Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas

Gaspacher · Mensaje por **Gaspacher** » 15 Ago 2014, 10:21

Tras esta operación se hizo evidente el grave problema al que se enfrentaban las flotas de la Entente. En números absolutos eran muy superiores a las flotas enemigas y podían bloquear a sus enemigos en cualquiera de los frentes a excepción de España, pues esta estaba totalmente abierta al mar. El problema era que la división de cruceros de batalla basada en España podía orbitar del Atlántico al Mediterráneo en cuestión de horas, duplicando por lo tanto la amenaza y los problemas a los que se enfrentaba la Entente, que debía tomar una difícil decisión.

(1)

(2)

Atlántico
Mediterráneo

Mediterráneo

Austria-Hungría;

Turquía;

Orden de Montjoie, Orden de Montesa (no operativos)

España;

Atlántico

Hochseeflotte;

astute · Mensaje por **astute** » 15 Ago 2014, 12:31

Un pequeño detalle Gaspacher,en el último capitulo no estamos en 1914 ;)

Miver · Mensaje por **Miver** » 15 Ago 2014, 17:16

[quote="Gaspacher"]Como sucedió en realidad
Como estuvo a punto de suceder en la realidad
Eso si es nuevo
Los USA tienen potencial para hacer ambas cosas, enviar refuerzos a Europa e ir a Cuba...donde por cierto el lío es menor de lo que aparenta.

Estimado Gaspacher es usted todo un tunante, la situación es tal y como usted la describe pero el como se ha llegado es muy diferente:

1-Rusia claudica pero a un precio menor por los IC, se han asegurado recursos en el Caúcaso y obtenido una importante flota militar. Dos son las repercusiones indirectas: a) el Imperio Otomano ha sido reforzado y su situación en Oriente Próximo ha mejorado. b) la conexión naval de las flotas de la Entente en el Mediterráneo pende de un hilo y han de desplazar nuevas fuerzas a este escenario.

2-Italia está sopesando salir de la guerra, y sus sufrimientos son mucho mayores que en la LTR, más pérdidas humanas y más sufrimiento por el peor abastecimiento. Para la Entente ha significado sacar 11 divisiones de otros lugares para apuntalar el frágil edificio italiano. Por suerte el reino de España quiere una salida muy digna para ellos y la doble corona también parece estar por la labor; lo que de lograrse significaría también una mejora en las relaciones con Argentina y, tal vez, el que Italia se haga con algún Dreadnought argentino y como compensación de guerra pase a manos españolas (digamos que se minimiza el impacto en la opinión pública italiana de ver pasar un barco suyo a manos del enemigo, simplemente el obtenido en Argentina no llegaría a amarrar en tierra italiana ninguna; cuando llegara a la altura de la península se haría el cambio de titularidad, así la travesía la habría hecho bajo pabellón italiano :militar7:

).

3-Más tropas posicionadas que la Entente no puede permitirse el lujo de mover, por ellas mismas nada excepcional pero si lo unimos a los refuerzos necesitados en Oriente Próximo e Italia... en fin, las próximas remesas de reclutamiento las van a tener que hacer con niños

4-Desde luego potencial tienen pero necesitan de tiempo y de una cadena logística, de momento han preferido lanzar a sus primeros esfuerzos a Cuba (100.000 bajas más sus sustitutos) y los refuerzos para Europa se enfrentan a una escasez aguda de destructores para oponerse a la guerra submarina; la reposición de un número tan elevado de buques lleva tiempo (lo jodio llegará cuando lo hagan :confuso1:

)

Y sobre el futuro porta español, considero coherente la conversión del crucero dentro de la lógica militar española de la ucronía, quiero decir: no se le puede artillar adecuadamente, la experiencia con el Dédalo ha demostrado que el nuevo tipo de barco aumenta notablemente la capacidad de acción de la flota (aunque no sea en combate nada determinante), la nueva plataforma proporciona más velocidad y protección (elementos que se han demostrado inadecuados en el difunto Dédalo) y desde el Ministerio de Armamento se sigue apostando por la investigación de torpedos aéreos.

Miver · Mensaje por **Miver** » 15 Ago 2014, 17:58

Ah, y sobre lo que comentaban varios foristas en relación al aumento de pérdidas y el estrangulamiento del comercio gracias a la acción corsaria española (ese 8% de una tacada y sus respectivos buques :thumbs:

) y de nuestros subs, creo que el que explicitamente el SH y sus arcángeles no lo pongan no quiere decir que no se note. Damos por supuesto que nuestros enemigos harán todo lo que esté en su mano para equipar a sus tropas con lo mejor pero si es necesario las pondrán sobre el terreno con lo que tengan y es de esperar que las carencias se noten antes de que la industria americana las subsane.

Y lo dejo que me acabo de marcar un señor tocho :pena:

Domper · Mensaje por **Domper** » 15 Ago 2014, 20:53

En teoría los aliados pueden disponer de recursos extra. Por de pronto en Francia está un ejército expedicionario japonés, que podría ser reforzado de ser preciso, pues Japón aunque ha perdido muchos soldados en Filipinas dispone de suficiente población. También se podría desplegar parte de la flota japonesa, aunque tras las pérdidas de Filipinas no estará para muchas alegrías: si me salen las cuentas se han perdido dos cruceros de batalla clase Kongo y un acorazado moderno (el Ise). No recuerdo si se ha perdido algún Kawachi, pero eran barcos muy deficientes. La cuestión es que a Japón solo le quedan cinco buques modernos (dos Fuso, el Hyuga y dos Kongo), porque los Kawachi eran deficientes (dos modelos diferentes de cañones de 305 mm, con diferente balística). No sé si el Mikado estaría por la labor. En la realidad se negó a enviar a los cuatro Kongo a Europa.

