos de sus adversarios, sino que además podía adelantarse a la hora de negociar, ya que poseía una visión completa de las posturas enfrentadas que existían entre ellos, algo que los comandantes del ejército desconocían.
Quedaba sin embargo, un frente que Hitler quería cerrar antes de emprender cualquier acción ofensiva contra los checos: la actitud italiana. En mayo de 1938 Hitler visitó a Mussolini en Italia, y aunque el Duce rechazó firmar un acuerdo formal de alianza que Ribbentrop había preparado, Mussolini le comunicó verbalmente a Hitler que Italia no intervendría en Checoslovaquia en caso de conflicto. Esta promesa italiana de neutralidad despejó las últimas dudas de Hitler. El secretario de Asuntos Exteriores Weizsacker anotó el 13 de Mayo que: [Hitler] Está pensando en solucionar la cuestión de los Sudetes alemanes antes de que acabe el año, ya que el actual equilibrio de poder puede volverse en cualquier momento contra nosotros”
Saludos
Desde que apareciera publicado Mein Kampf, puede decirse que Hitler no ocultaba sus intenciones a largo plazo en lo que a política exterior se refiere. Alemania debía ser una superpotencia centroeuropea que aglutinara a todos los pueblos y territorios considerados como histórica y racialmente “germánicos” del continente. Por ello, no es de extrañar que, después de la anexión de Austria, el próximo objetivo fuera Checoslovaquia, un país asentado en un territorio que Hitler consideraba históricamente alemán, y con una importante población étnica de habla alemana. Sin embargo, Hitler no sospechaba que la crisis de Checoslovaquia que desembocó en los acuerdos de Munich, iba a provocar una de las más graves crisis internas de su gobierno, una crisis que si bien no llegó a exteriorizarse, creó una tensión en el seno de la cúpula dirigente del ejército que a punto estuvo de provocar un golpe de estado que habría tenido como objetivo derrocar el gobierno nazi.
Cuando, a comienzos de 1938, Hitler informó a sus generales acerca de sus intenciones agresivas respecto a Checoslovaquia, y lo cierto es que se topó con una muy fria recepción por parte de sus mandos militares respecto a sus planes ofensivos. De hecho, los generales pusieron el grito en el cielo, arguyendo que la Werhmacht no estaba ni mucho menos lista para un guerra. Faltaba artilleria pesada, municiones y las fortificaciones fronterizas checas se consideraban un obstáculo demasiado poderoso como para ser fácilmente vencidas. Además, muchos altos mandos, con Beck (jefe del OKH) a la cabeza, ya habían sus dudas ante lo que parecía un disparatado desafio a las potencias occidentales. Y ciertamente, en apariencia, lo era, ya que cualquier observador podía pensar que la invasión de Checoslovaquia significaria la guerra Europea. Sin embargo, lo que desconocían los jefes del Ejército es que Hitler estaba jugando una partida de cartas diplomáticas en las que tenía todas las cartas marcadas. El denominado Forschungsamt de Göring, un eficiente sistema de escuchas telefónicas, tenía intervenidos todos los teléfonos de las embajadas y sedes diplomáticas de Berlin. Las comunicaciones de los representantes diplomáticos con sus gobiernos eran diariamente grabadas, traducidas y extractadas en una serie de informes que eran enviados puntualmente a la chancillería del Reich. Gracias a los informes del Forschungsamt Hitler era conocedor de que ni Francia ni Inglaterra estaban dispuestas a provocar una guerra por causa de la cuestión checa. De este modo, Hitler no solo conocía de antemano todos los movimientos de sus adversarios, sino que además podía adelantarse a la hora de negociar, ya que poseía una visión completa de las posturas enfrentadas que existían entre ellos, algo que los comandantes del ejército desconocían.
Quedaba sin embargo, un frente que Hitler quería cerrar antes de emprender cualquier acción ofensiva contra los checos: la actitud italiana. En mayo de 1938 Hitler visitó a Mussolini en Italia, y aunque el Duce rechazó firmar un acuerdo formal de alianza que Ribbentrop había preparado, Mussolini le comunicó verbalmente a Hitler que Italia no intervendría en Checoslovaquia en caso de conflicto. Esta promesa italiana de neutralidad despejó las últimas dudas de Hitler. El secretario de Asuntos Exteriores Weizsacker anotó el 13 de Mayo que: [Hitler] Está pensando en solucionar la cuestión de los Sudetes alemanes antes de que acabe el año, ya que el actual equilibrio de poder puede volverse en cualquier momento contra nosotros”
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- Von Kleist
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II. El OKW, el OKH y el “golpe de estado a la inversa” de Hitler.
Cuando a finales de 1937 Hitler comprendió, tras la famosa reunión documentada en el “Protocolo Hossbach” que muchos de sus generales del OKH y del Ministerio de la Guerra mostraban poco entusiasmo en seguir sus planes de desencadenar una guerra en Europa, decidió que había llegado el momento de adecuar la estructura jerarquía militar a sus deseos. En Enero de 1938, el ministro de la guerra Blomberg tuvo que dimitir al salir a la luz un escandalo relacionado con el turbio pasado de su joven esposa, y poco después el comandante en jefe del ejército, Fritsch, fue defenestrado en virtud a los cargos, totalmente falsos y fabricados por la Gestapo, de actividades homosexuales. En Febrero de 1938 Hitler creaba el OKW como órgano supremo de las Fuerzas Armadas, con la figura testimonial del sumiso general Keitel al frente. A partir de ese momento, Hitler ya tenía las manos libres para desarrollar sus planes pasando por encima de los recelos y objeciones de sus generales. Curiosamente, Hitler pudo dar este auténtico “golpe de estado a la inversa” sin apenas oposición entre las altas jerarquias del ejército. La única oposición relevante vino por parte del Ludwig Beck, jefe del OKH, quien en principio intentó aglutinar en torno a su persona a los opositores al régimen, pero viendo que estaba prácticamente solo y careciendo de respaldo por parte de sus colegas, presentó su dimisión en Agosto de 1938. Con la dimisión de Beck, el canciller culminaba un auténtico proceso de descabezamiento de la cúpula dirigente del ejército alemán, que permitió a Hitler proseguir con sus planes de invasión de Checoslovaquia teníendo ya perfectamente controlado el frente interno militar.
