Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas

[Gaspacher]

¿Pero Vd no es de Mataro?

La culpa de las aes es del @##@€€ diccionario de las narices, y su función autocorrectiva.

[Luis M. García]

Oiga, pisaverde, pedazo de bota... mmpf!!!

Lo que hay que aguantar, se la paso por lo bueno que vm contando historias ucrónicas de esas, que si no....

Saludos mosqueados.

[Gaspacher]

MADRID, diciembre de 1894

El partido liberal había tenido muchos problemas internos durante la legislatura, siendo los más enconados los protagonizados entre la facción del antiguo ministro de Hacienda, German Gamazo, y la liberal encabezada por el ministro de Gobernación, Joaquín López Puigcerver, hermano del coronel Vicente. Este tira y afloja continuo hasta la crisis de gobierno de marzo del 94, cuando Gamazo y su cuñado, Antonio Maura, a la sazón ministro de ultramar, fueron relevados, y el sector gamazista acabo desplazado del gobierno.

Sin embargo esto no puso fin a los problemas pues el sector gamazista continuo al acecho, encontrando su oportunidad en diciembre de ese año, cuando German Gamazo apoyo la moción proteccionista encabezada por el conservador Fernández Daza. Esto provoco que el ministro de Hacienda, Amos Salvador, se sintiese desautorizado y presentase su dimisión, provocando una nueva crisis de gobierno.

Acosado por los diferentes sectores de su gobierno, los liberales de Moret y los proteccionistas de Gamazo, Praxedes Mateo Sagasta trato de conciliar los intereses de su partido, sin embargo fue incapaz de sobreponerse a la crisis de gobierno, que acabaría produciendo su caída el 17 de diciembre. Inmediatamente Cánovas asumió el poder en nombre de los conservadores, convocando las habituales elecciones de refrendo1 que, por supuesto, gano.

Ese primer gobierno canovista, estaría compuesto por

Presidente del Consejo; Antonio Cánovas del Castillo
Ministro de Estado; Carlos Manuel O´Donell y Abreu
Ministro de Gracia y Justicia; Francisco Romero Robledo
Ministro de la Guerra; Marcelo de Azcárraga Palmero
Ministro de Marina; Jose Mª Beránger Ruiz de Apodaca
Ministro de Gobernación; Fernando Cos Gayon
Ministro de Fomento; Alberto Bosch Fustegueras
Ministro de Ultramar; Tomás Castellano y Villarroya
Y por supuesto, el que sería el aglutinador de gran parte del impulso de preparación de España para la guerra, el ministro de Hacienda; Juan Navarro-Reverter Gomis.

1.- Durante la restauración, en el sistema bipartidista pseudodemocratico, las elecciones (caciquiles) se realizaban tras la alternancia en el poder y no antes de ella, sirviendo como refrendo al nuevo gobierno.

[Luis M. García]

Ministro de Marina; Jose Mª Beránger Ruiz de Apocada

...Ejem!

No será José Mª Ruiz de Apodaca?

Corrija vm y no se preocupe que quedará entrambos...

Y prosiga, prosiga...

Saludos.

[Gaspacher]

Caballero, esta vd insoportable, conste en acta

sas cosas pasan al escribir rápido, aunque tener un corrector mola

[Luis M. García]

Pues claro que mola.

Hay que ver lo fina que tiene vm la piel, pues no le queda nada, verá, verá, cuando aparezcan por el hilo el dulce minino donostiarra y sergiopl, el azote de los WI

Entonces si podrá quejarse con fundamento.

Y ya, no se me disperse y al tajo...

Saludos.

[ventura]

Con lo de filipinas me refiero a ver como hacer para zurrar a dewey sin que los yankis le manden con el oregon por ejemplo.

Sobre lo otro obviamnte no me refiero a grandes adquisiciones pero si por ejemplo se llega con un peral activo ( o con algun torpedero mas) lo logico seria que sumase, creo yo.