Otra opción sería reclutar más tropas en colonias y dominios. Pero en la realidad el reclutamiento provocó una crisis política en Canadá, y graves problemas en la India. Hay más colonias, pero los combates en África mantienen ocupados a muchas tropas, y las potencias coloniales no se atrevían a dar armas a tribus guerreras (como los Massai, los Matabele o los Zulúes). Desde luego Estados Unidos puede proporcionar las tropas necesarias, pero se iba a tardar meses, porque las pocas unidades preparadas están empantanadas en Cuba.

Eso quiere decir que en tierra los aliados tienen un problema. Italia está contra las cuerdas, porque además está la amenaza de un desembarco español en Sicilia o Cerdeña, y tiene que guarnecer sus costas por el riesgo de golpes de mano. Por tanto no puede enviar tantas tropas al Piave. Francia e Inglaterra no están muy bien, porque el frente español absorbe muchas tropas. Pero no puede dejar hundirse a los italianos, porque el problema no será solo que la flota del Mediterráneo quede atrapada:

- Los Imperios Centrales (y los españoles) pueden obligar a los italianos a unírseles (a cambio de Niza) o al menos a cederles algunos de los cinco acorazados monocalibre que les quedan.

- La potente flota austrohúngara puede salir al Mediterráneo e incluso operar en el Atlántico. Si unimos los barcos italianos y los rusos capturados la superioridad aliada pasa a ser marginal.

- El cierre del Mediterráneo a la navegación, junto con la amenaza a Suez (incluso sin su conquista) llevaría a la caída de Egipto. En esa línea el nacimiento de la República del Rif sería un estímulo para los árabes del Norte de África.

- El ejército de Macedonia estaría perdido.

La conclusión es que no se puede dejar que Italia caiga, y es preciso reforzarla como sea. Creo que lo lógico (para los aliados) sería suspender las operaciones ofensivas en Flandes y los Pirineos y enviar tropas a Italia. Luego mantenerse a la defensiva mientras llegan los norteamericanos. Claro que aun no sabían lo que estaba preparando Ludendorff para 1918.

Otro problema era el de los cruceros de batalla. Hay demasiados convoyes que proteger, y pocos barcos modernos para hacerlo. Los cruceros de batalla pueden merendarse a cualquier predreadnought o crucero acorazado. Además resulta casi imposible interceptar una flota en alta mar, y por tanto los cruceros de batalla pueden dedicarse a la caza de convoyes en el Atlántico. Si de paso se sigue la campaña submarina contra el tráfico, la situación se haría muy apurada, porque en este escenario las pérdidas de la marina mercante aliada han sido muy superiores a las de la realidad y las rutas son mucho más largas (Mediterráneo cerrado). Es crítico bloquear a los cruceros de batalla, y resulta muy difícil conseguirlo mientras siga Gibraltar abierto. Como mínimo hay que enviar todos los submarinos disponibles al estrecho, aunque llegarían por las justas (escasa autonomía). Pero habría que ir pensando en una campaña terrestre. Esa campaña, que probablemente fuese la única opción para los aliados pasaría por…

¡Portugal!

Es la forma de burlar las defensas de los Pirineos y de conseguir una base cercana al Estrecho. A la pérfida poco le importaba obligar a un neutral a meterse en harina (eso hizo con Grecia en la realidad) y tampoco le daba un ardite que los españoles conquistasen parte del país. Bastaba con mantener el Algarve y el Alentejo, y preparar una batalla decisiva en el Sur de España.

Saludos

P.D.: lo siento, me ha salido otro rollo.

Gaspacher · Mensaje por **Gaspacher** » 15 Ago 2014, 21:10

RETAZOS DE GUERRA, enero de 1918
Ministerio de Armamento

El almirante Bustamante repasaba sus notas antes de acudir a dar cuenta de la labor de su ministerio en la Pascua Militar de ese año, que en esta ocasión se celebraría en la Ciudadela de Jaca, a escasos kilómetros del frente de batalla. Allí se reuniría con su Majestad el Rey, el Presidente del Consejo de Ministros y el resto de ministros militares, departiendo con ellos sobre la evolución de la guerra y de las construcciones militares, así como de la falta de liquidez que estaba viviendo una España bloqueada por el enemigo.

Afortunadamente la industria nacional había respondido al conflicto con ímpetu, colaborando en cuantas tareas fueron puestas a su disposición, siendo la última de ellas la puesta a punto del primer portaaviones de la Armada, el Glorioso, recientemente entrado en pruebas de mar. Si se cumplían los tiempos previstos, después del verano la Armada dispondría de su portaaviones, aumentando exponencialmente su capacidad de explorar los mares en busca de presas o para evadir al enemigo.

Precisamente era también la armada la que provocaba mayores sinsabores en esos momentos. El mando de submarinos se había venido quejando de la escasa pegada de sus actuales torpedos de 450mm, que se habían demostrado incapaces de hundir a los grandes acorazados enemigos pese a haber dañado a varios de ellos. Era pues necesario aumentar la carga explosiva de los torpedos, y tal vez investigar en mejores explosivos y espoletas, para lo cual posiblemente sería necesario aumentar el calibre de los torpedos hasta los 533mm. Unos tubos que por espacio tan solo los nuevos submarinos de clase E podrían portar, obligando a la Armada a abandonar definitivamente la construcción de los clase D.

En el resto de aspectos su ministerio cumplía con los requerimientos sin demasiados aspavientos. Los requisitos del ejército eran simples; cañones, ametralladoras, fusiles, y municiones, con alguna extravagancia como los nuevos lanzacohetes "Viluma". De todas formas en estos aspectos se venían cumpliendo con los pedidos dentro de lo razonable, pese a algunos retrasos. Algo similar ocurría con el cuerpo aéreo del ejército o de la Armada. Los nuevos aeroplanos y sus sucesivas mejoras llegaban al frente tan pronto como era posible, lográndose mantener cierta ventaja tecnológica sobre sus adversarios.

