Vae Victis

Los conflictos armados en la historia de la Humanidad. Los éjércitos del Mundo, sus jefes, estrategias y armamentos, desde la Antiguedad hasta 1939.
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Lucas de Escola
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Mensaje por Lucas de Escola »

De ser auténtico el casco, quién sabe si no se lo mandó hacer el hijo de algún potentado sirio para pasear por la plaza pública...


Sí, es que ese casco es verdaderamente curioso. Ni siquiera lo del potentado sirio, en lo que ya pensé, cuadra demasiado con la forma de acceso al ejército de las clases pudientes; no se sumaban a la tropa regular legionaria, como tú bien sabes. Y con un casco de plata, menos aún. A mi entender, claro está.
Si el casco fuese el de un oficial, tal vez...

Me reitero en que jamás oí ni leí nada parecido. Yo lo achacaría, más bien, a su uso en ceremonias de cualquier índole, conocidas o desconocidas, formando parte de un atuendo exclusivo. Mera especulación, por supuesto. También pensé en que podría tratarse de un regalo, de un costoso juguete bélico para el hijo de un ricachón. Y el caso de que pueda tratarse de una falsificación, pues plausible también.

De cualquier forma, el dato resulta atractivo y te lo agradezco.

Saludos.


Un plan que no puede modificarse, no es un buen plan.
de guiner
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Mensaje por de guiner »

Continuando...

Hannón se dirige a Útica con las tropas que consigue reunir; llevaba con él un centenar de elefantes. Las tropas mercenarias acampadas delante de las murallas no le hacen frente por lo que el general cartaginés consigue entrar en la ciudad. Una vez en el interior ordena que se reúna todo el material de asedio. Saca a sus tropas y arremete contra la empalizada enemiga. La embestida inicial de los elefantes es suficiente para poner en fuga al enemigo.

Pero aquí comenzó el error del general. Hannón estaba acostumbrado a luchar contra númidas y libios en tierras africanas, ahora se enfrentaba con gente que había combatido a los romanos bajo las órdenes de Amílcar Barca en Sicilia.

Los mercenarios, en lugar de continuar la fuga (cosa que había dado por hecho Hannón), toman posiciones en una zona elevada y se mantienen a la espera. Hannón, por su parte, se despreocupa de la situación y vuelve a la ciudad dejando a sus tropas buscando botín en el campo enemigo. Las fuerzas mercenarias desencadenan un ataque sobre la empalizada matando a muchos y obligando a otros a refugiarse al pie de las murallas de Útica.

Se apoderaron de toda la impedimenta y también de los artefactos de los sitiados que Hannón, para colmo, había sacado de la ciudad.

Días más tarde Hannón volvería a dar muestras de su incompetencia. Cuando el enemigo acampó ante él en la ciudad de Gorza (ubicación desconocida), "dos veces pudo vencer en combate de orden cerrado, dos veces mediante acometida por sorpresa, y tanto una oportunidad como la otra -brindadas ambas por la cercanía del campamento enemigo- las dejó escapar de manera, al parecer, absurda y necia" (Pol. I, 74)


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Vista la incapacidad mostrada por Hannón se decide recurrir a Amílcar Barca.

En corto espacio de tiempo Cartago había reunido mejores contingentes militares que los presentados en Útica. A Amílcar se le confían 10.000 soldados entre los que se encontraba un contingente mercenario adicionalmente reclutado, otro compuesto por desertores del bando enemigo (ya habían combatido bajo las órdenes de Amílcar), caballería e infantería ciudadana y 70 elefantes.

El cuello que une Cartago con Libia está coronado por abruptas montañas dotadas artificialmente de vías de acceso al llano. Mato había reforzado con guarniciones todos los puntos de acceso estratégicamente situados en posiciones elevadas. Por otro lado se había levantado un gran campamento "sobre el paraje en cuestión, el ingreso al puente del Makáras (río este que, como los montes, impide en determinados lugares el paso al llano desde la ciudad, pues la fuerza de su corriente lo hace casi siempre infranqueable, y que dispone de un solo puente)". Pol. I, 75


El Makáras es el llamado por los romanos Bagradas, actual Medjerda.


