Relato: 2008. La Llamarada del Fénix

Las guerras y conflictos en la región latinoamericana, desde la Conquista hasta las Malvinas y el Cénepa. Personajes y sucesos históricos militares.
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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

Hola a todos.

Respecto a lo de que el “Piajo” vuelva a puerto o incluso entre en aguas panameñas, me parece excesivo. Tiene torpedos de sobra para volver al combate y para recargar las baterías no es preciso ir a puerto, donde además ya se ha demostrado que incluso podría ser más vulnerable si es identificado por la inteligencia venezolana. Creo que lo que debería hacer sería alejarse hacia el oeste, suroeste o noroeste durante unas horas a baja velocidad, y buscar una zona más alejadas de la flota venezolana. Si se reanuda la búsqueda, la zona a cubrir es enorme para tan solo una fragata y un par de helos, aunque el radar del C212 puede ayudar si eleva el snorkel, aunque el capitán del submarino, creo que lo primero que haría sería sacar su antena ESM para ver que no hay nada emitiendo cerca, y si es así, seguir su rumbo de escape algo más lejos, o quizás sacar el snorkel de noche, cerca del tráfico mercante, por ejemplo siguiendo a uno de ellos relativamente cerca para camuflar la señal que daría el snorkel ante el radar, y el ruido de sus motores diésel con los del mercante, pero es solo una idea.

Sobre el uso de los Kh-31, comenté que en esas fechas era probable que no se hubiera preparado a la tripulación para su uso, y aunque como bien dijo Yehuda, se podrían acelerar plazos y proceder a su lanzamiento, creo que no se utilizarían, bajo el punto de vista del objetivo de la operación “HUYA” en el relato, ya que pondría a Venezuela en una posición comprometida con EEUU poniendo en riesgo la vida de personal norteamericano y destruyendo material propiedad de la USAF, y este riesgo no compensaría el beneficio, ya que la FAC no cuenta con sistemas SAM,s y su triple A es muy reducida, además que sus aviones de caza son también relativamente pocos y menos capaces que los SU-30. Me refiero a que enfadar a Washington puede suponer un grave problema para la relativa ventaja que sería que la FAC se quedara sin radares, al menos yo lo veo así. Y también por que en el plan de batalla venezolano, esta es una operación “de castigo” limitada en el tiempo y espacio, y no una guerra total, aunque luego el conflicto adquiere su propia dinámica y los ataques pueden escalar, pero enfrentarse o arriesgarse a una posición más dura de los EEUU, no le veo beneficio cuando se puede obtener la superioridad aérea, o algo cercano, sin tener que recurrir a destruir los radares. Si fueran colombianos como ahora, sin duda hubieran sido de los primeros objetivos a atacar.

Sobre el ataque a los palacios de gobierno, también barajé en un principio objetivos en las capitales de ambos países, aunque ciertamente Bogotá tendría más números de poder recibirlos, pero por mantener limitado el conflicto y no escalarlo demasiado, en principio la FAV no ataca objetivos, como el Palacio presidencial u otros, en la capital colombiana..aunque nunca se sabe como podría evolucionar el tema... :twisted:

Sobre el uso del SU-30, efectivamente hasta ahora su uso a sido básicamente de escolta y defensa aérea de objetivos estratégicos, salvo alguna excepción. Progresivamente irán variando, y al menos en parte, se ocuparán de la defensa aérea sobre el campo de batalla y algunas acciones de ataque convencional con bombas GP y LGB (también se estudiaría el uso de algún tipo de misil de su panoplia si resultara preciso).


Saludos.


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Isra999
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Mensaje por Isra999 »

Excelente relato Flanker, no me molestaría si hacen un subforo solo para tus historias, así no habría que buscarlas en todos los subforos jejeje, a la expectativa de la próxima entrega


Y tus templos, palacios y torres se derrumben con hórrido estruendo, y sus ruinas existan diciendo: De mil héroes la Patria aquí fue.
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GUARIPETE
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Mensaje por GUARIPETE »

Mi estimado Flanker creo que hablo por todos, nos gustaría ver uno de tus relatos donde se impliquen los Sukhoi y los Kfir en su salsa.
saludos.


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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

Hola a todos.

Acabo de subir varias láminas que Lord Henry nos ha enviado, así como un mapa que KL Albrecht Achilles ha realizado de las operaciones y posiciones aproximadas de la lucha en la Guajira el día 5. Podéis verlo todo entre las paginas 2 y 6 del hilo.

Así mismo quería agradecer públicamente la ayuda y los datos que los foristas MauricioA y CONDOR ANDINO me proporcionaron para el fragmento de la lucha en la Ecuador, y que se me había pasado totalmente de mencionar...siento la tardanza.

Isra999 escribió:Excelente relato Flanker, no me molestaría si hacen un subforo solo para tus historias, así no habría que buscarlas en todos los subforos jejeje, a la expectativa de la próxima entrega


Hola Isra999. La próxima entrega, para no variar, va con retraso...digamos que a un 20% más o menos... :pena:

GUARIPETE escribió:Mi estimado Flanker creo que hablo por todos, nos gustaría ver uno de tus relatos donde se impliquen los Sukhoi y los Kfir en su salsa.
saludos.


Hola Guaripete, ¿entiendo que es un combate aéreo entre ambos cazas a lo que te refieres? Por cierto, en el próximo fragmento habrá algo de lo que comentastes hace un tiempo... :wink:

Saludos.


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SAETA2003
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Mensaje por SAETA2003 »

ma mata la intriga, ojala salga el proximo fragmento pronto.


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Mensaje por Yehuda Steimbrener »

Me uno al clamor por el nuevo capitulo, la ansiedad y espectativa estan al tope :alegre: :alegre:
Saludos


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Andrés Eduardo González
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Mensaje por Andrés Eduardo González »

Supongo que la historia demorará un poco más, por lo reciente que ha pasado en Venezuela...