Por tanto, en Agosto de 1938, una vez libre de las molestas interferencias de Beck, Hitler se dedicó plenamente a intensificar los preparativos tanto diplomáticos como militares del Plan Verde, la proyectada invasión de Checoslovaquia. Para empezar, intentó atraerse a otros paises para formar una alianza en contra de los checoslovacos. El 23 de ese mes, en una reunión con el Almirante Horthy, regente de Hungría, Hitler propuso que Hungría podría recuperar territorio en Eslovaquia a costa de los checos si participaba en la invasión. Sin embargo, parece ser que el Almirante Horthy recibió bastante friamente la propuesta de Hitler, señalando que la respuesta franco-británica posiblemente terminaría con la derrota alemana, y no ofreciendo ninguna respuesta concreta a la propuesta de Hitler de establecer una alianza entre ambos paises.
Un tanto frustrado por las reticencias húngaras, Hitler partió el 26 a una visita de inspección a las fortificaciones del Westwall (muro occidental) solo para recibir con bastante cólera las indicaciones del general Adam, supervisor de las obras, acerca de la linea defensiva distaba de estar terminada, y que no estaría en condiciones de defenderse en caso de que los franceses atacaran. La respuesta de Hitler a estas objeciones fue un rotundo “No aplazaré el ataque contra Checoslovaquia”.
Saludos
Cuando a finales de 1937 Hitler comprendió, tras la famosa reunión documentada en el “Protocolo Hossbach” que muchos de sus generales del OKH y del Ministerio de la Guerra mostraban poco entusiasmo en seguir sus planes de desencadenar una guerra en Europa, decidió que había llegado el momento de adecuar la estructura jerarquía militar a sus deseos. En Enero de 1938, el ministro de la guerra Blomberg tuvo que dimitir al salir a la luz un escandalo relacionado con el turbio pasado de su joven esposa, y poco después el comandante en jefe del ejército, Fritsch, fue defenestrado en virtud a los cargos, totalmente falsos y fabricados por la Gestapo, de actividades homosexuales. En Febrero de 1938 Hitler creaba el OKW como órgano supremo de las Fuerzas Armadas, con la figura testimonial del sumiso general Keitel al frente. A partir de ese momento, Hitler ya tenía las manos libres para desarrollar sus planes pasando por encima de los recelos y objeciones de sus generales. Curiosamente, Hitler pudo dar este auténtico “golpe de estado a la inversa” sin apenas oposición entre las altas jerarquias del ejército. La única oposición relevante vino por parte del Ludwig Beck, jefe del OKH, quien en principio intentó aglutinar en torno a su persona a los opositores al régimen, pero viendo que estaba prácticamente solo y careciendo de respaldo por parte de sus colegas, presentó su dimisión en Agosto de 1938. Con la dimisión de Beck, el canciller culminaba un auténtico proceso de descabezamiento de la cúpula dirigente del ejército alemán, que permitió a Hitler proseguir con sus planes de invasión de Checoslovaquia teníendo ya perfectamente controlado el frente interno militar.
Por tanto, en Agosto de 1938, una vez libre de las molestas interferencias de Beck, Hitler se dedicó plenamente a intensificar los preparativos tanto diplomáticos como militares del Plan Verde, la proyectada invasión de Checoslovaquia. Para empezar, intentó atraerse a otros paises para formar una alianza en contra de los checoslovacos. El 23 de ese mes, en una reunión con el Almirante Horthy, regente de Hungría, Hitler propuso que Hungría podría recuperar territorio en Eslovaquia a costa de los checos si participaba en la invasión. Sin embargo, parece ser que el Almirante Horthy recibió bastante friamente la propuesta de Hitler, señalando que la respuesta franco-británica posiblemente terminaría con la derrota alemana, y no ofreciendo ninguna respuesta concreta a la propuesta de Hitler de establecer una alianza entre ambos paises.
Un tanto frustrado por las reticencias húngaras, Hitler partió el 26 a una visita de inspección a las fortificaciones del Westwall (muro occidental) solo para recibir con bastante cólera las indicaciones del general Adam, supervisor de las obras, acerca de la linea defensiva distaba de estar terminada, y que no estaría en condiciones de defenderse en caso de que los franceses atacaran. La respuesta de Hitler a estas objeciones fue un rotundo “No aplazaré el ataque contra Checoslovaquia”.
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- Von Kleist
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III. Hacia la guerra
Ya se ha comentado como a finales de agosto de 1938, Hitler –pese al pesimismo de sus generales respecto a la poca preparación de las fuerzas armadas- estaba decido a iniciar una guerra con motivo de la anexión de Checoslovaquia al Reich. Siguiendo con sus planes para incrementar la presión en torno a los checoslovacos, dictó ordenes secretas a Henlein, lider de los alemanes de los sudetes, para que en el mes de Septiembre, sus agentes intensificaran la campaña de agitación y altercados en territorio checo. Esta escalada de la tensión no solo alarmó al propio Henlein, que temía que la situación se desmandase, sino también a varios miembros destacados de la diplomacia alemana, empezando por los embajadores en Varsovia, Paris y Washington. Hitler, como de costumbre, desechó todas las objeciones y trató con indisimulado desden a todo aquel que trató de advertirle que seguir adelante con el plan de Checoslovaquia significaría la guerra.