Ministerio de la Guerra

El general Coca y Luque apuro un último sorbo de café antes de llamar a su ordenanza. Había pasado toda la noche visitando el frente de los pirineos, algo que raras veces había logrado hacer desde que empezase a desempeñar su tarea al frente del ministerio. Encontró como no podía ser de otro modo líneas de defensa fuertes y estables, en las que los intercambios de artillería no eran extraños, aunque generalmente las piezas propias racionasen la munición en mayor medida que las enemigas.

La moral de los hombres en cambio empezaba a resentirse a causa de la falta de actividad. Sus posiciones eran fuertes y sabían que estaban diseñadas para salvaguardar sus vidas en la medida de lo posible, pero la larga guerra y las pocas perspectivas de un pronto final empezaban a pesar demasiado entre los hombres. Tan solo los abundantes permisos, y las representaciones teatrales y otros entretenimientos como las corridas de toros que se organizaban incluso a escasos kilómetros del frente, aliviaban la dura carga de los soldados. Inmediatamente tomo nota mental para mantener vigilada la evolución de la moral de sus hombres. No quería que se repitiesen hechos como los que habían tenido lugar en Rusia.

Su mayor preocupación era sin embargo los nuevos medios blindados que estaba mostrando el enemigo para romper el frente. Desde Alemania se hablaba de concentraciones masivas de hasta 150 tanques británicos y franceses en las últimas batallas. Si lanzaban una fuerza blindada de esas dimensiones sobre la línea Arolas, podía suponer la diferencia entre la victoria y la derrota.

Era pues necesario buscar un arma capaz de enfrentar a esos tanques enemigos. Se decía que los alemanes estaban desarrollando nuevos fusiles de gran calibre y municiones perforantes especiales para sus máuser, y tal vez ese fuese un camino a investigar si Bustamante estaba de acuerdo. De momento contaban con la defensa que ofrecían los cañones situados en las casamatas blindadas de segunda línea, pues habían demostrado su utilidad el año anterior. Además contaban con los 5 cañones de trinchera M-1915 rusos traídos por la escuadra ese septiembre. Según la comisión de artillería tal vez fuese posible construir una versión patria con el único fin de aumentar la capacidad antitanque de sus fuerzas, y desde luego serían más eficaces que los fusiles.

Gaspacher · Mensaje por **Gaspacher** » 15 Ago 2014, 21:20

Ministerio de Marina

El almirante Flórez, a la sazón ministro de Marina, se levantó tras recibir la absolución de manos del Padre Espert, Pater del regimiento de cazadores América que cubría el frente pirenaico en la zona de Jaca. Hasta ese momento la Armada había tenido suerte. Los riesgos tomados habían sido bastante comedidos, y había permanecido más de un 70% de la guerra en puerto, por supuesto con la excepción de los cruceros auxiliares, submarinos, destructores, cañoneros, y torpederos del estrecho que si vieron más actividad.

La escuadra propiamente dicha tan solo se había hecho a la mar en media docena de ocasiones, generalmente para operaciones que no les llevaron más de 15 ó 20 días. Ahora mismo tras un tiempo de inactividad la Armada había cogido el protagonismo de la guerra, lanzando a su división de cruceros de batalla y de cruceros ligeros a la guerra de corso una vez más. Para ello tras romper el bloqueo submarino que los británicos trataban de implementar en el golfo de Cádiz, se habían dirigido a Canarias donde dieron un susto al enemigo.

La continuación de la guerra era un misterio y dependía de la actitud que tomase el mando enemigo. Si trataban de mantener el control del Mediterráneo dejando sus flotas en él, negarían la posibilidad de asestar el golpe definitivo a Italia en un futuro cercano. En ese caso el Tte. Gral. Ardanaz tenía órdenes de atacar con todo hacia el canal de Suez, dejando atrapadas a las flotas enemigas en el Mare Nostrum. Eso separaría al enemigo en dos, y la Armada se centraría en aumentar el desgaste enemigo en el Atlántico, un movimiento que acababa de empezar con los ataques a Canarias y el ahora en curso a las rutas del Mar del Norte.

Una vez más los cruceros de batalla y ligeros se habían hecho a la mar escoltados por los destructores, que los abandonaron durante la noche tras doblar Faro, al sur de Portugal. Mientras los destructores regresaban a puerto, la Escuadra rápida aumento velocidad hasta los 17 nudos, navegando rumbo noroeste en dirección a las Azores. Luego al amanecer arrumbarían una vez más al norte, dirigiéndose a la ruta que unía Nueva York y Hallifax con Gran Bretaña. Viajaban a la búsqueda de los grandes convoyes enemigos con la misión de destruirlos y causar daños decisivos a la armada enemiga…

Y para ello debían buscar el enfrentamiento con los escoltas de los convoyes.

Imagen

Servicio de Información Militar

El general Díaz parecía perdido en sus pensamientos, algo que ocurría con mucha frecuencia en los últimos tiempos. Los datos que manejaba procedentes de agentes repartidos en docenas de naciones, tenían como único fin buscar la supervivencia de España y la victoria de sus armas.

Sabía que en esos momentos la capacidad humana de franco-británicos estaba llegando a su fin, una dificultad aumentada por el medio millón de hombres que estos mantenían en los pirineos. Incluso sospechaba que parte de estos últimos serían tropas de reservistas territoriales de más de 45 años, hombres poco aptos para soportar los rigores de la guerra moderna pero cuya presencia había permitido mantener una apariencia de fortaleza en el frente de Flandes. Si eso era cierto y los informes eran correctos carecían totalmente de reservas, y tal vez las armas españolas pudiesen haber logrado una victoria en los pirineos, de no ser por la intervención americana, por supuesto.

