Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú)

Las guerras y conflictos en la región latinoamericana, desde la Conquista hasta las Malvinas y el Cénepa. Personajes y sucesos históricos militares.
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GRUMO
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Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú)

Mensaje por GRUMO »

paraquedista escribió:Es que nos das la razón.

Había un Chile desesperado por recursos que veía también como opción la venta de sus blindados en vista de la imposibilidad de tener un pretexto para encaminar una guerra sea a Perú, Bolivia, a los dos o teniendo a Bolivia como aliado contra el Perú (cabe mencionar que Chile ya había ofrecido a Bolivia una alianza ofensiva en contra del Perú para que Bolivia tomase Arica y Tacna, mientras que Chile se quedaría con Tarapacá y Antofagasta). De hecho, se llegó al extremo de sponsorear a un charlatán que decía que podía transformar el cobre en oro.

Sin embargo, a finales de 1878 y en vista de la necesidad de recursos para su existencia como país, Chile radicaliza su política exterior en torno del tema del tributo buscando el rompimiento volviendo los deseos de anexarse los ricos territorios salitreros.

De hecho, en el transcurso de esa crisis apeló a un argumento bastante irracional con la proclama de su soberanía hasta el paralelo 23. Nunca Chile llegó hasta el mismo, de hecho ni siqueira al paralelo 24. El límite norte de Chile solo llegaba poco mas al sur del paralelo 25 (al sur de El Paposo).

En páginas atrás se ha discutido muy profundamente estos asuntos.

Best Regards.


Estimado amigo

Nos han llenado la cabeza mil veces diciendo que el Perú fue el caballero andante que cumpliendo su palabra, se fue a la Guerra.

Chile estaba mas preocupado por su cuestion mapuche y por el problema de Patagonia que por el salitre. El problema surge cuando, colapsando el guano, se dio la oportunidad de otros filones para la plutocracia peruana, tanto como para la chilena.

La instebailidad de Bolivia era el mayor atractivo de hacerse del MONOPOLIO MUNDIAL del salitre. No nos asombremos, nuestro país tuvo EL MONOPOLIO MUNDIAL DEL GUANo... Los resultados de esta bonanza nunca se orientó al desarrollo del Perú y segun Carlos Contreras, el ferrocarril central del Perú, si se hubiesen hechos los rieles de oro, hubiesen costado mucho menos de lo que costó. Como te daras cuenta la corrupcion no es de ahora.

Chile, Perú y Bolivia tenina fuerzas armadas en las peores condiciones, solo que algo mejor estaba la chilena por estar en permanente combate en el sur mapuche, agregando a esto la experiencia de combate que no era poca cosa y sobre todo, la nocion y conciencia de nacionalidad, en ciernes, pero mucho mayor que nuestros paises, lo que en esencia definió la GdP.

Perú y Chile iban a colisionar tarde o temprano, y esta Guerra se hacía conforme los usos y costumbres del siglo XIX. Chile fue mejor y por eso venció...así de fácil, sencillo y trágico

Un cordial saludo

Grumo


¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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Mensaje por paraquedista »

Estimado amigo

Nos han llenado la cabeza mil veces diciendo que el Perú fue el caballero andante que cumpliendo su palabra, se fue a la Guerra.


No. Estas completamente equivocado. Al Perú le declararon la guerra

Chile estaba mas preocupado por su cuestion mapuche y por el problema de Patagonia que por el salitre. El problema surge cuando, colapsando el guano, se dio la oportunidad de otros filones para la plutocracia peruana, tanto como para la chilena.


No especificamente. Lo cierto es que, cuando las finanzas chilenas entaron en crisis, la búsqueda por recursos se hacía de forma desesperada. Ya comenté sobre el charlatán. Sin embargo también llama la atención que el estado chileno se había enfocado en su salvación através del salitre. No es en vano que en Taltal se iniciaron expediciones con el objetivo de encontrar ese recurso.

La instebailidad de Bolivia era el mayor atractivo de hacerse del MONOPOLIO MUNDIAL del salitre. No nos asombremos, nuestro país tuvo EL MONOPOLIO MUNDIAL DEL GUANo... Los resultados de esta bonanza nunca se orientó al desarrollo del Perú y segun Carlos Contreras, el ferrocarril central del Perú, si se hubiesen hechos los rieles de oro, hubiesen costado mucho menos de lo que costó. Como te daras cuenta la corrupcion no es de ahora.

Es la típica, pesimismo folclórico de hacer conclusiones porque se leyó un panfleto que hablaba contra. Claro, es más fácil llamar la atención de esa forma. Y no niego lo terrible que se manejó ese tema en el aldo peruano, pero, Monopolio Mundial??. Solo caberia en la cabeza de los afiebrados y patrioteros historiadores chilenos.

Con eso nos darías a entender que el gran villano causador de la GdP seriamos nosotros. Lo que pasa GRUMO es que te han hecho leer (o has leído algo que encontraste por allí) lo mismo que pregona la versión folclórica chilena (que el Perú indujo a Bolivia pa desconcoer el tratado del 74 para dar inicio a la guerra y sacar a todos los chilenos que habitaban Antofgasta) solo que con otras palabras. Y claro, tal argumentación nuna fue probada.

A pesar de la existencia de un documento en la cual un ministro menciona la necesidad de mantener el monopolio nacional en la administración de este recurso. Pero, de allí al monopolio mundial???. Utilizando a Bolivia??.es algo que no resiste el mayor análisis. Oye, y mira que he buscado información al respecto, hubo una tímida incursión peruana para comprar extensiones de territorios salitreros bolivianos que no se llegó a concretar. De hecho, ni siquiera se mantuvo en la agenda del gobierno esa iniciativa, fue muy irrelevante.

Chile, Perú y Bolivia tenina fuerzas armadas en las peores condiciones, solo que algo mejor estaba la chilena por estar en permanente combate en el sur mapuche, agregando a esto la experiencia de combate que no era poca cosa y sobre todo, la nocion y conciencia de nacionalidad, en ciernes, pero mucho mayor que nuestros paises, lo que en esencia definió la GdP.

Tener el mar era ganar la guerra. Un solo buque chileno era superior a toda la armada peruana junta. Ni hablar de la artilleria chilena, muy superior a la de los aliados, de hecho fue determinante en Tacna.

Perú y Chile iban a colisionar tarde o temprano, y esta Guerra se hacía conforme los usos y costumbres del siglo XIX. Chile fue mejor y por eso venció...así de fácil, sencillo y trágico
[/quote]
Es algo que ya leí y que algunas vez creí.

Por lo menos, por lo el lado del Perú no veo una intensión de quererse encaminar a una guerra. Es más, en conversaciones entre agentes peruanos se deja claro la necesidad de evitarla. Auspiciar una guerra con Chile también significaba una guerra con Bolivia aliado a ese país. Te imaginas ese frente?. Chile ocupando Tarapacá, los bolivianos entrando por Puno y Arica tomando esa ciudad y Tacna. En el mar ni hablar, la presencia del Cochrane y el Blanco Encalada dejaba con muy pocas chances a la marina peruana). Sin embargo, a Chile sí le veo como el principal incitador (la tenía fácil, era superior en su material bélico y poder de fuego a Perú y Bolivia juntos). Años atrás a la guerra y durante ella, estaban ofreciendo a los bolivianos una alianza contra los peruanos con el objetivo de ganar prendas territoriales por cuestiones de recursos muy apreciados (salitre) así como por cuestiones comerciales y geopolíticas (Arica siempre fue la puerta de entrada y salida de los bolivianos con el mundo)

Para finalizar, lo he dicho desde hace mucho y continuo convencido. Chile adoptó la práctica del expansionismo territorial baseado en el arrebato de las riquezas que sus vecinos poseían. Lo hicieron luego de la expedición enviada por Bulnes a territorio boliviano, así también lo hicieron en la GdP.

