Vae Victis
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Vae Victis
Campaña del 197
A Flaminio le quedaban a su espalda los beocios. Deseoso de atraerse a su bando a estas ciudades llama al rey Átalo a Elacia y atraviesa la Fócide; acampa a cinco millas de Tebas, capital de Beocia. Al día siguiente se dirige a la ciudad con los soldados de un solo manípulo acompañado por Átalo y varias delegaciones de los otros pueblos, dejando orden de que lo siguieran a distancia 2.000 hombres (los hastati de una de sus legiones). Le sale al encuentro Antífilo, strategos de los beocios el cual le acompaña a una asamblea reunida para entablar negociaciones.
Tras hablar todos los parcicipantes, excepto el rey Átalo que debido a su edad sufrió una parálisis parcial, todos los representantes de las ciudades de Beocia votaron a favor de una alianza con Roma.
Flaminio se queda en Tebas sólo el tiempo requerido por el inesperado achaque de Átalo; en cuanto se estima que la enfermedad no entrañaba un peligro inmediato para su vida lo deja para que se le prodigaran los cuidados necesarios y retorna a Elacia, de donde había partido.
Incorporados los beocios a la alianza, como ya lo hicieran anteriormente los aqueos, Flaminio aseguraba su espalda. Ahora sólo quedaba como único objetivo el rey Filipo.
A Flaminio le quedaban a su espalda los beocios. Deseoso de atraerse a su bando a estas ciudades llama al rey Átalo a Elacia y atraviesa la Fócide; acampa a cinco millas de Tebas, capital de Beocia. Al día siguiente se dirige a la ciudad con los soldados de un solo manípulo acompañado por Átalo y varias delegaciones de los otros pueblos, dejando orden de que lo siguieran a distancia 2.000 hombres (los hastati de una de sus legiones). Le sale al encuentro Antífilo, strategos de los beocios el cual le acompaña a una asamblea reunida para entablar negociaciones.
Tras hablar todos los parcicipantes, excepto el rey Átalo que debido a su edad sufrió una parálisis parcial, todos los representantes de las ciudades de Beocia votaron a favor de una alianza con Roma.
Flaminio se queda en Tebas sólo el tiempo requerido por el inesperado achaque de Átalo; en cuanto se estima que la enfermedad no entrañaba un peligro inmediato para su vida lo deja para que se le prodigaran los cuidados necesarios y retorna a Elacia, de donde había partido.
Incorporados los beocios a la alianza, como ya lo hicieran anteriormente los aqueos, Flaminio aseguraba su espalda. Ahora sólo quedaba como único objetivo el rey Filipo.
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Pasos previos a la Batalla de Cinoscéfalos
Filipo, una vez de vuelta los embajadores sin ninguna perspectiva de paz, a comienzos de la primavera decide hacer una leva en todas las ciudades de su reino en vista de la gran escasez de jóvenes. Durante su reinado era considerable el número de caídos tanto en los combates navales contra Átalo y los rodios como en los terrestres contra los romanos. De modo que moviliza jóvenes reclutas desde los dieciséis años y llama de nuevo a filas a algunos que habían cumplido el servicio de las armas. Así completa su ejército.
• Sobre el ejército de Filipo
Mirando por ahí los números que se manejan, en muchos lados se hace referencia a N.G.L. Hammond, "The Campaign and Battle of Cynoscephalae in 197 BC", in Journal of Hellenic Studies 108 (1988). Este texto es como la Atlántida, que muchos lo nombran pero no lo han visto y ni saben donde está. Acaban remitiendo a sitios tales como:
http://www.livius.org/ct-cz/cynoscephal ... halae.html
Por lo menos da un dato de dicho trabajo:
"identifies the battlefield as a site between the small villages Zoodochos and Chalciades"
Para el caso que nos trae tampoco es que haga falta.
En otros lados dan como número de efectivos de Filipo 23.500 infantes y 2.000 jinetes; otros lo redondean dando la cifra de 25.500. El número es correcto (en base al origen del mismo) pero no la fuente que se cita; en concreto remiten a Plutarco. Plutarco únicamente dice:
" (Flaminio) ... se encaminó al punto hacia la Tesalia para continuar la guerra contra Filipo, teniendo a sus órdenes sobre veintiséis mil hombres, para cuyo número habían dado los etolios seis mil infantes y cuatrocientos caballos. El ejército de Filipo, en el número, venía a ser casi igual "
A Polibio también se remiten muchos y poco hay ya que el libro XVIII está fragmentado.
Quien sí que especifica el número del ejército de Filipo es Tito Livio:
"...la falange de los macedonios se había mantenido entonces y siempre se mantendría invicta en terreno llano y en batalla regular. Constaba ésta de dieciséis mil hombres, lo más selecto de todas las tropas de su reino. Además estaban los dos mil caetrati, que ellos llaman peltastas, e igual número —dos mil en cada caso— de tracios e ilirios (el pueblo de los llamados trales), y unos mil quinientos auxiliares mercenarios y dos mil jinetes, mezcla de muchos pueblos. Con estas tropas esperaba el rey al enemigo." XXXIII, 4
[3] Macedonum vero phalangem et tunc stetisse et loco aequo iustaque pugna semper mansuram invictam. [4] decem et sex milia militum haec fuere, robur omne virium eius regni. ad hoc duo milia caetratorum, quos peltastas appellant, Thracumque et Illyriorum — [5] Trallis est nomen genti — par numerus, bina milia erant, et mixti ex pluribus gentibus mercede conducti auxiliares mille ferme et quingenti et duo milia equitum. cum iis copiis rex hostem opperiebatur
Y añade la comparación contraria que Plutarco:
"Los romanos tenían aproximadamente el mismo número de hombres, sólo lo rebasaban en aquel momento en los efectivos aportados por los etolios"
- Sobre el ejército de Flaminio ya hablaremos.
El ejército de Filipo (según Livio, claro):
Falange macedonia - 16.000
Peltastas - 2.000
Tracios - 2.000
Ilirios (trales) - 2.000
Auxiliares mercenarios - 1.500
Caballería - 2.000
Total:
23.500 infantes y 2.000 jinetes
Filipo, una vez de vuelta los embajadores sin ninguna perspectiva de paz, a comienzos de la primavera decide hacer una leva en todas las ciudades de su reino en vista de la gran escasez de jóvenes. Durante su reinado era considerable el número de caídos tanto en los combates navales contra Átalo y los rodios como en los terrestres contra los romanos. De modo que moviliza jóvenes reclutas desde los dieciséis años y llama de nuevo a filas a algunos que habían cumplido el servicio de las armas. Así completa su ejército.