Según las informaciones que obraban en su poder, en los últimos meses los británicos habían presionado fuertemente a Japón para que este se comprometiese al envió de sustanciales refuerzos a Europa. El gobierno japonés sin embargo se había negado. Dos años atrás ya habían enviado el cuerpo expedicionario nipón a Europa, pero este había sufrido fuertes bajas desde entonces, y la falta de reemplazos había reducido su número a un par de divisiones acantonadas en la zona británica de los pirineos. Después de aquello todo requerimiento de más ayuda, tanto en hombres como en destructores para escoltar los convoyes había obtenido un rotundo no por respuesta. El gobierno del Emperador no estaba dispuesto a enviar más hombres a Europa hasta haber finiquitado la conquista de las Filipinas y Guahán, una tarea que ya les había reportado la baja de más de medio millón de hombres y la perdida de docenas de buques entre los que se contaban dos acorazados y dos cruceros de batalla.

La entrada en la guerra de Norteamérica fue por lo tanto providencial, pues se comprometieron al envío de un Ejército de cientos de miles de hombres que podían marcar la diferencia en ese nuevo año. Díaz sabía que Luddendorf había presionado a favor de enviar las fuerzas del frente del este a Flandes una vez Rusia accediese a firmar la paz definitiva. Afortunadamente las voces discordantes habían sido muchas, siendo especialmente significativa la de Hoffman, quien quería aprovechar la reciente conquista de territorios ucranianos para mejorar su posición económica e industrial primero.

En opinión de Díaz debían acabar con Italia como paso decisivo para arrinconar a Francia, reactivar el comercio por el Mediterráneo, y concentrar la totalidad de los ejércitos de España, Austria-Hungría, y el Imperio Alemán sobre las fronteras francesas. Solo entonces podrían darse las condiciones para lograr una victoria decisiva sobre estos últimos. Sin duda ese debía ser el siguiente paso de la diplomacia española.

Gaspacher · Mensaje por **Gaspacher** » 15 Ago 2014, 21:21

Presidencia del consejo de Ministros

El presidente Weyler esperaba a su Majestad en la ciudadela de Jaca, dispuesto a recibirlo conforme a las ordenanzas en la puerta de la ciudadela, antes de pasar revista a las tropas y saludar al resto de miembros del gobierno. Había leído ya el discurso que daría el rey, pues fue acordado con la presidencia con el fin de tocar los aspectos más sensibles de la fibra de todo español, y con tal fin sería publicado íntegramente por toda la prensa en su próxima edición.

Sería el primer movimiento propagandístico de una serie de noticias que irían haciendo públicas en las próximas semanas de forma muy cuidadosa. Las derrotas de Filipinas y Canarias serían acompañadas por las épicas noticas de la resistencia presentada y las numerosas bajas causadas al enemigo. Cuba pendía de un hilo, y las noticias que de ella llegaban debían enardecer a los ciudadanos que verían como sus hermanos al otro lado del Atlántico luchaban hasta la muerte en torno a unas playas anegadas de sangre. De todos los frentes terrestres, tan solo el pirenaico en el que ahora se encontraban presentaba una estabilidad envidiable, y poco era lo que podía ofrecer el ejército aparte de su sacrificio para no perder la guerra.

Las Armada ofrecía sin embargo unas posibilidades propagandísticas inmensas. Desde el estallido de la guerra habían logrado reseñables hundimientos y centenares de capturas al enemigo. Unas victorias que resonarían ahora en toda la prensa con el fin de preparar el terreno a los próximos movimientos. El colofón había sido sin duda la derrota de Rusia, y la conquista del Cáucaso lograda tras la operación Muntaner. Una victoria que aun resonaba en las tertulias de los cafés de Madrid y Barcelona, en las que la imaginación de los paisanos veía una armada reforzada por los buques rusos capturados que aún estaba lejos de poder lograrse.

Faltaba sin embargo la guinda final. Las noticias antiguas no servían para ello, necesitaban lograr una victoria naval de considerables proporciones. Necesitaban destruir un convoy enemigo y acabar con sus escoltas. Necesitaban que el enemigo sintiese que el mar ya no les pertenecía…

Necesitaban hundir acorazados enemigos.

Gaspacher · Mensaje por **Gaspacher** » 16 Ago 2014, 10:44

Domper escribió:Eso quiere decir que en tierra los aliados tienen un problema. Italia está contra las cuerdas, porque además está la amenaza de un desembarco español en Sicilia o Cerdeña, y tiene que guarnecer sus costas por el riesgo de golpes de mano. Por tanto no puede enviar tantas tropas al Piave. Francia e Inglaterra no están muy bien, porque el frente español absorbe muchas tropas. Pero no puede dejar hundirse a los italianos, porque el problema no será solo que la flota del Mediterráneo quede atrapada:

Ya lo estuvo, y las costas deben ser guarnecidas en la proporción en la que carezcan del dominio naval, mientras lo posean no precisaran dedicar demasiados recursos para esta labor.

Domper escribió:- Los Imperios Centrales (y los españoles) pueden obligar a los italianos a unírseles (a cambio de Niza) o al menos a cederles algunos de los cinco acorazados monocalibre que les quedan.

En esta guerra no veo posible un cambio de bando

Domper escribió:- La potente flota austrohúngara puede salir al Mediterráneo e incluso operar en el Atlántico. Si unimos los barcos italianos y los rusos capturados la superioridad aliada pasa a ser marginal.

Por supuesto eso podría ocurrir, pero solo en el caso de que Italia sea obligada a firmar un armisticio...y aun así podría hacerse con reservas. Operar con toda la flota en el Atlántico significaría renunciar al dominio efectivo del Mediterráneo y a los beneficios que conllevaría el comercio España-IC a causa de la flota francesa.

Domper escribió:Otro problema era el de los cruceros de batalla. Hay demasiados convoyes que proteger, y pocos barcos modernos para hacerlo. Los cruceros de batalla pueden merendarse a cualquier predreadnought o crucero acorazado.

