Vae Victis
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Vae Victis
Quiero hacer un inciso.
Para dar una cronología más o menos exacta de los hechos se suele emplear la llamada "cronología varroniana" o "fecha varroniana".
Varrón da la fecha de la fundación de Roma como el 21 de abril del 753 ac. La corrección del cálculo de Varrón nunca se ha probado de manera científica pero es la que se suele utilizar.
En algunos casos la fecha puede variar entre la "cronología varroniana" y la dada por Tito Livio (AUC-Ab Urbe condita-"desde la fundación de la Ciudad") ya que Marco Terencio Varrón desplazó unos pocos años la que se venía usando.
Tampoco es que sea mucha diferencia. Por poner un ejemplo, la toma de Veies puede variar entre el 396 ac. ("fecha varroniana") y el 393/392 ac.
Otro ejemplo sería la invasión de los galos que vendría a ser entre el 390 y el 387/386.
Resumiendo, si en ese intervalo de años no hay nada que merezca la pena especificar, daré la fecha más usada.
Hay otras cronologías alternativas (fasti) pero como la variación no es relevante, a no ser que alguno se quiera echar una siesta, las voy a dejar a un lado.
En aras de hacer un relato ameno espero no tener que hacer otro inciso a no ser que se plantee alguna duda.
PD: Peor sería dar la fecha AUC.
Por cierto, Feliz 2767 a. u. c. , más o menos
Para dar una cronología más o menos exacta de los hechos se suele emplear la llamada "cronología varroniana" o "fecha varroniana".
Varrón da la fecha de la fundación de Roma como el 21 de abril del 753 ac. La corrección del cálculo de Varrón nunca se ha probado de manera científica pero es la que se suele utilizar.
En algunos casos la fecha puede variar entre la "cronología varroniana" y la dada por Tito Livio (AUC-Ab Urbe condita-"desde la fundación de la Ciudad") ya que Marco Terencio Varrón desplazó unos pocos años la que se venía usando.
Tampoco es que sea mucha diferencia. Por poner un ejemplo, la toma de Veies puede variar entre el 396 ac. ("fecha varroniana") y el 393/392 ac.
Otro ejemplo sería la invasión de los galos que vendría a ser entre el 390 y el 387/386.
Resumiendo, si en ese intervalo de años no hay nada que merezca la pena especificar, daré la fecha más usada.
Hay otras cronologías alternativas (fasti) pero como la variación no es relevante, a no ser que alguno se quiera echar una siesta, las voy a dejar a un lado.
En aras de hacer un relato ameno espero no tener que hacer otro inciso a no ser que se plantee alguna duda.
PD: Peor sería dar la fecha AUC.
Por cierto, Feliz 2767 a. u. c. , más o menos
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Ejército de campaña etrusco-romano
Peter Connolly
Texto que acompaña a la imagen:
El ejército de campaña etrusco-romano constaba de 40 centurias de hoplitas, 10 centurias de lanceros con armamento mediano y 10 ligeramente armadas, 10 centurias de tropas de descubierta y 15 centurias de honderos. El tamaño de las centurias dependía del volumen de efectivos que se necesitaba
Peter Connolly
Texto que acompaña a la imagen:
El ejército de campaña etrusco-romano constaba de 40 centurias de hoplitas, 10 centurias de lanceros con armamento mediano y 10 ligeramente armadas, 10 centurias de tropas de descubierta y 15 centurias de honderos. El tamaño de las centurias dependía del volumen de efectivos que se necesitaba
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Tras la caída de Veies la tradición cuenta que prosiguen los combates contra ecuos, volscos y faliscos. Estos últimos habían hecho coalición con los veienses en su lucha contra Roma; su ciudad principal era Faleria, abarcando posiblemente la pequeña ciudad de Capena:
Llegan noticias de que la tribu gala de los senones, al mando de Breno, se aproxima a la ciudad etrusca de Clusium.