"En momentos de crisis, el pueblo clama a Dios y pide ayuda al soldado. En tiempos de paz, Dios es olvidado y el soldado despreciado».
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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

Hola a todos.

Hoy le di un empujón y digamos que tengo algo más de la mitad. Comentar que no va a ser un fragmento de mucha acción, más bien informativo y de transición, ya habrá tiempo para más acción dentro de poco. La verdad es que estoy viendo que mi idea de hacer un fragmento por semana es casi inviable ( a no ser que me den vacaciones pagadas para avanzar en el relato :alegre: ) y es más realista subir un fragmento cada dos semanas, más o menos.

Saludos.


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Mensaje por Peace Maker »

Creo que hablo por todos cuando digo, que estamos muy agradecidos entimado Flanker por tus esfuerzos,
no te preocupes el tiempo es tuyo y nosotros con gusto esperaremos.



Saludos


La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía.
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Vasili Záitsev
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Mensaje por Vasili Záitsev »

Aquí una pregunta:

:arrow: ¿Alguien tiene todos los links de los relatos del usuario flanker33?

Saludos.


El tamaño de tu éxito, será del tamaño de tu esfuerzo.
Sebastian Francisco de Miranda.
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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

Peace Maker escribió:Creo que hablo por todos cuando digo, que estamos muy agradecidos entimado Flanker por tus esfuerzos,
no te preocupes el tiempo es tuyo y nosotros con gusto esperaremos.


Gracias por la comprensión. Me sabe mal no avanzar más deprisa, pero a veces no tengo tiempo y otras veces “las musas” no acuden, y luego toca deshacer entuertos de lo que he escrito sin mucha convicción. Así que es mejor una tarde buena donde poder avanzar que 4 o 5 días dándole vueltas sin convicción.



Vasili Záitsev escribió:Aquí una pregunta:
:arrow: ¿Alguien tiene todos los links de los relatos del usuario flanker33?


Pues aunque esté feo hacerse publicidad uno mismo, aquí puedes encontrarlos:

http://www.militar.org.ua/foro/la-2-batalla-del-pacifico-t28258-75.html

La 2ª Batalla del Pacífico comienza en esta página, pero las 5 anteriores tienen bastante información, puntos de vista, opciones,...

http://www.militar.org.ua/foro/relato-1989-la-campana-del-golfo-t34892.html

1989. La Campaña del Golfo.

http://www.militar.org.ua/foro/operacion-impensable-t13655-75.html

Operación Impensable. Este es un relato inacabado, de hecho faltaría muchisimo, pero lo pongo por si alguien tiene curiosidad.


Y por supuesto, recomendaría fervientemente si no lo habéis leído y os gustan este tipo de relato, el que escribió el forista sergiopl en su día, La 3ª Batalla del Atlántico (Versión 1989):

http://www.militar.org.ua/foro/la-tercera-batalla-del-atlantico-version-1989-t22206.html


Y sin más dilación, subo parte del último fragmento. Todavía quedarían algunos pasajes más que iré subiendo a medida que los termine, y como ya comenté, no hay mucho combate, si no más bien información sobre el desarrollo de los acontecimientos. En próximas entregas, más acción...

Saludos.


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Mensaje por flanker33 »

6 de marzo. Puesto de mando de la 10º Brigada Acorazada (COL). La Guajira. Colombia.

Una sucesión de explosiones sonó no demasiado lejos de allí, y varias columnas de tierra se elevaron del suelo en medio de un potente estruendo.

-General, le repito que no es seguro que se encuentre usted aquí. Podría estar dirigiendo la batalla desde el Cuartel General Avanzado – dijo el Coronel Luis Fernando Vallejo cuando recuperó un poco el oído, tras el fugaz bombardeo.
-Te agradezco de nuevo tu preocupación, pero eso ya está hablado. Ahora concentrémonos en nuestro trabajo – ordenó el General Suárez algo cansado de la insistencia de su subordinado.

El General al mando de la 1ª División de Infantería, responsable de las operaciones terrestres en el sector de la Guajira, había llegado allí tan solo unos minutos antes junto a su oficial de operaciones. Los dos hombres estaban bajo una red mimética, que junto a grandes ramas de vegetación y algo de tierra, camuflaban al vehículo de mando blindado que estaba semioculto en una hondonada del terreno, unos kilómetros al oeste de “Cuatro Vías”. Junto a ellos, José Antonio Fernández, el Coronel al mando de la 10º Brigada Blindada y algún otro oficial más el Estado Mayor de dicha Brigada, intentaban dirigir el repliegue de la tropas colombianas que habían combatido en Maicao.

Durante la tarde-noche anterior, Suárez había previsto que la defensa de Maicao pudiese ser sobrepasada por las nuevas tropas venezolanas que iban llegando al Teatro de Operaciones, por lo que de acuerdo con su plan de batalla, había ordenado prepararlo todo para el repliegue de dichas unidades hacia el cruce de carreteras conocido como “Cuatro Vías”, donde se reagruparían con las tropas provenientes de la lucha en Uribia, y se unirían con el 4º Batallón de Infantería Mecanizada “Nariño”, que desde el día anterior había estado preparando posiciones defensivas en la zona.
Durante la noche y la madrugada, la actividad había sido intensa para asistir en el repliegue de las fuerzas de Maicao y sus alrededores. Grupos de ingenieros, comandos y tropas de retaguardia habían preparado el terreno para recibir a las fuerzas enemigas. Se habían cavado zanjas en zonas de paso importantes para entorpecer el avance de vehículos, se habían minado otras zonas y colocado trampas explosivas para la infantería y los vehículos de “piel blanda”, y también se habían limpiado de vegetación amplias zonas de tiro. Además, las armas anticarro y la artillería habían buscado nuevas posiciones de fuego para cubrir a sus tropas lo mejor posible.
Suárez había ordenado el inicio del repliegue para las 09:00 horas, y en cualquier caso y si era necesario, antes, debido a la probable ofensiva enemiga sobre su flanco izquierdo que amenazaba con rodear a los defensores con una buena parte de las tropas blindadas enemigas, reforzadas durante la madrugada con el resto de la 41º Brigada Blindada, según la información de Inteligencia.
Dado el escaso tiempo para poder realizar los preparativos, algunas medidas defensivas habían quedado a medio hacer, pero el General estaba más o menos conforme con el trabajo de sus hombres, cuando finalmente, dio su autorización para adelantar quince minutos la retirada, ante la evidencia que la ofensiva blindada enemiga sobre su flanco estaba a punto de comenzar.

