Luego de buscar esa información me quedé pensando. Leí completa la página 40. Luego la 41 y la 42. Luego leí completas las páginas 1, 2 y 3. Luego elegí al azar un par de páginas y las leí con placer.
Y saqué las siguientes deducciones: - Lo bien planteado y fundamentado que está todo el desarrollo de mi Tema. (Más allá de la parte de Ciencia Ficción de viajar en la máquina del tiempo y asumir el rol de Hitler). - Increíble que ya el año pasado discutíamos los mismos temas que estamos discutiendo ahora un año después. - Lo innovadoras, creativas, originales, inteligentes y hetrerodoxas medidas que tomé (y voy a seguir tomando) para revertir la catástrofe de Barbarroja. Todas medidas demostrables y posibles de llevar a la práctica.
Lamento haber perdido 10 meses del 2013, un poco deprimido, dudando en proseguir con el desarrollo de mi ucronía, dudando en mis conocimientos y perdiendo fe en la prosecución de mi What IF.
Lo bueno que aproveché esos 10 meses para leer mucho.
Yo seguiré avanzando, porque sigo sintiendo un infinito PLACER al participar en este prestigioso Foro, ya que aprendo mucho y a la vez me divierto con mi Hobbie favorito por excelencia: LA HISTORIA DE LA WWII.
Super Mario escribió: No exactamente. Si lees atentamente en esta misma página 77 con fecha 9 de diciembre escribí lo siguiente
Estimado Super Mario, si es precisamente por eso el motivo de mi pregunta. Lo de aplazar la solución final lo leí, es que si no lo hubieras escrito me hubiera callado; pero claro si tocas el tema luego queda el ¿y qué haces ahora?. Si dices que la aplazas y luego pones a trabajar a todos los burócratas que están de bulto, la pregunta iba a surgir.
Sinceramente creo que si hubieras obviado el asunto nadie hubiera puesto ninguna pega, por lo menos yo. Si entramos en un What If e intentas encajar el asunto, nunca nadie va a estar de acuerdo. Lo mejor sería dejarlo y no nombrarlo para nada. Pero claro, si por un lado lo aplazas y por el otro haces lo que has comentado con los burócratas y demás... como mínimo todos los judíos deberían ir de cabeza a campos de trabajo.
Personalmente pienso que esa es la solución; no tocar el tema ni para evitar la solución final, ni para nada de nada. No creo que nadie se queje.
Valerio escribió: Sinceramente creo que si hubieras obviado el asunto nadie hubiera puesto ninguna pega, por lo menos yo. Si entramos en un What If e intentas encajar el asunto, nunca nadie va a estar de acuerdo. Lo mejor sería dejarlo y no nombrarlo para nada. Pero claro, si por un lado lo aplazas y por el otro haces lo que has comentado con los burócratas y demás... como mínimo todos los judíos deberían ir de cabeza a campos de trabajo.
Tienes razón. Pero irían a trabajar bajo muchas mejores condiciones. Bajo mis sistema saldrían del Ghetto o de un campo de concentración para ir a vivir a barracas decentes en donde tendrían tres comidas, esparcimiento, centro de salud, sinagoga etc. Lo único negativo sería que estarían bajo un sistema carcelario y no trabajarían por su propia voluntad.
Valerio escribió: Personalmente pienso que esa es la solución; no tocar el tema ni para evitar la solución final, ni para nada de nada. No creo que nadie se queje.
Quedamos en que Yo voy a desmontar esa fenomenal burocracia creada por el propio Hitler, para destinar a esos burócratas a la producción de armamentos e inclusive para alistarlos en la Wehrmacht. Dije que los burócratas estatales entre 20 y 39 años iban a pasar a ser soldados para cubrir las pavorosas bajas en el Ostheer. Mientras que los que tengan más de 40 pasarían a las fábricas.
Los Jefes Regionales y partidarios del NSDAP pusieron el grito en el cielo, pero yo los acallé, fundamentando que a partir de ahora la máxima sería: OBREROS SÍ, BURÓCRATAS NO.
Ahora lo que yo les pedía al NSDAP era que colabore en el esfuerzo de guerra y que se dejen de lado privilegios y mezquindades.
Luego cambiaría de tema e inclusive haría echar de la sala a las autoridades del NSDAP que siguieran reclamando por mis medidas.
Sin dudar me dirigiría a los industriales y les diría: - Ahora deseo dirigirles la palabra a los industriales y fabricantes de armamentos y pertrechos de guerra: “Deseo ser claro, aunque suene drástico: EL ÉXITO O EL FRACASO DEPENDE DE USTEDES. Sin balas, cañones, tanques y aviones NO PUEDO GANAR LA GUERRA, por más valientes que sean los soldados alemanes y por innovadoras que sean nuestra modernas tácticas. Un ejército sin el apoyo de una industria poderosa, es como un automóvil sin motor. Y ustedes los industriales son EL MOTOR DE ESTA GUERRA.
Por eso deseo el máximo de esfuerzo. Dentro de 48 horas deberán presentar un plan para aumentar la producción de armamentos, día a día, mes a mes. Pretendo un 10% de aumento por mes, de tal manera de llegar al 100% para Julio de 1942. Para ello deberán explicitar en forma escrita dos aspectos: 1) Ahorro de costos y de tiempo a través de: Eliminación de pasos de fabricados, simplificación de procesos, eliminación de acabados que encarezcan o retrasen un producto y automatización para llevar la producción en serie. 2) Necesidades que cada fábrica tiene sobre materiales, insumos y mano de obra
Deberán entregar por escrito una carpeta con su plan detallado de adecuación para aumentar la producción y sus necesidades de materiales y mano de obra. Speer se encargará de proveerles dichos insumos y personal. Para ello deberán interactuar en forma conjunta y mancomunada con las demás fábricas y talleres que le brindan repuestos e insumos. Y a su vez esas fábricas deberán presentarle a Speer el mismo plan de adecuación, trabajando en forma dinámica e integradas con inteligencia y objetivos en común.
Pongo un ejemplo burdo: “La fábrica de tanques necesita X toneladas de acero, X cantidad de cojinetes, X cadenas, X ruedas, X cañones, X telémetros para las miras, X cantidad de motores y X ametralladoras. Pues deberá contactarse con los talleres e industrias que proveen esos repuestos para que no les falte stock y en forma continua les puedan proveer las 24 horas sin que se corte la producción. Pero a su vez la fábrica que les provee los motores deberá hacer lo mismo. Y la que les provee las cadenas o cojinetes o miras telescópicas lo mismo. De esa manera se va a formar una cadena armónica de eslabones que se van a ir uniendo unas con otras, manteniendo el flujo constante de materias primas, repuestos e insumos que acelere el proceso productivo. A eso hay que sumarle las maquinarias. Si la fábrica Henschell necesita 10 plegadoras, 20 tornos y 30 fresadoras, pues se le hará saber a Speer de la necesidad de esas máquionas y éste se las proveerá, sacando dichas máquinas de otras industrias civiles que serán desguasadas para ocuparlas en la fabricación de armamentos.