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de guiner
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Mensaje por de guiner »

El acceso desde el puente sobre el Bagradas estaba custodiado por 10.000 hombres al mando de Espendio parapetados tras la empalizada del campamento.

Amílcar sabía que, en verano, al levantarse determinados vientos el cauce del Makáras (o Bagradas) se volvía arenoso de manera que la franja de la desembocadura se asemejaba a un pantano a causa de la arena que se iba depositando en la misma. Sin comunicar a nadie su plan, y después de preparar al ejército para salir, espera la llegada de dicho fenómeno. Cuando llegó el momento, partió de noche; al llegar el alba había logrado que sus fuerzas cruzaran la franja en cuestión sin que nadie lo advirtiese. Tras la maniobra, avanza por la llanura en dirección a los contingentes que guardaban el puente.

Espendio, alertado de lo ocurrido, ordena que partan desde el cerco de Útica 15.000 hombres para que se sumen a los 10.000 que guardaban el campamento con la intención de atrapar a Amílcar en dos frentes:

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de guiner
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Mensaje por de guiner »

Batalla del Makáras (o Bagradas) 240

Cuando ambos grupos se vieron entre sí pensaron que habían cogido en medio a los cartagineses, se animaron mutuamente y entablaron combate con el enemigo.

Amílcar efectuaba la marcha con los elefantes al frente, tras estos la caballería y las tropas ligeras y por último la infantería pesada:

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Al ver al enemigo aproximarse ordena que se invierta la marcha. A los de vanguardia les insta a dar la vuelta y ponerse detrás rápidamente, mientras que a la infantería pesada de la retaguardia los adelanta cambiándolos de posición para desplegarlos de cara al enemigo:

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Los libios y mercenarios observando la retirada de la vanguardia caen en el error de que huían atemorizados, por lo que abandonan su formación y se abalanzan de manera desordenada sobre las tropas cartaginesas. Cuando chocan con la infantería pesada, Amílcar ordena que los elefantes, la caballería y las tropas ligeras flanqueen la nueva vanguardia y se posicionen en las alas:

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Los libios, sorprendidos por lo insólito de la maniobra, ceden y se dan desordenadamente a la fuga. A resultas de lo cual unos, al tropezar con los que iban detrás, caían y causaban la muerte tanto propia como de los suyos, mientras que los más seguidos de cerca por la caballería y los elefantes, fueron atropellados.

Perecieron hasta 6.000 libios y mercenarios, y unos 2.000 fueron capturados. Los restantes se refugiaron ya en el campamento que guarnecía el puente, ya en el acuartelamiento frente a Útica.

Amílcar marcha en pos del enemigo que se había retirado al campamento frente al puente; dispersos o huidos hacia Tunes los enemigos que habían allí, lo toma al asalto.


Nota: Gráficos de la batalla:

http://www.ancientworlds.net/aw/Post/603792


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Encuentro de Amílcar con Narava

En un momento en el que los númidas estaban aprovechando la debilidad de Cartago para realizar incursiones en territorio púnico e incluso unirse a los mercenarios, tiene lugar un suceso que pongo tal cual lo narra Polibio:


"Por las mismas fechas, Narava -uno de los más ilustres númidas, rebosante además de ardor bélico e inclinado desde siempre a los cartagineses, con quienes le unían lazos ancestrales- vino ahora a sentirse particularmente estimulado por la reputación del general Amílcar. Y pensó que era la presente una excelente ocasión para encontrarse y trabar contacto con aquél, de suerte que partió hacia el campamento acompañado de unos cien númidas. Llegó junto a la empalizada y allí permaneció agitando intrépidamente la mano. Como Amílcar, intrigado ante su aparición, le enviase un jinete, dijo desear una entrevista con el general. El caudillo cartaginés, muy desconcertado, recelaba, pero Navara, tras poner caballo y lanzas a recaudo de los suyos, tuvo el arrojo de adentrarse desarmado en el acuartelamiento, gesto de audacia que a unos llenó de asombro, a otros de estupefacción. Cuando halló oportunidad de hablar, afirmó que estaba bien dispuesto hacia todos los cartagineses, pero su mayor deseo era convertirse en amigo de Barca; por ello aparecía ahora con la intención de secundarlo y cooperar lealmente en todas sus acciones y todas sus iniciativas. Lo escuchó Amílcar, y tanto le complacieron la audaz comparecencia y la sencillez desplegada por el joven que, además de aceptarlo como colaborador en sus empresas juró que, si se mantenía fiel a Cartago, incluso le concedería a su hija. Y una vez se pusieron de acuerdo, Narava trajo consigo a los númidas bajo sus órdenes, que eran unos dos mil...". Pol. I, 78


- Este párrafo lo he sacado del volumen Historia de Roma, Polibio. Clásicos de Grecia y Roma. Alianza Editorial

Lo he preferido a la traducción del enlace que di hace tiempo:

http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... ti_li.html

N. del amanuense: Intento evitar tostones de reseñas pero a veces hay que hacerlo. Por otro lado, estos acontecimientos que están sucediendo en Cartago tienen que ver, y mucho, con Roma.
Si hubiera continuado en el 240 en Roma luego hubiera sido difícil explicar ciertos sucesos que se verán en su momento.


MedalOfHorror
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Mensaje por MedalOfHorror »

Valerio, una pregunta.

Tirando de memoria...la estrategia en Bagrads, no se hizo lo mismo (o algo parecido) en Cannae ?? :confuso: :confuso:

bueno, quitando la parte en la que la caballería cierra la U por retaguardia claro :green: :green:

Un saluti :saludo2:


de guiner
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Mensaje por de guiner »

No, aquí la caballería no cierra la U. Y similitudes con Cannae pues no veo ninguna. En Cannae el centro lo forma la infantería más débil, aquí se posiciona la pesada.

Es que es una maniobra totalmente distinta.

En Cannae:

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Y en el Makáras (o Bagradas):

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No se les llega a encerrar. Si lo hubieran hecho, de 25.000 no quedan sólo 6.000 muertos y 2.000 prisioneros. Hay una matanza mayor. La U, como la llamas, no existe. No se si me explico...

Además, ahora vendrá la bronca de Mato a Espendio por enfrentarse en llano en inferioridad de caballería (y 70 elefantes). Y también de paso a Autórito, jefe de los mercenarios galos, para que no haga lo mismo.

Pero claro, ha aparecido también el númida Narava.


MedalOfHorror
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Mensaje por MedalOfHorror »

Pues será que malentendí esta parte:

Valerio escribió:Cuando chocan con la infantería pesada, Amílcar ordena que los elefantes, la caballería y las tropas ligeras flanqueen la nueva vanguardia y se posicionen en las alas

pensé que al formar el frente en línea, al chocar las fuerzas libias y mercenarias con la infantería central, la cabllaería y los elefentes les encerraron flanqueandoles y creando la "U" que digo, diferente a la "O" que pasó en Cannae, al no cerrar del todo por retaguardia y dejando la parte posterior por donde salieron por patas.

Ya me decía yo que los romanos no pueden ser tan tontos como para caer en la misma trampa dos veces :green: :green:

Nada, entonces, mea culpa...siga, siga, que esto se pune interesante, como siempre :popcorn:


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Al decir "nueva vanguardia" me refería a que en el momento inicial la infantería pesada forma la retaguardia, pasando posteriormente a la vanguardia. En el gif ese se ve bien la maniobra.

Además, si lo piensas es un movimiento lógico. Amílcar debía pasar rápidamente por el vado que se crea temporalmente en el río. La caballería, los elefantes y la infantería ligera primero para despejar la orilla contraria en caso de encontrar avanzadillas.