PD: AL salir de RIO el oregon, ya estabamos en guerra.... jeje

[seper33]

Intentare no meterme demasiado en los siempre farragosos caminos políticos

Posiblemente lo más complicado del WI sea el aspecto económico, al fin y al cabo, España no era precisamente la nación más rica del mundo

Interesante hilo compañero que sigo desde el principio. Y ardua tarea, ciertamente, encarrilar la restauración

Un trabajo que queda por hacer es una comparativa del esfuerzo económico yankee en comparación con el español, seguro que es muy ilustrativo. Te adelanto que por lo que yo he leído de estos temas la España de finales del siglo XIX pedía a gritos un catalizador que metiera al país en la senda de la revolución industrial y el desarrollo, unas finanzas públicas capaces de afrontar el conflicto y una reforma de la marina . Casi na.

Al menos intenta acabar los tres Cisneros y que los dos Regentes puedan navegar.

[Gaspacher]

MADRID, enero de 1895

La llegada al poder de los conservadores no trajo grandes cambios en lo político, Cánovas del Castillo estaba ya muy alejado de sus mejores tiempos. La facción política conservadora de Francisco Silvela exigía una regeneración democrática que acabase con el caciquismo, y estaba ya declaradamente en contra de Cánovas, del que el propio Silvela dijo “este gobierno nace sin prestigio, vivirá en el vilipendio, y morirá sin gloria”. Todo auguraba una legislatura difícil para el gobierno presidido por Cánovas, sin embargo nada los preparo para la rebelión cubana que empezó en febrero de 1895.

En un intento conciliador, Cánovas envió al general Arsenio Martínez-Campos a Cuba, reforzando su exigua guarnición de 20.000 hombres mediante sucesivos envíos de tropas que pronto superaron los 100.000 soldados. Sin embargo a diferencia de lo ocurrido una década antes, esta vez los intentos conciliadores de Martínez-Campos no dieron resultado, y contrario a endurecer las medidas represoras permitió el estancamiento de la guerra, controlando las ciudades pero cediendo el campo a los mambises.

Mientras esto ocurría en Cuba, el ministro de Hacienda, Navarro Reverter, continuaba moviendo los hilos en un intento de preparar al país para un posible conflicto con los EEUU. En enero de 1895 se reunió con el almirante José María Beránger, ministro de Marina, y el general Azcárraga, ministro de la guerra, poniéndoles en antecedente de la situación política cubana y las posibles intenciones norteamericanas. El peligro aun parecía lejano, y la amenaza solo era percibida por unos pocos miembros del gobierno, y de los ejércitos. Por esa época, el Tte de navío José Gutiérrez Sobral, fue nombrado agregado naval en Washington. Desde allí destacaría montando una red de espionaje que envió constantes informes sobre el estado de la US Navy y sus preparativos.

A lo largo del año 1895, estos informes servirían para confirmar los datos recogidos por los hombres del coronel Puigcerver y acrecentar los temores del gobierno español.

Era preciso tomar medidas para prevenir la guerra.

[Gaspacher]

MADRID, marzo de 1895, creación del SIM

En un intento de obtener información verídica sobre las intenciones norteamericanas 5 hombres habían sido enviados a Nueva York, desde donde enviarían un incesante volumen de información a su coordinador, el coronel Puigcerver. Al mismo tiempo desde Washington, el Tte de navío Sobral, enviaba sus propios informes a la marina, por lo que se hizo evidente que, era necesario aglutinar los esfuerzos de ejército y marina, al mismo tiempo que se procedía a profesionalizar un servicio de inteligencia. El encargado de llevarlo a cabo sería el coronel Vicente López Puigcerver, quien ya estaba en contacto con los 5 primeros hombres enviados a Nueva York.