Mientras tanto, el OKH ya trabajaba en los planes militares de “Verde”. Como jefe del OKH, Halder delineó un plan para atacar Checoslovaquia por la franja mas estrecha de su territorio, cosa que no agradó a Hitler, partidario de lanzar un ataque blindado concentrado a través de la linea de fortificaciones para llegar rápidamente a Praga. Pero en ese punto Hitler chocó con la oposición frontal del propio Halder y Brauchitsch, quienes alegaron ante Keitel que las órdenes de Hitler no podían aplicarse, puesto que los planes de invasión estaban ya muy avanzados y no se podían cambiar. A principios de Septiembre, Hitler convocó a su presencia a ambos generales y, tras una larga discusión, ninguno de ellos dio su brazo a torcer, por lo que Hitler les ordenó que dispusieran el plan de ataque conforme a lo que él les había indicado. En ese momento, seguramente debió comprender que, pese a haberse librado de Beck, el OKH iba a seguir siendo una piedra en el zapato de sus planes militares, puesto que Halder no parecía dispuesto a renunciar a la autonomía del Ejército de Tierra para planear las operaciones. De hecho, poco después de la reunión con sus generales, comentaría: “Es una lástima que no pueda dar un ejército a cada uno de mis gauleiters, tienen agallas y creen en mi”
Mientras tanto, la campaña de agitación orquestada por los saboteadores alemanes comenzaba a dar sus frutos, pues la escalada de violencia en los Sudetes obligó al gobierno de Praga a declarar la ley marcial en varias localidades a mediados de Septiembre. Era justo la clase de medida que Hitler esperaba para justificar la intervención alemana ante el mundo. Además, las escuchas telefónicas de Goring le estaban facilitando a Hitler una información valiosisima, pues el enviado checoslovaco en Londres, Masaryk, evidenciaba en sus conversaciones con Praga que Chamberlain estaba dispuesto a ceder a las presiones alemanas respecto a los sudetes. El 14 de Septiembre las escuchas alemanas interceptaron una llamada de Masaryk en la que informaba, al presidente checoslovaco Benes, que Chamberlain iba a viajar personalmente a Alemania para entrevistarse con Hitler. La suerte de Checoslovaquía comenzaba a quedar en el alero.
Ya se ha comentado como a finales de agosto de 1938, Hitler –pese al pesimismo de sus generales respecto a la poca preparación de las fuerzas armadas- estaba decido a iniciar una guerra con motivo de la anexión de Checoslovaquia al Reich. Siguiendo con sus planes para incrementar la presión en torno a los checoslovacos, dictó ordenes secretas a Henlein, lider de los alemanes de los sudetes, para que en el mes de Septiembre, sus agentes intensificaran la campaña de agitación y altercados en territorio checo. Esta escalada de la tensión no solo alarmó al propio Henlein, que temía que la situación se desmandase, sino también a varios miembros destacados de la diplomacia alemana, empezando por los embajadores en Varsovia, Paris y Washington. Hitler, como de costumbre, desechó todas las objeciones y trató con indisimulado desden a todo aquel que trató de advertirle que seguir adelante con el plan de Checoslovaquia significaría la guerra.
Mientras tanto, el OKH ya trabajaba en los planes militares de “Verde”. Como jefe del OKH, Halder delineó un plan para atacar Checoslovaquia por la franja mas estrecha de su territorio, cosa que no agradó a Hitler, partidario de lanzar un ataque blindado concentrado a través de la linea de fortificaciones para llegar rápidamente a Praga. Pero en ese punto Hitler chocó con la oposición frontal del propio Halder y Brauchitsch, quienes alegaron ante Keitel que las órdenes de Hitler no podían aplicarse, puesto que los planes de invasión estaban ya muy avanzados y no se podían cambiar. A principios de Septiembre, Hitler convocó a su presencia a ambos generales y, tras una larga discusión, ninguno de ellos dio su brazo a torcer, por lo que Hitler les ordenó que dispusieran el plan de ataque conforme a lo que él les había indicado. En ese momento, seguramente debió comprender que, pese a haberse librado de Beck, el OKH iba a seguir siendo una piedra en el zapato de sus planes militares, puesto que Halder no parecía dispuesto a renunciar a la autonomía del Ejército de Tierra para planear las operaciones. De hecho, poco después de la reunión con sus generales, comentaría: “Es una lástima que no pueda dar un ejército a cada uno de mis gauleiters, tienen agallas y creen en mi”
Mientras tanto, la campaña de agitación orquestada por los saboteadores alemanes comenzaba a dar sus frutos, pues la escalada de violencia en los Sudetes obligó al gobierno de Praga a declarar la ley marcial en varias localidades a mediados de Septiembre. Era justo la clase de medida que Hitler esperaba para justificar la intervención alemana ante el mundo. Además, las escuchas telefónicas de Goring le estaban facilitando a Hitler una información valiosisima, pues el enviado checoslovaco en Londres, Masaryk, evidenciaba en sus conversaciones con Praga que Chamberlain estaba dispuesto a ceder a las presiones alemanas respecto a los sudetes. El 14 de Septiembre las escuchas alemanas interceptaron una llamada de Masaryk en la que informaba, al presidente checoslovaco Benes, que Chamberlain iba a viajar personalmente a Alemania para entrevistarse con Hitler. La suerte de Checoslovaquía comenzaba a quedar en el alero.
