Desconocidos tirotean a la Policía en el Tarajal
Por : Carmen Echarri
Una patrulla de la Policía Nacional fue tiroteada la pasada madrugada en el polígono del Tarajal, justo a la altura de las naves de ‘Linea-Cocina’, por unos desconocidos que hasta el momento no han sido identificados por la UDYCO.
Uno de los casquillos localizados en el suelo
Los hechos se produjeron en el momento en que el zeta realizaba una patrulla rutinaria por las cercanías de la barriada del Príncipe y el entorno de las naves, cumpliendo los controles que acostumbran a efectuarse de manera aleatoria en la zona.
Según las sospechas iniciales, la presencia de este zeta abortó un robo que un grupo de individuos tenía previsto realizar en una de las naves del polígono. Hecho éste que obtuvo como respuesta una ráfaga de disparos hacia el vehículo ocupado por los agentes, que no llegaron a sufrir, milagrosamente, daño alguno.
“Se ha tenido mucha suerte, porque está claro que han ido a matar”, apuntaba en la mañana de ayer uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que inspeccionaba el escenario de los hechos al objeto de recopilar pruebas. “Esto no puede seguir así, cualquier día va a ocurrir alguna desgracia, esta situación no es normal”. Efectivos de la propia UDYCO, así como de la Policía Científica y hasta el mismo jefe superior de la Policía recorrieron la hipotética ruta seguida por los disparos efectuados desde la colina del Príncipe hacia las naves del Tarajal. Producto de estas inspecciones se consiguió la recogida de una veintena de casquillos del calibre 9 milímetros parabellum además de la localización de varios impactos de bala que llegaron a alcanzar las paredes de las naves comerciales cercanas, situados buena parte de ellos a la altura de la cadera y el pecho de cualquier agente. Lo que no se ha podido localizar hasta el momento son los proyectiles ni, tampoco, más pruebas válidas que puedan servir para la identificación del autor o autores de este atentado, de los que se sospecha que podrían residir en la propia barriada.
‘El Faro’ ha podido confirmar que los disparos se realizaron con algún tipo de arma automática con capacidad para efectuar disparos a ráfaga. Presumiblemente podría tratarse de un subfusil UZI o una metralleta con capacidad de efectuar una hilera continuada de disparos con el empleo de un único cargador contra el objetivo.
Dicha arma podría tener origen militar -bien robada en la propia ciudad o procedente de la Europa del Este- ya que la munición encontrada es blindada, es decir al impactar rebota, siendo un modelo muy utilizado en el Ejército.
Conocidos los hechos se ha abierto una investigación interna sin que haya trascendido hasta el momento arresto alguno, prevaleciendo la hipótesis citada del robo pretendido en una de las naves, que habría quedado anulado por el pase ‘accidental’ del zeta en el lugar de los hechos.
Las patrullas del Cuerpo Local de Policía también fueron alertadas de este atentado, por lo que evitaron cualquier desplazamiento hacia el entorno de la barriada ante la posibilidad de que se produjeran nuevos tiroteos contra otras fuerzas de seguridad.
Fuentes policiales han confirmado a este medio los temores existentes en torno al armamento del que pueden disponer determinados individuos en el barrio del Príncipe, sin que se llegue a tener constancia oficial ni del volumen concreto ni de la tipología. “En el Príncipe sabemos que existe armamento. Lo hemos encontrado en algunas operaciones y se ha detectado su empleo en varios de los atentados que han sufrido las fuerzas de seguridad”, apuntan fuentes policiales. Entre ese armamento destacan la proliferación de pistolas, armas automáticas y subfusiles y alguna granada de mano además de cuantiosa munición. El último subfusil intervenido fue encontrado el pasado verano en un decomiso practicado en la barriada, oculto en un zulo prefabricado en una vivienda.
Este atentado completa una lista de asaltos a las fuerzas de seguridad que encuentran sus precedentes más inmediatos en diciembre de 2005, cuando tirotearon a la Policía Local y Nacional cuando acudieron a abortar un robo en escala en el polígono, resultando dos personas heridas por impacto de bala policial, y el pasado mes de febrero, cuando varios individuos del Príncipe tendieron una emboscada a la Policía alertándoles de la quema de una treintena de contenedores en la barriada. Al llegar los zetas efectuaron varios disparos alcanzando únicamente a un vehículo ajeno a las patrullas policiales.
Trabas burocráticas para mejorar la seguridad
El presidente de la asociación de comerciantes del Tarajal, Ramesh Chandiramani, se ha mostrado crítico con la inseguridad imperante en la zona comercial, solicitando que vuelva la “ presencia policial que teníamos antes”. La falta de una seguridad privada en el polígono motivada por la no culminación de los cerramientos prometidos por la Ciudad convierte al escenario de los hechos de este nuevo tiroteo en un coto sin vallar. “Nos vemos con las manos atadas para hacer ninguna contratación con la empresa de seguridad”, apunta Chandiramani. “Luego, necesitamos una cosa muy importante, las empresas de seguridad nos están diciendo que tienen que hacer una garita, y el único sitio en el que encuentran que pueden hacer una garita es en los terrenos que se llaman Jomasa, la finca registrada 10093, ante esta espera con la administración no nos atrevemos a contratar sin tener aquello cerrado, no lo podemos hacer. Estamos peleando a ver como solucionamos el tema”, concretó. “Se ha pagado un montón de dinero a la empresa constructora y no sé que ha puesto allí”.
“Además, yo soy empresario, no tengo un Ejército. ¿Cómo en una ciudad tan pequeña hay armas sin control?, ¿es culpa nuestra también? Que investiguen y al delincuente que lo metan donde lo tienen que meter, nosotros somos ajenos a esta situación”, espetó.
El subfusil UZI 9 milímetros
Las investigaciones practicadas por la Policía apuntan al empleo de un subfusil UZI 9 milímetros en este nuevo atentado -perseguido o accidental- contra las fuerzas de seguridad. Se trata de una de las armas más conocidas del mundo, utilizada sobre todo en las guerras de Oriente Medio. Emplea de munición el calibre 9 milímetros y tiene capacidad de disparar a ráfaga hasta 25 proyectiles -en el escenario de los hechos se han encontrado algo más de 20-. Es un arma que ya ha sido hallada en anteriores intervenciones en el Príncipe.
http://www.elfarodeceuta.com/noticia.asp?ref=1042926/3/2006