Acuciado por las prisas y a pesar de los escasos fondos disponibles, menos de 30.000 pesetas, emprendió la búsqueda de hombres a los que reclutar, para lo cual acudió a la lista de los más de 4.000 militares en la reserva. Estos hombres tenían la ventaja de ya estar a sueldo del estado, por lo que no constituirían un esfuerzo adicional a las arcas del estado. Gracias a ello pronto pudo disponer de los primeros 50 agentes que, tras un rápido curso de orientación en el que recibieron fundamentos de espionaje y criptografía para enviar sus mensajes, serían enviados a diversas misiones. Faltos de experiencia se cometieron muchos errores que serían subsanados en sucesivos reclutamientos, logrando unos medios de trasmisión y codificación cada vez más logrados. De igual manera otros mandos militares fueron empleados para analizar los datos obtenidos en un intento de profesionalizar el servicio de información.

A pesar de las reticencias iniciales de ejército y marina, siempre reacias a perder sus propios sistemas de información, el SIM pronto se revelo más eficaz que los medios de estos por separado. Con un mayor volumen de información, el SIM filtraba las noticias y preparaba un informe semanal que remitía a los ministros de Estado, Gobernación, Marina, y Guerra, y ocasionalmente a algún otro afectado en su ámbito de trabajo.

Pronto las misiones iniciales de espionaje en los EEUU para averiguar sus intenciones, darían paso a misiones más específicas, con el fin de prepararse para un conflicto. El ejército y la marina precisaban información sobre la capacidad bélica norteamericana, por lo que varios agentes serían enviados a diferentes ciudades norteamericanas como Springfield, Massachusets, sede de una de las mayores industrias norteamericanas, y a diversos astilleros. De igual forma, en un intento de consolidar el servicio de espionaje se enviaría agentes a diferentes países, y puertos coloniales, muy especialmente a países de habla hispana.

[Gaspacher]

BUENOS AIRES, 31 de agosto de 1895

El comandante Cúcala había llegado a Buenos Aires dos semanas antes, alojándose en una pensión de mediana categoría cerca del puerto. Durante dos semanas se había encargado de sondear varias opciones de negocio para la empresa española Hijos de Ybarra, en el que seria su primer intento de internacionalización auspiciado de forma oficiosa por el ministerio de Ultramar.

En realidad su labor real era muy distinta. Cada tarde y en ocasiones también por la mañana si no tenia que acudir a otras reuniones, se trasladaba al puerto donde daba largos paseos hablando con comerciantes y estibadores locales. Mientras tanto observaba detenidamente la nacionalidad, características y carga de los diversos mercantes cuya actividad hacia bullir el puerto a aquellas horas. Una vez en la pensión ocupaba dos horas en redactar sendas cartas. Una para la familia Ybarra contenía las impresiones de las reuniones efectuadas ese día, si había tenido alguna. La otra, mucho más larga y detallada seria entregada discretamente a un miembro de la embajada y remitida a España, donde los datos por él aportados serían incluidos en un gran dossier que contenía las rutas, fechas y características de los buques norteamericanos que efectuaban viajes a Buenos Aires, buscando una periodicidad que, desgraciadamente, no existía.

Aquella mañana tenia sin embargo una cometido diferente, tratar de recaudar fondos para la guerra entre la numerosa colonia española de Buenos Aires, para lo cual se reuniría en el "Club Español" sito en la calle Vitoria, con varios notables emigrantes. Estos inmigrantes encabezados por el asturiano Ángel García Fernández, propietario del gran almacén La Favorita, y el empresario Carlos Casado del Alisal, estaban creando la Asociación patriótica española, y recaudando fondos para adquirir un crucero y regalárselo a la marina. El trabajo para convencerlos de que mejor harían enviando alimentos y medicinas a Cuba fue arduo, pero finalmente aceptaron.

Estas misiones de financiación tendrían un gran éxito, especialmente en países como Argentina, Uruguay, y México, donde la colonia española era muy numerosa, logrando recaudarse más de 10 millones de pesetas en unos meses.

[Luis M. García]

enviados a diferentes ciudades norteamericanas como Springfield, sede de una de las mayores industrias norteamericanas.

Ya sé que me va a maldecir, pero no estaría de más que especificara ud. el Estado donde se ubica esa Springfield, porque hay como seis docenas en los Usa, entre ciudades, villorrios y pueblos.

Marciales saludos a vuecelencia...

