Revolucion Francesa y Guerras Napoleónicas 1792-1815

Los conflictos armados en la historia de la Humanidad. Los éjércitos del Mundo, sus jefes, estrategias y armamentos, desde la Antiguedad hasta 1939.
agualongo
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Sitio de Namur

En nuestro relato habíamos dejado al general Valence con su cuerpo de ejército entre Saint Marc y Asche, el 18 de noviembre, tras dispersar a las divisiones imperiales de Beaulieu y Schroeder. Al día siguiente, 19, formalizó el sitio de Namur, aunque bastó unos cuántos proyectiles de artillería para que la población abriese las puertas de la ciudad, mientras que la guarnición austriaca (5.000 hombres) se encerraba en la ciudadela. El 20, el general Valence la intimó a la rendición, pero su jefe, el comandante Moitelle, respondió que conocía su deber y que sabría guardar la fortaleza que el emperador le había encomendado. Confiado en una rápida capitulación, Valence no había llevado consigo su artillería de sitio, para así avanzar más rápido, pero la respuesta del gobernador austriaco, le obligó a hacerla venir. Sólo a fuerza de brazos, lograron los franceses transportarla a través de las montañas. Las baterías fueron instaladas y a partir del 24 de noviembre batieron la ciudadela, y secundaron con su fuego los asaltos que la infantería dio para apoderarse de los fuertes de Camus (día 25) y la Cassote (día 26). Por su parte, los austriacos opusieron una temible resistencia, que causó muchas bajas entre los trabajadores de sitio, pero no pudieron impedir que las obras continuaran con vigor, hasta el punto que para el 29 de noviembre, la paralela estaba abierta y con las nuevas baterías establecidas en ella batir con sus bombas el interior de la ciudadela.
Por un desertor, se supo que los austriacos habían establecido una mina debajo del glacis del fuerte de Villate, que defendía el castillo de la ciudadela, para hacerla saltar en caso de un asalto francés. El general Leveneur, que había sido comisionado por Valence, para tomar la ciudadela, concibió un audaz plan para apoderarse de ella mediante un ataque por sorpresa a través de la gola. Entre ésta y la ciudadela, había una caponera en el camino de comunicación, guarnecida de empalizadas y de parapetos, a través de la cual se llegaba al fuerte por dos bóvedas de acceso, de los que sólo una estaba vigilada.

A medianoche del 30 de noviembre, el general Leveneur saltó de las trincheras a la cabeza de 1.200 hombres escogidos: conducidos por el desertor austriaco, los franceses atravesaron las empalizadas en un completo silencio, pasaron el camino de comunicación, entraron en la capanera y llegaron hasta la primera casamata abovedada, que estaba, en efecto, desierta. Al llegar a la segunda, los centinelas austriacos dieron la alarma y abrieron fuego. Leveneur no pudo franquear la empalizada, por lo que le dijo a un oficial, muy alto y fuerte, que se hallaba a su lado: “Arrójeme por encima”. El oficial lo lanzó al otro lado de la empalizada y se precipitó detrás de él, seguido por varios granaderos. El general alcanzó al comandante del puesto enemigo, que en aquellos momentos intentaba concentrar a sus hombres, y le puso su espada en el pecho, gritándole: “¡Llévame a tus minas!”. El oficial austriaco dudó y balbuceó algunas palabras sueltas. Leveneur le repitió la orden y presionó con su espada un poco más. El oficial, que se agitaba por el temor a una muerte cierta, se decidió a cumplir los requerimientos del francés. El general logró llegar a tiempo para arrancar el mismo las mechas, apagarlas y apoderarse de este modo del fuerte Villate.
Mientras tenía lugar esta acción, el fuego continuó en toda la línea; 24 cañones, colocados en 8 baterías, arrojaban un fuego tan mortal que el comandante Moitelle, desesperado de poder continuar la defensa por más tiempo, pidió y concluyó con el general Valence una capitulación, el domingo 2 de diciembre, por la cual la guarnición saldría con todos los honores de la guerra, entregaría sus armas y banderas en el glacis de la fortaleza y se constituiría en prisionera, siendo conducida al interior de Francia. Quedaron excluidos de la capitulación, y pudieron regresar a sus líneas, dos batallones del soberbio regimiento de Kinski y uno del de Vierzet. Valence, victorioso, envió a la Convención las ocho banderas austriacas capturadas, siendo el primer general que rendía de ese modo homenaje al gobierno republicano.