Para agilizar el repliegue, servicios no esenciales y tropas de apoyo, habían comenzado su repliegue durante la madrugada con el mayor de los sigilos, mientras que las tropas en Maicao mantenían el combate para dar la sensación de que pensaban resistir en la ciudad y hacer frente al ataque enemigo. El repliegue se inició con una cortina de fuego artillero, proporcionada por obuses SB de 155 mm y los veteranos M-101 de 105 mm del 2º y 10º Batallones de Artillería.
Conducir a las tropas en su camino hacia las nuevas posiciones por zonas donde se habían preparado trampas y campos minados para el enemigo, era una tarea compleja y requería su tiempo para hacerlo lo más seguro posible. Los ingenieros y tropas de retaguardia, guiaban y señalizaban a las primeras tropas que se replegaban hacia el oeste, tanto a través de la carretera principal, como de varias vías secundarias, o incluso campo a través. Finalmente las tropas que cubrían la retaguardia, en contacto con el enemigo, trataban de ralentizar todo lo que podían a las fueras venezolanas que habían comenzado su ofensiva.
Las tropas enemigas que salían de Maicao, eran batallones de infantería de la 11º Brigada, con un ligero apoyo de blindados, y pese a su actitud decidida, no significaba un grave peligro para la integridad del grueso de las tropas colombianas en retirada, y que estaba compuesto por el 6º Batallón de Infantería Mecanizada y el 2º Grupo de Caballería.
Sin embargo, la principal preocupación de Suárez eran las fuerzas blindadas de la 41º Brigada Blindada venezolana, que actuaba al norte de Maicao, y que estaba ejecutando un movimiento de flanqueo sobre el cuerpo principal de sus tropas en retirada. Para enfrentarse a ellas, tan solo disponía de los restos del Grupo de Caballería “Gustavo Matamoros”, y el 5º Batallón de Infantería Mecanizada (menos una compañía que se encontraba en Manaure), así como una buena parte de los comandos y pequeñas unidades equipadas con armas anticarro.
Al sur, desde la frontera y a lo largo de la carretera 90 y de la propia ciudad de Maicao, el General había desplegado al 1º y 2º batallón de infantería de la 1ª Brigada, 5ª División de Infantería, recién llegada del centro del país. Su batallón de infantería de montaña, se había desplegado en la sierra del Perijá, para ayudar a los otros dos batallones que protegían la frontera en la zona montañosa, mientras el Grupo de Caballería nº 1 “General Plazas” se encontraba en camino de reforzar al “Gustavo Matamoros” algo más al norte. Con la llegada de la 1ª Brigada, el 31º Batallón Aerotransportado pudo ser retirado de su posición defensiva al sur de la penetración venezolana, y volver a su rol de reserva aerotransportada.
Al norte, y contactando con el 5º Batallón del Tcol. Torres, el Batallón Contraguerrillas nº 11, de la Undecima Brigada, se enfrentaba a la infantería de marina venezolana en una amplia zona que concluía en las inmediaciones de Manaure.

-Coronel Fernández continúe, por favor.
-Como le decía antes de que nos interrumpiesen, ahora mismo estamos reposicionando la mayor parte de la artillería para evitar el fuego de contrabatería, por lo que ahora han asumido el papel de apoyo por el fuego, los morteros pesados, los helicópteros artillados y la aviación. – Suárez pensó en el riesgo que corrían los helicópteros y los aviones ligeros al apoyar a sus tropas en tierra, y es que los misiles antiaéreos enemigos habían logrado ya tumbar algún aparato y lograban dificultar en gran manera la tarea de los A-29 y A-37 de la FAC, aunque pese a todo, los valerosos pilotos de aquellas maquinas se jugaban la vida para ayudar a sus compañeros del Ejército.
-¿Y los apoyos de fuego venezolanos?
-Potentes…sin duda, como hemos podido comprobar hace un momento. Su artillería y su aviación nos están acosando duramente durante el repliegue,. Como ya lo esperábamos, hemos decidido ir lo más dispersos posible para evitar ofrecerles un buen blanco…además está la falta de defensa aérea, como usted bien sabe, mi General – dijo a modo de pequeño reproche y como muestra de resignación.
-Lo se, lo se. Debemos aguantar como podamos de momento. Estamos tratando de subsanar esa carencia cuanto antes – dijo sin querer dar más explicaciones de momento.
-Esperemos que sea pronto…por el bien de los hombres y del curso de la guerra.

El General asentía con gesto comprensivo, cuando de repente otro vendaval de explosiones le hizo encogerse de hombros y agacharse de modo instintivo, pese a que no estaban lo suficientemente cerca como para afectarles. Segundos después terminaba la salva de artillería enemiga.