Y a eso hay que sumarle la tercer pata del proceso productivo: LOS OBREROS.
Si la fábrica Riementhall Borsig de Munich necesita 1.000 obreros para trabajar las 24 horas, pues se le hará el pedido a Speer, quien en cuestión de días se encargará de llevar esos obreros.
Ya expliqué de dónde saldrán los obreros. Pero esos obreros tienen un problema básico y elemental: - Deben estar capacitados.
Obreros que ya trabajen en otra fábrica y hagan trabajos similares serán los más óptimos. También en un primer momento se podrá contar con personal calificado. Pero dicho personal es escaso y va a llegar el momento en que se deberá capacitar a esos millones de nuevos obreros.
Yo dije que esos millones de obreros saldrán de mujeres, burócratas y obreros de las fábricas civiles. ¿Pero qué sabe un empleado público, una mujer que escribía a máquina, el cajero de un banco, un oficinista, un albañil que construía muros, una mujer que lavaba copas en un bar o un obrero que hacía jabones o velas sobre usar un torno para hacer un engranaje?.
- No sabe nada y habrá que capacitarlo.
¿Cómo se hará esa capacitación?: - Se la hará “Insitu”, sin detener el proceso productivo.
¿Qué quiere decir eso?. - Que los mismos obreros calificados de las fábricas que ya están funcionando van a capacitar a los nuevos obreros, pero sin dejar de trabajar.
Paso a explicarles: La fábrica Brüwnick de la ciudad de Setting hace cojinetes, levas y pistones para los motores. Posee 2.000 empleados que trabajan en dos turnos distribuidos en mil empleados por turno. De 6 a 14hs trabajan 1.000 empleados y de 14 a 22hs trabajan los otros mil. Dicha fábrica no tiene turno nocturno, por lo tanto necesita 1.000 empleados más. Pero a su vez dicha fábrica tiene capacidad como para ser ampliada de tal manera de poder recibir más máquinas que vienen de otras fábricas civiles que fueron cerradas. Aumentar su capacidad le va a permitir tener a su vez 500 empleados más por turno, lo que hace un total de 1.500 por turno. Es decir que aparte de los 1.000 empleados que necesita para el turno nocturno, necesita 1.500 empleados más para los 3 turnos. Es decir que necesita 2.500 empleados nuevos en total. (Aparte de los 2.000 obreros que ya están trabajando en esos dos turnos de 8 horas cada turno).
Dicha fábrica presenta una carpeta con un plan detallado de la cantidad de máquinas y empleados necesita para aumentar su producción.
Speer analiza la información de la carpeta y en base a lo requerido le envía las máquinas y los 2.500 empleados. Pero dichos empleados están formados por mujeres, burócratas, oficinistas y empleados de otras fábricas que la mayoría jamás tocó un torno o una fresadora.
¿Cómo se capacita a esas 2.500 personas? Pues la van a capacitar los mismísimos obreros calificados que ya están trabajando desde hace años en la fábrica sin dejar de trabajar.
Esas 2.500 personas se van a dividir en 2 grupos de 1.250, e irán a las fábricas y mientras trabajan los viejos obreros van capacitando a los aprendices. Les explicarán las técnicas, la forma de usar un torno, cómo cortar el metal, cómo fabricar una pieza o repuesto.
Durante un mes todos los días un obrero calificado le explicará al otro novato, le hará usar la máquina, lo corregirá, le marcará los errores, el enseñará los secretos y lo adiestrará en la técnica. Ni más ni menos lo mismo que hace un maestro con su pupilo. Luego de un mes de práctica, el novato se transformará en un obrero calificado.
Pero acá viene algo IMPORTANTE que me gustaría explicar: Durante ese mes en forma “excepcional” esos obreros van a trabajar en dos turnos de 12 horas, y no en 2 turnos de 8 horas como lo venía haciendo, desperdiciando el turno nocturno.
Es decir que gracias a ese sacrifico, durante ese mes la fábrica va a trabajar las 24 horas y va a matar dos pájaros de un tiro, a saber: 1) Va a pasar a trabajar 16 horas a trabajar las 24 horas. 2) Mientras trabaja va a capacitar a los nuevos obreros sin perder tiempo en el proceso productivo.
Una vez que se regule la situación y de un largo mes de capacitación, pues los nuevos obreros capacitados comenzarán a trabajar en los turnos nocturnos, mientras los viejos obreros van a volver a trabajar 8 horas.
Si esa fábrica presenta cuanto antes su carpeta con su plan de adecuación y necesidades, durante Octubre Speer ya les puede ir enviando las máquinas y reclutando a los obreros. Para Noviembre comenzaría la capacitación. Y para Diciembre dicha fábrica va a pasar de tener 2.000 empleados y 2 turnos, a tener 4.500 empleados en 3 turnos, con la ventaja que va a ser una fábrica más grande que la original, ya que va a recibir máquinas de otras fábricas civiles que fueron desmanteladas. Para enero de 1942 dicha fábrica va a estar produciendo el doble de lo que producía en Septiembre de 1941.
Y ese procedimiento se va a emplear con todas las fábricas, desde el Taller más modesto hasta el complejo industrial más grande.
Todos aplaudirán. Yo les diré: - Por eso es importante que comiencen cuanto antes con el plan de adecuación, simplificación de pasos y procesos, estandarización, eliminación de costos innecesarios y detalles de acabado, y fabricación en serie.
Deben entregar sus carpetas y planificaciones cuanto antes a Speer, de tal manera que para enero de 1942 todas las fábricas deben estar readecuadas.
La verdad que habrá 2 tipos de reacciones ante mis duras propuestas. 1) Por un lado las fábricas de armamentos se pondrán contentas ya que van a aumentar su facturación. 2) Pero por otro lado los dueños de fábricas civiles no estarán muy conformes, ya que su fábrica corre el riesgo de desaparecer y a cambio obtener un papel que será un bono indemnizatorio.
Pienso que esos fabricantes harán un fuerte lobby ante los Jefes Regionales y Gaultiers para evitar su desmembramiento. Y en ese sector voy a tener mucha resistencia (Más adelante explicaré cómo voy a vencer ese lobby).
Luego les diré: - Aquellas fábricas que no sepan bien cómo implementar la readecuación porque no entiende bien cómo estandarizar un producto o como llevar un proceso productivo artesanal a un sistema de producción en serie, justamente para eso también está el Ministerio de armamentos de Speer, quien va a contar con especialistas que van a orientar y explicar cómo mejorar la producción, disminuir costos y acelerar el proceso de fabricación.
