La Pugna Continuación de "El Visitante"
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Un problema añadido para los británicos sería que las mayores factorías de cazas se concentraban en el sur de Inglaterra, el Spitfire en Woolston, en las afueras de Southampton, y el Hurricane en Kingston Upon Thames, en el propio Londres. Su alternativa en Coventry no funciono a pleno rendimiento hasta el 42 a causa de diversos problemas, bombardeo de la ciudad incluido. En cambio las factorías de bombarderos estaban un poco más alejadas, así que esa prioridad en los bombarderos puede venir incluso obligada por las circunstancias.
Afortunadamente los británicos podían solventar esos problemas recurriendo a las inmensas factorías americanas que sin duda no dudarían en entregarles los cazas disponibles en esos momentos, principalmente Curtiss P-40 y Bell P-39 Airacobra.
saludos
Afortunadamente los británicos podían solventar esos problemas recurriendo a las inmensas factorías americanas que sin duda no dudarían en entregarles los cazas disponibles en esos momentos, principalmente Curtiss P-40 y Bell P-39 Airacobra.
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A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Gaspacher escribió:Dicho lo anterior, en mi opinión el desembarco en Portugal ha sido un grave error. En tierra y en Europa Alemania es demasiado fuerte. En todo caso deberían haberse atenido a sus primeros planes y desembarcar en Madeira y las Azores para cercar definitivamente la salida de los U-boot y en ultima instancia desembarcar en Marruecos, apoderándose de Casablanca que era el puerto de mayor capacidad de la zona. Allí la fuerza que podría desplegar la Luftwaffe y la propia Kriegsmarine serían mucho menores y podían tratar de apoderarse de la zona sur del estrecho para compensar la perdida de Gibraltar.
Desde Azores y Madeira no se cierra nada: están demasiado lejos. Aparte que desembarcar en esas islas implicaba o una declaración de guerra portuguesa (con el agravante de ser tras una invasión injustificada) o una intervención germanoespañola en Portugal. En este caso, dejarlo abandonado a su suerte tras haber invadido sus archipiélagos no sería la mejor propaganda para los británicos... y para el gobierno de Churchill.
Por otra parte, desembarcar en Marruecos implicaría que Francia, que en esta historia ya está de uñas, se decantase definitivamente por Alemania.
Saludos
Última edición por Domper el 31 Jul 2015, 16:53, editado 1 vez en total.
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Gaspacher escribió:Afortunadamente los británicos podían solventar esos problemas recurriendo a las inmensas factorías americanas que sin duda no dudarían en entregarles los cazas disponibles en esos momentos, principalmente Curtiss P-40 y Bell P-39 Airacobra
En la LTR más o menos dos terceras partas de la producción de cazas noretamericana fue enviada a Inglaterra (y de rebote, a la URSS). Además buena parte de los aviones que se quedó la USAAF fue de Airacobras rechazados por la RAF. Podía hurgarse y encontrar algún trasto tipo P-36 o P-43, además de unos pocos Buffalo y Martlet. En 1942 el panorama cambiaría, pero en 1941 la producción aeronáutica norteamericana aun tenía un rendimiento bajo.
Saludos
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Desde las Azores y Madeira la cobertura aérea de los convoyes dejaría de tener los puntos ciegos que tuvieron en la LTR hasta el acuerdo con Portugal para utilizar precisamente las Azores.
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Aún con esa protección desde las Azores quedaría un hueco que en la LTR se cerró definitivamente con la creación de los grupos de Cazadores centrados en un portaaviones ligero, con un crucero ligero y varios destructores de escolta en 1943. El Atlántico central no podría ser defendido adecuadamente por los ingleses con los medios de los que disponían en 1941, incluso con los cincuenta destructores cedidos por Roosevelt (que no sabemos si así ha sido en este caso). Los ingleses podían adoptar soluciones temporales como la conversión de mercantes en portaaviones (como el Campania) o armar a buques mercantes con catapultas para lanzar cazas que protegiesen el convoy, pero no sería más que un parche.
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Gaspacher escribió:Desde las Azores y Madeira la cobertura aérea de los convoyes dejaría de tener los puntos ciegos que tuvieron en la LTR hasta el acuerdo con Portugal para utilizar precisamente las Azores.
¿Cobertura aérea de convoyes en 1941? No sé, no sé.
