Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas

[astute]

Ya veo, ni un Viva España, ni un Viva el Rey...

Me llama la atención este detalle.¿Tal vez un simbolo de que los usos y costumbres mas anticuados y rígidos del Ejército desaparecen?

Un saludo!

[Urbano Calleja]

Convoy de la Entente, Atlántico, media hora antes de la caída del sol

Los seis cruceros españoles habían encontrado el convoy en el rumbo y posición estimados... sin duda la observación del piloto había sido precisa. Ripoll se dijo que debía proponer una condecoración para ese hombre... había facilitado su trabajo y, sin duda, le había dado una opción de llevar a cabo su misión con ciertas garantías de éxito.

Frente al contralmirante Ripoll, el grupo enemigo se recortaba sobre el horizonte mientras su grupo de combate se enmascaraba con la ayuda de la bruma y el sol que iba cayendo lentamente. Calculaba que faltarían unos 45min para que la noche se adueñase del Atlántico... y para que se desatase el infierno sobre los ingleses y sus aliados.
Dando una orden, a través de señales luminosas se comunicó al resto de buques el hallazgo. Reafirmando el silencio de radio que solo él rompería cuando lo considerase oportuno, les emplazaba a apagar sus luces de posición y navegación, y a mantener rumbo, velocidad y una distancia reducida entre ellos. De ello dependería el éxito de la acción.

En las siguientes dos horas, las dos divisiones de cruceros se posicionaron con cuidado en paralelo al convoy, manteniendo una velocidad de nueve nudos, ligeramente superior a la su presa. La navegación sin señales luminosas suponía un riesgo que gracias al buen hacer de la tripulación de los seis buques, todos ellos veteranos en servicio previamente en destructores, se mantenía bajo control, pero requería de máxima concentración. Los objetivos eran poco visibles, aún desde los 8000metros que los separaban, pero la posibilidad de ser descubiertos era elevada.

Sería una hora después cuando a unos 6000m de distancia, Ripoll ordenaría preparar armas para comenzar el ataque. La tensión entre la tripulación de los cruceros era extraordinaria. Para muchos de ellos era su bautismo de fuego en acción real... y ninguno había vivido un combate de esa entidad, puesto que por regla general estaba más destinado para los grandes buques de superficie de la armada. Pronto darían un paso que los precipitaría al abismo, o los convertiría en héroes.
Dieron ese paso cuando a unos 5400m el Vizcaya, buque insignia de Ripoll que encabezaba la columna, ordenó con dos destellos a popa virar e iniciar la maniobra. Los seis cruceros viraron un instante para vaciar sus tubos de babor para a continuación corregir rumbo y elevar la velocidad a 10 nudos. Ahora había que esperar. No sería una larga espera.

Menos de seis minutos después, una explosión rompió la calma brumosa que reinaba sobre las aguas. Dos explosiones siguieron en menos de 10segundos, para poco después, ser coronadas por un colosal estruendo. Para entonces, los seis cruceros hacían fuego con una furia inusitada mientras la flota de la Entente empezaba a comprender a qué se estaba enfrentando. Tras unos primeros instantes en los que parecían haber sido atacados por un submarino, el fuego de artillería despejó las posibles dudas que tenían y los focos empezaron a iluminar la superficie del Atlántico buscando a los agresores.

Entre las aguas, los restos del War Roach, un moderno carguero de 5200Tn se hundían con rapidez por efecto de la detonación de su carga de munición para artillería pesada como consecuencia del impacto de uno de los torpedos lanzados por el Isabel la Católica. Su tripulación no tuvo ni siquiera tiempo de huir del buque que, partido en tres pedazos desapareció de la superficie mientras el fuego de artillería español continuaba martilleando los buques del convoy.
La luz creada por las llamaradas y explosiones secundarias que sacudían el barco ya destrozado permitían distinguir a menos de 1000m del mismo un buque cisterna, el O.B.Hennings del capitán Collins, que ardía lentamente como consecuencia de un fuego desatado por la detonación de un torpedo lanzado por el Bailén. Un poco más rezagado en comparación a los dos buques alcanzados, la inmensa mole de un transporte de tropas de origen civil, el RMS Saxonia iba perdiendo arrancada mientras reflejaba la luz de los fuegos de los barcos alcanzados a su alrededor.


War Roach hundiéndose
Mientras las tripulaciones civiles y militares del convoy atacado trataban de reaccionar, los buques españoles habían acelerado a 14 nudos y acribillaban a los buques que alcanzados o iluminados por los fuegos en los buques alcanzados. El fuego era despiadado, todo lo rápido que permitía la habilidad de los artilleros españoles, y alcanzando una tasa de fuego apabullante. No duraría sin embargo más de dos minutos... para entonces, los buques de escolta del convoy comenzaron a acercarse a la posición definida de los atacantes, empezando a escucharse las primeras salvas de los acorazados de escolta que, en la distancia, disparaban más tratando de ahuyentar los buques agresores que tratando de alcanzarlos.