Los habitantes de Clusium, a pesar de que no tenían ningún tratado de amistad o alianza, a no ser el no haber ayudado a sus parientes de Veies contra los romanos, enviaron embajadores a Roma para solicitar al Senado su ayuda. Los romanos únicamente les ofrecen una pequeña delegación al mando de los tres hijos de Marco Fabio Ambusto para negociar con los galos y advertirles de que no atacasen a aquellos de quienes no habían recibido ninguna ofensa, que eran amigos y aliados de Roma y a los que, si las circunstancias les obligaban, defendería Roma con las armas. Preferían evitar la presente guerra y les gustaría entablar tratos con los galos, que eran extraños para ellos, más en son de paz que de guerra •
Durante las negociaciones se encienden los ánimos y, violando el derecho de gentes, la embajada romana toma las armas y, junto a los de Clusium, arremeten contra los galos, los cuales se retiran en dirección sur.
• Cuando aparezcan las líneas en cursiva significa que son frases literales, en este caso de Tito Livio
Esto por lo que respecta a Roma; los combates contra ecuos y volscos hay que verlos más como una empresa común de la Liga Latina.
Llegan noticias de que la tribu gala de los senones, al mando de Breno, se aproxima a la ciudad etrusca de Clusium.
Los habitantes de Clusium, a pesar de que no tenían ningún tratado de amistad o alianza, a no ser el no haber ayudado a sus parientes de Veies contra los romanos, enviaron embajadores a Roma para solicitar al Senado su ayuda. Los romanos únicamente les ofrecen una pequeña delegación al mando de los tres hijos de Marco Fabio Ambusto para negociar con los galos y advertirles de que no atacasen a aquellos de quienes no habían recibido ninguna ofensa, que eran amigos y aliados de Roma y a los que, si las circunstancias les obligaban, defendería Roma con las armas. Preferían evitar la presente guerra y les gustaría entablar tratos con los galos, que eran extraños para ellos, más en son de paz que de guerra •
Durante las negociaciones se encienden los ánimos y, violando el derecho de gentes, la embajada romana toma las armas y, junto a los de Clusium, arremeten contra los galos, los cuales se retiran en dirección sur.
• Cuando aparezcan las líneas en cursiva significa que son frases literales, en este caso de Tito Livio
Esto por lo que respecta a Roma; los combates contra ecuos y volscos hay que verlos más como una empresa común de la Liga Latina.
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Vae Victis
Casco Tipo Negau
Este tipo de casco se da entre los siglos VII-IV:
Tipo Negau, siglo VI
Tipo Negau-Vetulonia, siglo V
Tipo Negau (variante), 475 a.C. circa
La panoplia completa de la llamada "Tumba del Guerrero de Lanuvio"
De vez en cuando iré poniendo fotos e imágenes para hacernos una idea del armamento usado en la época
Este tipo de casco se da entre los siglos VII-IV:
Tipo Negau, siglo VI
Tipo Negau-Vetulonia, siglo V
Tipo Negau (variante), 475 a.C. circa
La panoplia completa de la llamada "Tumba del Guerrero de Lanuvio"
De vez en cuando iré poniendo fotos e imágenes para hacernos una idea del armamento usado en la época
- reytuerto
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Vae Victis
Estimado Valerio:
Que tan pertinente es utilizar en lugar de la AUC varroniana, la fecha de la fundacion de la Republica (casi coincidente con la fecha de la consagracion del Templo de Jupiter Capitoloino), el 5O9 AC¿ Me parece que es una fecha que se aproxima mas a la realidad, pues evita las cronologias forzadas de los 7 reyes. Saludos cordiales y muchas gracias.
Que tan pertinente es utilizar en lugar de la AUC varroniana, la fecha de la fundacion de la Republica (casi coincidente con la fecha de la consagracion del Templo de Jupiter Capitoloino), el 5O9 AC¿ Me parece que es una fecha que se aproxima mas a la realidad, pues evita las cronologias forzadas de los 7 reyes. Saludos cordiales y muchas gracias.
