Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas

[andrestotal]

Hola:

Y van dos... con lo que son estos brits una vez que toman posesión de algo por la fuerza a ver cómo les "convencemos" para que nos devuelvan las islas. Complicado mientras tengan el dominio del mar. Espero que Miranda se dé cuenta de que los submarinos son ahora más necesarios en el Atlántico.

UN saludo,

[delta 021]

pos eso
ya no compro el libro

Siempre que salga en dos volumenes , fijo que me compro el primero.Pero el segundo lo pirateo, nada para el supremo y su corte

[brenan]

Mañana por la mañana tratare de colgar el resto

Si esto sigue asi :

La semana próxima tratare de colgar "a alguien"

[urquhart]

PRESIDENCIA DEL GOBIERNO, MADRID, 24 DE FEBRERO DE 1916

Cada día que pasaba Don Álvaro de Figueroa solo recibía malas noticias. Había despachado con el General Agustín Coca y Luque, Ministro de Guerra, y con el Almirante Augusto Miranda y Godoy.

Las novedades sobre Canarias no eran halagüeñas en absoluto. Coca le había informado de la rendición de Lanzarote, y Romanones había estallado en cólera. ¿como era posible? Él habia hecho caer un Gobierno por una estúpida escaramuza en un oasis, y de momento bajo su mandato se habían perdido Juby, Fuerteventura y Lanzarote

Exigía que el Comandante de la Isla fuera juzgado, declarado culpable, degradado y fusilado por rendirse en menos de una jornada

Excelencia, el Comandante Vilarquemado solo disponía de unos 1000 hombres.

En Ifni 400 moros lograron detener a miles de franceses

Cierto Excelencia, unas pocas horas más que Lanzarote, y cayeron los 400.

Incluso Bens ha logrado recuperar parte de Seguia con cuatro y el cabo.

Cierto Excelencia, porque los franceses y británicos solo necesitaban Villa Bens

Cierto, cierto... quiero a ese Comandante juzgado por un Tribunal Militar, acusado de traición, abandono de puesto, cobardía ante el enemigo, comunión con los enemigos de la Patria y toda la letanía de cargos que contemple el Código Penal Militar.

Excelencia, cometería un error político imperdonable.

No, ningún error... el único error fue confiarle a Usted el Ministerio... y Usted, no me mire así Miranda... Usted es un inútil... ¿como es posible que se le pase una Flota como la de invasión?.. pero ahora quiero que Usted General Coca ordene al primer Tribunal Militar que vea que inicie las actuaciones penales contra ese tipejo... Error político dice. Error político es no ofrecer una cabeza de turco a la Prensa y a los seguidores de García Prieto... ¿que quiere Usted, que caiga el Gobierno?

Excelencia, si juzga a Vilarquemado se buscará la enemistad de los filipinos...

¿Y que puñetas pintan en esto los filipinos? Que el Vilarquemado ese ha perdido Lanzarote...

Vilarquemado, Excelencia, es oficial del Ejército natural de las Filipinas. Uno de los primeros gobernadores militares de origen tagalo... aquí encontrará copia de su hoja de servicios, sus ascensos y sus condecoraciones en combate... de los 1000 hombres de Vilarquemado, más de 600 hombres murieron o fueron heridos Excelencia... creo que no puede hablarse de cobardía o traición

Pues alguien debe pagar este desastre. Los conservadores, todos, los tradicionalistas, los prietistas (1), y los socialistas han logrado que ese memo de García Prieto (2) convoque mañana el pleno del Senado. ¿acudirá Usted Miranda(3)? Porque ha Usted Almirante le caerá todo tipo de improperios... empiece a buscarse algún argumento, porque no solo la oposición, yo también me pregunto ¿dónde estaba la Marina de Guerra?

Excelencia, no tengo una respuesta fácil. Creame, la pérdida de la Escuadra del Estrecho ha significado la imposibilidad de patrullar entre Canarias y la península. Tal vez con los futuros cruceros de combate hubiera podido si no impedirse, seguramente alertar a Canarias, pero es una simple especulación Excelencia. No quisiera con ello esquivar las críticas.

