No, era Alfredo Sáenz, la mano derecha de Emilio Botín: dirigía Caixa Penedés y era consejero delegado del Santander. Fue condenado y para indultarlo, el gobierno hizo una pelotera de delincuentes comunes, para intentar que pasara inadvertido: no fue así. Curioso que luego vino Pagés y tuvo que dimitir por chuparse pasta del FROB, creo que en concepto de plan de jubilación. Sáenz, el indultado, va y suelta esta perla mientras se llenaba los bolsillos, en el 2004:
http://chorizosibericos.blogspot.com.es ... o-por.html¿No es para fusilarlo?
Todos los leguleyo que conozco acaban teniendo auténticas crisis de fe: tarde o temprano todos acaban exclamando
¡La justicia no sirve para nada!.
Y es normal: el año pasado, un empleado de HSBC (intermediario) alertó de una enorme transferencia de fondos desde el Banco Santander a una de las cuentas privadas del Sr. Botín. Lógicamente, eso ya era un robo descarado (más de 2.000 millones), de modo que el Sr. Botín es llamado a declarar, imponiéndosele una fianza de 240 millones de euros. Botín hizo una llamada y al poco apareció un furgón blindado con 240 millones en efectivo, que el juez, siguiendo el procedimiento, ingresa en la cuenta del juzgado: cuenta que está en Banesto, dirigido por la hija del Sr. Botín: se escapó pagándose 240 millones a sí mismo.
Las leyes son una máquina de picar pobres. La separación de poderes, si alguna vez existió, ha sido demolida. El ejecutivo está cooptado por la oligarquía financiera, y con él el legislativo y el judicial. Son inmunes a las leyes.
Sólo hay una cosa más funesta que vivir en guerra: llevar la guerra dentro.