-¿Contra que mierda disparan? – preguntó al recuperar el control el General.
-Creo que contra las posiciones que acaban de abandonar nuestra artillería. – Suárez miró a Fernández
-Bien hecho Coronel, parece que nuestras fuerzas están en buenas manos bajo su mando.
-Gracias mi General, pero ante de que usted llegara, hemos perdido tres obuses del 105 por un ataque similar. Supongo que no hemos sido lo suficientemente rápidos.
-O han tenido mala suerte.

Suárez dio por zanjado el tema y se inclinó sobre el mapa que había extendido sobre la mesa y que un cabo actualizaba conforme iba recibiendo información por la radio. Examinó con especial preocupación el avance de las fuerzas blindadas enemigas, ya que el avance de la infantería venezolana parecía estar controlado por el momento.

-¿Qué opina del avance de sus fuerzas blindadas por nuestro flanco Coronel? – preguntó Suárez.
-De momento han sobrepasado nuestra primera línea o barrera defensiva, sin demasiados problemas...debo decir. Aunque tenemos que tener en cuenta que era la menos preparada de las tres, así que creo que podremos proteger el repliegue, sobre todo cuando llegue la caballería del “Plazas” a reforzar a los efectivos que les hacen frente.

Suárez estaba preocupado por la posibilidad de que los venezolanos lograsen romper sus lineas y envolver a buena parte de sus fuerzas, lo que sin duda sería un grave descalabro, pero la llegada de otro Grupo de Caballería y la confianza del Coronel Fernández le animó algo. Pese a todo, y como hombre precavido que era, y para hacer frente a la pòsiblidad de verse superados, había mantenido en reserva a algunas unidades motorizadas con equipos de misiles Spike, lanzagranadas y cañones sin retroceso, además de poder reorientar rápidamente su artillería, los misiles antitanque de largo alcance Nimrod y volver a llamar a la aviación. No quedaba ya mucho más que el pudiera hacer al respecto, así que Suárez prefirió concentrarse en lo que estaba pasando más que en lo que podía pasar, al menos hasta que no sucediera.

-¿Estas marcas son la segunda línea?
-Así es. Ahora deben de estar llegando los elementos de vanguardia enemigos, y le aseguro que les va a costar más de sobrepasar.
-Y el trabajo para fortificar la zona defensiva de “Cuatro Vías” ¿ha concluido?
-Lo mejor que se ha podido dado el tiempo para llevarlo a cabo.
-¿Es decir?
-Que podría ser mejor, pero tendrá que ser suficiente.
-Eso espero Coronel...eso espero.

De nuevo tuvieron que dejar de hablar interrumpidos por el rugido de un proyectil al salir de su lanzador. Un misil Nimrod se elevaba al cielo hasta llegar a más de mil metros de altura. Voló durante más de veinte kilómetros hacia su objetivo, un AMX-30 que estaba siendo “iluminado” por un comando colombiano convenientemente camuflado. El proyectil llegó como un rayo caído del cielo, destrozando al desafortunado tanque venezolano.


6 de marzo. Caracas. Venezuela.

-Coronel ¿te encuentras mejor? ¿has podido descansar?- preguntó el Teniente Coronel Guzmán, al ver al Coronel Benito De la Cruz entrar en la concurrida y bulliciosa sala de operaciones del Cuartel General del Ejército.
-Si Pedro, gracias. Estas horas de sueño me han venido muy bien. La maldita gastroenteritis parece que no quiere abandonarme del todo – dijo De la Cruz algo azorado por haber tenido que retirarse durante unas horas, justo antes del segundo día de la operación “HUYA” debido a su enorme fatiga y malestar.
-Y el estrés de los últimos días no ayuda nada ¿verdad?
-Muy cierto, buen amigo...pero ahora olvidemos eso, necesito saber como evoluciona la situación en el frente. ¿Que novedades hay? Y por cierto, ¿donde está el General Romero?
-Acaba se marcharse a otra reunión, creo que en la segunda planta, pero yo te puedo poner al día, sígueme.

Guzmán invitó a su superior a acompañarlo cerca de la gran pantalla al fondo de la sala, donde un proyector, plasmaba las actualizaciones en un mapa digital, que iba siendo actualizado según las últimas informaciones disponibles por un Teniente del equipo de Guzmán. El Teniente Coronel cogió un puntero láser que llevaba consigo y comenzó su explicación.

-Tal y como estaba previsto, hemos dado comienzo al ataque para tomar definitivamente Maicao, con algo de retraso debido a la llegada de los dos batallones restantes de la 41ª Brigada Blindada y su acople con el resto del contingente. Sobre las 09:00 horas, poco después de que los colombianos comenzaran a retirar las primeras unidades de la ciudad – tragó saliva. - El arranque ha sido un poco accidentado, ya que el enemigo ha tendido una barrera artillera bastante decente, cuando nuestras fuerzas comenzaban a salir de la ciudad por el oeste, y ha afectado a casi todas las unidades del frente. Nada demasiado grave, pero nos ha dejado ver la tónica de las operaciones hasta el momento.
-¿Que es? - quiso saber impaciente el Coronel.
-Pues básicamente lo que nos esperábamos. No han querido seguir luchando en la ciudad con pocas o ninguna posibilidad de retenerla, y perder un buen número de tropas, por lo que han comenzado una retirada lenta y precavida hacia el oeste, hacia “Cuatro Vías”, donde inteligencia afirma que se están llevando a cabo trabajos para preparar una defensa decidida en esa zona.
-Pero nuestra ala derecha ha golpeado su flanco ¿no?
-Así es, solo que de momento no con el resultado deseado.

Guzmán vio el gesto contrariado del Coronel y le pidió calma con un gesto.

