Brasil suspende la compra de aviones de guerra
Si bien Brasil buscaba renovar su flota militar de aviones, el plan deberá ser aplazado. Celso Amorim, ministro de Defensa del país, anunció que se retrasa la compra de aviones de combate por las dificultades económicas, en una entrevista que concedió al diario estadounidense The Wall Street Journal.
Amorim destacó que “la situación económica ha tomado un giro menos favorable a lo previsto y naturalmente esto requiere prudencia”. Y añadió: “Hay una necesidad de reequiparse, pero debemos responder a las posibilidades del país”.
Sin embargo, aseguró que “el proyecto no está abandonado. Habrá una decisión en el momento oportuno. Pero a día de hoy, prefiero no dar fecha”. Este anuncio coincide con la decisión de enviar 10.000 soldados a la frontera con la Argentina y Paraguay.
Este proyecto involucra a tres compañías que compiten por el mercado: el Gripen NG, de la empresa sueca Saab; el F/A-18 Super Hornet de Boeing (Estados Unidos), y el avión de combate Rafale, fabricado por Dassault Aviation, de Francia.
En total, el plan de compra de 36 aparatos está valuado en US$ 5.000 millones. Para Amorim, “no hay una empresa favorita”, y el país recién examinará las propuestas cuando se retome el programa.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) envió en junio una carta a los tres constructores para que extendieran sus propuestas hasta diciembre de este año. De acuerdo con el Gobierno, esta práctica es común y se suele realizar cada seis meses cuando no se llega a una decisión.
En 2010, los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Nicolás Sarkozy (Francia) habían confirmado que el país sudamericano entraba en negociaciones exclusivas para comprar los aviones Rafale, de la empresa francesa. Pero el gobierno brasileño luego dio un paso atrás. Cuando asumió la mandataria Dilma Rousseff, Lula dejó la decisión en manos de su sucesora.
En la actualidad, existen otros proyectos de defensa que están avanzando, como la construcción de un submarino nuclear, un proyecto conjunto con Francia. Con este objetivo en mente Rousseff creó la empresa estatal Amazonia Azul Tecnologías de Defensa (Amazul), dedicada a desarrollar la nave. El país también compró 50 helicópteros nuevos fabricados en suelo local.
En 2011, el presupuesto del ministerio de Defensa fue de US$ 30.540 millones, equivalente al 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) de la economía más grande de América Latina. Hace 10 años se gastaba el 2 por ciento, por lo que Amorim destacó que desea volver a esos niveles y acercarse al gasto de China, Rusia e India, sus tres compañeros en el BRIC. “Ésta es mi meta”, destacó.
Si bien Brasil no se ve envuelto en guerras, el ministro dijo que es importante tener una fuerza militar para proteger los vastos recursos naturales. Esto incluye las reservas de petróleo en la costa sudeste del país. A su vez, Amorim definió al agua como un “activo significativo”.
Fuente: AFP
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