El vendaval de fuego español para entonces se había abatido sobre el Saxonia, el O.B Jennings y dos buques cercanos que para entonces ardían de forma preocupante. Fue el momento elegido por el Vizcaya para emitir una orden escueta por radio: "Onda".


RMS Saxonia, envuelto en llamas

Sin dejar de disparar, los cruceros ahora viraron de forma sincronizada para lanzar sus torpedos de la banda de estribor, y acelerar a velocidad máxima para abrir distancia con sus enemigos. Lanzados a una velocidad cercana a los 29nudos, los piques de los proyectiles enemigos fueron quedando atrás de los zigzagueantes cruceros ligeros, cuando dos explosiones más, separadas de unos 15 segundos, retumbaron en la noche. No mucho más tarde, a unos 8000m de distancia, el fuego del convoy cesó, como lo había hecho ya el español un rato antes para evitar que los fogonazos les identificaran.

Señales luminosas confirmaron la disponibilidad de las seis unidades para seguir adelante a plena velocidad, descartando por lo tanto daños severos. Ripoll se santiguó aliviado... la parte más difícil ya había pasado. Salvo que el enemigo se aprestara a perseguirlos, podían considerarse fuera de peligro inmediato. Dudaba que lo hicieran... por cuanto estarían más interesados en tratar de recuperar lo posible de los buques dañados y continuar hacia puerto que en tratar de perseguir unos buques rápidos hacia ninguna parte.
En cualquier caso, se aprestó a tratar de confundir aún más al enemigo.

"Paloma en la jaula. Repito. Paloma en la jaula". Resonó en las ondas hercianas antes de que el silencio de radio total volviera a hacerse presente.

Continuará...

[Luis M. García]

Hombre, ese ha sido un zarpazo en la mejor tradición pérfida cuando el imperio era el español.

De todas formas... Torpedos a 5 kms... Mucha distancia me parece para una solución de tiro exitosa, salvo milagros Torresquevedianos.

Saludos.

PD. Muchas gracias por tu gentil respuesta Roy, ya tengo en cuenta que es nuestra primera gran ofensiva en el teatro europeo y de momento tiene buena pinta.

[Gaspacher]

Me da a mi que han tirado en salva a ver si le acertaban a algo

y de zarpazo poco, en dos minutos habrán causado más averías que hundimientos

torpedos aparte, por supuesto

[Xenophonte]

Hola , paso para dejar mis felicitaciones a los creadores de esta gran Ucronía, que esta llegando a su definición.

[reytuerto]

Estimados Luis y Gaspacher:

Dejenme romper una lanza por los buques del Alte. Ripoll. Los cruceros de la clase Vizcaya, pueden disparar 4 torpedos a la vez a una banda, en tanto los Lepanto lanzan la mitad. eso nos deja un total de 18 torpedos en el agua mas o menos a la vez. Suponiendo hacia la baja, que sean Schwarzkopf de 450 mm (si, yo hubiese preferido de 533, pero doy por buenos los de 18 in), wet heaters con kerosene, tranquilamente pueden alcanzar los 8 kms, tal vez no tan rapido como en el relato, pero minutos mas minutos menos el resultado hubiese sido similar. Teniendo en cuenta que los del convoy estan navegando a unos 8 kts, en linea recta, sin suponer que estan siendo cazados, con un dud rate de los torpedos, digamos del 30%, y un porcentaje de error de 20%, podemos tener 9 barcos hundidos en el primer ataque. Los incendios ayudarian a poder centrar el fuego de los atacantes. La dispersion de los acorazados de cobertura del convoy, dan minutos preciosos a la escuadra de Ripoll para atacar con virtual impunidad. Los cañones pese a ser de carga separada, tienen una buena cadencia de fuego, yo creo probable unos 6 a 7 disparos por minuto en condiciones reales y combate nocturno. Pero sobre todo, esa fuerza naval ha estado navegando y combatiendo junta por un año, estan fogueados, los apuntadores conocen bien su oficio, y las dotaciones de las piezas se mueven rapido. Si, es factible el escenario que Urbano esta pintando. Saludos cordiales.

PS: Si el Saxonia estuviese tan lleno de tropas como el Rohna, Castillo de Olite o Leopoldville el impacto seria muy fuerte. Tanta mortandad, en un ataque "honorable" por parte de buques de superficie, bajo fuerte custodia de 5 BB, indudablemente golpearian la moral en la retaguardia y eso es tan importante como el hundimiento en si.

[Urbano Calleja]

Comentarios...tratando e no desvelar la conclusion del ataque (con reporte completo de daños)

El ataque torpedero de los cruceros no ha sido un ataque con solucion de tiro, sino un ataque de cortina, un abanico de torpedos cubriendo un sector. Se ha tratado de lograr abarcar un sector del horizonte donde se suponia que transitaban los buques enemigos pero sin apuntar a un buque en concreto.

