La Guerra de 1936-1939. La República Española, el Ejército Popular y el Nacional. Francisco Franco. España en la Segunda Guerra Mundial. La División Azul.
Manuel Martínez escribió:Sin ninguna acritud, me limito a expresar que Calvo Sotelo no fue asesinado por el gobierno legal sino por un civil que acompañaba en una diligencia absolutamente ilegal a un grupo de policías que detuvieron la noche del 12 al 13 de julio de 1936 a un diputado de la nación que gozaba de inmunidad parlamentaria.
Han pasado 70 años del crimen y nadie ha probado nunca que la acción fuera ordenada por el presidente de la república, por el presidente del gobierno,o por alguno de los ministros de Casares Quiroga.
Al parecer, se trató de una venganza por el asesinato del teniente Castillo, de las fuerzas de seguridad del Estado, de iniciativa total y absoluta de los perpetradores.
Que un grupo formado por guardias del Cuerpo de Seguridad y Asalto (hoy Cuerpo Nacional de Policía) y de la Guardia Civil, acompañados de varios civiles, entre otros por el jefe de seguridad de Indalecio prieto, salieran de un cuartelillo y usando un vehículo policial se dirigieran a asesinar a los dos principales lideres de la oposición (Calvo Sotelo y Gil Robles, que se salvo de casualidad) es algo muy grave y no se puede minimizar como hacen algunos historiadores. Yo no creo que lo ordenaran ni Azaña ni Casares Quiroga, pero la implicación del PSOE parece bastante evidente.
Un saludo.
Caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
Curiosamente un lider de la oposición asesinado por policías tras ser amenazado de muerte en el congreso de los diputados por miembros del gobierno del Frente Popular... ¡Casualidades de la vida!
Y encima las columnas que venian del sur hacía Madrid seguian sin tener suficiente fuerza para tomar la capital, no eran bastantes hombres, mejor liberas el Alcazar y le metes un subidón a la moral que falta le hace, siempre habrá tiempo para asaltar la capital, aunque los primeros asaltos fueron en notoria inferioridad numerica de los asaltantes.
Incluso en el largo régimen del general Franco, desde 1939 a 1975, no se hallaron antecedentes que probaran que el asesinato de Calvo Sotelo haya sido ordenado por las autoridades de la República.
Lo más seguro es que fue una iniciativa de mandos medios, como el capitán Condés, de la Guardia Civil, u otros.
Aún dando por buenas sus explicaciones, que desde luego yo particularmente no comparto y si hago mías las expresadas por CVR y agualongo, le pregunto ¿La república actuó contra el grupo que asesino vilmente al diputado? ¿Se depuraron actuacioes? ¿Hubo alguna investigación? o actuaron como hacían con, por ejemplo la quema de iglesias, es decir nada de nada.
Evidentemente fue un asesinato de estado, producido por las fuerzas que apollaban al Frente Popular y más concretamente por elementos del psoe.
Nombres de los implicados y que iban en el vehículo:
Santiago Garcés Arroyo, Federico Coello, Fco. Ordóñez Peña, Orencio Bayo Cambronero, Fernado Condés Romero, José del Rey, Ricardo Cruz Cousillas, Aniceto Castro Piñeiro, Esteban Seco y Bienvenido Pérez Rojo.
En mi modesta opinión lo que cabe decir sobre el tema se ha dicho ya muchas veces:
Calvo Sotelo no fue asesinado por instrucción de ninguna autoridad de la República ni de ninguna de sus instituciones. De hecho, a la vista está que, aparte de la propia víctima, a quien más perjudicó este suceso fue al estado republicano.
- No fue asesinado por la policía, sino por un civil que acompañaba a unos policías que realizaban una misión por su propia cuenta para la que no habían recibido órdenes.
- Se tomaron medidas de investigación. El gobierno designó de inmediato un magistrado instructor que comenzó a hacer su cometido. Parte de éste consistía en la localización de algunos sospechosos cuyos nombres se conocían por haber tenido que identificarse en casa de la víctima. Por este motivo, esos sospechosos, hubieron de esconderse. La instrucción no pudo continuar a causa de la rebelión sucedida pocos días después.