Y los submarinos, ¿por qué no los había destacados en Canarias?

En mi modesta opinión Excelencia, los submarinos no han demostrado todavía su valía como arma contra buques de escuadra.

Oiga Usted Almirante, según Bustamante estamos construyendo nuevos y mejores submarinos que enemigos y aliados, y según su modesta opinión no tienen valor que jsutifique tal esfuerzo. ¿Acaso Bustamante actúa de forma errónea gastando miles de duros y de metales en los submarinos?

Creo que son un arma ofensiva, contra el tráfico mercante, pero creo que en la actualidad valorar su uso defensivo contra escuadras enemigas es prematuro.

Jod*r Miranda, en Cádiz, Cartagena, los Dardanelos, nuestros submarinos han logrado hundir barcos de guerra, que decir de los austriacos y alemanes. El Estrecho está cerrado, excepto por esa pantomima italiana, que ya veremos lo que dura con los británicos en Tanger... Creo, en mi modesta opinión; jode* Miranda, ¡sí será modesto que se cree inferior a sí mismo! (4) En fin, mañana nos veremos en el Senado, a ver como acaba todo esto. Gracias caballeros.

(1) Facción de Liberales afines a Manuel García Prieto, fundador del Partido Liberal Demócrata.
(2) Presidente del Senado. Posteriormente sería presidente del Consejo de Ministros.
(3) Nombrado senador por designación real en 1913.
(4) Frase real pronunciada por Álvaro de Figueroa

[Gaspacher]

CERCA DE LANZAROTE, 25 de febrero a las 07:15

El submarino San Ildefonso había sido puesto en servicio apresuradamente nada más terminar sus pruebas de mar y enviado a las Canarias, donde los británicos habían lanzado un devastador golpe sobre Fuerteventura que amenazaba el archipiélago. Su primer éxito sería logrado sin embargo a menos de 200 millas de la costa española, cuando sorprendió a dos buques mercantes de bandera francesa al oeste de Rabat. Decidido a no dejar pasar la oportunidad, el San Ildefonso torpedeo al primero de ellos pues era un moderno vapor que sin duda sobrepasaba los 14 nudos de velocidad. Logrado el hundimiento del rápido mercante, inició una persecución de su segunda presa que termino pocos minutos más tarde cuando logro acertarle con su tercer torpedo.

Tras su primer éxito el submarino continuó el viaje, pero desgraciadamente para la tripulación del San Ildefonso su aparato TSH se había averiado al poco de partir, cuando su antena resulto dañada por un temporal nada más dejar el golfo de Cádiz. Debido a esto el Tte de navío Bocanegra, consciente de la superioridad de la escuadra británica, había decidido aproximarse a Lanzarote para recabar noticias si era posible antes de tratar de enfrentarse a la escuadra enemiga. Sin duda no pudo sino sorprenderse cuando al emerger a cota de periscopio al noroeste de Arrecife se encontró frente a una poderosa escuadra británica que se había enseñoreado de aquellas aguas.



Apenas tuvo tiempo para reaccionar, preparo sus torpedos y los disparó en rápida sucesión sobre los buques que tenía frente a sí. Sin embargo sería divisado por los buques británicos cuyos destructores se abalanzaron sobre el disparando sus cañones aunque sin lograr impedir la inmersión. Por desgracia para Bocanegra el mando español desconocía que los británicos ya disponía de cargas de profundidad, por lo que fue demasiado lento en salir de allí, resultando duramente bombardeado y sin duda hundido, pues nunca se supo de él o su tripulación.

El ataque había resultado sin embargo devastador. El crucero acorazado King Alfred, alcanzado por dos torpedos se hundiría sin remedio a poca distancia de la costa, donde descansaría a 30 metros de profundidad. Mientras el acorazado Benbow sería alcanzado por un torpedo que destrozo 8 metros de sus bulges antitorpedos reduciendo sensiblemente su velocidad. Pudo sin embargo mantenerse a flote, pero el almirante Bayly no quiso arriesgar el buque a los rigores de las tormentas invernales y lo envío de regreso a Gran Bretaña con una escolta adecuada.