El segundo ataque torpedero ha sido exactamente igual, pero en este caso para hacer romper la formacion a una posible respuesta por parte de la escolta del convoy.

Los acorazados fueron avistados a la cabeza del convoy, los cruceros han atacado por medio / cola... gracias a la informacion sobre la composicion del convoy pasada por el HS-1.
Considerando que hablamos de un convoy de 42 buques, podemos hablar de una distancia de cola a cabeza de unos 5000m... telita, vamos.
Eso, que era de noche, y que la distancia del ataque ha rondado los 5000m por banda, bueno. Hay hueco y la esperanza de que los acorazados tarden un poco en localizar al enemigo.

Respecto al fuego de piezas de artilleria, reytuerto lo ha explicado de forma perfecta.
Seis cruceros a ocho piezas de 152mm cada uno nos sale a 48piezas disparando una cadencia de 5 disparos por minuto... nos vamos a 450 disparos. No es desdeñable... y con el efecto de alumbramiento de los fuegos, a 5000m para artilleros entrenados y con blancos lentos no es tiro al pato pero casi.

Veremos hoy el desenlace. No se queden sin uñas

[urquhart]

Hola a todos,

permitidme unos comentarios.

Astute, los tiempos cambian, y que decir si son los tiempos de la Gran Guerra. Tras cuatro años de sangrías, todos los contendientes buscan acabar cuanto antes con el conflicto. Weyler, no deja de ser un anciano de 80 años, sus momentos de lucidez, practicamente todos, deben entremezclarse con momentos que le recuerden su experiencia en las Guerras Carlistas, en Santo Domingo, o Cuba, cuando contaba con 20 años menos.

De ahí la imagen del ábaco frente a las calculadoras de Torres QUevedo, a las que la administrción más modernizada, la de Armamentos ha encntrado una utilidad rayana si se quiere con una utopía en 1918, más que una ucronía, la de cálculo estadístico; aunque ciertamente la TQ realziaba operaciones complejas, dependiendo del número de ruedas que dotara a la máquina (¿a que os suena a Enigma?)

La ausencia de los debidos (si no me equivoco) Vivas es una muestra del signo de los tiempos impuestos.

Han cambiado tanto los tiempos que los Reales Ejércitos en Cimitarra han iniciado una operación contraria a todos, todos los usos anteriores. Abandona la defensa para pasar al ataque en un sistema que desde las carlistadas sabe de su alto precio para el atacante.

Rey y Urbano, no negaré la caapcidad de tiro de los artilleros españoles, en cuanto a carga y descarga; pero, siempre ha de existir un pero, esa cadencia en tiro nocturno tendrá un serio inconveniente/handicap, común a todas las MArinas de Guerra y Armadas hasta aproximadamente 1935; y no es otra que los destellos de los propelente en la boca del tubo deslumbrarán a los servidores, ya que sus cañones se presentan en afustes abiertos, según recuerdo de vuestros diseños. Si no es así, por favor, corregidme.

A los directores de fuego, les ocurrirá lo mismo. En un ambiente escotópico (poca luz), o mesópico (relata Urbano la acción a la caida del sol) al pasar a uno inusitadamente fotópico (mucha luz) por las deflagraciones, perderán su capacidad visual. Tengase en cuenta que el que suscribe ha usado en su relato en varaias ocasiones las ventajas propias de las medias luces, ya al atardecer, ya al amanecer.

¿Es pues creible una elevada tasa de aciertos? Sí, siempre y cuando los directores de fuego trabajen a fondo con la info del HS-1, sus observaciones antetiro, y finalmente, si de forma mancomunada los 6 CL disparan a partir de la salva N (pongan ustedes el cardinal) a posibles posiciones posteriores de las naves enemigas, ya que conocen su disposición. Ciertamente, los acioertos de los torpedos permetirán una relativa mejora del tiro, pero esos faros son ahora inmóviles, y solo serán válidos como referencia de futuro tiro si otros buques enemigos son próximos a las teas flotantes.

Ciertamente, un minuto es un tiempo formidable, ya que los navegantes pérfidos verán como sus lentas naves tardan en obedecer a las maniobras ordenadas por sus capitanes, aunque también es cierto que la navegación en convoy, era extremadamente rígida. Y desde luego, 450 proyectiles, como avanza Gaspacher, tal vez no produzacan innumerables hundimientos, pero si cuantiosas averías.

Espero que mucha de la munición empleada, o toda, sea HE, así incluso una explosión acuática cause daños en las naves de nuestros eternos enemigos.

Salvo mejor opinión, y dado que hoy me he levantado en un elevado grado de perapunyetismo (tocagónadas) producido por unas urgencias intestinales nocturnas, ruego a ambos sean indulgentes en su respuesta

[Llanero]

Hola a todos !!