- No se trató de un crimen de Estado sino de un asesinato cometido con la complicidad de agentes de las fuerzas de seguridad que actuaron por su cuenta.
El teniente Barteta, en el cuartel de Pontejos, forma a la 2º cía de guardias y les dice que les corresponde vengar la muerte de castillo. De esta cía saldrá la camioneta nº 17 que es la que acaba con Calvo Sotelo.
El civil del que ustede habla es Luis Cuenca miembro de la Motorizada y escolta de Prieto. Individuo que fue condenado por su participación en la revolución marxista del 34. El que ese día fuera de vestido de civil no indica que sea como usted comenta que fuera un civil. Era un miembro de una unidad policiaca y además de élite.
Ya que usted no respondió antes lo hago yo. Ninguno de los que intervinieron en el asesinato de estado fueron ni juzgados ni cuanto menos condenados. Si tan legítima era, según algunos, la república tenía que haberlo juzgado. No sirve que los acontecimientos...
Es verdad que se tomaron medidas de investigación, que por cierto fueron posteriromente robadas por milicianos, pero no se detuvo a nadie ni nadie se escondío. Si hasta el máximo responsble de la detención Fdo. Condés murió el 23 /07/36, es decir a los 10m días del asesinato de estado luchando en el Alto de los Leones. ¿ No tendría que según su teoría estar escondido?
El hecho cierto es que los asesinos de Calvo Sotelo, policías y civiles, utilizando irregularmente recursos públicos y oficiales (uniformes, armas, documentación, transporte...) obraron por su propia cuenta sin recibir instrucciones de nadie con poder de representación de las instituciones de la República. Creo que no hace falta explicar que los funcionarios públicos, entonces y ahora, pueden cometer delitos (en su caso agravados por tal condición) sin que ello suponga responsabilidad de ninguna clase de las instituciones a las que pertenecen . Así pues, en el caso que nos ocupa, la relación entre República y asesinato simplemente no existe.
Cabe puntualizar, además, lo siguiente:
- Sobre amenazas previas en las Cortes, no me extenderé mucho, seguramente existieron, pero recordemos igualmente que Calvo Sotelo era también un especialista de la provocación y de las amenazas.
- El asesino, y algunos de los otros civiles que participaron no estaban intimamente relacionados con Prieto. Simplemente formaban parte de su escolta personal, habiéndole protegido en numerosas ocasiones. Insinuar por este hecho el PSOE o Prieto estaban detrás del asesinato, es simplemente calumnioso. De hecho Prieto estaba de vacaciones en la costa vizcaína, y al día siguiente escribió un artículo reprobatorio en su periódico El Liberal de Bilbao, volviendo inmediatamente a Madrid.
- La actuación del gobierno fue : 1.- A lo largo del 13-Jul'36 : Poner a disposición del Juez de Instrucción Ursicino Gómez Carbajo al propio Comisario Gral de la Brigada de Investigación Criminal, Antonio Lino con todos sus efectivos 2: - En la noche del 13-Jul'36, sobre las 21:00 : Designar a un magistrado especial del Tribunal Supremo, Enrique Iglesias Portal, para el caso de Calvo Sotelo (y otro para el de Castillo), consignándoles los mismos medios más la plena colaboración de la Fiscalía. En los días que transcurrieron hasta el 18J se realizaron inspecciones, se tomaron declaraciones, se identificaron a la mayor parte de los implicados, y se detuvo a algunos de ellos. Precisamente no se pudo detener a quienes se escondieron, lo que es demostrativo de que si hubiesen actuado impunemente no hubiesen tenido necesidad de esconderse.
- Varios de los participantes en el crimen murieron en combate durante los primeros días de la guerra, singularmente el asesino, Cuenca (23-Jul'36), el teniente Máximo Moreno (aviador derribado en Toledo por Angel Salas Larrazábal a finales de Sept'36) y el capitán Condés (en Guadarrama el 29-Jul'36). Otros fueron capturados a lo largo o después de la contienda.
- Condés se oculta hasta el 18 de julio de 1936 en que al estallar la guerra civil lucha en las filas gubernamentales hasta perder la vida en la fecha y lugar indicados. Una vez producida la rebelión hay que imaginar que las fuerzas de seguridad leales al régimen se ven envueltas en una vorágine bélica que les impide ejercer sus funciones propias.
