Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
GEORGETTE, 6 de octubre
Siguiendo con el plan de no enfrascarse en una batalla de desgaste, pero mantener una máxima presión sobre la Entente, los ejércitos alemanes pasaron de nuevo al ataque, en esta ocasión cerca de Lys. El ataque se inició con un pesado bombardeo de artillería que se inició la tarde del día 6 y continuó hasta la madrugada del día 8, cuando el 6 Ejército paso al ataque golpeando al III Cuerpo de Ejército norteamericano. Pese al valor demostrado por los defensores que recibieron la ayuda de las divisiones 40 y 55 británicas, los alemanes los obligarían a retroceder hasta 8 km en un frente de unos 15km, cayendo Armentaries en día 9.
Precisamente ese mismo día el 4 Ejército alemán se lanzó sobre la 19 división británica, que de pronto se encontró sola y sin apoyo por haber acudido sus reservas en auxilio del 1 Ejército. Sería la conocida como batalla de Messines, y la 19 División de infantería se vería obligada a retroceder en compañía de la 25 División. No hubo más remedio que solicitar refuerzos de forma urgente, pues los aviones de reconocimiento habían descubierto importantes movimientos a lo largo y ancho de la zona. A esas alturas las fuerzas de la Entente empezaban a acosar el desgaste de la guerra, para su desgracia fue precisamente ese el día en el que llegaron aciagas noticias desde el sur.
Siguiendo con el plan de no enfrascarse en una batalla de desgaste, pero mantener una máxima presión sobre la Entente, los ejércitos alemanes pasaron de nuevo al ataque, en esta ocasión cerca de Lys. El ataque se inició con un pesado bombardeo de artillería que se inició la tarde del día 6 y continuó hasta la madrugada del día 8, cuando el 6 Ejército paso al ataque golpeando al III Cuerpo de Ejército norteamericano. Pese al valor demostrado por los defensores que recibieron la ayuda de las divisiones 40 y 55 británicas, los alemanes los obligarían a retroceder hasta 8 km en un frente de unos 15km, cayendo Armentaries en día 9.
Precisamente ese mismo día el 4 Ejército alemán se lanzó sobre la 19 división británica, que de pronto se encontró sola y sin apoyo por haber acudido sus reservas en auxilio del 1 Ejército. Sería la conocida como batalla de Messines, y la 19 División de infantería se vería obligada a retroceder en compañía de la 25 División. No hubo más remedio que solicitar refuerzos de forma urgente, pues los aviones de reconocimiento habían descubierto importantes movimientos a lo largo y ancho de la zona. A esas alturas las fuerzas de la Entente empezaban a acosar el desgaste de la guerra, para su desgracia fue precisamente ese el día en el que llegaron aciagas noticias desde el sur.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
jejejej ya me estaba preguntando a que estábamos esperando para "apretar" nosotros desde el Sur .
Esto se esta poniendo muy interesante .
Un saludo .
Esto se esta poniendo muy interesante .
Un saludo .
Año de Rojos , año de hambre , peste y piojos
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- urquhart
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MADRID, 6 DE OCTUBRE DE 1918
MADRID, 6 DE OCTUBRE DE 1918
Ya eran varios días en los que el presidente Weyler apenas dormía dos o tres horas. De nuevo su despacho se había convertido en una especie de sala de mapas y de telegrafía.
Junto a él, los Ministros de Guerra, Marina, Gobernación y Armamentos, así como innumerables oficiales de los dos Ejércitos, la Guardia Civil y los Carabineros que actuaban de enlaces con sus respectivas Instituciones Armadas. Sin olvidar de la omnipresencia del General Díaz.
Ningún Ministro Civil, a excepción del de Gobernación, estaban al tanto de aquella reunión de uniformados. Aunque el verdadero cerebro de todo aquello no estaba precisamente allí, el Gobierno estaría puntualmente informado de los acontecimientos.
Miles de piezas de madera con banderitas de colores estaban preparadas sobre un inmenso mapa de Europa Occidental, y sobre varios más regionales.
Allí estaba el mapa de la primera de las ofensivas alemanas, conocida como Michael, finalizada el dos días antes, justo a escasos kilómetros del enlace fluvial Somme-Ancre-Avre-Noye, y del importantísimo enlace ferroviario a las afueras de Amiens. Weyler observaba la cuña alemana.
http://www.ww1-yorkshires.org.uk/jpg-fi ... ure-19.jpg
Aunque las zonas ocupadas restaban valor al propio enlace, momentaneamente, sin ningún tipo de dudas al entender de Weyler, la posesión del enlace, y su destrucción, dislocarían el sistema ferroviario de la Entente en el Norte de Francia, aunque lograran expulsar a los alemanes de la línea Montdidier-Albert-Arras. Paso lógico... de disponer de fuerzas para la contraofensiva.
Según la Segunda Sección y el SIM, las bajas cuantificadas por Berlín, restaban a la Entente del equivalente a un Ejército, y de ser ciertos los informes de material capturado, los británicos dificlmente podrían reconstruir el 5º Ejército (1).
De todos modos, se acercaba el momento decisivo. La última oportunidad. Para completar las plantillas en varias divisiones, se habían disuelto numerosos regimientos provinciales.
El mismo había negado a Luque y Coca llamar a las clases de 1900 y 1901 a filas; la última movilización decretada, la de la clase de 1873, donde abundaban los veteranos de 1898, había dejado pueblos y ciudades practicamente sin mano de obra.
El Tesoro pagaba a proveedores con Bonos de Guerra a 50 años, nadie quería cobrar ya en papel moneda, tras numerosas emisiones, lo que había llevado a la carencia de metálico.
Según Bustamante, de no mediar una nueva campaña de corso exitosa, la industria se vería obligada a reducir la producción antes de final de año, para a partir de enero, abandonar los trabajos en nuevas construcciones navales, y aéreas. La madera tropical, no podía ser sustituida por la madera nacional en la construcción de aeronaves, a pesar de varios intentos. Las ordenes a los mecánicos era recuperar todo aquello que fuera posible de los aparatos que no pudieran volar.
Bustamante le había comentado la posibilidad de estudiar la sustitución de la madera por metales ligeros... metales de los que se carecía, y tecnología para su transformación que sería inicialmente artesanal... demasiadas soluciones artesanales sumaba la industria española... aquella era una Guerra industrial, y la Industria española estaba a punto de echar el cierre...
Paradojicamente, las medidas de política agraria y de protección de viudas y huérfanos; y los éxitos del corso anteriores, anotaban incluso superavit en varios productos agropecuarios, permitiendo cierta fluidez en el comercio con las naciones de la Triple Alianza, y ahora con Italia fuera del conflicto, con la misma Italia, Suiza, Suecia y Noruega; las dos últimas vía Alemania.
Ahora o nunca.
General, Excelencia, cablegrama desde el Frente....
(1) El 5º Ejército Británico, tras Michael (abril 1918) no pudo ser completamente reconstruido hasta practicamente octubre de 1918. Su Comandante, General Sir Hubert Gough presentó su dimisión. Fue sustituido por el General Sir William Peyton, en un cargo que inicialmente fue más nominal que real.
Ya eran varios días en los que el presidente Weyler apenas dormía dos o tres horas. De nuevo su despacho se había convertido en una especie de sala de mapas y de telegrafía.
Junto a él, los Ministros de Guerra, Marina, Gobernación y Armamentos, así como innumerables oficiales de los dos Ejércitos, la Guardia Civil y los Carabineros que actuaban de enlaces con sus respectivas Instituciones Armadas. Sin olvidar de la omnipresencia del General Díaz.
Ningún Ministro Civil, a excepción del de Gobernación, estaban al tanto de aquella reunión de uniformados. Aunque el verdadero cerebro de todo aquello no estaba precisamente allí, el Gobierno estaría puntualmente informado de los acontecimientos.
Miles de piezas de madera con banderitas de colores estaban preparadas sobre un inmenso mapa de Europa Occidental, y sobre varios más regionales.