Para finalizar 2, esto ya ha sido abordado en discusiones pasadas. No volvamos al loop.


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Mensaje por GRUMO »

Quedo en deuda con ampliar la respuesta.

Sobre Carlos Contreras Carranza

http://www.pucp.edu.pe/carlos-contreras-carranza/

Y reitero...Monopolio Mundial del Guano

Sobre expansionismo....¿Como explicas ganar Tarapacá y perder la Patagonia?. ¿Te imaginas a un Chile dueño de la Patagonia con acceso y control sobre dos oceanos?

Reiterando lo de quedar en deuda, en mi modesta opinión, no se trata de buenos o malos sino de revisar la tragedia que asoló a dos pueblos y que aún continúa. Si eso me hace antiperuano, recibo el apelativo de la mejor manera. Y mi comentario no se basa en la lectura apasionada y fanatica del Adios al septimo de Línea, ni a la mala suerte de Dellepiani o a la confabulación antiperuana de Tomas caivano o ala superioridad racial for ever de Molinare. Mi conclusión es en base a la lectura de todos ellos y otros autores como Jorge Basadre, Ceia Wu y como no, al mejor historiador que tiene hoy y ahora el Perú que es, para tu persona vilipendiado, el Dr Carlos Contreras.
Saludos

Grumo

PD

Se me quedó en el tintero esta ¿breve? respuesta

Como te escribí la realidad de las guerras del siglo XIX eran distintas al del siglo XXI. Y en esa epoca especifica de la historia, se daban las guerras por territorios. La unificación italiana y la alemana eran guerras por territorios, las mismas guerras de independencia eran para expandir territorios. Ni que decir los conflictos que practicamente desaparecieron la población paraguaya. Eran otra realidad y otros usos y costumbres. ¿Nos molestan?...totalmente de acuerdo, pero de haber sido nosotros los vencedores, habriamos hecho exactamente lo mismo. El repase o deguello era un toque de ordenanza y se daba en los combates. El Alamo fue atacado por Santa Ana bajo el toque de deguello y Bolivar declaró la guerra a muerte contra los españoles.

Lod ejo ahi..saludos y si estuvieramos de acuerdo en todo, que aburrido sería el mundo.. :militar-beer:


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Mensaje por paraquedista »

Si. Seria muy aburrido.

En ese sentido, ya que lo afirmas, te invito a que lo documentes. Monopolio mundial del salitre?.

Pero hazlo de forma convincente, no porque seguramente la corrupción, seguramente la mala administración, seguramente la falta de planificación y los innumerables seguramentes (muy típico en el pesimismo nacional).

De lo que he leído al respecto solo he encontrado un documento de un ministro que manifestaba la necesidad de establecer el monopolio estatal del comercio salitrero enmarcado en el Perú. Sé que lo van a intentar relacionar con la estatización del salitre. Pero el asunto es mucho más complejo, pues éstas también siguieron un proceso de cambio en el modelo económico que no solo implicaba al salitre, sino también a la banca y el fortalecimiento de capitales peruanos. Se dio énfasis a la participación estatal en conjunto con el capital nacional sin la hegemónica participación de capitales foráneos dentro del terriorio nacional.

Si dio los resultados positivos o no, es otro análisis. Sin embargo monopolio mundial???

Eso es algo ya jalado de los pelos o un pobre análisis de los "seguramente...".

A la espera de tu respuesta.

PD: Si, conozco a Contreras, de hecho fue alguna vez mi profesor y discutimos largamente en sala de aula junto con otros compañeros. Y nunca nos pusimos de acuerdo, y no discuto su capacidad. Sin embargo, creo que también peca de "seguramente..."


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Mensaje por GRUMO »

Estimado amigo

Sobre monopolio mundial un link

http://www.bcrp.gob.pe/museo/node/156

Existen muchos mas pero son blogs..Este es de mayor credibilidad y confianza.

Forma convincente
Lo cierto es que no tengo mayor o menor interes en convencer, sino simplemente en conversar y cambiar puntos de vista. Aqui diferimos de manera sustancial.

Y lo del guano se llama "la prosperidad falaz", Hay muchos libros que relatan no el pesimismo sino la realidad de los hechos que "seguramente" tienes conocimiento

Para concluir

Me da gusto que conozcas a Carlos Contreras, y en el contexto academico no se discute sinos e cambian ideas.

Grumo


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Mensaje por comando_pachacutec »

Se las dejo por aca.

Saludos

La patria celebra hoy, estremecida de júbilo, la gloriosa efeméride de la batalla de Tarapacá, página honrosa de nuestra historia y blasón de orgullo para el Ejército Nacional. Todos los peruanos evocamos, con los ojos, el alma, la epopeya singular en que un puñado de bravos, sublimados por el sacrificio y exaltados por el infortunio, en vigoroso empuje, destrozaron a las poderosas y engreídas huestes chilenas, poniéndolas en vergonzosa fuga.



Si desgraciadamente fue infecunda esta victoria, por la impotencia de nuestro Ejército para perseguir, desprovisto como estaba de caballería, a los derrotados enemigos, debemos guardar, empero, eterno culto a ese puñado de bravos que, lejos de abatirse ante la fatiga, el hambre y la desnudez a que quedaron reducidos, después del desastre de San Francisco, reconcentraron todas las potencias de su alma y todas las fuerzas de su organismo en un supremo ímpetu de coraje para cubrirse de gloria y dar a la América una lección única de heroísmo y de energía.

Al rememorar, nosotros, esta hazaña imperecedera, saludamos llenos de patriótico orgullo a los beneméritos sobrevivientes de ella.

En el pintoreso barrio del Leuro en Miraflores, al amor de la soledad y la paz campesinas, vive, entregado a sus recuerdos y mimado por el cariño de los suyos, el viejo Mariscal del Perú.

Hasta su poético retiro, va a buscarle el insaciable reclamo de nuestra curiosidad periodística y el homenaje rendido de nuestro orgullo patriótico y encontrando la acogida cordial de su vejez gloriosa.

Lo hallamos en su escritorio, acomodado en un sillón de cuero, abrigadas las débies piernas por gruesas mantas de color oscuro. Visto correcto de jaquet gris y cubre la nieve de sus canas, con una gorra del mismo color. Decoran las paredes del aposento finas estampas que reproducen escenas guerreras.

De un gran cuadro al óleo, que se alza sobre el escritorio, se destaca la fina y bella efigie de la hija del mariscal, cuya fresca y alegre juventud fue tronchada por la muerte. Frente al retrato del héroe de La Breña, luciendo sobre su pecho las medallas ganadas a fuerza de bravura y de audacia, y sobre el rostro, la condecoración eterna de su gloriosa cicatriz.

Mariscal, en el aniversario de la victoria de Tarapacá, demandamos de usted, el relato vívido de esa gloriosa acción.

Se anima el rostro venerable del anciano guerrero. Un relámpago encandila sus pupilas y alisándose, nerviosamente, las albas barbas puntiagudas, nos dice: Recuerdo la batalla, con absoluta precisión, y voy a relatársela, como si acabara de realizarse.