Inclusive las industrias que implementen procesos exitosos pueden ser generadoras de conocimiento y manuales de “Know How”, ayudando a otras industrias gracias a ese conocimiento adquirido. Por eso es muy importante que esta red que se va a crear de interconexión entre las distintas fábricas que intervienen en el proceso productivo, desde el mineral de hierro que se extraé del fondo de la tierra, pasando por el bloque de acero que se genera en la acería, pasando por la creación de distintas piezas y pasando por todo el proceso de fabricación hasta llegar al producto terminado, debe tener un sistema de comunicación, diálogo, discusión y autocrítica que enriquezca y retroalimente el proceso productivo. TODA LA CADENA Y LOS ESLABONES DEL PROCESO PRODUCTIVO DEBEN ESTAR ATRAVESADA POR ESTE SISTEMA HORIZONTAL DE AYUDA MUTUA Y DE MEJORAS CONSTANTES DEL PROCESO INDUSTRIAL. No pueden ser islotes independientes, sino todo un sistema de archipiélagos interconectados en un sistema enriquecedor, armónico y dinámico, de constante progreso, aprendizaje y retroalimentación.
Todos asentirán asombrados de mis conocimientos sobre los pasos integrados de la cadena completa del proceso productivo.
Pero a continuación yo les diré algo que no les va a gustar mucho:
- Pero también deseo decirles a los industriales que ciertos privilegios y sistemas corruptos de prebendas se van a cortar en seco, POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS. El sistema de “Tanto Alzado” o de “Costo + Beneficio” serán eliminados. Y a partir de ahora el Ministerio de Speer hará un análisis del verdadero costo de cada producto, desde el despiece y hasta el producto terminado. Y encima a ese costo se le aplicará un descuento del 10%.
Muchos murmurarán, ofendidos. Yo proseguiré: - Las industrias de armamentos se han enriquecido durante todos estos años. Hoy día tienen los bolsillos llenos, mientras miles de soldados alemanes mueren todos los días en el frente. Mientras nuestros industriales se hacen ricos aplicando procesos productivos caros y lentos, los rusos implementan un sistema diametralmente opuesto: “Ellos destinan cada tornillo a la fabricación de armamentos sin esperar NI UN BENEFICIO ECONÓMICO A CAMBIO, MIENTRAS SUS OBREROS TRABAJAN 24 HORAS EN FORMA INCANSABLE EN UN ESFUERZO PATRIÓTICO”.
Pues yo le voy a pedir lo mismo a mis obreros e industriales: UN ESFUERZO PATRIÓTICO.
Un murmullo generalizado se levantará de las gradas. Yo proseguiré: - Hablé con los sindicatos y ellos también están dispuestos a que sus sueldos se reduzcan en un 10%.. Inclusive empleados privados y burócratas del NSDAP también va a hacer un aporte voluntario del 10%. Pero hay algo más importante que deseo destacar: TODOS LOS JERARCAS, MINISTROS, GAULTIERS, JEFES REGIONALES, AUTORIDADES Y SECRETARIOS DE ESTADO VAN A DONAR EL 50% DE SU SUELDO. Y TAMBIÉN MARISCALES Y GENERALES.
Varios aplaudirán. Yo les diré: - Por lo tanto, como podrán ver, todos los actores de la sociedad, trabajadores, pequeños burgueses, obreros, administrativos, industriales y hasta jerarcas, autoridades de gobierno y militares harán su aporte y su cuota de sacrificio. Ese sacrificio nos permitirá ahorrar dinero para destinar esos recursos a la fabricación de más armas.
Insisto que deseo ser drástico y categórico al respecto: SI NO TOMAMOS TODAS ESTAS DURAS PERO NECESARIAS MEDIDAS Y PONEMOS NUESTRO MEJOR ESFUERZO, NO PUEDO GARANTIZAR EL ÉXITO. Pero si lo hacemos y cada alemán pone lo mejor de si, LES GARANTIZO QUE TRIUNFAREMOS.
Todos aplaudirán ante mi arenga. Yo finalizaré: - Es AHORA O NUNCA. Ya hay que ponerse a trabajar, ni bien salgamos de esta sala. Para el primero de enero de 1942 todas las fábricas deben estar “readecuadas” y ALEMANIA DEBE SER OTRA NACIÓN, MUY DISTINTA A LA QUE TUVIMOS HASTA AHORA. Seremos una Nación que va a dedicar a partir de ahora todo su mejor esfuerzo y todos sus recursos en el esfuerzo de guerra.
Eso demandará un sacrificio, más que nada de la población civil, quien se verá muy afectada en su estilo de vida. Van a faltar muchos productos a partir de ahora para satisfacer la demanda civil. Lo que si prometo es que no va a faltar alimento ni momentos de esparcimiento. JURO POR MI VIDA Y HONOR QUE LA POBLACIÓN ALEMANA NO VA A SUFRIR LO QUE SUFRIÓ DURANTE LA PRIMER GUERRA MUNDIAL.
Un caluroso aplauso descenderá de las gradas. Yo proseguiré: -También juro que a los alemanes verán recompensados ese sacrificio con LA VICTORIA. Si no nos sacrificamos a partir de ahora y durante todo el año en 1942, el año 1943 va a ser terrible, con un giro brusco en los éxitos de la guerra. Las ciudades serán bombardeadas y muchos más soldados morirán en el frente, lo que conllevará mucho más dolor y sacrificio. [u]¿Qué preferimos, no poder conseguir combustible para nuestros autos o cambiar el juego de living o comprarnos un perfume o cambiar las vajillas a cambio del ÉXITO TRIUNFAL?. ¿O preferimos conservar nuestros privilegios a cambio de muerte, dolor y sangre alemana en una guerra de desgaste durante varios años?.
Yo no tengo dudas ante las respuesta a esas preguntas: SACRIFICIO AHORA PARA GOZAR DEL TRIUNFO MAÑANA.
Por eso es doblemente preferible sacrificar nuestro confort de vida durante un año y medio a cambio de saborear durante la eternidad las mieles de la VICTORIA.
Vítores y alaridos de admiración colmarán la Cancillería.
Antes de avanzar me gustaría una vez más apoyarme en Speer para fundamentar mis medidas y darles visos de realidad. Lo que estoy proponiendo no es imposible, SINO MUY REAL Y POSIBLE DE IMPLEMENTAR.
Si leemos a Speer a continuación, se darán cuenta de que era posible lo que Yo propongo hacer pero en 1941.
Escuchemos a Speer: “Basándome en el sistema de autorresponsabilización de la industria, propuse confiar en la gente en vez de desconfiar de ella, lo que nos permitiría reducir el número de oficinas administrativas y de inspección, en las que trabajaban casi tres millones de personas. Se discutieron planes para que los contribuyentes estimaran ellos mismos sus impuestos, por ejemplo estableciéndolos en un porcentaje fijo del salario. Dado que la guerra consumía mensualmente miles de millones de marcos, ¿qué importancia —argumentábamos Goebbels y yo— tenía que la falta de honradez de algunos individuos pudiera sustraer al Estado cien millones más o menos?