La verdad nos hara libres
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Estimado reytuerto, más que forzada la cronología de Varrón sobre la época monárquica es una simplificación. Varrón toma el inicio de la república, le asigna 35 años de reinado a cada rey y establece el año de fundación de Roma.
Anterior a Varrón los romanos ya usaban la fecha del 509 para establecer los eventos.
En cualquier caso intentaré dar las dos fechas de ahí que la batalla de Alia y el posterior asedio al Capitolio se van a dar en el 390 a.u.c. (según la fecha varroniana) que correspondería al 387/386 ac.
Con respecto a la variación de Varrón con Livio, éste último nos dice que la monarquía romana había durado 244 años desde la fundación de la Ciudad hasta su liberación
regnatum Romae ab condita urbe ad liberatam annos ducentos quadraginta quattuor
AUC I , 60, 3
Según Varrón 245.
Tampoco es que la diferencia sea muy grande aunque Livio no asigna 35 años a cada rey; a Tarquinio el Soberbio, por citar un ejemplo, antes de dar los años de duración de la monarquía le otorga 25 años de reinado:
L. Tarquinius Superbus regnavit annos quinque et viginti
AUC I , 60, 2-3
He encontrado este enlace en el que explica más o menos en donde reside la problemática de la cronología varroniana para la época que tratamos:
http://tlivio.260mb.com/cronovarron.html
Un saludo
Anterior a Varrón los romanos ya usaban la fecha del 509 para establecer los eventos.
En cualquier caso intentaré dar las dos fechas de ahí que la batalla de Alia y el posterior asedio al Capitolio se van a dar en el 390 a.u.c. (según la fecha varroniana) que correspondería al 387/386 ac.
Con respecto a la variación de Varrón con Livio, éste último nos dice que la monarquía romana había durado 244 años desde la fundación de la Ciudad hasta su liberación
regnatum Romae ab condita urbe ad liberatam annos ducentos quadraginta quattuor
AUC I , 60, 3
Según Varrón 245.
Tampoco es que la diferencia sea muy grande aunque Livio no asigna 35 años a cada rey; a Tarquinio el Soberbio, por citar un ejemplo, antes de dar los años de duración de la monarquía le otorga 25 años de reinado:
L. Tarquinius Superbus regnavit annos quinque et viginti
AUC I , 60, 2-3
He encontrado este enlace en el que explica más o menos en donde reside la problemática de la cronología varroniana para la época que tratamos:
http://tlivio.260mb.com/cronovarron.html
Un saludo
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Tras abandonar Clusium en dirección sur los galos se dirigen hacia Roma. Los tribunos consulares envían apresuradamente un ejército improvisado para intentar detener el rápido avance eligiendo una hondonada formada en el lugar en donde se une el río Alia con el Tíber, en la Vía Salaria (apenas a unas 11 millas de Roma).
Sin elegir un lugar apropiado ni fortificar un campamento o empalizada los romanos forman en orden de combate teniendo a su derecha las elevaciones de los Montes Crustuminos.
Dado el elevado número de enemigos se decide alargar el frente para impedir ser rodeados; sin embargo no podían igualar los frentes pues debilitaron el centro de la línea de combate desguarneciéndolo hasta el punto de que apenas formaba un todo compacto. A la derecha había una pequeña altura, que decidieron ocupar con las tropas de reserva , y esta medida fue la única salvación de los fugitivos, así como la principal causa del pánico y la huida.
Breno, pensando que las tropas de reserva situadas en la altura estaban preparadas para caer sobre su retaguardia, se dirige directamente contra ellas. El pánico cunde entre las filas romanas; el centro y el ala izquierda emprenden la huida hacía el río Tíber con la intención de refugiarse tras las murallas de la recién conquistada Veies.
El ala derecha resiste momentáneamente pero al ver huir al resto del ejército y para evitar ser rodeados se retiran en dirección a Roma.
NOTA: Para ver la composición y el orden de batalla del ejército de campaña etrusco-romano véase la imagen que puse. También mencionar que he escrito Alia en lugar de Allia; simplemente es por castellanizar (¿se dice así?) el término.
