urquhart escribió:Acortar chasis, desmontar carrocería de madera, planchas de acero de escasa calidad... ametralladoras, sobraban... en pocos minutos, su Vehículo de Vigilancia Viaria estaba dibujado... V3... o WV...o porqué no, VW, uve más doble uve, Victoria Weyler
Con respecto al diseño que se observa en la imagen me surge una duda.
¿No es el diseño de la auto ametralladora Bilbao?, si no estoy equivocado, ¿no es un poco prematuro para introducirlo en la ucronia? Creo que es un diseño de los años 30 y además dada la situación internacional no se si se podrían conseguir los elementos de para su fabricación como por ejemplo el motor.
Sí Wilhem, se trata de la Bilbao, que hace las veces de VW. Después de todo la Bilbao era un camión Ford, someramente blindado, y más que un arama de guerra, era un vehículo policial.
Más allá de la chanza del VW, era un modo de presentar una serie de medidas económicas introducidas por Alba Bonifaz en 1918... medidas reales, como la siempre deseada simplificación administrativa, y una cierta reordenación fiscal.
El diseño será de 1932, pero por ejemplo, la RR británica o la Fiat italiana, son anteriores, y en cuanto a diseño, más conseguidas. Aquí la HS se ve con 100 autocares terminados, fruto de un pedido duplicado, a los que ve una rápida salida. Los motores, ya están, y los chasis. Como podemos observar, la Bilbao tampoco era un prodigio del diseño...
A mediados de noviembre el ejército francés se vio azotado por una nueva serie de motines similares a los del año anterior, solo que en esta ocasión y en medio de lo que parecía una derrota inminente, sus efectos se magnificaron y propagaron como un fuego irresistible. En Saint Mihiel, soldados de infantería ante el rumor que iban a ser sacrificados en una reedición del Camino de las Damas, se sublevaron y tomaron el control de la ciudad, deteniendo a sus oficiales y negándose a reemplazar a las unidades del frente. En la plaza principal los oradores comunistas alentaban los desórdenes e incitaban a los soldados a tomar el poder, enviando delegados a otras unidades para animarles a unirse a la revolución.
El mariscal Foch vio entonces repetirse los motines de la primavera del diecisiete, solo que en esta ocasión ocurrían en medio de una feroz ofensiva de sus enemigos que amenazaba con hundir todo el frente norte como ya se había hundido el frente sur. De hecho si los alemanes atacaban en los sectores franceses dudaba de la capacidad o decisión de los regimientos amotinados de resistir. Perseverar en la lucha tan solo conllevaría calamidades y aseguraría la destrucción de su país, además, el movimiento revolucionario se estaba extendiendo tanto entre civiles como entre los militares, y hacía peligrar la posición social de industriales y de las clases pudientes en general. Por ello no tuvo más remedio que comunicarse con el Presidente Poincare para que solicitase un armisticio de inmediato. Solo en ese caso podría utilizar a las unidades leales para someter a los revolucionarios y retomar el control, tanto del ejército como del país, en muchas de cuyas ciudades se habían formado ya comités revolucionarios que parecían presagiar una reedición de la revolución rusa.
Presionado por los militares y por los industriales de la nación, y viendo como sus aliados parecían ser empujados hacia el mar, el presidente Poincare no tuvo más remedio que solicitar un armisticio a Alemania y España. Era el 24 de noviembre, dos días después los cañones dejaron de tronar en Flandes, en el sur habían callado el mismo día 24, cuando franceses y españoles llegaron al acuerdo tacito de no disparar mientras el otro no lo hiciese, nadie quería morir en el tiempo de descuento. Además, los generales españoles querían evitar consumos de municiones que luego podrían ser necesarios en otros teatros de operaciones.
Quedaba el problema de los ejércitos expedicionarios británico y americano, que se dirigían por territorio francés hacia los puertos del canal o de Burdeos. En el sur las fuerzas españolas dejaron hacer con tranquilidad, confiando en poder causar un daño adicional por medios navales a las fuerzas que se retiraban. Pero en el norte los alemanes siguieron luchando por cercar a sus enemigos y aplastarlos, confiando en que ello llevaría a los británicos a solicitar la paz.
Mientras eso ocurría en Francia, en Budapest se habían reunido los representantes de los Imperios Centrales con un doble propósito, el primero, firmar una paz por separado con Italia, y el segundo, debatir las futuras operaciones militares y en su caso las exigencias que presentarían a sus enemigos en una futura paz.