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Munich: El punto sin retorno
Muy interesante Von Kleist. A ver si más adelante analizamos la actuación de otros paises como Rumania, Polonia o Hungría. Estos dos últimos no suelen ser mencionados, pero lo cierto es que aprovecharon para ocupar territorios con minorias propias. Además, al negarse a dar tránsito a tropas soviéticas, impidieron cualquier entendimiento con la URSS. A los franceses la actuación polaca les escandalizó, hasta el punto de que un político francés dijo que Polonia se llevaría su merecido.
Saludos.
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- Von Kleist
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Munich: El punto sin retorno
Buenas alejandro
La actitud húngara, como apuntaba en el hilo, fue bastante oportunista. En Agosto de 1938 Horthy le dio largas a Hitler cuando este le pidió que Hungría se uniera a Alemania contra los checoslovacos, pero luego no dudó en aceptar compensaciones territoriales, una vez que Hitler se salió con la suya. Respecto a Polonia, sus problemas con Checoslovaquia venían del largo contencioso fronterizo acerca del Territorio de Teschen, reclamado por ambos paises en 1919, y que Checoslovaquía se había adjudicado en su mayor parte en 1920, si bien Varsovia nunca olvidó sus pretensiones sobre el mismo, tanto es así que no dudó en ocuparlo en cuanto los checoslovacos se vieron desbordados por los sucesos de 1938. Esta actuación polaca suscitó no pocas críticas en occidente, el mismo Churchill, por ejemplo, dejó constancia en sus Memorias de la indignación que le produjo el hecho de que el gobierno polaco aprovechara las maniobras de Hitler para despojar a Checoslovaquia de parte de su territorio. En cualquier caso, quedó claro que los estados fronterizos no dudaron en aprovechar la situación internacional para conseguir más territorios.
Saludos
A ver si más adelante analizamos la actuación de otros paises como Rumania, Polonia o Hungría. Estos dos últimos no suelen ser mencionados,
La actitud húngara, como apuntaba en el hilo, fue bastante oportunista. En Agosto de 1938 Horthy le dio largas a Hitler cuando este le pidió que Hungría se uniera a Alemania contra los checoslovacos, pero luego no dudó en aceptar compensaciones territoriales, una vez que Hitler se salió con la suya. Respecto a Polonia, sus problemas con Checoslovaquia venían del largo contencioso fronterizo acerca del Territorio de Teschen, reclamado por ambos paises en 1919, y que Checoslovaquía se había adjudicado en su mayor parte en 1920, si bien Varsovia nunca olvidó sus pretensiones sobre el mismo, tanto es así que no dudó en ocuparlo en cuanto los checoslovacos se vieron desbordados por los sucesos de 1938. Esta actuación polaca suscitó no pocas críticas en occidente, el mismo Churchill, por ejemplo, dejó constancia en sus Memorias de la indignación que le produjo el hecho de que el gobierno polaco aprovechara las maniobras de Hitler para despojar a Checoslovaquia de parte de su territorio. En cualquier caso, quedó claro que los estados fronterizos no dudaron en aprovechar la situación internacional para conseguir más territorios.
Saludos
- urquhart
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Munich: El punto sin retorno
Hola a todos,
Antes que nada, felicitar a Von Kleist por su extraordinario aporte.
Hungría mantendría con posterioridad su expansionismo ya no solo a cuenta de Checoeslovaquia, si no que con el amparo de Berlín se expandiría fuera de las fronteras del Tratado de Trianon.
Hungría en 1938 rompió con las clausulas del Tratado con respecto al tamaño de sus Fuerzas Armadas.
Gracias al primer Arbitraje de Viena, Hungría ocupó zonas del Sur de Eslovaquia, en Noviembre de 1938. En Marzo de 1939, y como resultado de la desmembración de Checoeslovaquia y una corta guerra entre Hun gría y Eslovaquia, Hungría se hizo con la Rutenia Subcarpática, hoy territorio ucraniano. La ocupación de Rutenia, permitió establecer una frontera hungaro polaca, de vital importancia para lograr una vía de escape para el Gobierno Polaco que se establecería en Francia inicialmente y posteriormente en Londres, y para miles de polacos que junto a los polacos expatriados en Francia formarían el germen de las Fuerzas Polacas Libres que lucharían en la Línea Maginot, en la Batalla de Inglaterra, en el Desierto Líbico, en Normandía, en Arnhem....
El Segundo Arbitraje de Viena, de agosto de 1940, obligaba a Rumanía a ceder a Hungría Transilvania. Las consecuencias de este Tratado, y del posterior de Cracovia que obligaban a Rumanía a ceder Drobudja a Bulgaria, y la anterior pérdidad de Besarabia y Bucovina a la URSS como resultado de lso PActos Molotov Ribbertrop de 1939, serían de un lado la caida del Gobierno Rumano y el ascenso del MAriscal Antonescu al poder en Bucarest y el inicio de la influencia alemana en Rumanía (defensa de Ploesti) , de otro y como consecuencia, la pérdida de influencia italiana en la región, que consideraba a Rumanía protegida de Roma, y desencadenaría la guerra greco italiana, como respuesta de Roma a las acciones unilaterales de Alemania en esta Región.
Aún, en 1941, y como resultado de la participación hungara en el ataque a Yugoeslavia, Hungría se anexionaría parte de la Voivodina.
Los predadores fueron muchos....
Curiosamente, o no, Eslovaquia sería aliada del Reich desde el 1 de septiembre de 1939, todo y que en marzo Alemania había olvidado el acuerdo con Bratislava de asistencia mutua; y Rumanía participaría a partir de la invasión de Yugoeslavia en todas las aventuras nazis, a pesar de la pérdida de territorios bajo el patrocinio alemán de sus depredadores.