• Sobre el ejército de Filipo
Mirando por ahí los números que se manejan, en muchos lados se hace referencia a N.G.L. Hammond, "The Campaign and Battle of Cynoscephalae in 197 BC", in Journal of Hellenic Studies 108 (1988). Este texto es como la Atlántida, que muchos lo nombran pero no lo han visto y ni saben donde está. Acaban remitiendo a sitios tales como:
http://www.livius.org/ct-cz/cynoscephal ... halae.html
Por lo menos da un dato de dicho trabajo:
"identifies the battlefield as a site between the small villages Zoodochos and Chalciades"
Para el caso que nos trae tampoco es que haga falta.
En otros lados dan como número de efectivos de Filipo 23.500 infantes y 2.000 jinetes; otros lo redondean dando la cifra de 25.500. El número es correcto (en base al origen del mismo) pero no la fuente que se cita; en concreto remiten a Plutarco. Plutarco únicamente dice:
" (Flaminio) ... se encaminó al punto hacia la Tesalia para continuar la guerra contra Filipo, teniendo a sus órdenes sobre veintiséis mil hombres, para cuyo número habían dado los etolios seis mil infantes y cuatrocientos caballos. El ejército de Filipo, en el número, venía a ser casi igual "
A Polibio también se remiten muchos y poco hay ya que el libro XVIII está fragmentado.
Quien sí que especifica el número del ejército de Filipo es Tito Livio:
"...la falange de los macedonios se había mantenido entonces y siempre se mantendría invicta en terreno llano y en batalla regular. Constaba ésta de dieciséis mil hombres, lo más selecto de todas las tropas de su reino. Además estaban los dos mil caetrati, que ellos llaman peltastas, e igual número —dos mil en cada caso— de tracios e ilirios (el pueblo de los llamados trales), y unos mil quinientos auxiliares mercenarios y dos mil jinetes, mezcla de muchos pueblos. Con estas tropas esperaba el rey al enemigo." XXXIII, 4
[3] Macedonum vero phalangem et tunc stetisse et loco aequo iustaque pugna semper mansuram invictam. [4] decem et sex milia militum haec fuere, robur omne virium eius regni. ad hoc duo milia caetratorum, quos peltastas appellant, Thracumque et Illyriorum — [5] Trallis est nomen genti — par numerus, bina milia erant, et mixti ex pluribus gentibus mercede conducti auxiliares mille ferme et quingenti et duo milia equitum. cum iis copiis rex hostem opperiebatur
Y añade la comparación contraria que Plutarco:
"Los romanos tenían aproximadamente el mismo número de hombres, sólo lo rebasaban en aquel momento en los efectivos aportados por los etolios"
- Sobre el ejército de Flaminio ya hablaremos.
El ejército de Filipo (según Livio, claro):
Falange macedonia - 16.000
Peltastas - 2.000
Tracios - 2.000
Ilirios (trales) - 2.000
Auxiliares mercenarios - 1.500
Caballería - 2.000
Total:
23.500 infantes y 2.000 jinetes
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disculpa el inciso ¿es cierto que en ese momento los griegos aun usaban las tacticas de la epoca de alejandro? ¿formaciones y demas?
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Estimado Arkangelnllamas, sabía que por algún lado iba a salir Alejandro; del cual no trata el tema, todo sea dicho.
No me voy a adelantar pues iba a poner la descripción de la falange en su momento. Un post más, que estaba haciendo ahora los rallajos al mapa, hasta que se acerquen los dos ejércitos y lo comento. También pondré algún que otro texto de las fuentes pero sin añadir nada.
Sigo la tónica llevada hasta ahora; digo lo que hay (vamos, lo que yo sepa que hay y encuentre) y que cada uno saque sus conclusiones.
PD: También comentaré la localización de la batalla que sale en el texto que parece la Atlántida de N.G.L. Hammond; que por cierto no me cuadra, se desvía un poco al oeste.
Un saludo.
No me voy a adelantar pues iba a poner la descripción de la falange en su momento. Un post más, que estaba haciendo ahora los rallajos al mapa, hasta que se acerquen los dos ejércitos y lo comento. También pondré algún que otro texto de las fuentes pero sin añadir nada.
Sigo la tónica llevada hasta ahora; digo lo que hay (vamos, lo que yo sepa que hay y encuentre) y que cada uno saque sus conclusiones.
PD: También comentaré la localización de la batalla que sale en el texto que parece la Atlántida de N.G.L. Hammond; que por cierto no me cuadra, se desvía un poco al oeste.
Un saludo.
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Flaminio sale de Elacia y llega a las Termópilas atravesando Tronio y Escarfea. Se detiene a la espera de la celebración de la asamblea etolia convocada en Heraclea para debatir el número de tropas auxiliares con que colaborarían con los romanos en la guerra. Conocida la decisión tomada, avanza hacia Xinias; al tercer día acampa en la frontera entre los enianes y los tesalios, a la espera de los refuerzos etolios. Estos no se hacen esperar; capitaneados por un tal Feneas llegan 6.000 infantes y 400 jinetes.
Flaminio levanta el campamento y entra en la Ftiótide en donde se le unen 500 gortinios de Creta comandados por Cidante y 300 apoloniatas. Poco después llega Aminandro con 1.200 atamanes de infantería.
Los romanos se acercan a Tebas Ftiotide con la esperanza de que la plaza se entregue. Tras una salida por sorpresa desde la ciudad que desencadena un pequeño combate, Flaminio desestima un asedio sabedor de que Filipo se encontraba ya en Tesalia. Se dirige hacia Feras y hace un alto a unas seis millas de la ciudad, enviando patrullas de reconocimiento para buscar a los macedonios.
Filipo se hallaba en las cercanías de Larisa, e informado de la proximidad del romano, encamina su marcha hacia el ejército enemigo y acampa a cuatro millas de Feras.
Al día siguiente salen tropas ligeras de uno y otro campamento para tomar las colinas que dominan la ciudad.
Flaminio levanta el campamento y entra en la Ftiótide en donde se le unen 500 gortinios de Creta comandados por Cidante y 300 apoloniatas. Poco después llega Aminandro con 1.200 atamanes de infantería.
