Nota: El texto de Apiano, que habla del sometimiento de marsos, marrucinos y vestinos por parte de Pompeyo, es un tanto generalizado. Esto vendrá a formar parte, como veremos, de una acción más amplia en la que intervendrán el pretor Caio Cosconio y el legado Lucio Cornelio Sila
Con mapa se entenderá mejor:
El avance de Pompeyo hacia el sur (mientras mantenía el asedio de Asculum, al norte del mapa)) obligó a los sublevados a trasladar su capital desde Corfinium a Bovianum.
Mientras, el pretor Caio Cosconio iniciaba una ofensiva en la vertiente adriática:
"... otro pretor romano, Caio Cosconio, atacó a Salapia y le prendió fuego. También se apoderó de Cannas, y cuando sitiaba a Canusio sostuvo una severa batalla con los samnitas que acudieron en ayuda de la ciudad; finalmente, después de que ambos ejércitos sufrieran muchas bajas, Cosconio, derrotado, se retiró a Cannas. Puesto que los separaba un río, Trebacio, el general samnita, invitó a Cosconio a que pasara a su orilla para trabar combate o a que se retirara para atravesarlo él. Cosconio se retiró y atacó a Trebacio cuando lo estaba atravesando; fue superior a él y, mientras el general samnita huía en dirección al río, mató a cinco mil de sus hombres; el resto huyó con Trebacio hasta Canusio. Cosconio recorrió los territorios de los larineos, venusios y asculanos, invadió el de los pedículos y en dos días capturó a su población"
Apiano, Guerras Civiles, 52
Ahí vemos como Cosconio, tras perseguir a Trebacio hasta el río Aufidus, se interna hacia Larinum, Venusia y Ausculum (no confundir con Asculum).
Sila, entre tanto:
"Lucio Cluentio fijó su campamento, con gran desprecio, a una distancia de tres estadios de Sila, que estaba acampado en los alrededores de los montes de Pompeyo. Sila no toleró su arrogancia y sin aguardar a aquellas de sus tropas que habían salido a forrajear atacó a Cluentio. Derrotado en esta ocasión huyó, pero, cuando obtuvo los refuerzos de los que habían regresado del forrajeo, puso en fuga a Cluentio. Este último trasladó su campamento a una distancia mayor, mas, al llegar hasta él algunas tropas galas, de nuevo se aproximó a Sila. Cuando ambos ejércitos iban al encuentro, un galo de enorme estatura se adelantó y retó a un duelo a cualquier romano; y una vez que un mauritano de pequeña envergadura le hubo dado muerte haciéndole frente, los galos huyeron al punto llenos de temor. Después que quedó rota la línea de batalla de Cluentio, el resto de las tropas no permaneció ya en su puesto, sino que huyó a Nola en desorden. Sila les siguió dando muerte a tres mil de ellos en el curso de la persecución, y, como los habitantes de Nola les dieron acogida por una sola puerta para que los enemigos no entraran con ellos, mató a otros veinte mil en torno a las murallas, entre los cuales cayó Cluentio luchando con bravura
Entonces, Sila trasladó su ejército contra otro pueblo, los hirpinos, y atacó la ciudad de Eculano. Sus habitantes, que esperaban ese mismo día la llegada de los lucanios en su ayuda, pidieron a Sila que les diera un tiempo para decidirse. Y éste, dándose cuenta de la maniobra, les concedió una hora, y entretanto apiló haces de leña seca en torno a las murallas, que eran de madera, y al cabo de una hora les prendió fuego. Los de Eculano, llenos de temor, entregaron la ciudad, y Sila la saqueó por no haberse rendido voluntariamente sino por la fuerza; sin embargo, perdonó a otros que se rindieron ellos mismos, hasta que el pueblo de los hirpinos quedó sometido en su totalidad. Después, marchó contra los samnitas, no por donde Motilo su general vigilaba los caminos, sino por otra vía de acceso inesperada, tras dar un rodeo. Los atacó de repente y mató a muchos, los demás huyeron en forma dispersa y Motilo resultó herido y se refugió en Esernia con unos pocos. Sila destruyó su campamento y se dirigió a Boviano, donde se hallaba el Consejo común de los sublevados. La ciudad tenía tres ciudadelas, y como los bovianos atacaban a Sila desde una de ellas, éste envió a algunas tropas para que, dando un rodeo, se apoderaran de cualquiera de las otras dos que pudieran y le hicieran una señal con humo. Y cuando fue divisado el humo, les atacó de frente y, después de luchar con denuedo durante tres horas, se apoderó de la ciudad.
Éstos fueron los triunfos de Sila en este verano. Al aproximarse el invierno, regresó a Roma para presentarse como candidato al consulado"
Sila hace prácticamente lo mismo que Cosconio. Después de asegurar la costa se interna hacia Bovianum.
Apiano, Guerras Civiles 50 - 51
Nota: De momento no quiero añadir más fuentes a lo relatado por Apiano, puesto que se distorsionaría un poco esa acción conjuntada. Comentar que el autor narra la campaña de Sila de todo el año, iniciándola inmediatamente después de la muerte del cónsul Lucio Porcio Catón.