Por último comentar que el mapa es improvisado para situar el lugar de la batalla; la mayoría de las vías, acueductos y las murallas aurelianas no existían en esta época.
Sin elegir un lugar apropiado ni fortificar un campamento o empalizada los romanos forman en orden de combate teniendo a su derecha las elevaciones de los Montes Crustuminos.
Dado el elevado número de enemigos se decide alargar el frente para impedir ser rodeados; sin embargo no podían igualar los frentes pues debilitaron el centro de la línea de combate desguarneciéndolo hasta el punto de que apenas formaba un todo compacto. A la derecha había una pequeña altura, que decidieron ocupar con las tropas de reserva , y esta medida fue la única salvación de los fugitivos, así como la principal causa del pánico y la huida.
Breno, pensando que las tropas de reserva situadas en la altura estaban preparadas para caer sobre su retaguardia, se dirige directamente contra ellas. El pánico cunde entre las filas romanas; el centro y el ala izquierda emprenden la huida hacía el río Tíber con la intención de refugiarse tras las murallas de la recién conquistada Veies.
El ala derecha resiste momentáneamente pero al ver huir al resto del ejército y para evitar ser rodeados se retiran en dirección a Roma.
NOTA: Para ver la composición y el orden de batalla del ejército de campaña etrusco-romano véase la imagen que puse. También mencionar que he escrito Alia en lugar de Allia; simplemente es por castellanizar (¿se dice así?) el término.
Por último comentar que el mapa es improvisado para situar el lugar de la batalla; la mayoría de las vías, acueductos y las murallas aurelianas no existían en esta época.
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"Hoplitas romanos derrotados por los galos, S. IV ac.", Richard Hook
"Battle of the Allia", Seán Ó´Brógáin
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Viendo las láminas:
En la época que tratamos uno de los cascos más comunes sería el de "Tipo Itálico"; el de la derecha es un híbrido, llamémoslo, "Tipo Itálico-Montefortino"
Los cuatro están datados en el siglo IV ac.
Hay otros tipos que ya iré poniendo.
En la época que tratamos uno de los cascos más comunes sería el de "Tipo Itálico"; el de la derecha es un híbrido, llamémoslo, "Tipo Itálico-Montefortino"
Los cuatro están datados en el siglo IV ac.
Hay otros tipos que ya iré poniendo.
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Tras la Batalla de Alia los galos, desconcertados por tan aplastante victoria, comienzan a despojar a los muertos apilando todas las armas capturadas como era costumbre en ellos. Temiendo algún tipo de sorpresa no reaccionan en un primer momento. Los romanos, aprovechando este desconcierto inicial, empiezan a hacer acopio de armas y víveres y se retiran al Capitolio, que era la fortaleza de la ciudad.
Entre las medidas tomadas cabe destacar que los ancianos y aquellos incapaces de portar armas quedan a merced de su suerte.
Para conformar a los ancianos plebeyos con su destino, los hombres que habían sido cónsules y disfrutado triunfos se dieron cuenta que debían enfrentar su hado hombro con hombro junto a ellos y no cargar las escasas fuerzas de los guerreros con cuerpos demasiado débiles para llevar armas o defender su patria.
Después de haber tomado todas las medidas que permitían las circunstancias para la defensa del Capitolio, los ancianos regresaron a sus respectivos hogares y, plenamente dispuestos a morir, esperaron la llegada del enemigo.
Los que se resguardaron en el Capitolio tenían la certeza de que la otra parte del ejército había sido aniquilada ya que los que se resguardaron tras las murallas de Veies no mandaron ningún comunicado.
Las primeras avanzadillas de caballería galas llegan ante las murallas de Roma y se encuentran las puertas abiertas, Al llegar el resto del ejército y no observar signos de resistencia, excepto algún movimiento en el Capitolio, dejan un pequeño destacamento ante la ciudadela para no ser sorprendidos y comienzan a recorrer la ciudad.