Allí estaba el mapa de la primera de las ofensivas alemanas, conocida como Michael, finalizada el dos días antes, justo a escasos kilómetros del enlace fluvial Somme-Ancre-Avre-Noye, y del importantísimo enlace ferroviario a las afueras de Amiens. Weyler observaba la cuña alemana.
http://www.ww1-yorkshires.org.uk/jpg-fi ... ure-19.jpg
Aunque las zonas ocupadas restaban valor al propio enlace, momentaneamente, sin ningún tipo de dudas al entender de Weyler, la posesión del enlace, y su destrucción, dislocarían el sistema ferroviario de la Entente en el Norte de Francia, aunque lograran expulsar a los alemanes de la línea Montdidier-Albert-Arras. Paso lógico... de disponer de fuerzas para la contraofensiva.
Según la Segunda Sección y el SIM, las bajas cuantificadas por Berlín, restaban a la Entente del equivalente a un Ejército, y de ser ciertos los informes de material capturado, los británicos dificlmente podrían reconstruir el 5º Ejército (1).
De todos modos, se acercaba el momento decisivo. La última oportunidad. Para completar las plantillas en varias divisiones, se habían disuelto numerosos regimientos provinciales.
El mismo había negado a Luque y Coca llamar a las clases de 1900 y 1901 a filas; la última movilización decretada, la de la clase de 1873, donde abundaban los veteranos de 1898, había dejado pueblos y ciudades practicamente sin mano de obra.
El Tesoro pagaba a proveedores con Bonos de Guerra a 50 años, nadie quería cobrar ya en papel moneda, tras numerosas emisiones, lo que había llevado a la carencia de metálico.
Según Bustamante, de no mediar una nueva campaña de corso exitosa, la industria se vería obligada a reducir la producción antes de final de año, para a partir de enero, abandonar los trabajos en nuevas construcciones navales, y aéreas. La madera tropical, no podía ser sustituida por la madera nacional en la construcción de aeronaves, a pesar de varios intentos. Las ordenes a los mecánicos era recuperar todo aquello que fuera posible de los aparatos que no pudieran volar.
Bustamante le había comentado la posibilidad de estudiar la sustitución de la madera por metales ligeros... metales de los que se carecía, y tecnología para su transformación que sería inicialmente artesanal... demasiadas soluciones artesanales sumaba la industria española... aquella era una Guerra industrial, y la Industria española estaba a punto de echar el cierre...
Paradojicamente, las medidas de política agraria y de protección de viudas y huérfanos; y los éxitos del corso anteriores, anotaban incluso superavit en varios productos agropecuarios, permitiendo cierta fluidez en el comercio con las naciones de la Triple Alianza, y ahora con Italia fuera del conflicto, con la misma Italia, Suiza, Suecia y Noruega; las dos últimas vía Alemania.
Ahora o nunca.
General, Excelencia, cablegrama desde el Frente....
(1) El 5º Ejército Británico, tras Michael (abril 1918) no pudo ser completamente reconstruido hasta practicamente octubre de 1918. Su Comandante, General Sir Hubert Gough presentó su dimisión. Fue sustituido por el General Sir William Peyton, en un cargo que inicialmente fue más nominal que real.
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Uysssss cómo se pone estooooo !!!!
Esperemos que Dios esté con nosotros, ni con los comedores de tocino, los pérfidos o los descreídos gabachos
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OPERACIÓN CIMITARRA I, 9 de octubre
Los ejércitos del Sur de la Entente eran 3, a la izquierda en el entrante de Irún el 6 Ejército británico del general Bigham, con alrededor de 200.000 hombres que ocupaban un frente de unos 80km en un triángulo que discurría entre Zumaya, Legorreta y Lesaca. Este era un entrante muy expuesto, de ahí el elevado número de defensores, sobre todo en la unión con las fuerzas norteamericanas, pues si el frente se rompía por ese punto el ejército podría ser embolsado.
A continuación se encontraba el 4º Ejército Norteamericano al mando del general Tasker Howard Bliss. Un ejército de 180.000 hombres, muchos de ellos bisoños, que cubrían un frente de unos 100km entre Sare y Laruns. El mayor número de hombres estaba sin embargo en la zona de Sare, pues no se esperaban grandes maniobras en los pirineos centrales. A continuación venía le turno de los dos cuerpos de Alpini franceses, 90.000 hombres que cubrían el resto de los pirineos hasta El Pas de la Casa, aunque en este caso y siendo una zona de montaña o alta montaña lo hacían desde posiciones aisladas y no con líneas continuas como en las zonas de paso más probable, pues de lo contrario hubiese sido imposble cubrir los 230km de frente. Por ultimo estaba el 32 Ejército francés al mando del general Marie-Eugene Debeney, con 220.000 hombres que cubrían los 110km que mediaban entre el Pas de la Casa y el mar.
Todo el frente sur estaba al mando del general Petain, quien tenía otras 5 divisiones francesas como reserva en el frente. En total unos 790.000 hombres cubrían un frente de 500km. Una concentración de tropas muy inferior a la del frente norte en Flandes, echándose en falta especialmente el disponer de mayores reservas. Igualmente menor era el número de la artillería, especialmente pesada, pues al igual que en el caso de las reservas, la reciente ofensiva alemana en Flandes había obligado a destinar allí aquellos medios.
http://mapasyguias.michelin.es/wp-conte ... 7_04_x.jpg
Frente a ellos el ejército español tenía 3 ejércitos. A la izquierda los ejércitos del Noroeste, del Centro, y del Maestrazgo, cada uno con tres cuerpos de ejército. El ejército del noroeste cubría para entonces el entrante de Irún con los CdE VI, VII, VIII que suponían un total de 140.000 hombres. Mientras los CdE, I, II, y XXI del Ejército del Centro, y los CdE III, XXII, y de Marruecos del Ejército de Levante, se preparaban para atacar entre Saint Etienne de Baigorri y Sainte Engrace, un frente de 50km en el que se acumulaban 360.000 soldados españoles.
A su derecha se encontraba el Ejército de Montaña. Tropas de cazadores de montaña articulados en torno a las brigadas de la antigua región militar de Aragón, con un total de 130.000 hombres para proteger la zona pirenaica. Por ultimo ya en la zona de Cataluña se encontraba el Ejército del Noreste, que con 5 cuerpos de Ejército y 220.000 hombres protegía la zona marítima. No eran estas las únicas tropas, pues bajo otros 3 cuerpos de ejército de voluntarios con 140.000 hombres, estaban bajo control del general Villalba a lo largo del frente dispuestos a acudir allá donde fuese necesario. Además y con España libre de amenazas en el resto de frentes aún se podían reclamar de ser necesario los ejércitos de Reserva y de Levante, que en caso necesario pondrían en liza otros 250.000 hombres.
La desventaja de la Entente era por lo tanto bastante pequeña, alrededor de 200.000 hombres que podían ascender a menos de medio millón en el peor de los casos. Sin embargo el mayor déficit de los ejércitos de la Entente era que las fuerzas norteamericanas eran tropas bisoñas, sin experiencia, y muchos de los soldados franceses eran reservistas de avanzada edad, abundando los mayores de 40 e incluso 45 años.
Los ejércitos del Sur de la Entente eran 3, a la izquierda en el entrante de Irún el 6 Ejército británico del general Bigham, con alrededor de 200.000 hombres que ocupaban un frente de unos 80km en un triángulo que discurría entre Zumaya, Legorreta y Lesaca. Este era un entrante muy expuesto, de ahí el elevado número de defensores, sobre todo en la unión con las fuerzas norteamericanas, pues si el frente se rompía por ese punto el ejército podría ser embolsado.