Aún causó más revuelo mi propuesta de equiparar la jornada laboral de todos los funcionarios a la de los trabajadores de la industria armamentista, con lo que unos 200.000 empleados de la administración podrían dedicarse a producir armamento. Además, pretendía liberar a otros cien mil reduciendo drásticamente el nivel de vida del as clases superiores. En aquellos días expuse con extraordinaria dureza, en una sesión de la Central de Planificación, las consecuencias de mis radicales iniciativas: "Hablando en plata, estas propuestas significan que mientras dure la guerra, y aunque dure mucho, vamos a proletarizarnos."
Los Jefes Regionales, las autoridades administrativas e inclusive la NSDAP pusieron el grito en el cielo y se negaron rotundamente a semejantes medidas. Traté de explicarles de que esas medidas eran necesarias, pero dijeron que iban a interceder ante Hitler. Les dije que yo contaba con todo el apoyo del Führer quien coincidía conmigo en la necesidad de promover todo tipo de sacrificios, porque sino la guerra estaba perdida, pero hicieron oídos sordos a mis fundamentaciones. En esa oportunidad creí que iba a salir ganador de esa puja de intereses, pero lamentablemente me equivoqué. Hitler por sobre todas las cosas era un “político de raza” y entendía más las razones demagógicas de los Jefes Regionales, que las “duras” medidas racionales que yo necesitaba imponer.
En ese momento no me di cuenta de que la guerra estaba perdida si dentro de la misma Alemania convivían dos visiones y dos formas distintas de hacer la guerra. Sin embargo en mi reclusión en Spandau tuve tiempo de reflexionar al respecto y entender que con las trabas y las intrigas de los Jefes Regionales, autoridades de la NSDAP e inclusive Bormann, era imposible que yo triunfe y que mis medidas permitan aumentar la producción de armamentos.
Mientras en la Rusia de Stalin o en la Inglaterra de Churchill toda la Nación empujaba el mismo carro y promovía todo tipo de sacrificios “sudor y lágrimas” sin poner palos en la rueda, en Alemania convivían distintos bandos que pujaban por intereses contrapuestos, lo que entorpecía el funcionamiento del carro y hacia que avance muy lentamente.
(IN-CRE-I-BLE. Cada vez estoy más convencido que revirtiendo esas medidas y tomando las draconianas medidas que Speer pretendía tomar y los Jefes Regionales no se lo dejaban, se puede revertir la guerra y derrotar a los rusos, obviamente con la ventaja del “diario de mañana”)
Con respecto a los millones de empleados y burócratas del NSDAP que se podían sumar a las fábricas, Speer nos dice:
“También en junio de 1943 transmití la intención de «transferir dos millones de alemanes que trabajaban en la administración y en puestos burocráticos improductivos a las empresas de producción de armamentos», pero tampoco logré imponerme. (JUNIO DE 1943, MIENTRAS QUE YO LA VOY A IMPLEMENTAR CON ÉXITO EN OCTUBRE DE 1941) Según USSBS, Effects of Strategic Bombing , que utiliza datos extraídos del «Balance de la economía de guerra del Departamento Nacional de Estadística alemán», el personal se distribuía de la forma siguiente: Mayo de 1943: Comercio, banca, seguros: 3.100.000 Administración: 2.800.000 Transporte: 2.300.000 Oficios: 3.400.000 Servicios sociales: 1.000.000 Servicio doméstico: 1.400.000 TOTAL: 14.000.000
Mayo de 1944: Comercio, banca, seguros: 2.900.000 (200.000 menos que un año antes) Administración: 2.800.000 (IGUAL que el año anterior)
Transporte: 2.300.000 (IGUAL que el año anterior) Oficios: 3.300.000 (100.000 menos que el año anterior) Servicios sociales: 900.000 (100.000 menos que el año anterior) Servicio doméstico: 1.400.000 TOTAL: 13.600.000
La disminución de 400.000 personas debe de corresponder en gran parte a vacantes por jubilación que no se cubrieron porque las nuevas generaciones habían sido incorporadas a las filas de la Wehrmacht. Así pues, después de intentar durante un año y medio que las fuerzas que no participaban directamente en la contienda fueran incorporadas a la producción de armamentos, no se consiguió nada. Si en 1943 hubiera podido contar aunque sea con un millón de empleados administrativos, la producción de armamentos en 1944 hubiera sido aún mayor, pero como siempre chocaba con los intereses de los Jefes Regionales o con las dubitaciones de Hitler
(INCREÍBLE. Pero yo en mi carácter de Führer, ya en 1941 (DOS AÑOS ANTES!!!) voy a autorizar que cuatro millones (el DOBLE de lo que pretendía Speer) de empleados públicos pasen a las fábricas de armamentos o a la Wehrmacht.)
Por lo tanto era perfectamente posible sumar esos millones de empleados públicos y burócratas ya sea a la Wehrmacht o a las fábricas de armamentos. TAN SÓLO ERA UNA DECISIÓN POLÍTICA.
Hitler no lo hizo porque le faltó coraje o decisión o una visión inteligente y estratégica. Yo voy a tener esa DECISIÓN SIN QUE ME TIEMBLE EL PULSO.
Aclaro que lo que le estoy pidiendo a los industriales no es un imposible: Es posible un plan de aumento de producción a implementar en no más de 30 días. Justamente estás grandes fábricas (Krupp, Mann, Henschel) deberían solicitarles a estos pequeños talleres los volúmenes de producción que necesitan para aumentar la fabricación. Se establecería todo un sistema de Stock y producción que sea balanceado. Es decir que no se fabrique demás un repuesto y falte de otro, respetando el método de Speer de círculos concéntricos y autoresponsabilidad de las empresas.
ACLARACIÓN: Lo que propongo no es más que lo que Albert Speer hizo, pero en 1943, alcanzando su pico de producción en 1944. Pues yo lo haría en 1941, a una escala adaptada a la realidad de 1942.
¿A qué me refiero con escala adaptada?. A volúmenes realistas para 1942. A principios de 1941 Alemania fabricaba entre 350 y 400 tanques al mes. En “la Historia real” para el verano de 1942 de acuerdo a lo que dice Speer en su libro en la página 316, éste logró un aumento de unos 140 tanques más al mes, es decir que en 1942 se fabricaban entre 480 y 500 al mes, un aumento del 35% con respecto a 1941. Inclusive para fines de 1942 esa producción se había elevado a 600 tanques al mes, es decir un aumento del 75% con respecto al mismo período de 1941. Inclusive Jentz dice que en enero de 1943 (antes de la declaración de Guerra Total de Goebbels) la fabricación alcanzó los 700 tanques y STUG al mes, 130% más con respecto a enero de 1941 que se fabricaron unos 300 tanques). Pero luego de la declaración de “Guerra Total”, para el verano de 1943 se había alcanzado la producción de 900 tanques y STUG al mes, un 220% más con respecto al verano de 1941. En otoño de 1943 llegaba a 1000 unidades entre cazacarros y tanques. Y para fines de 1943 y principio de 1944 llegaba a 1.200 tanques, un 300% con respecto a igual período en 1941. Reconozcamos que Speer en 1944 producía casi 1.500 tanques y cañones de asalto y autopropulsados. CINCO VECES MÁS QUE EN 1941!!! Y ENCIMA TANQUES COMPLEJOS Y CAROS DE FABRICAR COMO EL PANTHER O KONISTIGER!!!.