Tras dos días de conferencias entre los representantes de los Imperios Centrales, la situación continuaba atascada entre la posición del representante alemán, el canciller George von Hertling, que esperaba una derrota total de Francia, y las de España y Austria-Hungría, más contemporizadoras. La posición austrohúngara era defendida por el contralmirante Miklos Horthy, representante del Emperador Carlos en nombre tanto del Imperio como del Reino de Hungria, mientras la española era defendida directamente por el presidente del consejo de Ministros, Valeriano Weyler. Todos ellos sabían que un armisticio tan solo pondría fin a las hostilidades, y que las concesiones deberían esperar a la firma del tratado de paz definitivo, pero igualmente eran conscientes que dejar caer en círculos diplomáticos que serían indulgentes podría acelerar las negociaciones de paz.
Horthy sabía que el Imperio Austrohúngaro estaba agotado tras cuatro años de guerra, y que tan solo la repentina ausencia de enemigos en sus fronteras había logrado estabilizar la posición del Emperador y Rey Carlos. Esa ausencia de amenazas en sus fronteras y una cierta reactivación del comercio, por supuesto, pues sin ella difícilmente habrían logrado mantener la inflación a raya y el abastecimiento de productos básicos a sus mercados. En definitiva, Horthy buscaba una paz rápida que permitiese a Austria-Hungría volcarse en solucionar sus numerosos problemas internos, y a ser posible, con compensaciones territoriales y económicas que le permitiesen relanzar su economía.
Igualmente la posición española era mucho más simple. Weyler conocía los problemas económicos y sociales que asolaban su país, pero no podía por ello olvidar que aun logrando la paz en Europa, aun quedaría el asunto de Filipinas y Cuba. Por ello buscaba una paz inmediata que le permitiese desmovilizar a parte de su ejército para relanzar la economía. Sus exigencias territoriales sobre Francia eran muy comedidas y fundamentalmente se referían a islas o puertos que les sirviesen de enlace con las lejanas Filipinas en vistas a un futuro regreso.
Para ello Weyler había acordado con Horthy el exigir a Francia la entrega de su flota y gran parte de su armamento, al mismo tiempo que todas sus colonias por debajo del paralelo 30. Eso supondría el fin del Imperio Colonial francés a excepción de dos pequeñas zonas en Argelia y Túnez, y ambos sabían que podía ser demasiado oneroso para el orgullo francés, por eso estaban dispuestos a negociar para retroceder esa exigencia hasta el trópico de Cáncer, e incluso hacer concesiones al sur de esa línea de ser necesario.
En cuanto a Italia, su imperio colonial tenía poco valor para los contendientes, las reclamaciones se circunscribían a algunas rectificaciones fronterizas de carácter menor a favor de Austria, y los puertos capturados por las fuerzas españolas en el norte de África. A esto se sumaría la entrega de los buques pesados de su flota de entidad superior a crucero a excepción de las unidades que se determinase posteriormente. Con respecto a estas negociaciones, el propio Weyler estaba dispuesto a rebajar la exigencia de los puertos norteafricanos cediendo Tripoli o Bengazi, a cambio de lograr la totalidad de los acorazados Dreadnought como compensación de guerra.
En Londres el gobierno británico contemplaba aterrado la posibilidad que Italia cediese su flota de superficie, especialmente sus acorazados, como compensación de guerra.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
PALACIO DE SANTA CRUZ, MADRID, FINES DE NOVIEMBRE DE 1918
Paar Don Salvador Bermúdez de Castro, Ministro de Estado, el extenso informe de Weyler sobre las conversaciones de Budapest le producían cierta perplejidad.
El tema de las demandas a Francia le preocupaban. Weyler le había transmitido una serie de condiciones que aunque duras considerabla asumibles, pero la práctica desaparición del Imperio Colonial francés le preocupaba. No tanto por la reacción francesa, si no por la británica. A pesar de los informes de los Diplomáticos y otros agentes, que situaban a los británicos al borde de la paralisis, hacerse con las colonias francesas era factible, ante el vacío de poder que podría darse en aquellas colonias a traspasar su soberanía.
Sabía que Weyler actuaría con inteligencia, y pensandolo bien, el presidente jamás pondría en peligro la firma del Armisticio... luego ya llegarían las negociaciones definitivas.