Y empieza el relato con voz emocionada:

Me encontraba yo, con mi división, en una de las calles de Tarapacá, tomado un rancho frugal, antes de emprender, con todo el Ejército y como lo habían hecho ya las tropas del general Dávila, la retirada hacia Arica, después del desastre de San Francisco, cuando mi ayudante que había distinguido al enemigo en la cresta de los cerros situados al Oeste de la ciudad, llegó corriendo a avisármelo. Al recibir esta inesperada noticia, estaba comiendo. Solté la pequeña cacerola que contenía mi ración, y procediendo con impetuosa actividad, ordené a mi división que se lanzara con la bayoneta calada, cerro arriba, para desalojar al enemigo.

Procedí rápidamente a dividir mis tropas en tres columnas: la primera y la segunda compañías formaban la de la derecha, que puse al mando del comandante Zubiaga, valiente y experto jefe; la del centro la constituyeron la quinta y sexta compañías, mandadas por el mayor Pardo Figueroa, distinguido jefe, también, y la de la izquierda quedó formada por la tercera y cuarta compañías que confié al mayor Arguedas.

Advertí a mis tropas que evitaran hacer fuego, mientras no hubieran alcanzado la cumbre, para economizar las municiones, que, por desgracia, eran muy escasas. Al coronel Recavarren, Jefe de Estado Mayor, le envié en comisión donde el coronel Manuel Suárez, que tenía el mando del batallón Dos de Mayo, para que hiciera, con sus fuerzas, igual distribución a las del Zepita, y se colocara a mi izquierda.

A poco, ya cuando mis bravos soldados se habían lanzado al combate, llenos de entusiasmo y de ardor bélico, el coronel Belisario Suárez toma sus disposiciones y los coroneles Bolognesi, Ríos y Castañón, se sitúan en sus respectivos emplazamientos.

El Zepita escala el cerro por el lado Oeste, con empuje irresistible desafiando los tiros que el enemigo descarga sin descanso sobre ellos. Se despliegan en guerrilla y sin detenerse, disparan incesantemente, a ciento cincuenta metros del enemigo, que cede al empuje de los nuestros. La columna Zubiaga, se lanza a la bayoneta sobre la artillería chilena y, audazmente, se apodera de cuatro cañones. Las columnas de Pardo Figueroa y de Arguedas, despedazan, entre tanto, a la infantería enemiga.

Perdón, Mariscal, en ese asalto, ¿qué acción notable de arrojo, de sus soldados, recuerda usted?

No puedo olvidarme del heroísmo del Alférez Ureta, de la compañía primera de la columna derecha, que inflamado por un ardiente entusiasmo patriótico y un coraje a toda prueba, se montó sobre un cañón chileno, lanzando estruendosos vivas a la patria. Tampoco me olvidaré nunca de un acto meritísimo del comandante José María Meléndez, veterano de la Columna Naval, uno de los primeros en unírseme en el asalto al enemigo.

Cuando derrotados los chilenos y cansados nosotros de perseguirlos infructuosamente, por falta de caballería; desfallecíamos de sed y de hambre, al extremo de que me vi obligado a humedecer los labios de algunos de mis soldados con pequeñas rodajas de un limón, que por fortuna llevaba en uno de mis bolsillos de mi casaca; el comandante Meléndez se presentó de repente y sin que yo pudiera explicarme su procedencia, cargando un barril de agua que aplacó la sed de esos valientes. Y como éste, tantos otros episodios de coraje y de entusiasmo.

Y destrozada la infantería y despojados los chilenos de su artillería, ¿qué pasó?

El enemigo así castigado en ese primer combate por los nuestros, huyó a la desbandada, pampa abajo, perseguido de cerca por los nuestros y acampó a una legua de distancia hasta juntarse con otro cuerpo chileno que vení­a a reforzarlos. Entretanto, mi caballo habí­a sido herido de un balazo y hube de detenerme, a mitad de jornada. Un oficial que habí­a encontrado una mula de un regimiento chileno, me la trajo y montado en ella, pude seguir la persecución.

Después de tres horas de refriega, tuvimos que contramarchar hasta el sitio donde había tenido lugar el primer ataque, porque mis tropas estaban rendidas por la fatiga de la acción. El general en Jefe Buendía me dio su enhorabuena por el éxito alcanzado por mi división. Pero en medio de la alegría del triunfo, hube deplorar profundamente la muerte de mis mejores tenientes: Zubiaga, Pardo Figueroa, mi propio hermano Juan… también rindieron la vida en el primer encuentro.

¿Y el segundo encuentro?

Reforzada mi división con el batallón Iquique que mandaba el inmortal Alfonso Ugarte, la Columna Naval de Meléndez, un piquete del batallón Gendarmes que mandaba Morey, una compañía del batallón Ayacucho con Somocurcio a la cabeza, una hora después se reanudaba la lucha en plena pampa hacia el SO de Tarapacá.

Primero se realiza un vivo combate de fusilería sostenido por ambas partes, con empeño. El enemigo es arrollado cinco veces, rehaciéndose, luego otras tantas. Entonces envolviendo el ala y el flanco izquierdo chileno que manda Arteaga, con mis tropas lo obligué a retirarse hacia el sur. El batallón Iquique llega a tiempo para rechazar a los granaderos chilenos que habían sorprendido al Loa y al Navales.

Sin embargo, antes, Arteaga trata de rehacerse en vano y nosotros cargamos otra vez con irresistible denuedo. En momentos que la victoria se decidía ya por nuestras armas, llegó Dávila con su división al trote (habí­an recorrido 12 kms. desde Huarasiña) y muy cerca del flanco chileno, aún jadeantes, le hace repetidas descargas de fusilería. Entonces yo aproveché para dar el definitivo ataque por el centro, que decidió la derrota de los chilenos que abandonaron el campo, dejando tras de sí sus 6 últimas piezas de artillerí­a Krupp, entonces la más moderna del mundo. Fue en ese momento –prosigue entusiasmado el Mariscal- cuando llamé al Capitán Carrera y, entregándole uno de esto cañones, le dije: “artillero sin cañones, ahí tiene Ud. una pieza para actuar”. Y a fe mía que supo hacerlo, disparando sobre la retaguardia enemiga que huía.

Eran las cinco de la tarde. La batalla había terminado después de nueve horas de reñida lucha. Sobre el campo quedaron muchísimos de mis bravos soldados junto con centenares de enemigos

Pero, le he relatado solamente la parte que me tocó desempeñar a mí, en la altura. Sin embargo Uds. deben saber que en la quebrada, Bolognesi, Castañón, Dávila y Herrera se batieron con ardor.

Fue un soldado de Bolognesi, Mariano de los Santos, quien se apoderó de un estandarte chileno. El enemigo es arrojado por esa parte hasta Huarasiña, después de vigorosos encuentros y ahí se reúne con los restos de la división Arteaga, que nosotros habíamos arrollado.

Al mismo tiempo, todo nuestro ejército se concentra, y reunidas todas las fuerzas perseguimos a los chilenos hasta más allá del cerro de Minta. Ya les he dicho que fue imposible barrerlos, como hubiéramos querido, porque la fatalidad que siempre nos acompañó en la guerra, quiso que no tuviéramos caballería. Y así, la victoria fue infructuosa, pues después de ella faltos de víveres y de refuerzos, hubimos de continuar nuestra retirada a Arica.

¿Cómo fue la batalla de San Francisco?

Doloroso es el recuerdo: la falta de previsión, el espionaje chileno, la defección de Daza y su famoso cable: “Desierto abruma, ejército niégase seguir adelante”, el asalto frustrado, la muerte del Comandante Espinar al pie de los cañones chilenos, la catastrófica retirada nocturna…

¿Cuál fue la causa decisiva de la perdida de la guerra?