El cerco había durado un total de 13 días, de los que 3 con la paralela abierta y había provocado a la guarnición austriaca un total de 16 muertos y 52 heridos. De los 5.000 hombres que componían la defensa de la fortaleza, 3.500 quedaron en poder de los franceses, que además, capturaron un total de 38 piezas de artillería. En cuanto a los sitiadores, tuvieron muy pocas bajas: 11 muertos y 27 heridos y accidentados.

saludos


agualongo
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Ocupación de Bélgica: luces y sombras del ejército francés

Tras las caídas de Amberes y Namur, los franceses habían completado la ocupación de Bélgica hasta el Mosa, pero no habían terminado de solucionar sus problemas logísticos. La entrada de los jacobinos en el Ministerio de la Guerra, promovida por el ministro Pache, había aumentado, aún más si cabe, los problemas de distribución que ya sufría el ejército. En Valenciennes se concentraban grandes cantidades de pertrecho que no se enviaban a los cuerpos de ejército que operaban en Bélgica, bien porque a veces se daban órdenes contradictorias o porque se abandonaba el deber; así muchos suministros de boca y guerra, que Pache tenía consignado en sus informes como entregados, se encontraban simplemente almacenados en Valenciennes. :crazy:
El nuevo comisario, llamado Ronsin, y que sustituía a los detenidos Espagnac y Malus, pasaba los mayores apuros. Mal acogido por el ejército, se veía abrumado por el cargo, y para solucionar los problemas inmediatos, a pesar de las leyes y disposiciones, tuvo que hacer lo mismo que los anteriores, y efectuar las compras sobre la marcha, aunque estuviera invadiendo las competencias del Comité de Compra. :mrgreen: Gracias a este proceder ilegal, en el ejército había suficiente pan y carne, pero los uniformes, los medios de transporte, el dinero y los forrajes, faltaban en absoluto, y los caballos iban muriendo de hambre. :( A esto se añadía un nuevo problema: el de las deserciones masivas: los voluntarios, que en el fragor del entusiasmo se habían alistado para rechazar al enemigo de la Champaña y del Argonne, se habían enfriado bastante en su ánimo, una vez desaparecido el peligro de invasión; muchos de ellos no entendían porque tenían que luchar en un país extranjero y convertirse en invasores. Estaban disgustados por el gran número de privaciones que debían soportar y desertaban en masa, abandonando las unidades para regresar a sus hogares. Sólo en el mes de noviembre, los cuatro cuerpos de ejército que participaron en la invasión de Bélgica, tuvieron 25.000 bajas por esta causa, y cada día se producían nuevas deserciones. :shock: La creación de los batallones nacionales no compensaba estas pérdidas, porque las levas belgas no funcionaban, ya que era imposible organizar a un país cuya población se negaba a servir bajo las armas y sólo pretendía vivir en paz y prosperar, aparte de que ni siquiera había una unidad en cuanto a las aspiraciones políticas: Lieja se inclinaba por la Revolución, pero Flandes y el Brabante lo hacían por el absolutismo.Por otra parte, los belgas se negaban a aceptar en pago los asignados y Dumouriez no quería decretar su curso obligatorio. En resumen, que a pesar de su invasión victoriosa, el ejército se hallaba en mala situación a causa de la escasez de suministros, las deserciones masivas y la disposición desfavorable, pasado los primeros momentos de alegría, de la mayoría de los belgas. A esto habría que añadir la intervención de la Convención, desconcertada con los informes de Dumouriez, que se quejaba de la falta de suministros, y las notas de Pache, que certificaba el envío de importantes cantidades de suministros. Con objeto de saber cual era la situación real, la Convención envió a Bélgica una delegación formada por cuatro comisarios: Danton, Camus, Lacroix y Cossuin.