A continuación se encontraba el 4º Ejército Norteamericano al mando del general Tasker Howard Bliss. Un ejército de 180.000 hombres, muchos de ellos bisoños, que cubrían un frente de unos 100km entre Sare y Laruns. El mayor número de hombres estaba sin embargo en la zona de Sare, pues no se esperaban grandes maniobras en los pirineos centrales. A continuación venía le turno de los dos cuerpos de Alpini franceses, 90.000 hombres que cubrían el resto de los pirineos hasta El Pas de la Casa, aunque en este caso y siendo una zona de montaña o alta montaña lo hacían desde posiciones aisladas y no con líneas continuas como en las zonas de paso más probable, pues de lo contrario hubiese sido imposble cubrir los 230km de frente. Por ultimo estaba el 32 Ejército francés al mando del general Marie-Eugene Debeney, con 220.000 hombres que cubrían los 110km que mediaban entre el Pas de la Casa y el mar.
Todo el frente sur estaba al mando del general Petain, quien tenía otras 5 divisiones francesas como reserva en el frente. En total unos 790.000 hombres cubrían un frente de 500km. Una concentración de tropas muy inferior a la del frente norte en Flandes, echándose en falta especialmente el disponer de mayores reservas. Igualmente menor era el número de la artillería, especialmente pesada, pues al igual que en el caso de las reservas, la reciente ofensiva alemana en Flandes había obligado a destinar allí aquellos medios.
http://mapasyguias.michelin.es/wp-conte ... 7_04_x.jpg
Frente a ellos el ejército español tenía 3 ejércitos. A la izquierda los ejércitos del Noroeste, del Centro, y del Maestrazgo, cada uno con tres cuerpos de ejército. El ejército del noroeste cubría para entonces el entrante de Irún con los CdE VI, VII, VIII que suponían un total de 140.000 hombres. Mientras los CdE, I, II, y XXI del Ejército del Centro, y los CdE III, XXII, y de Marruecos del Ejército de Levante, se preparaban para atacar entre Saint Etienne de Baigorri y Sainte Engrace, un frente de 50km en el que se acumulaban 360.000 soldados españoles.
A su derecha se encontraba el Ejército de Montaña. Tropas de cazadores de montaña articulados en torno a las brigadas de la antigua región militar de Aragón, con un total de 130.000 hombres para proteger la zona pirenaica. Por ultimo ya en la zona de Cataluña se encontraba el Ejército del Noreste, que con 5 cuerpos de Ejército y 220.000 hombres protegía la zona marítima. No eran estas las únicas tropas, pues bajo otros 3 cuerpos de ejército de voluntarios con 140.000 hombres, estaban bajo control del general Villalba a lo largo del frente dispuestos a acudir allá donde fuese necesario. Además y con España libre de amenazas en el resto de frentes aún se podían reclamar de ser necesario los ejércitos de Reserva y de Levante, que en caso necesario pondrían en liza otros 250.000 hombres.
La desventaja de la Entente era por lo tanto bastante pequeña, alrededor de 200.000 hombres que podían ascender a menos de medio millón en el peor de los casos. Sin embargo el mayor déficit de los ejércitos de la Entente era que las fuerzas norteamericanas eran tropas bisoñas, sin experiencia, y muchos de los soldados franceses eran reservistas de avanzada edad, abundando los mayores de 40 e incluso 45 años.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
- reytuerto
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Oh, algo me dice que perfidos, hijos de perfidos y gabachos sufriran una intoxicacion por hipervitaminosis C!
La verdad nos hara libres
- Urbano Calleja
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9 de Octubre de 1918, Océano Atlántico, a 700millas náuticas de Ferrol
Bajo el sol ceniciento de un cielo de Octubre, la vista que se extendía ante los ojos de capitán Collins era grandiosa: una escuadra impresionante como nunca había visto se deslizaba pesadamente entre le bruma, la niebla, y los rayos de un sol que pese a estar aún en posición alta, no acababa de romper la tiranía que el agua dictaba en aquel rincón del Atlántico.
Marchaban en cabeza las imponentes moles de cinco acorazados británicos (los Vanguard, Colossus, Hercules, Orion y Monarch que conformaban la escuadra destinada a la escolta de convoyes con sede en Plymouth) guiando un rebaño inmenso de 42 buques de todo tipo, desde mercantes hasta transportes de tropas, pasando por buques petroleros. Haciendo las veces de perros pastores, un reguero de 8 cruceros ligeros se dispersaban a los flancos del convoy, con un buque especial desplegando de tanto en cuando un hidroplano que trataba de descubrir cualquier rastro del enemigo más temido por todos los marineros: los submarinos alemanes. Completaban la escolta diversos buques de menor porte que precisaban de apoyo de buques auxiliares para carboneo.
Collins, neoyorquino de 45 años, cubría su cuarto paso del Atlántico al mando de un buque a disposición del US Army. Con una dilatada experiencia a sus espaldas, pensando haberlo visto todo, la organización de los convoyes británico americanos, no dejaba de parecerle algo descomunal, titánico, una muestra increible de la capacidad de organización aliada.
Él había salido de Brooklyn con otros dos mercantes, que a la salida a mar abierto ya se habían convertido en casi 20 con origen en distintos puertos de los alrededores de Nueva York, llegando a los 42 finales tras unirse buques salidos de distintos puertos americanos del sur y canadienses del norte.
La impresionante procesión de acero en la que Collins se integraba al mando del petrolero de más de 10000Tn O.B. Jennings, iba destinada a diversos puertos europeos, siendo su carga principal refuerzos americanos para el frente del este. Más de 15000 soldados con todo su equipo, además de munición, productos químicos, monturas, petróleo y carga variada conformaban el convoy, uno de los más impresionantes reunidos hasta ese momento, tratando de ganar protección frente a los feroces submarinos alemanes que tanto daño estaban causando a la navegación aliada.
El uso de hidroplanos y la escolta británica que hacía ganar confianza con su profesionalidad y entereza durante las diversas alarmas que se habían disparado durante la navegación, no eliminaban del ambiente la preocupacion visible en todos los hombres a bordo.
No había duda de que el nerviosismo estaba a flor de piel. A falta de unas 600millas para su destino, estaba deseando ver tierra.
Sin embargo, lo que ni él ni nadie vio, absortos como estaban en buscar sobre las aguas, fue un HS-1 que a unos 2500m estaba observando discretamente la composición del convoy, su rumbo y derrota.
Una hora más tarde
El capitán Herrera informaba al capitán Díaz, comandante del nuevo portaaeronaves Glorioso de la Marina, de su descubrimiento. Un convoy enorme a unas 80millas de distancia, protegido por una escolta de acorazados y cruceros. Una presa dura de roer... y por si fuera poco, la noche caería pronto sin permitir a la flota española poder presentar batalla.
Los acorazados españoles no podrían llegar a tiempo... y aun llegando, los siete buques de combate principales hispano alemanes se enfrentarían a cinco acorazados británicos de primera línea. Algo que no interesaba a los españoles. El objetivo era el convoy.
Para asestar un duro golpe al vital convoy enemigo, los nuevos aviones torpederos HS-1 eran la mejor opción... Díaz se lamentó de que la primera unidad operacional no estuviera disponible. Hubiera podido ser una gran oportunidad, pero no valía de nada lamentarse sobre hipótesis. Era una pérdida de tiempo. Agradeciendo a Herrera su informe, pidió a su oficial de comunicaciones que se dispusiese a transmitir un mensaje por señales luminosas al Almirante Cámara, buque insignia del almirante Miranda.
El silencio de radio fue la primera petición parte de esa comunicación... que se extendió durante veinte minutos hasta que los focos de señales se apagaron. Al poco tiempo, seis cruceros ligeros, los pertenecientes a las dos nuevas divisiones españolas de cruceros (1), comenzaron a acelerar a todo su andar hacia la posición estimada del enemigo mientras un último HS-1 despegaba del Glorioso para, aprovechando las últimas horas de luz, tratar de mantener un seguimiento de la escuadra enemiga.