La falta de organización militar y autonomí­a bélica, particularmente en municiones. Eso en cuanto al aspecto técnico, pero más allá, la discriminación racial fue determinante. No hubo armonía cultural ni polí­tica. La falta de organización militar, de cohesión, de armonía política.

Había patriotismo, había entusiasmo generoso, había valor y virtudes militares en nuestros soldados y en nuestros oficiales, pero también hubo mucha traición en los sectores pudientes.

¿Y en nuestros generales?

También. Hubo demasiados generales, cuyos conocimientos y aptitudes no pudieron destacarse en la contienda, por falta de disposición de un comando totalmente politizado.

¿Pero, usted cree, que, sin esos defectos y deficiencias, hubiésemos podido ganar la guerra?

Con toda la superioridad numérica y armamentí­stica del ejército chileno, creo, firmemente que sí­. La desunión, el desatino, la ambición polí­tica y la carencia de identidad en los sectores acomodados nos perdieron.

¿Cuándo comenzó su carrera?

En 1854, acababa de estallar la revolución contra Echenique, provocada por los escándalos de la corrupción del guano. De todos los rincones del paí­s, se sumaban las adhesiones. En Ayacucho, mi tierra natal, don Ángel Cavero, uno de los vecinos del lugar, encabezó el movimiento rodeado de simpatí­a popular. Muchos jóvenes nos presentamos voluntarios a filas. Yo contaba 19 años, estudiaba en la universidad de Huamanga y era de los más entusiastas. Nos apoderamos de la gendarmerí­a. Luego llegó el ejército rebelde, en donde terminé de enrolarme. Entonces el general Castilla, a quien sin duda caí­ en gracia, me llamó a su despacho y me dijo: “¿Quiéres seguir la carrera?”, “Sí­, señor, es mi mayor deseo”, le contesté con aplomo. Entonces, me respondió, palmeándome la espalda, “serás un buen guerrero”.

¿Y el mariscal Castilla, cómo le trató a Ud.?

Castilla, que me conoció desde la batalla de La Palma, me dispensó simpatí­a y apoyo. Tanto, que varias veces soportó mis engreimientos. Y eso que una vez me le sublevé.

¿Le hizo la “revolución”?

He querido decir que tuve un rapto de altivez. Fue cuando el Mariscal quiso formar el batallón “Marina”. Llamó a palacio a los oficiales escogidos de los distintos regimientos. Yo fui destacado del Ayacucho. Ya me habí­a conocido en La Palma y después en la campaña de Arequipa contra Vivanco. Pues bien, Castilla revistó uno a uno a todos los oficiales congregados y al llegar a mí, se detuvo observándome y me dijo: “¿Cómo se Ilama Ud. capitán?”. Me impresionó desfavorablemente el olvido que el mariscal habí­a hecho de mi nombre y le contesté: “Soy, excelentí­simo señor, el hijo de don Domingo Cáceres, cuya hacienda fue destruida por el general Vivanco, por haber sido leal a Ud. Estuve en la batalla de Arequipa, donde fui herido casi perdiendo un ojo; me llamo Andrés Avelino Cáceres”. “Hola, hola”, replicó el mariscal: “Con que Ud. es el capitán Cáceres, hijo de mi amigo don Domingo. Bueno, bueno, Ud. se quedará en su cuerpo”. Y me quedé en mi batallón Ayacucho, en el cual me habí­a iniciado y en el cual continué hasta que fui a Francia, como agregado militar.

Su cicatriz en la cara, Mariscal…

Esta “condecoración” la recibí­ en la torna de Arequipa, en 1856. El Mariscal Castilla que habí­a acampado en las afueras, llevó a cabo, por varias noches, simulacros de ataque, que tení­an al enemigo en sobresalto. La noche que decidió darlo por cierto, me ordenó que avanzara con mi compañía y me apoderara de la 1ra. trinchera enemiga. Sin vacilar, ejecuté esa orden y sorprendiendo a los ocupantes, logré capturar la trinchera, regresando a dar parte al mariscal de mi cometido.

Entonces, Castilla me mandó: “siga Ud. avanzando sobre la ciudad, tomando las alturas hasta los conventos de San Pedro y Santa Rosa”.

Y, aunque pensaba que era una crueldad enviarme así­ al sacrificio, no dudé, y deslizándome por los techos fui avanzando hasta el primero de los conventos. No sé cómo logré saltar los innumerables obstáculos hasta de repente hallarme dentro de la bóveda, próxima a la torre. Por el camino había perdido a muchos soldados, muertos por descargas vivanquistas. Desde la torre de Santa Rosa, el fuego que se hací­a sobre nosotros era incesante.

Pero, los 2 cuerpos que formaban la 1ra. división del Mariscal Castilla habían desembocado por calles paralelas al convento y así­ cayeron sobre el atrio y el interior, obligando a los enemigos a abandonarla. Entretanto yo subí­a, con los mí­os, hasta la torre y ahí­ tuve que soportar el fuego desde la torre fronteriza de Santa Marta. Mientras, Castilla había penetrado al convento por otro lado. El coronel Beingolea, subió a la torre, creyéndola vací­a y se dio de bruces conmigo y mis soldados. Calcule Ud. la sorpresa de ambos, a punto de acribillarnos mutuamente. “Acabamos de tomar el convento”, me dijo; “Mi coronel: ya la habí­a tomado yo”, contesté. El coronel me abrazó y me anunció que harí­a conocer a Castilla esa hazaña. “Está ahí­ abajo, con todo el Ejército”, y se fue.

Yo continué haciendo frente al fuego de los de Santa Marta, y mostrando a mis soldados el blanco hacia el que debí­an disparar, un balazo me derribó cegándome. Me recogieron mis soldados y me bajaron al refectorio del convento, en donde el sargento Coayla y el cabo Huamaní­, me atendieron. Estuve privado del conocimiento. Cuando lo recobré hallé a mi lado al capitán Norris, uno de mis mejores compañeros, que me preguntaba qué deseaba. “Agua, muero de sed”, contesté. Al poco rato regresó con un plato de mermelada y una garrafa de agua. El dulce no me era necesario, ni podrí­a ingerirlo. Tení­a la mandí­bula apretada. Apenas una pequeña ranura dejaba pasar el agua. Bebí­, desesperado, parte del contenido de la garrafa y el resto hice que me lo vaciaran en la cara, para que me lavara la herida, casi desfallecido.

El médico dijo que la herida era mortal. El capellán estuvo a punto de darme la extremaunción… Entonces mis soldados me trasladaron a casa de una señora de apellido Berrnúdez, porque el tifus infectaba a los heridos en el convento y me hubiera terminado de matar. En mi nuevo alojamiento me trató el doctor Padilla, extrayéndome la bala a exigencia de mi tropa. Ellos me salvaron la vida.

¿Y cómo fue su convalecencia?

Recuerdo que las madres del convento que me habí­an tomado afecto, me enviaban allí­ la dieta. ¡Qué tortas! ¡qué dulces! Y aquí­ viene lo curioso: una vez convaleciente, iba a almorzar al convento y la madre superiora, muy seria, me habló un dí­a así­: «Teniente, usted ha renacido en este convento, verdad?”, “sin duda, reverenda; de aquí­ me recogieron casi cadáver y aquí­ me comenzaron a curar, a Ud. debo cuidados que no sabrí­a cómo agradecer”. “¿Y por qué no deja Ud. la carrera y se hace fraile?” Casi me caigo de espaldas de la impresión. Tuve que contener la risa: “¡Yo fraile, madre! No soy digno de vestir los hábitos…”.