Los romanos se acercan a Tebas Ftiotide con la esperanza de que la plaza se entregue. Tras una salida por sorpresa desde la ciudad que desencadena un pequeño combate, Flaminio desestima un asedio sabedor de que Filipo se encontraba ya en Tesalia. Se dirige hacia Feras y hace un alto a unas seis millas de la ciudad, enviando patrullas de reconocimiento para buscar a los macedonios.
Filipo se hallaba en las cercanías de Larisa, e informado de la proximidad del romano, encamina su marcha hacia el ejército enemigo y acampa a cuatro millas de Feras.
Al día siguiente salen tropas ligeras de uno y otro campamento para tomar las colinas que dominan la ciudad.
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Arkangelnllamas escribió:disculpa el inciso ¿es cierto que en ese momento los griegos aun usaban las tacticas de la epoca de alejandro? ¿formaciones y demas?
Como voy a usar una ilustración de Peter Connolly, aprovechando, el autor nos dice:
Composición de la falange
Se ha conservado un manual de instrucción macedónico de Asclepiodotus (siglo I aC.) que, aunque tardío, no contradice en nada el relato de Polibio
Aquí dejo el manual:
http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/R ... /home.html
Sobre el relato de Polibio:
"Teniendo, como tiene, la falange sus características propias y su potencia, es fácil entender (para ello hay muchos argumentos) que nadie puede resistir su ataque frontal ni su arremetida. Cuando su formación se aprieta para entrar en liza, cada hombre con sus armas ocupa un espacio de tres pies de ancho; la longitud de las picas, según su diseño primitivo, fue de dieciséis codos, pero, adaptada a las necesidades actuales, es de catorce, de los cuales hay que descontar la distancia entre las dos manos del que la empuña y la longitud de la parte propiamente llevada detrás, que sirve para tenerla abatida, cuatro codos en total. Es evidente, pues, que se alarga diez codos por delante del cuerpo de cada hoplita cuando éste va contra el enemigo y la aferra con ambas manos. El resultado es que las picas de la hilera segunda, tercera y cuarta sobresalen más, y las de la quinta, dos codos por delante de los hombres de la primera fila. Y la falange no pierde sus características en lo referente a su longitud y a su espesor, según demuestra Homero en lo que sigue:
Juntó casco con casco, escudo con escudo, hombre con hombre
y los penachos brillantes de los cascos, de crin de caballo,
se unían al agacharse: tan apretados se colocaron
cosa dicha con tanta belleza como verdad, ya que es evidente que las picas se adelantarán a los hombres, de primera fila cinco codos, pues en longitud distan dos una de otra. De ahí se puede ver fácilmente la potencia de ataque, la fuerza que, naturalmente, tiene la falange a dieciséis hileras de profundidad. Los que están detrás de la quinta hilera no pueden intervenir directamente en la embestida, por lo que no levantan las picas contra el adversario: las llevan sobre los hombros para asegurar por arriba el conjunto de la formación; las picas, compactas, defienden de aquellos proyectiles que vienen lanzados por encima de los combatientes y que pueden caer en las filas delanteras o en los que las siguen inmediatamente. Y éstos, por la presión de sus cuerpos en la arremetida empujan violentamente a los precedentes y hacen duro su ataque; resulta imposible que los de las primeras filas den la media vuelta.
Ésta es, en su conjunto y en sus partes, la disposición de la falange" XVIII, 29 - 30
Connolly, resumiendo nos dice que la falange ideal consta de 64 batallones. Cada batallón (syntagma) se compone de 256 hombres. Treinta y dos batallones forman un ala (keras). Dos alas una falange. Esto es 16.384 hombres.
"Constaba ésta de dieciséis mil hombres, lo más selecto de todas las tropas de su reino" Liv. XXXIII, 4
¿es cierto que en ese momento los griegos aun usaban las tacticas de la epoca de alejandro? ¿formaciones y demas?
Por lo que respecta a la falange parece que sí. Pero una cosa es comparar las tácticas de la época con los ejércitos y efectivos de Alejandro y Filipo. ¿Son los mismos?, no. Me explico.
Aquí vemos una lámina:
http://commons.wikimedia.org/wiki/File: ... edonia.svg
Recordemos:
El ejército de Filipo (según Livio, claro):
Falange macedonia - 16.000
Peltastas - 2.000
Tracios - 2.000
Ilirios (trales) - 2.000
Auxiliares mercenarios - 1.500
Caballería - 2.000
Las tácticas básicamente pueden ser las mismas pero ¿tiene Filipo tropas para formar como en la lámina de arriba?. ¿Cambia la táctica en función del número de tropas?.
¡ Ojo !, hablamos de este momento en particular. Si Filipo hubiera tenido más tropas, las hubiera puesto, que todo este tiempo de guerra le ha pasado factura (los romanos hubieran tomado otras medidas, claro está).
La IIª Guerra Macedónica no es:
"Se declara la guerra a Filipo y se le derrota en la Batalla de Cinoscéfalos"
- Filipo ha perdido muchos hombres en las campañas terrestres y navales y, como no, los aliados que han cambiado de bando. Roma tiene otros frentes muy importantes abiertos en otros lados y está haciendo la guerra en Grecia a medida de como se van desarrollando los hechos. La guerra no es la Batalla de Cinoscéfalos; Zama no fue la IIª Guerra Púnica al igual que no lo fueron Trebia,Trasimeno y Cannas.
No se si me he explicado bien.
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Vae Victis
Valerio escribió:No se si me he explicado bien.
pues habiendo dicho anteriormente que tuvo que hacer levas de gente salida de edad por la falta de hombres debido al desgaste de la guerra mas que bien claro
gracias por la respuesta y a esperar la batalla
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Vae Victis
• Sobre el ejército de Flaminio
Quitando alguna cosa, poco hay que añadir sobre el ejército romano que no se haya dicho ya.
Plutarco da un número de 26.000 hombres y lo iguala al de Filipo. Livio hace la comparación contraria, le da a Filipo 23.500 infantes y 2.000 jinetes y lo iguala al de Flaminio, el cual excede por el número de etolios.
Partiendo desde el principio, la guerra se le encomienda a Publio Sulpicio Galba, el cual alista un ejército consular de dos legiones pudiendo escoger de entre los veteranos de la guerra en Sicilia y África. La legión estándar que nos describe Polibio consta de 4.200 infantes y 300 jinetes más un número similar de aliados de infantería y el triple de caballería.