saludos

Como todo ejército surgido de la Revolución y formado por voluntarios, los soldados franceses no entendían los motivos de invadir un territorio extranjero.


agualongo
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Retirada de los austriacos tras el Roer

Como quiera que el ejército imperial se hubiera retirado de Bélgica, cruzando la frontera holandesa, Dumouriez había tomado la resolución de poner asedio a Maastricht (que estaba dentro de Holanda) y perseguir a las fuerzas austriacas hasta el Rin. La neutralidad de Holanda y del ducado de Jülich, que formaba parte de los estados del elector palatino, obstaculizaban la ejecución del proyecto. La Convención ordenó al general francés, por mediación de su ministro de Asuntos Exteriores, Lebrun, que respetase la soberanía territorial de ambos países. Asimismo ordenaba a Dumouriez que asegurase los acantonamientos de sus tropas para el invierno. Tras dos ataques infructuosos de las tropas francesas, los austriacos evacuaron Tréveris y Aquisgrán, y se retiraron tras el Erfft, un afluente de la orilla izquierda del Rin.
El 8 de diciembre, una parte del ejército francés ocupó Aquisgrán e instaló sus cuarteles de invierno entre el Mosa y el Roër, sin más suceso de interés que la ocupación de Verviers, el 11 de diciembre.
Toma de Verviers: Miranda, que desde el Escalda había trasladado su ejército al Mosa, envió al coronel Fournier, con una columna de 2.000 hombres, para apoderarse de Verviers, situada a 33 kilómetros de Lieja, en la orilla derecha del mencionado río.
Fournier encontró a los austriacos situados con 600 hombres y 2 cañones en un arrabal llamado de España, :D situado en una colina pedregosa, cubierta de árboles, que dificultaba el ataque frontal. Fournier hizo flanquear la posición por tres batallones de granaderos, bajo las órdenes del coronel Hahu, mientras que él mismo marchaba sobre ella atravesando el pueblo de Verviers. Los austriacos ofrecieron una dura resistencia, pero atacados de flanco y de frente, fueron obligados a abandonar su posición, abandonando uno de sus cañones en mano de los granaderos, y retirándose, con cierto desorden sobre la población de Cheneux, cerca de Malmedy. Las bajas imperiales fueron de 39 muertos, 114 heridos y 48 prisioneros, aparte del cañón perdido. Las bajas francesas ascendieron a 57 muertos y 128 heridos.

El general Clerfayt, después de haber hecho destruir los puentes de Düren, Linnich e Jülich, sobre el Roër, acantonó sus tropas entre este último río y el Erft.

Con esto se acababa la campaña de Bélgica de 1792

Saludos


agualongo
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OPERACIONES EN LA COSTA SABOYANA

Combates de Saorgio y Sostello

Habíamos dejado al general Anselme a fines de septiembre apoderarse de Niza y de las fortalezas de Montalban y Villefranche, mientras perseguía a los piamonteses en retirada. Éstos se habían situado en la posición de Saorgio, donde se fortificaron también, protegidos por un estrecho barranco, que todos los ataques de Anselme, durante el mes de octubre, resultaron inútiles. Los combates de Saorgio habían costado a los franceses unos 500 hombres y a los sardos unos 300, entre muertos y heridos. Observando la fortaleza de la posición, el general francés decidió cesar en sus ataques y ocupar el pueblo de Sospello, que fue tomado por el general Brunet el 22 de octubre, con 2.000 hombres, tras vencer en sus calles la resistencia de un débil destacamento enemigo. Las bajas francesas fueron de 4 muertos y 17 heridos, las piamontesas ascendieron a 7 muertos, 11 heridos y 6 prisioneros. Desde allí, las fuerzas francesas descendieron hacia la costa, dejando en Sostello de guarnición al 3º batallón de infantería ligera . El 19 de noviembre, los sardos, dirigidos por el marqués Colli di Felizzano, en número de 1.200 hombres, sorprendieron al batallón francés en Sospello y recuperaron la población tras un intenso combate, obligando a los franceses a replegarse hacia Castillon. Los piamonteses habían tenido 21 muertos y 42 heridos y los franceses 13 muertos, 24 heridos y 19 prisioneros.