Continuará.
Fuentes: Memorias de Speer Wikipedia Tablas de Jentz
Pero no nos vayamos tan lejos. Para hacer real el incremento de mi producción en una escala adaptada a 1942, lo que yo necesito es lo siguiente: ”En la Historia real a principios de 1942 se incrementó entre un 35% y un 40% la producción de tanques, pasando de producir de 350 tanques a 500 tanques. Pues en mi “Historia Alternativa”, dicha producción se va a incrementar en un 75% u 80%, pasando de producir 350 tanques a 600 tanques mensuales.
¿Cómo justifico ese aumento? Pues gracias a las medidas que voy a tomar en 1941, que son medidas realistas, posibles de llevar acabo y ejecutar, y por sobre todas las cosas: MEDIDAS QUE SPEER TOMÓ, PERO EN MARZO DE 1942, MIENTRAS QUE YO LAS TOMO EN OCTUBRE DE 1941, SEIS MESES ANTES.
Inclusive deseo aclarar algo muy Importante: Son medidas mucho más drásticas que las que tomó Speer, ya que recordemos que todavía en 1942 Speer tuvo mucha resistencia por parte del NSDAP y de los Jefes Regionales, quienes se resistían a sus medidas y ponían trabas burocráticas o directamente desoían sus órdenes. También en su libro Speer aclara que inclusive obtuvo resistencia de industriales y fábricas quienes se negaban a la reconversión o aducían problemas de toda índole con tal de no alterar sus métodos de producción. Pero en mi What IF, Speer ostenta todo el poder, los Jefes Regionales que osen desautorizarlo o negarse a alguna orden serán ejecutados, mientras que los industriales que no se avengan a sus órdenes, también serían ejecutados por “traición a la Patria”. A eso hay que sumarle que hasta febrero de 1943 (después del desastre de Stalingrado) Goebbels todavía no había declarado la “Guerra Total”. Pero en mi What IF la Guerra Total se declara en octubre de 1941, OBVIAMENTE QUE A MENOR ESCALA.
Es decir que mientras que en 1942 aún los Jefes Regionales se resistían a las medidas de Speer y aún habían muchas fábricas que seguían produciendo bienes de consumo como zapatos, ropa, vidrios, electrodomésticos y hasta tintura para el cabello (recordar la anécdota que cuenta Speer sobre cómo se enojó Eva Braum cuando se enteró en 1943), en mi “Historia Alternativa” no voy a ser tan pollerudo como Hitler de dejarme dominar por una mujer tan vulgar y mediocre como Eva Braum.
No voy a dudar en declarar la “Guerra Total” en octubre de 1941 y en someter a la población civil a las mismas penurias que padeció en 1943, pero 18 meses antes.
Para los que no se acuerdan de lo que dijo Speer que yo reproduje en la página 37, lo copio y pego nuevamente:
"Luego de la catástrofe de Stalingrado Goebbels pronunció su memorable discurso de la guerra total. Sus palabras me impactaron mucho y yo mismo me consustancié con el grave problema que estábamos enfrentando luego de la destrucción del VI ejército. Las noticias que provenían del frente eran funestas y los rusos parecían que iban a arrasar con todo el frente Sur. Goebbels se puso al frente de esa cruzada y comenzó a ordenar toda una serie de medidas que tenían como fin ajustar el nivel de vida de la sociedad civil alemana y de destinar todos los recursos posibles al esfuerzo de guerra. A partir de ese momento tuve a Goebbels como uno de mis mejores aliados, ya que su duro discurso me daba fuerzas y a la vez autoridad para exigir a la industria mayores esfuerzos. Goebbels y Funk apoyaban mis medidas radicales y mis demandas sobre más mano de obra y sobre quitarles privilegios a la sociedad civil, mientras que Frick (Ministro del interior) y Lammers (Jefe de la cancillería del Reich) oponían sus obvios reparos, siempre explicando los costos políticos que esas medidas antipopulares iban a causar en la población alemana. … Una vez Goebbels reclamó a los jefes del partido y autoridades del Reich que renunciaran a su nivel de vida lleno de lujos y prerrogativas. E inclusive propuso que se cerraran los restaurantes, los teatros y que las fábricas químicas que producían cosméticos para las mujeres fueran reconvertidas para que pasen a fabricar armamentos. Eva Braun al enterarse que iban a prohibir la permanente y las tinturas para el cabello, hizo actuar a Hitler, quien recomendó que la medida sea gradual y que se la tome con discreción para evitar el descontento en la población. Lammers reclamó que el cine y el teatro era un entretenimiento para la población, que ya estaba pasando muchas penurias a causa de los bombardeos aliados. Pero el reclamo más insólito vino de parte de Göring, quien al enterarse de la medida de Goebbels de cerrar los restaurantes, acudió enseguida a proteger a su restaurante favorito (el Horcher). Pero cuando aparecieron algunos manifestantes enviados por Goebbels a romper sus cristales, tuvo que ceder. A partir de ese incidente la relación entre ambos quedó resentida.