Le asombraba eso sí el asunto de Libia. De las palabras de Weyler se desprendía que Libia seguría en manos italianas, dada la disposición manisfestada a cambiar puertos por navíos de guerra. ¿Para qué querría Italia puertos en un territorio sobre el que no ejercería ninguna soberanía? Quedaba pues el asunto del Dodecaneso. En 1912 en el tratado de Lausana, los italianos habían firmado devolver el archipiélago a Turquía, tras abandonar Turquía los últimos enclaves que mantenían en Cirenaica, sobre los que mantendría Estambul una soberanía nominal. El estallido de la Guerra Balcánica, y de la Gran Guerra habían dilatado el proceso (1), y la entrada de Italia en la Guerra del lado de la Entente, invalidado el Tratado.
Massaua o MAssawa el excelente puerto en el Mar Rojo ni siquiera era mencionado por Weyler. En honor a la verdad, aquel puerto hubiera podido caer facilmente en manos británicas, al igual que Somalilandia.
Pero volviendo al asunto de Italia, que alegraba a Bermúdez de Castro, el problema era contener a los turcos. Éstos podían darse por satisfechos con haber logrado aplazar la disolución del Imperio, y ver el nacimiento de un Azerbaiyán independiente. Quedaba en el tintero el asunto de Libia, de Armenia, y de la correlación de fuerzas en el Mar Negro; y en el Egeo. Grecia había encontrado un excelente proveedor para reforzar su Ejército, que no era otro que Italia. Y el Dodecaneso... sus asesores militares, recomendaban no abandonar las islas del Egeo mientras los británicos permanecieran en Chipre... Weyler seguro que coincidiría en este punto.
Y hablando de Chipre, en las últimas semanas, destacados miembros de la EMbajada de Grecia, a título personal, le habían comentado que Grecia podría apoyar la Declaración de Madrid, siempre y cuando las referencias a la integridad de Turquia no hicieran referencia a Chipre u otras Islas. Chipre quedó bajo administración británica tras el Congreso de Berlín de 1878, y tan pronto Turquía entró en Guerra, Reino Unido la convirtió en colonia, acto no reconocido por España, ni por la Triple Alianza (2). Existía entre las élites grecochipriotas y griegas, una fustración proveniente de los acuerdos de 1878, y del resultado de 1912. Los británicos en 1912 fueron incapaces de evitar los choques entre la comunidad griega y la comunidad turca. A Bermúdez de Castro no se le escapaba la presencia de agentes de Atenas en la isla, consules, hombres de negocios, maestros y profesores, e incluso popes
Los pasos dados por Grecia, señalaban sin duda una invasión de la Isla, ya que daban por supuesto el fin de la administración británica, vía Tratado de Paz devolviendo la administración a Estambul; vía cesión de los derechos a Grecia, extremo también trabajado por la diplomacia griega... en Washington, dada el amplio apoyo de la comunidad greco americana a la entrada de EE.UU. en el conflcito, y su apoyo mayoritario al Partido Demócrata (3). Después de todo, Gran Bretaña en el caso chipriota atentaba contra los 14 puntos de Wilson,
Y España estaba negociando la venta de navíos de Guerra a Grecia. Por suerte, la diplomacia turca parecía estar en la inopia, con todas sus fuerzas buscando impedir una Armenia indpendiente, e intentando que Bulgaria no saliera reforzada del conflicto, dando por hecho su participación del botín de Guerra.
A la espera de nuevas noticias de Weyler, Bermúdez de Castro debía acudir al Consejo de Ministros presidido por Del Prado Palacios, con importantes medidas legislativas a adoptar en cuestiones laborales, sociales y fiscales. La reincorporación de Alba Bonifaz había significado una mejora en los aspectos administrativos, y especialmente una necesaria reordenación de las cuentas públicas. Fue una sorpresa que los funcionarios enviados por Hacienda a su Ministerio, le hubieran indicado la disposición de varios millones de pesetas en varias divisas, que por diferentes causas habían quedado ocultas en la contabilidad.
(1) El Tratado de Lausana de 1923, reconocería la plena soberanía italiana sobre las Islas y Cirenaica (2) Turquía renunciaría a Chipre oficialmente en 1923, con el tratado de Lausana (3) 450 mil griegos llegaron a EE.UU. entre 1890 y 1917
Por fin Francia a solicitado el armisticio, una alegria para nuestros soldados que por ahora no van a morir en los Pirineos, me preocupa que esto pueda extender la gripe por el resto de España cuando vuelvan a sus casa.