NOTA: En este tiempo la colina del Capitolio tenía las paredes más escarpadas que en épocas posteriores.
-En las dos imágenes, es la parte en donde se encuentra el templo de Júpiter con tejas rojas.
Los ancianos, decididos a enfrentar su destino, llevando las insignias de su antiguo cargo, honor y distinciones. Vistieron las espléndidas vestiduras que llevaban al conducir los carros de los dioses o al cabalgar en triunfo por la Ciudad; y así ataviados, se sentaron en sus sillas de marfil en el vestíbulo de sus casas. Algunos autores afirman que, guiados por Marco Fabio, el Pontífice Máximo, recitaron la fórmula solemne por la que se ofrecían a morir por su patria y los Quirites.
Los galos se precipitan en busca de botín, otros se dirigían a las zonas más distantes, esperando encontrarlas intactas y llenas de despojos. Consternados por la misma desolación del lugar y temiendo que alguna estratagema pudiera sorprender a los rezagados, regresaron a las inmediaciones del Foro en orden cerrado. Las casas de los plebeyos estaban atrancadas, los atrios de los patricios estaban abiertos; pero sentían más indecisión a la hora de entrar en las casas abiertas que en las cerradas. Contemplaban con auténtica veneración a los hombres que permanecían sentados en los vestíbulos de sus mansiones, no sólo por la sobrehumana magnificencia de sus vestiduras, por su porte y su comportamiento, sino también por la majestuosa expresión de sus rostros, que semejaba la apariencia de los dioses. Así quedaron, en pie, mirándolos como si fueran estatuas, hasta que, según se dice, uno de los patricios, Marco Papirio, suscitó la ira de un galo, que empezó a tirarle de la barba (que en aquellos tiempos todos llevaban larga), al golpearle en la cabeza con su bastón de marfil. Él fue el primero en ser asesinado, los otros fueron luego masacrados en sus sillas. Después de esta masacre de los principales, no quedó nadie con vida; las casas fueron saqueadas y luego les prendieron fuego.
Entre las medidas tomadas cabe destacar que los ancianos y aquellos incapaces de portar armas quedan a merced de su suerte.
Para conformar a los ancianos plebeyos con su destino, los hombres que habían sido cónsules y disfrutado triunfos se dieron cuenta que debían enfrentar su hado hombro con hombro junto a ellos y no cargar las escasas fuerzas de los guerreros con cuerpos demasiado débiles para llevar armas o defender su patria.
Después de haber tomado todas las medidas que permitían las circunstancias para la defensa del Capitolio, los ancianos regresaron a sus respectivos hogares y, plenamente dispuestos a morir, esperaron la llegada del enemigo.
Los que se resguardaron en el Capitolio tenían la certeza de que la otra parte del ejército había sido aniquilada ya que los que se resguardaron tras las murallas de Veies no mandaron ningún comunicado.
Las primeras avanzadillas de caballería galas llegan ante las murallas de Roma y se encuentran las puertas abiertas, Al llegar el resto del ejército y no observar signos de resistencia, excepto algún movimiento en el Capitolio, dejan un pequeño destacamento ante la ciudadela para no ser sorprendidos y comienzan a recorrer la ciudad.
NOTA: En este tiempo la colina del Capitolio tenía las paredes más escarpadas que en épocas posteriores.
-En las dos imágenes, es la parte en donde se encuentra el templo de Júpiter con tejas rojas.
Los ancianos, decididos a enfrentar su destino, llevando las insignias de su antiguo cargo, honor y distinciones. Vistieron las espléndidas vestiduras que llevaban al conducir los carros de los dioses o al cabalgar en triunfo por la Ciudad; y así ataviados, se sentaron en sus sillas de marfil en el vestíbulo de sus casas. Algunos autores afirman que, guiados por Marco Fabio, el Pontífice Máximo, recitaron la fórmula solemne por la que se ofrecían a morir por su patria y los Quirites.