Solo tienen que agrupar los convoyes para así aumentar la cantidad de recursos dedicados a protegerlos En cuanto a los pD frente a los BC, recordar que eran precisamente dos pD los que impedían la salida del Yabuz de los Dardanelos. Evidentemente su velocidad era tremendamente insuficiente, pero su blindaje y artillería constituirían un serio problema, sobre todo en enfrentamientos desiguales de 2 a 1.

Domper escribió:Como mínimo hay que enviar todos los submarinos disponibles al estrecho, aunque llegarían por las justas (escasa autonomía).

Ya lo intentan desde hace tiempo (recordad el Dédalo), el problema es que son aguas bajo control español, donde los dirigibles/destructores dificultan demasiado las operaciones. Siempre podrían operar desde Casablanca...

Domper escribió:¡Portugal!

Es la forma de burlar las defensas de los Pirineos y de conseguir una base cercana al Estrecho. A la pérfida poco le importaba obligar a un neutral a meterse en harina (eso hizo con Grecia en la realidad) y tampoco le daba un ardite que los españoles conquistasen parte del país. Bastaba con mantener el Algarve y el Alentejo, y preparar una batalla decisiva en el Sur de España.

Es una opción, pero presenta también muchos problemas, a saber:

Pocos puertos y de muy escasa capacidad en el sur del país; Faro, y Lagos, ambos dedicados a la pesca, y por lo tanto poco útiles para sostener un ejército en campaña.
A diferencia de los desembarcos españoles, en esta ocasión si se esperaría encontrar resistencia y una batalla de cierta envergadura (hay un ejército español en la frontera por si acaso), lo que exigiría una capacidad logística mucho mayor de la exigible a las operaciones españolas.
Obligaría a los buques de suministros y los escoltas a actuar a escasa distancia de las bases navales, especialmente de los submarinos enemigos, con el consiguiente aumento de las perdidas.
Obligaría a la RN a modificar el despliegue una vez más y destinar al menos varios acorazados a la zona para proteger sus operaciones de las incursiones de los BC españoles. Por supuesto sin olvidar la escolta de convoyes y el bloqueo de Alemania, pues el peligro sobre estos frentes persistiría. ¿Tendrían fuerzas suficientes para hacer eso?

Miver escribió:Estimado Gaspacher es usted todo un tunante, la situación es tal y como usted la describe pero el como se ha llegado es muy diferente:

Por supuesto que es diferente, la mera presencia de un 2º frente en Francia complica las cosas para la Entente.

saludos

Domper · Mensaje por **Domper** » 16 Ago 2014, 13:33

Yo creo que la principal amenaza para los aliados siguen siendo los cruceros de batalla. Su amenaza es tan grave que el Kaiser haría bien en enviar a sus otros tres cruceros de batalla (Moltke, Derfflinger y Hindenburg) a España.

Eso significaría que en un determinado momento se podrían reunir nada menos que siete cruceros de batalla (no cuento al Von der Tann porque sus máquinas en 1918 estaban p’aquí p’allá). Una fuerza de ese tipo podría abrumar a cualquier fuerza enemiga especialmente si estaba basada en predreadnoughts.

Respecto al combate pD vs buques monocalibre, hubo muy pocos (en Jultandia, pero los cruceros de Beatty ya habían dado demasiados disgustos como para empeñarse), en el Golfo de Riga (mal para el Slava) y en algún encuentro no decisivo en el Mar Negro. Pero hablamos de una fuerza muy superior, no de uno contra uno sin disponer de medios para ser reparado (caso del Goeben).

El problema para los BC es la protección, obvio, especialmente si los daños afectan a la propulsión. Pero la receta es (relativamente) sencilla: combatir a grandes distancias. Los pD, con solo cuatro cañones con ángulos de fuego limitados (por el rebufo), se acoplan muy mal con una dirección de tiro centralizada, de hecho su principal arma se suponía que era la artillería media y los cañones pesados solo debían usarse para rematar a los barcos ya dañados. En Tushima se vio que eso era un error, pero en esa batalla los barcos tenían muchas dificultades para darle a nada a más de 5.000 - 7.000 m. Manteniendo distancias de combate de doce a quince mil metros los BC están relativamente seguros.

Es sencillo hacer un modelo matemático que muestra la enorme desventaja de un pD frente a un BC. Supongamos dos barcos con igual protección, igual puntería (un 3% de impactos por tubo) pero uno con ocho cañones en cuatro torres y otro con cuatro cañones en dos torres. Supongamos que cada tres impactos se pierde una torre (algo así pasó en Jutlandia, aunque fuesen solo averías temporales) y que a partir del 15º impacto el barco está fuera de combate por daños acumulados en propulsión, porque se afecta la flotabilidad, etcétera. El modelo es generoso para el pD, porque su puntería a largas distancias sería mínima, y su protección horizontal (la que contaba a esas distancias) ridícula. Pero aun así, sale esto:
- En la 4ª andanada el BC consigue el primer impacto.
- En la 8ª andanada ambos barcos se anotan un impacto.
- En la 12ª andanada el BC consigue otro impacto y el pD pierde una torre.
- Hasta la 19ª andanada el pD no consigue más impactos, pero a cambio ya ha recibido cinco.
- Con la 23ª andanada el pD pierde todos los cañones y ya no se anota más blancos. El BC solo ha recibido dos impactos y sigue machacando a su enemigo.
- A la 57ª andanada el pD se va a pique. Eso suponiendo que el BC no ha disminuido la distancia, que no lo ha torpedeado ningún destructor, etcétera.

Sin embargo, si un BC se enfrenta a dos pD, quedan empatados, pero el BC sufre daños mayores, resultado de la ventaja de tener más cascos.

Un problema importante es el del control de tiro con varios barcos disparando al mismo blanco, lo que ya han experimentado alemanes (en Scarborough) y españoles (en el Mediterráneo) ¿Se ha planteado usar colorantes o al menos un cronómetro para control de las andanadas? No sé cuando se empezaron a usar colorantes, pero los cronómetros los adoptó la Royal Navy inmediatamente tras Jutlandia.