Referente a Italia al cambio de Acorazados por 2 islas no esta mal garariamos 4 acorazados: 2 de la Clase Andrea Doria y 2 de la Clase Conte di Cavour.
Otra cosa ahora que recibimos petrolio no seria mal que el gobierno monte una refineria.
Me preocupa el peso de la andanada. Los principales buques japoneses tenian 8 o 12 Vickers de 14 pulgadas, cuya municion era de 1450 lbs. Con los buques italianos o rusos, incluso franceses, la AE estaria en desventaja, incluso teniendo superioridad numerica (los perfidos senalaban que mayor numero de torretas daban ventaja defensiva, en tanto mas canones por torreta daban ventaja ofensiva). Y los nipones ya tenian en grada al Nagato, buque que seria en non plus ultra en el momento de entrar en servicio, con 26 kts de velocidad y canones de 16 pulgadas.
Ah! No se como se podria hacer para que la AE se quedase con los 3 o 4 Queen Elizabeth, tal vez encerrando a todo el ejercito britanico . Que el comite editorial decida! Saludos cordiales.
Los acorazados rusos se venden interesados Grecia y Chile, sobre todo por el problema de calibre.
Tenemos un acuerdo con Alemania que nos cederan 12 -pre-dreadnought.
Y sobre los acorazados Italianos no se que hara el SA, de los Franceses en principio se espera respetar su flota y se pediran solo las unidades que esten en construccion.
Si, recordaba eso. Pero incluso, si se suman los buques rusos (que si se tienen) con los italianos (internados) y franceses (a la espera del armisticio), los numeros son insuficientes. Justamente por eso es que la Flota Combinada me parece dura de roer (solo en buques capitales, 4 + 2 + 2, menos los hundidos en batalla todos con artilleria de 14 pulgadas, y 4 no se como ponerlos, semi dreadnoughts, con canones de 12, y otro con una mezcla de 12 y 10 pulgadas una suerte de Agamenon aunque con una bateria secundaria mas poderosa). La AE destinaria importantes recursos humanos en tripular los pre-dreadnoughts, pero la escuadra resultante no se si estara en condiciones de medirse con la Flota Imperial. Desventaja en cruceros de batalla, desventaja en acorazados, teniendo ventaja en pre-dreadnoughts, portaaviones y submarinos. La ecuacion me es dificil de resolver, al menos con ventaja para las armas espanolas.
Y si las cosas demoran un ano o ano y medio mas, el Nagato estaria disponible. Por eso, es que veo como unicos buques (ojo, no digo que esten disponibles, solo me refiero a las bondades del diseno) capaces de lidiar con la velocidad de los Haruna, la artilleria de los Fuso e Ise, y la excelencia general del Nagato, a los Queen Elizabeth (digamos, todo el escuadron de Evan Thomas). Se que eso es casi como pellizcar vidrio, pero no dejo de tener cierta debilidad por estos buques. Saludos cordiales.
Egipto se hallaba al borde de la anarquía. La retirada británica había precedido la llegada de las tropas turcas de Enver Pasha, quien había tomado el mando de aquellas fuerzas poco antes de cruzar el canal de Suez. Afortyunadamente no encontró resistencia y pudo avanzar en compañía de la legión alemana al mando del propio von Sanders, cruzando el canal y el Nilo para ocupar el Cairo y las ciudades costeras como Alejandría e incluso Suéz, que seria ocupada el 5 de noviembre. Con ello el canal por fin estaba en manos de los Imperios Centrales.
Sin embargo en ese momento todo el ejército turco en la zona se reducía a once mil hombres que se encontraban en grandes problemas para controlar el país, por lo que su control real se limitaba a las principales ciudades como El Cairo o Alejandría. Por desgracia el canal de Suez había sido inutilizado por los británicos mediante el hundimiento de varios mercantes en sus aguas, obligando a los trucos a reabrirlo. Para ello Enver Pasha movilizó miles de trabajadores egipcios que fueron enviados al canal en apoyo de equipos de ingenieros alemanes que trabajaban para reflotar o desguazar los buques allí hundidos.