No quiero remover mucho el asunto pero si el sistema judicial y los fiscales tenían la misma independencia que hoy en día entonces me suena a cortina de humo. Y la desparición de los responsables bien pudo ser para esperar a que se calmaran los ánimos más que por temor a una detención. Y lo de Prieto "casualmente" de vacaciones suena a pelicula serie "B".
Por cierto, cuando un funcionario comete un delito en el ejercicio de sus funciones ¿no es responsable subsidiario el estado? después de todo eran agentes del orden uniformados, identificados como tales y con medios oficiales realizando un arresto ilegal y posterior asesinato.
El 29 de junio de 1936, el agente de Policía de la plantilla de Madrid, D. Rodolfo Serrano de la Parte, es llamado a la Dirección General de Seguridad, que desempeña José Alonso Mallol, para que, en unión del también agente José Garriga Pato, se encargue de la escolta del SR. CALVO SOTELO, sustituyendo a la anterior, compuesta por D. Antonio Álvarez Ramos y don Basilio Gamo este último asesinado durante el dominio del Frente Popular por el solo motivo de haber sido escolta del SR. Calvo SOTELO . El nombramiento del Sr. Serrano de la parte fue debido a considerársele, además de paisano, amigo del Sr. Casares Quiroga, y el de Garriga Pato, por ser masón y plenamente afecto al Frente Popular datos plenamente comprobados en la Causa General . Una vez que los dos agentes están en la Dirección General de Seguridad, son citados para el día siguiente, 30 de junio, compareciendo dicho día ante el jefe del personal, Lorenzo Aguirre Sánchez solicitante de ingreso en la masonería , el cual les hace saber que su misión cerca del SR. CALVO SOTELO no sería de protección, sino de espionaje, debiendo dar cuenta diaria y detallada de las personas con quienes se relacionara.
En las primeras horas de la noche del 12 de julio de 1936, el Teniente de Asalto, afecto al Frente Popular, Castillo, es asesinado por unos desconocidos al cruzarse con él en la calle, no habiendo el Gobierno del Frente Popular logrado averiguar ni decir quiénes fueron los asesinos.
Después de estas conferencias, en las primeras horas de la madrugada del 13 de julio de 1936 sale del cuartel de Pontejos el autocar número 17, al servicio del Cuerpo de Asalto. Es conducido por el guardia Orencio Bayo Cambronero, y ocupan asientos al interior: Victoriano Cuenca, pistolero y persona de absoluta confianza de Indalecio Prieto; José del Rey Hernández, guardia del Cuerpo indicado, adscrito a la escolta personal del Diputado socialista Margarita Nelken, y los también guardias de Asalto Amalio Martínez Cano, Enrique Robles Rechina, Sergio García, Bienvenido Pérez Rojo, Ismael Bueso Vela, Ricardo Cruz Cousillos y Aniceto Castro Piñeira. El estudiante del último curso de Medicina, Federico Coello García, afiliado al partido socialista persona de la intimidad de Indalecio Prieto , que por aquel entonces prestaba asistencia médica a Victoriano Cuenca, aquejado de enfermedad específica; Santiago Garcés y Francisco Ordóñez, de las juventudes socialistas, hombres de acción y de la confianza de Prieto. Al mando de todos, en el mismo vehículo, va, vestido de paisano, el Capitán de la Guardia Civil Fernando Condés.
¿Que si me importa la muerte?¡Viva España compañero!
A ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR
Penetra el SR. CALVO SOTELO en el cuarto de sus hijos; da un beso a cada uno de ellos, que duermen. La mayor, Conchita, despierta y pregunta a su padre adónde va; la tranquiliza DON José, así como a su esposa, de la que se despide en el recibimiento prometiéndola que en cuanto llegue a la Dirección General de Seguridad hará por comunicar con ella, y mirando a los que le rodeaban, agregó: "si es que estos señores no me llevan a pegarme cuatro tiros". Baja rápido la escalera, y ya en el portal, encarga al portero que avise a sus hermanos, pero que nada digan a sus padres. Cuando sube al autocar número 17, se vuelve, buscando al Capitán Condés con la vista, preguntándole si subía, y al contestarle que sí, dijo: "Vamos a ver qué nos quieren", despidiéndose de los familiares, que estaban en los balcones, diciéndoles adiós con la mano.