Hube de apelar a todos mis recursos oratorios para hacer desistir a la madre. La pobre sufrió un desencanto. ¡Ya me veía con cabeza rapada, capuchón y sotana!

Mariscal, ¿cuál ha sido la época más feliz de su vida?

Los mejores dí­as de mi vida, durante mi juventud, por supuesto fueron los pasados en Arica, cuando estuvimos de guarnición, antes de la toma de Arequipa. Tuve gran partido entre las muchachas ¡me divertí­ mucho!

¿Mariscal, y el recuerdo más satisfactorio de su vida militar?

La campaña de La Breña, es, la página más honrosa de mi vida militar. No vacilo en proclamarlo yo mismo. Me enorgullezco de ella. Tengo muy presentes y me acompañarán hasta la tumba, todos los entusiasmos, todas las satisfacciones, todas las decepciones, y amarguras también, que experimenté durante esos tres años de constante batallar. Todos los que se agruparon a mí, para continuar la campaña y arrojar al odiado enemigo del país, aún después de los desastres de San Juan y Miraflores y la toma de Lima, rehuyeron ayudarme… Ambiciones, rencillas, pequeñas pasiones, todo se coaligó contra mí, que defendía la patria, cuando todos la dejaban abandonada al infortunio, el recuerdo de mis soldados y guerrilleros, el pueblo en armas, marchando entre punas y quebradas, airosos y bravíos, ellos fueron los grandes héroes anónimos que algún dí­a la historia reivindicará.

¿Cierto que el Kaiser, reconoció en Ud. al vencedor de Tarapacá?

Claro. Fui a la audiencia que pedí­a en mi carácter de ministro del Perú y el Káiser avanzó hasta alargarme la mano: “Tengo el gusto de estrechar la mano al vencedor de Tarapacá, esa gran batalla ganada después del desastre de San Francisco”. El Rey de España cuando me conoció, me dijo: “Se conoce que Ud. ha combatido siempre de frente, general”. Aludí­a a la cicatriz que llevó en el rostro. Y el de Italia: “Celebro mucho conocer al general que tantas glorias ha dado a su paí­s”.

Foto de la nota: Archivo Courret.

Entrevista al Mariscal Andrés Avelino Cáceres, en el diario La Crónica, 27 de noviembre de 1,921, con ocasión del 42 aniversario de la victoria de Tarapacá, durante la Guerra del Pacífico.


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Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú)

Mensaje por paraquedista »

GRUMO escribió:Estimado amigo

Sobre monopolio mundial un link

http://www.bcrp.gob.pe/museo/node/156

Existen muchos mas pero son blogs..Este es de mayor credibilidad y confianza.

Forma convincente
Lo cierto es que no tengo mayor o menor interes en convencer, sino simplemente en conversar y cambiar puntos de vista. Aqui diferimos de manera sustancial.

Y lo del guano se llama "la prosperidad falaz", Hay muchos libros que relatan no el pesimismo sino la realidad de los hechos que "seguramente" tienes conocimiento

Para concluir

Me da gusto que conozcas a Carlos Contreras, y en el contexto academico no se discute sinos e cambian ideas.

Grumo


Grumo.

La forma de administración de las riquezas guaneras es otro análisis que nada tiene que ver con políticas monopolistas mundiales.

Prácticamente todo el guano estaba en Perú (si,sé que habían otros lugares más al sur y también al norte, etc), pero lo relevante es que su concentración era el Perú. No éramos monopolio del guano por una política de estado, sino porque las aves guaneras consideraban que era mas rico cagar en las islas chincha y otras.

El tema del supuesto monopolio mundial del salitre no lo puedes vincular a la forma como se administró el guano, puesto que ni con el guano hubo tal necesidad. De hecho, la similaridad que existe entre ambas es que solo se enmarcaron dentro del territorio nacional, porque hasta en la forma como se administró hay diferencias. Entonces, a qué monopolio mundial del salitre te refieres?. Si tu argumento fuese cierto, Perú le habría dicho sí a Argentina para ambos hacerle la guerra a Chile poco antes de 1879.

Te lo vengo diciendo, lo que estás leyendo es el mismo mito que se ha escrito en el sur (que tiene su origen en la misión de Balmaceda a respecto de la guerra) solo que con otras palabras.

Me da gusto que conozcas a Carlos Contreras, y en el contexto academico no se discute sinos e cambian ideas.

Grumo, sabes a lo que me refiero.
Sí, es buen historiador, sin embargo peca en algunas cosas que, hay que mencionar, hacia interesante la clase.


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Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú)

Mensaje por GRUMO »

Cierto

Las aves guaneras les gustaba cagar por estos lares. No es culpa nuestra, pero si es culpa nuestra que este no haya sido beneficioso.

Puntos manos, puntos menos, entonces se puede decir que de facto teniamos el monopolio mundial del guano. Los precios podian ser manejados por nosotros, caracteristica propia del monopolio, pero, no escarbo mas en este asunto, teniendo mucha uritcaria cuando analizamos el contrato Grace y contrato Dreyfuss. Y en esas horrorosas condiciones nos tomó la GdP. La resistencia de C{aceres, llamada por los amigos chilenos como "la guerra olvidada" implicó para unos solo actividades policiales, y para otros la resistencia tenaz de un peruano firme y digno. Huamachuco fue una derrota pero no acabó con la resistencia. Y eso hay que decirlo y ratificarlo.

Dado que el amigo Comando toco a un peruano a carta cabal como fue Cáceres, su tenaz resistencia tuvo un punto de inflexión con la Batalla de Concepción, que los amigos chilenos llaman como de "La Concepción". No puedo describir la tenaz resitencia de unos y otros, el "morir matando" decisivo de los chilenos se enfrentó a la sed de venganza ante tantas tropelías, que ya no eran acto de guerra sino de rapiña, saqueo y pillaje.

Los "77 inmortales" como lo califican los chilenos, son un punto de inflexión donde, creo y recalco el creo, hizo cambiar la opinión publica chilena, al llegar cadáveres de una guerra que ya había terminado. Y eso aceleró , en mi modesta opinión, la desocupación peruana.

Y , siempre las paradojas de la vida, años despues el genio militar de Cáceres fue derrotado por el "improvisado e ignorante" Piérola, quien entró por Cocharcas con sus montoneros y poniendo en jaque al gobierno que tuvo que entregar el poder.

Bueno, me he movido de un lado a otro, y retomando el punto, tengo orgullo de los soldados que, en las peores circunstancias, cumplieron con su deber, pero siento arcadas por los politicos que nos llevaron a una guerra no deseado y por la que no estuvimos preparados adecuadamente. Mitos mas , mitos menos, Chile nos vencio por ser mejor. ASsi de sencillo, trágicamente sencillo.

Y sobre Carlos Contreras, no agrego mas, es un excelente historiador que con números nos demuestra el nivel de corrupción que vivió nuestro país. Y con los números de por medio, las interpretacione antojadizas y orgullos inflamados, no siren para nada

Saludos

Grumo


¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú)

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GRUMO escribió:Los "77 inmortales" como lo califican los chilenos, son un punto de inflexión donde, creo y recalco el creo, hizo cambiar la opinión publica chilena, al llegar cadáveres de una guerra que ya había terminado. Y eso aceleró , en mi modesta opinión, la desocupación peruana.


Interesante punto de vista. Aunque por cierto errado, por que?