-Dejame explicarlo desde el principio. Como bien sabes, el Grupo de Combate “JOUTAI” se ha dividido en dos, y empezaré por el sector más al sur. Para proteger el territorio desde la frontera hasta Maicao, así como nuestra retaguardia en territorio venezolano de cualquier intento de contraataque desde el sur, el 131º Batallón va a desplegarse junto a unidades de la Guardia Nacional. La propia ciudad de Maicao y los kilómetros que avancemos hoy hacia el oeste, serán protegidos por el 111º Batallón, que está presionando con el resto de la 11ª Brigada, pero que ira perdiendo los efectivos de ese batallón conforme se adentren en Colombia.
-¿Ha llegado ya la brigada colombiana que esperábamos?
-Si, y ha posicionado dos batallones al sur de ese eje de avance, así que no nos queda más remedio que retener del combate nuestros dos batallones para no ver amenazada nuestra linea de suministros ni la retaguardia.
-Correcto, ya esperábamos algo así, aunque creo que nuestra aviación debería castigar más las vías de comunicación que unen la Guajira con el resto de Colombia para retrasar y debilitar la llegada de sus refuerzos.
-Yo también lo creo. Esperemos que a partir de esta tarde, nuestros camaradas alados se pongan manos a la obra – De la Cruz asintió. Tenían informes de inteligencia que indicaban que más refuerzos iban a llegar a la zona en las próximas horas y días.
-Perdona la interrupción, puedes continuar.
-...como decía, son básicamente dos batallones de infantería de la undécima brigada, con el apoyo de del 111º y de unos pocos blindados, los que están presionando hacia el oeste a lo largo del eje de la carretera 90 y sus zonas circundantes. Tal y como se planeó, no se está haciendo con gran decisión, para evitar bajas, pero sobre todo para dar tiempo a los carros blindados de la 41ª Brigada a realizar su envolvimiento por el norte y rodearlos si es posible. Así que el avance es lento pero constante, sobre todo con las unidades que el enemigo ha dejado para defender su huida. Ahora nos encontramos aquí, a unos 4 kilómetros y medio al oeste de Maicao. - Tomó un sorbo de agua de una botella que tenía en la mano, mientras reforzaba su explicación apuntando el láser que tenía en la otra sobre la linea que representaba el avance de la columna Brigada de Infantería.
-Y esto de aquí arriba son nuestros tanques... - dijo acercándose a la pantalla, donde se reflejaba un frente de unos siete kilómetros de avance, que se unía a la 11ª Brigada por el sur y con la infantería de marina al norte. Con algo de preocupación revisó de nuevo el mapa. – Ciertamente ya deberían estar más al oeste de esa posición. Están tan solo ligeramente más avanzados que la infantería...cuanto han avanzado ¿seis kilómetros?
-Casi siete, pero así es, parece que los colombianos han preparado bien su retirada a las nuevas posiciones. Se informa de algunas zanjas anticarro en zonas puntuales, campos minados y artefactos explosivos. También están haciendo un uso generoso de su artillería y de sus armas antitanque. Creemos que ahora mismo debemos estar luchando en lo que parece la segunda línea defensiva, con algo más de preparación del terreno y tropas, pero como no tratan de defender a ultranza ningún punto ni ninguna linea, no podemos aprovechar como nos gustaría nuestra superioridad numérica y en potencia de fuego de la 41ª Brigada.
-Es decir, que nos detienen momentáneamente con sus minas y explosivos, luego nos bombardean y nos atacan con sus armas antitanque.
-Algo así. De momento no tenemos demasiadas bajas, pero el ritmo de avance, como puedes ver no es tan satisfactorio como habíamos previsto.

De la Cruz se había imaginado en sus planes, una poderosa fuerza blindada penetrando rápidamente en las defensas enemigas y rodeando a las fuerzas colombianas en retirada para destruirlas, pero también había pensado como posible, en la posibilidad que aquella no fuera la carga de caballería que había planeado y se pareciera más a lo que le estaban describiendo. Parecía que de momento debería contentarse con un avance lento pero imparable.

-¿Y que estamos haciendo nosotros para cambiar la situación? - quiso saber el Coronel.
-Estamos tratando de eliminar su artillería con fuego de contrabatería, pero de momento no tenemos evidencias de que esté dando resultados. De todas maneras, una buena parte de nuestros obuses están apoyando el avance de los blindados, que también reciben el apoyo de los Tucanos, los Broncos y de los helicópteros, especialmente de los Caribe, ya sabes. - le dijo sabiendo que el Coronel era un gran defensor de la utilización de aquellos aparatos.
-¿Que tal se están portando?
-Pues según todas las informaciones bastante bien, de hecho casi todas las unidades del frente reclaman su presencia cuando se topan con problemas...lastimas que no tengamos más que un puñado operativos.
-Lo sabía, ya advertí en su momento que eran pocos ejemplares, necesitábamos al menos el doble de ellos. - Guzmán asintió con la cabeza.
-Si, bueno, hoy tenemos 6 de ellos listos para el combate. Cuatro han actuado durante las primeras fases, y ahora mismo se están rearmando para volver al combate lo antes posible. Los otros dos están apoyando en estos mismos momentos al los tanques.
-¿Y su aviación?
-Pues se muestra demasiado osada. Sus aviones ligeros y sus helicópteros no dejan de acosarnos pese a nuestros misiles antiaéreos, y aunque no causan un daño elevado, son terriblemente...“molestos”, aunque al menos esta mañana hemos tumbado un par de helicópteros y dos aviones, un A-37 y un Supertucano.
-¿Eso está confirmado? - preguntó escéptico el Coronel, sabedor de que muchas veces la defensa aérea da por abatidos aparatos que solo han sido dañados o que han salido indemnes.
-Tan solo el de uno de sus helicópteros Rapaz, pero el del A-29 es también casi definitivo, aunque no lo puedo asegurar todavía.
-De acuerdo...en definitiva, el cuadro que me estas presentando y lo que se refleja aquí - dijo indicando la posición de las tropas venezolanas - es que avanzamos, despacio, pero avanzamos.
-Así es. Según nos ha informado el General Molero – dijo refiriéndose al Comandante del Teatro de Operaciones – no considera oportuno proceder con más celeridad habida cuenta que se transformarían en más bajas, y que la posibilidad real de rodear a las fuerzas enemigas es relativamente baja. Prefiere ser más cauto y “conservar sus fuerzas para la batalla decisiva que ha está por llegar”...según sus propias palabras.