Así pues, el doble combate de Saorgio/Sostello pueden considerarse victorias piamontesas.


agualongo
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El Raid de Oneglia

Como quiera que en la zona montañosa comenzara la temporada de frío y nieves, y el ejército del Var tuviera que acuartelarse, Anselme decidió proseguir las operaciones por la costa, ideando un plan para apoderarse de Oneglia mediante un desembarco naval.
Ya hemos visto como la flota del Mediterráneo, del recientemente ascendido contralmirante Truguet, formada por 5 navíos de línea de 74 cañones, 6 fragatas, 6 corvetas y 8 transportes, reforzada, desde el inicio de las hostilidades con Cerdeña, por una flotilla de 4 navíos de línea, procedente del Atlántico y dirigida por el capitán La Touche – Treville, había operado en combinación con el ejército de Anselme en la ocupación del condado de Niza.


agualongo
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Ocupación de Mónaco: En cumplimiento del plan, la flota partió de Tolón el 12 de noviembre, con dos mil soldados de las tropas de línea, bajo las órdenes del general Marchant de la Houlière, que se habían trasladados desde Perpiñán a mediados de octubre, y el 14, desembarcaron en Mónaco, sin hallar resistencia; las tropas de la Revolución despojaron del poder a los príncipes de la familia Grimaldi de Génova, y, tras dejar una pequeña guarnición de 60 hombres, volvieron a embarcarse y continuaron hasta Villefranche sur Mer, donde, el 20 de noviembre, embarcaría un nuevo contingente de 900 hombres del ejército de Anselme.

Truguet, que se había entrevistado con el jefe del ejército del Var en Villefranche, donde recibió nuevas instrucciones, se presentó ante Oneglia, el viernes, 23 de noviembre, desplegando todo el aparato de su fuerza militar, a fin de intimar a la población a que capitulase. Con este objetivo, el contralmirante francés envió en una lancha con bandera de parlamento a su capitán de señales, du Chaila, con regalos para los magistrados de la localidad con una proclama en la que les invitaba a unirse a Francia si querían evitar los horrores de la guerra. La lancha, que había partido con precaución hacia la costa, se confió cuando divisó las señales que les hacían los vecinos de Oneglia para que se acercasen sin temor.
Engañado por esas muestras de bienvenidas, du Chaila, se acercó con tranquilidad, pero apenas llegó el bote a la orilla, cuando recibió una descarga de fusil a bocajarro que mató a 3 oficiales y 4 marineros e hirió a otros 2 oficiales, incluido du Chaila, y a 4 marineros. Sólo entre las mayores dificultades, y con una gran dosis de sangre fría y suerte, lograron los parlamentarios franceses desencallar la lancha de la arena, y alejarse remando hasta la escuadra, en medio de la lluvia de balas y de piedras que les tiraban los habitantes de Oneglia. Una vez que los parlamentarios regresaron a bordo, Truguet dio orden de atacar la población, y la escuadra pasó desfilando ante ella, bombardeándola con sus cañones. Un pequeño fuerte, que había respondido al fuego, fue pasto de las llamas. Al día siguiente, 24, una fuerza de desembarco de 1.000 soldados y 100 marineros, armados estos últimos con hachas, y 4 cañones de campaña, se distribuyeron en las chalupas de desembarco, que los navíos y los transportes habían puesto en el agua, y se dirigieron hacia la costa. En el momento en que esta tropa se alejó, la escuadra hizo una descarga general sobre la población. Mientras, los habitantes, lógicamente atemorizados por la más que probable venganza, abandonaron sus casas y huyeron al campo, por lo que las tropas francesas, irritadas al no hallar a nadie, salvo a los muertos por el bombardeo, se vengaron pillando las casas, incendiándolas y destruyéndolas. Varios sacerdotes, encontrados ocultos en un convento, fueron asesinados brutalmente, con el pretexto de haber instigado, según los soldados, la conducta traidora de la población. :axe: Entretanto, un reconocimiento hecho el mismo día, convenció al general de la Houlière de la imposibilidad de mantenerse en Oneglia, y a las nueve de la noche, las tropas, reembarcadas, dejaron a los habitantes la posibilidad de regresar a sus casas devastadas. Al día siguiente, 25, la escuadra francesa puso rumbo al oeste, hacia Tolón.
El raid de Oneglia había costado a los franceses 7 muertos y 9 heridos y a los piamonteses 2 muertos y 2 heridos, a lo que habría que añadir los 6 sacerdotes asesinados más el centenar de vecinos muertos durante el bombardeo. Durante éste, la flota francesa había disparado un total de 6.600 proyectiles que destruyeron la mayor parte de la población. De un total de 500 casas, entre el bombardeo y posterior saqueo, fueron destruidos o dañados más de 300 inmuebles, incluidos el pequeño fuerte, el convento y las iglesias.