A lo que obligo al mando chileno el resultado general "desastroso" de la expedición Gana fue el envió de mas tropas al Peru.
El endurecimiento de la administración Lynch en contra de los montoneros , en especial después de la masacre perpetrada por ellos en las personas de cerca de 1000 trabajadores chinos desarmados en Cañete.
Hacer sentir el peso económico de la guerra , y por cierto la amenaza de repetir las acciones punitivas llevadas a cabo por el mismo años antes en los sectores del norte peruano.

Esa dureza, de hecho y de amenaza cierta lograron encontrar a un grupo de peruanos dispuestos as aceptar el hecho evidente de que habían perdido la guerra y tenían que salvar lo que se podía del naufragio, estos encabezados por el héroe de Morro Solar general Iglesias.

Y por cierto para proteger a este nuevo gobierno peruano las fuerzas chilenas se enfrentan en batalla campal y en campo abierto exactamente un año después de los hechos de La Concepción al ejercito de Cáceres.
Justamente al general Cáceres que luego de Tarapacá afirmara que los chilenos eran inferiores en batallas en campo abierto, bueno, a pesar de tener mas del doble de efectivos el doble de armas y 4 veces mas artillería fue derrotado de manera estrepitosa y su ejercito físicamente destruido y sus escasos restos desperdigado para siempre.

Con ello se logra firmar la paz sin estar en la necesidad de arruinar aún mas al Peru.

Respecto de la opinión pública chilena ... Solo reafirmo la idea presente hasta hoy de que una guarnición chilena carece de excusas para rendirse ante un enemigo por superior que este sea, o la amenaza de rigor. No se levantan los brazos o se bajan las armas, simplemente no hay rendición y ello implica seguir peleando cuando las balas se agoten con la bayoneta, corvo, piedras manos pies o dientes
La Concepción nos enseño que no tenemos excusa.

saludos


Llorad por él, llorad hasta que mojen, mujeres, vuestras lágrimas la tierra, la tierra que él amó, su idolatría.
Llorad, guerreros ásperos de Chile, acostumbrados a montaña y ola, este vacío es como un ventisquero, esta muerte es el mar que nos golpea.
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Mensaje por GRUMO »

Fulvio Boni escribió:
GRUMO escribió:Los "77 inmortales" como lo califican los chilenos, son un punto de inflexión donde, creo y recalco el creo, hizo cambiar la opinión publica chilena, al llegar cadáveres de una guerra que ya había terminado. Y eso aceleró , en mi modesta opinión, la desocupación peruana.


Interesante punto de vista. Aunque por cierto errado, por que?

A lo que obligo al mando chileno el resultado general "desastroso" de la expedición Gana fue el envió de mas tropas al Peru.
El endurecimiento de la administración Lynch en contra de los montoneros , en especial después de la masacre perpetrada por ellos en las personas de cerca de 1000 trabajadores chinos desarmados en Cañete.
Hacer sentir el peso económico de la guerra , y por cierto la amenaza de repetir las acciones punitivas llevadas a cabo por el mismo años antes en los sectores del norte peruano.

Esa dureza, de hecho y de amenaza cierta lograron encontrar a un grupo de peruanos dispuestos as aceptar el hecho evidente de que habían perdido la guerra y tenían que salvar lo que se podía del naufragio, estos encabezados por el héroe de Morro Solar general Iglesias.

Y por cierto para proteger a este nuevo gobierno peruano las fuerzas chilenas se enfrentan en batalla campal y en campo abierto exactamente un año después de los hechos de La Concepción al ejercito de Cáceres.
Justamente al general Cáceres que luego de Tarapacá afirmara que los chilenos eran inferiores en batallas en campo abierto, bueno, a pesar de tener mas del doble de efectivos el doble de armas y 4 veces mas artillería fue derrotado de manera estrepitosa y su ejercito físicamente destruido y sus escasos restos desperdigado para siempre.

Con ello se logra firmar la paz sin estar en la necesidad de arruinar aún mas al Peru.

Respecto de la opinión pública chilena ... Solo reafirmo la idea presente hasta hoy de que una guarnición chilena carece de excusas para rendirse ante un enemigo por superior que este sea, o la amenaza de rigor. No se levantan los brazos o se bajan las armas, simplemente no hay rendición y ello implica seguir peleando cuando las balas se agoten con la bayoneta, corvo, piedras manos pies o dientes
La Concepción nos enseño que no tenemos excusa.

saludos


En orden inverso, a tus ultimas lineas solo agrego ¡Amen Hermano!. Es claro que la gesta de los 77 inmortales es el ejemplo a seguir, pero desde la GdP no han pasado por esa prueba para generalizar de esemodo tan prontamente Por mi lado si doy plena fe que lamistica del soldado peruano es real y no declarativa. Espero que nunca pueda probarsela verdad o falsedad de tus aseveraciones

Sobre efectivos revisa tu data y omparalo con rmamento. Un soldado con fusil no es lo mismo que un soldado con lanza. Ese tipo de analisis de soldados universales, la verdad no permite comentar o cambiar ideas. Huamachuco se perdio por presentar combate en sutuaciones no apropiadas, o quizas, sobrevalorando la capacidad belica peruana

Para concluir

En el siglo XIX con ciudades mas chicas y no las actuales megalopolis, ver llegar 77 muertos no creo y dudo mucho que no haya afectado a la mass media chilena. El soldado en combate esta en su ambiente pero las familias ya querian a sus hijos de regreso. Las acciones militares eran psrte de un todo , pero ya tanto tiempo en guerra debe haber hecho mella

No denosto de la victoria chilena, simplemente exploro otras aristas

Grumo


¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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Mensaje por paraquedista »

GRUMO escribió:Cierto

Las aves guaneras les gustaba cagar por estos lares. No es culpa nuestra, pero si es culpa nuestra que este no haya sido beneficioso.

Puntos manos, puntos menos, entonces se puede decir que de facto teniamos el monopolio mundial del guano. Los precios podian ser manejados por nosotros, caracteristica propia del monopolio, pero, no escarbo mas en este asunto, teniendo mucha uritcaria cuando analizamos el contrato Grace y contrato Dreyfuss. Y en esas horrorosas condiciones nos tomó la GdP. La resistencia de C{aceres, llamada por los amigos chilenos como "la guerra olvidada" implicó para unos solo actividades policiales, y para otros la resistencia tenaz de un peruano firme y digno. Huamachuco fue una derrota pero no acabó con la resistencia. Y eso hay que decirlo y ratificarlo.

Dado que el amigo Comando toco a un peruano a carta cabal como fue Cáceres, su tenaz resistencia tuvo un punto de inflexión con la Batalla de Concepción, que los amigos chilenos llaman como de "La Concepción". No puedo describir la tenaz resitencia de unos y otros, el "morir matando" decisivo de los chilenos se enfrentó a la sed de venganza ante tantas tropelías, que ya no eran acto de guerra sino de rapiña, saqueo y pillaje.

Los "77 inmortales" como lo califican los chilenos, son un punto de inflexión donde, creo y recalco el creo, hizo cambiar la opinión publica chilena, al llegar cadáveres de una guerra que ya había terminado. Y eso aceleró , en mi modesta opinión, la desocupación peruana.

Y , siempre las paradojas de la vida, años despues el genio militar de Cáceres fue derrotado por el "improvisado e ignorante" Piérola, quien entró por Cocharcas con sus montoneros y poniendo en jaque al gobierno que tuvo que entregar el poder.

Bueno, me he movido de un lado a otro, y retomando el punto, tengo orgullo de los soldados que, en las peores circunstancias, cumplieron con su deber, pero siento arcadas por los politicos que nos llevaron a una guerra no deseado y por la que no estuvimos preparados adecuadamente. Mitos mas , mitos menos, Chile nos vencio por ser mejor. ASsi de sencillo, trágicamente sencillo.