Los galos se precipitan en busca de botín, otros se dirigían a las zonas más distantes, esperando encontrarlas intactas y llenas de despojos. Consternados por la misma desolación del lugar y temiendo que alguna estratagema pudiera sorprender a los rezagados, regresaron a las inmediaciones del Foro en orden cerrado. Las casas de los plebeyos estaban atrancadas, los atrios de los patricios estaban abiertos; pero sentían más indecisión a la hora de entrar en las casas abiertas que en las cerradas. Contemplaban con auténtica veneración a los hombres que permanecían sentados en los vestíbulos de sus mansiones, no sólo por la sobrehumana magnificencia de sus vestiduras, por su porte y su comportamiento, sino también por la majestuosa expresión de sus rostros, que semejaba la apariencia de los dioses. Así quedaron, en pie, mirándolos como si fueran estatuas, hasta que, según se dice, uno de los patricios, Marco Papirio, suscitó la ira de un galo, que empezó a tirarle de la barba (que en aquellos tiempos todos llevaban larga), al golpearle en la cabeza con su bastón de marfil. Él fue el primero en ser asesinado, los otros fueron luego masacrados en sus sillas. Después de esta masacre de los principales, no quedó nadie con vida; las casas fueron saqueadas y luego les prendieron fuego.
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Vae Victis
De momento, estoy usando en gran parte esta traducción para las frases en cursiva de Tito Livio:
http://tlivio.260mb.com/Livio05.html
Copyright (c) 1996 por Bruce J. Butterfield.
Copyright de la Traducción (c) 2011 por Antonio Diego Duarte Sánchez.
No hay restricciones para uso no comercial.
La pongo por si alguien quiere leerla con más profundidad; por lo que respecta a la traducción en sí, mejor me callo. Por supuesto que la voy comparado con las que tengo yo las cuales, como ya mencioné, pondré al final junto con todas las fuentes consultadas.
También destacar de momento la traducción de los cinco primeros libros de la edición de Maurilio Pérez González publicada en Akal/Clásica (1989), pgs. 447-553
Los de la Biblioteca Clásica Gredos, inicialmente ni tocarlos, que son carísimos.
Pero como la he nombrado:
http://www.editorialgredos.com/search.html?q=tito+livio
http://tlivio.260mb.com/Livio05.html
Copyright (c) 1996 por Bruce J. Butterfield.
Copyright de la Traducción (c) 2011 por Antonio Diego Duarte Sánchez.
No hay restricciones para uso no comercial.
La pongo por si alguien quiere leerla con más profundidad; por lo que respecta a la traducción en sí, mejor me callo. Por supuesto que la voy comparado con las que tengo yo las cuales, como ya mencioné, pondré al final junto con todas las fuentes consultadas.
También destacar de momento la traducción de los cinco primeros libros de la edición de Maurilio Pérez González publicada en Akal/Clásica (1989), pgs. 447-553
Los de la Biblioteca Clásica Gredos, inicialmente ni tocarlos, que son carísimos.
Pero como la he nombrado:
http://www.editorialgredos.com/search.html?q=tito+livio
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Llevaba días sin entrar y acabo de ver el hilo. Sencillamente fantástico. Ánimo y a seguir con él.
Un saludo
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Vae Victis
Muchas gracias estimado capricornio.
Seguir es fácil, hacerlo de una forma ordenada y a la vez amena es difícil dado el periodo un tanto desconocido que se trata.
Ya sabes, cualquier pregunta, inciso o intervención será de agradecer.
Un saludo.
Seguir es fácil, hacerlo de una forma ordenada y a la vez amena es difícil dado el periodo un tanto desconocido que se trata.
Ya sabes, cualquier pregunta, inciso o intervención será de agradecer.
Un saludo.
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Vae Victis
Tras saquear la ciudad, los galos atacan sin éxito durante varios días la ciudadela. Viendo que los víveres comenzaban a escasear se dividen en dos grupos: uno mantendría el asedio mientras que el otro saldría a forrajear en los campos vecinos.
