Marcelo Guerra escribió:Ya deja de hacerte el profesor de logica Jorgito,mi edad es lo de menos y si fuiste a la escuela en los ochentas me vale trozo,ya se que sabes hasta la saciedad de los aviones,pero en lo demas parece que te caes a menudo,yo como Ecuatoriano que soy y defensor de mi pais,por dos ocasiones defiendo a ultranza sus tradiciones,su historia y sus derechos,si tu amigiguito gato de techo te pone a Eugenio Espejo a Quiroga o a Olmedo en tangas,tambien tiras por tierra el mito.
Mi querido Marcelo no hay que ser dogmático en asuntos históricos.
La figura de Manuelita Saenz, es, por decirlo menos, anecdótica a tiempo completo.
Su escandalosa vida, causaría rubor a una quinceañera de esta época. Peor en el siglo XIX.
Es muy probable que se le hubiera aparecido vestida con un traje bastante parecido al Libertador Simón Bolívar, aqui un fragmento de una de sus cartas a Manuelita:
Sin Fecha
Manuela:
Llegaste de improviso, como siempre. Sonriente. Notoria. Dulce. Eras tú. Te miré. Y la noche fue tuya. Toda. Mis palabras. Mis sonrisas. El viento que respiré y te enviaba en suspiros. El tiempo fue cómplice por el tiempo que alargué el discurso frente al Congreso para verte frente a mí, sin moverte, quieta, mía…
Utilicé las palabras más suaves y contundentes; sugerí espacios terrenales con problemas qué resolver mientras mi imaginación te recorría; los generales que aplaudieron de pie no se imaginaron que describía la noche del martes que nuestros caballos galoparon al unísono; que la descripción de oportunidades para superar el problema de la guerra, era la descripción de tus besos. Que los recursos que llegarían para la compra de arados y cañones, era la miel de tus ojos que escondías para guardar mi figura cansada, como me repetías para esconder las lágrimas del placer que te inundaba.
Y después, escuché tu voz. Era la misma. Te di la mano, y tu piel me recorrió entero. Igual… que los minutos eternos que detuvieron las mareas, el viento del norte, la rosa de los vientos, el tintineo de las estrellas colgadas en jardines secretos y el arco iris que se vio hasta la media noche. Fuiste todo eso,
enfundada en tu uniforme de charreteras doradas, el mismo con el que agredes la torpeza de quienes desconocen cómo se construye la vida.
Mañana habrá otra sesión del Congreso. ¿Estarás?
Tomado de:
http://www.revistacambio.comEra una "lorenza" a todo dar....dejó convento, marido, a Quito, dejó todo por ir atrás de Simón Bolívar...y le hacía desfiles con uniformes...que según sabemos no eran totalmente "uniformes" en aquella época (ni siquiera en en esta). Así que bien pudo haberse aparecido ante el Libertador con uno igualito al de la foto.
Y con eso lo ponía re-loco a Simón Bolívar.
Este es un foro para la discusión de estos temas, sin embargo acepto que no en esta página.
Disculpa
PD: creo que acá todos somos amigos