Pero tampoco se puede seguir una regla matemática pues en la campaña de Publio Sulpicio Galba ya encontramos:
"Los cónsules entregarían a los pretores Lucio Furio Purpurión y Quinto Minucio Rufo cinco mil aliados latinos a cada uno de ellos, tropas con las que controlarían uno la provincia de la Galia y el otro la del Brucio".
Liv. XXXI, 8
Sulpicio Galba deja 5.000 aliados latinos antes de partir hacia Grecia. Se mencionó también que llega a alinear unos elefantes de los capturados durante la guerra contra Cartago.
Publio Vilio Tápulo se encarga del ejército de Publio Sulpicio Galba. Al llegar a Grecia se encuentra con una sedición militar en la que estaban implicados 2.000 soldados veteranos. Presenta la petición de licenciamiento al senado y se le concede.
Cuando Flaminio se hace cargo de la guerra el senado le otorga un refuerzo de 3.000 romanos de infantería y 300 de caballería, así como 5.000 aliados latinos de infantería y 500 de caballería. Más que refuerzo, estas tropas cubren el licenciamiento de los veteranos y completan las tropas aliadas dejadas por Sulpicio Galba al inicio de la campaña.
Cuando a Flaminio se le prorroga el mando le es aprobado un suplemento de 6.000 soldados de infantería y 300 de caballería (¿romanos o latinos?). Uno de los datos que faltaban es que el año anterior:
"Durante aquel mismo verano le llegaron al ejército que se hallaba en Grecia doscientos jinetes, diez elefantes y doscientos mil modios de trigo enviados por el rey Masinisa". XXXII, 27
Los últimos datos:
Etolios - 6.000 infantes y 400 jinetes
Cretenses - 500
Apoloniatas - 300
Atamanes - 1.200
- Los datos que no nos dan las fuentes son los licenciamientos y las tropas que Flaminio le pudiera haber prestado a su hermano el año anterior para el asedio de las ciudades portuarias.
Aquí ya cada uno saca sus cuentas. Podemos encontrar la que se basa en la legión polibiana:
Romans had 8,400 of their own infantry and 10,000 Italian allies; 4,000 phalangites and 2,000 peltasts from the Aetolian league; a total of some 2,600 cavalry (including 400 Aetolian); and around 20 elephants
http://awr.home.sapo.pt/Battle%20of%20Cynocephalae.pdf
Otros cogen la frase de Livio al pie de la letra y como dice que Filipo tiene 23.500 infantes y 2.000 jinetes, lo iguala al de Flaminio, el cual excede por el número de etolios, pues suman los efectivos etolios de 6.000 infantes y 400 jinetes superando los 30.000 infantes.
Fuera como fuese, ambos ejércitos tendrían un número similar de efectivos, siendo el romano un poco mayor por el número de etolios y al que habría que sumarle los elefantes que llevó Sulpicio más los 10 que envió Masinisa (ya vemos que lo redondean: around 20 elephants).
En la batalla se verá el número que combate.
Quitando alguna cosa, poco hay que añadir sobre el ejército romano que no se haya dicho ya.
Plutarco da un número de 26.000 hombres y lo iguala al de Filipo. Livio hace la comparación contraria, le da a Filipo 23.500 infantes y 2.000 jinetes y lo iguala al de Flaminio, el cual excede por el número de etolios.
Partiendo desde el principio, la guerra se le encomienda a Publio Sulpicio Galba, el cual alista un ejército consular de dos legiones pudiendo escoger de entre los veteranos de la guerra en Sicilia y África. La legión estándar que nos describe Polibio consta de 4.200 infantes y 300 jinetes más un número similar de aliados de infantería y el triple de caballería.
Pero tampoco se puede seguir una regla matemática pues en la campaña de Publio Sulpicio Galba ya encontramos:
"Los cónsules entregarían a los pretores Lucio Furio Purpurión y Quinto Minucio Rufo cinco mil aliados latinos a cada uno de ellos, tropas con las que controlarían uno la provincia de la Galia y el otro la del Brucio".
Liv. XXXI, 8
Sulpicio Galba deja 5.000 aliados latinos antes de partir hacia Grecia. Se mencionó también que llega a alinear unos elefantes de los capturados durante la guerra contra Cartago.
Publio Vilio Tápulo se encarga del ejército de Publio Sulpicio Galba. Al llegar a Grecia se encuentra con una sedición militar en la que estaban implicados 2.000 soldados veteranos. Presenta la petición de licenciamiento al senado y se le concede.
Cuando Flaminio se hace cargo de la guerra el senado le otorga un refuerzo de 3.000 romanos de infantería y 300 de caballería, así como 5.000 aliados latinos de infantería y 500 de caballería. Más que refuerzo, estas tropas cubren el licenciamiento de los veteranos y completan las tropas aliadas dejadas por Sulpicio Galba al inicio de la campaña.
Cuando a Flaminio se le prorroga el mando le es aprobado un suplemento de 6.000 soldados de infantería y 300 de caballería (¿romanos o latinos?). Uno de los datos que faltaban es que el año anterior:
"Durante aquel mismo verano le llegaron al ejército que se hallaba en Grecia doscientos jinetes, diez elefantes y doscientos mil modios de trigo enviados por el rey Masinisa". XXXII, 27
Los últimos datos:
Etolios - 6.000 infantes y 400 jinetes
Cretenses - 500
Apoloniatas - 300
Atamanes - 1.200
- Los datos que no nos dan las fuentes son los licenciamientos y las tropas que Flaminio le pudiera haber prestado a su hermano el año anterior para el asedio de las ciudades portuarias.
Aquí ya cada uno saca sus cuentas. Podemos encontrar la que se basa en la legión polibiana:
Romans had 8,400 of their own infantry and 10,000 Italian allies; 4,000 phalangites and 2,000 peltasts from the Aetolian league; a total of some 2,600 cavalry (including 400 Aetolian); and around 20 elephants
http://awr.home.sapo.pt/Battle%20of%20Cynocephalae.pdf
Otros cogen la frase de Livio al pie de la letra y como dice que Filipo tiene 23.500 infantes y 2.000 jinetes, lo iguala al de Flaminio, el cual excede por el número de etolios, pues suman los efectivos etolios de 6.000 infantes y 400 jinetes superando los 30.000 infantes.