Y sobre Carlos Contreras, no agrego mas, es un excelente historiador que con números nos demuestra el nivel de corrupción que vivió nuestro país. Y con los números de por medio, las interpretacione antojadizas y orgullos inflamados, no siren para nada

Saludos

Grumo


Insisto estimado. Lo de la administración del guano es otro análisis y ampliamente discutido en la historiografia peruana. particularmente considero la historiografia peruana una de las más ricas en cuanto a estudio y metodologia dada las formas y los aristas en las que analiza la historia, a diferencia de otras que más parecen cantos a una mitología ridícula.

Los chilenos que se rindieron en Concepción, o en general la campaña de la Breña es también otro asunto, que asimismo deja abierta una prueba más de ese quiebre en la sociedad existente por esos tiempos: En la Sierra la GdP se celebra como una victoria, al final de cuentas, ellos ganaron su campaña, su guerra.

Best regards.


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Mensaje por Fulvio Boni »

GRUMO escribió:Sobre efectivos revisa tu data y omparalo con rmamento. Un soldado con fusil no es lo mismo que un soldado con lanza.


Es que la data esta, varia de fuente en fuente,cierto, no es muy detallada, cierto, pero subsiste el hecho de que por cada fusil chileno en esa batalla había 1 peruano, otras hablan de mas, claro supongo con los mismos problemas de variedades de modelos y municiones ( Peru en ese sentido termino la guerra como la empezó y sabes que eso no es achacable a Chile)

Pero al final lo que decidió la batalla, justamente por falta de munición de ambos fue el combate cuerpo a cuerpo, donde supongo la diferencia entre un fusil con bayoneta y una lanza no es tan definitoria.

Y si bien yo solo fui soldado conscripto y tu oficial, a ambos se nos enseño a combatir contra fusil con bayoneta armada con fusil sin bayoneta o con cuchillo o a mano pelada ... Cierto el fusil con bayoneta armada tiene ventaja pero puede ser manejable, tu lo sabes, yo lo se.

GRUMO escribió: Ese tipo de analisis de soldados universales, la verdad no permite comentar o cambiar ideas. Huamachuco se perdio por presentar combate en sutuaciones no apropiadas, o quizas, sobrevalorando la capacidad belica peruana



Primero,

La situación. si revisas te vas a dar cuenta que toda la ventaja la tenía Caceres, el eligió donde y cuando pelear, y en general hasta último momento la aprovecho bien, de hecho tenía la victoria casi asegurada.
Si, se confió Caceres e hizo decender a su artillería de la alta posición que era inmejorable a fin de "reventar" a los chilenos a boca de jarro con metralla. dejando a sus tropas momentáneamente ( pero según Caceres el momento de la victoria ineludible ) sin cobertura artillera y exponerla a ataques directos a la que era inmune en sus posiciones originales.
Y lo hace justo en el momento en que se agotan las municiones de ambas partes que disminuye el impulso de ataque de las tropas de Caceres y se produce la contra carga chilena.

Segundo,
De los soldados universales

No se a que te refieres con eso.

Se nos inculco que si teníamos orden absoluta de defender una posición a toda costa así se haría, ( eso incluía bayoneta, corvo, piedra o lo que fuera ).
y sabes ? lo creíamos y estábamos dispuestos a ello, no por ser héroes ( jajajaja eramos cualquier cosa menos la imagen de un héroe homérico ) o soldados universales como planteas ( :D: no habrías encontrado a ningún Dolph Lundgren o Jean-Claude Van Damme entre nosotros )
Lo creíamos y estábamos dispuestos a ello, por que si se nos ponía en una posición estática de defensa ( en la caballería eso es muy difícil ) era por una situación de extrema necesidad donde lo que podía estar en juego era el pellejo de nuestros camaradas de otras unidades o de la población civil, no se tu pero conozco razones mucho mas pelotudas y de menos valor para dejarse matar.

Y por último si, también es por amor propio, no me puedo imaginar a nuestros muchachos volviendo a casa y diciendo tan campante : tenia ordenes en contra pero me rendí o escape.
Si, puede ser soberbio pero donde me crié eso es para escupirle en la cara a tu padre si lo dice.

saludos

paraquedista escribió:Los chilenos que se rindieron en Concepción,


Soñar no cuesta nada :D:


Llorad por él, llorad hasta que mojen, mujeres, vuestras lágrimas la tierra, la tierra que él amó, su idolatría.
Llorad, guerreros ásperos de Chile, acostumbrados a montaña y ola, este vacío es como un ventisquero, esta muerte es el mar que nos golpea.
Alberto Elgueta
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Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú)

Mensaje por Alberto Elgueta »

Hola amigos:

Algunos comentarios al pasar.
Comando, excelente texto sobre Cáceres. Lo leí algunos años atrás y casi lo había olvidado. Algunos apuntes sobre Tarapacá:
- Ciertamente fue la más clara victoria peruana en la guerra. Aprovecharon muy bien las características del terreno, y supieron sacar partido de cada uno de los errores cometidos por el mando chileno.
- Sin menoscabar la estrategia peruana (que supo reaccionar notablemente ante los vaivenes de la batalla, además de leer muy bien cada movimiento chileno), Tarapacá marcó uno de los peores mandos militares chilenos en combate. Sólo la falta de caballería peruana salvó a los sobrevivientes del desastre total. Lo increíble es que las fuerzas chilenas hubieran tenido alguna posibilidad de victoria al inicio y a mitad de batalla, más que nada por el empuje de las tropas y parte de los mandos medios que por decisiones acertadas del mando superior (que brillaron por su ausencia).

Sobre el inicio de la guerra que comenta Paraquedista
- A Perú ciertamente le declararon la guerra, pero ello después de negarse a declarar su neutralidad, incluso pese a la ratificación oficial de existencia del Tratado de 1873. Como alguna vez lo mencioné en páginas pasadas en este foro, Chile no podía darse el lujo de dejar a sus espaldas un potencial enemigo que podía afectar directamente sus operaciones militares con Bolivia, ya fuera interviniendo con sus FFAA o proveyendo abiertamente de material de guerra a nuestro entonces enemigo. Perú contaba con una cláusula en el tratado con La Paz que le permitía evaluar su intervención eventual en un conflicto, cláusula expuesta para evitar verse arrastrados por un conflicto artificial y/o creado por Bolivia, opción que finalmente Perú no utilizó.

- Sobre el inicio del conflicto con Bolivia. Chile estuvo largos meses apostando por el diálogo, pidiendo conversar con el gobierno de Daza acerca de la aplicación de una medida que iba en contra de algo acordado en el Tratado de 1874, a lo que el gobierno boliviano respondió con negativas, dando su posición por correcta sin más. Incluso Chile ofreció el arbitraje, algo también considerado en el protocolo complementario de 1875. En vez de sentarse a conversar/negociar, y aun cuando paralelamente también apostó por el arbitraje durante algún período, La Paz optó finalmente por redefinir a su conveniencia el asunto, anunciando el remate. Recordar que el Tratado de 1874 tenía como fundamento fijar límites sobre ciertas condiciones las cuales, una vez violadas, anularon el tratado, permitiendo a Chile reivindicar nuevamente el territorio que había reclamado hasta 1874.

La exposición de Grumo y el interesante intercambio de ideas con Paraquedista la dejo para leerla con calma y ver que podría aportar, de ser posible.

Y sobre lo expuesto por Fulvio, totalmente de acuerdo por mi parte.