Cuando le atacan lo único que hace es posicionarse debidamente, como si fuera algo reflejo, cosa que los mercenarios malinterpretan.

Cuando no veas clara una cosa, pregunta, que seguro que me habré liado. Ya me pasó en una batalla naval. :pena:

Ya me decía yo que los romanos no pueden ser tan tontos como para caer en la misma trampa dos veces


Ahora lo más parecido a un romano que hay en el relato es Espendio, que es un desertor campano


carlos perez llera
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Mensaje por carlos perez llera »

Genial, maestro...
Una auténtica delicia leerle... :guino:


simplemente, hola
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Mensaje por de guiner »

VM que me ve con otros ojos, legionario


carlos perez llera
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Mensaje por carlos perez llera »

Para nada, proporciona usted un nivel a este hilo que ya quisiéramos cualquiera en otros donde pululamos...
Le repito, un honor leerle... :militar-beer:


simplemente, hola
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Mensaje por MedalOfHorror »

Valerio escribió:Ahora lo más parecido a un romano que hay en el relato es Espendio, que es un desertor campano


Tiquismiquis :desacuerdo: :desacuerdo:


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Mensaje por de guiner »

Continuando...

Mato, que permanecía en el cerco de Hipozarita, aconseja a Espendio y a Autórito (jefe de los mercenarios galos) que eviten los enfrentamientos en el llano dada la superioridad de los elefantes y la caballería de Amílcar. Les insta a que sigan al ejército cartaginés a través de las estribaciones montañosas con el fin de aprovechar cualquier oportunidad que se les presente.

Al tiempo que proyectaba el acoso a Amílcar, Mato despacha mensajeros a los númidas y libios para solicitar más ayuda.

Espendio se desplaza a Tunes y se pone al mando de 6.000 hombres para perseguir a Amílcar a lo largo de las elevaciones del terreno. Autórito se une a Espendio con 2.000 galos.

En su marcha Amílcar se detiene en una llanura (posiblemente entre Útica e Hipozarita, más cercano a la primera) rodeada por colinas y es cuando Espendio y Autórito van a aprovechar la ocasión, más aun cuando a sus 8.000 efectivos se les suma un refuerzo de libios y númidas.

Amílcar se encuentra en una situación apurada. Por un lado los refuerzos libios le cierran el paso, los númidas la retaguardia, mientras que las tropas de Espendio amenazan su flanco desde las elevaciones.

Espendio une sus fuerzas con los libios formando un solo cuerpo y baja a la llanura para iniciar el combate; los númidas acometen por la retaguardia. Tras una dura batalla Amílcar consigue la victoria gracias a sus elefantes y a los hombres que le había aportado Narava. Espendio y Autárito huyen dejando en el campo 10.000 muertos y 4.000 cautivos (de recordar que las tropas mercenarias se habían visto reforzadas en el momento del ataque por efectivos libios y númidas solicitados por Mato en su momento).

De esos 4.000 prisioneros Amílcar admite a los que quieren pasar a formar parte de su ejército y deja en libertad a los demás conminándoles a que en lo sucesivo no levantasen sus armas contra Cartago, pues quien fuese apresado quedaría sin remisión sujeto a castigo.


Nota: Hay algunas interpretaciones que sitúan el encuentro de Narava con Amílcar en el momento previo a la batalla, siendo aquél parte de los refuerzos númidas llegados por el llamamiento de Mato. De ahí que pusiera el texto original que comenzaba "Por las mismas fechas..."


Aquí Polibio da un dato perteneciente a la guerra contra Roma y que a la vez especifica un número de combatientes de una misma nacionalidad:

"Además de las mencionadas fuerzas (se refiere a los 6.000 hombres bajo el mando de Espendio) lo acompañaban Autórito y sus galos, que eran unos dos mil, pues los otros componentes del cuerpo que inicialmente formaban se habían pasado a los romanos cuando la campaña de Érice". Pol. I, 77


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