Para ese tipo de urgencias, le recomendaría un par de remedios que me enseñó mi abuelo y que siempre me han funcionado. Coja un puñado de hojas de manzano (que no estén secas), después de lavarlas, póngalas a hervir 10 minutos, echar un par de cucharadas de azúcar (muy, muy recomendable) y comprobará como sus males desaparecen. Si no dispone de hojas de manzano, beber un vaso de vino tinto con limón ( otro nuevo y "delicado" sabor) y si no, comerse una tableta de chocolate.

Cordiales saludos,

[Urbano Calleja]

Rey y Urbano, no negaré la caapcidad de tiro de los artilleros españoles, en cuanto a carga y descarga; pero, siempre ha de existir un pero, esa cadencia en tiro nocturno tendrá un serio inconveniente/handicap, común a todas las MArinas de Guerra y Armadas hasta aproximadamente 1935; y no es otra que los destellos de los propelente en la boca del tubo deslumbrarán a los servidores, ya que sus cañones se presentan en afustes abiertos, según recuerdo de vuestros diseños. Si no es así, por favor, corregidme.

En realidad, las piezas de los cruceros llevan montajes individuales, pero remitiéndome a la representación grafica de reytuerto, hablamos de montantes (que no torres blindadas) cerrados, protegiendo a los sirvientes de la piezas de las inclemencias climatológicas y deslumbramientos. O al menos es lo que he interpretado… corregidme si me equivoco.

A los directores de fuego, les ocurrirá lo mismo. En un ambiente escotópico (poca luz), o mesópico (relata Urbano la acción a la caida del sol) al pasar a uno inusitadamente fotópico (mucha luz) por las deflagraciones, perderán su capacidad visual. Tengase en cuenta que el que suscribe ha usado en su relato en varaias ocasiones las ventajas propias de las medias luces, ya al atardecer, ya al amanecer.

En realidad se abre fuego en condiciones netamente nocturnas… los cruceros llegan con la caída de la luz, enmascarándose en ella para lograr posición. Pero es solo cuando el sol ha caído ya cuando cierran distancia (creo recordar, tres horas mas tarde) y abren fuego a oscuras.
Dicho lo anterior… no será sencillo, de acuerdo. Pero a 6000m y con la iluminación de los fuegos causados por incendios, debería ser mas sencillo hasta que la humareda enturbie el ambiente.

Respecto a la tasa de aciertos y las bajas… aun no he comunicado el resultado, pero visto el interés, no se preocupen. Hare un conteo adecuado y podemos discutir al respecto después.

Saludos

[zaptor]

Buenas!!
Visto lo visto..., en el ataque al convoy, varios buques mercantes tocados, incluido un transporte de tropas grandecito, y de noche.
Eso implica que hay que, cuanto menos, evacuar a las tripulaciones y pasaje de esa nave. Por lo tanto, al menos varios destructores y/o cruceros deben estar muy cercanos a él, protegiendo la evacuación.
También, al haber buques tocados, su andar será mucho más lento...
En resumen, el convoy se encuentra con esto, siempre pendiente de los datos reales: Unidades hundidas o inmóviles; estas últimas se echarían a pique con un torpedo para no dejarlos a merced de ser capturados (previa maniobra de evacuación, obviamente); buques cuya evacuación, y de noche, tiene que realizarse con apoyo de varias naves... posiblemente algún otro mercante. Esto hace que en la zona del ataque, permanezcan unidades del convoy un tiempo.
Unidades que pueden ir a paso lento, por estar tocadas.
Unidades que pueden seguir a su andar anterior, o que por si las moscas metan más caña para alejarse....

Así pues... el comandante de la escolta, que puede hacer? dejar atrás a los lentos con cruceros cubriéndoles mientras los BB guían al resto del convoy? supongo que con un cambio de rumbo para tomar una derrota más norteña y poner millas de por medio.

Lo que no puede hacer es dejar a los BB retrasados, porque se expone a una celada contra el grueso del convoy. Mala situación tiene...

Que haríais vosotros en este caso? me parece que lo lógico, en su caso, es lo que comento... salvar la mayoría con la escolta de los BB y dejar atrás el lastre, al cuidado de los cruceros que pueda destinarles... sin ser consciente de que nuestros BB no andan lejillos.

Qué gran bendición el Glorioso! ... ya sólo por acciones de reconocimiento como estas, puede amortizarse

Un saludo

[urquhart]

Hola a todos,

Urbano, y Rey, desde luego la adaptación a las cambiantes condiciones lumínicas es difícil, no imposible. Desde luego el fuego de las naves alcanzadas es una ayuda de primerísimo orden.