[Gaspacher]

MADRID, Consejo Supremo de Guerra y Marina

A lo largo del año 1895, el consejo Supremo de Guerra y Marina se reunió en varias ocasiones para contemplar la posibilidad de un enfrentamiento armado con los EEUU. Aumentando las reuniones conforme la opinión publica norteamericana se radicalizaba empujada por los periódicos de los magnates Hearst y Pulitzer. En algunas ocasiones participaría en estas reuniones incluso el ministro de Hacienda, encargado de realizar los malabarismos económicos necesarios para adquirir los buques solicitados por el mando.

En esa época la desventaja militar española aun no era decisiva, al menos en cuanto a buques principales. Mientras España disponía de 1 acorazado, el Pelayo, y los 3 cruceros acorazados llamados del Nervion por ser su lugar de construcción, los norteamericanos disponían de los acorazados Maine, Texas, Indiana, e Iowa. Sin embargo los norteamericanos tenían otros 2 acorazados y 2 cruceros acorazados en construcción, que irían entrando en servicio en los dos años siguientes, por el contrario, los 3 cruceros acorazados españoles clase Cardenal Cisneros, llevaban mucho retraso.

Peor era la situación en unidades auxiliares. España disponía de 1 único crucero protegido, el Emperador Carlos V, aunque por características era casi un crucero acorazado, y dos clase Reina Regente en construcción, aunque estos últimos estaban gravemente afectados por los mismos problemas de estabilidad que, acabaron con el cabeza de serie a primeros de ese año. Siendo el resto de unidades, 15 cruceros de diversas series, poco más que cañoneros por más que figurasen en las listas como cruceros. Incluso los torpederos en los que una década antes parecía ponerse todas las esperanzas, habían quedado anticuados sin remedio.

Por el contrario los norteamericanos disponían de 6 modernos monitores oceánicos, y varios monitores costeros más anticuados. También contaban con 8 cruceros protegidos, amén de unos 7 cañoneros de muy diversa índole. Sin lugar a dudas, cuando los nuevos buques norteamericanos fuesen entrando en servicio a lo largo de los siguientes 2 años, la US Navy lograría una ventaja incuestionable sobre la Marina española.

En esa situación, tal vez la única ventaja española, estuviese en la artillería de costa. Las principales bases de la marina en la península, así como numerosas ciudades costeras, estaban profusamente artilladas. Así ciudades como Cartagena, Cádiz, Ferrol, Ceuta, Barcelona, Bilbao o Santander, y las plazas de Ultramar como San Juan de Puerto Rico y sobre todo, La Habana, contaban con una numerosa y en muchos casos poderosa artillería defensiva. Por el contrario la artillería costera norteamericana era casi inexistente o estaba tremendamente anticuada, datando de antes de la guerra civil.

[Gaspacher]

enviados a diferentes ciudades norteamericanas como Springfield, sede de una de las mayores industrias norteamericanas.

Ya sé que me va a maldecir, pero no estaría de más que especificara ud. el Estado donde se ubica esa Springfield, porque hay como seis docenas en los Usa, entre ciudades, villorrios y pueblos.

Marciales saludos a vuecelencia...

¿Cuantas industrias de armas conoces que se llamen Springfield?

Ya sabes, la creadora de los:
Trapdor


M1903


o el M1 Garand

[Gaspacher]

ESCENA DE LA SERIE “EL 98”, de 1980 en la que fundieron las reuniones del consejo en una escena.

-Los números no mienten señor Navarro. –Dijo el almirante José Gómez Imaz. –En un combate directo nos superan ampliamente. Si queremos ganar, precisamos más buques, más poderosos y rápidos, y mejor blindados que ahora.

-¿No existen otras opciones? –Pregunto el ministro de hacienda. –Nuestros recursos son tremendamente limitados y no podremos adquirir o construir una escuadra a dos o tres años vista mientras la guerra de Cuba consuma todos nuestros recursos. Si ha de construirse una escuadra de primer orden, debe hacerse a costa de desactivar los buques de segundo o tercero.