Respecto a los 50 destructores, si no se dice nada y no es un hecho muy concreto, asumid que ha sido como en la LTR... o más.
Saludos
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Hola a todos,
desde Azores y Madeira los Short Suderland podrían proteger convoyes, así como los Catalina MkI (109 adquiridos por la RAF). Los Suderland de la RAF disponían del Radar ASV Mark II desde octubre 1941.
Hasta 1941 los Saro London estuvieron en servicio, de contar con bases extras, tal vez los brits hubieran estirado su vida operativa en un escenario sin oposición aérea, como también los Short Singapore, los Supermarine Walrus, Sea Otter y Stranraer.
Allí también podrían operar los Fokker T.VIII holandeses del 320 Sqn
Todo son hidrocanoas e hidroplanos, desde luego, pero también capaces de llevar armas ASW.
desde Azores y Madeira los Short Suderland podrían proteger convoyes, así como los Catalina MkI (109 adquiridos por la RAF). Los Suderland de la RAF disponían del Radar ASV Mark II desde octubre 1941.
Hasta 1941 los Saro London estuvieron en servicio, de contar con bases extras, tal vez los brits hubieran estirado su vida operativa en un escenario sin oposición aérea, como también los Short Singapore, los Supermarine Walrus, Sea Otter y Stranraer.
Allí también podrían operar los Fokker T.VIII holandeses del 320 Sqn
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urquhart escribió:Los Suderland de la RAF disponían del Radar ASV Mark II desde octubre 1941
Es decir, que habría unos pocos y que darían problemas. Además no bastan contra incursiones de cruceros o acorazados.
Saludos
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Hola a todos,
Para el otoño de 1941, los brits habían construido 75 Sunderland MkI y 40 MkII. En diciembre 1941 empezaría la construcción de los 461 MkIII.
Tal vez no bastaran para combatir a los BB y BC italoalemanes, pero en 1940 fue un Sunderland el que fotografió Tarento, y un Catalina quien alertaría de la presencia del Bismark.
Para el otoño de 1941, los brits habían construido 75 Sunderland MkI y 40 MkII. En diciembre 1941 empezaría la construcción de los 461 MkIII.
Tal vez no bastaran para combatir a los BB y BC italoalemanes, pero en 1940 fue un Sunderland el que fotografió Tarento, y un Catalina quien alertaría de la presencia del Bismark.
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Ya, pero cuando solo se disponía de la costa atlántica francesa. No es igual.
Saludos
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Diario de Von Hoesslin.
El mariscal Von Manstein se quedó muy preocupado tras su visita a Madrid. Había visto como la aviación inglesa no solo estaba consiguiendo reducir a la impotencia a una nación, sino que estaba llevando a sus habitantes al borde de la sublevación. Como cualquier alemán que hubiese vivido la guerra anterior, el mariscal sabía que había sido la revuelta de los marineros de la flota lo que había llevado a la derrota a Alemania. La frecuente visita de los bombarderos británicos a nuestros cielos nos recordaba que Alemania estaba expuesta a sufrir el mismo castigo que estaba padeciendo el pueblo español, especialmente ahora que se aproximaba el invierno con sus largas noches, que daban más horas de vuelo a los aviones ingleses.
Como primera medida Von Manstein ordenó que se suministrase al Ejército del Aire español los cazas modernos que pedía, no en la cantidad que demandaba —ni la producción combinada de Alemania e Italia sería suficiente—, pero al menos los precisos para poder defender los cielos sobre sus ciudades. También ordenó que se enviasen a España algunos de los nuevos radiotelémetros, que habían sido mejorados tras el estudio de los equipos capturados a los ingleses. Además el Reich iba a enviar a España tres grupos de caza, que se unirían a los dos que defendían las bases gallegas y andaluzas. Sin embargo Von Manstein ordenó que no se mandasen bombarderos: deseaba que los ingleses siguiesen creyendo que Portugal era un lugar seguro donde llevar a sus ejércitos.
Más importante que sostener el régimen franquista era hacer que nuestros cielos fuesen seguros. El día no era problema, al menos por ahora: las pocas incursiones diurnas inglesas sobre Alemania se habían saldado con tremendas pérdidas. Pero la noche era algo diferente, y era cuestión de tiempo que alguna de nuestras ciudades sufriese el mismo infierno con que Sheffield había pagado la osadía de Churchill.