El Coronel meditó unos segundos. Le hubiese gustado una actitud más agresiva del General Molero, y quizás la batalla decisiva se estaría dando en aquellos mismos momentos, pero debía reconocer que el General era un buen profesional y que el debía conocer mejor la situación sobre el terreno.

-Bien, debo reconocer que estoy un tanto desilusionado por que no podamos aprovechar mejor esta oportunidad, pero confiemos que Molero esté haciendo lo correcto.
-Eso esperamos todos, nuestros superiores incluidos.
-De acuerdo – dijo tras unos momentos de silencio entre los dos hombres – y ¿como le va la cosa al Grupo de Combate “OMMALA”?
-Pues de momento más tranquila, consolidando sus posiciones e iniciando los preparativos para la siguiente fase de la ofensiva. Al norte de la 41ª Brigada Blindada y en un extenso frente que llega hasta la costa al oeste de Uribia y frente a Manaure, hay dispuestos dos batallones de infantería de marina, uno de ellos está reducido, y el 421º de Paracaidistas “Chirinos”. Al norte de Uribia, el tercer batallón de infantería de marina, junto con sus propios blindados, la mitad del 102º Grupo de Caballería y casi toda la artillería se está preparando para continuar la ofensiva en su sector.
-¿Y los ataques en sus lineas de abastecimiento que tal marchan?¿Hemos conseguido acabar con esos malditos comandos de una vez?
-Creo que no, aunque algo se han reducido sus ataques. Ahora tenemos parte de los Dragoon del Grupo de Caballería y de un batallón de infantería de marina, junto a tropas de retaguardia protegiendo los convoyes, y a buena parte de nuestros propios comandos están intentado cazarlos.
-¿Como reciben suministros?
-Creemos que todavía deben tener munición y alimentos de los que portaban al inicio del conflicto, aunque tenemos evidencias que están llevando sus heridos mediante helicópteros a Punta Espada, en la estación de vigilancia que allí tienen, y a Puerto Bolivar, y puede que estén recibiendo suministros de la misma forma. De todas formas hemos tomado el cuartel militar que tenían en el Cerro de la Teta, por si acaso, aunque hemos descubierto que había sido abandonado previamente por el enemigo. De hecho seguramente estén mejor de suministros de lo que van a estar en breve nuestras fuerzas.
-¿Que? ¿A que te refieres? ¿Hay problemas con el suministro?
-Ah...perdona, creo que debería haber comenzado por ahí – De la Cruz hizo un gesto de extrañeza y curiosidad. - Resulta que esta mañana a primera hora, la aviación enemiga a volado parte del puente “General Urdaneta”, y …
-¿Queeee...?
-Si, ha sido un hecho muy desafortunado – dijo con cierto aire de resignación el Teniente Coronel, e incluso con cierta “flema británica”.
-¡coñ*! ¡Que gran cagada!...¿Son muy graves los daños? ¿Hemos perdido el puente?
-Han logrado cortar la mitad de la calzada en un punto, un agujero grande quedó allí. Por suerte, el otro lado de la calzada no fue alcanzado directamente, aunque quedó afectado por un montón de pesados escombros al derrumbarse el pilar que hay sobre la carretera.
-O sea que han cortado nuestra principal vía de suministros con el resto del país...al menos por un tiempo.
-Efectivamente. Y aunque ya se han enviado hombres y maquinaria para tratar de limpiar la zona afectada para habilitar aunque sea un paso temporal, y unidades de ingenieros y pontoneros para tratar de colocar un puente sobre la parte destruida, llevara su tiempo. Desde luego hoy no vamos a recibir suministros por esa vía, mañana ya veremos, aunque no sería muy optimista al respecto.
-Coño, pues nuestra reserva de suministros no era demasiado grande. Con la celeridad que se desarrolló la crisis, apenas tuvimos tiempo de preparar una buena zona logística y de suministros...si nuestros hombres han ido al combate casi con lo puesto – dijo, exagerando algo, el Coronel.
-De momento estamos tratando de organizar una especie de puente naval con todo tipo de embarcaciones para que crucen los suministros de un lado a otro, pero lleva su tiempo y es bastante más lento. Algunas cosas también están comenzando a empaquetarse en aviones para agilizar el suministro.
-Algo es algo... pero la 44ª Brigada Blindada Ligera todavía sigue al este del puente y sin embargo hoy debería haber llegado a la zona de operaciones – dijo De la Cruz, comenzando a entender por que Molero se mostraba cauto con la ofensiva. Con pocos suministros en sus manos, y el resto comprometidos y sin saber a ciencia cierta cuando serían restablecidos, no era conveniente hacer un uso “liberal” de su munición y combustible. Además, sin una de sus brigadas que debían acompañar el ataque, el General había tomado el camino más lento, pero seguro.
-Así es, pero de momento no podemos hacer nada. Aunque la desviáramos a los muelles del complejo petroquímico más al norte, el único buque que había en la zona para transportarla a la otra orilla, el “Karen”, que transportó a la infantería de marina hasta Maracaibo, salió hace más de 24 horas del Lago y ya navega por el Caribe, y aunque se ha intentado, la compañía se niega a que su buque regrese a una zona en conflicto.
-¿Y nuestra Armada o nuestra marina mercante?
-Ahora mismo se debe de estar estudiando esa posibilidad en los Cuarteles de la Armada.
-Bien, sea como fuere, esperemos que se solucione lo antes posible o vamos a tener algunos problemas.