Un abrazo estimados


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Mensaje por GRUMO »

Alberto Elgueta escribió:Hola amigos:

Algunos comentarios al pasar.
Comando, excelente texto sobre Cáceres. Lo leí algunos años atrás y casi lo había olvidado. Algunos apuntes sobre Tarapacá:
- Ciertamente fue la más clara victoria peruana en la guerra. Aprovecharon muy bien las características del terreno, y supieron sacar partido de cada uno de los errores cometidos por el mando chileno.
- Sin menoscabar la estrategia peruana (que supo reaccionar notablemente ante los vaivenes de la batalla, además de leer muy bien cada movimiento chileno), Tarapacá marcó uno de los peores mandos militares chilenos en combate. Sólo la falta de caballería peruana salvó a los sobrevivientes del desastre total. Lo increíble es que las fuerzas chilenas hubieran tenido alguna posibilidad de victoria al inicio y a mitad de batalla, más que nada por el empuje de las tropas y parte de los mandos medios que por decisiones acertadas del mando superior (que brillaron por su ausencia).

Sobre el inicio de la guerra que comenta Paraquedista
- A Perú ciertamente le declararon la guerra, pero ello después de negarse a declarar su neutralidad, incluso pese a la ratificación oficial de existencia del Tratado de 1873. Como alguna vez lo mencioné en páginas pasadas en este foro, Chile no podía darse el lujo de dejar a sus espaldas un potencial enemigo que podía afectar directamente sus operaciones militares con Bolivia, ya fuera interviniendo con sus FFAA o proveyendo abiertamente de material de guerra a nuestro entonces enemigo. Perú contaba con una cláusula en el tratado con La Paz que le permitía evaluar su intervención eventual en un conflicto, cláusula expuesta para evitar verse arrastrados por un conflicto artificial y/o creado por Bolivia, opción que finalmente Perú no utilizó.

- Sobre el inicio del conflicto con Bolivia. Chile estuvo largos meses apostando por el diálogo, pidiendo conversar con el gobierno de Daza acerca de la aplicación de una medida que iba en contra de algo acordado en el Tratado de 1874, a lo que el gobierno boliviano respondió con negativas, dando su posición por correcta sin más. Incluso Chile ofreció el arbitraje, algo también considerado en el protocolo complementario de 1875. En vez de sentarse a conversar/negociar, y aun cuando paralelamente también apostó por el arbitraje durante algún período, La Paz optó finalmente por redefinir a su conveniencia el asunto, anunciando el remate. Recordar que el Tratado de 1874 tenía como fundamento fijar límites sobre ciertas condiciones las cuales, una vez violadas, anularon el tratado, permitiendo a Chile reivindicar nuevamente el territorio que había reclamado hasta 1874.

La exposición de Grumo y el interesante intercambio de ideas con Paraquedista la dejo para leerla con calma y ver que podría aportar, de ser posible.

Y sobre lo expuesto por Fulvio, totalmente de acuerdo por mi parte.

Un abrazo estimados


Estimado Alberto

Un vez he leido "entre los sagrados pliegues de nuestras banderas se esconden como sucias cucarachas los intereses de los grupos de poder"

El soldado va a dar gloria y honor a su bandera, a su patria y a su nación y no s epregunta porque la guerra, solo sabe que va a defender a su paìs.

Y recordando a un ilustre forista chileno, de quien aprendì _y sigo aprendiendo- cada vez mas, el genial Latrodectus " Era una guerra, y en la guerra como en la guerra".

Un cordial saludo y comparto tus comentarios

Grumo


¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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Alberto Elgueta escribió:Sobre el inicio de la guerra que comenta Paraquedista
- A Perú ciertamente le declararon la guerra, pero ello después de negarse a declarar su neutralidad, incluso pese a la ratificación oficial de existencia del Tratado de 1873. Como alguna vez lo mencioné en páginas pasadas en este foro, Chile no podía darse el lujo de dejar a sus espaldas un potencial enemigo que podía afectar directamente sus operaciones militares con Bolivia, ya fuera interviniendo con sus FFAA o proveyendo abiertamente de material de guerra a nuestro entonces enemigo. Perú contaba con una cláusula en el tratado con La Paz que le permitía evaluar su intervención eventual en un conflicto, cláusula expuesta para evitar verse arrastrados por un conflicto artificial y/o creado por Bolivia, opción que finalmente Perú no utilizó.

En realidad Perú nunca se declaró no neutral. De hecho, no lo dejaron responder. La respuesta sería decidida mediante reunión congresal. Solo hay una conversación informal entre Godoy y el presidente peruano en la que éste le indica que está atado a un tratado.
Respecto de la cláusula. Hay muchos análisis, sin embargo la situación del Perú ante ese escenario era de lo peor. Tenía a una Bolivia haciendo lobby, del otro lado tenía a Chile deseoso de apoderarse de los territorios salitreros de Tarapacá y Antofagasta. Los ofrecimientos de Chile a Bolivia para una alianza ofensiva contra el Perú no eran ajenos. La guerra en realidad era de Chile contra el Perú (Bolivia era solo mantequilla y su importancia únicamente se enmarcaba si los altiplánicos se pasaban al bando chileno).

- Sobre el inicio del conflicto con Bolivia. Chile estuvo largos meses apostando por el diálogo, pidiendo conversar con el gobierno de Daza acerca de la aplicación de una medida que iba en contra de algo acordado en el Tratado de 1874, a lo que el gobierno boliviano respondió con negativas, dando su posición por correcta sin más. Incluso Chile ofreció el arbitraje, algo también considerado en el protocolo complementario de 1875. En vez de sentarse a conversar/negociar, y aun cuando paralelamente también apostó por el arbitraje durante algún período, La Paz optó finalmente por redefinir a su conveniencia el asunto, anunciando el remate. Recordar que el Tratado de 1874 tenía como fundamento fijar límites sobre ciertas condiciones las cuales, una vez violadas, anularon el tratado, permitiendo a Chile reivindicar nuevamente el territorio que había reclamado hasta 1874.

En realidad no. Chile le dió mayor énfasis en línea a su crisis social y económica que se volvía incontrolable que ponía en riesgo su propia continuidad como país. El presupuesto era de lo más ínfimo y solo la existencia de un recurso natural podría cambiar esa situación (no es en vano que Daza sostenía que Chile era solo un país de cereales), tales recursos no los poseía, pero sí peruanos y bolivianos.
La ley del impuesto había sido suspendida, sin embargo, la búsqueda de un rompimiento mediante una ofensiva dio resultado através de la carta de Fierro que en opinión de algunos historiadores fue el gatillo para que los bolivianos den la orden del "ejecútese" en relación a la expropiación de la salitrera.
Si bien existía la cláusula del arbitraje, mas tarde Chile se negó a cumplirla: Ya había tomado Antofagasta y el objetivo había sido parcialmente cumplido, comenzaron a tener salitre.
De esa forma, cambiaron el discurso apelando una reinvindicación de su soberanía hasta el paralelo 23. No obstante, Chile jamás llegó al paralelo 23, ni siquiera al 24. El límite norte de Chile fue al sur de El Paposo (ni siquiera llegaron a tocar el paralelo 25). Entonces de qué paralelo 23 hablan?.

Esto ya ha sido abordado en páginas atrás y se está convirtiendo en un loop.

Saludos.

PD:

Soñar no cuesta nada
[/quote]

Si, salir a la carga y/o un enfrentamiento entre 77 chilenos vs 7000 peruanos solo tiene cabida en el mundo de los sueños.


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