También me parecería importante aclarar lo que nos dice Speer sobre la resistencia que tuvo de los Jefes Regionales y autoridades del NSDAP:
…Otro de los problemas con los que me encontré en la primavera de 1942, ni bien asumí, fue la posibilidad del traslado y reubicación de maquinarias de fábricas de producción civil hacia las fábricas militares. Miles de tornos, plegadoras, fresadoras y maquinarias metalúrgicas descansaban en industrias que producían bienes de consumo, mientras a fábricas de armamentos les faltaban elementos tan básicos como morsas o herramientas. Le propuse a Hitler llevar esas maquinarias tan indispensables hacia la industria armamentística, quien aceptó entusiasmado la propuesta. Pero ni bien trasladé esa orden a los diferentes Jefes Regionales, recibí una andanada de críticas tanto de las autoridades de la NSDAP, como de los industriales dueños de las fábricas. El mayor problema que enfrentaba era el uso de una herramienta legal que me permitiera confiscar o expropiar dichas maquinarias. Los industriales exigían una reparación o indemnización económica, mientras las autoridades del NSDAP reclamaban por el destino de los obreros. Una vez más Bormann me salió al cruce, indignado porque yo pretendía confiscar a los industriales alemanes usando las mismas herramientas legales que se habían usado para expoliar a los judíos. Para aquietar las aguas propuse una idea original y superadora: “Indemnizar a los industriales y a la vez usar el excedente de obreros en las nuevas fábricas de armamentos.” Pero los industriales no sólo reclamaron una indemnización, sino un pago por el lucro cesante. Las arcas alemanas estaban exhaustas, pero sin cejar en mi intento, se me ocurrió entregar un bono a pagar en 5 años, respaldado por el Reichsbank alemán. Recurrí a Walther Funk (presidente del banco) quien no acogió con buen agrado a mi medida. Mientras peleaba contra Bormann, los industriales y Funk, el NSDAP reclamó por la casi imposibilidad de trasladar a miles de trabajadores a cientos de kilómetros de sus hogares. Y una vez más yo busqué una idea original que destrabara el conflicto: Propuse reubicar a los obreros en fábricas militares que no estuvieran a más de 100km, ofreciéndoles un sistema de transporte. Y también propuse un aumento de sueldo a aquellos que decidieran por voluntad propia ir a trabajar a industrias alejadas de sus hogares. …Durante todo 1942 me la pasé luchando contra la burocracia, contra las autoridades de la NSDAP, contra los jefes regionales, contra industriales escrupulosos (o algunos demasiados inescrupulosos) contra Bormann, contra jerarcas corruptos, contra las leyes de confiscación, contra un sistema de producción rígido y antiguo, contra la rigidez mental de funcionarios e inclusive contra el propio Hitler, quien se mostraba dubitativo, y otras veces injustificadamente optimista, haciendo planteos imposibles o alejados de la realidad. Otras veces lo veía eufórico, mostrándome diseños de tanques fantásticos que iban a salvar a Alemania, o exponiendo maquetas de edificios monumentales que iban a transformar a Berlín en una nueva Grecia. Yo pretendía bajarlo a la tierra explicándole mi escasez de mano de obra, la falta de materia prima o los estragos que había ocasionado algún bombardero en las fábricas de rodamientos; pero él parecía no escucharme. Con el avance de la guerra me daría cuenta que Hitler incrementaría esos estados de euforia y depresión, como un mecanismo de evasión de la realidad.
…Mientras en 1942 yo desgastaba mis energías en tratar de destrabar la burocracia y el sistema rígido de producción alemán, imaginaba a los rusos y americanos produciendo millones de toneladas de pertrechos de todo tipo. … En aquella época mis colaboradores me enseñaron informes de la actividad del ministro socialista de Trabajo Ernest Bevin, quien había organizado en Inglaterra a toda la mano de obra en batallones que enviaba a los lugares en donde fueran necesarios. Posteriormente, en mis años de prisión en Spandau, leí más sobre aquella extraordinaria capacidad organizativa: “El rendimiento industrial bélico de Inglaterra fue mayor que el de cualquier otro país beligerante. Toda la población civil, incluyendo las mujeres, eran en realidad todo un gigantesco ejército de trabajadores que, sin consideración alguna, era llevado de un lugar al otro del país y empleado donde hiciera falta.
… Luego del fracaso de Kursk y del peligroso desembarco de los americanos en el sur de Italia, comprendí que había que transformar de una vez por todas la estructura económica de Alemania, QUE EN GRAN PARTE SEGUÍA COMO EN TIEMPOS DE PAZ de tal modo que los 6 millones de obreros que trabajaban en la industria de bienes de consumo, un millón y medio se pasara a las fábricas de armamentos. Sin dudar manifesté en una reunión con los Jefes Regionales: - Soy de la opinión de que si queremos ganar la guerra, vamos a tener que ser los primeros en sacrificarnos. Les ruego que tengan en cuenta lo siguiente: Hasta ahora algunas regiones se han librado del cierre de las fábricas que producen bienes de consumo, pero eso no podrá seguir tolerándose por mucho tiempo. Y si las regiones en cuestión no obedecen mis órdenes en 15 días, tomaré medidas al respecto. ¡Tengo la intención de imponer mi autoridad en todo el Reich, cueste lo que costare!. He hablado del asunto con el jefe nacional de las SS (Himmler) y a partir de ahora trataré como es debido que no ejecuten estas medidas. En cuanto terminé mi discurso, algunos Jefes Regionales se dirigieron coléricos hacia mí, liderados por uno de los jefes más antiguos apellidado Bürkel, arguyendo si yo los estaba amenazando con recluirlos en campos de concentración. Para aclarar dicha confusión, le solicité a Bormann de que me diera nuevamente la palabra, pero éste me la negó con la clara intención de mantener vivo el malentendido. A la mañana siguiente le pedí a Hitler apoyo político, pero éste prefirió respaldar a sus viejos camaradas políticos del NSDAP. Por otra parte Bormann se encargó de informarle a Hitler sobre mi airada discusión con los Jefes Regionales, dejándome mal parado. Hitler se mostró molesto por mi enfrentamiento y me dio a entender que los Jefes estaban alterados por mi actitud irrespetuosa. Enseguida me di cuenta de que Bormann se había encargado de minar mi prestigio frente a él y durante varios meses siguió machacando sobre el incidente con la clara intención de desautorizarme y restarme autoridad.
A mediados de 1943 Himmler me dijo que estaba dispuesto a enfrentar el poderío de los jefes regionales para de una vez por todas terminar con los privilegios y con las trabas burocráticas que aquejaban al tercer Reich. Pero pronto comprendí que eso también era una quimera, porque a fines de 1943 le envié documentación a Himmler relativa a graves enfrentamientos con los Jefes Regionales, quienes habían desautorizados mis órdenes o directamente las habían ignorado, lo cual había ocasionado pérdidas o retrasos en la producción de armamentos. Luego de varias semanas recibí la desagradable noticia de que mis críticas habían sido analizadas por Bormann, quien las había desestimados por improcedentes. Inclusive se le había dado la oportunidad a los Jefes Regionales de que se defendieran, quienes se habían encargado de explicar que la desobediencia a mis órdenes era totalmente justificadas, ya que ocasionarían un perjuicio a la sociedad civil, y ellos como delegados del pueblo debían velar por el bienestar de los ciudadanos alemanes. Así pues Himmler fracasó estrepitosamente en intentar disciplinar a los Jefes regionales y asumir el control administrativo del Tercer Reich. Luego por intermedio de Hanke (jefe de la baja silesia) me contó que Himmler había pretendido atacar la soberanía de varios Jefes Regionales y que le había transmitido órdenes directas a oficiales de las SS, pero que éstos no habían podido doblegar a los Jefes Regionales porque contaban con protección directa del NSDAP. Unos días después, al enterarse Bormann de la intención de Himmler de avanzar por sobre la autoridad de los Jefes Regionales, intercedió ante Hitler y obtuvo de este una orden que prohibía la intervención de Himmler, lo cual dejó demostrado que ni siquiera las SS podían quebrantar la unión entre el NSDAP y su Führer. Con el correr de los meses los Jefes Regionales agravarían su radicalismo ideológico y su intransigencia, transformándose en una traba para la producción de armamentos. … Con el correr de los meses, Bormann se fue transformando en un escollo que por culpa de su ambición personal se encargó de enfrentarme, quizás temeroso de que yo pudiera opacar su poder y su ambición de suceder algún día a Hitler. En la intimidad yo llamaba a Bormann ”el hombre con las tijeras de podar”, pues se dedicaba a impedir que nadie se destacara, y lo hacía con tesón, brutalidad y astucia. Siempre Bormann hizo todo lo que pudo para cercenar mi poder. A partir de octubre de 1943, los Jefes Regionales formaron un frente común contra mí, apoyados por Bormann y autoridades del NSDAP. Tal fue el éxito de sus trabas, que en varias oportunidades de 1944 tuve deseos de renunciar. La lucha entre Bormann y yo siguió hasta el final de la guerra.