Ambos oficiales volvieron a mirar la pantalla, donde ahora se reflejaba un ligero avance de los tanques venezolanos hacia el suroeste. “Lento...pero constante” pensó De la Cruz.


6 de marzo. La Guajira. Colombia.

El sol ya estaba en lo alto, calentando el árido suelo de la Guajira en aquella mañana de jueves. Bajo el incandescente astro rey, refugiados en un pequeño cauce seco que discurría de este a oeste, ocultos con redes miméticas y vegetación autóctona, un pequeño grupo de cuatro hombres acechaban en la distancia, situados a unos 500 metros de una pista sin asfaltar que comunicaba territorio venezolano con la ciudad de Uribia.
El sargento Rincón acompasaba su respiración a la vez que relajaba su mano y el dedo sobre el guardamonte de su fusil de precisión semiautomático PSG-1. A pesar de la distancia, tenía a su objetivo en el punto de mira de su visor Hendsoldt de 6 aumentos. Aquella figura debía ser sin duda el oficial al mando del convoy logístico, y allí estaba, dando instrucciones a sus hombres para tratar de arreglar aquel pequeño desastre en que se había convertido su caravana de vehículos tras la explosión del IED.
El artefacto, bien camuflado tras unos matorrales y cubierto de tierra, había estallado al paso del cuarto vehículo, un camión cisterna cargado de combustible que había saltado por los aires al detonar la carga que por control remoto había accionado el sargento Rincón. Este, junto a otros tres hombres que formaban su equipo, vigilaban aquel tramo de camino buscando precisamente destruir los vehículos logísticos de la infantería de marina enemiga, para tratar de degradar la capacidad de lucha de aquellas tropas en el frente por la carencia de suministros, y que se destinaran más fuerzas a proteger sus líneas de abastecimiento.
Tras la deflagración del IED, que destrozó el camión cisterna y afectó a los vehículos que marchaban delante y tras él, los restantes integrantes del convoy, apenas media docena mas de camiones y un par de Tiunas de transporte, se alejaron de las llamas del vehículo destruido a la vez que sus soldados establecían un perímetro defensivo ante la posibilidad de otro ataque, e intentaban localizar, infructuosamente, a quien había detonado el explosivo. Otros soldados atendían a los heridos al resguardo de sus vehículos. Tras varios minutos en los que no volvieron a ser atacados ni molestados, los soldados venezolanos comenzaron, aunque con cautela, a intentar recomponer el convoy para proseguir su viaje.

Rincón fijó la mira en la espalda del presunto oficial, que caminaba agachado entre uno y otro vehículo dando instrucciones a sus hombres. Hizo un pequeño ajuste para compensar el ligero viento que soplaba del este y colocó su dedo en el gatillo. Luego una ligera presión sobre él, y el proyectil abandonó el cañón del fusil en medio de un sonido hueco que atronó en los alrededores. Pero el soldado objetivo del proyectil del PSG-1 apenas llegó a oírlo. Lo que si notó con claridad fue como si un enorme martillo le hubiese golpeado la espalda, arrojándolo de bruces contra el suelo en medio de un charco de sangre y con un gran agujero en su pecho.
El sargento Rincón comprobó como su disparo había hecho blanco en el objetivo, y de nuevo los soldados venezolanos corrían a guarecerse mientras disparaban a no sabían que. Satisfecho con “su obra”, se preparaba a ordenar el repliegue de sus hombres a otra posición más retrasada, cuando comenzó a oír el ruido de los rotores de un helicóptero.
Llegaba desde el sur, y se acercaba a gran velocidad hacia el norte de la posición del convoy. Rincón lo observó unos instantes antes de tomar una decisión. Lo identificó rápidamente, un helicóptero de ataque Mi-35, lo cual era muy mala noticia. Aquella mala bestia podía cargar una impresionante cantidad de armamento y tenía buenos equipos para cumplir con su tarea. Su elección era entre mantenerse en la posición, estáticos y camuflados, esperando que los visores y sensores del helicóptero no los descubriesen, o podía ordenar una retirada, que cada uno de sus hombres tomara una dirección, discretamente, tratando de no ser visto, y que en caso de ser descubiertos, que algunos lograsen despistar al Mi-35 y salir con vida de la delicada situación en que se encontraban de repente.

-Quietos…mantengan la posición – ordenó el sargento en voz baja mientras se ocultaba como mejor podía con la red mimética.
-Nos va a descubrir…
-¡Calla! Ocúltate bien y no te muevas. Si nos descubre, Pedro y Luis Javier corren en direcciones opuestas por el cauce, tu y yo… - pero no tuvo tiempo de terminar la frase, cuando hubo de agachar la cabeza ante el impacto de los proyectiles en el terreno a su alrededor.

El piloto del Mi-35 Caribe los había descubierto y comenzó a disparar sobre ellos.