-¡Desactivar! –Exclamo Bermejo. –¿A quien se le ocurre desactivar unidades cuando estamos hablando de una guerra?

-A mi. –Afirmo el almirante Valcárcel. –De nada nos servirá tener muchos buques si los norteamericanos pueden barrerlos del mapa a primeras de cambio. Hace 3 años apareció una Memoria escrita por Maura que, hacia especial hincapié en el exceso de naves de dudosa capacidad militar. Hay que rehacer la escuadra, y construir una nueva preparada específicamente para cumplir su labor. ¡Combatir!

-Pero debemos decidir ya un modelo para la escuadra –Afirmo Cámara. –Nuestra marina esta preparada para atacar el comercio y defenderse mediante torpedos, y aquí casi se habla de enfrentase en una lucha directa con una escuadra que, ya nos aventaja en mucho. Es una locura, debemos utilizar nuestros puntos fuertes, rehuir el enfrentamiento con velocidad, y atacar con torpedos durante la noche, y nuestra escuadra, utilizarla para fijar a sus unidades principales y golpear sus puntos vitales desde lejos. Si queremos rehacer la escuadra, la única forma de hacerlo con éxito es preparar planes de guerra y luego diseñar la escuadra adecuada para cumplirlos.

-Cierto, de momento tenemos la escuadra de Instrucción que estará formada por el Pelayo, los cruceros acorazados del Nervión, el Carlos V y los nuevos contratorpederos. Esa será la encargada de las operaciones principales. –Dijo Valcarcel antes de continuar mientras repasaba unos documentos.

En segundo lugar las unidades de los apostaderos, formadas por los cañoneros actuales, a los que se sumaran diversos cruceros de diversa categoría, para lo cual verán rebajada su categoría a la de cañoneros. El resto de estos buques, bien los anticuados Aragón, o los sumamente inestables Reina Regente, serán desactivados de inmediato, y su artillería utilizada para artillar nuestros arsenales en Manila, Puerto Rico y Cuba. Cabe señalar que durante este tiempo trataremos de solucionar los problemas de estabilidad del Alfonso XIII y el Lepanto, a ver si lo logramos. En caso de guerra servirán principalmente para proteger los envíos de suministros, si no lo logramos los abandonaremos y aprovecharemos su artillería en otras misiones.

En tercer lugar incluiremos las unidades sutiles encargadas de aguijonear a los bloqueadores enemigos. Los torpederos y cañoneros torpederos. Desplegaremos estas unidades en los principales puertos de Cuba y Puerto Rico, donde en caso de bloqueo trataran de destruir en audaces ataques nocturnos, a los bloqueadores mucho más poderosos que ellos. Pero para ello, necesitamos puertos seguros desde los que operar, precisaremos por lo tanto que el ejército colabore en esto. Nosotros por nuestra parte desactivaremos los tres Aragón, los dos Reina Regente y algunos cañoneros como los Salamandra o Somorrostro. Suficiente para reforzar algunos de los puertos más indefensos y armar buques auxiliares según los planes iniciales presentados por el almirante Cámara.

También habrá otros buques como los Isla de Luzón o los Velasco que serán utilizados extensamente como cañoneros durante los próximos años, pero que en caso de guerra serán retirados del servicio y su artillería utilizada para reforzar diversos puertos o serán destinados en Filipinas, un teatro de operaciones secundario. Entre otras cosas, casi todos los cañoneros verán retirados sus lanzatorpedos de forma inmediata

-¿No hay otra solución? –Pregunto Beránger. –Al menos deberíamos esperar a sustituirlos con la llegada de los 3 Cardenal Cisneros.

-Ninguna a bote pronto. –Fue la respuesta de Butler. –Un moderno acorazado o crucero acorazado tiene un precio superior a los veinte millones de pesetas o incluso más, o lo que es lo mismo, el presupuesto de Marina de todo un año. Al menos, Hacienda nos ha concedido el que, las unidades menores como lanchas de guarda y cañoneras sean mantenidas a cargo de los presupuestos de Ultramar o de finanzas, con el fin de liberar en la medida de lo posible a la marina de estos gastos. Con esas medidas de ahorro y un esfuerzo adicional, pues se están buscando fondos para comprar buques en el exterior, trataremos de reorganizar profundamente la marina.