El grueso de la flota (2), con la escolta de los cruceros alemanes (Dresden, Leipzig, Nurberg, Wiesbaden y Brummer) y los destructores oceanicos de la clase Blas de Lezo (Blas de Lezo, Cabeza de Vaca, Mighuel de Cervantes, Carlon II de Borbon y Juan Sebastian Elcano), corigio rumbo hacia el convoy enemigo al maximo andar que los lentos acorazados permitian. No llegarian a tiempo, pero si algo imprevisto sucedia, tal vez pudieran sacar provecho de alguna forma.
(1) Los tres acorazados clase Jaime I, los dos cruceros de batalla españoles clase Almirante Camara y los dos cruceros e batalla alemanes Von der Tann y Moltke
(2) Los nuevos cruceros clase Vizcaya (Vizcaya, Isabel la Catolica y Alejandro Malaspina) y clase Lepanto (Lepanto, Navas de Tolosa y Bailen)
Bajo el sol ceniciento de un cielo de Octubre, la vista que se extendía ante los ojos de capitán Collins era grandiosa: una escuadra impresionante como nunca había visto se deslizaba pesadamente entre le bruma, la niebla, y los rayos de un sol que pese a estar aún en posición alta, no acababa de romper la tiranía que el agua dictaba en aquel rincón del Atlántico.
Marchaban en cabeza las imponentes moles de cinco acorazados británicos (los Vanguard, Colossus, Hercules, Orion y Monarch que conformaban la escuadra destinada a la escolta de convoyes con sede en Plymouth) guiando un rebaño inmenso de 42 buques de todo tipo, desde mercantes hasta transportes de tropas, pasando por buques petroleros. Haciendo las veces de perros pastores, un reguero de 8 cruceros ligeros se dispersaban a los flancos del convoy, con un buque especial desplegando de tanto en cuando un hidroplano que trataba de descubrir cualquier rastro del enemigo más temido por todos los marineros: los submarinos alemanes. Completaban la escolta diversos buques de menor porte que precisaban de apoyo de buques auxiliares para carboneo.
Collins, neoyorquino de 45 años, cubría su cuarto paso del Atlántico al mando de un buque a disposición del US Army. Con una dilatada experiencia a sus espaldas, pensando haberlo visto todo, la organización de los convoyes británico americanos, no dejaba de parecerle algo descomunal, titánico, una muestra increible de la capacidad de organización aliada.
Él había salido de Brooklyn con otros dos mercantes, que a la salida a mar abierto ya se habían convertido en casi 20 con origen en distintos puertos de los alrededores de Nueva York, llegando a los 42 finales tras unirse buques salidos de distintos puertos americanos del sur y canadienses del norte.
La impresionante procesión de acero en la que Collins se integraba al mando del petrolero de más de 10000Tn O.B. Jennings, iba destinada a diversos puertos europeos, siendo su carga principal refuerzos americanos para el frente del este. Más de 15000 soldados con todo su equipo, además de munición, productos químicos, monturas, petróleo y carga variada conformaban el convoy, uno de los más impresionantes reunidos hasta ese momento, tratando de ganar protección frente a los feroces submarinos alemanes que tanto daño estaban causando a la navegación aliada.
El uso de hidroplanos y la escolta británica que hacía ganar confianza con su profesionalidad y entereza durante las diversas alarmas que se habían disparado durante la navegación, no eliminaban del ambiente la preocupacion visible en todos los hombres a bordo.
No había duda de que el nerviosismo estaba a flor de piel. A falta de unas 600millas para su destino, estaba deseando ver tierra.
Sin embargo, lo que ni él ni nadie vio, absortos como estaban en buscar sobre las aguas, fue un HS-1 que a unos 2500m estaba observando discretamente la composición del convoy, su rumbo y derrota.
Una hora más tarde
El capitán Herrera informaba al capitán Díaz, comandante del nuevo portaaeronaves Glorioso de la Marina, de su descubrimiento. Un convoy enorme a unas 80millas de distancia, protegido por una escolta de acorazados y cruceros. Una presa dura de roer... y por si fuera poco, la noche caería pronto sin permitir a la flota española poder presentar batalla.
Los acorazados españoles no podrían llegar a tiempo... y aun llegando, los siete buques de combate principales hispano alemanes se enfrentarían a cinco acorazados británicos de primera línea. Algo que no interesaba a los españoles. El objetivo era el convoy.
Para asestar un duro golpe al vital convoy enemigo, los nuevos aviones torpederos HS-1 eran la mejor opción... Díaz se lamentó de que la primera unidad operacional no estuviera disponible. Hubiera podido ser una gran oportunidad, pero no valía de nada lamentarse sobre hipótesis. Era una pérdida de tiempo. Agradeciendo a Herrera su informe, pidió a su oficial de comunicaciones que se dispusiese a transmitir un mensaje por señales luminosas al Almirante Cámara, buque insignia del almirante Miranda.
El silencio de radio fue la primera petición parte de esa comunicación... que se extendió durante veinte minutos hasta que los focos de señales se apagaron. Al poco tiempo, seis cruceros ligeros, los pertenecientes a las dos nuevas divisiones españolas de cruceros (1), comenzaron a acelerar a todo su andar hacia la posición estimada del enemigo mientras un último HS-1 despegaba del Glorioso para, aprovechando las últimas horas de luz, tratar de mantener un seguimiento de la escuadra enemiga.
El grueso de la flota (2), con la escolta de los cruceros alemanes (Dresden, Leipzig, Nurberg, Wiesbaden y Brummer) y los destructores oceanicos de la clase Blas de Lezo (Blas de Lezo, Cabeza de Vaca, Mighuel de Cervantes, Carlon II de Borbon y Juan Sebastian Elcano), corigio rumbo hacia el convoy enemigo al maximo andar que los lentos acorazados permitian. No llegarian a tiempo, pero si algo imprevisto sucedia, tal vez pudieran sacar provecho de alguna forma.
(1) Los tres acorazados clase Jaime I, los dos cruceros de batalla españoles clase Almirante Camara y los dos cruceros e batalla alemanes Von der Tann y Moltke
(2) Los nuevos cruceros clase Vizcaya (Vizcaya, Isabel la Catolica y Alejandro Malaspina) y clase Lepanto (Lepanto, Navas de Tolosa y Bailen)
Última edición por Urbano Calleja el 30 Sep 2014, 11:41, editado 1 vez en total.
"Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado". Arturo Pérez-Reverte
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
Hola:
Se acerca el final de la guerra y no puede ser más emocionante, ¡todavía podemos ganar y no me quedan uñas!
Por cierto sir Roy, implacable y justa la justicia real. Mis agradecimientos por el severo castigo a los adinerados que siempre se habían salido con la suya.
Un saludo
Se acerca el final de la guerra y no puede ser más emocionante, ¡todavía podemos ganar y no me quedan uñas!
Por cierto sir Roy, implacable y justa la justicia real. Mis agradecimientos por el severo castigo a los adinerados que siempre se habían salido con la suya.
Un saludo
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- Sargento
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
Bueno,... acercarse, acercarse....
Si somos optimistas, pongámonos en que le zurramos la badana mediante Hostias a 2 Manos a la Entente, desde Flandes y desde nuestras posiciones, y supongamos que se llegua en ese momento a un acuerdo de paz con Francia, llámalo Armisticio, o algo por el estilo.
Supongamos que los British también entran en el saco, y hartitos del tema, también se salen de la jugada,... asumiendo algunas de las pérdidas territoriales (Gibraltar for Spain)
... pues anda que no nos quedaría mili todavía para poder cantar el final de la guerra! ... los Usa´s boys tienen un pie en Cuba, y dudo mucho que se aveniesen a dejarlo escapar, que el orgullo es un pecado capital del que me temo que andan un poco sobrados, y el golpe del 98 aún tiene que picar... No, personalmente, creo que en el mejor escenario, en que Francia y UK llegasen a una paz en Europa, los USA se volverían a su terruño, y se centrarían en una guerra contra nosotros por Cuba y el resto del Caribe. Poniéndonos en un caso extremo,incluso podrían firmar una paz por separado con los Imperios.