De convoyes, desde luego la solución es agrupar barcos, pero los mercantes de la época eran pequeños y había un enorme número en el mar. A la luz de la SGM, probablemente será preciso tener seis u ocho convoyes a la vez en el mar, y no había para protegerlos a todos. La Home Fleet ya no puede desprenderse de más barcos (porque tiene enfrente a la flota del Kaiser incluyendo a los dos Baden), y queda la norteamericana, que dispone de catorce acorazados monocalibre. Tiene muchísimos pD (probablemente menos que en la realidad por la destrucción de astilleros y factorías) que sumados a los ingleses daría para proteger convoyes… o no, ya he mostrado las cuentas.

De Portugal, opino lo contrario. Es mucho mejor tener buques pesados en Lisboa, desde donde pueden actuar en el Atlántico Central o en el Estrecho, con la ventaja añadida de interrumpir las comunicaciones entre el Norte de España y Cádiz, por lo que realmente se economizan medios. De puertos, hay uno excelente en Lisboa, que es defendible, y otro en Setúbal, pudiendo usarse el resto como apostaderos ¿Pero seguro que Faro no podía albergar buques pesados? Sin talleres ni nada, pero tampoco los había en Scapa Flow al menos en 1914. Lo mismo con Portimao. Desde luego la entrada en guerra sería catastrófico para Portugal, al menos a corto plazo, pero a los amiguetes de la Pérfida no creo que les importase mucho, siempre que pudiesen defender Lisboa y la costa sur. Esta debiera ser el primer objetivo español. Pero ya veo que por ahí no va la ucronía.

De cambios de bando, hayque tener en cuenta el armisticio de 1943. No creo que se dejase a los italianos irse de rositas sin ceder al menos parte de la flota.

Un último detalle que se citó de pasada y no se ha vuelto a nombrar ¿y los minisubmarinos? ¿Se va a atacar Casablanca o Tolón con ellos? ¿O no se han desarrollado?

Saludos

astute · Mensaje por **astute** » 16 Ago 2014, 15:39

Domper escribió:Yo creo que la principal amenaza para los aliados siguen siendo los cruceros de batalla. Su amenaza es tan grave que el Kaiser haría bien en enviar a sus otros tres cruceros de batalla (Moltke, Derfflinger y Hindenburg) a España.

Estamos ya en 1918,y la idea era que la flota del Kaiser saliera de sus bases y rompiera el bloqueo.No puedes dejarles sin sus buques mas veloces.

Domper escribió:De Portugal, opino lo contrario. Es mucho mejor tener buques pesados en Lisboa, desde donde pueden actuar en el Atlántico Central o en el Estrecho, con la ventaja añadida de interrumpir las comunicaciones entre el Norte de España y Cádiz, por lo que realmente se economizan medios. De puertos, hay uno excelente en Lisboa, que es defendible, y otro en Setúbal, pudiendo usarse el resto como apostaderos ¿Pero seguro que Faro no podía albergar buques pesados? Sin talleres ni nada, pero tampoco los había en Scapa Flow al menos en 1914. Lo mismo con Portimao. Desde luego la entrada en guerra sería catastrófico para Portugal, al menos a corto plazo, pero a los amiguetes de la Pérfida no creo que les importase mucho, siempre que pudiesen defender Lisboa y la costa sur. Esta debiera ser el primer objetivo español. Pero ya veo que por ahí no va la ucronía.

Grán Bretaña no tiene reservas humanas,la Metrópoli está vacia de hombres aptos para el combate,y sus colonias y Dominios ya han aportado todos los hombres que pueden,ya sea por motivos demográficos o políticos. La alternativa sería Estados Unidos,pero ya que se han autoproclamado defensores de la libertad de las naciones,estaría feo invadir una nación neutral. Veo dificil la entrada de Portugal en la guerra en cualquiera de los dos bandos. Un pais al que si que veo con posibilidades es Grecia.

Sobre Italia yo pienso que será duramente castigada,no por nosotros ni por Austria-hungría,sino por el Kaiser.A fin de cuentas...Italia traicionó a sus aliados

Saludos

Domper · Mensaje por **Domper** » 17 Ago 2014, 14:40

Precisamente el problema para los aliados en esta ucronía es que estaban al límite, ya que la participación española absorbe un importante contingente de tropas, precisamente el que se necesitaba para tener la superioridad suficiente como para lanzar ofensivas.

En los dominios ingleses había mayor capacidad de reclutamiento. No en Nueva Zelanda o Australia (que enviaron al 10% de su población), pero sí en Canadá (reclutó a un 7%) y probablemente en otros “dominios menores” tipo las islas caribeñas, Kenya, y especialmente en Sudáfrica. El problema en todos esos sitios era político: estaba muy mal visto que los reclutas pudiesen ser enviados fuera del dominio (un referéndum para el reclutamiento obligatorio fracasó en Australia) y había problemas étnicos de todo tipo. Especialmente en Sudáfrica, donde no solo la población era escasa, sino que los bóers no estaban por la labor, salvo en lo referente a los territorios adyacentes (Namibia) a los que echar mano. Además no creo que se atreviesen a formar unidades negras (ruego que se me disculpe la incorrección política) y menos de razas guerreras (zulúes). Algo parecido pasaba en otros dominios africanos.

En la práctica, imponiendo medidas draconianas, que podrían causar crisis en los dominios (como estuvo a punto de ocurrir en Canadá o Australia) se podrían reclutar unos cuantos cientos de miles de soldados más, pecata minuta. El único lugar donde se podían reclutar soldados en cantidades casi inagotables era la India, pero de nuevo había problemas políticos importantes. Aun con todo una opción razonable sería aumentar el reclutamiento en la India (prometiendo lo que sea, que lo de hacer promesas y no cumplirlas se da muy bien en algunos sitios) y destinando esos soldados para operaciones “coloniales”: Oriente Medio, África, incluso Guam.