-Caballeros, con su permiso quisiera apartarme de los aspectos organizativos un momento. –Intervino Gómez Imaz acercándose a una mesa en la que se encontraba desplegados varios mapas. –Quisiera debatir algunos puntos estratégicos que nos permita desplegar de forma óptima nuestras unidades sin esperar a acontecimientos posteriores. No debemos dejar para mañana lo que podamos hacer hoy.

-¿Tienes algo en mente? –Pregunto Beránger acercándose a su vez a la mesa.

-Ciertamente sí. –Respondió este. –A Nadie escapa que en caso de conflicto con los EEUU, el escenario principal estará en el Caribe, siendo el Atlántico y el Pacifico escenarios secundarios. Evidentemente la escuadra de Instrucción permanecerá en la península, desde donde podrá acudir rápidamente al Caribe o al Atlántico de ser necesario. Pero queda por hacer mucho trabajo en las unidades menores, sin contar por supuesto, las lanchas cañoneras y similares de poco valor militar frente a buques de gran porte.

Tenemos las 6 cañoneras torpederas clase Temerario, buen desplazamiento, autonomía y velocidad más que aceptable, pero sobre todo, sus dos tubos lanza torpedos, hacen de ellas un enemigo formidable, capaz en determinadas circunstancias, de acabar con unidades mucho mayores. Por lo tanto las 6 unidades deben ser desplegadas lo más cerca posible del principal teatro de operaciones, el Caribe y por ello propongo que a partir de ahora sean reasignadas gradualmente a este destino para no despertar sospechas. Tenemos también otro buque similar, el Filipinas, que será desplegado en La Habana.

También los torpederos tienen capacidad para acabar con las grandes unidades enemigas, aunque su menor autonomía y mayor velocidad los hacen aptos para combatir en unas condiciones muy determinadas. En este caso recomiendo distribuirlos en tres escuadras de torpederos, una en Cuba desde donde podrán atacar a los bloqueadores, y las otras dos en Filipinas y la propia península o las Canarias como refuerzo.

-Un momento -Intervino Novo y Colson.- ¿No serán vistos esos movimientos de llevar torpederos a Cuba como una provocación por los norteamericanos?

- Tal vez podríamos retirarles los torpedos y transformarlos en cañoneros rápidos para justificar el despliegue. –Sugirió el vicealmirante Butler. –Luego les enviamos esas armas por otro lado y llegado el momento se volverían a montar.

- Podría hacerse supongo, siempre y cuando esas torpederas no fuesen las mejores de las que disponemos para justificar la trasformación. –Sentencio Beránger. –

-Una cosa más señor ministro. –Intervino Cámara. –¿Han considerado la posibilidad de que la escuadra del pacifico haga un movimiento hacia Filipinas para distraer nuestras fuerzas?

Fíjense bien todos en este mapa del pacifico. –Mientras lo decía señalaba una amplia diagonal formada por Guam, las Marianas septentrionales, Palaos, las Carolinas, Wake y otra infinidad de islas de la zona. -Si la escuadra de de Oriente trata de atacar las Filipinas, necesitaremos un colchón, un escudo que nos sirva para amortiguar el golpe.

Propongo colonizar estas islas y llegado el caso, destacar en ellas un par de cañoneros. Si los norteamericanos atacasen Filipinas, esos cañoneros quedarían a su espalda, cortando sus comunicaciones con el continente americano e impidiendo la llegada de refuerzos y suministros.

-Parece usted muy seguro de ese movimiento, almirante Cámara, más vale que lo este, pues no podemos desperdiciar nuestros pocos y valiosos recursos en ampliar nuestros dominios para nada. -Dijo el ministro.

-Solo estoy seguro de una cosa, señor ministro. La escuadra norteamericana es más fuerte que la nuestra y aun lo sera más, pero no puede estar en todas partes, y esa es nuestra única oportunidad.