Durante los meses siguientes aquellos hombres trabajarían en condiciones penosas e insalubres, lo que unido a la deshidratación y a las enfermedades como la mortal epidemia de gripe de ese año, causaron una gran mortandad. Más de 35.000 egipcios relacionados con aquellas labores enfermarían antes de la primavera, y muchos de ellos morirían. Esto tan solo solivianto los ánimos egipcios que deseaban librarse de los otomanos de inmediato. Pronto empezarían los primeros conatos de rebelión…
JAPÓN
El armisticio francés golpeo con dureza al gobierno nipón, que se enfrentaba a la seguridad de un pronto regreso de las fuerzas enemigas a aquella región. Para ese momento habían recibido informes procedentes de su embajador en Francia, Matsui Keishiro, indicando que las negociaciones de paz con Italia continuaban su curso y podrían desembocar en la cesión de la flota de esta a los Imperios Centrales, en especial a España y el Imperio Austrohúngaro. Si ese hecho se confirmaba la situación naval se volvería insostenible para la Armada Imperial, cuyo núcleo había quedado reducido a los acorazados Kawachi, Fuso, Yamashiro, Hyuga, y a los cruceros de batalla Kongo y Kirishima, bien que podían ser acompañados por un buen numero de otras unidades.
La armada española contaba para ese momento con tres acorazados, Jaime I, Almirante Córdova y Córdova, y Fernando el Católico, a los que se sumaban dos acorazados capturados a Rusia cuyo nombre no había aun trascendido y los cruceros de Batalla Almirante Cámara y Álvaro de Bazán. Es decir, numéricamente disponían de una leve ventaja en cascos, aunque la Armada Imperial tenía más cañones y de mayor calibre en cada uno de los suyos. Con todo, esa ventaja de la Armada Imperial podía desaparecer si como parecía España recibía dos o tres de los cinco acorazados italianos en servicio en aquellos momentos. Estos eran el Dante Alighieri, el Conte di Cavour, el Giulio Cesare, el Andrea Doria, y el Caio Duilio, todos ellos de similar velocidad y 13 cañones de 12 pulgadas, a excepción del Dante Alighieri que disponía de tan solo 12. Eran sin embargo una fuerza que podría desequilibrar la balanza de forma definitiva.
El peligro era por lo tanto evidente, y el embajador Matsui Keishiro recibió instrucciones de ponerse en contacto con el embajador español en Ginebra para tantear la posibilidad de abrir negociaciones con España. Al mismo tiempo la Armada Imperial que por fin había asistido a la capitulación de Cebú tras un largo asedio (1), recibió la orden de dirigirse a sus arsenales para ser revisada a fondo en previsión de futuras campañas (2).
El ejército japones deseoso de evitar nuevas carnicerías en ataques frontales, había decidido rendir la plaza por hambre, rindiendose por fin el 3 de octubre tras un largo asedio.
En esos momentos la flota española hacia otro tanto, entrando sus buques en dique seco.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
Por cierto, no todos los acorazados japoneses tenían piezas de 356mm, el Kawachi tenía piezas de 305mm, 4 de 305/50 y 8 de 305/45, con dos cañas diferentes y las dificultades que eso conllevaba para disparar una andanada eficaz...
Y PD Los alemanes no han prometido 12 pre Dreadnought, han prometido 5 pre Dreadnought y 4 Dreadnought, todos ellos con piezas de 280mm como las de nuestros cruceros de batalla...
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Efectivamente. Los dos Kawachi solo aparentemente eran acorazados monocalibre, ya que tenía dos tipos de cañones de 305 mm (de 50 y de 45 calibres) con balísticas diferentes. Salvo que voz autorizada diga otra cosa, eso impedía el fuego centralizado como en otros “Dreadnoughts” ortodoxos. El motivo de escoger esta combinación creo que era económico (aprovechar piezas ya fabricadas) pero fue la mejor forma de arruinar lo que hubiese podido ser un buque excelente. De la misma forma que sus predecesores, los dos Satsuma, mezclaban cañones de 305 y 254 mm.