Pero incluso así esos soldados tardarían por lo menos seis meses en estar disponibles. Lo mismo, o más, con el ejército norteamericano, que tiene una batalla tipo Gallípoli en sus puertas, por lo que las unidades mejor preparadas se supone que serán enviadas allí. De hecho me sorprende que no hayan atacado todavía Puerto Rico, menos defendido. La cuestión es que yo no contaría con soldados norteamericanos hasta el verano de 1918 o incluso más tarde.

La crisis inmediata es Italia. Si los Imperios Centrales (habrá que irles buscando otro nombre, porque España ni es imperio ni es central) rompen la línea del Piave Italia se encontraría con una gravísima crisis. El Piave es la última barrera orográfica antes de entrar en Lombardía porque las siguientes barreras fluviales son cada cual de mayor longitud. De hecho en el Piave los italianos acortaron las líneas respecto al Isonzo y los Alpes, pero a partir de allí el territorio favorecía al atacante… dentro de las limitaciones de la Gran Guerra, claro.

Por ello es crítico reforzar a los italianos, y creo que la única manera pasaba por suspender todas las operaciones ofensivas en todo el Frente Occidental, incluyendo Flandes y los Pirineos, enviar tropas a Italia para resistir en Lombardía. Las consecuencias de la caída de Italia ya se han citado antes, e incluirían la pérdida del control del Mediterráneo.

La cuestión entonces para Alemania es ¿Qué hacer con las tropas procedentes de Rusia? En este supuesto como el tratado de Brest Litvosk es anterior, llegan antes y en mayor cantidad. Habría tres opciones:

- Buscar una batalla decisiva en Francia, aprovechando que los aliados tienen menos reservas y los americanos aun no han llegado. Esta es una táctica de “victoria rápida” pero con mayores riesgos.

- Derrotar a Italia, lanzando esas grandes ofensivas en el Piave. Pero se trata de un frente estrecho, endurecido, y la cuestión es ¿Italia pediría condiciones teniéndose que retirar a los Apeninos y teniendo un gran ejército aliado en su país? Yo creo que no, y la única opción tendría que incluir también un ataque a Sicilia, opción arriesgada.

- Seguir “royendo” a los aliados: con ofensivas limitadas en el Piave (austríacos apoyados por más alemanes), destruyendo de una vez el ejército de Salónica, y luego planteándose futuras operaciones. Es una opción más segura pero el problema es que en ese tiempo pueden empezar a llegar los americanos.

Esas son las opciones “razonables”, de las que la mejor me parece la primera especialmente si se usan tanques en cantidad ¿los alemanes no han aprendido nada de los tanques españoles? Tienen una opción muy sencilla: abandonar el A7V y usar el prototipo del LK 1, pero montando un cañón de campaña en casamata, en plan StuG. Si se ponen a ello en 1917 pueden tener cierto número de tanques en la primavera de 1918 y usarlos para acciones decisivas, especialmente en Amiens (para cercar a la BEF contra el mar).

Queda la opción irrazonable, que me estoy temiendo será la escogida por Su Hegemonía: una cabalgada loca tipo las de Cape Cod o Nueva Orleáns, la de la escuadra de Cuba (le enseñaría un par de cosas sobre el concepto “flota en potencia”), o la del Cáucaso ¿Dónde? Pues ni idea. Argel y Túnez a estas alturas estarán muy defendidas, tal vez Casablanca pueda ser una opción. En Europa, teniendo en cuenta la densa red de ferrocarriles, resultaría más difícil, incluso si el punto atacado fuese italiano (Tarento, Nápoles). Otra posibilidad sería Alejandría, coincidiendo con el ataque en el Sinaí.

Lo malo es que a estas alturas los aliados se fiarían de los españoles como de un nublado, y a poco sensatos que fuesen tendrían preparadas reservas para reacciones rápidas.

En otro mensaje me meto con los barcos.

Saludos

Domper · Mensaje por **Domper** » 17 Ago 2014, 14:50

Respecto a lo de hundir acorazados, que miedo me da ¿Para qué? ¿Sólo por política? Porque la Royal sigue teniendo gran superioridad, de tal forma que sale ganando si pierde tres barcos por cada barco español. Como pasó con el Bismarck en la SGM, los ingleses aplaudieron con las orejas cuando vieron que habían cambiado el Bismarck por el viejo Hood. Sin embargo, la presencia del Bismarck y del Tirpitz en Noruega les hubiese obligado a tener muchos más barcos en Scapa Flow.

Por otra parte, si se sufre una derrota el efecto sería mucho peor sobre la opinión pública. Lo dicho ¿Vale la pena arriesgar la mejor baza que le queda a España?

Eso no quiere decir que no se vaya a hacer nada. Parte de la flota sigue en Estambul y habría que pensar en traerla de vuelta, y para eso nada como alguna incursión por el Mediterráneo Occidental para atraer al contrario (aunque queda el problema del Estrecho de Sicilia). Tal vez la flota en lugar de volver podría caer sobre la línea de vigilancia de Otranto, para unirse a la potente pero paralizada flota austrohúngara.

Respecto a hundir acorazados, perfecto pero ¿tienen que ser modernos? Porque en otro mensaje ya he indicado la enorme ventaja de los barcos monocalibre, y los ataques a los convoyes siguen siendo una excelente opción. Se trata de destruir a la escolta, que probablemente sea de predreadnoughts y de cruceros acorazados, hundir unos pocos barcos, y vuelta para casa a escape. Un ataque al mes, y a ver cuanto aguantan, especialmente si se complementan con las incursiones de los cruceros ligeros ferrolanos, ideales como corsarios.

Pero Su Heroicidad decidirá, seguro que de forma muy diferente a la que planteo. Espero con impaciencia nuevas entregas.

Saludos

P.D.:

No he seguido con lo de la artillería de portaaviones por no desvirtuar el hilo, pero sigue pareciéndome una buena opción.

