Petróleos de Venezuela (PDVSA) firmó una línea de crédito de más de 2.000 millones de dólares con tres grandes empresas transnacionales de servicios petroleros.
El préstamo no es para levantar producción al parecer, expresado por el señor éste, se están financiando aún más para mantener producción y evitar declinación de pozos, solo hay que leer entre líneas.
Hablan de "negociaciones con la OPEP" y en que su énfasis está en "mantener los precios y no inundar el mercado con petroleo", como si PDVSA en su estado pudiera hacer tal cosa, los millones de barriles de petroleo que debería estar produciendo Venezuela para llegar a los más de 5 millones BDP (que hace más de una década Venezuela debería estar produciendo) ya se lo repartieron y los producen en el seno de la OPEP, en los incremento de producción que han tenido todos sus miembros en la última década, a excepción de Venezuela, pero la excusa (porque hay que llamar las cosas por su nombre) es que "no quiere inundar el mercado".
Que se recurra a un nuevo financiamiento nos hace viajar en el tiempo unos meses atrás,a ese viaje a China que hizo Maduro el año pasado, las noticias de lo conseguido en China fue primero una renovación de Fondo Chino (el cual se ha renovado anteriormente y no ha hecho falta viajar 19 mil kilómetros para agregarle más solemnidad a la firma de un papel), segundo el rechazo de China a cambiar las cláusulas para el desembolso de ese dinero y motivo del viaje (es decir no lo pueden utilizar para gasto discrecional o corriente, es decir importaciones) y tercero la inversión por 14 mil millones de dólares por parte de China en el área petrolera, en el 2009 según China invirtió 16 mil millones de dólares, suponiendo que tamaña cifra solo se ubica en su fracción en la Faja Petrolífera del Orinoco, ese sector debería estar bullendo de actividad y presionarían nuestra producción para arriba,lo cual no está ocurriendo.
La deuda del motor de nuestra economía (PDVSA) ascendía para diciembre del 2013 a 43.000 millones de dólares y esa cifra no involucra a las compensaciones que reclaman en tribunales internacionales las empresas expropiadas en la Faja del Orinoco en contra de PDVSA y cuya cifra supera fácilmente los 20 mil millones de dólares, muchos de esos litigios están totalmente perdidos para el Estado y tendrán que ser pagados obligatoriamente a los demandantes.
No aprenden de los errores y mucho menos de los aciertos, los primeros son tan frecuentes que forman parte de su normalidad y los segundos pues tan escasos que ya los consideran rarezas, Rafael Ramírez debería leer el artículo de Aporrea que dejaron allí para ver como sacar a PDVSA de la desastrosa situación financiera en la que la tiene.