Una de las tareas pendientes era la reorganización de la cúpula militar alemana. El ejército, obviamente, iba a seguir siendo dirigido por el mariscal, que había designado al brillante generaloberst Hermann Hoth como jefe de Estado Mayor: Von Manstein había pensado que situar en un puesto inmediatamente subordinado al suyo a mariscales que tenían más antigüedad que él era buscarse problemas. La marina iba a seguir siendo dirigida por el almirante Marschall, con el contraalmirante Doenitz al frente del el arma submarina. Pero la aviación era un problema diferente. La Luftwaffe, criatura del fallecido Statthalter, había sido la niña mimada del régimen. Goering había combinado su dirección con el desempeño de altos cargos del Reich, e incluso cuando llegó al liderazgo de Alemania nunca la había cedido por completo. En lugar de nombrar un sustituto que fuese jefe de la fuerza aérea, simplemente había delegado el control diario de las operaciones en el general der flieger Von Greim, que actuaba como su delegado, pero sin tener plena autonomía. Para Von Manstein lo más fácil hubiese sido confirmar en su puesto a Von Greim, que era un jefe muy competente. Pero políticamente no era conveniente: Von Greim era un nazi fanático, compañero de Hitler de los primeros días del partido, y estaba demasiado próximo al ala radical de Kaltenbrunner. Von Manstein no confiaba en él, y decidió destinarlo al mando de una flota aérea. En su lugar pensaba nombrar a un hombre tremendamente capaz, que además llevaba el apellido más distinguido de la aviación alemana.
—El general Von Richthofen ha llegado.
—No le hagas esperar, Roland —me respondió Von Manstein.
Abrí la puerta de la antesala y entró Von Richthofen. Era un hombre alto y delgado, con un pelo rubio tan claro que parecía blanco. Su expresión amistosa y sus ojos azules escondían uno de los mejores cerebros operativos de Alemania. Había sido uno de los primeros oficiales de la Luftwaffe, y por sus conocimientos fue el candidato mejor cualificado para dirigir la oficina técnica, la encargada del diseño de los aviones alemanes. Pero Goering prefirió designar a Ernst Udet, un juerguista mujeriego y bebedor que le resultaba simpático. Supongo que para el morfinómano Goering un aristócrata asceta como Von Richthofen era menos cómodo que el alcohólico Udet. Mal que bien Udet y Von Richthofen habían conseguido colaborar bajo la dirección del general Weber, el jefe del estado mayor de la Luftwaffe. Pero cuando Weber pereció en un accidente las diferencias entre los dos arreciaron. Finalmente Von Richthofen dejó Berlín, pasando a ser el jefe de Estado Mayor de la Legión Condor, la unidad alemana que había apoyado al ejército franquista en la guerra civil española. Allí había desarrollado una eficacísima doctrina de apoyo aéreo, que luego brilló en Polonia, los Países Bajos y Francia, donde los aviones de Von Richthofen habían abierto camino a nuestros ejércitos. Sin embargo sus Stuka sufrieron pérdidas importantes en las primeras batallas sobre Inglaterra. Su Fliegerkorps VIII había sido retirado a Alemania para suplir sus bajas e instruir a las nuevas dotaciones, y el general estaba disponible.
El mariscal pidió a su invitado que tomase asiento. Tras las formalidades de rigor Von Manstein me presentó como su ayudante y hombre de confianza. Luego acometió al asunto que le interesaba.
—General Von Richthofen, me alegra verle. Hasta ahora solo nos habíamos tratado superficialmente, pero su hoja de servicios es imponente. Creo que ningún militar alemán la supera.
—No es así, mariscal. Mi hoja de servicios no puede ni compararse con la suya—respondió el aviador.
—No es para tanto. Los ingleses son buenos soldados, pero aun no saben cómo librar una batalla moderna. Además mis méritos no se deben a mi pobre papel, sino al valor de mis soldados, a la capacidad de mis subordinados y, desde luego, a la Luftwaffe. Pero no le he citado para hablar de mis campañas sino de su futuro. Lamentablemente no puedo confiar en el general Von Greim. No dudo ni de su capacidad ni de su devoción a la patria, pero demasiados amigos suyos han estado implicados en la intentona golpista de Kaltenbrunner.