En ese escenario, estaríamos solos cara a cara contra los Village People again. Pero más bregados, más potentes, más sabios... (nosotros, digo), y ellos con posible apoyo de los "no beligerantes" ex-Ententes, mientras que el Reich iría a su bola y posiblemente haría negocios con todos.
También tendríamos el temita de las Filipinas; que no perdamos de vista, que el objetivo es no perder lo que teníamos, o al menos, intentarlo dignamente...
Caballeros, mili nos queda por delante...
... y en 1920, si llegamos, habrá que, siguiento la LTR, organizar cierto cuerpo con un carácter muy especial ...
Ya no me quedan uñas en algunos dedos, y miro goloso las de los pezuños
Si somos optimistas, pongámonos en que le zurramos la badana mediante Hostias a 2 Manos a la Entente, desde Flandes y desde nuestras posiciones, y supongamos que se llegua en ese momento a un acuerdo de paz con Francia, llámalo Armisticio, o algo por el estilo.
Supongamos que los British también entran en el saco, y hartitos del tema, también se salen de la jugada,... asumiendo algunas de las pérdidas territoriales (Gibraltar for Spain)
... pues anda que no nos quedaría mili todavía para poder cantar el final de la guerra! ... los Usa´s boys tienen un pie en Cuba, y dudo mucho que se aveniesen a dejarlo escapar, que el orgullo es un pecado capital del que me temo que andan un poco sobrados, y el golpe del 98 aún tiene que picar... No, personalmente, creo que en el mejor escenario, en que Francia y UK llegasen a una paz en Europa, los USA se volverían a su terruño, y se centrarían en una guerra contra nosotros por Cuba y el resto del Caribe. Poniéndonos en un caso extremo,incluso podrían firmar una paz por separado con los Imperios.
En ese escenario, estaríamos solos cara a cara contra los Village People again. Pero más bregados, más potentes, más sabios... (nosotros, digo), y ellos con posible apoyo de los "no beligerantes" ex-Ententes, mientras que el Reich iría a su bola y posiblemente haría negocios con todos.
También tendríamos el temita de las Filipinas; que no perdamos de vista, que el objetivo es no perder lo que teníamos, o al menos, intentarlo dignamente...
Caballeros, mili nos queda por delante...
... y en 1920, si llegamos, habrá que, siguiento la LTR, organizar cierto cuerpo con un carácter muy especial ...
Ya no me quedan uñas en algunos dedos, y miro goloso las de los pezuños
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- General de Cuerpo de Ejército
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
La paz con Británicos y Franceses sin que entren en el saco los USA y se larguen de Cuba es inviable , si nos metimos en la guerra por Filipinas no vamos a salir de ella sin Cuba .
impecables tanto Gaspacher y Sir Roy ahora yo pienso que los sub Alemanes no necesitan andar por el Océano Atlantico en busca de presas , los barcos de USA salen de los puertos y se reúnen con los barcos de escolta , con base en Cuba y Puerto Rico pondrían en serio peligro las reuniones del puerto hasta la reunión del convoy y si salen ya con escolta siempre es mas fácil atacar un barco con un escolta que un gran Convoy . Pero bueno son simples deseos mas que otra cosa , Cuba no a presentado demasiadas dificultades a la invasión para mi gusto .
Sobre el termino de la guerra no tengo ni idea que es lo que tendrán preparado el SH y sus colaboradores pero si la cosa sale bien en el Frente Oriental y nosotros lo hacemos bien en el Sur la entente estaría contra las cuerdas .
a ver como se estrena el Glorioso yo me lo imaginaba en un ataque a Tolon con los nuevos torpederos apoyando un ataque desde las costas de Gerona y sub y la armada rematando les .
otro que ya no tiene unas , ni muñones .
Un saludo .
impecables tanto Gaspacher y Sir Roy ahora yo pienso que los sub Alemanes no necesitan andar por el Océano Atlantico en busca de presas , los barcos de USA salen de los puertos y se reúnen con los barcos de escolta , con base en Cuba y Puerto Rico pondrían en serio peligro las reuniones del puerto hasta la reunión del convoy y si salen ya con escolta siempre es mas fácil atacar un barco con un escolta que un gran Convoy . Pero bueno son simples deseos mas que otra cosa , Cuba no a presentado demasiadas dificultades a la invasión para mi gusto .
Sobre el termino de la guerra no tengo ni idea que es lo que tendrán preparado el SH y sus colaboradores pero si la cosa sale bien en el Frente Oriental y nosotros lo hacemos bien en el Sur la entente estaría contra las cuerdas .
a ver como se estrena el Glorioso yo me lo imaginaba en un ataque a Tolon con los nuevos torpederos apoyando un ataque desde las costas de Gerona y sub y la armada rematando les .
otro que ya no tiene unas , ni muñones .
Un saludo .
Año de Rojos , año de hambre , peste y piojos
- urquhart
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MADRID, 9 DE OCTUBRE DE 1918
SEDE DE LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO, MADRID, 9 DE OCTUBRE DE 1918
La tensión se acumulaba en el despacho del Presidente Weyler desde el 6 de octubre. Los cablegramas desde la línea de frente se sucedían, informando sucintamente de la actividad propia, y la observada al enemigo.
Para Weyler era descorazonador no poseer toda la información que a poca distancia de allí manejaban en el Cuartel General del Ejército. Las ganas de acudir al Palacio de Buenavista eran todas... allí estaría Agustín Coca y Luque. De sus Ministros uniformados, solo estaba Flóez Carrión, de Marina-
Don Valeriano Weyler, hacia trabajar su mente más como militar que como Presidente del Consejo de Ministros, y ante el alud de las más diversas informaciones, el Presidente. o mejor dicho el General, no preguntaba más que por la eficacia de los transportes.
Weyler había llegado en alguna ocasión a comentar a sus más allegados que hablar de tácticas y estrategías en los diversos salones a los que había acudido en los dos últimos años le aburría sobremanera, a pesar de la más que necesaria presencia en aquellas meriendas con prohombres del país. Nadie, aboslutamente nadie, excepto algún industrial, le había requerido sobre temas logísticos, o sanitarios. Sí, los generales de sillón le hablaban de grandes operaciones, sin considerar que aquellos a quienes ellos lanzaban a espectaculares ofensivas necesitaban desde armas a calcetines.
Por fin, un Capitán del Arma de Ingenieros, pudo satisfacer su curiosidad. Los trenes de suministros y combustible estaban todos en sus lugar, preparados para abastecer a los Ejércitos, que ya contaban en sus polvorines y almacenes con suficiente cantidad de elementos para una dos semanas de operaciones. Entre almacenes y trenes, unas tres semanas de operaciones al frenético ritmo impuesto en aquella diabólica locura. En los grandes parques de maniobra creados desde la retirada del Sur de Francia, muchos de ellos con material capturado al enemigo se sonreía aquel oficial, esperaba el tercer escalafón logístico, al igual que en las capitales provinciales y comarcales... aunque estas ya eran las últimas reservas. Meses de trabajo y esfuerzos, podrían consumirse o mejor dicho volatizarse en cuatro semanas.
Bustamante calculaba que lograr una cantidad similar de materiales, municiones, repuestos, reemplazos de armas; así como alimentos preparados, agua potable, forraje; le llevaría hasta Navidad, sin tener en cuenta reemplazar vestimenta y calzado. Unidades de segunda y tercera línea todavía lucían los uniformes de rayadillo, y las unidades en instrucción, aunque cada vez menores en número, calzaban alpargatas... o su propio calzado. Respecto al correaje, el de obligada uniformidad era una quimera; había unidades usando correaje tomado al francés en 1914.
