Durante la Primera Guerra Mundial, los submarinos alemanes] cobraron un alto precio contra los buques mercantes y militares. Destructores fueron adaptados para controlar la amenaza, pero un numero suficiente no podían ser producidos rápidamente con suministros limitados. La respuesta final fueron los 110' Subchasers (Cazasubmarinos) con casco de madera. Las embarcaciones se redefinieron y rediseñaron para enfrentar a los nuevos adversarios durante la Segunda Guerra Mundial.
En tiempos de guerra con las armadas equipadas con grandes portaaviones y acorazados, los pequeños cazasubmarinos de madera no atraian mucho la atención. Sin embargo, estos buques de guerra de 110 pies, tripuladas en su mayoría por reservistas sin experiencia, realizaron tareas vitales para la flota en todas partes donde hubo acción en la Segunda Guerra Mundial. Ellos llevaron a las lanchas de desembarco hasta las playas de asalto, las protegían del fuego, lucharon contra los ataques aéreos, barrieron las minas, establecieron cortinas de humo, y patrullaban el mar buscando submarinos asesinos.
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