Uno solo puede pensar si no hubiese sido mejor ahorrar todavía más, y armar los Satsuma exclusivamente con cañones de 254 mm (convirtiéndolos así en buques monocalibre) y los Kawachi con una batería de 305/45, aun a costa de perder algo de prestaciones. No se hizo y lso japoneses pudieron presumir de cuatro de los barcos peor concebidos de la historia… rivalizando tal vez con los dos Lord Nelson ingleses y los cuatro Regina Elena italianos. No sé hasta qué punto era posible en un plazo limitado, pero usando los componentes del que estuviese en peor estado de los Regina Elena, y sustituyendo sus torres principales de 305 mm por otras dobles de 203 mm, hubiesen resultado unos cruceros acorazados bastante aparentes. Parecido con los dos San Giorgio o con los dos Pisa.
Son esas cosas que vistas a posteriori… Japón hubiese podido tener cuatro acorazados monocalibre, justitos de pegada pero monocalibres, antes que nadie. Italia hubiese podido tener ocho cruceros acorazados rápidos con similar armamento al Blücher. Pero prefirieron tener zarrios. Allá ellos.
Por cierto, ando un poco perdido ¿Las pérdidas japonesas son de los dos Satsuma, el Settsu, el Haruna y el Hiei? ¿El Kawachi no vuela por los aires en la mejor tradición japonesa?
Entre los principales han sido hundidos el Settsu, Ise, Haruna, y el Hiei
Además del Ikoma, Ibuki, Satsuma, Iken, Hizen, Tango y Mikasa, estos ya de menor categoría
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El Capitán de Corbeta Alonso seguía observando, como cada día, el acorazado Dante Alighieri, el pre dreadnought Emanuele Filiberto, y el scout Quarto (1). La policia de los buques se observaba correcta, y la uniformidad de la marinería podía considerarse correcta.
Le atemorizaba más la displicencia griega, que había destinado a la vigilancia de aquellos 3 buques italianos a unos pocos hombres y mal armados, y al torpedero Nikki.
Torpedero Griego de la Clase Nikki (1906-1945)
Aquella misma mañana había entrado en El Pireo una motonave italiana, que desembarcó entre otros materiales imposibles de consignar, unas 4 autoametralladoras con torreta, otra media docena de vehículos protegidos abiertos, y varios camiones que aun lucían los colores del Regio Esercito. Según el certificado de navegación expedido por la Comisión de Armisticio Austriaca, encargada del Estrecho de Otranto, aquella nave debía haber viajado en lastre, para embarcar productos agropecuarios. No era ni la primera ni seguramente sería la última falta de interés de los oficiales austriacos destinados en los puertos del sur de Italia; fiel reflejo de la sensación de seguridad alcanzada entre lso Ejércitos Imperiales y Reales.
Una vez reveladas las fotos, cablegrafió a Madrid indicando la llegada del material italiano a Grecia: 4 autoametralladoras Fiat datadas en 1912, 6 camiones protegidos Bianchi fabricados en 1914, y una docena de camiones Fiatl BL18, de varias versiones y años. Las averiguaciones realizadas en el entorno del Ministerio de Guerra helénico informaban que se trataba de una entrega en pago a los víveres y gastos de fondeo de los buques italianos internados en Grecia. Los vehículos armados estaban claramente superados, en cuanto armamento y disposición, y pobre protección, planchas de 6 mm.
Del propio informe, ya entendería Madrid la falta de vigilancia de los austriacos en los puertos asignados a sus Comisiones. Informaba así mismo que sus fuentes griegas habían mostrado interés por la posible adquisición de algún submarino clase A como nave de instrucción y una pareja de las clases B o C que hubieran incorporado mejoras a partir de la experiencia de su uso en combate; recordandole la disposición griega en estudiar cualquier oferta que pudiera realizar España en cuanto a buques de superficie. Desde la falllida entrega de los X y Ps por parte de Francia (2), y ante el auge de la importancia del arma submarina, la Marina Griega había mostrado su temor a que los turcos aumentaran su flota submarina, en aquellos momentos formada por el MÜSTECIP ONBAŞı (3) el antiguo submarino francés Q46, y en proceso de alistamiento, al que sumar los viejos submarinos rusos obtenidos como botín de Guerra.
Notas: (1) Nombre dado a los precusores de los Cruceros Ligeros (2) Debían entregarse entre 1916 y 1917 como X y Ps ; sirviendo en la Marine National como Antigone y Amazone (3) MÜSTECIP ONBAŞı es el Q46 no llegó a ser reparado, y en 1919 fue devuelto a Francia. Su captura se debió a ser abandonado por su tripulación al quedar bajo el fuego de la artillería costera. http://www.navypedia.org/ships/france/f ... aude08.htm