Weyler empezaba a odiar sus conversaciones con Bustamante; a cada día que pasaba, sus previsiones empeoraban, y cada día estaba más cerca lo que el Almirante llamaba punto muerto... no se trataba de un momento en que la producción se redujera; esto ya había ocurrido de forma controlada en elementos que no se consideraban esenciales, sería el punto en que dejaría de producirse de todo. El ejemplo de las minas era ilustrativo. La Marina de Guerra debía recuperar las minas almacenadas para los barrajes mediterráneos para reestablecer los que por diversas causas disminuían en el Cantábrico, con el riesgo,aunque razonable, de reducir la densidad de los primeros
Su cabeza se había convertido en un ábaco, y para colmo, las máquinas de Torres Quevedo a disposición del Ministerio de Armamentos no solo le daban la razón a Bustamante, sino que incluso aceleraban la llegada del punto muerto.
Aquellas máquinas de Torres Quevedo habían convertido el ábaco en una futura excentricidad... tal vez él mismo fuera una excentricidad... un militar de 80 años ya, en el Gobierno de una Nación en Guerra... el Presidente de un Rey de 32 años; de la primera nación de Europa, casi 427 años desde aquel 2 de enero de 1492.
Torres Quevedo... le estaba agradecido, desde luego, pero su idea de usar sus máquinas para lanzar unas cuantas bombas en Francia había supuesto que los dirigibles de la Aeronaútica Militar se dedicaran a medir la fuerza del viento, en lugar de observar los movimientos de la Entente. Cuando viera a Vives y Vich y Kindelán no sabría que hacer, si abofetearles o condecorarles; pues no había duda que habían logrado mantener relativamente limpios los cielos sobre los Ejércitos Españoles; con la participación de todos aquellos ingenieros de apellidos tan extraños; como el suyo propio.
Justo en aquel momento, el Almirante Florez Carrió, Ministro de Marina, llamaba su atención
Excelencia, el Almirante Miranda ha contactado con un gigantesco convoy enemigo
Cuales son las ordenes para Augusto (1)
Libertad de acción. Aunque debe evitar un encuentro en inferioridad.
¿Cómo de grande es ese convoy pérfido?
No lo sé Excelencia. Entienda Vuecencia que Miranda debe restringir al máximo sus comunicaciones para evitar la escucha enemiga. Pero si Miranda comunica gigantesco, imagínese... Mire el cablegrama de Miranda, ya decodificado
Ya veo, ni un Viva España, ni un Viva el Rey...
Vuecencia sabe que a estas alturas, cablegrafiar de forma innecesaria es una ventaja para el enemigo
Manolo (2), lo sé, es la presión.... Usted, sargento, abra esa ventana... tal vez fuera bueno que no fumen es la sala.
(1) Augusto Miranda y Godoy
(2) Manuel de Flórez Carrió
La tensión se acumulaba en el despacho del Presidente Weyler desde el 6 de octubre. Los cablegramas desde la línea de frente se sucedían, informando sucintamente de la actividad propia, y la observada al enemigo.
Para Weyler era descorazonador no poseer toda la información que a poca distancia de allí manejaban en el Cuartel General del Ejército. Las ganas de acudir al Palacio de Buenavista eran todas... allí estaría Agustín Coca y Luque. De sus Ministros uniformados, solo estaba Flóez Carrión, de Marina-
Don Valeriano Weyler, hacia trabajar su mente más como militar que como Presidente del Consejo de Ministros, y ante el alud de las más diversas informaciones, el Presidente. o mejor dicho el General, no preguntaba más que por la eficacia de los transportes.
Weyler había llegado en alguna ocasión a comentar a sus más allegados que hablar de tácticas y estrategías en los diversos salones a los que había acudido en los dos últimos años le aburría sobremanera, a pesar de la más que necesaria presencia en aquellas meriendas con prohombres del país. Nadie, aboslutamente nadie, excepto algún industrial, le había requerido sobre temas logísticos, o sanitarios. Sí, los generales de sillón le hablaban de grandes operaciones, sin considerar que aquellos a quienes ellos lanzaban a espectaculares ofensivas necesitaban desde armas a calcetines.
Por fin, un Capitán del Arma de Ingenieros, pudo satisfacer su curiosidad. Los trenes de suministros y combustible estaban todos en sus lugar, preparados para abastecer a los Ejércitos, que ya contaban en sus polvorines y almacenes con suficiente cantidad de elementos para una dos semanas de operaciones. Entre almacenes y trenes, unas tres semanas de operaciones al frenético ritmo impuesto en aquella diabólica locura. En los grandes parques de maniobra creados desde la retirada del Sur de Francia, muchos de ellos con material capturado al enemigo se sonreía aquel oficial, esperaba el tercer escalafón logístico, al igual que en las capitales provinciales y comarcales... aunque estas ya eran las últimas reservas. Meses de trabajo y esfuerzos, podrían consumirse o mejor dicho volatizarse en cuatro semanas.
Bustamante calculaba que lograr una cantidad similar de materiales, municiones, repuestos, reemplazos de armas; así como alimentos preparados, agua potable, forraje; le llevaría hasta Navidad, sin tener en cuenta reemplazar vestimenta y calzado. Unidades de segunda y tercera línea todavía lucían los uniformes de rayadillo, y las unidades en instrucción, aunque cada vez menores en número, calzaban alpargatas... o su propio calzado. Respecto al correaje, el de obligada uniformidad era una quimera; había unidades usando correaje tomado al francés en 1914.
Weyler empezaba a odiar sus conversaciones con Bustamante; a cada día que pasaba, sus previsiones empeoraban, y cada día estaba más cerca lo que el Almirante llamaba punto muerto... no se trataba de un momento en que la producción se redujera; esto ya había ocurrido de forma controlada en elementos que no se consideraban esenciales, sería el punto en que dejaría de producirse de todo. El ejemplo de las minas era ilustrativo. La Marina de Guerra debía recuperar las minas almacenadas para los barrajes mediterráneos para reestablecer los que por diversas causas disminuían en el Cantábrico, con el riesgo,aunque razonable, de reducir la densidad de los primeros
Su cabeza se había convertido en un ábaco, y para colmo, las máquinas de Torres Quevedo a disposición del Ministerio de Armamentos no solo le daban la razón a Bustamante, sino que incluso aceleraban la llegada del punto muerto.
Aquellas máquinas de Torres Quevedo habían convertido el ábaco en una futura excentricidad... tal vez él mismo fuera una excentricidad... un militar de 80 años ya, en el Gobierno de una Nación en Guerra... el Presidente de un Rey de 32 años; de la primera nación de Europa, casi 427 años desde aquel 2 de enero de 1492.
Torres Quevedo... le estaba agradecido, desde luego, pero su idea de usar sus máquinas para lanzar unas cuantas bombas en Francia había supuesto que los dirigibles de la Aeronaútica Militar se dedicaran a medir la fuerza del viento, en lugar de observar los movimientos de la Entente. Cuando viera a Vives y Vich y Kindelán no sabría que hacer, si abofetearles o condecorarles; pues no había duda que habían logrado mantener relativamente limpios los cielos sobre los Ejércitos Españoles; con la participación de todos aquellos ingenieros de apellidos tan extraños; como el suyo propio.
Justo en aquel momento, el Almirante Florez Carrió, Ministro de Marina, llamaba su atención
Excelencia, el Almirante Miranda ha contactado con un gigantesco convoy enemigo
Cuales son las ordenes para Augusto (1)
Libertad de acción. Aunque debe evitar un encuentro en inferioridad.
¿Cómo de grande es ese convoy pérfido?
No lo sé Excelencia. Entienda Vuecencia que Miranda debe restringir al máximo sus comunicaciones para evitar la escucha enemiga. Pero si Miranda comunica gigantesco, imagínese... Mire el cablegrama de Miranda, ya decodificado
Contacto Convoy enemigo.Gigantesco.
Ya veo, ni un Viva España, ni un Viva el Rey...
Vuecencia sabe que a estas alturas, cablegrafiar de forma innecesaria es una ventaja para el enemigo
Manolo (2), lo sé, es la presión.... Usted, sargento, abra esa ventana... tal vez fuera bueno que no fumen es la sala.