Con Lanzarote y Fuerteventura en manos británicas, no hubo nadie que comunicase el hundimiento del San Ildefonso a España, que lo daría por perdido tres meses después. Las noticias de su postrer servicio no se conocerían hasta finalizada la guerra.

[brenan]

El Sádico Homicida sigue a lo suyo

[Gaspacher]

Y su alter ego espera su turno, ya decidiré si lo finiquito de forma honorable o le doy garrote por traidor

[brenan]

Cuidadin, que puedo empezar a funcionar como terrorista irlandés espontáneo y además siendo de una lsrga familia de nacionalistas
O endereza el rumbo o adios a la London Tower

[brenan]

Digamos unos 17 hermanos

[brenan]

Y un ejercito de primos

[Gaspacher]

Y yo puedo coger un meteorito y dejarlo caer sobre Cantabría" que para eso soy el SH

Gano yo...

Buenas noches

[brenan]

Y yo puedo coger un meteorito y dejarlo caer sobre Cantabría" que para eso soy el SH

Gano yo...

Buenas noches

¡ Ja !

[Gaspacher]

CARTAGENA, 26 de febrero

El Akelarre descansaba de nuevo en el puerto de Cartagena tras su aventura turca, en la que había disfrutado de una total autonomía, pues no existiendo comunicación directa entre España y el Imperio Otomano se escogió dar a su comandante la libertad de acción que la situación requería. Una libertad de acción que había dado sus frutos pues había logrado hundir dos acorazados pre Dreadnought franceses (1) y varios transportes con un total de unas 11.700 tm de desplazamiento. Sin duda grandes éxitos para el que era uno de los submarinos más modernos de España.

Tras atracar la primera parada de su comandante, el Tte de navío Valeriano Herrera, fue la sede del mando de submarinos de la base de Cartagena. Allí informaría a su comandante, el contralmirante Ramón de Carranza, lo que llevo a cabo sin más dilación. Como esperaba recibió una gran aprobación a su forma de actuar, siendo felicitado y propuesto allí mismo para la cruz Laureada de San Fernando.

Sin embargo Valeriano tenía otras noticias urgentes de las que dar parte. Los británicos habían empleado hidroaviones para torpedear buques en el Marmara, y lo habían hecho con éxito. El procedimiento no era demasiado complicado, aunque sin duda fracasaría en ataques a buques de guerra armados, pues requería amerizar junto al buque para disparar un torpedo que llevaba como carga ventral. Por supuesto eso significaba que disponían de monomotores capaces de llevar cargas de varios cientos de kilógramos, sin duda todo un logro que España debía apresurarse a copiar, y aún más importante, a combatir.

Como esperaba Carranza estuvo de acuerdo con él. Poco después estaba esperando en el patio a que lo recogiera uno de los escasos automóviles con autorización para circular a causa de las restricciones de combustible. Debía llegar tan rápido como fuere posible a Murcia, donde esperaba llegar a tiempo de coger el tren de Madrid de las 12:35. El ministerio esperaba su llegada.

1. Justice, Henri IV

[Urbano Calleja]

26 Febrero, Atlántico Sur

El cielo gris plomizo restaba visibilidad desde el puente del Santa Irene. Montañés acababa de departir con el capitán que le dijo que no debían hallarse a más de un par de horas de las Rocas de San Pedro y Pablo.

Días atrás, habían alzado la bandera española puesto que temían más el encuentro con algún submarino alemán que con alguna fuerza de la Entente... mejor dejar ver el pabellón a un submarino y tener tiempo para alzar el pabellón argentino si fuera necesario, que no exponerse a una visita no deseada. Por si fuera poco, y siguiendo lo acordado, la tripulación del buque había alzado un tercer palo sobre cubierta y una pequeña estructura de madera que serviría para ofrecer un perfil que ayudara a su identificación por parte de la agrupación que lo esperaba en las rocas.