Los encargados de buscar grano se acercaron a la ciudad de Ardea que, precisamente, era en donde permanecía exiliado Marco Furio Camilo.
Camilo, al enterarse de la proximidad de los galos se dirige a los ardeates:
"Si es vuestra intención defender vuestras murallas y no permitir que todo este país se convierta en una segunda Galia, tomad las armas, reunid vuestras fuerzas en la primera vigilia y seguidme a lo que será una masacre, no una batalla. Si no los pongo en vuestras manos, encadenados por el sueño, para ser sacrificados como ganado, estoy dispuesto a aceptar el mismo destino en Ardea que el que enfrenté en Roma"
A continuación, encabezados por Camilo, los ardeates salen de la ciudad, sorprenden a los galos y, más que una batalla, se produce una verdadera matanza.
Por otra parte, los etruscos viendo la situación desesperada en la que se encontraba Roma, intentan recuperar la ciudad de Veies pero fue en vano ya que dentro de las murallas se escondía la parte del ejército romano que huyó tras la batalla de Alia:
"¿Todavía van los etruscos, de quienes hemos desviado las armas de los galos sobre nosotros, a burlarse de nuestras desgracias?"
Las tropas al mando del centurión Quinto Cedicio hacen una salida nocturna y derrotan a los etruscos; no contento con la victoria obliga a unos prisioneros a que le conduzcan a su campamento. Una vez allí obtiene una segunda victoria y regresa a Veies.
Mientras, en Roma, el asedio al Capitolio transcurre sin incidentes durante varios días.
Los encargados de buscar grano se acercaron a la ciudad de Ardea que, precisamente, era en donde permanecía exiliado Marco Furio Camilo.
Camilo, al enterarse de la proximidad de los galos se dirige a los ardeates:
"Si es vuestra intención defender vuestras murallas y no permitir que todo este país se convierta en una segunda Galia, tomad las armas, reunid vuestras fuerzas en la primera vigilia y seguidme a lo que será una masacre, no una batalla. Si no los pongo en vuestras manos, encadenados por el sueño, para ser sacrificados como ganado, estoy dispuesto a aceptar el mismo destino en Ardea que el que enfrenté en Roma"
A continuación, encabezados por Camilo, los ardeates salen de la ciudad, sorprenden a los galos y, más que una batalla, se produce una verdadera matanza.
Por otra parte, los etruscos viendo la situación desesperada en la que se encontraba Roma, intentan recuperar la ciudad de Veies pero fue en vano ya que dentro de las murallas se escondía la parte del ejército romano que huyó tras la batalla de Alia:
"¿Todavía van los etruscos, de quienes hemos desviado las armas de los galos sobre nosotros, a burlarse de nuestras desgracias?"
Las tropas al mando del centurión Quinto Cedicio hacen una salida nocturna y derrotan a los etruscos; no contento con la victoria obliga a unos prisioneros a que le conduzcan a su campamento. Una vez allí obtiene una segunda victoria y regresa a Veies.
Mientras, en Roma, el asedio al Capitolio transcurre sin incidentes durante varios días.
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En la ciudad de Veies comienzan a llegar algunos aliados de la Liga Latina; el centurión Quinto Cedicio reune a las tropas y deciden llamar a Camilo para que encabece a las mismas pero antes se debería consultar con el senado; a tal punto estaba todo regulado por el respeto a la ley que se observaban las consideraciones propias de cada cosa, aún cuando las mismas cosas se hubiesen casi perdido.
Poncio Cominio se ofrece voluntario. Desde la parte alta del Tíber se deja llevar por la corriente hasta la orilla más cercana al Capitolio, escala una zona bastante escarpada y se abre paso hasta la ciudadela. Es llevado ante los magistrados y entrega el comunicado de las tropas de Veies. El soldado regresa con la decisión del senado de llamar a Camilo del exilio y otorgarle el cargo de dictador.