—Mariscal —interrumpió Von Richthofen—, le garantizo que Von Greim es un hombre de honor y que nunca…
—Que salga en defensa de un compañero le honra, general —repuso Von Manstein—. No se preocupe por él. No pensaba destituirlo, ni mucho menos relegarlo. Había pensado trasladarlo al mando de una unidad de combate. Tal vez a la suya. Porque yo creo que usted podría servir al Reich en otro puesto de mayor responsabilidad. Alemania va a necesitar a alguien al frente de la Luftwaffe.
—Mariscal, espero que no esté pensando en mí. Alemania tiene hombres mucho más capaces que yo. Si no confía en Von Greim, tiene a Milch, a Sperrle, incluso a Kesselring.
—No voy a mentirle. Kesselring hubiese sido mi primera opción, pero fue destituido por Goering poco antes de su muerte. Pienso rehabilitarle, pero encomendarle el Estado Mayor de la Luftwaffe sería visto como un insulto a nuestro finado Statthalter. Respecto a Milch y Sperrle, también son criaturas de Goering, y tengo mis reservas sobre su capacidad para dirigir a la Luftwaffe.
—¿Y Stumpff? ¿O Jeschonnek? ¿Tampoco ha pensado en Udet?
—Pare, general. No quiero que me recite la nómina de la Luftwaffe. También he pensado en ellos. No en Udet que, por lo que sé, está entregado al alcohol. Pero pensaba hablar con Stumpff y Jeschonnek antes de decidirme. Sin embargo antes quería tener una conversación con usted. Quisiera hacerle una pregunta ¿Por qué Inglaterra todavía no se ha rendido? ¿Cómo ha podido derrotar a la fuerza aérea más potente del mundo?
Von Richthofen pensó un poco antes de responder—. Mariscal, lo que usted me pide requeriría un informe detallado…
El general aun no sabía que Von Manstein odiaba los largos informes, que dejaba para sus subordinados. Pero Von Richthofen era inteligente y al ver la mueca de disgusto de Von Manstein cambió de tercio.
—… Pero sí que podría ofrecerle unas ideas preliminares. En primer lugar, con la Luftwaffe el Reich tiene la mejor herramienta del mundo para apoyar nuestros ejércitos, pero la guerra aérea sobre Inglaterra es completamente diferente. La Luftwaffe está concebida como una especie de artillería de largo alcance, que debe preceder a nuestros ejércitos, pero no está preparada para una campaña estratégica. Algo en lo que yo tuve un papel indirecto.
—Explíquese, general.
—Mariscal, usted ya conoce mi hoja de servicios. Había tenido algunas discrepancias con Udet, especialmente a propósito del desarrollo de los bombarderos y de los cazas de escolta, y Goering me envió a España. Allí demostré que para la victoria de un ejército es imprescindible que su aviación le abra camino. Pero Goering y Udet, deslumbrados por la eficacia de mis tácticas, pensaron que la misma receta servía para todo, y se equivocaron.
Pude apreciar que Von Richthofen no pecaba de modestia, y que sabía que la nueva cúpula del Reich no era fiel seguidora del desaparecido pero poco llorado Statthalter.
—Udet pensó que una fuerza aérea equipada con bombarderos tácticos sería más barata y más eficiente que una dotada con los bombarderos pesados como los que estaban diseñando otras potencias. Hizo hincapié en el bombardeo en picado: es cierto que un Stuka saca mucho más partido a una bomba que un bombardero convencional. Pero no tuvo en cuenta que hay límites de tamaño para que un avión se lance en picado. El Junkers 88 ya resulta demasiado grande y no puede picar en vertical como un Stuka. El desarrollo del Dornier 217, nuestro bombardero más pesado, se ha retrasado casi dos años por la exigencia de poder bombardear en picado, lo que finalmente fue imposible. Los programas Bomber A y Bomber B van por mal camino por…
—¿Bomber A y Bomber B? —preguntó Von Manstein.