saluditos


George S Patton
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Mensaje por George S Patton »

Clap Clap aqualongo, notable descripcion de los hechos.
Ud notó también como en tan pocos años pasaron tantas cosas? Como las que ud describe prolija y acertadamente.
El caracter anarquico de la burguesia llama la atención no?


agualongo
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Mensaje por agualongo »

Gracias Patton por tus palabras de ánimo

OPERACIONES EN EL RIN Y PALATINADO

Combate de Limburg

Mientras que los austriacos eran rechazados de sus posesiones en los Países Bajos tras Jemappes, el ejército prusiano, que apenas si había logrado escapar de Francia, tras una desastrosa retirada desde Valmy, caminaba a marchas forzadas en socorro del Palatinado, invadido por Custine.
Después de dejar Coblenza protegida por una fuerte división, de 8.000 hombres, Brunswick había detenido su retirada para oponerse a los progresos franceses en el Palatinado. El 8 de noviembre, el general Custine ordenó al general Houchard que concentrara todos sus destacamentos y atacase al enemigo en Limbourg, uno de los cuatro puntos principales de la línea defensiva prusiana sobre el Lahn. El general Meunier, a la cabeza de su cuerpo de ejército, debía sostener el ataque. Houchard apareció el 9 de noviembre con 7.000 hombres y sorprendió a los prusianos (unos 4.000 hombres), que no creyendo probable una acción contra Limbourg, la vigilaban con bastante negligencia. Los franceses tuvieron tiempo de establecer sus baterías (con un total de 10 cañones) al tiempo que los prusianos se aprestaban a la defensa. Tras unos momentos de duda, sus húsares hicieron una carga que produjo cierta confusión en las filas francesas, pero fueron rechazados por el fuego de la artillería y obligados a meterse en Limbourg. Houchard, sabiendo que Meunier venía tras sus pasos con 15.000 hombres, los persiguió vivamente. Los franceses cargaron con impetuosidad y arrojaron a los prusianos fuera de la población, obligándolos a replegarse hacia Montabaur, mientras ellos se fortificaban en el pueblo conquistado.
Los prusianos tuvieron 60 muertos, 160 heridos y unos 100 prisioneros y los franceses sufrieron un total de 49 muertos y 89 heridos.

Una vez más, la confusión francesa se sobreponía con la serenidad de sus oficiales y la superioridad numérica.