Por cierto, no había pensado en el handicap añadido del humo en suspensión, ya que como coloide irritaría las mucosas de nuestros bravos artilleros; aunque no podemos dejar de tener en cuenta que mientras el humo quedará en suspensión, la nave avanza, y espero que en nuestra Marina de Guerra por aquellos entonces los artilleros vistieran algo parecido a esto:

http://fc02.deviantart.net/fs71/i/2011/ ... 3kug9x.jpg

Ahora bien, si en el lider de escuadrilla/flotilla el director de tiro jefe (lamento desconocer si existe una denominación para este cargo) dispusiera de cierta ayuda tecnológica, sin ningún tipo de dudas, la Marina de Guerra sería la dueña de los mares durante la noche... un tipo de encuentro, el nocturno que por aquellos entonces todas las Marinas y Armadas rehuían, por la incertidumbre del resultado.

Permitidme una anecdota, en este caso de la SGM:

los estadounidenses antes de la SGM, estaban convencidísimos que los japoneses jamás actuarían en condiciones nocturnas. Los científicos norteamericanos, llevados más por su supremacismo racial que por sus conocimientos, aseguraron a la Navy que la pobre dieta nipona en carotenos los convertía en incapacitados en visión nocturna.

Mientras los estadounidenses porfiaban sus misiones en aprovechar esa ventaja biológica, los japoneses entrenaron a su Armada Imperial para combatir en unas condiciones lumínicas que hasta donde ellos sabían, los anglo americanos rehuirían. Así entre la marinería buscaron a todos los nictalopes (1), y diseñaron a partir de prismáticos de toda procedencia unos con grandes pupilas de entrada y salida (2), permitiendo un mayor flujo luminoso, y por tanto, no confundiendo objetos obscuros con el horizonte, claramente obscuro.

Lo contario se busca en un telescopio, confundir objetos poco luminosos con el fondo, apareciendo de repente mayor número de astros.

Podríamos hablar de los telémetros de coincidencia... hasta que en 1941 los estereoscópicos
, aunque para la Navy, no todo era cuestión de uno u otro sistema:

COINCIDENCE AND STEREOSCOPIC RANGE FINDERS

The first of these reports is concerned with the comparative test of coincidence and stereoscopic range finders. (353) In these tests the American stereoscopic Height Finder Ml was operated against the British coincidence type Range Finders FQ 25 and UB 7, in ranging on fixed ground targets, moving naval targets and moving aerial targets. The coincidence and stereoscopic methods utilize the same basic principles of geometrical optics for the determination of the distance to a target. The two methods differ radically, however, in the nature of the criterion presented for human judgement. These British instruments were of the split field coincident type. American crews were being trained at Fort Monroe to operate the coincidence instruments but this plan was dropped when six British seamen, who were experienced range takers, were made available for the tests. Until recently the British Services had tended strongly to the coincidence type of instrument while the American Services had adopted the stereoscopic principle for long-base instruments at least. The decisions of both the British and American Services apparently grow out of different interpretations of the experience of the Battle of Jutland in World War I and are of no concern in this place.

Tests were run in November and December 1941 using the British seamen on the British instrument and experienced American observers on the Standard M1. Bad weather conditions and various experimental difficulties and mishaps made it impossible to obtain a really satisfactory quantity of data before the tests hall to be terminated. Fixed target reading were made on targets from 2,700 to 14,500 yards. Only five aerial courses could be recorded and these were all level flight courses, at altitudes of 3,000 to 4000 yards and slant range between 4,000 and 12,000 yards Continuous contact was used. Nine courses were obtained on slow moving naval targets at ranges from 4,000 to 12,000 yards. In these latter courses continuous and broken contact were used at different times.

It was found, throughout the tests, that the performances of the various instruments were more nearly alike when measured in external units (Reciprocal range) than when measured in terms of error at the observer's eye, in spite of marked differences in physical dimensions of the instruments. The American MI has a base length of 4.5 yards and used 12 power; FQ 25 with a 6 yard base used 28 power and UB 7, a portable instrument, has 25 power and 3-yard base. The coincidence instruments did not use internal adjusters but were calibrated on targets of known range. In other words. the net performance of the different instruments were essentially comparable although the instruments exhibited varying degrees of efficiency in performance relative to the size. On aerial courses precision errors of the four instruments were about alike when measured in reciprocal-range units. In UOE,[5] the FQ 25 had comparatively poor precision, while the UB 7, for three of the five aerial courses, had very small precision errors. The number of aerial courses was too small to yield much information about consistency of observations from one course to the next.

For the naval target courses, one American instrument was not operating. Precision errors of the other three instruments were similar to those on aerial height courses. In reciprocal range units the three instruments had comparable precision. In UOE the FQ 25 was worse and the UB 7 was better than the American M1. Consistency error of the UB 7 was smaller than that of the M1, even when measured in reciprocal range units, while the FQ 25 was similar in consistency to the Ml, again in reciprocals units. On ground targets the same general situation holds. Consistency errors of the four instruments over the 9-day period were the same when measured in reciprocal-range units. Again the UB 7 was better than the stereoscopic instruments in UOE and the FQ 25 was worse. Consistency over the 9 days was not perceptibly worse than daily consistency for any of the instruments. In other words, the readings over the 9 days did not scatter in total more than did readings for a typical day. An analysis or these results leads to the following conclusions. (1) Performance of the coincidence and stereoscopic instruments was about the same when range errors were measured in yards (2) The UB 7 however, with a virtual base length smaller than that of the American stereoscopic instruments was more efficient than the stereoscopic height finders in terms of performance for its size, while the large coincidence instrument, the FQ 25. was less efficient in this sense. This situation held for all types of targets— fixed ground, naval, and aerial. (3) The UB 7 is somewhat better than the American instrument in consistency on naval targets, even when measured in external units.