—Perdóneme, mariscal. Como se está discutiendo tanto en la Luftwaffe sobre los dos programas olvidé que usted tiene cosas mucho más importantes en las que preocuparse. Bomber A y Bomber B son programas de desarrollo de bombarderos pesados que también deben poder atacar en picado. Eso obliga a que sean bimotores, y Alemania no tiene motores de potencia suficiente. Con el Bomber A, el Heinkel 177, se ha hecho un apaño acoplando dos motores de avión de caza, pero ese motor, el Daimler Benz 606, está teniendo muchos problemas y no creo que llegue a funcionar bien. Heinkel ha empezado a desarrollar en paralelo el modelo 277, que es un He 177 con cuatro motores en el que se prescinde de la capacidad de ataque en picado, pero será improbable que esté disponible antes de un par de años. El programa Bomber B pretende desarrollar un sustituto de nuestros bombarderos bimotores, pero se necesita un motor de gran potencia, el Junkers Jumo 222. Pero el desarrollo de ese motor se está complicando y empiezo a temer que sea un fracaso, lo que condenará el programa entero.
Hasta ahora nadie le había hablado a Von Manstein de los problemas de los nuevos bombarderos de la Luftwaffe. Richthofen siguió—. No hará falta que le diga que nuestros enemigos ingleses y norteamericanos —me llamó la atención que Von Richthofen considerase la guerra con Estados Unidos inevitable— ya tienen bombarderos pesados como el que desarrolla Heinkel, y dentro de dos años tendrán aviones todavía mejores. Mis noticias son que en Estados Unidos se está desarrollando un superbombardero, de alcance transcontinental, que esperan tener en servicio en 1943 o 1944. Nosotros solo tenemos el Dornier 217, un avión excelente, pero que no puede llevar tantas bombas como los aviones ingleses, ni volar tan alto como los norteamericanos.
—Quiere decir que el fracaso sobre Inglaterra se debe al fallo de nuestros bombarderos.
—Solo en parte, mariscal. Nuestra fuerza de bombarderos, que tenía que haber sido capaz de actuar tanto en misiones tácticas, es decir, abriéndole paso al ejército destruyendo los cañones enemigos, como estratégicas, destruyendo la economía enemiga, no ha dado buen resultado en esta última misión. Pero eso no nos hubiese impedido causar graves daños a los ingleses. Sin embargo, también fracasaron nuestros cazas.
Von Manstein mostró extrañeza, pues había visto como en Egipto la caza alemana barría a los ingleses de los cielos. Von Richthofen se explicó:
—Nuestro caza, el Bf 109, es un avión magnífico. El Fw 190, que acaba de entrar en servicio, es aun mejor. Pero los dos son aviones de patas cortas, y no pueden escoltar a nuestros bombarderos sobre Inglaterra. Hubiese debido hacerlo el Bf 110, pero Udet convenció a Goering de que un avión polivalente, que pudiese ser usado como caza, reconocimiento y cazabombardero, sería mucho más barato que tener tipos especializados. El Messerschmitt 110 no es malo como cazabombardero, y está haciendo buen papel como caza nocturno, pero como caza de largo alcance ha resultado un fracaso. Para derrotar a Inglaterra en una campaña aérea necesitamos un buen caza de escolta.
—¿Desarrollar un caza de escolta es la única necesidad de la Luftwaffe?
—No, mariscal, pero es una de las más urgentes. También necesitamos desarrollar un bombardero pesado, que podría ser el Heinkel 277, el Junkers 189, o tal vez algún derivado del programa Bomber B. Ese bombardero pesado debiera ser un necesitado relevo para el Focke Wulf 200 en sus misiones navales, en las que no da el mejor resultado a causa de su origen civil. También es necesario un avión de transporte de gran capacidad que sustituya al Junkers 52. Aparte de eso, creo que habría que dar prioridad a algunos desarrollos que parecen prometedores. Heinkel está trabajando en un nuevo tipo de caza que no necesita hélices y que parece que podrá volar al doble de velocidad que los aviones actuales.
El mariscal se interesó por lo que acababa de decir el general.
—Mariscal, el doctor Heinkel está desarrollando algo que llama “motor a reacción”, y que viene a ser un tubo que funciona casi como un cohete y que puede propulsar a los aviones a gran velocidad. Tiene ya un prototipo de caza basado en ese motor, que Milch quiso anular. El general Von Greim lo probó y le entusiasmó. Pero es un campo completamente nuevo y el avión está teniendo problemas. Creo que es necesario destinar más personal y más fondos para el desarrollo de este nuevo tipo de aviones, no solo para Heinkel, sino también para el que está desarrollando Messerschmitt en paralelo. No creo que estos nuevos aviones estén disponibles antes de tres o cuatro años, pero prometen ser revolucionarios.