Fuera como fuese, ambos ejércitos tendrían un número similar de efectivos, siendo el romano un poco mayor por el número de etolios y al que habría que sumarle los elefantes que llevó Sulpicio más los 10 que envió Masinisa (ya vemos que lo redondean: around 20 elephants).
En la batalla se verá el número que combate.
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Movimientos previos a la Batalla de Cinoscéfalos
Flaminio traslada su campamento desde Tebas Ftiotide y hace un alto a seis millas de Feras; desde allí envía patrullas de reconocimiento para averiguar en que lugar se encontraba Filipo.
El rey, informado de que el romano está en las cercanías de Feras, parte desde Larisa y acampa a cuatro millas de la ciudad.
Al día siguiente salen tropas ligeras de uno y otro campamento para tomar las elevaciones cercanas; cuando están a la misma distancia de la cima que debían ocupar, se avistan mutuamente. Se detienen y envían mensajeros de vuelta a los campamentos para preguntar como debían proceder. Ambos destacamentos reciben orden de retirarse sin entablar combate.
Al siguiente día, los dos comandantes envían cerca de 300 hombres (jinetes e infantería ligera); entre los suyos, Flaminio incluye dos escuadrones de etolios conocedores de la zona. Se produce un encuentro y se entabla combate cerca de Feras, en la ruta que conduce a Larisa. Los etolios, al mando de un tal Eupólemo •, forman en vanguardia; al unírseles los aliados latinos, los macedonios se ven en una situación comprometida. La escaramuza se prolonga durante bastante tiempo hasta que al final los combatientes se repliegan a sus campamentos. Durante el desarrollo de esta acción constituyeron un serio obstáculo para unos y otros los numerosos árboles plantados en aquel terreno y los huertos separados por cercados. Consiguientemente, los dos generales toman la misma decisión, que no es otra que la de salir de aquella comarca.
Filipo pone rumbo hacia Escotusa con la esperanza de procurarse abastecimientos en esta ciudad a la vez que quería encontrar una posición adecuada a sus fuerzas. Flaminio, que sospecha de la intención del rey, mueve su ejército para adelantarse y arruinar las cosechas. Marchan durante todo el día sin llegar a avistarse entre ellos pues los separaba una serie ininterrumpida de colinas.
Los romanos acampan cerca de Eretria y Filipo a orillas del río Onquesto. En la jornada siguiente se ponen en marcha los ejércitos llegando los macedonios a una aldea llamada Melambio, en territorio de Escotusa; Flaminio lo hace en las cercanías de Tetideo, en tierras de Farsalia. Todavía cada bando ignoraba la posición del contrario.
Al tercer día cae una lluvia torrencial seguida de una niebla muy espesa, la cual mantiene a los romanos inactivos por temor a una emboscada. Filipo, que quería apresurar la marcha, da orden de ponerse en camino pero la niebla era tan densa que tras rebasar las colinas llamadas Cinoscéfalos acampa, habiendo dejado en las alturas un fuerte destacanento de infantería y caballería.
Marcha aproximada
• Este Eupólemo sería deportado a Roma en el año 170 como jefe de la facción etolia antirromana. No se descarta que llegara a conocer personalmente a Polibio y que le explicara el desarrollo o parte de la batalla (Polibio fue envíado a Roma como rehén en el 166).
- Nota: Cuando hablo de distancias en "millas" (que ya lo he hecho alguna vez que otra) me refiero a la Milla Romana, que equivale a unos 1.480 m.
Como curiosidad, cuando Flaminio hace un alto a seis millas de Feras está a 8.880 m. Polibio nos dice que lo hace a 50 estadios; un estadio en tiempos de Polibio equivalía a unos 177,6 m, luego tendríamos que 50 estadios corresponden a 8.880 m.
Flaminio traslada su campamento desde Tebas Ftiotide y hace un alto a seis millas de Feras; desde allí envía patrullas de reconocimiento para averiguar en que lugar se encontraba Filipo.
El rey, informado de que el romano está en las cercanías de Feras, parte desde Larisa y acampa a cuatro millas de la ciudad.
Al día siguiente salen tropas ligeras de uno y otro campamento para tomar las elevaciones cercanas; cuando están a la misma distancia de la cima que debían ocupar, se avistan mutuamente. Se detienen y envían mensajeros de vuelta a los campamentos para preguntar como debían proceder. Ambos destacamentos reciben orden de retirarse sin entablar combate.
Al siguiente día, los dos comandantes envían cerca de 300 hombres (jinetes e infantería ligera); entre los suyos, Flaminio incluye dos escuadrones de etolios conocedores de la zona. Se produce un encuentro y se entabla combate cerca de Feras, en la ruta que conduce a Larisa. Los etolios, al mando de un tal Eupólemo •, forman en vanguardia; al unírseles los aliados latinos, los macedonios se ven en una situación comprometida. La escaramuza se prolonga durante bastante tiempo hasta que al final los combatientes se repliegan a sus campamentos. Durante el desarrollo de esta acción constituyeron un serio obstáculo para unos y otros los numerosos árboles plantados en aquel terreno y los huertos separados por cercados. Consiguientemente, los dos generales toman la misma decisión, que no es otra que la de salir de aquella comarca.
Filipo pone rumbo hacia Escotusa con la esperanza de procurarse abastecimientos en esta ciudad a la vez que quería encontrar una posición adecuada a sus fuerzas. Flaminio, que sospecha de la intención del rey, mueve su ejército para adelantarse y arruinar las cosechas. Marchan durante todo el día sin llegar a avistarse entre ellos pues los separaba una serie ininterrumpida de colinas.
Los romanos acampan cerca de Eretria y Filipo a orillas del río Onquesto. En la jornada siguiente se ponen en marcha los ejércitos llegando los macedonios a una aldea llamada Melambio, en territorio de Escotusa; Flaminio lo hace en las cercanías de Tetideo, en tierras de Farsalia. Todavía cada bando ignoraba la posición del contrario.
Al tercer día cae una lluvia torrencial seguida de una niebla muy espesa, la cual mantiene a los romanos inactivos por temor a una emboscada. Filipo, que quería apresurar la marcha, da orden de ponerse en camino pero la niebla era tan densa que tras rebasar las colinas llamadas Cinoscéfalos acampa, habiendo dejado en las alturas un fuerte destacanento de infantería y caballería.
Marcha aproximada
• Este Eupólemo sería deportado a Roma en el año 170 como jefe de la facción etolia antirromana. No se descarta que llegara a conocer personalmente a Polibio y que le explicara el desarrollo o parte de la batalla (Polibio fue envíado a Roma como rehén en el 166).