This report is attached, as supporting data, to a Report to the Services issued by the Fire Control Division of NDRC (20). This points out that the tests indicate no important difference in the precision obtainable from the two types of instrument— coincidence and stereoscopic They do indicate, however, that the difference in performance between large and small instruments is by no means as great as would be anticipated from simple geometrical optics. The report concludes with the belief that stereoscopic and coincidence acuities are about equal. Under favourable conditions existing instruments of the two types perform about equally well, and the choice between them for any given purpose must be based on matters of convenience related to the particular conditions under which they are to be used

(4)


(1) http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=nict%E1lope
(2) http://www.uib.cat/depart/dfs/apl/soc/p ... upilas.htm
(3) Rangefinders and Tracking, Summary Technical report of NDRC, Division 7 (Fire Control), volume 2, p17-18
(4) Hay premio para quien responda ¿a que Armada pertenece el Telémetro de coincidencia mostrado?

PS: Gracias Llanero. Rehidratación, Ultralevura y chocolate.

[Gaspacher]

OPERACIÓN CIMITARRA III/I, 9 de octubre

Mimoun había arrojado dos granadas dentro de la trinchera arrojándose al suelo inmediatamente, a la espera de las explosiones de los pequeños artefactos. A su alrededor el resto de sus compañeros había hecho otro tanto, así que esperaron unos segundos a dejar de oír las explosiones, no fuesen a saltar a la trinchera cuando aún faltaba por explosionar alguna granada. Cuando considero que debía ser seguro se incorporó rápidamente y se dirigió a ella saltando a su interior con el naranjero preparado. Ahora todo dependía de la rapidez, por lo que empezó a moverse en compañía de su amigo Tarik, quien le acompañaba cargando un fusil con bayoneta. Frente a ellos había un recodo, por lo que disparo varias ráfagas desde la esquina antes de entrar en el siguiente ramal, donde vería tres soldados enemigos alcanzados por las balas tendidos en el suelo. A su espalda Tarik lanzó una granada a un refugio que se internaba en la tierra. La explosión estuvo acompañada por un grito de dolor. Había dejado enemigos a su espalda… debería dejar de cometer esos errores si quería salir de allí con vida. Un largo silbido sonó sobre sus cabezas, seguido de una cadena de explosiones procedentes de las trincheras españolas y la tierra de nadie cercana a estas. La artillería enemiga acababa de entrar en acción.



Feliciano corría por las trincheras inglesas regándolas con las ráfagas de su naranjero dispuesto a eliminar toda resistencia de la zona. Al llegar a un recodo de la trinchera asomo su arma y disparó una larga ráfaga antes de cambiar el cargador, mientras su binomio, Lorenzo, le sobrepasaba y entraba en el recodo disparando a su vez. Un grito ahogado indico que había abatido a un enemigo, pero Feliciano ya estaba corriendo detrás de Lorenzo, cubriéndole las espaldas. Un nuevo recodo, una granada y en cuanto se escuchó la detonación ambos se adentraron en él, haciendo fuego con sus modernas armas. En la siguiente intersección se encontraron con la escuadra del cabo Matías, quien estaba organizando equipos de asalto para entrar en unos refugios enemigos. Unas voces suplicando en un mal castellano ¡Me rindo! Detuvieron el brazo de Pedrín cuando estaba a punto de lanzar una granada por la entrada. Segundos más tarde una docena de temblorosos soldados salía con las manos en alto arrojando sus armas al suelo.

El puesto de mando del general Borja temblaba por el brutal bombardeo al que las trincheras estaban sometidas. Afortunadamente su infantería ya las había abandonado mucho antes aproximándose a las defensas enemigas cubiertas por su propia artillería, por lo que este bombardeo tan solo servía para que el enemigo malgastase sus municiones, de hecho servía para enmascarar el propio ataque. Semanas atrás Borja había llegado a la conclusión que una ofensiva con vistas a una penetración decisiva sería inútil, pues en cuanto las fuerzas abandonasen la protección de su propia artillería tan solo servirían para aumentar las bajas propias. Por lo tanto había diseñado una ofensiva en la que el objetivo no era la ganancia territorial, ni el cerco de grandes unidades enemigas. Su objetivo era en cambio el destruir a la multitud de pequeñas unidades que protegían la primera línea del frente y con ello destruir la capacidad combativa de las divisiones enemigas.