—¿Usted cree que con esos nuevos cazas se podrá proteger las ciudades del Reich? Vengo de España y allí los bombardeos ingleses están causando problemas muy graves. Nosotros estamos machacando las ciudades inglesas. Temo que los británicos nos paguen con la misma moneda.
Von Richthofen de nuevo se detuvo unos instantes, meditando su respuesta.
—Mariscal, lo que me plantea es un problema muy difícil. Permítame decirle que los cielos alemanes durante el día son seguros. No le puedo prometer que podamos impedir ataques ocasionales ingleses: con la tecnología actual resulta casi imposible blindar por completo nuestros cielos. Por ejemplo, tenemos muchos problemas para interceptar a sus aviones de reconocimiento.
—¿Podrían llevar bombas esos aviones?
—Podrían, pero degradando sus prestaciones. Los ingleses han estado usando para el reconocimiento versiones aligeradas de su avión de caza Spitfire, a los que nuestros aviones no pueden alcanzar. Pero esos mismos Spitfire son presa fácil cuando van armados. También hemos identificado un nuevo tipo, un bimotor muy rápido, pero probablemente ocurra lo mismo, que cuando lleve bombas sea fácil de interceptar, eso suponiendo que pueda actuar como bombardero. En cualquier caso, que aviones enemigos de reconocimiento puedan surcar nuestros cielos no es un buen signo a largo plazo, y nos obliga a seguir desarrollando aparatos de altas prestaciones. Para eso el proyecto del doctor Heinkel puede ser la solución. Pero a lo que me refería es que igual que resulta difícil alcanzar a esos aviones rápidos, también es difícil derrotar a todos los bombarderos enemigos que recorran nuestros cielos, sobre todo si lo hacen a baja altura. Sin embargo, lo que sí podemos conseguir es que esas operaciones resulten tan costosas que nuestros enemigos no puedan mantenerlas: creemos que si los ingleses están dejando de usar el bombardero de origen norteamericano Fortress es porque están perdiendo la tercera parte de los aviones en cada salida.
—Eso quiere decir que dos tercios de los bombarderos enemigos han conseguido lanzar sus bombas sobre nuestras ciudades.
—Es cierto. Pero los ingleses no pueden mantener una campaña de bombardeo con semejantes pérdidas. Incluso si solo derribamos un avión de cada cinco, tras diez misiones solo sobrevive una tripulación de diez. Si conseguimos causarles ese nivel de pérdidas resultará más peligroso volar en un bombardero inglés que luchar un año entero en Verdún. No hará falta que le explique lo desastroso que puede ser para la moral de los aviadores ingleses, que considerarán que el destino en bombarderos equivale a una sentencia de muerte. También tendrá efectos perniciosos sobre la eficacia de sus aviones ya que los británicos perderán a sus aviadores veteranos. Tenga en cuenta que no hablamos de reclutas con fusiles, sino de máquinas costosísimas tripuladas por aviadores que requieren meses de preparación.
—Si usted lo dice, será. Eso significa que nuestros cielos son bastante seguros de día ¿y la noche?
—Ese es un problema complejo. Por la noche es cuando resulta más difícil causar tantas bajas al enemigo, aunque la red de defensa que está creando el general Kammhuber está resultando muy efectiva. Sin embargo, los ingleses aun no han adoptado alguna de las tácticas que nosotros estamos usando sobre Inglaterra. Si empiezan a efectuar ataques masivos podremos tener problemas.
—¿Qué propone hacer para impedírselo? Tenemos informes de inteligencia que indican que los británicos están dedicando cada vez más recursos a sus bombarderos.
—Los he leído, mariscal. Solo puedo decirle que la tarea que queda por delante no va a ser sencilla. Creo necesario reforzar las defensas nocturnas, y destinar la mayor parte de los cazas Bf 110 que se fabriquen a esa misión.
—Vi operar a los Bf 110 en el Sinaí y resultaron muy efectivos.
—Tiene razón, mariscal —respondió Von Richthofen—. El Bf 110 no ha sido buen caza de escolta, pero como avión de ataque da mucho mejor resultado. Pero es el mejor caza nocturno que tenemos, al menos por ahora. Tenemos dos aviones en desarrollo para sustituirlo, el Messerschmitt 210 y el Arado 240, pero están dando muchos problemas y tal vez sea mejor anularlos.