Saludos.
Antes que nada, felicitar a Von Kleist por su extraordinario aporte.
Hungría mantendría con posterioridad su expansionismo ya no solo a cuenta de Checoeslovaquia, si no que con el amparo de Berlín se expandiría fuera de las fronteras del Tratado de Trianon.
Hungría en 1938 rompió con las clausulas del Tratado con respecto al tamaño de sus Fuerzas Armadas.
Gracias al primer Arbitraje de Viena, Hungría ocupó zonas del Sur de Eslovaquia, en Noviembre de 1938. En Marzo de 1939, y como resultado de la desmembración de Checoeslovaquia y una corta guerra entre Hun gría y Eslovaquia, Hungría se hizo con la Rutenia Subcarpática, hoy territorio ucraniano. La ocupación de Rutenia, permitió establecer una frontera hungaro polaca, de vital importancia para lograr una vía de escape para el Gobierno Polaco que se establecería en Francia inicialmente y posteriormente en Londres, y para miles de polacos que junto a los polacos expatriados en Francia formarían el germen de las Fuerzas Polacas Libres que lucharían en la Línea Maginot, en la Batalla de Inglaterra, en el Desierto Líbico, en Normandía, en Arnhem....
El Segundo Arbitraje de Viena, de agosto de 1940, obligaba a Rumanía a ceder a Hungría Transilvania. Las consecuencias de este Tratado, y del posterior de Cracovia que obligaban a Rumanía a ceder Drobudja a Bulgaria, y la anterior pérdidad de Besarabia y Bucovina a la URSS como resultado de lso PActos Molotov Ribbertrop de 1939, serían de un lado la caida del Gobierno Rumano y el ascenso del MAriscal Antonescu al poder en Bucarest y el inicio de la influencia alemana en Rumanía (defensa de Ploesti) , de otro y como consecuencia, la pérdida de influencia italiana en la región, que consideraba a Rumanía protegida de Roma, y desencadenaría la guerra greco italiana, como respuesta de Roma a las acciones unilaterales de Alemania en esta Región.
Aún, en 1941, y como resultado de la participación hungara en el ataque a Yugoeslavia, Hungría se anexionaría parte de la Voivodina.
Los predadores fueron muchos....
Curiosamente, o no, Eslovaquia sería aliada del Reich desde el 1 de septiembre de 1939, todo y que en marzo Alemania había olvidado el acuerdo con Bratislava de asistencia mutua; y Rumanía participaría a partir de la invasión de Yugoeslavia en todas las aventuras nazis, a pesar de la pérdida de territorios bajo el patrocinio alemán de sus depredadores.
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Tempus Fugit
- Von Kleist
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Buenas Urquhart
Excelente aporte, y muy buena información gráfica, como de costumbre.
Lo de la fidelidad de Eslovaquia se entiende, ya que, al fin y al cabo Hitler había auspiciado (y permitido) su existencia como estado independiente, curiosamente, adelantandose casi seis décadas a la declaración de independencia de 1993. El caso de Rumanía quizás es más raro, pero comprensible, dado que el verdadero enemigo era la URSS que había -literalmente- rapiñado la frontera oriental rumana y cuyas ambiciones expansionistas hacia occidente eran más que evidentes, de modo que Antonescu sabía perfectamente que no podría sobrevivir sin ponerse bajo el paraguas alemán. Supongo que escogió el mal menor.
Saludos
Excelente aporte, y muy buena información gráfica, como de costumbre.
Curiosamente, o no, Eslovaquia sería aliada del Reich desde el 1 de septiembre de 1939, todo y que en marzo Alemania había olvidado el acuerdo con Bratislava de asistencia mutua; y Rumanía participaría a partir de la invasión de Yugoeslavia en todas las aventuras nazis, a pesar de la pérdida de territorios bajo el patrocinio alemán de sus depredadores.
Lo de la fidelidad de Eslovaquia se entiende, ya que, al fin y al cabo Hitler había auspiciado (y permitido) su existencia como estado independiente, curiosamente, adelantandose casi seis décadas a la declaración de independencia de 1993. El caso de Rumanía quizás es más raro, pero comprensible, dado que el verdadero enemigo era la URSS que había -literalmente- rapiñado la frontera oriental rumana y cuyas ambiciones expansionistas hacia occidente eran más que evidentes, de modo que Antonescu sabía perfectamente que no podría sobrevivir sin ponerse bajo el paraguas alemán. Supongo que escogió el mal menor.
Saludos
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- General de Brigada
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Curiosamente, o no, Eslovaquia sería aliada del Reich desde el 1 de septiembre de 1939, todo y que en marzo Alemania había olvidado el acuerdo con Bratislava de asistencia mutua; y Rumanía participaría a partir de la invasión de Yugoeslavia en todas las aventuras nazis, a pesar de la pérdida de territorios bajo el patrocinio alemán de sus depredadores.
El caso de Rumania es interesante, pero creo recordar que Alemania ofreció territorios soviéticos a los rumanos. Tampoco era mal negocio porque Transilvania tiene una minoría húngara importante. Este era el mapa de Rumania en 1942:
Saludos.
- Luis M. García
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Munich: El punto sin retorno
Buenas, Ewald.
Parece más sensato el plan de Halder que el de Hitler, no? Atacar a Checoslovaquia por donde quería el Fhürer, suponiendo que los checos hubieran decidido defenderse, era una locura para la potencia militar alemana de la época.