(1) Augusto Miranda y Godoy
(2) Manuel de Flórez Carrió
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
OPERACIÓN CIMITARRA II, 9 de octubre
En el frente de Irún el general Borja, comandante del grupo de Ejércitos Noroeste, había acudido a primera línea para empaparse del aire que respiraban sus soldados, dispuesto a no perderse el menor detalle de la operación por hallarse demasiado lejos del frente o por carecer de contacto con sus hombres. Un rápido vistazo, basto para comprobar como las tropas moras se preparaban a lo largo y ancho de la trinchera. Estos eran soldados experimentados y si bien los moros solían rehuir el combate nocturno, lo cierto era que una vez emprendido este, se mostraban resolutos y demostraban una gran capacidad de movimiento silencioso e infiltración, además de una resolución casi fanática. Eran las 01:25, y los soldados moros aleccionados por sus mandos comprobaban por última vez sus armas, especialmente los naranjeros que eran copias del Mp-18 diseñado por Hugo Schmeiser, aunque en el caso español en calibre 9 largo o 9X23mm. Exactamente 4 minutos y veinte segundos después los moros ascendían los parapetos de las trincheras y empezaban a adentrarse por parejas en la tierra de nadie, de ser necesario arrastrándose para no ser descubiertos. En sus manos llevaban fusiles, subfusiles, y abundantes explosivos. Para él había llegado el momento de regresar a su puesto de mando situado en la tercera línea de trincheras española, a menos de 3 kilómetros del frente.
Mimoun Sida se había alistado un año atrás en el Rif atraído por la buena paga y las posibilidades de saqueo que sabía se darían en las batallas que estaban por venir. A decir verdad la guerra que había descubierto en Europa lo había asustado, pues la escala de muerte y destrucción excedía cualquier cosa imaginable y no tenía nada que ver con las bandas en constante movimiento que conocía del Rif. Estaba sin embargo decidido a cumplir con su trabajo, y esta noche era participar en el ataque inicial de la que era una gran ofensiva. Un ataque nocturno nada menos, a quien se le ocurriría atacar durante la noche, se dijo mientras se arrastraba por la tierra de nadie en dirección a las trincheras yanquis. La noche era fría y había llovido hasta pocas horas antes, y por ello él, como todos sus compañeros se había cubierto con su tradicional chilaba en color marrón proporcionada por el ejército que le proporcionaba calor y dificultaba el que fuese descubierto al difuminar sus formas. Estaban llegando a las alambradas cuando empezó el bombardeo según lo previsto. Eran las 02:20 horas.
El comandante Laureano comprobaba que las cuatro compañías de fusiles, una de ametralladoras y una batería de artillería puestos bajo su mando estaban preparadas para emprender la marcha. Justo tras él se encontraba el sargento Manrique, vecino del Valle de Aran y avezado pastor, que sería quien les guiaría en la marcha nocturna que emprenderían en unos momentos. Serían él y varios otros soldados araneses los que guiarían a los cazadores de montaña durante su avance por los pirineos. Unos pirineos en los que en esos momentos una densa neblina cubría los valles, por lo que el frio otoñal calaba hasta los huesos helando a los hombres. Esperaba que en cuanto empezasen a moverse entrasen en calor.
George Brewster pertenecía a la 90ª División de infantería del Mayor general Henry T Tallen, una de las divisiones del I Corps norteamericano bajo el mando del Mayor Gral Hunter Liggett. Esa noche le había tocado guarda en la primera línea y estaba intranquilo, echando continuos vistazos a la tierra de nadie que más asemejaba un paisaje lunar que la verde campiña que le contaban había antes de la guerra. En varias ocasiones le había parecido escuchar algo, e incluso ver un fugaz movimiento, por ello incluso había lanzado una bengala, pero cuando miraba con detenimiento tan solo veía el fangoso campo de batalla. Poco antes de que finalizase su turno de guardia la artillería enemiga empezó a disparar con saña sobre su posición, viéndose obligado a agachar la cabeza y resguardarse en el fondo de la trinchera como pudo. ¿Qué demonios estaba pasando esa noche?
Mimoun se arrastró los últimos metros hasta las alambradas enemigas y saco sus cizallas para empezar a cortar los alambres con sumo cuidado. Su comandante había prometido que la artillería dispararía con sumo cuidado, además tras los disparos iniciales tan solo utilizarían los cañones de 75mm sobre esa primera línea, esperando con ello evitar las posibles bajas por fuego amigo a causa del bombardeo. Afortunadamente los artilleros parecían disponer de un método mágico para dirigir su bombardeo, pues casi todos los proyectiles cayeron al norte de esa línea de trincheras, permitiendo a las fuerzas de asalto realizar su trabajo y tenderse a esperar. Ya debía faltar poco para el asalto, si sus cálculos eran correctos debían ser cerca de las 4 de la mañana, y en breve pasarían al ataque. A su alrededor sentía más que veía a los cientos de compañeros que avanzaban junto a él, cubiertos por el bombardeo.
El cabo Molina había participado en la dura marcha nocturna que los cazadores de montaña habían realizado en la oscuridad para infiltrarse entre las posiciones francesas. Por suerte no habían sido descubiertos, y antes del amanecer pudieron acampar en una arboleda que les ocultaría de las vistas indiscretas. Tras instalar su ametralladora cubriendo uno de los accesos se acurrucó bajo los árboles junto a su equipo que ya había tendido varios capotes y ponchos formando un tejadillo que camuflaron con hierbas y ramas. La marcha en la que habían cargado su pesada máquina y una buena cantidad de municiones los había agotado, y se habían ganado un merecido descanso. Pese a ser primeros de octubre el frio era brutal en aquellas alturas, y la densa niebla de la noche, que aun persistía en las cumbres, no había ayudado. Desearía poder encender un buen fuego, pero estaba terminantemente prohibido por lo que no tuvo más remedio que pegarse a sus compañeros para buscar un poco de calor, no lejos de allí los artilleros, se acurrucaron junto a sus mulos. Sin duda apestarían, pero al menos estarían calientes. Faltaban aun unas horas para anochecer, cuando ocurriese podrían salir de allí y seguir avanzando para superar las defensas francesas y colocarse a su espalda. Pero sobre todo avanzarían descendiendo hacia los valles y alejándose del frío.
Marcus O´Malloy había relevado a Brewster en el puesto de observación de primera línea, escuchando con atención las preocupaciones de su amigo. Unas preocupaciones en su opinión infundadas, el bombardeo era similar a otros que habían sufrido desde que llegaron aquí, cortos pero muy violentos, al fin y al cabo los españoles eran unos cobardes que nunca atacaban a menos que fuese lugares indefensos. De pronto tan abruptamente como empezó, el bombardeo llego a su fin. Se disponía a incorporarse en su puesto para observar el campo cuando escucho el silbido de los proyectiles de artillería que pasaban sobre el para abatirse en las posiciones de retaguardia. Esto era nuevo, así que preocupado saco la cabeza brevemente, lo suficiente para ver como decenas de sombras se lanzaban sobre la línea de trincheras disparando y lanzando granadas. Apenas tuvo tiempo de gritar alarma cuando una pequeña explosión le arrojo violentamente contra la pared de la trinchera. El dolor era muy intenso y perdió el conocimiento casi de inmediato.
En el frente de Irún el general Borja, comandante del grupo de Ejércitos Noroeste, había acudido a primera línea para empaparse del aire que respiraban sus soldados, dispuesto a no perderse el menor detalle de la operación por hallarse demasiado lejos del frente o por carecer de contacto con sus hombres. Un rápido vistazo, basto para comprobar como las tropas moras se preparaban a lo largo y ancho de la trinchera. Estos eran soldados experimentados y si bien los moros solían rehuir el combate nocturno, lo cierto era que una vez emprendido este, se mostraban resolutos y demostraban una gran capacidad de movimiento silencioso e infiltración, además de una resolución casi fanática. Eran las 01:25, y los soldados moros aleccionados por sus mandos comprobaban por última vez sus armas, especialmente los naranjeros que eran copias del Mp-18 diseñado por Hugo Schmeiser, aunque en el caso español en calibre 9 largo o 9X23mm. Exactamente 4 minutos y veinte segundos después los moros ascendían los parapetos de las trincheras y empezaban a adentrarse por parejas en la tierra de nadie, de ser necesario arrastrándose para no ser descubiertos. En sus manos llevaban fusiles, subfusiles, y abundantes explosivos. Para él había llegado el momento de regresar a su puesto de mando situado en la tercera línea de trincheras española, a menos de 3 kilómetros del frente.