Saludos


agualongo
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Mensaje por agualongo »

Esbozos del plan francés

Mientras Dumouriez ocupaba Bélgica hasta el Mosa, Custine moviéndose por los alrededores de Frankfurt y del Mein, se veía amenazado por los prusianos que remontaban el Lahn en su retirada. Consideraba el bravo general francés que la decisión de la guerra debía ocurrir en su zona, por lo que no cesaba de quejarse de Dumouriez de que no acudía a Colonia y de Kellermann que no marchaba sobre Coblenza. Abrumado por sus quejas, el Consejo Ejecutivo llamó a Kellermann y le ordenó que tomase Tréveris, pese a lo avanzado de la estación. El plan consistía en que aquél avanzara entre Luxemburgo y Tréveris, que sitiaría, y desde allí dirigirse a Coblenza, mientras que Custine haría lo mismo desde el Rin. De este modo se pensaba aplastar a los prusianos, que aún no se habían rehecho de la desastrosa invasión de Champaña, y enlazado con Dumouriez, que debería tomar Colonia, o al que se le hubiera ayudado en caso de quedar rezagado. Una vez destruido el ejército de Brunswick, se pensaba que las plazas fuertes de Luxemburgo y Tréveris caerían por hambre y falta de socorros.
El principal problema estaba en que Custine había perdido el tiempo con sus correrías por la zona del Mein, mientras que el ejército del Mosela había permanecido en sus posiciones, con lo que ya no había tiempo, a finales de noviembre, para marchar sobre esas plazas, y apoyar allí a Custine contra los prusianos, que remontaban el Rin, ya completamente rehechos. :roll: Beurnonville hizo valer estas razones, pero no pudo convencer a los miembros del Consejo, que lo designaron para dirigir la operación sobre Tréveris...

Saludos


agualongo
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Combates de Wavren (Wawern) y de Hamm

En efecto, al frente de una fuerza de 13,000 hombres, Beurnonville se dirigió hacia Tréveris en tres columnas: la primera, bajo el mando del general Delaage, con 5.000 soldados, se dirigiría por Thionville a Biebelhausen; la segunda, bajo las órdenes de los generales Pully y Landremont, llevaba 4.000 hombres y toda la artillería, 10 cañones, se formaría en batalla sobre las alturas de Doeil (en la actualidad Ayl), frente a Wavren (en la actualidad Wawern). La tercera, dirigida por el general Humbert, con 4.000 hombres, debía vigilar los refuerzos que pudiesen acudir en ayuda de los austriacos y sostener a las otras dos columnas en caso de necesidad.
Los austriacos, en número de 7.000 hombres, se encontraban en las alturas situadas al sur de Tréveris, muy empinadas y con las laderas cubiertas por un metro de nieve. Se habían atrincherados en las alturas y contaban con 13 piezas de artillería.

El viernes, 14 de diciembre, Beaurnonville lanzó a su primera columna sobre las alturas de Wavren, que avanzó en medio de los proyectiles de la artillería imperial. Los atacantes tardaron más de una hora en llegar a las primeras trincheras austriacas, donde tuvo lugar un terrible combate a la bayoneta. Los franceses saltaron al interior de las trincheras y a pesar de que los austriacos se defendieron bravamente, fueron rechazados de sus posiciones, en las que los granaderos del teniente coronel Laubardière se apoderaron de dos cañones.
Por otra parte, la segunda columna atacó, el sábado 15, a la caballería enemiga, fortificada en la montaña de Hamm. El general Pully condujo a sus soldados al pie de la montaña. Allí fue informado por un emigrado francés, desertor del campo austriaco, de que la montaña se encontraba defendida por 2.000 soldados y jinetes de élite, con 4 cañones. Pully, con sus 1.500 infantes, ascendió por la montaña a paso de carga. En un momento, llegaron a la cima, sin ser obstaculizada por la artillería austriaca, pues la misma pendiente creaba un ángulo muerto por donde avanzaban los franceses. El combate fue corto; los artilleros abandonaron sus piezas en poder del enemigo y huyeron, provocando la desbandada del resto de las fuerzas austriacas, que cedieron Hamm al enemigo.
Las bajas austriacas, en este doble combate, fueron de 35 muertos, 57 heridos y 188 prisioneros, y las francesas de 73 muertos (casi todos en el ataque a Wavren) y 139 heridos, entre ellos el capitán Jean Baptiste Broussier, del 3º batallón de voluntarios del Mosela, y futuro general de división.