El SR. CALVO SOTELO se sienta en el tercer departamento del autocar, contando como primero el correspondiente al conductor, y ocupa el cuarto asiento del autocar en dicho departamento; a su derecha y a su izquierda se colocan un guardia de Asalto y un guardia del escuadrón de Caballería, también de Asalto, respectivamente.
Inmediatamente detrás del SR. CALVO SOTELO se sienta Victoriano Cuenca; el Capitán Condés y José del Rey ocupan los asientos contiguos al del conductor, y distribuídas en los demás lugares, las personas que antes se mencionaron, cuidando Condés de que no ocuparan los asientos inmediatamente anteriores al SR. CALVO SOTELO. El vehículo se pone en marcha, recorre unos cuantos metros, y al llegar a la altura del cruce de la calle de Ayala con la de Velázquez, Victoriano Cuenca empuña una pistola, que dirige hacia la nuca del SR. CALVO SOTELO, y sin que éste pueda darse cuenta de la agresión está dando su espalda al agresor , hace dos disparos consecutivos, tan inmediatos, que dan la impresión a los que van en el automóvil de que ha sido un solo disparo. Cae de bruces la víctima entre los asientos. El pistolero dibujó los dos tiros en la nuca, según puede apreciarse en la fotografía que se acompaña, obtenida y conservada en la Escuela de Medicina Legal de Madrid al practicarse la autopsia en el cadáver del SR. CALVO SOTELO.
¿Que si me importa la muerte?¡Viva España compañero!
A ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR
Volviendo al hilo de Moscardó y a la pregunta que lanzaba, en el link que ha dejado Coronero (Gracias), he podido extraer el siguiente párrafo:
Yo espero que no sean tan crueles que quieran vengarse en la persona de mi hijo, completamente inocente en esta causa, y no pase de una amenaza, pero no obstante no puedo estar confiado. Sobre este particular me he alarmado, porque ayer en una salida que se intentó hacer para requisar víveres, la Guardia Civil tuvo la malhadada ocurrencia de detener a la familia del concejal Domingo Alonso y traerlos detenidos en rehenes. Me desagradó hasta el extremo, pues creerán que la salida fue únicamente para cogerlos como garantía, y yo no soy capaz de hacer eso, es más, me repugna y de buena gana los soltaba; aquí están bien cuidados y atendidos en lo que cabe, por lo menos igual que las familias de los Guardias. Pero me temo que esta detención haya provocado la de Carmelo y la tuya, y no lo quiero pensar siquiera.
¿Fueron estos los únicos rehenes? ¿Cuál fue su final? En algún sitio he leído que los rehenes de El Alcázar desaparecieron. ¿Sabeis algo del tema?
Por cierto, voy a abrir un tema con el asesinato de Calvo Sotelo. Es para no desvirtuar el de Moscardó con otro tema sumamente interesante.
Saludos
Segun esta infromacion Moscardo estaba dispuesto a entregar el Alcazar a cambio de la vida de su hijo pero hubo un guardia civil que le encañono "recordando" a Moscardo que el Alcazar no se rendia ....
se ha hablado mucho del asunto de la pistola y sobre todo de quien la empuño...que no fue un Guardia y si un comandante del ejercito que juro e hizo una promesa,si salia vivo de aquello y su familia no se resentia,nunca hablaria del asunto
Con todo el respeto para sus descendientes, Moscardó fué un militar que no hizo honor a su juramento, y se alzó en armas contra el gobierno legal.
NO de ninguna manera El gobierno del frente popular habia dejado de ser legal desde que derivo en un Gobierno revolucionario
No solo Moscardo,sino un elevado numero de militares decidieron que España iba de cabeza a una catastrofe y decidieron impedirlo
Me parece una impecable forma de ver las cosas
Para que un militar se salte una de las reglas fundamentales de la milicia,la obediencia debida y tire por el camino de enmedio,es que porque no le queda otro remedio
Por cierto,de jurar la republica nada
La aguantaron por disciplina,que no por cariño
Le recomiendo leer el discurso de Franco el dia de la disolucion de la Academia