Uno de los aspectos más notables del incremento de la producción era que yo empleaba métodos propios, innovadores y originales que rompían con la clásica estructura y que devenían de una gestión democrática de la economía. Y es que, por principio, mi sistema implicaba confiar en los responsables de la industria hasta que los hechos dieran motivo para dejar de hacerlo. Así se recompensaron las iniciativas, se premió la creatividad e innovación, se despertó la conciencia de la propia responsabilidad, se suscitó el deseo de tomar decisiones por iniciativa propia. Mi equipo técnico lo único que hacía era demandar celeridad y a la vez sugerir ideas ingeniosas para la solución de problemas que iban apareciendo en el proceso de fabricación. Bien es verdad que la presión y la exigencia casi militar del sistema antiguo implementado por Todt mantenía en marcha la producción, pero impedía la espontaneidad, la innovación y la creatividad. El sistema autoritario implementado en la década del ’30 censuraba la crítica hacia las jerarquías superiores y la toma de decisiones ingeniosas, sin darse cuenta que la rigidez no era una virtud sino un defecto, y que ese sistema evitaba descubrir los fallos y los errores de planteamiento en las fábricas y procesos productivos. Sin embargo con la implementación de mi nuevo sistema, había grupos en los que se discutía, se visualizaban fallos, se corregían errores y se implementaban ideas superadoras y creativas. A pesar de esos cambios, la burocracia seguía trabando una y otra vez la implementación de un sistema ágil para ejecutar las órdenes, ya que se empecinaba en detalles meticulosos que rozaban lo ridículo. El mayor problema de los burócratas era que como debían justificar su sueldo y su trabajo, pues su labor se remitía a trabar, en vez de a agilizar. Las dificultades que la burocracia autárquica, y altamente desarrollada, introducía en nuestra economía de guerra puede ilustrarse en el siguiente ejemplo: “El 11 de febrero de 1942 una fábrica de armamentos de Oldenburg pidió un kilo de alcohol a una empresa de Leipzig, que le exigió un formulario de compra del “Ministerio de Monopolio del Reich”. La fábrica de Oldenburg se remitió a este departamento, quien la remitió a la sección económica competente, para que le entregara el documento que certificara la urgencia del pedido. Esta encargó el asunto a la delegación de Hannover, quien exigió una declaración jurada que diera fe que se usaría el kilo de alcohol exclusivamente para fines técnicos. El 19 de Marzo (cinco semanas después del pedido) la oficina de Hannover informó que la solicitud había sido devuelta a la Sección económica de Berlín. El 26 de Marzo la fábrica recibió un escrito de la Sección económica que le indicaba que el pedido había sido aprobado y remitido al “Departamento de Monopolio del Reich”, aunque le indicaba que no era necesario remitirse a sus oficinas para esos asuntos y que en el futuro debía remitirse al Departamento de Monopolio, que era lo que la empresa había hecho al principio. El 30 de marzo se cursó una nueva solicitud al “Departamento de Monopolio”, quien 12 días más tarde informó que se debía especificar la cantidad de alcohol que se consumía por mes, pero que a pesar de ese error, le cedía generosamente el kilo de alcohol a la fábrica de Oldenburg. Luego de ochos semanas de realizado el pedido un empleado fue a recoger el kilo de alcohol a la distribución pertinente, quienes le dijeron que debía presentar un certificado de la “Unidad de alimentación” un organismo agrícola cuya delegación manifestó con firmeza que sólo podía entregar una autorización de alcohol para beber, no para uso técnico. El 18 de abril (casi 10 semanas después) la fábrica de Oldenburg no había recibido al kilo de alcohol a pesar de que lo necesitaba con urgencia.
(Esto es INCREÍBLE) Sólo en la Alemania de Hitler podían ocurrir semejantes contradicciones. La burocracia era fenomenal.
Pero Yo en mi caracter de Hitler no voy a dudar de borrar de un plumazo semejante burocracia, destinando esos millones de hombres a las fábricas o la Wehrmacht.
Con respecto al poder del NSDAP y a los privilegios de los Jerarcas Nazis, Speer nos dice:
…A pesar de todo mi esfuerzo, la burocracia siguió siendo muy grande. Para peor los jerarcas del partido solían intervenir para perturbar a las fábricas de armamentos con pedidos insólitos, que eran aprobados por los burócratas del NSDAP y a espaldas mías. Uno de esos proyectos era por ejemplo la fabricación de lujosos trenes privados para uso personal de Ley, Keitel, Himmler y otros jerarcas nazis. Miles de horas hombres y materias primas muy necesarias para la guerra se desperdiciaban en esos proyectos. Cuando me enteré en 1943 que se estaban fabricando esos trenes sin mi conocimiento, intercedí ante Hitler quien aceptó suspender esos proyectos innecesarios y egoístas. …A mi modo de ver la movilización de todas las reservas y un sistema austero que evitase el despilfarro de materias primas debía iniciarse de arriba hacia abajo, siendo la cúpula de partido la que debía dar el ejemplo. Inclusive el propio Hitler en su discurso en el Reichstag del 1 de septiembre de 1939, había declarado solemnemente que no había privación alguna que él no estuviera dispuesto a imponerse a sí mismo, al partido y a la nación para salir victorioso de la guerra que él mismo había iniciado. Sin embargo aún en 1943 muchas autoridades de la NSDAP de distintas regiones de Alemania se resistían a resignar de ciertos beneficios y privilegios de los cuales gozaba los ciudadanos, como las frutas de la región de Hessen, las pieles de Leipzig o los vinos de Bohemia, bajo la excusa que el pueblo estaba sufriendo muchas privaciones, como para seguir quitándoles beneficios, esgrimiendo el argumento de que eso podría ocasionar enojo en los ciudadanos y hasta levantamientos civiles. (ACÁ SE DEMUESTRA QUE AÚN EN 1943 LA POBLACIÓN CIVIL GOZABA DE CIERTOS PRIVILEGIOS Y QUE SE PODÍA AJUSTAR AÚN MÁS EL CINTURÓN) También seguían funcionando algunas industrias de la cristalería o la sedería, con el único fin de brindarles a las esposas de los jerarcas nazis bienes suntuosos, innecesarios para el esfuerzo de guerra, aún cuando la debacle del VI ejército era un fresco y amargo recuerdo y Goebbels había pronunciado su discurso de “Guerra Total”. Si bien su aporte hubiera sido modesto a la producción de armamentos, debería haber funcionado como un ejemplo de cara a la sociedad civil que sufría una serie de privaciones. …Pero aún en 1943 más de cinco millones de obreros seguían fabricando bienes de consumo. Muchas fábricas las pude reconvertir luego de la debacle de Stalingrado, pero otras insólitamente fueron protegidas por jerarcas nazis, como una famosa mueblería que confeccionaba muebles artesanales para Himmler o marcos de cuadros para Göring o una reconocida industria cosmética que fabricaba cremas y tinturas de cabello para Eva Braum.