Mientras, los galos descubren una vía de fácil acceso por la escarpadura. Escogieron una noche en la que había un tenue rayo de luz y enviaron un hombre desarmado en avanzada para probar el camino; luego, llevando unos las armas de los otros cuando el camino se volvía difícil y apoyándose y empujándose entre sí cuando el terreno lo requería, llegaron finalmente a la cumbre. Tan silenciosamente se habían desplazado que no sólo pasaron desapercibidos a los centinelas, sino también a los propios perros, animales particularmente sensibles a los ruidos nocturnos.
Pero no escaparon a la atención de los gansos, que eran sagrados para Juno y que estaban intactos a pesar de la escasez de alimentos. Esto resultó ser la salvación de la guarnición, pues su clamor y el ruido de sus alas despertaron a Marco Manlio, el distinguido soldado que había sido cónsul tres años antes. Cogió sus armas y corrió a dar la alarma al resto; dejándolos atrás, golpeó con el umbo de su escudo a un galo que había conseguido coronar la cumbre y lo derribó. Cayó sobre los que estaban detrás y les estorbó, y Manlio mató a otros que habían dejado a un lado sus armas y se aferraban a las rocas con sus manos. En ese momento ya se le habían unido otros y comenzaron a desalojar al enemigo con una lluvia de piedras y lanzas hasta que todo el grupo cayó sin poder hacer nada hasta el fondo.
NOTA: Como resultado de este incidente, en el Capitolio fue construido posteriormente el templo de Juno Moneta, donde se acuñarían las primeras monedas en Roma (de ahí la palabra "moneda" en castellano). A este episodio se le dedicó un día de fiesta anual, el 3 de agosto, durante el cual los perros eran crucificados porque no habían advertido sobre la presencia del enemigo en la colina y los gansos eran llevados en procesión y honrados como salvadores de la patria.
Poncio Cominio se ofrece voluntario. Desde la parte alta del Tíber se deja llevar por la corriente hasta la orilla más cercana al Capitolio, escala una zona bastante escarpada y se abre paso hasta la ciudadela. Es llevado ante los magistrados y entrega el comunicado de las tropas de Veies. El soldado regresa con la decisión del senado de llamar a Camilo del exilio y otorgarle el cargo de dictador.
Mientras, los galos descubren una vía de fácil acceso por la escarpadura. Escogieron una noche en la que había un tenue rayo de luz y enviaron un hombre desarmado en avanzada para probar el camino; luego, llevando unos las armas de los otros cuando el camino se volvía difícil y apoyándose y empujándose entre sí cuando el terreno lo requería, llegaron finalmente a la cumbre. Tan silenciosamente se habían desplazado que no sólo pasaron desapercibidos a los centinelas, sino también a los propios perros, animales particularmente sensibles a los ruidos nocturnos.
Pero no escaparon a la atención de los gansos, que eran sagrados para Juno y que estaban intactos a pesar de la escasez de alimentos. Esto resultó ser la salvación de la guarnición, pues su clamor y el ruido de sus alas despertaron a Marco Manlio, el distinguido soldado que había sido cónsul tres años antes. Cogió sus armas y corrió a dar la alarma al resto; dejándolos atrás, golpeó con el umbo de su escudo a un galo que había conseguido coronar la cumbre y lo derribó. Cayó sobre los que estaban detrás y les estorbó, y Manlio mató a otros que habían dejado a un lado sus armas y se aferraban a las rocas con sus manos. En ese momento ya se le habían unido otros y comenzaron a desalojar al enemigo con una lluvia de piedras y lanzas hasta que todo el grupo cayó sin poder hacer nada hasta el fondo.
NOTA: Como resultado de este incidente, en el Capitolio fue construido posteriormente el templo de Juno Moneta, donde se acuñarían las primeras monedas en Roma (de ahí la palabra "moneda" en castellano). A este episodio se le dedicó un día de fiesta anual, el 3 de agosto, durante el cual los perros eran crucificados porque no habían advertido sobre la presencia del enemigo en la colina y los gansos eran llevados en procesión y honrados como salvadores de la patria.
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