- Nota: Cuando hablo de distancias en "millas" (que ya lo he hecho alguna vez que otra) me refiero a la Milla Romana, que equivale a unos 1.480 m.
Como curiosidad, cuando Flaminio hace un alto a seis millas de Feras está a 8.880 m. Polibio nos dice que lo hace a 50 estadios; un estadio en tiempos de Polibio equivalía a unos 177,6 m, luego tendríamos que 50 estadios corresponden a 8.880 m.
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Lugar de la batalla
N.G.L. Hammond, "The Campaign and Battle of Cynoscephalae in 197 BC", in Journal of Hellenic Studies 108 (1988), sitúa la batalla entre las localidades de Zoodochos y Chalciades:
Esa zona corresponde a la B:
Lo que es propiamente Cinoscéfalos son las elevaciones del círculo A
Se puede encontrar el desarrollo del combate en los dos lados.
He tomado capturas de pantalla de satélite pero la zona entre Zoodochos y Chalciades se ve muy erosionada y con elevaciones muy ligeras. En Cinoscéfalos si que se aprecia:
En Google Maps se copia y pega esto: "Cynoscephalae, Nikea, Larisa, Grecia" y, el que tenga la opción Earth, lo puede ir viendo rotando la vista.
N.G.L. Hammond, "The Campaign and Battle of Cynoscephalae in 197 BC", in Journal of Hellenic Studies 108 (1988), sitúa la batalla entre las localidades de Zoodochos y Chalciades:
Esa zona corresponde a la B:
Lo que es propiamente Cinoscéfalos son las elevaciones del círculo A
Se puede encontrar el desarrollo del combate en los dos lados.
He tomado capturas de pantalla de satélite pero la zona entre Zoodochos y Chalciades se ve muy erosionada y con elevaciones muy ligeras. En Cinoscéfalos si que se aprecia:
En Google Maps se copia y pega esto: "Cynoscephalae, Nikea, Larisa, Grecia" y, el que tenga la opción Earth, lo puede ir viendo rotando la vista.
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Batalla de Cinoscéfalos
Flaminio permanece acampado junto a Tetideo; preocupado porque desconocía la situación del ejército macedonio envía 10 escuadrones de caballería (decem turmas - 300 jinetes) y unos 1.000 hombres de infantería ligera para averiguar donde se encontraba el enemigo, advirtiéndoles que estuvieran atentos a las emboscadas que la niebla podía propiciar incluso en parajes abiertos. Éstos avanzan en dirección a las cimas; en un principio pasan desapercibidos a los macedonios que las ocupaban pero luego los dos destacamentos comienzan a tantearse.
Se enzarzan en una refriega unos pocos que se adelantan a la carrera; luego, al sumarse más hombres para apoyar a los que eran rechazados, la pelea se amplía. Los romanos, claramente inferiores, se encuentran en una mala situación y envían un mensajero tras otro para informar a Flaminio del aprieto en el que se encuentran.
Flaminio ordena llamar a los etolios de Arquidamo y de Eupólemo y a dos de sus tribunos •, y les manda con 500 jinetes y 2.000 soldados de infantería ligera. Este contingente reequilibra el combate y ahora son los macedonios los que se encuentran en apuros. Viéndose superados, se repliegan hacia las cimas y piden ayuda al rey.
Filipo, que lo último que esperaba era un combate debido a la niebla que se había extendido ese día, había mandado a forrajear a buena parte de sus hombres. Queda algún tiempo desconcertado sin saber qué decisión tomar. Luego, como los mensajeros insistían y la niebla había dejado al descubierto las cimas, logra atisbar a sus hombres agrupados en la elevación que más sobresalía entre el resto defendiéndose a duras penas gracias a la posición que mantenían. Avisa a Heraclides de Girtonio, que mandaba la caballería tesalia, a León, hiparco de los macedonios, y los envía, acompañados de Atenágoras y de todos los mercenarios, a excepción de los tracios.
Al llegar Atenágoras con las tropas auxiliares y la caballería macedonia y tesalia, la infantería ligera romana es desalojada de la colina, que se retira hacia la parte más llana del valle. La caballería etolia contiene la arremetida por lo que los romanos se detienen a corta distancia de la llanura y resuelven plantar cara.
• Polibio dice "dos centuriones"
Flaminio permanece acampado junto a Tetideo; preocupado porque desconocía la situación del ejército macedonio envía 10 escuadrones de caballería (decem turmas - 300 jinetes) y unos 1.000 hombres de infantería ligera para averiguar donde se encontraba el enemigo, advirtiéndoles que estuvieran atentos a las emboscadas que la niebla podía propiciar incluso en parajes abiertos. Éstos avanzan en dirección a las cimas; en un principio pasan desapercibidos a los macedonios que las ocupaban pero luego los dos destacamentos comienzan a tantearse.
Se enzarzan en una refriega unos pocos que se adelantan a la carrera; luego, al sumarse más hombres para apoyar a los que eran rechazados, la pelea se amplía. Los romanos, claramente inferiores, se encuentran en una mala situación y envían un mensajero tras otro para informar a Flaminio del aprieto en el que se encuentran.
Flaminio ordena llamar a los etolios de Arquidamo y de Eupólemo y a dos de sus tribunos •, y les manda con 500 jinetes y 2.000 soldados de infantería ligera. Este contingente reequilibra el combate y ahora son los macedonios los que se encuentran en apuros. Viéndose superados, se repliegan hacia las cimas y piden ayuda al rey.
Filipo, que lo último que esperaba era un combate debido a la niebla que se había extendido ese día, había mandado a forrajear a buena parte de sus hombres. Queda algún tiempo desconcertado sin saber qué decisión tomar. Luego, como los mensajeros insistían y la niebla había dejado al descubierto las cimas, logra atisbar a sus hombres agrupados en la elevación que más sobresalía entre el resto defendiéndose a duras penas gracias a la posición que mantenían. Avisa a Heraclides de Girtonio, que mandaba la caballería tesalia, a León, hiparco de los macedonios, y los envía, acompañados de Atenágoras y de todos los mercenarios, a excepción de los tracios.
Al llegar Atenágoras con las tropas auxiliares y la caballería macedonia y tesalia, la infantería ligera romana es desalojada de la colina, que se retira hacia la parte más llana del valle. La caballería etolia contiene la arremetida por lo que los romanos se detienen a corta distancia de la llanura y resuelven plantar cara.