Estas acciones no tuvieron el resultado esperado: el cuerpo de ejército del príncipe de Hohelnohe – Kirchberg, apoyado y sostenido por las tropas de Beaulieu, situadas en Luxemburgo, opusieron una feroz resistencia a los intentos de Beurnonville de apoderarse de Tréveris. Los miembros de la Convención enviados al Ejército del Mosela juzgaron por ellos mismos que toda tentativa contra Luxemburgo o Tréveris, resultarían inútiles. :cry: Se ordenó la retirada sobre Saar – Hunsrück, cubierta por el general la Barolière, que llevó a cabo una serie de pequeñas escaramuzas para distraer la atención de los austriacos. El ejército del Mosela estableció sus cuarteles de invierno sobre el río Saar, a fines de diciembre, con ello acababa la campaña de 1792.

Con ello acababa la campaña de 1792, primer año de la guerra


agualongo
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Mensaje por agualongo »

Durante la campaña del año 1792 hubo un total de 2 grandes batallas, 8 asedios y 39 combates; se operó en el norte y oeste de Francia, en Saboya y la costa Mediterránea, así como en Alemania, Bélgica y el Luxemburgo.

Los austriacos tuvieron unas 23.000 bajas, de ellas unos 3.000 muertos, casi un 40% por enfermedades.
Los prusianos tuvieron 26.000 bajas, aproximadamente, de las que poco más de 4.000 fueron muertos, el 95% de los cuales cayeron víctimas de las enfermedades.
Los piamonteses tuvieron bajas insignificantes, que apenas si rondan el millar

Los franceses sufrieron unas 43.000 bajas, de ellas un 8% de muertos.

Saludos


agualongo
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Mensaje por agualongo »

LA CAMPAÑA DE 1793

LA EXPANSIÓN DEL CONFLICTO

El Proceso contra Luís XVI

Tras la caída de la Monarquía con el golpe de Estado del 10 de agosto, la familia real había sido confinada en el Temple en dos plantas; el rey vivía solo en una planta y el resto de la familia en otra, siendo custodiados por unos carceleros que carecían de las menores nociones de educación y que, como ocurre con la gente de clase baja cuando obtiene algo de poder, se complace en humillar y herir a aquéllos de posición elevada, caídos en desgracia, a los que culpan de todos sus males, los carceleros del Rey gustaban de humillar y zaherir a éste y a su familia cada vez que podían.

Un día después de la batalla de Jemappes, el 7 de noviembre, el diputado girondino Mailhe, en nombre del Comité de Legislación, presentó dos cuestiones previas al proceso contra Luís XVI:
1.- ¿Podía el Rey ser juzgado? Y en caso afirmativo,
2.- ¿Qué tribunal sería competente para juzgarlo?

Saludos


agualongo
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Mensaje por agualongo »

El asunto de la inviolabilidad no era valadí:

La Constitución de 1791 establecía la inviolabilidad del rey (artículo 2º, Sección Primera, Capítulo II, Título III): “La personne du roi est inviolable et sacrée; son seul titre est roi des Français”
Es verdad, que los legisladores de 1791, quizás influenciados por la huida de Varennes, o por las actividades de los emigrados en el exilio, indujeron que la responsabilidad ministerial no garantizaba la seguridad de una nación frente a la monarquía, por lo que añadieron un artículo, el 6º, en la misma sección, capítulo y título, que establecía que “Si le roi se met à la tête d'une armée et en dirige les forces contre la nation, ou s'il ne s'oppose pas par un acte formel à une telle entreprise, qui s'exécuterait en son nom, il sera censé avoir abdiqué la royauté”. Es decir, si el Rey se pusiera a la cabeza de un ejército enemigo para atacar la constitución del Estado o si no se opusiera formalmente, es decir por un acto evidente, a una empresa similar llevada a cabo en su nombre, en dicho caso, no sería juzgado, sino que sería destituido, se consideraría como si hubiese abdicado de la corona. Es decir, que ni siquiera en caso de que diera un golpe de estado, el Rey podría ser juzgado.
Sin embargo, los convencionales no se sentían ligados por las leyes desarrolladas durante el periodo 1789-1791, a las que consideraban absurdas y basaban su autoridad en un nuevo proceso revolucionario surgido a partir de 1792 y que tenía a la Convención como expresión de esa nueva legalidad.