Para esta misión y con la ayuda de oficiales alemanes alecciono insistentemente a sus hombres en tácticas de infiltración y choque, para lo cual emplearon el campo de maniobras de San Gregorio, próximo a Zaragoza. Las fuerzas de choque debían internase en la tierra de nadie durante la noche, y atacar en cuanto finalizase el bombardeo. Sabía que sin duda el enemigo aprovecharía ese momento para disparar sobre sus trincheras con el fin de acabar con las reservas, por lo que en una primera fase no existirían tales tropas. Únicamente cuando las fuerzas de asalto hubiesen limpiado la primera línea enemiga trataría de reforzarlas para explotar el éxito. Esperaba que cuando destruyese esas siete divisiones enemigas, la sangría de las fuerzas enemigas pondría contra las cuerdas al frente sur enemigo, que se vería obligado a recibir refuerzos con urgencia…algo imposible mientras en Flandes los alemanes continuaban lanzando a la batalla a sus ejércitos. Sus perspectivas de derrumbar el frente dependerían por lo tanto de lo que hiciesen durante los próximos días.

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Uno de sus oficiales señalo un punto cerca de Vidania, en las proximidades de Tolosa, en el que la resistencia enemiga era especialmente dura. Si sus unidades de asalto no lograban someterlo de inmediato debían alejarse de él, y solicitar a la artillería que lo destrozase. En líneas generales en asalto parecía estar marchando relativamente bien. Un asalto generalizado a lo largo de 140km de los sectores americano e inglés en la zona occidental de los pirineos. Las defensas enemigas parecían estar sufriendo grandes apuros, lo que el enemigo sin duda no esperaba es que los atacantes se detuviesen en la primera línea de trincheras, la llamada zona avanzada en la que tan solo tenían patrullas, puestos de ametralladoras, y pequeñas unidades que no podrían hacer frente al brutal asalto al que las estaba sometiendo.

El cabo García confeccionaba con rapidez las cargas propulsoras de los proyectiles de artillería pesada. En esos momentos disparaban a 9.500 metros, por lo que cada carga precisaba de dos sacos de pólvora que él preparaba con rapidez, pasándoselos al soldado Menéndez para que lo introdujese en la recamara del obús de 210mm una vez los soldados Barcelona y Ochoa habían cargado el proyectil. Su morser de origen alemán se había convertido ahora en una maquina automatizada en la que cada hombre tenía muy clara su función, empezando por el sargento Hidalgo y el cabo Castillo, jefe de la pieza y apuntador respectivamente. Todo ello con vistas a pulverizar las defensas enemigas, que sin duda a esas alturas estaban recibiendo un duro castigo.

El soldado Brewster fue abruptamente despertado por los gritos de alarma que se sucedían en el refugio al poco de lograr conciliar el sueño. Con una maldición se puso el casco y cogió su fusil Springfield para salir a la trinchera y ayudar a repeler el ataque enemigo. No había avanzado veinte metros cuando una advertencia del sargento Timber le detuvo. El enemigo ya había entrado en las trincheras y estaba avanzando con rapidez por ellas, era hora de calar la bayoneta y prepararse para el combate cuerpo a cuerpo. Cerca de él el cabo Atkinson preparo su Chauchat dispuesto a ametrallar al enemigo. Por desgracia este parecía disponer de nuevas armas, pues apenas pudieron ver como un soldado asomaba brevemente la cabeza por el recodo más próximo, tan solo unas décimas de segundo en total, cuando el cañón de un arma asomo disparando una larga ráfaga en su dirección. Alcanzado en el hombro Brewster caería junto a sus compañeros, segundos más tarde pudo ver como los soldados enemigos pasaban sobre él con unas extrañas armas en las manos. Luego se hizo la oscuridad, despertaría tres días después en un hospital de Logroño.

Aeródromo de Pamplona. Un total de veintidós aeroplanos de caza esperaban alineados en el borde de la pista con los motores en marcha, dispuestos a despegar en cuanto se ordenase. Aún era de noche, por lo que el capitán Julio Ruiz de Alda debía realizar un vuelo nocturno hasta su objetivo, el aeródromo enemigo de Itxassou, cerca de la línea del frente. Una linterna frente a él se movió rápidamente en vertical, dando la orden de salida. Rápidamente y a su voz los mecánicos retiraron los calzos, permitiendo a los aviones rodar libremente por el prado.

En el Casino de Pau, el Mayor Gral. Hunter fue despertado por su ordenanza a las 05:10. Desde una hora antes las fuerzas enemigas estaban atacando sus posiciones de primera línea entre Saint Engrace y Saint Etienne de Baigorri, a lo largo de un frente de 50km, que aun aumentaba si sumaban los sectores vecinos. Los primeros informes eran descorazonadores, pues aunque la primera línea aún no había caído, el enemigo si había logrado infiltrarse con éxito y ahora se combatía dentro de las trincheras. No tenía más remedio que ordenar que las reservas de esas divisiones se preparasen para acudir a reforzar el frente, pero primero quería saber con seguridad a que se enfrentaba… los primeros informes hablaban de tropas moras…¡Maldita sea! Una ofensiva en plena oscuridad. ¿Cómo podía saber a qué se enfrentaba?