• Polibio dice "dos centuriones"
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Flaminio ve que sus hombres ceden y que esto estaba infundiendo temor en sus tropas. Hace salir inmediatamente al ejército al completo y lo alinea al pie de las colinas, "empujado más por lo inevitable que por lo oportuno de la batalla".
Ordena que el ala derecha se quede donde está con los elefantes por delante de las enseñas y con la izquierda avanza frente al enemigo con todas las tropas ligeras.
El rey, desconociendo este movimiento, recibía a un mensajero tras otro de las fuerzas de cobertura que corrían hacia él y le gritaban:
« ¡Oh rey! El enemigo huye: no dejes pasar esta oportunidad. Los bárbaros no nos resisten, éste es tu día, ésta es tu ocasión.»
Aunque Filipo no está muy conforme con aquellos parajes, sin embargo se ve inducido a la batalla. Se daba perfecta cuenta de lo poco apropiado del lugar e, inicialmente, jamás se hubiera avenido a dar una batalla allí, pero entonces, estimulado por las esperanzas exageradas de aquellos mensajeros, manda salir a sus tropas de la empalizada.
Ordena que el ala derecha se quede donde está con los elefantes por delante de las enseñas y con la izquierda avanza frente al enemigo con todas las tropas ligeras.
El rey, desconociendo este movimiento, recibía a un mensajero tras otro de las fuerzas de cobertura que corrían hacia él y le gritaban:
« ¡Oh rey! El enemigo huye: no dejes pasar esta oportunidad. Los bárbaros no nos resisten, éste es tu día, ésta es tu ocasión.»
Aunque Filipo no está muy conforme con aquellos parajes, sin embargo se ve inducido a la batalla. Se daba perfecta cuenta de lo poco apropiado del lugar e, inicialmente, jamás se hubiera avenido a dar una batalla allí, pero entonces, estimulado por las esperanzas exageradas de aquellos mensajeros, manda salir a sus tropas de la empalizada.
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Filipo, en aquel mismo instante, al ver que la mayor parte de su propio ejército ya se había alineado delante de la empalizada, recoge personalmente a sus peltastas y guía la parte derecha de su falange, trepando enérgicamente por las colinas; Encarga a Nicanor, apodado «el elefante», el cuidado de que el resto del ejército les siga por el mismo sendero.
Cuando los primeros hombres alcanzan las cumbres los forma en línea hacia la izquierda y se adelanta a ocuparlas. Por las pocas armas y cadáveres de enemigos que yacen tendidos allí, piensa que ha tenido lugar un combate en aquella posición, que los romanos han sido desalojados de ella y que se estaba luchando cerca del campamento enemigo; se siente invadido por una viva alegría Comienza a organizar el ala derecha de su ejército cuando le llegan sus mercenarios, acosados duramente por los romanos; pasa unos momentos de confusión dudando si retirar sus tropas al campamento.
Como Flaminio se estaba acercando y los macedonios eran destrozados por la espalda y no tenían escapatoria si no acudía en su defensa, el rey se ve obligado a jugarse el todo por el todo, aunque la mayor parte de su falange estaba todavía en marcha, ascendiendo por las laderas de las lomas. Recoge a los que ya combatían y los sitúa a todos, infantes y jinetes, en el ala derecha. Ordena a los peltastas y a la falange duplicar su profundidad y apretarse hacia la derecha. Realizado lo cual, estando ya el enemigo al alcance de la mano, ordena a los soldados de la falange enristrar las picas y, a la infantería ligera, llegar al cuerpo a cuerpo. En aquel mismo momento, Flaminino recibe también en los espacios vacíos que dejaban sus manípulos a los de sus avanzadillas y carga contra el enemigo.
"El choque frontal de ambos bandos fue terrible, acompañado de un griterío ensordecedor, ya que en los dos ejércitos se entonó el grito de guerra y, desde fuera del combate, se animaba a los combatientes. Lo que ocurría era para dejar atónito y para inspirar horror. El ala derecha de Filipo se batió espléndidamente durante el encuentro, porque atacaba desde un lugar más alto. La gravedad de su formación le daba ventaja y su armamento se adaptaba más a aquel tipo de lucha. Por lo que tocaba al resto del ejército macedonio, los que seguían a las tropas ya entradas en combate estaban aún lejos del enemigo y el ala izquierda acababa de alcanzar las alturas y empezaba a aparecer por las cimas". Pol. XVIII, 25
Flaminino comprende que sus hombres no podrían contener la avalancha de la falange; su ala izquierda se veía forzada a retroceder, algunos de sus hombres habían muerto y el resto se retiraba en desorden. Su única esperanza de salvación radicaba en el ala derecha, por lo que se pone personalmente a su mando.
Cuando los primeros hombres alcanzan las cumbres los forma en línea hacia la izquierda y se adelanta a ocuparlas. Por las pocas armas y cadáveres de enemigos que yacen tendidos allí, piensa que ha tenido lugar un combate en aquella posición, que los romanos han sido desalojados de ella y que se estaba luchando cerca del campamento enemigo; se siente invadido por una viva alegría Comienza a organizar el ala derecha de su ejército cuando le llegan sus mercenarios, acosados duramente por los romanos; pasa unos momentos de confusión dudando si retirar sus tropas al campamento.
Como Flaminio se estaba acercando y los macedonios eran destrozados por la espalda y no tenían escapatoria si no acudía en su defensa, el rey se ve obligado a jugarse el todo por el todo, aunque la mayor parte de su falange estaba todavía en marcha, ascendiendo por las laderas de las lomas. Recoge a los que ya combatían y los sitúa a todos, infantes y jinetes, en el ala derecha. Ordena a los peltastas y a la falange duplicar su profundidad y apretarse hacia la derecha. Realizado lo cual, estando ya el enemigo al alcance de la mano, ordena a los soldados de la falange enristrar las picas y, a la infantería ligera, llegar al cuerpo a cuerpo. En aquel mismo momento, Flaminino recibe también en los espacios vacíos que dejaban sus manípulos a los de sus avanzadillas y carga contra el enemigo.
