Gaspacher escribió:El caso de los Hashasim es muy distinto, tras entrenar brutalmente durante meses o años se les suministraban drogas que les sumían en un trance del que despertaban a medias en un jardín cuyas fuentes daban néctar, rodeados de huríes que cumplían sus deseos durante unos días antes de volver a caer totalmente dormidos. Al despertar nuevamente se les decía que ese jardín había sido una visión del paraíso que les esperaba si cumplían sus ordenes, que podían ser desde cometer un asesinato, a permanecer durante décadas como leal consejero de un emir (y eran su consejero más leal), hasta recibir la orden de acabar con su vida. Famoso es un caso en el que el Viejo en la Montaña ordeno a uno de sus centinelas que se arrojase al vacio con la única intención de coaccionar a una visita, que como es evidente ante tamaña lealtad y desprecio por la propia vida corrió a obedecer al Viejo.
Como fuere, los únicos contactos de los Hashasim con las drogas venían a ser en ese trance/graduación.
Yo tengo entendido que hay poco de cierto detras de la leyenda. Simplemente se trataba de una secta integrista chií de los nizaríes localizada en Alamut que daba culto al profeta y martir Ismael. Los historiadores dudan de que fueran asesinos profesionales, simplemente se cargaron algun sultan turco (en aquellos años en Iran dominaban los turcos sunitas). Lo del consumo de hachis es presuntamente falso, esta creencia viene de una leyenda (supuestamente difundida en Europa por Marco Polo, aunque es poco probable que el explorador llegara a conocer a Hasan-i Sabbah) que cuenta que eran obligados a fumar para despertarse en un paraiso falso. Posteriormente despertaban creyendo que su lider era capaz de transportarles al paraiso despues de la muerte, como bien comenta el señor Gaspacher.
Respecto el tema, les recomiendo la novela Alamut, la obra cumbre de eslovaco Vladimir Bartol.