Aun amanecía cuando los motores de los Sopwith Camel del aeródromo de Itxasou empezaron a ronronear dispuestos a despegar para acudir al frente. Poco después los cazas rodaban por la pista para elevarse dubitativos en el aire y empezar a coger altura lentamente. Fue entonces cuando un repentino grito rompió la quietud, alertando de la llegada de aviones enemigos al comandante Moore. Después de largos meses en los que los aviones enemigos no habían abandonado sus líneas más que ocasionalmente y tenía que ser precisamente hoy cuando atacaban nada menos que su aeródromo… o más bien a los aviones que trataban de despegar desde su aeródromo.

En los minutos siguientes los aviones de combate enemigos que tenían la ventaja de la altura, la velocidad, y la posición, atacaron uno tras otro a los aviones que trataban de ganar altura con lentitud. En cuestión de minutos catorce aeroplanos cayeron envueltos en llamas o se desplomaron sobre el suelo. La mayor parte de los pilotos no tuvo ninguna posibilidad. Los aviones tardaban mucho en elevarse y coger la suficiente potencia y velocidad como para hacer otra cosa que luchar con la gravedad que los atraía hacia tierra, y ese era el momento elegido para atacarlos. Tan solo media docena de cazas lograrían ascender para presentar batalla a las dos docenas de aviones enemigos que los atacaban, y uno de ellos era el del capitán Rory Brown.

continuara...

[Apónez]

Teniendo en cuenta la pregunta Sir Roy supongo que las "grandes armadas" quedan descartadas y de las "pequeñas" supongo que será una potente, descartando la "apañola" yo diría que holandeses o suecos

[reytuerto]

Hola Sir Roy:

Que bueno que traes a la conversacion a los nipones! En realidad, el interes de la Armada Imperial por el combate nocturno se remonta a antes de Tsushima. Efectivamente, aparte de reclutar a los nictalopes como vigias, desarrollaron un control de fuego en condiciones de visibilidad reducida, el tiro por convergencia (bastante rigido, pero hasta distancias de 3500 mts para 1905 y 6500 para 1918, muy efectivo) basado en un avistamiento rapido, telemetria cuidadosa y fuego igualmente rapido, que en conjuncion con el ataque torpedero (y recordemos lo denso del armamento de torpedos de los buques de la IJN) en la WWII fue devastador. En este tipo de control de fuego, el uso de un director centralizado no era tan importante, pues una vez ubicado el blanco, y segun el rumbo a seguir (lo que si no se, es si esto es extrapolable a las velocidades del relato, una cosa es disparar desde un crucero que se desplaza a 12 kts, y otra muy diferente cuando su velocidad es de 25 kts), las correcciones se hacian desde cada puesto artillero, individualmente y virtualmente a ciegas, o ayudado por ocasionales bengalas (la referencia completa de esta modalidad de tiro, esta en la Enciclopedia Espasa Calpe, cuando el Dreadnough estaba aun tiernito).

Digamos, y siempre siguiendo lo sucedido por la ucronia, que sabedores de su inferioridad en un enfrentamiento tete-a-tete con la Entente, que la AE hubiese desarrollado un metodo similar: spread de torpedos, seguido de un breve y violento canoneo a corta distancia (ojo, no espero un canoneo continuo: ubicar el blanco, determinar la distancia, 2 o 3 andanadas y cambiar de blanco: el objetivo no es hundir muchos barcos, sino danarlos para lo que viene despues , en lugar de un chaparron de acero, seria un aguacero intenso con algunas pausas); adaptando el tiro de convergencia ya obsoleto para combate diurno, a condiciones de penumbra o oscuridad, creo posible que se pudiese dar un resultado favorable. Sobre todo, si no esta el estres de que devuelvan el fuego (que hace que el apuntar sea tan fatigoso) en los cruciales primeros 5 minutos .

No se como esta compuesta el ala aerea del Glorioso, pero para rematar a los mercantes tocados, con bombas de mano de 5 kgs, se puede redondear la faena... y con brazo largo. Vamos a ver como se portan los torpederos (ojo, el primer torpedeamiento efectivo fue en 1915 en Galipoli, eso si, sobre un mercante inmovilizado. Pero en una guerra total, las innovaciones en 3 anos suelen ser enormes!). Un abrazo.

PS: Urbano, y no te olvides que los escudos artilleros van hasta abajo casi tocando las cubiertas (al menos en el Vizcaya), no detienen un disparo de 6 pulgadas directo, pero detienen todas las esquirlas que (dado lo corto de los escudos dejaban mas de un pie de huelgo entre el borde inferior del mismo y la cubierta) dejaron a tantos artilleros cojos en Jutlandia.