"El choque frontal de ambos bandos fue terrible, acompañado de un griterío ensordecedor, ya que en los dos ejércitos se entonó el grito de guerra y, desde fuera del combate, se animaba a los combatientes. Lo que ocurría era para dejar atónito y para inspirar horror. El ala derecha de Filipo se batió espléndidamente durante el encuentro, porque atacaba desde un lugar más alto. La gravedad de su formación le daba ventaja y su armamento se adaptaba más a aquel tipo de lucha. Por lo que tocaba al resto del ejército macedonio, los que seguían a las tropas ya entradas en combate estaban aún lejos del enemigo y el ala izquierda acababa de alcanzar las alturas y empezaba a aparecer por las cimas". Pol. XVIII, 25
Flaminino comprende que sus hombres no podrían contener la avalancha de la falange; su ala izquierda se veía forzada a retroceder, algunos de sus hombres habían muerto y el resto se retiraba en desorden. Su única esperanza de salvación radicaba en el ala derecha, por lo que se pone personalmente a su mando.
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Flaminio observa que, de los enemigos, los que seguían a los que habían entrado en combate resultaban inoperantes; unos bajaban contra él desde las cimas y otros se quedaban en las cumbres, por lo que emplaza delante de su formación a los elefantes y hace avanzar a los manípulos.
Los macedonios no podían concentrarse para adoptar la formación propia de la falange por las dificultades del lugar y porque los que estaban a continuación de los combatientes avanzaban en formación de marcha y no de combate. Flaminio, a pesar de que los suyos cedían terreno en el ala izquierda, lanza un ataque contra estas tropas desorganizadas. Los macedonios, nada más ver a los elefantes, dan la vuelta aterrados y emprenden la huida de inmediato.
Uno de los tribunos militares traza un plan al hilo de los acontecimientos. Al apercibirse de que Filipo con sus hombres se había adelantado mucho a los demás y de que ejercía una fuerte presión sobre el ala izquierda romana, deja el ala derecha, abandonando aquel sector de los suyos que estaban venciendo claramente, con los soldados de veinte manípulos da un breve rodeo, se dirige hacia los que todavía peleaban, se aproxima por detrás y ataca a los macedonios por la espalda.
Y, como la operación de la falange macedonia no le permite girar sobre sí misma ni entablar combates individuales, el tribuno en cuestión fue acosando y matando a los que tenía a su alcance, que no podían defenderse, hasta que al final también aquí los macedonios se ven obligados a tirar las armas y a emprender la huida.
El ala izquierda romana se rehace y ataca a su vez.
Filipo, acompañado de algunos jinetes y hombres de a pie, se retira del choque y contempla el conjunto. Se percata de que los romanos, en persecución de su ala izquierda, se aproximaban a las cimas, y reune el mayor número posible de tracios y macedonios y emprende la huida.
Flaminino persigue a los fugitivos; en los collados se encuentra que las formaciones macedonias acababan de ocupar las cimas. Primero se detiene, inseguro sobre lo que debía hacer, porque el enemigo se mantenía con las picas en alto, que es lo que acostumbran a hacer los macedonios cuando se rinden o se pasan al adversario. Cuando se percata de lo que ocurría, contiene a los que estaban con él, porque quería salvar a los vencidos. Ésta era la intención de Flaminino, pero algunos romanos de los que se habían adelantado asaltan a los macedonios desde un lugar eminente y les acometen, matando a la mayoría. Sólo unos pocos consiguieron salvarse tirando las armas.
La pelea, pues, cesa en todas partes con la victoria de los romanos.
Los romanos persiguen durante algún tiempo a los fugitivos, pero luego unos se dedican a desvalijar a los muertos, otros juntan a los prisioneros y la mayoría se lanza a saquear el campamento enemigo. Pero, en eso, se encuentran con que los etolios se les habían anticipado.
En esta batalla murieron unos 700 romanos; de los macedonios, en conjunto, perecieron unos 8.000 y cayeron prisioneros no menos de 5.000.
Los macedonios no podían concentrarse para adoptar la formación propia de la falange por las dificultades del lugar y porque los que estaban a continuación de los combatientes avanzaban en formación de marcha y no de combate. Flaminio, a pesar de que los suyos cedían terreno en el ala izquierda, lanza un ataque contra estas tropas desorganizadas. Los macedonios, nada más ver a los elefantes, dan la vuelta aterrados y emprenden la huida de inmediato.
Uno de los tribunos militares traza un plan al hilo de los acontecimientos. Al apercibirse de que Filipo con sus hombres se había adelantado mucho a los demás y de que ejercía una fuerte presión sobre el ala izquierda romana, deja el ala derecha, abandonando aquel sector de los suyos que estaban venciendo claramente, con los soldados de veinte manípulos da un breve rodeo, se dirige hacia los que todavía peleaban, se aproxima por detrás y ataca a los macedonios por la espalda.
Y, como la operación de la falange macedonia no le permite girar sobre sí misma ni entablar combates individuales, el tribuno en cuestión fue acosando y matando a los que tenía a su alcance, que no podían defenderse, hasta que al final también aquí los macedonios se ven obligados a tirar las armas y a emprender la huida.
El ala izquierda romana se rehace y ataca a su vez.
Filipo, acompañado de algunos jinetes y hombres de a pie, se retira del choque y contempla el conjunto. Se percata de que los romanos, en persecución de su ala izquierda, se aproximaban a las cimas, y reune el mayor número posible de tracios y macedonios y emprende la huida.
Flaminino persigue a los fugitivos; en los collados se encuentra que las formaciones macedonias acababan de ocupar las cimas. Primero se detiene, inseguro sobre lo que debía hacer, porque el enemigo se mantenía con las picas en alto, que es lo que acostumbran a hacer los macedonios cuando se rinden o se pasan al adversario. Cuando se percata de lo que ocurría, contiene a los que estaban con él, porque quería salvar a los vencidos. Ésta era la intención de Flaminino, pero algunos romanos de los que se habían adelantado asaltan a los macedonios desde un lugar eminente y les acometen, matando a la mayoría. Sólo unos pocos consiguieron salvarse tirando las armas.
La pelea, pues, cesa en todas partes con la victoria de los romanos.
Los romanos persiguen durante algún tiempo a los fugitivos, pero luego unos se dedican a desvalijar a los muertos, otros juntan a los prisioneros y la mayoría se lanza a saquear el campamento enemigo. Pero, en eso, se encuentran con que los etolios se les habían anticipado.
En esta batalla murieron unos 700 romanos; de los macedonios, en conjunto, perecieron unos 8.000 y cayeron prisioneros no menos de 5.000.
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