Mientras miles de soldados morían en el frente, los jerarcas nazis se daban la gran vida. INCREÍBLE.
Última edición por Super Mario el 12 Dic 2013, 14:20, editado 1 vez en total.
También hay que recordar que a instancias de Speer, desde 1942 se venían creando nuevas fábricas, muchas de ellas dentro de cavernas y montañas para protegerlas de los bombarderos y usando millones de prisioneros de guerra. Y también tomando las medidas que yo te dije: Simplificación de los pasos en la manufactura de un producto, aumento de los turnos, ampliación de talleres, etc.
Una de las cosas que Albert Speer hizo fue reconvertir fábricas. Por ejemplo la industria del vidrio, o las mueblerías, o las fábricas de electrodomésticos, o las herrerías o las tornerías, las puso a hacer balas, piezas, repuestos, etc. Es decir que una fresadora que era usada para hacer el rúleman de un ventilador, pasó a hacer rúlemans para ruedas de tanques. Y una forja que se usaba para hacer portones, pues pasó a hacer planchas de acero para los tanques. Y una tornería que hacía caños, pues pasó a a confeccionar tubos de ametralladoras. Y así puedo darte miles de ejemplos. Eso les permitió en 1942 duplicar la producción y triplicarla en 1943. Inclusive para 1944 había nuevas fábricas dentro de montañas, lo que les permitió quintuplicar la producción en 1944. Encima muchos de los tanques y aviones que construían eran mucho más complejos de fabricar con mucha más mano de obra especializada que los tanques que se producían en 1941. Por ejemplo para fabricar un Tigre se ocupaba el doble de materiales y el triple de horas hombre que para fabricar un PanzerIII.
Otra medida que se obtuvo gracias a Speer fue duplicar la extracción de carbón y hierro, justamente trabajando las 24 horas. Y la mano de obra que usó fueron prisioneros rusos. Y LO MEJOR DE TODO QUE EL TRABAJO EN MINA NO NECESITA DE OBRA DE MANO CALIFICADA (COMO UN TORNERO) SINO QUE UN BRUTO SOLDADO DE SIBERIA, QUE NO SUPIERA LEER NI ESCRIBIR, LO PODÍA HACER. Miles de soldados murieron 500 metros bajo tierra. En los juicios de Nüremberg los fiscales rusos querían condenar a la horca a Albert Speer. (y para mí se lo merecía) El desgraciado de Speer se salvó de ser ahorcado porque hablaba bien inglés, porque era culto y porque al ser civil les cayó bien a los americanos e ingleses.
El desgraciado de Speer se salvó de ser ahorcado porque hablaba bien inglés, porque era culto y porque al ser civil les cayó bien a los americanos e ingleses.
Bueno, se le reconoció, desde siempre, un cierto aire cautivador, simpático, de cuidados modales y porte distinguido que supo cómo explotar. Y en los Juicios de Nuremberg lo hizo a la perfección. Pero, fundamentalmente, se le condenó tan sólo a prisión porque la fiscalía aliada no pudo demostrar feacientemente que Speer conociese lo que ocurría en los campos de exterminio. Sólo el trabajo de investigación muy reciente de un grupo de historiadores alemanes (falllecido ya Speer) pudo encontrar lo que durante el juicio no se pudo aportar, es decir, documentos que acreditaban de su puño y letra su orden de deportación de miles de judíos para expropiarles sus viviendas, que estorbaban en sus proyectos de arquitectura, y la respuesta del propio Speer en una carta personal, tras su salida de la cárcel, a una mujer polaca en la que se le preguntaba por el destino de un familiar preso en determinado campo, y en la que Speer le respondía que, en su visita al lugar durante su trabajo, no le vio jamás. Durante los Juicios siempre negó que hubiese visitado ese campo, dónde lo que ocurría, en momentos muy concretos, era ya más que evidente. El buen trabajo de estos historiadores y la calidad de las pruebas aportadas deshizo, de una vez y para siempre, el mito del "nazi bueno".
En fin, un pequeño apunte.
Un plan que no puede modificarse, no es un buen plan.
Lucas de Escola escribió: Sólo el trabajo de investigación muy reciente de un grupo de historiadores alemanes (falllecido ya Speer) pudo encontrar lo que durante el juicio no se pudo aportar, es decir, documentos que acreditaban de su puño y letra su orden de deportación de miles de judíos para expropiarles sus viviendas, que estorbaban en sus proyectos de arquitectura, y la respuesta del propio Speer en una carta personal, tras su salida de la cárcel, a una mujer polaca en la que se le preguntaba por el destino de un familiar preso en determinado campo, y en la que Speer le respondía que, en su visita al lugar durante su trabajo, no le vio jamás. Durante los Juicios siempre negó que hubiese visitado ese campo, dónde lo que ocurría, en momentos muy concretos, era ya más que evidente. El buen trabajo de estos historiadores y la calidad de las pruebas aportadas deshizo, de una vez y para siempre, el mito del "nazi bueno".
Muy buen aporte. Yo vi el documental de 6 horas en donde se desenmascara a Speer. Está en Youtube y son 4 capítulos de 1:30hs cada uno.
Dicha película se basó justamente en el libro de las Memorias de Speer y es bastante parecido al libro, aunque le faltan algunos capítulos. Pero sin embargo parte del capítulo3 se basa en el libro “Memoria de Spandau”. Finalmente en el Capítulo4 se dan detalles de la vida privada de Albert Speer que me parecieron muy interesantes, más que nada en la intervención de sus 3 hijos y por sobre todas las cosas del hijo del arquitecto Rudolf Woelters, quien fuera socio de Speer y luego la mano derecha de Speer en el Ministerio de Armamentos. Rudolf Woelters y su amante ayudaron mucho a Speer y también económicamente a su familia mientras estuvo en la cárcel. Inclusive la amante de Rudolf macanografió todas las cartas y memorias de Speer. Pero cuando el bueno de Albert salió, le dio la espalda a su viejo socio y amigo.
Aprovechen el fin de semana para verlos porque es muy interesante y permite desenmascarar a Speer y comprender al Tercer Reich.
