Patrullera fluvial combatirá minería ilegal en ríos del Guainía
Desde este viernes operará en el departamento moderno buque que reforzará seguridad. Luego de una inversión de unos 8 mil millones de pesos, una vieja patrullera que cumplía funciones de remolcador fluvial, se convirtió en uno de los principales elementos de la Armada en el departamento del Guainía.
La patrullera Inírida, que inicia desde este viernes su operación, llega a un departamento asediado por la Minería Ilegal. “La guerrilla le paga a los indígenas para que extraigan los minerales. Con tanto desempleo, mucha gente accede a explotar ilegalmente en las minas”, le contó a EL TIEMPO el comandante de la Armada Nacional, almirante Roberto García Márquez, en medio de la ceremonia de inauguración de la embarcación.
Las Farc también aprovechan la frontera con Venezuela para sacar los minerales ilegalmente. “Con este buque vamos a impedir que eso siga sucediendo”, agregó. El 15 de agosto de este año la Armada incautó 4 toneladas de tungsteno, sumándose a otra incautación en septiembre del 2011 de 12 toneladas de este mineral. “Las piedras son vendidas en Bogotá a un precio elevadísimo”, cuenta el almirante García. (Vea aquí nota de millonaria incautación).
En un departamento rico en minerales pero cuya población vive sumida en la pobreza, mantener un control de las minas resulta todo un reto. “En el río tenemos buena navegabilidad, la guerrilla no nos frena, pero la minería ilegal es un problema de gran importancia. En muchos puntos si uno filtra la arena con las manos sale oro”, asegura el teniente Moisés Camacho, comandante del Buque Magangué, embarcación más pequeña que el Inírida.
La extracción ilegal de minerales como el oro, el coltán, el tungsteno y de pozos petroleros, ha sido usada por la guerrilla para su financiamiento. La minería ilegal no solo fortalece a estos grupos armados, también tiene graves consecuencias ambientales para los ríos y humedales del departamento. (Lea también Minería Ilegal amenaza biodiversidad en Colombia).
La situación se complica cuando, ante los graves niveles de desempleo, muchas familias dependen de esta ocupación. El límite entre la minería ilegal y la informal se hace muy delgado. “No queremos quitarle el trabajo a la gente cuya única forma de obtener dinero está en las minas, pero no vamos a permitir que organizaciones al margen de la ley se fortalezcan con la riqueza de estas tierras”, aseguró el Comandante de la Armada. (Vea aquí la entrevista completa con el Almirante).
El teniente de fragata Diego Alejandro Bernal, quien será el comandante de la nueva Patrullera Inírida, lo confirma. Este joven de 29 años, proveniente de Bogotá, ha trabajado en buques que incluso están hechos para guerras internacionales. Llegó hace dos meses a la región en donde recibió entrenamiento para comandar el buque. “Nuestra tripulación es de 14 personas. Entre ellos tenemos infantes especialistas en armas”.
El teniente explica que su principal misión es ser un apoyo para los demás elementos de la Marina con el fin de ejercer soberanía en territorios de difícil acceso. “Nuestros cuatro buques pequeños y las siete lanchas del Batallón no podían quedarse en un sitio por mucho tiempo ya que no contaban con provisiones de gasolina, comida, armamento. Ahora, con este buque nodriza nos encargaremos de permitirles que puedan instalarse en una zona y avanzar por periodos de hasta dos meses”.
Antes las tropas tenían que devolverse en un mismo día. “Más arriba de Barranco Minas teníamos territorios vedados. Muchas organizaciones impedían el paso y no había cómo mantener el combate”, agrega. Alejandro Rojas, habitante de Inírida y enfermero desde hace 15 años, cuenta que con esta patrullera los pescadores y mineros se van a sentir más seguros. “Aunque ahora la guerrilla ya no se mete a nuestro municipio, a muchos mineros sí los extorsionan”.
“Se necesita más que un buque”
Óscar Armando Rodríguez Sánchez, gobernador del departamento de Guainía, pidió apoyo para llevar a cabo un proyecto del Plan de Desarrollo que busca construir un Buque Hospital que sirva para atender la crítica situación de las comunidades de esta zona, que en su mayoría viven en una precaria situación de salud.
El representante a la Cámara, Carlos Cuenca, afirmó que en esta región hay un 70% de desempleo y las comunidades enfrentan graves problemas de salud como desnutrición y diarrea. “El Buque Inírida es muy importante para la seguridad, para tener control de ciertos territorios, llevar desarrollo. Pero luego uno se pone a pensar que costó 8 mil millones de pesos, y que a esta región le hace falta más presencia del Estado, más inversión social. Le hace falta más que un buque”, dijo.
Ante este difícil panorama, el trabajo que realizará el Buque Inírida no solo tiene que ver con reforzar la seguridad. El teniente Moisés Camacho, comandante del Buque Magangué, embarcación de menor tamaño, ve en la nueva patrullera una oportunidad para atender las necesidades de poblaciones en las que no se puede llegar sino por río. “Más del 80% del Guainía está compuesto por población indígena. Muchas comunidades no tienen energía. Llevamos médicos, agua potable, los abastecemos de alimentos.
La única cara que muchas regiones conocen del Estado es la Armada”.
El teniente, que patrulla los ríos del oriente desde hace dos años, agrega que en comunidades como la de Cumaral, Arrecifal, Río Uva, los pobladores no tienen cómo llegar hasta la capital del departamento. “Si un galón aquí cuesta 10 mil pesos y se gastan 20 galones en el transporte, pues es más que obvio que pocos pueden darse el lujo de gastar 200 mil pesos en gasolina. Son regiones muy pobres”.
De un viejo cacharro a una moderna embarcación
El buque, que fue construido en 1986 y cumplía funciones de remolcador desde 1994, fue sometido a una intensa modernización desde hace un año y medio. Hoy cuenta con nuevos sistemas de armamento y navegación, una estructura renovada y una capacidad de desplazamiento de 130 toneladas, para garantizar la seguridad en los ríos del oriente del país y proveer ayuda a las poblaciones escondidas en la selva.
El Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 50 es quien se hará cargo de la Patrullera Inírida para vigilar más de 1.600 kilómetros desde el raudal de Mapiripán hasta la desembocadura en el rio Orinoco, abarcando así los ríos Vichada, Orinoco, Guaviare, Inírida y Atabapo. La patrullera también se construyó de tal manera que pudiera colaborar con el medio ambiente. Con la reestructuración, este vigilante de los ríos puede producir más de 9 mil galones diarios de agua potable para abastecer a los elementos de combate fluvial. James Osorio, el empresario de la región que reconstruyó el buque, afirma que se pensó en una estructura amigable con el ambiente. “Cumple con todas las normas ambientales. Es el primer buque de río en Colombia que tiene una planta de tratamiento de aguas residuales”.
En Cifras
- La embarcación costó 8 mil millones de pesos.
- La patrullera extendió su vida útil por 15 años.
- Durante su construcción se generaron 50 empleos directos
- El buque mide 30 metros de largo.
- Tiene una velocidad de 20 Km por hora.
- Puede transportar 5746 galones de combustible.