—En ese caso nos quedaremos sin cazas pesados.
—No necesariamente. Creo que hay que dar mayor prioridad a la producción de cazas y menos a la de bombarderos, y desarrollar cuanto antes nuevos tipos que puedan sustituir al Bf 110. Pero los cazas nocturnos solo son parte de las medidas de defensa. Los nuevos radares están resultando muy útiles, y tan importante o más es desarrollar tácticas adecuadas. Pero yo creo que también son necesarias las medidas ofensivas. Aunque el general Kammhuber está organizando una pequeña fuerza de bombarderos que efectúe incursiones nocturnas sobre las bases aéreas inglesas, no creo que sea suficiente. Vamos a tener que reiniciar los bombardeos diurnos de Inglaterra.
—Usted mismo me acaba de decir que no tenemos cazas de escolta adecuados.
—No, pero parte de los aeródromos desde los que operan sus bombarderos pesados están dentro del alcance de nuestros cazas. La última versión del Bf 109 tiene casi el doble de alcance que la antigua, y los bombarderos Ju 88 y Dornier 217 son mucho mejores que los antiguos Heinkel 111 y Dornier 17. No creo reanudar nuestra campaña aérea sobre Inglaterra sea suficiente para frenar las operaciones de los bombarderos ingleses, pero les causaremos muchos inconvenientes. Como mínimo se verán obligados a abandonar los aeródromos que han estado construyendo en sus costas. Junto con la mejora de las defensas del Reich y con las incursiones nocturnas sobre Inglaterra yo creo que podremos reducir a la impotencia a sus bombarderos.
La conversación siguió en tono amigable durante una hora más. Conociendo al mariscal vi que Von Richthofen le gustaba, y que casi con seguridad sería nuestro próximo jefe de la Luftwaffe. Finalmente el mariscal dijo:
—Gracias, general. Me ha dado una idea muy clara. Primero veré a Stumpff y a Jeschonnek, y luego le haré saber mi decisión.
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También serían necesarios cañones antiaéreos y en gran cantidad, y de ser posible ayudar a las fuerzas españolas en la fabricación de sus propias piezas o en la reconversión de artillería de campaña para ese fin. Como proteger todas las ciudades y objetivos sería imposible pues harían falta miles de cañones, tal vez fuese mejor crear una línea Kammhuber a unas decenas de km de la línea del frente, línea que también serviría de alerta avanzada para organizar la respuesta de cazas.
Veo que posiblemente se recrudezcan los bombardeos sobre la vieja Inglaterra... eso indirectamente ayudara a España al consumir recursos enemigos.
Veo que posiblemente se recrudezcan los bombardeos sobre la vieja Inglaterra... eso indirectamente ayudara a España al consumir recursos enemigos.
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urquhart escribió:los brits podrían enviar fuerzas del Ejército de la India, aumentando allí la recluta de fuerzas. Canadá podría instaurar el reclutamiento obligatorio, o bien acelerar el equipamiento de sus tropas.
Lo de Canada no es tan fácil, los francocanadienses no están a favor, y en la LTU estarían menos de luchar contra Francia.
Por otro lado el problema es el ritmo de entrenamiento y equipamiento, y el traslado, como mucho el 1º Ejército Canadiense estaría antes de tiempo pero dudo que hubiera más de media docena de divisiones en Europa en ese momento.
El Ejército de la India está ocupado reconstruyendo la Iraqforce.
Los Sudafricanos y de Rhodesia tienen dos frentes nuevos que pacificar en Angola y Mozambique.
Las tropas keniatas deben pasar a la defensiva frente a una Etiopia italiana que está recibiendo refuerzos.
Los sudaneses desertan ante un ejército británico en retirada de su país.
El ejército egipcio se ha pasado a los alemanes.
Los nigerianos aunque se recluten más deben matener un ojo en el África francesa.
urquhart escribió:el sistema Imperial de escuelas de vuelo empezaba a dar sus resultados.
Si pero las nuevas tácticas impuestas están desangrando a la RAF, perdiendo a sus mejores pilotos veteranos de 1940.
Domper escribió:Respecto a los 50 destructores, si no se dice nada y no es un hecho muy concreto, asumid que ha sido como en la LTR... o más.