Después de nueve días de navegación dificultada por la mala mar, y con su velocidad reducida a 8 o 10 nudos por efecto de las olas, por fin el cielo se había calmado y el cansancio comenzaba a hacer mella en Montañés... no recordaba la última vez que había dormido más de tres horas seguidas. El estrés y las dudas lo tenían sumido en un estado de agitación permanente que trataba de disimular de cara a la tripulación. Había demasiado en juego.

- ¡5000m a babor!. ¡Submarino!, ¡Submarino!
- ¡Maldita sea su estampa!, ¡dónde carajo está!

Mirando en la dirección indicada por el vigía, salía a superficie la vela de un submarino que portaba a proa una pieza de artillería, negra, amenazadora... ¿cómo demonios podían haber tenido tan mala suerte?. ¿Era un buque alemán o inglés?. Tendría que cruzar los dedos y desear que no fuera inglés... con el pabellón español alzado no tenía ninguna oportunidad. Si fuera alemán.. al menos podría tratar de razonar con él. Si solo hubiera logrado llegar a las rocas, con el resto de la agrupación hubiera podido disponer de más poder de disuasión. Ahora poco podían hacer salvo esperar.

Con los motores parados, el mercante esperaba a que se acercara el submarino que, prodentemente, se mantenía a unos 4000m de distancia con su cañón apuntando al Santa Irene. Un proyector de comenzó a destellear en código morse.
- Mercante español, identifíque nombre, destino y carga inmediatamente.
- Maldita sea... capitán, dele el nombre y destino, obvie la carga. Veamos por dónde sale...

A la comunicación desde el barco siguieron unos minutos de calma tensa rotos por la respuesta del submarino.

- Saludos del submarino de la Marina Española Isaac Peral, al mando del teniente de navío Pedro de la Soga. Los esperábamos dos días antes. Bienvenidos al punto de encuentro.

Nunca un mensaje en clave le aportó a Montañés tanta tranquilidad como aquel. ¡Un submarino español!. ¿Cómo habría logrado llegar tan lejos de la península? ¿Era tanto el alcance de las nuevas máquinas?. Pronto podría preguntarlo en persona, esperaba. Se relajó en su silla mientras el capitán daba órdenes en función a las instrucciones que brotaban del proyector del Isaac Peral.

Cinco horas más tarde, a unas cinco millas de los arrecifes de San Pedro y San Pablo, el Santa Irene se mecía con el oleaje bajos los últimos rayos del sol. Se divisaba a media distancia al Isaac Peral cargando diesel que el crucero auxiliar San Pablo había cargado en sus bodegas desde España mientras mucho más a lo lejos, apenas perceptible en la distancia, el destructor Juan de la Cosa hacía funciones de descubierta.
A la mañana siguiente la agrupación partiría en dirección a Cádiz, comenzando la parte más complicada de la singladura hacia España. Quedaba por ver si el Santa Irene proseguiría con su buena suerte.

[Gaspacher]

PALACIO DE MAFRA, Portugal, 20 de febrero

El joven Manuel II de Portugal miraba por la ventana mientras recordaba la breve revolución de 1910, cuando parte del ejército se alzó en nombre de la republica siendo secundado por algunas unidades de la marina que llegaron a apuntar sus cañones sobre el palacio Real en Lisboa. Aquel día tan solo la presencia de dos acorazados españoles en el Tajo que apuntaron a los buques portugueses, impidió que las cosas fuesen a mayores y permitió la supervivencia de la monarquía. Después de eso el resto de revolucionarios portugueses se rendirían ante el temor a que un crecido Alfonso XIII que una década atrás había rechazado al incipiente imperio norteamericano, aprovechase el descontrol para anexionarse Portugal, afianzando la corona de un joven Manuel más interesado en la literatura que en un reinado para el que nunca se preparó por ser el segundo en la línea de sucesión. Una voz le saco de sus pensamientos y le hizo volver a la realidad, volviéndose para contemplar a las dos mujeres que se habían reunido bajo los auspicios de la corona portuguesa y ahora conversaban tomando un te en unas butacas cercanas.