En cuanto a la ventaja de Hitler al conocer las conversaciones de la otra parte, lo cierto es que hubiera sido poco relevante si los aliados se hubieran comportado como debían. Casi se puede decir que su actitud supone un cierto atenuante para el carroñero comportamiento de Polonia y de Hungría; a fin de cuentas si los garantes de Checoslovaquia declinaban su responsabilidad, quién iba a quedarse de brazos cruzados?
Por lo demás, fue una lástima que los checos -o más bien su gobierno- no hubieran tenido el coraje de defenderse y poner a Hitler en la tesitura de tener que hacer valer sus faroles.
Saludos.
Parece más sensato el plan de Halder que el de Hitler, no? Atacar a Checoslovaquia por donde quería el Fhürer, suponiendo que los checos hubieran decidido defenderse, era una locura para la potencia militar alemana de la época.
En cuanto a la ventaja de Hitler al conocer las conversaciones de la otra parte, lo cierto es que hubiera sido poco relevante si los aliados se hubieran comportado como debían. Casi se puede decir que su actitud supone un cierto atenuante para el carroñero comportamiento de Polonia y de Hungría; a fin de cuentas si los garantes de Checoslovaquia declinaban su responsabilidad, quién iba a quedarse de brazos cruzados?
Por lo demás, fue una lástima que los checos -o más bien su gobierno- no hubieran tenido el coraje de defenderse y poner a Hitler en la tesitura de tener que hacer valer sus faroles.
Saludos.
Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
- Von Kleist
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Munich: El punto sin retorno
Buenas
Podía parecer a priori, que el plan de Halder era más sensato, pero un análisis mas detallado ofrece serias dudas. Lo que Hitler proponia era lanzar un ataque usando el grueso de los panzer, desde Austria, donde la linea fortificada checoslovaca era más débil (obviamente porque la zona fronteriza más defendida era la alemana). Y además, atacando desde territorio austriaco podía llegarse rápidamente a Praga, cosa que no podía hacerse conforme al plan del OKH. Por otro lado, como acertadamente observó Hitler en su discusión con Halder, el ataque por la franja más estrecha era jústamente lo que los checoslovacos esperaban, de modo que era previsible que concentrarían el grueso de sus fuerzas en ese sector. Si la campaña se estancaba, señaló Hitler, el objetivo político de la invasión se anularía. Por cierto, que Hitler estaba más acertado que Halder al menos en un aspecto: Halder proponía dividir las fuerzas acorazadas, lo cual era per sé, un error táctico; mientras que Hitler insistía en que los tanques debían atacar de forma concentrada. Es algo que nos parece evidente hoy, pero en 1938, realmente era una táctica novedosa, y un acierto operativo que no todos comprendían.
Naturalmente, es dificil suponer que hubiera pasado en caso de haberse aplicado uno u otro plan, pero lo ocurrido en Francia indica que Hitler estaba más atinado que Halder en cuanto a como debía ejecutarse el "Plan Verde".
Saludos
Luis M. Garcia escribió:Parece más sensato el plan de Halder que el de Hitler, no? Atacar a Checoslovaquia por donde quería el Fhürer, suponiendo que los checos hubieran decidido defenderse, era una locura para la potencia militar alemana de la época.
Podía parecer a priori, que el plan de Halder era más sensato, pero un análisis mas detallado ofrece serias dudas. Lo que Hitler proponia era lanzar un ataque usando el grueso de los panzer, desde Austria, donde la linea fortificada checoslovaca era más débil (obviamente porque la zona fronteriza más defendida era la alemana). Y además, atacando desde territorio austriaco podía llegarse rápidamente a Praga, cosa que no podía hacerse conforme al plan del OKH. Por otro lado, como acertadamente observó Hitler en su discusión con Halder, el ataque por la franja más estrecha era jústamente lo que los checoslovacos esperaban, de modo que era previsible que concentrarían el grueso de sus fuerzas en ese sector. Si la campaña se estancaba, señaló Hitler, el objetivo político de la invasión se anularía. Por cierto, que Hitler estaba más acertado que Halder al menos en un aspecto: Halder proponía dividir las fuerzas acorazadas, lo cual era per sé, un error táctico; mientras que Hitler insistía en que los tanques debían atacar de forma concentrada. Es algo que nos parece evidente hoy, pero en 1938, realmente era una táctica novedosa, y un acierto operativo que no todos comprendían.
Naturalmente, es dificil suponer que hubiera pasado en caso de haberse aplicado uno u otro plan, pero lo ocurrido en Francia indica que Hitler estaba más atinado que Halder en cuanto a como debía ejecutarse el "Plan Verde".
Saludos
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Munich: El punto sin retorno
Naturalmente, es dificil suponer que hubiera pasado en caso de haberse aplicado uno u otro plan, pero lo ocurrido en Francia indica que Hitler estaba más atinado que Halder en cuanto a como debía ejecutarse el "Plan Verde".
Halder no tiene un record de planes imaginativos. Para Barbarroja sugirió un avance en línea recta a Moscú...
Por otra parte, el ejército checoslovaco era un enemigo a tener en cuenta. Como ha afirmado Von Kleist, un ataque desde Alemania estaba limitado por la orografía, y los checoslovacos contaban con una importante complejo industrial. Todo ello fue a caer en manos alemanas en perfecto estado. Londres incluso transfirió las reservas de oro depositadas en el Reino Unido a los alemanes.
Saludos.
- Luis M. García
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Munich: El punto sin retorno
Von Kleist escribió:BuenasLuis M. Garcia escribió:Parece más sensato el plan de Halder que el de Hitler, no? Atacar a Checoslovaquia por donde quería el Fhürer, suponiendo que los checos hubieran decidido defenderse, era una locura para la potencia militar alemana de la época.