Urbano Calleja · Mensaje por **Urbano Calleja** » 18 Ago 2014, 21:07

Enero de 1918, 50 millas náuticas el sureste de Málaga

Carlos Godino disfrutaba de una vista privilegiada desde el puente del Glorioso, el primer portaaviones de la Marina española. A un andar de 15 nudos, las operaciones aéreas bajo el sol ceniciento del mes de enero trataban de mantener un ritmo constante, algo que no resultaba sencillo toda vez que los marineros y los operarios aún tenían que acostumbrarse al buque y los detalles de las operaciones en su pista de vuelos.

Los movimientos del componente aéreo (25 aparatos desplegados para las pruebas) se organizaban por medio de dos grandes ascensores eléctricos movidos por una adaptación de los motores que estaban destinados originalmente a girar las torres principales del buque. De hecho, los pozos de las torres de proa y popa alojaban esos ascensores que ahora recorrían los más de tres metros entre la cubierta de vuelo y el hangar, que se alojaba sobre el nivel que hubiera correspondido a la cubierta original del buque. Los pozos que hubieran alojado las torres alojadas en la parte central de del casco se empleaban para transportar municiones, repuestos y combustible desde los pañoles que se encontraban protegidos dentro de la potente estructura blindada que se había mantenido tal y como se concluyó para el crucero de batalla.

A proa y popa de la torre (un diseño bastante sencillo con tres niveles que servía de puente de navegación y de superficie de observación artillera) se alojaban dos grupos de montajes dobles de 152mm, que junto con otras 6 piezas bajo la cubierta de vuelo (respetando la línea original de casamatas del diseño alemán) completaban la batería artillera del Glorioso.
No es que esperaran mandar el buque al combate al cañón, pero nada podía evitar que tuviera que vérselas con buques ligeros de superficie contra los que la elevada velocidad del buque (25nudos largos en pruebas) no serviría como protección. Una velocidad respetable para un buque de casi 23000Tn.
Completaba la dotación del buque una serie de montajes de 88mm y ametralladoras de 37mm distribuidos a lo largo de la cubierta, teniendo un propósito más antiaéreo que otra cosa.

Lo que más impresionaba a Godino era sin embargo el hangar que se alojaba bajo la cubierta principal. Había sido sin duda el mayor desafío de todo el diseño. La Marina había sido inflexible en comprometer la integridad del buque al instalar pesos altos poco rígidos, y ello había limitado las posibilidades de diseño.
Godino se había decidido al fin por limitar el espacio abierto en el hangar, y realizarlo por medio de una estructura montada en torno a pilares compuestos de vigas soldadas en forma de K. Esa estructura, a modo de estación de tren modernista, se alzaba entroncada con las cubiertas inferiores del cajón blindado principal. El resultado era un montaje sólido, fiable, prestándose a incorporar blindaje lateral en compartimientos (que podían ser empleados para almacenar bienes no combustibles), pero con menos espacio interno del que la hubiera gustado.
El hangar tenía 170m de longitud y una anchura útil de 17m. La cubierta de vuelo estaba instalada sobre el hangar, contando con una placa blindada de base de 25mm en toda su longitud y planchas de madera que servían de superficie de rodadura. Las dimensiones de la cubierta de vuelo rondaban los 205m de longitud y 23metros de anchura. Pese a las estrecheces, los pilotos no habían presentado quejas mayores y se estaban adaptando con gran velocidad a la tomas y los aterrizajes, incluso con algo de marejada. En función de la dotación de aparatos, podrían transportarse hasta 50 aeroplanos, estando previsto el uso de alguno de los novísimos modelos de hidroavión que, en base a planos robados por Vulcano, estaban volando en Mallorca en pruebas. A tal efecto, se contaba con un par de grúas en cubierta.

Las operaciones aéreas se realizaban con ASAC-1 y ASAC-3 y HA-1 designados al efecto. Los ascensores estaban diseñados para operar con pesos de hasta 1700kg, permitiendo operar con todos los modelos españoles a plena carga, y se contaba con cables de frenado de emergencia a fin de evitar que la pérdida de control de los aparatos en el aterrizaje pudiera acabar por impactar en la zona de la isla de mando (los pilotos habían bautizado de esa forma el puente de mando). Los hangares permitían el mantenimiento total de las aeronaves... siempre que los mecánicos se acostumbraran al movimiento natural del barco. Hasta el momento los mareos estaban siendo frecuentes (la mayoría de los mecánicos y pilotos no habían navegado en su vida), y las operaciones debían afinarse en los hangares. Especialmente en lo que suponía movimientos de motores, piezas de la estructura y otras. Las grúas que operaban en las alturas del hangar eran prácticas pero su manejo requería de cierta experiencia.

Aún se consideraba la posibilidad de instalar para pruebas alguna de las nuevas catapultas hidráulicas que estaban siendo completadas (a semejanza de planos conseguidos de los alemanes), aunque sin duda, sería a largo plazo.
Godino estaba relativamente contento con el trabajo realizado... aunque empezaba a ser agua pasada. Tenía pendiente una visita a la nueva batería de costa en Tarifa, a fin de familiarizarse con el nuevo sistema de control de tiro que el Álvaro de Bazán acababa de incorporar tras su paso por el dique seco. Quería conocer todos los detalles del mismo como parte del diseño de acorazado rápido en el que trabajaba a instancias de Horacio Echeverrieta.

Luis M. García · Mensaje por **Luis M. García** » 18 Ago 2014, 22:17

Hombre, hombre, un nuevo y flamante porta teniendo que pararse a bajar al agua los hidros con grúa?? :pena:

No fastidies, Urbano, que el sádico de Mr. Horchata volverá a aprovechar la circunstancia para que nos lo mande al fondo algún escualo de la Pérfia Albión... :twisted:

A ver, que le pongan tren de rodaje a esos hidros pero ya, que no quiero más disgustos. :militar4:

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