Colorin escribió:No sabe usted ni de lo que habla...
Eso lo veremos. Posiblemente es a la inversa, señor mío.Conozco a bastante gente que vive de rentas que es muchísimo menos responsable de esta crisis que otros, y no me estoy refiriendo precisamente a los banqueros... Hablo de gente normal y corriente que hizo lo que no debió hacer nunca. Ellos también son culpables...
Hay una gran responsabilidad colectiva, en efecto: el tontarra que se compró 3 pisos para especular con ellos, el primo que picó en lo de las preferentes, etc. Pero no podemos ignorar el hecho de que el 99% del pastel proviene de la maldita oligarquía financiera. Ellos se cargaron la ley Glas-Steagall porque les estorbaba. Mucho antes de eso, haciendo lobby (si sabe a qué me refiero), ellos presionaron a la administración Nixon para aboler el patrón oro en 1972 y poder obtener el monopolio de la creación del dinero (el verdadero motivo por el que los estado están gobernados por ellos), ellos le dan un coscorrón a cualquier gobernante que se atreva a proponer la tasa Tobin (sabe qué es eso o le hago un dibujo?), ellos inundaron el sistema bancario con dinero barato (no sé en qué pensaba en la FED, posiblemente huían hacia adelante), ellos financian a los estados con los bonos de deuda (que lllevan adosado un diferencial, en nuestro caso, pero con respecto al bono alemán). Ellos están por encima de las leyes. Pregúntale al Sr Botín, que el año pasado se libró de las justicia pagándose 240 millones a sí mismo.Y, por cierto, especulador y ahorrador no son sinónimos. Cualquiera con dos dedos de frente debiera saberlo.
¿No me digas? Soy licenciado en económicas por la Universidad de Salamanca, promoción 2004: antes de hablar, asegúrate de con quién te juegas los cuartos: cuando abolieron la Glas-Steagall, banca tradicional y banca de inversión fueron fusionadas: cada euro que entra en el sistema bancario acaba, de un modo o de otro, circulando por CDI's o Hegde Funds, que son productos de especulación pura sin ninguna relación con la economía real. Tanto es así que con que solamente un 5% (o menos, porque nuestros bancos tienen demasiados cadáveres en los armarios) de los ahorradores retirara sus fondos de los bancos españoles, bastaría para que el sistema financiero se colapsara.Así pues, caballero, vaya a contarles a otros ese cuento.
Cree lo que quieras. Si deseas vivir como un animal o incluso palmarla de forma miserable para llenarle los bolsillos a los mercaderes de dinero, es tu problema. Ese tono arrogante está fuera de lugar, y menos hablando desde la ignorancia más supina: estoy frito de los economistas de letrina que se encuentra todos los días uno por cualquier parte.
Como si hubiera estudiado en Deusto. En su caso, ni se nota, y a su escasa educación, de la que dio sobradas muestras antes de editar su mensaje, me remito...
Colorin escribió:¿No me digas? Soy licenciado en económicas por la Universidad de Salamanca, promoción 2004. Virgen Santa, yo ya sabía de qué iba esto cuando tú no te masturbabas.
Dejando a un lado esa perla, usted, hablando de la situación española, ha escrito lo siguiente:
... y a la clase rentista, verdaderos responsables de esta catástrofe.
En nuestro país, dentro de esa "clase", como usted la denomina, hay gente de muy diversa condición. Su responsabilidad en esta crisis es bastante menor que la de gente normal y corriente que hizo lo que no debió hacer nunca...
Por lo que a mí respecta, no siento ninguna pena por la cajera del supermercado y por su marido (obrero de la construcción, actualmente en el paro) que, teniendo otras alternativas (como las tenían) decidieron (al casarse) adquirir un nuevo y flamante ático, amueblarlo a todo meter y, de paso, redondear el conjunto con un BMW, endeudándose hasta las cejas. Y no son una excepción, por desgracia... A mí me gustaría tener una casa en las Bahamas y un yate amarrado en el puerto, y hasta es posible que algún avaricioso banco me concediese el crédito, pero no estoy dispuesto a afrontar ciertos riesgos. Que toda esa gente normal y corriente, que no demostró en su momento tener ni dos dedos de frente, me pida solidaridad más allá de la que me obligan los impuestos.
Por lo demás, joven, viendo el magnífico rendimiento que le está sacando a sus estudios y el desempeño en su actual oficio, le deseo suerte. La va a necesitar...
Con Dios.