Podía parecer a priori, que el plan de Halder era más sensato, pero un análisis mas detallado ofrece serias dudas. Lo que Hitler proponia era lanzar un ataque usando el grueso de los panzer, desde Austria, donde la linea fortificada checoslovaca era más débil (obviamente porque la zona fronteriza más defendida era la alemana). Y además, atacando desde territorio austriaco podía llegarse rápidamente a Praga, cosa que no podía hacerse conforme al plan del OKH. Por otro lado, como acertadamente observó Hitler en su discusión con Halder, el ataque por la franja más estrecha era jústamente lo que los checoslovacos esperaban, de modo que era previsible que concentrarían el grueso de sus fuerzas en ese sector. Si la campaña se estancaba, señaló Hitler, el objetivo político de la invasión se anularía. Por cierto, que Hitler estaba más acertado que Halder al menos en un aspecto: Halder proponía dividir las fuerzas acorazadas, lo cual era per sé, un error táctico; mientras que Hitler insistía en que los tanques debían atacar de forma concentrada. Es algo que nos parece evidente hoy, pero en 1938, realmente era una táctica novedosa, y un acierto operativo que no todos comprendían.
Naturalmente, es dificil suponer que hubiera pasado en caso de haberse aplicado uno u otro plan, pero lo ocurrido en Francia indica que Hitler estaba más atinado que Halder en cuanto a como debía ejecutarse el "Plan Verde".
Saludos
Ah! Yo había entendido que Halder, al proponer la zona estrecha de Checoslovaquia, se refería a la zona de Bratislava, que tenía frontera con los territorios de Austria que ya se habían incorporado al Reich. Obviamente si no era así, y Halder se refería a la zona norte, entonces claro que el plan de Hitler era más acertado.
Pero de todos modos la cosa distaría mucho de ser un paseo, ya que como dice Alejandro, los Checos tenían unas FF.AA. muy decentes para la época y alemania no tendría entonces formadas más de 5 Panzerdivisiones, creo, no estoy muy seguro.
Saludos.
Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
- Urbano Calleja
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Munich: El punto sin retorno
Estimados.... un poco mas de datos (hablando de memoria) ahora que estoy frente al ordenador pero no en casa.
Checoslovaquia invirtio una cantidad ingente de dinero en construir una linea de defensa fortificada (cuya construccion se preveia dilatar hasta 1951) cubriendo la frontera alemana y Austriaca. Los checoslovacos ya contaban con una anexion alemana de Austria y su linea de defensa se incluia cubrir su flanco sur (por otro lado, su flanco mas sensible al ser una llanura).
Como curiosidad, esta linea de defensa aun puede visitarse hoy en la zona de Moravia... algunos de los bunkeres estan restaurados y otros no pero pueden distinguirse como monticulos en la llanura. Cada bunker (todos ellos en hormigon de bastante buena calidad por lo que se comenta) tenia alcance visual con otros dos, y podia batir con ametralladoras y trincheras por cavar todo el perimetro.
Checoslovaquia tenia un plan de defensa que pivotaba en dos puntos: resistir tres semanas (hasta un mes) lo que tardaran en llegar refuerzos o ayuda desde Francia, Reino Unido y Rusia... y el apoyo de sus socios internacionales.
Hablar de un What If es aventurado, pero la potencia alemana de la epoca no hubiera bastado para tomar el pais en unos dias (los dias de la guerra relampago aun no estaban ahi), y sobre todo, el poderio aereo aleman no era lo bastante importante para cubrir una guerra en la frontera checoslovaca y un ataque frances, por ejemplo. Los checos tenian unos pilotos muy experimentados especialmente en el vuelo en condiciones extremas (viento y frio... invierno), mientras que los alemanes estaban en pleno proceso de crecimiento de sus fuerzas armadas y no estaban (posiblemente) al mismo nivel de experiencia.
La realidad fue que los checoslovacos fueron notificados por Francia y Reino Unido que serian dejados a su suerte en caso de plantar batalla... y tacitamente fueron requeridos a rendirse.
Cosa que hicieron tras llemar a movilizacion y ver que no podrian resistir solos... dejando sus fortificaciones, aerodromos, bases militares y demas en territorio aleman con la expansion de la frontera tras la toma de los sudetes y la franja sur. Como podeis suponer, la toma de Checoslovaquia (o lo que quedaba de ella ) un poco mas tarde fue coser y cantar.
Posiblemente si Francia hubiera entrado en guerra... solo Francia, los planes de expansion de Hitler (especialmente militares) hubieran sido frenados en seco. Aunque es posible que el Reino Unido no hubiera estado en situacion de plantar batalla en 1938 estando como estaban sus fuerzas armadas (especialmente en el ejercito y la fuerza aerea a muy bajo nivel). Reino Unido gano tiempo, pero desde mi punto de vista, traiciono a los checoslovacos y motivo ademas que la 2GM fuera mucho mas cruenta y larga.
Epilogo... una buena parte de pilotos checoslovacos (en su mayoria checos... los eslovacos se quedaron en casa y en su mayoria apoyaron al gobierno colaboracionista nazi) huyeron del pais, acabando en diferentes puntos, y continuando la guerra con franceses, ingleses (los mismos que los traicionaron poco antes... ironias de la vida), polacos y despues, rusos.