Falto de cohetes que había gastado en un ataque previo a las tropas colombianas en la retirada desde Maicao, y con tan solo dos misiles contracarro todavía en sus semialas, el piloto del helicóptero prefirió usar el cañón bitubo de 23 mm de su torreta frontal para acabar con los soldados enemigos que amenazaban el convoy en tierra. A través de su visor frontal el piloto del Mi-35 veía como los proyectiles impactaban sobre el grupo de figuras humanas, y que había descubierto tratando de esconderse del helicóptero, pero incluso aunque se ocultaran con telas miméticas y a simple vista pasaran desaparecidos, en pleno día y con el sol bien alto, al sistema optrónico GOES-342 y a su FLIR no podían engañarlo. Tras un rápido pero exhaustivo escrutinio del terreno desde donde las tropas de tierra le indicaban que les estaban disparando, primero había detectado algo que le pareció sospechoso, y a medida que se fue acercando, lo que parecía figuras humanas tendidas en el suelo tratando de ocultarse en el cauce, resultaron obvias.
Cuando por fin dejó de apretar el gatillo, vio como una de las figuras se quedó inmóvil donde se hallaba, mientras que los otros tres soldados colombianos comenzaron a correr en direcciones diferentes, dos por la vaguada, cada uno en direcciones opuestas y otro hacia el norte, campo a través.
Para el Caribe, aquello era como el tiro al pichón. Se movía despacio para tener una plataforma de tiro más estable, a la vez que giraba la torreta del cañón bitubo y volvió a disparar, esta vez contra el enemigo que se alejaba hacia el oeste. El cauce era ancho y bastante recto en su recorrido. El helicóptero estaba a buena altitud, por lo que el comando colombiano no podía confiar demasiado en la cobertura que le proporcionaba la hendidura en el terreno. Así, uno de los últimos proyectiles salidos del Caribe en esa ráfaga encontró su blanco y le arrancó una pierna de cuajo, muriendo casi instantáneamente debido al shock y a la pérdida masiva de sangre. Con frialdad, la torreta giró de nuevo y disparó sobre el soldado que corría hacia el este. Aquí el cauce seco se retorcía algo más y los giros eran más abruptos, pero de nuevo uno de los proyectiles disparados por el piloto, alcanzó la espalda del soldado colombiano tras rebotar en una roca, produciéndole un enorme boquete que le causo la muerte inmediata.
Cuando el piloto se centró en el último soldado que corría hacia el norte, recibió un aviso de su artillero.

-El tipo ese se ha detenido ¿Qué carajos cree que está haciendo?
-Peor para él, así será más fácil todavía – respondió el piloto.

Pero no era la intención del comando colombiano facilitarle la tarea al Caribe. De repente, la tripulación del Mi-35 vio como una columna de humo se elevaba desde la posición del soldado enemigo.

-¡Mierda, mierda! – gritó el piloto mientras giraba violentamente el aparato y comenzaba a lanzar bengalas.

Pero el cohete lanzado por el soldado colombiano, un proyectil de RPG-22, ni tenía el alcance ni el sistema de guía necesario para alcanzar al Caribe, y aunque sirvió para despistar momentáneamente al piloto, este se recompuso rápidamente, y ahora con más interés todavía en terminar con aquel soldado enemigo que le había dado un buen susto, comenzó a dispararle, mientras este huía en alocada carrera y se refugiaba como podía con los accidentes del terreno. Al final fue en vano, el Caribe se había ofuscado en su eliminación, y se adelantó para acercarse más y tener un mejor tiro. Tras unos momentos más jugando al gato y al ratón, el cuarto y último comando colombiano era alcanzado, falleciendo también al poco tiempo.
La tripulación del Mi-35 giró al sureste para volver a reabastecerse a su base, satisfechos con su misión cumplida y con el apoyo que habían brindado “al silbido” del convoy. Ninguno de los dos, ni piloto ni artillero, se detuvieron a asegurarse que la figura del soldado colombiano que se había quedado inmóvil durante la primera ráfaga, hubiese sido una baja efectiva.


Cuando oyó al helicóptero venezolano alejarse, el sargento Rincón, herido en la pierna izquierda por unos guijarros que habían saltado con violencia hacia él al impactar los proyectiles del Caribe, y tras asegurarse que los restos del convoy logístico venezolano había abandonado la zona, se arrastró como pudo a un lugar cercano en el cauce, algo más protegido de la vista de cualquier enemigo en tierra, y se practicó unas curas de emergencia en su pierna, donde un guijarro se había incrustado superficialmente. No muy lejos de allí, pudo ver a uno de sus hombres con una pierna arrancada y muerto en medio de aquel maldito cauce. Ahora estaba solo y bien jodido.


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Andrés Eduardo González
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Relato: 2008. La Llamarada del Fénix

Mensaje por Andrés Eduardo González »

:cool: :cool: Ahí va interesante la vaina, creo que Guaripete aún no estará complacido, Rincón no se muere... :alegre: :alegre:

Sin embargo quiero plantear algo. Si Venezuela recibe cosas de Rusia, ¿dónde están las nuestras de Estados Unidos?, seguramente unos cuántos Stinger no nos caerían nada mal. Es más, los Spike también se pueden usar para derribar helos...


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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

Andrés Eduardo González escribió:Sin embargo quiero plantear algo. Si Venezuela recibe cosas de Rusia, ¿dónde están las nuestras de Estados Unidos?, seguramente unos cuántos Stinger no nos caerían nada mal. Es más, los Spike también se pueden usar para derribar helos...


No adelantemos acontecimientos, ya se verá... :cool:

Respecto a los Spike contra helos, eso no lo había leido nunca, ¿podrías ampliar la información? En una rápida busqueda en la red no he encotrado nada, y aunque en la web del fabricante hablan de "variety of targets":

http://www.rafael.co.il/Marketing/343-1000-en/Marketing.aspx

No hacen menicón especifica de ese tipo de objetivos cuando describen algunos de ellos:

http://www.rafael.co.il/marketing/SIP_STORAGE/FILES/3/923.pdf

Si tuviera esa capacidad, ¿no la publicitaría la empresa para ganar ventas? :conf:

Saludos.


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eltopo
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Relato: 2008. La Llamarada del Fénix

Mensaje por eltopo »

si posee esa capacidad pero es algo como secundaria o de mas bajo nivel, es simplemente que si el helo esta a tiro y no se mueve puede ser iluminado y el msiil dar en el blanco pero mas nada algo asi como lo que se menciono del rpg lanzado por el soldado colombiano


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