La reciente botadura del Almirante Cámara había liberado uno de los tres grandes diques del astillero, y faltando alrededor de un mes para la botadura del segundo había llegado el momento de hacer frente al gran problema del tercer crucero de batalla. Era preciso finalizarlo al menos al nivel de botarlo para liberar el dique, y permitir la construcción del tercer crucero ligero previsto en los planes navales. Aunque tras la botadura de los dos primeros cruceros de batalla aun restaría mucho trabajo por hacer en los buques, especialmente en propulsión, habilitación de espacios y por supuesto, en armado, estas eran labores que no requerirían sino una fracción de trabajadores.
Por supuesto en breve se iniciarían los trabajos en los dos primeros cruceros ligeros encargados. Naves de en torno a las 6.000tm confiarían su potencia de fuego a los sempiternos cañones de 152mm de origen británico (1) tan comunes en la Armada, mientras su propulsión sería encargada a una dupla de calderas Yarrow de carbón y petróleo, junto a las comunes turbinas Parsons. Con ello los diseños británicos continuaban imponiendo su peso en la armada pese a la guerra, aunque se realizaría ya con personal español e incluso alemán, pues varios ingenieros habían llegado años atrás para la construcción de los cruceros de batalla (2).
Quedaba pendiente tomar una decisión sobre el tercer crucero de batalla, y sin artillería que lo artillase era una decisión especialmente difícil. El casco del buque estaba concluido y su propulsión instalada, faltando la superestructura y trabajos internos. Tratar de concluir el buque pese a la falta de artillería supondría malgastar miles de toneladas de acero tan necesarias en esos momentos en la industria militar. Concluirlo y artillarlo con piezas ligeras por supuesto quedaba fuera de lugar, sin embargo había que tomar alguna decisión. Finalmente tras mucho meditarlo el contralmirante Guerra decidió finalizar el buque como un portaaeronaves. Específicamente un portaaviones, un buque capacitado para lanzar y recoger aviones con los que explorar cientos de millas en torno a una flota podían suponer una ventaja mucho mayor que un crucero de batalla se dijo.
Por supuesto sabía que en varios países, principalmente en los EEUU y en Reino Unido ya habían dado los primeros pasos para que los aeroplanos volasen desde buques de guerra. Varios países entre ellos España, disponían ya de los primeros portahidroaviones, y durante los últimos años pero especialmente en 1912, la Royal Navy realizo varias pruebas utilizando plataformas construidas en buques como el HMS Africa y el HMS Hibernia, pero el tenia en mente algo mucho mayor. Crear una plataforma sobre un buque ya existente suponía limitar o inutilizar su artillería, así que simplemente renunciaría a ella. Por supuesto más adelante, si lograban hacerse con la artillería necesaria no dudaría en meter el buque en el astillero para modificarlo de acuerdo a los planes necesarios, pero ahora precisaba sacar ese buque de su dique.
Para ello cambiarían la distribución interna del buque. Sobre la planta de propulsión dispondrían de la zona de vida, manteniendo así la distribución original, pero sobre esta dispondrían una cubierta de almacenaje y taller para los aviones con un ascensor hidráulico para subirlos a una cubierta hecha principalmente de madera. La munición y combustible para los propios aviones se situaría aprovechando las que hubiesen sido las santabárbaras de la artillería principal. Por supuesto todo ello significaría prescindir de las superestructuras, dejando un pequeño puente y las chimeneas desplazados a babor.
La cantidad de acero a emplear sería por lo tanto mínima y los trabajos no llevarían más de 8 meses hasta su botadura, luego retiraría a la mayor parte de los especialistas del astillero y podría utilizar carpinteros y otros técnicos contratados en las cercanías para finalizarlo.
- Fabricados en España
- Muchos de los trabajadores alemanes regresarían a Alemania con el estallido de la guerra, pero los ingenieros y especialistas de mayor edad permanecieron en España.