-Por favor, debes convencer a tu esposo para llegar a un acuerdo con Jorge y que España salga de la guerra. Sabes que España no puede permitirse el enfrentamiento con el mayor imperio del mundo, y Francia a la vez, por no mencionar que puede ocurrir si Italia decide entrar en la guerra y atacaros en África.

-Por desgracia eso ya es imposible, estimada prima. Hace un año cuando estallo esta guerra, mi esposo y su madre evidenciaron cierta simpatía por los alemanes aunque siempre sin expresar deseos de ir más allá de esa simpatía, de hecho si por algo se significo mi esposo fue por tratar de mediar entre las potencias para detener la guerra. Por el contrario y como es evidente mis simpatías siempre estuvieron con vosotros pues mi sangre se impuso a otras consideraciones, al menos en aquel entonces.

-Pues utiliza esa simpatía para tratar de convencer a tu esposo para que España se aparte de la guerra.

-No, prima. Por desgracia ahora ya no hay simpatía, tan solo restan intereses. Cuando Japón nos atacó en Filipinas nos obligó a entrar en esta guerra de resultado incierto. Una guerra en la que España se juega el futuro de más de la mitad de sus habitantes en Filipinas, Cuba, y Puerto Rico, y sus últimas colonias en África. Pero también una guerra en la que mis hijos se juegan su herencia.

-¿La decisión es irreversible?

-Así es. Tanto el parlamento como el Rey están de acuerdo en ello, España tan solo saldrá de la guerra negociadamente si es con su territorio intacto, e incluso hay voces que están por pedir una indemnización, y militarmente si es victoriosa o totalmente derrotada. La única disidencia viene precisamente del presidente del consejo de ministros, el Marqués de Romanones, pero su gobierno es demasiado débil y ni tan siquiera se atreve a proponer el establecimiento de negociaciones en el parlamento, pues sabe que eso le arrastraría al perder todos los apoyos, incluso muchos de su propio partido.

-Es una lástima querida prima, tienes que saber que no tenéis ninguna posibilidad.

-Tal vez si, tal vez no, nuestros generales parecen creer que si la tenemos, yo no entiendo gran cosa de armas y tácticas, pero tienen bastante confianza, sobre todo nuestro comandante en jefe que fue uno de los protagonistas de la victoria del 98. De hecho muchos de nuestros generales y almirantes participaron en aquella guerra con gran acierto, y todos hablan de las dificultades y de como vencerlas.

-Como dije, una lastima pues los avatares del destino nos convierten en enemigas. Regresare a Londres de inmediato.

-Por supuesto prima, dadle recuerdos a vuestro hermano y decidle que rezo por él todas las noches. -Dijo la Reina Victoria Eugenia levantándose. -Majestad, muchas gracias por su intercesión y protección en esta reunión. -Dirigiéndose al Rey Manuel.

-Para mi ha sido un honor, Majestad. Mi país y yo mismo estaremos siempre dispuestos a apoyarles en una tarea tan loable como detener esta locura, y quería aprovechar para agradecer el donativo hecho a la Oficina Pro Cautivos establecida en Lisboa, se que fue un impulso personal de su esposo al estallar la guerra, y agradezco que pensase en mi cuando se vio forzado a acudir a ella. -Y dirigiéndose a su otra invitada. -Alteza, si en algún momento desean reanudar las conversaciones tan solo debe hacermelo saber y el mismo día telegrafiare a Madrid.


Esta locura debe acabar de una forma o de otra. -Sentenció antes de acompañar a sus invitadas al patio, donde sus comitivas esperaban frente a frente con cierta incomodidad, los unos reunidos alrededor de dos Hispano-Suiza Alfonso XIII, y los otros alrededor de tres Rolls Royce 40/50. Incluso en eso parecían estar en guerra, pensó el joven monarca.