Y es que ya sabemos el respeto que los revolucionarios han tenido siempre por la legalidad cuando no es "su legalidad" o su "propia voluntad" :oops:

En fin,saluditos


agualongo
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Mensaje por agualongo »

Bueno, pues continuemos con este desagradable asunto:

El 13 de noviembre se trató en la Convención las cuestiones previas expuestas por Mailhe, donde se manifestaban dos criterios opuestos: uno sostenía la inviolabilidad del rey, el otro la rechazaba. Sin embargo, las circunstancias habían cambiado tanto que ningún miembro de la Convención se atrevía a defender la inviolabilidad en sí misma y sus partidarios sólo la defendían como una disposición anterior, cuyo beneficio se le había concedido al monarca y que al discutírsela se faltaba a un compromiso nacional. Para los que rechazaban la inviolabilidad, la Soberanía Nacional no podía estar hipotecada para el porvenir por un hecho llevado a cabo por un legislador pretérito, porque aunque declarase la inviolabilidad del rey con relación a todos los cuerpos y entes administrativos, no podía declararla con respecto a sí misma, porque la Nación jamás puede renunciar a la facultad de hacerlo todo, de quererlo todo en todo tiempo, ya que la Nación no puede ligarse con nada, la omnipotencia es su principal facultad, por lo tanto, la inviolabilidad declarada en la Constitución sólo comprometía al legislador de 1791 pero no a la Nación, que siempre está libre de cualquier compromiso.
Estas discusiones duraron hasta el 3 de diciembre, en que se rechazó la inviolabilidad del rey y se aprobó el siguiente decreto: “La Convención Nacional declara que ella misma juzgará a Luís XVI”

El inicio del totalitarismo había comenzado en Europa :cry:

Saludos


agualongo
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Mensaje por agualongo »

Entre el 4 y el 8 se debatió sobre las formas del proceso y las pruebas para encausarle, el 9 se redactó el acta de denuncia que el 10 se presentó ante la Asamblea, que la aprobó y decretó la comparecencia del rey. El martes, 11 de diciembre, en medio de grandes medidas de seguridad, Luís XVI fue conducido desde la prisión del Temple a la Convención, donde se le leyó el acta de acusación:

Estos eran los cargos:

1.- haber interrumpido las sesiones regias del 20 y 23 de junio de 1789, obviando el hecho de que en ambas ocasiones el Rey intervino a petición de parte ante la ilegítima actuación del Tercer Estado, y de acuerdo a sus prerrogativas reales.
2.- ser la cabeza de la conspiración aristocrática descubierta el 14 de julio de 1789, cuando la verdad es que ese día no hubo más conspiración aristocrática que la del Duque de Orleáns y su participación en el golpe de estado que llevó a los revolucionarios a tomar el poder... Hay que ser cínico, das un golpe de estado a un rey y encima lo culpas de golpista :shock:
3.- Haber instigado los insultos dados por los guardias de Corps a la escarapela tricolor, lo cual jamás ocurrió.. aparte de que este cargo me parece ya la repanocha, o sea que cuentan que dicen que una vez alguien insultó a la tricolor..nada, nada, el Rey es el culpable :crazy:
4.- haber organizado un segundo golpe de estado aristocrático en octubre de 1789, cuando la realidad es que fue un nuevo golpe revolucionario que invadió Versalles y obligó al Rey y a su familia a trasladarse a París, para allí ser custodiados por la Asamblea... :crazy:

seguiremos, esto es sólo el principio de los cargos...

saluditos


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