

La gente esperaba victoria, es verdad, pero la reacción épica de anoche oculta la falencia grave del primer tiempo y se toma como un triunfo, aunque no lo es. Igual, ya estamos en Brasil y hay casi un año para corregir y eliminar los excesos de confianza que siempre nos matan, sólo que ayer tuvimos la suerte que algo pasó en el descanso y salieron a "matar o morir" en el Segundo tiempo. Supongo que la madrecita de más de un jugador tuvo que sentirse de caucho en el entre tiempo y no podía ser para menos: nadie en el país toleraría una derrota tan abultada en el Metropolitano y eso lo sabía muy bien Pékerman, que demostró porque es tan buen técnico y no por nada llevaba a Argentina a títulos mundiales en las juveniles.
NOTA: Espero que Pékerman no vuelva a convocar a Stephan Medina, ayer se volvió a comprobar que el muchacho aún no está para la selección; otra vez los nervios lo mataron en la cancha y por su costado fue que nacieron los ataques chilenos que nos pusieron a sufrir.
Vi los penales, tanto de Chile como los de Colombia, por FOX Sports (no vi el partido por el trabajo) y los argentinos del canal concluyeron que los tres fueron penales legítimos, así que no se puede decir que el arbitro se inventó o regaló penaltys a fulano o sutano.