Mimoun Sida se había alistado un año atrás en el Rif atraído por la buena paga y las posibilidades de saqueo que sabía se darían en las batallas que estaban por venir. A decir verdad la guerra que había descubierto en Europa lo había asustado, pues la escala de muerte y destrucción excedía cualquier cosa imaginable y no tenía nada que ver con las bandas en constante movimiento que conocía del Rif. Estaba sin embargo decidido a cumplir con su trabajo, y esta noche era participar en el ataque inicial de la que era una gran ofensiva. Un ataque nocturno nada menos, a quien se le ocurriría atacar durante la noche, se dijo mientras se arrastraba por la tierra de nadie en dirección a las trincheras yanquis. La noche era fría y había llovido hasta pocas horas antes, y por ello él, como todos sus compañeros se había cubierto con su tradicional chilaba en color marrón proporcionada por el ejército que le proporcionaba calor y dificultaba el que fuese descubierto al difuminar sus formas. Estaban llegando a las alambradas cuando empezó el bombardeo según lo previsto. Eran las 02:20 horas.
El comandante Laureano comprobaba que las cuatro compañías de fusiles, una de ametralladoras y una batería de artillería puestos bajo su mando estaban preparadas para emprender la marcha. Justo tras él se encontraba el sargento Manrique, vecino del Valle de Aran y avezado pastor, que sería quien les guiaría en la marcha nocturna que emprenderían en unos momentos. Serían él y varios otros soldados araneses los que guiarían a los cazadores de montaña durante su avance por los pirineos. Unos pirineos en los que en esos momentos una densa neblina cubría los valles, por lo que el frio otoñal calaba hasta los huesos helando a los hombres. Esperaba que en cuanto empezasen a moverse entrasen en calor.
George Brewster pertenecía a la 90ª División de infantería del Mayor general Henry T Tallen, una de las divisiones del I Corps norteamericano bajo el mando del Mayor Gral Hunter Liggett. Esa noche le había tocado guarda en la primera línea y estaba intranquilo, echando continuos vistazos a la tierra de nadie que más asemejaba un paisaje lunar que la verde campiña que le contaban había antes de la guerra. En varias ocasiones le había parecido escuchar algo, e incluso ver un fugaz movimiento, por ello incluso había lanzado una bengala, pero cuando miraba con detenimiento tan solo veía el fangoso campo de batalla. Poco antes de que finalizase su turno de guardia la artillería enemiga empezó a disparar con saña sobre su posición, viéndose obligado a agachar la cabeza y resguardarse en el fondo de la trinchera como pudo. ¿Qué demonios estaba pasando esa noche?
Mimoun se arrastró los últimos metros hasta las alambradas enemigas y saco sus cizallas para empezar a cortar los alambres con sumo cuidado. Su comandante había prometido que la artillería dispararía con sumo cuidado, además tras los disparos iniciales tan solo utilizarían los cañones de 75mm sobre esa primera línea, esperando con ello evitar las posibles bajas por fuego amigo a causa del bombardeo. Afortunadamente los artilleros parecían disponer de un método mágico para dirigir su bombardeo, pues casi todos los proyectiles cayeron al norte de esa línea de trincheras, permitiendo a las fuerzas de asalto realizar su trabajo y tenderse a esperar. Ya debía faltar poco para el asalto, si sus cálculos eran correctos debían ser cerca de las 4 de la mañana, y en breve pasarían al ataque. A su alrededor sentía más que veía a los cientos de compañeros que avanzaban junto a él, cubiertos por el bombardeo.
El cabo Molina había participado en la dura marcha nocturna que los cazadores de montaña habían realizado en la oscuridad para infiltrarse entre las posiciones francesas. Por suerte no habían sido descubiertos, y antes del amanecer pudieron acampar en una arboleda que les ocultaría de las vistas indiscretas. Tras instalar su ametralladora cubriendo uno de los accesos se acurrucó bajo los árboles junto a su equipo que ya había tendido varios capotes y ponchos formando un tejadillo que camuflaron con hierbas y ramas. La marcha en la que habían cargado su pesada máquina y una buena cantidad de municiones los había agotado, y se habían ganado un merecido descanso. Pese a ser primeros de octubre el frio era brutal en aquellas alturas, y la densa niebla de la noche, que aun persistía en las cumbres, no había ayudado. Desearía poder encender un buen fuego, pero estaba terminantemente prohibido por lo que no tuvo más remedio que pegarse a sus compañeros para buscar un poco de calor, no lejos de allí los artilleros, se acurrucaron junto a sus mulos. Sin duda apestarían, pero al menos estarían calientes. Faltaban aun unas horas para anochecer, cuando ocurriese podrían salir de allí y seguir avanzando para superar las defensas francesas y colocarse a su espalda. Pero sobre todo avanzarían descendiendo hacia los valles y alejándose del frío.
Marcus O´Malloy había relevado a Brewster en el puesto de observación de primera línea, escuchando con atención las preocupaciones de su amigo. Unas preocupaciones en su opinión infundadas, el bombardeo era similar a otros que habían sufrido desde que llegaron aquí, cortos pero muy violentos, al fin y al cabo los españoles eran unos cobardes que nunca atacaban a menos que fuese lugares indefensos. De pronto tan abruptamente como empezó, el bombardeo llego a su fin. Se disponía a incorporarse en su puesto para observar el campo cuando escucho el silbido de los proyectiles de artillería que pasaban sobre el para abatirse en las posiciones de retaguardia. Esto era nuevo, así que preocupado saco la cabeza brevemente, lo suficiente para ver como decenas de sombras se lanzaban sobre la línea de trincheras disparando y lanzando granadas. Apenas tuvo tiempo de gritar alarma cuando una pequeña explosión le arrojo violentamente contra la pared de la trinchera. El dolor era muy intenso y perdió el conocimiento casi de inmediato.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
- Luis M. García
- Almirante General
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
Bueno, bueno...Que post tan interesante...
Al final vamos a montar una ofensiva de gran estilo, con sus barreras de artilería y todo... Y hasta con infiltraciones...
Le habrán puesto algo en la horchta?
Al final vamos a montar una ofensiva de gran estilo, con sus barreras de artilería y todo... Y hasta con infiltraciones...
Le habrán puesto algo en la horchta?
Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
- urquhart
- General de Ejército
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- Registrado: 06 Feb 2006, 13:13
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
Hola a todos,
estimado Luis, ten en cuenta que es la primera ofensiva del Ejército Español en un frente con alambradas, trincheras y cientos de miles de pérfidos, anticlericales, y especuladores de gual estrit
Hasta el momento siempre hemos golpeado en el eslabón más débil, ahora, toca asaltar la cerradura.
Una imagen de la propaganda contra el nuevo enemigo secular (1), el avaricioso especulador e imperialista estadounidense
(1) Desde 1814, con el ataque a Pensacola por parte de las tropas estadounidenses
estimado Luis, ten en cuenta que es la primera ofensiva del Ejército Español en un frente con alambradas, trincheras y cientos de miles de pérfidos, anticlericales, y especuladores de gual estrit
Hasta el momento siempre hemos golpeado en el eslabón más débil, ahora, toca asaltar la cerradura.
Una imagen de la propaganda contra el nuevo enemigo secular (1), el avaricioso especulador e imperialista estadounidense
(1) Desde 1814, con el ataque a Pensacola por parte de las tropas estadounidenses
Tempus Fugit
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