Sobre los destructores los británicos los vieron en parte como un timo, pues tenían más de 20 años y no estaban en demasiado buen estado (buena parte la dieron de baja en pocos meses o las pasaron a las marinas auxiliares).
Domper escribió: tres grupos de caza
3 Gruppes de 3 Staffel más la Swarm, es decir unos 40 aparatos cada uno. Es decir se envia una Geschwader.
Es decir los cinco presentes suponen 200 Bf 109, un grave contratiempo para los Mister.
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urquhart escribió:El proyecto Manhattan también se desarrolló gracias a estadounidenses, británicos; y Fermi era italiano... y sin olvidar que la Física Teórica era concebida como una ciencia judia en Alemania.
Y mientras los alemanes trabajaban de forma dispersa, los estadounidenses trabajaron de forma coordinada, con Groves como general más recordado de los que participaron.
Tal vez en la LTU, con Speer a la cabeza de la producción alemana, podría darse el caso de un esfuerzo coordinado, previo rescate de la Física teórica frente a la instrumental.
Los britanicos inclusive desistieron de llevar a cabo solos un proyecto tan ambicioso insistiendo ante sus primos para que lo llevaran a cabo. Ya en 1940 Henry Tizard habia cruzado el Atlantico para informar y cooperar en el tema nuclear, pero no fue hasta hasta finales 1941 que se decidieron a tomar en serio la idea.
Muy de acuerdo que solo Speer en esta ucronia podria llevar adelante un proyecto asi con el apoyo de quienes gobiernan Alemania. En la historia que todos conocemos creo que ni él lo hubiese logrado por como sabemos se hicieron las cosas.
Saludos
It matters not how strait the gate. How charged with punishments the scroll.
I am the master of my fate: I am the captain of my soul. - From "Invictus", poem by William Ernest Henley
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- KL Albrecht Achilles
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La Pugna Continuación de "El Visitante"
Domper escribió:Completamente de acuerdo. Pero Roosevelt no recibió a Sachs (tras la carta de Einstein) hasta Octubre de 1940, pero no se puso en marcha en serio hasta Septiembre de 1942; hasta entonces tan solo se arrastró de comité en comité.
Asi es, como dije ya en 1940 los ingleses estaban cooperando con los usanos y a pesar de toda la informacion dada no se mostro mucho entusiasmo al respecto e inclusive hubo casos de escepticismo. En Octubre de 1941 Roosevelt le envio una carta a Churchill donde mencionaba "la oportunidad de llevar a cabo, de manera coordinada, o incluso conjuntamente, cualquier esfuerzo en terreno tan importante". Es evidente que aun en ese momento no tenian planteado hacer el esfuerzo ellos solos aunque los britanicos les habian dado a entender que solo ellos podrian llevar adelante un proyecto asi.
Al final de ese mismo mes tanto Harold Urey como George Pegram llegaron a Inglaterra para ver de cerca el trabajo de los ingleses. El 6 de Diciembre, luego de haber examinado cuiadosamente los reportes de Pegram y Urey, el reporte MAUD asi como otros documentos que detallaban los trabajos en el campo nuclear y sus posibilidades, el Dr. Vannevar Busch (Director de la Oficina para la Investigacion y el Desarrollo Cientifico) decidio que se deberian llevar a cabo todos los esfuerzos para llevar adelante un proyecto que permitiera contruir un arma nuclear. Al dia siguiente la Armada Imperial Japonesa ataco Pearl Harbour.
Solo en Junio del 41 decide Roosevelt seguir por su cuenta (de comun acuerdo con Churchill).
Uno de los escollos para llevar a buen paso el programa es que se consideraban varios metodos para llegar a obtener un arma nuclear:
Uranio:
Difusion gaseosa (los ingleses ya estaban trabajando en ello).
Separacion electromagnetica.
Centrifugacion.
Plutonio
Agua pesada.
Grafito.
Los usanos decidieron probar todos los metodos, lo que constituia un esfuerzo titanico de construccion de instalaciones, materiales, recursos humanos, esfuerzo industrial con tecnicas nuevas,etc.
Solo entre Noviembre y Diciembre de 1942, con la puesta en marcha de un reactor nuclear por Enrico Fermi en la Universidad de Chicago continuo el programa con pie firme y con menos incertidumbres que en los meses anteriores, todo esto a un año del ataque a Hawai.
Saludos
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