Tras la guerra, la mayoria de supervivientes retorno a la nueva checoslovaquia. Ironias de la vida... todos ellos lucharon conrta los nazis en uno u otro bando, y sin embargo, auqllos que lo hicieron en el bando aliado a su regreso fueron encarcelados con cargos por espionaje, y sus vidas quedaron marcadas con ese estigma bajo el regimen comunista durante años. Tambien lo estuvieron sus familias... triste final a gente que fueron heroes aunque no se les reconociera. La RAF y el Reino Unido les deben (y a los polacos tambien) reconocimeinto y gratitud. Si alguien quiere cotillear un poco por internet, hay una pelicula checa que recomiendo (en ingles... no se publico en España): Dark Blue World http://www.imdb.com/title/tt0244479/
Saludos (Ahojki, en checo )
Checoslovaquia invirtio una cantidad ingente de dinero en construir una linea de defensa fortificada (cuya construccion se preveia dilatar hasta 1951) cubriendo la frontera alemana y Austriaca. Los checoslovacos ya contaban con una anexion alemana de Austria y su linea de defensa se incluia cubrir su flanco sur (por otro lado, su flanco mas sensible al ser una llanura).
Como curiosidad, esta linea de defensa aun puede visitarse hoy en la zona de Moravia... algunos de los bunkeres estan restaurados y otros no pero pueden distinguirse como monticulos en la llanura. Cada bunker (todos ellos en hormigon de bastante buena calidad por lo que se comenta) tenia alcance visual con otros dos, y podia batir con ametralladoras y trincheras por cavar todo el perimetro.
Checoslovaquia tenia un plan de defensa que pivotaba en dos puntos: resistir tres semanas (hasta un mes) lo que tardaran en llegar refuerzos o ayuda desde Francia, Reino Unido y Rusia... y el apoyo de sus socios internacionales.
Hablar de un What If es aventurado, pero la potencia alemana de la epoca no hubiera bastado para tomar el pais en unos dias (los dias de la guerra relampago aun no estaban ahi), y sobre todo, el poderio aereo aleman no era lo bastante importante para cubrir una guerra en la frontera checoslovaca y un ataque frances, por ejemplo. Los checos tenian unos pilotos muy experimentados especialmente en el vuelo en condiciones extremas (viento y frio... invierno), mientras que los alemanes estaban en pleno proceso de crecimiento de sus fuerzas armadas y no estaban (posiblemente) al mismo nivel de experiencia.
La realidad fue que los checoslovacos fueron notificados por Francia y Reino Unido que serian dejados a su suerte en caso de plantar batalla... y tacitamente fueron requeridos a rendirse.
Cosa que hicieron tras llemar a movilizacion y ver que no podrian resistir solos... dejando sus fortificaciones, aerodromos, bases militares y demas en territorio aleman con la expansion de la frontera tras la toma de los sudetes y la franja sur. Como podeis suponer, la toma de Checoslovaquia (o lo que quedaba de ella ) un poco mas tarde fue coser y cantar.
Posiblemente si Francia hubiera entrado en guerra... solo Francia, los planes de expansion de Hitler (especialmente militares) hubieran sido frenados en seco. Aunque es posible que el Reino Unido no hubiera estado en situacion de plantar batalla en 1938 estando como estaban sus fuerzas armadas (especialmente en el ejercito y la fuerza aerea a muy bajo nivel). Reino Unido gano tiempo, pero desde mi punto de vista, traiciono a los checoslovacos y motivo ademas que la 2GM fuera mucho mas cruenta y larga.
Epilogo... una buena parte de pilotos checoslovacos (en su mayoria checos... los eslovacos se quedaron en casa y en su mayoria apoyaron al gobierno colaboracionista nazi) huyeron del pais, acabando en diferentes puntos, y continuando la guerra con franceses, ingleses (los mismos que los traicionaron poco antes... ironias de la vida), polacos y despues, rusos.
Tras la guerra, la mayoria de supervivientes retorno a la nueva checoslovaquia. Ironias de la vida... todos ellos lucharon conrta los nazis en uno u otro bando, y sin embargo, auqllos que lo hicieron en el bando aliado a su regreso fueron encarcelados con cargos por espionaje, y sus vidas quedaron marcadas con ese estigma bajo el regimen comunista durante años. Tambien lo estuvieron sus familias... triste final a gente que fueron heroes aunque no se les reconociera. La RAF y el Reino Unido les deben (y a los polacos tambien) reconocimeinto y gratitud. Si alguien quiere cotillear un poco por internet, hay una pelicula checa que recomiendo (en ingles... no se publico en España): Dark Blue World http://www.imdb.com/title/tt0244479/
Saludos (Ahojki, en checo )
"Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado". Arturo Pérez-Reverte
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Munich: El punto sin retorno
Pero de todos modos la cosa distaría mucho de ser un paseo, ya que como dice Alejandro, los Checos tenían unas FF.AA. muy decentes para la época y alemania no tendría entonces formadas más de 5 Panzerdivisiones, creo, no estoy muy seguro.
En Noviembre de 1938 tenían 4 divisiones panzer y 3 "ligeras". También contaban con varias unidades independientes fuera de las divisiones en ejércitos y cuerpos de ejército. Yo no soy muy optimista en cuanto al tiempo que los checoslovacos hubiesen podido aguantar, incluso con apoyo aliado. Ya se vio que los eslovacos no estaban muy por la labor de resistir.
Por otra parte, otros paises como el Reino Unido estaba comenzando su rearme. En 1938 no disponían de Spitfires, y apenas tenían algunos Hurricanes. Los mismos mandos de la RAF reconocieron que Chamberlain obró bien en Munich porque no estaban preparados. En mi opinión el as en la manga de los anglobritáncicos eran los soviéticos. Una guerra en dos frentes eran palabras mayores para los alemanes, sobre todo tras la experiencia en la anterior guerra.
Saludos.
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